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El humano es un ser muy difícil de determinar en una sola dimensión.

En su
manifestación inciden gran cantidad de factores que lo influyen. Sus creencias, sus
conductas, sus emociones, sus valores, su sentir dependen de factores variados tales
como la biología, la cultura, la familia, el contexto histórico, su historia personal son
algunos de los innumerables. El ser humano es complejo y puede ser visto desde tantas
perspectivas muy diferentes entre sí que el individuo, como objeto de estudio, puede ser
concebido de maneras muy distintas dependiendo del enfoque.
En este sentido, la psicoterapia infantil como manera de tratar los diversos diagnósticos
de las primeras etapas del desarrollo puede variar de acuerdo a la óptica en que se aborde
cada caso en atención a los requerimientos individuales. En este sentido, entre las
múltiples propuestas terapéuticas podemos mencionar algunas que hemos abordado en
clases, entre las que destacan las siguientes:

 El psicoanálisis,
 La terapia de la conducta,
 La Terapia Cognitivo Conductual,
 La terapia sistémica,
 La terapia Gestalt,
El psicoanálisis como psicoterapia es pensado por muchos como el procedimiento
psicoterapéutico pionero y precursor de otras psicoterapias. Freud, aproximadamente a
finales del siglo XIX ya consideraba a la niñez como un período fundamental que
determinaría el estado adulto del individuo. El método psicoanalítico propició una gran
cantidad de acervo bibliográfico que abordaba el desarrollo psicosexual que explicaba las
diferentes patologías. Como tratamiento tiene el fin último de la psicoterapia del niño
enfila sus esfuerzos en equilibrar las demandas del Ello con las exigencias del Superyó y las
necesidades del yo para aminorar la neurosis.
Por otro lado, la terapia de la conducta nace como necesidad de abordar a la conducta
en sí misma como objeto de estudio en vez de la conciencia. En este sentido se concibe a
la conducta como un elemento aprendido por lo que se aborda el aprendizaje de nuevos
comportamientos a través del condicionamiento clásico, el condicionamiento operante y
el modelado. Esta terapia es particularmente efectiva con los infantes ya que estos, por
sus características evolutivas, no responden al análisis o reflexión, por lo las recompensas
y la observación de conductas modelo ofrecen una fuerte influencia para el logro de
resultados.
La terapia cognitivo conductual (TCC) incorpora las cogniciones en la meta del cambio
del comportamiento a través de la actividad lúdica a través de la cual el infante no sólo se
expresa sentimientos, creencias, posturas e interpretación del mundo, sino que también
brinda estos insumos para la interpretación del terapeuta de la subjetividad del infante.
Otro valioso aporte lo ofrece el modelo sistémico. La acción terapéutica en esta
propuesta se desplaza del ámbito individual y observa las interacciones interpersonales. El
sistema se convierte en el basamento teórico que sustenta el accionar terapéutico. Esto
quiere decir que el individuo es parte de un grupo en el que cada miembro es
interdependiente. El tratamiento de un miembro afecta, necesariamente al resto, lo que
supone un mayor alcance terapéutico al involucrar a los padres del infante, además de
otros miembros de la familia en la mejora de quien es el paciente identificado.
Actualmente se cuenta con una gran diversidad de propuestas terapéuticas que deben
ser objeto de estudio del profesional de la psicología para el abordaje oportuno y
pertinente del infante. La elección del modelo terapéutico debe responder a las
necesidades del niño.

Autor:
Osorio Javier 12.343.770

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