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país con su gente vibrante, es necesario

entender el origen de esta celebración.


Para ello ocuparemos refrescar un poco
de nuestro pasado, recorriendo los trazos
de nuestra historia en la época
prehispánica. Tiempos en que la visión de
los antepasados concebía el acto de morir
como el comienzo de un viaje hacia el
Ilustración 1Fuente: http://www.unionpuebla.mx Mictlán1, también llamado Xiomoayan.
Este viaje, como menciona Denis,

E
l aroma de nuestras raíces y Hermida y Huesca, duraba cuatro días y
colores. La magia y el encanto al llegar a su destino, el viajero ofrecía
en el sentimiento puro de ser obsequios a los señores del Mictlán:
mexicanos. Cada persona se Mictlantecuhtil y Mictecacíhuatl. Estos lo
transforma y renace en nuestras memorias enviaban a una de nueve regiones, donde
el olor a tradición, cultura y verdad. el muerto permanecía un periodo de
El día de muertos es sin lugar a dudas prueba de cuatro años antes de continuar
nuestra tradición más fuerte y bella. Que su vida en el Mictlán y llegar así al último
nos permite arraigarnos como nunca a piso, que era el lugar de su eterno reposo,
nuestro pasado, a nuestro origen como denominado “obsidiana de los muertos”.
una de las culturas más extraordinarias e Cabe mencionar que para los indígenas la
inmarcesibles a pesar del paso feroz del muerte no tenía la connotación moral de
tiempo y los constantes cambios en un la actualidad, manteniendo sus propias
mundo globalizado. Este festejo inunda reglas para el destino del muerto, de
de riquezas espirituales los hogares y acuerdo con su tipo de muerte y vida.
sitios concurridos por miles de
mexicanos. Nos da a disfrutar del sabor De aquellos ritos se fueron obteniendo los
de nuestras etnias, tierra y calor. pequeños aportes que consolidaron la
celebración como la conocemos.
Para comprender el significado
enmarañado en los adentros de todo un
1
Reino de los muertos descarnados o inframundo.
Día de muertos 1 ac

Por ejemplo, en los entierros prehispánicos se acompañaba al difunto con dos tipos
de objetos: los que en vida habían sido utilizados y los que se podían necesitar en su
tránsito al inframundo.

Posterior a la llegada de los españoles, tras la conquista en el siglo XVI, se


introduce en México cierta cantidad de ideologías referentes a la muerte y el infierno. Con
la divulgación del cristianismo y los constantes esfuerzos de la evangelización cristiana, se
tiene que ceder por la fuerza de muchas creencias indígenas, dando paso a un catolicismo
muy propio de las Américas, caracterizado por una mezcla de las religiones prehispánicas y
la religión católica. En la época de la celebración, los primeros antecedentes narran los
cultos en el Puerto de Veracruz, nuestro bello estado. Pues era celebrado el Día de los
Fieles Difuntos, venerando restos de asiáticos y europeos que se recibían y eran
transportados a diferentes destinos con oraciones, procesiones y bendiciones de los restos
en las iglesias y con reliquias de pan de azúcar (antecesores de nuestras calaveras y el
llamado pan de muertos.

La fiesta de Día de Muertos se realiza el 31 de octubre y el 1


y 2 de noviembre, días señalados por la Iglesia católica para
celebrar la memoria de Todos los Santos y de los Fieles
Difuntos. Desde luego, la esencia más pura de estas fiestas se
observa en las comunidades indígenas y rurales, donde se
tiene la creencia de que las ánimas de los difuntos regresan
esas noches para disfrutar los platillos y flores que sus
parientes les ofrecen.

Las ánimas llegan en forma ordenada. A los que tuvieron la


mala fortuna de morir un mes antes de la celebración no se
les pone ofrenda, pues se considera que no tuvieron tiempo de
pedir permiso para acudir a la celebración, por lo que sirven
solamente como ayudantes de otras ánimas. El 28 de octubre
se destina a los muertos que fueron asesinados con violencia,
de manera trágica; el 30 y 31 de octubre son días dedicados a
los niños que murieron sin haber sido bautizados (limbitos) y
a los más pequeños, respectivamente; el 1 de noviembre, o
Día de Todos los Santos, es la celebración de todos aquellos
que llevaron una vida ejemplar, celebrándose igualmente a
los niños. El día 2, en cambio, es el llamado Día de los
Muertos, la máxima festividad de su tipo en nuestro país,
celebración que comienza desde la madrugada con el tañido
de las campanas de las iglesias y la práctica de ciertos ritos,
como adornar las tumbas y hacer altares sobre las lápidas,
los que tienen un gran significado para las familias porque se
piensa que ayudan a conducir a las ánimas y a transitar por
un buen camino tras la muerte. (Denis, Hermida y Huesca,
pág. 1).

Después de observar los orígenes del Día de Muertos, es conveniente hacer énfasis
en un aspecto fundamental de esta celebración, hablamos del Altar de Muertos.

Hablamos de un elemento fundamental en dicho festejo, pues plasma la idea


iconográfica que tenemos de la visión entera de un pueblo sobre la muerte, su alegoría y
significado con distintos temas implícitos en un solo enunciado. Tenemos el recurso
tangible de nuestras ideas.

Existen altares de distintos niveles que representan los pasos que debe dar el viajero
para llegar a un determinado lugar del intangible. Estos altares se representan dependiendo
de la región, como menciona Huerta, 2017 también, que los altares más comunes son los de
dos niveles, representando el cielo y la tierra; en cambio los altares de tres niveles añaden el
concepto de purgatorio. Mientras que un altar de siete niveles simboliza los pasos
necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz. Este último es considerado el
altar tradicional por excelencia. Mismo que hemos seleccionado en honor y remembranza
de una de las regiones más ricas en cultura, que además, alberga un pequeño y significativo
detalle en relación directa con la tradición y la manera en que la concebimos actualmente.

Altar de Muertos Oaxaqueño

Oaxaca es sin lugar a dudas uno de los territorios con mayor diversidad cultural en
el paí. Por ende, se ha seleccionado como región cultural para llevarnos en un hermoso
viaje que nos ha de mostrar la forma hermosa de construir sus altares de muerto cada año.

Ilustración 2 Fuente: http://www.ororadio.com.mx


Día de muertos 1 ac

El altar tradicional de Oaxaca marca los elementos indispensables de un altar, en sus


niveles y alrededor, quedando conformado del siguiente modo:
 Nivel 1. Se coloca la imagen del santo del que se sea devoto.

 Nivel 2. Este nivel está dedicado a las ánimas del purgatorio y sirve para que el
difunto tenga permiso para salir de ese lugar. Se recomienda colocar una imagen de
las ánimas del purgatorio en este nivel.

 Nivel 3. Se coloca sal en este escalón para purificar el espíritu y para que no se
corrompa el cuerpo.

 Nivel 4. En este nivel va el Pan de Muerto, que simboliza la eucaristía.

 Nivel 5. En este escalón se coloca la comida y fruta favorita del difunto.

 Nivel 6. Aquí va la foto del difunto al que se le dedica el altar.

 Nivel 7. Se coloca una cruz formada con semillas, frutas, cal. Sirve para el difunto
expíe sus culpas. (unión,2018).

De acuerdo con el portal en línea Explora Oaxaca:

Entre los elementos imprescindibles que debe contener una


ofrenda están:

El agua. Fuente de vida. Después del recorrido que han


transitado las ánimas, se ofrece el líquido para mitigar su sed
y fortalecer su regreso.

La sal. Como elemento purificador ayuda a que el cuerpo no


se corrompa y se mantenga en condiciones para su viaje de
vuelta y su próxima venida.

Velas/veladoras. Las velas simbolizan la luz que guía a las


ánimas en su visita y de vuelta a su morada. La flama
simboliza la luz, la fe y la esperanza; en el México antiguo se
utilizaban rajas de ocote, las que se intercambiaron por
veladoras o cirios. En la tradición indígena cada vela
representa a un difunto, y su color dependerá de la condición
de la familia: los cirios morados son señal de duelo.
Copal e incienso. El copal es para los indígenas lo que el
incienso para los españoles. Con la fragancia que despiden,
se cree, se limpia el lugar de la ofrenda de los malos espíritus
para que el alma pueda entrar sin ningún riesgo.

Las flores. La flor representativa de la festividad es la de


cempasúchil. En el pasado se creía que esta flor tenía
propiedades curativas, sin embargo ahora sólo se utiliza para
adornar y aromatizar, algunas veces se deshoja para hacer
caminos de pétalos que guíen al difunto del cementerio a la
ofrenda, y de regreso.

El petate. Se coloca ya sea para que las ánimas descansen o


sobre la mesa para colocar los elementos de la ofrenda.

El pan. Uno de los elementos indispensables del altar es el


pan, símbolo de fraternidad reconocido como “el cuerpo de
Cristo”.

Un retrato. Se cree que la imagen debe permanecer


escondida para que sólo pueda verse con un espejo, una
manera de explicar que el difunto está pero ya no existe.

El mole, las calaveras de azúcar, el licor, una cruz de ceniza


y papel picado se colocan para que con sus aromas, colores y
recuerdos se complete la mesa y escenografía en cada hogar.

Ofrenda de Yalálag, Oaxaca. Pueblo indígena Zapoteco de la


Sierra Norte

Los zapotecos son el pueblo indígena más numeroso de


Oaxaca. En Yalálag la tradición dicta visitar el panteón días
antes de la celebración del Día de muertos; al lugar acude
toda la familia para limpiar la tumba e invitar a los muertos a
que regresen al pueblo en la fecha indicada.

La ofrenda se coloca entre el 30 y 31 de octubre y se


compone de caña, flor amarilla, pan con forma humana,
mezcal con gusano y tamales de frijol envueltos en hoja de
maíz. El 1º y 2 de noviembre se recibe a los niños y a los
antepasados, respectivamente. Los días 3 y 4 de noviembre se
acompaña a los muertos de vuelta al panteón y se les ofrece
una disculpa si hubo una mala atención. (Exploraoaxaca,
2017).
José Guadalupe Posada

Como se ha podido notar, un altar de muertos carece de sentido sin un ser a quien
dedicarlo, pues este es la razón de su existencia.

Continuando con la linealidad fidedigna de nuestra ofrenda, hemos seleccionado a


uno de los personajes más icónicos y envolventes en nuestra cultura: José Guadalupe
Posada ((Aguascalientes, 1852 - ciudad de México, 1913).

Pintor y caricaturista mexicano, famoso por sus litografías con escenas de muerte,
estampas populares y caricaturas sociales, inspiradas en el folclore.

A partir de 1890, sus trabajos gráficos ilustraron las publicaciones, de carácter


nacionalista y popular, del impresor Antonio Venegas Arroyo: historietas, liturgias de
festividades, plegarias, cancioneros, leyendas, cuentos y almanaques, destacando La Gaceta
Callejera y las hojas sueltas que incluían imágenes e información resumida de carácter
diverso sobre "acontecimientos de sensación".

El jarabe en ultratumba

Las ideas de Posada eran de clara índole progresista y, al servicio de éstas, dibujó
caricaturas y bocetos satíricos consagrados, en general, a elaborar una crónica de la vida
mexicana de la época o a poner de relieve los sufrimientos de su pueblo bajo el yugo de los
grandes terratenientes. Las sátiras de los políticos más influyentes de la época le costaron la
cárcel en más de una ocasión. El gran número de encargos que se amontonaban en su taller
le obligó a crear una técnica nueva, el grabado al ácido en relieve, mucho más rápida.
Su extensa producción gráfica, estimada en más de veinte mil grabados, realizados
en litografía o planchas de metal, podría clasificarse como expresionista, puesto que recrea
con extraordinaria imaginación, gran sentido humorístico y profunda capacidad crítica las
lacras, miserias y prejuicios de la realidad social y política de su época.

En resumen, Posada contribuye de forma más que notoria con el célebre personaje
de la Catrina, que más adelante utilizaría tanto Diego Rivera.

Debemos recordar siempre que en estas tradiciones se encuentran nuestras raíces,


nuestros matices nítidos. Que lejos de ser pretexto para un día libre, es momento de
recordar en nosotros y al mundo entero quiénes somos. Disfrutemos los colores, las
historias; los olores y sabores. Disfrutemos del eco de nuestra imaginación y el destello de
nuestra civilización.

“Una huesuda muy guapa, fumando un enorme puro, nos explica con rimas lo
que depara el futuro”
Fuentes bibliográficas APA

Biografías y vida. (2018). José Guadalupe Posada. En línea. Recuperado de:


https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/posada.htm

Cultura genial. (2018). La Catrina. En línea. Recuperado de:


https://www.culturagenial.com/es/la-catrina-de-jose-guadalupe-posada/

Ecured. (2018). José Guadalupe Posada. En línea. Recuperado de:


https://www.ecured.cu/Jos%C3%A9_Guadalupe_Posada

Union Guanajuato. (2018). Altar de muertos. En línea. Recuperado de:


http://www.unionguanajuato.mx/articulo/2017/10/09/cultura/altar-de-muertos-de-7-
niveles-que-significa

UV. (2018). Altar de muertos. En línea. Recuperado de:


https://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol25num1/articulos/altar/

México desconocido. (2018). Altar de muertos. En línea. Recuperado de:


https://www.mexicodesconocido.com.mx/altar-de-muertos-elementos-que-debe-
llevar.html

Vive Oaxaca. (2018). Altar de día de muertos en Oaxaca. En línea. Recuperado de:
https://www.viveoaxaca.org/2010/10/altares-dia-de-muertos-oaxaca-2010.html

Vive Oaxaca. (2018). Día de muertos. En línea. Recuperado de:


https://www.viveoaxaca.org/2018/09/Muertos18.html

Pueblos mágicos. (2018). Día de muertos. En línea. Recuperado de:


http://www.pueblosmexico.com.mx/articulo_pueblos_dia_de_muertos.php?id_articl
e=27012

Forbes. (2018). Día de muertos en Oaxaca. En línea. Recuperado de:


https://www.forbes.com.mx/dias-de-muertos-en-oaxaca-convivir-con-los-ancestros/
Oaxaca mío. (2018). Día de muertos. En línea. Recuperado dehttps://www.oaxaca-
mio.com/fiestas/muertos.htm

Neostuff. (2018). Calaveritas y versos. En línea. Recuperado de:


https://www.neostuff.net/calaveritas-y-versos-para-dia-de-muertos/

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