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Margaret Mead: Roles sexuales, temperamento y cultura

1. Resumen

En el año 1925 Mead investigó a un grupo de adolescentes de Samoa, en la cual mostraba que
la educación de los niños moldeaba su temperamento en la adultez. También se expuso que a
comparación de la caótica adolescencia de los norteamericanos, los samoanos vivían en una
sociedad tranquila y admisible. La antropóloga pensó que estas diferencias eran por influencias
culturales y sociales. Después de este estudio inició su estudio entre la relación del
temperamento, la cultura y roles sexuales.

Margaret, junto a su esposo Reo Fortune estudiaron en Nueva Guinea a tres ciudades distintas
y con el fin de esta investigación publicaron su libro en el año 1935. El primer pueblo de
estudio fue el de los Arapesh, este grupo social indígena compartían los roles, tanto hombres y
mujeres, por igual. Así como los mujeres, los varones eran amorosos y protectores con los
hijos, considerando innato el ser pacíficos, colaboradores y satisfaciendo las necesidades de los
más joven es, lo cual para los norteamericanos era considerado una conducta afeminada.

La segunda comunidad estudiada fueron los Mundugumor, este grupo era lo contrario al
primero, ya que eran depredadores y agresivos que se enfrentaban entre ellos mismos. Los
varones eran criados para ser violentos y que su enemigo será su enemigo. La similitud que
comparten con los Arapesh es que entre los hombres y mujeres se espera que ambos
compartan el mismo temperamento, sin embargo para los mundugumor el modelo a seguir
era la rudeza, las peleas, celos, etc.

Mead y Fortune buscaban una sociedad en la que roles femenino y masculino sean diferentes.
Es por ello que llegaron a la comunidad de los Tchambuli. La conducta de los hombres y
mujeres de esta etnia era diferente a Occidente, ya que las féminas eran dominantes y ellos
emotivos. Los hombres se dedicaban al arte como la danza, tejido, pintura, etc. Por el
contrario, ellas se desempeñaban en tareas productivas como la pesca, administración y
negocios. Además que daban comienzo a las actividades sexuales. A pesar de que el sistema
era patriarcal, las mujeres eran quienes se apropiaban del dominio en la sociedad.

El propósito de la investigación de Mead era exponer que los roles sexuales de toda sociedad
eran constructos de la sociedad y que en mayor parte no guarda relación con el sexo biológico.
Al final del libro Mead plantea como hipótesis la existencia de lista de temperamentos que es
innato en el humano, y cada cultura elige lo mejor para formar su ideal. Lo que significa que las
conductas del hombre y mujer sería una transformación del temperamento que ha sido
formada de forma única por cada sociedad y no es propia de cada sexo.

2. Opinión sobre la lectura.

Esta lectura lleva a conocer que los roles de género no necesariamente son innatos, sino que
los factores culturales o sociales van a influenciar en el temperamento del ser humano. A pesar
de que el tema puede ser controversial, ya que se cree que el hombre y la mujer deben
comportarse de una forma determinada para ser adecuada en una sociedad. Sin embargo está
visión ha ido cambiando con los años, debido a que los roles en la familia han cambiado, es
decir que actualmente el varón realiza las tareas que antes sólo la mujer desempeñaba, así
también la mujer cumple con las actividades que ellos realizan.

3. Ideas fuerza.

 Los roles de género no son innatos, sino que son una construcción social.

 Las diferencias biológicas existentes entre ambos sexos no determinan el


funcionamiento social que deben tener hombres y mujeres sino que es la
crianza y la transmisión cultural la que induce a que exista diferencias
sociales.

 El motivo por el cual el rol de género es distinto en cada sociedad, es que


cada cultura establece un patrón de conducta que es aceptable a sus
miembros y esto se interioriza y se trasmite de generación en generación.

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