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Día de muertos

Guerra González Yeisi Candelaria


HISTORIA
• El culto al Día de Muertos es un legado ancestral que puede verse en las distintas
culturas prehispánicas que habitaron el territorio. Los orígenes de esta celebración
son anteriores a la llegada de los españoles. Ellos tenían una concepción única del
alma, algo que les impidió entender el que los indígenas atribuyeran a cada
individuo varias entidades de ánimas y que cada una de ellas tuviera, al morir, un
destino diferente.

• En la mitología azteca, Mictecacíhuatl es la reina del Mictlán, la región de los


muertos. Para los aztecas, Mictecacíhuatl representaba el principio y el fin de la vida.
Ella junto, a su rey, les da la bienvenida a todos aquellos que mueren por causas
naturales. Pero antes de llegar a ella, los difuntos, ya sean nobles o plebeyos o ricos,
deben atravesar un largo y doloroso viaje por el Camino de los Muertos. Una vez
que terminen su trayectoria se encontraran con los reyes del Mictlán quienes le
permitirán disfrutar del descanso eterno.
• La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya
que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de
noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o
niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos
• Cada año muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de
cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún
platillo que le gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda, y al igual que
en tiempos prehispánicos, se coloca incienso para aromatizar el lugar.
ELEMENTOS DEL ALTAR
La ofrenda de muertos es una tradición
mexicana que representa la unión entre el
viejo y el nuevo mundo. Tiene elementos
específicos que no pueden faltar en el altar de
Día de Muertos, por su alto valor
significativo.

• Flores
• Mantel blanco y sal
• Arco de flores
• Agua
• Comida, bebida y pan de muerto
• Velas y veladoras
• Objetos religiosoa
• Copal y cruz de ceniza
• Retrato
• Calaberitas

• Papel picado y petate

• Izcuintle
MANTEL BLANCO Y SAL

El color del mantel y la sal significan pureza y alegría. La sal sirve para que el cuerpo del
difunto no se corrompa en el viaje de ida y vuelta.

AGUA

En el viaje de los difuntos hacia nuestro mundo, el agua les quita la sed. Además es un
elemento que simboliza pureza, en el cual las ánimas pueden asearse.

VELAS Y VELADORAS
La flama de las velas o veladoras es la luz, la fe y la esperanza. Es la guía para que los muertos
encuentren el regreso a su antiguo hogar. El número de velas que se pone en una ofrenda
depende de las ánimas que se quieran recibir. En algunos casos se ponen de color morado a
modo de duelo o formando una cruz con cuatro velas para que el alma que regresa a casa pueda
orientarse con los puntos cardinales.
 COPAL Y CRUZ DE CENIZA

El copal o el incienso se utiliza para limpiar el lugar de las “malas vibras” y los malos
espíritus antes de que regresen los seres queridos. Para los indígenas era un elemento
de oración y alabanza a los dioses.
La cruz de ceniza sirve para que el alma llegue hasta el altar y que pueda expiar sus
culpas pendientes. Si el ánima se encontrara en el Purgatorio, la cruz puede ayudarlo a
salir.

 CALAVERITAS

La calaveritas de azúcar representan los cráneos humanos. Las medianas recuerdan que
la muerte está siempre presente; las pequeñas son dedicadas a la Santísima Trinidad y
las grandes hacen honores al “Padre Eterno”, Dios. Las culturas mesoamericanas
tomaban los cráneos de los prisioneros sacrificados y los formaban en hilera para
honrar a los dioses, el altar era llamado tzompantli. Las calaveras hacen alusión a esa
tradición prehispánica. 
• PAPEL PICADO Y PETATE

El papel es una representación al aire, además de añadir un toque festivo a la


celebración. El petate se utiliza para que los muertos descansen y puede
funcionar como mantel para colocar los elementos en el altar de muertos.
En algunas ocasiones se sustituyen con telas de seda y satín, en donde
descansarán las figuras de barro, el incensario o ropa limpia para recibir a los
difuntos.

• IZCUINTLE

Si has visto en las ofrendas algunos perritos prehispánicos, esos son los
izcuintles o itzcuintli. No pueden faltar en los altares dedicados a los niños, ya
que son un juguete para que las almas de los más pequeños estén felices de
llegar al banquete. Se cree que el izcuintle es el perrito que ayuda a las almas a
cruzar el río Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán, el
inframundo para los mexicas.
• FLORES

Las flores son un símbolo festivo por sus colores y aromas que adornarán el lugar donde estará
el ánima. La flor que se utiliza es la de Cempasúchil ya que su color representa al sol que guía
el alma del difunto. En los altares para los niños se utiliza alhelí o nube, por ser blancas y
representar la pureza e inocencia de los pequeños.

• COMIDA, BEBIDA Y PAN DE MUERTO

La comida tiene el objetivo de deleitar a los muertos que visitan la ofrenda, se cocina en honor a
los seres recordados, por lo que se pone su comida favorita. Para los adultos se ponen bebidas
alcohólicas y cigarros para que los muertos recuerden los momentos que vivieron con alegría.
Para los niños se ofrendan dulces típicos de azúcar, amaranto o calabaza.
El pan de muerto representa los sacrificios humanos que se realizaban en la cultura
prehispánica. Se incluye chocolate de agua ya que la tradición prehispánica dice que los
invitados tomaban el chocolate preparado con el agua que usaba el ánima para lavarse, así se
impregnaban de la esencia del difunto.
 Arco de flores

El arco representa la puerta de entrada de los muertos al mundo de los vivos, por eso es
tan importante y se coloca en el último nivel del altar. Se caracteriza por estar decorada
con flores de cempasúchil, frutas y, en algunos casos, golosinas

 Objetos religiosos

La festividad del Día de Muertos hoy día es el resultado de la mezcla de tradiciones


prehispánicas y católicas, por eso, en los altares acostumbran a colocar objetos y
figuras católicas como rosarios, imágenes de santos, vírgenes, ángeles, cruces o
crucifijos.
• RETRATO

Una fotografía del ser querido quiere decir que él será el que visitará la ofrenda. El
retrato debe quedar escondido para que sólo se pueda ver con un espejo, como símbolo
de que se puede ver a la persona, pero ya no existe.
Pueden colocarse imágenes de santos que sirven como vínculo entre vivos y muertos,
además de simbolizar la paz en el hogar y la aceptación de compartir alimentos.
NIVELES DEL ALTAR Y DESCRIPCION
DE CADA UNO DE ELLOS
Un altar de muertos puede ser de diferentes niveles: de dos, tres o siete. El altar más
sencillo es el de dos niveles, que representan el cielo y la tierra. En el de tres niveles,
el primer nivel representa el cielo, el segundo la tierra y el tercero el purgatorio. El
altar de siete niveles es el más tradicional y simboliza los pasos necesarios para que el
difunto llegue al cielo y pueda descansar en paz.
Al realizar un ofrenda de siete niveles se tiene que tener en cuenta los elementos que cada nivel
debe de llevar:
• Primer Nivel: Aquí se coloca la imagen del santo o virgen del que se sea devoto. En dado caso que
no tengas puedes poner una cruz.
• Segundo Nivel: Este nivel sirve para que las almas en el purgatorio puedan salir. Por ello debes
poner una estampita de las ánimas en el purgatorio, un vaso de agua y un espejo. El espejo sirve para
que el ánima se vea y no se le olvide que esta muerto, y así no se quede vagando en este mundo.
• Tercer Nivel: Se coloca sal en este escalón, la cual ayuda a purificar el espíritu de los niños en el
purgatorio y para que no se corrompa el cuerpo de los muertos.
• Cuarto Nivel: En este escalón va el Pan de Muerto, el cual simboliza la eucaristía. El pan debe de ir
siempre en números pares.
• Quinto Nivel: Aquí se debe poner la comida, bebida y fruta preferida de los difuntos.

• Sexto Nivel: Se coloca una fotografía de la persona a la que se le hace la ofrenda.

• Séptimo Nivel: Aquí va una cruz formada con semillas, frutas o cal, que sirve para que el difunto
expíe sus culpas. También puedes colocar una cruz normal o de ceniza.
CONCLUSION

Si bien, el Día de Muertos no es una fecha para llorar, sino para celebrar la vida después de la
muerte y además es conocido en todos los continentes. Lo más interesante, es que esa fecha no
remite precisamente a una ausencia, sino a una presencia viva que ha trascendido a la
eternidad; la muerte es una metáfora de la vida que se materializa en el altar ofrecido: quienes
hoy ofrendan a sus muertos serán en el futuro invitados a la fiesta.

Orgullosos debemos de estar que el Día de Muertos es reconocido por


la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial, enfatizando la importancia de su
significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un
mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.

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