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LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
MODALIDAD ESCOLARIZADA
Plan 2014
PROGRAMA DE ESTUDIOS
DESEMPLEO Y POTENCIAL DE
DESARROLLO LABORAL
Revisión 2021:
PROGRAMA DE ESTUDIOS
1. DATOS DE IDENTIFICACIÓN
UNIDAD DE
APRENDIZAJE O DESEMPLEO Y POTENCIAL DE DESARROLLO LABORAL
MÓDULO
Clave:
Teóricas: 40 Prácticas: 30 Estudio Independiente: 30
Horas y créditos: Total de horas: 100 Créditos: 6
Competencia (s) AO2. Diseña e implementa programas de Intervención para el mejoramiento de las personas
del perfil de y la organización aplicando las técnicas y estrategias de la psicología organizacional
egreso a las que 2.3 Realiza y evalúa estrategias de intervención psicológica de acuerdo con la
aporta. condición o problemática detectada para favorecer la conciliación entre las
necesidades de desarrollo de las personas y la organización laboral, atendiendo
los criterios legales de la normatividad federal, del estado y municipio.
Ubicación OCTAVO SEMESTRE
Unidades de Comportamiento Humano en el trabajo.
aprendizaje Procesos de Capacitación.
relacionadas Seguridad e higiene en el trabajo.
Desarrollo Organizacional.
Responsables de Elaboración 2011:
elaborar y/o Kirenia Alejandra Ortega Escalante
actualizar el Rafael Castro Pérez
programa: Actualización 2019:
Kirenia Alejandra Ortega Escalante
Rafael Castro Pérez
Revisión 2021:
Samanta Crisel Gómez Sauceda
Fecha de Elaboración: 2011 Revisión: Febrero 2021
2. PROPÓSITO
Los alumnos y alumnas evalúan los efectos psicosociales en personas desempleadas, desarrollan estrategias de
orientación personal y laboral e implementan estrategias de orientación para el desarrollo ocupacional.
COMPONENTES DE LA COMPETENCIA
Teóricos: • Conoce el impacto de la globalización en las personas y organizaciones laborales
• Conoce los procesos psicosociales de la incorporación y desincorporación laboral.
• Aplica modelos teóricos para evaluar efectos psicosocial en situaciones de desempleo
• Aplica estrategias orientación laboral bajo argumento teórico y metodológico
Prácticos: • Evalúa efectos psicológicos del desempleo.
• Implementa estrategias de orientación personal y laboral.
• Diseña e implementa estrategias promoción ocupacional.
Actitudinales: Muestra sensibilidad y compromiso profesional con las personas en situación de desempleo
y/o ocio.
4. CONTENIDOS
I. Globalización, empleo y desempleo
1.1 Definiciones de empleo, subempleo y desempleo
1.2 Perfil del empleo y desempleo en Sinaloa
II. Incorporación y desincorporación laboral
2.1 Definición de desincorporación laboral
2.2 Tipos de desincorporación laboral
III. Evaluación de personas en situación de desempleo
3.1 Evaluación vocacional y de proyecto de vida
3.2 Proyecto y sentido de vida
3.3 Orientación personal y ocupacional
IV. Promoción del desarrollo personal y ocupacional.
4.1 Orientación laboral.
4.2 Estrategias de orientación laboral.
5. ACCIONES ESTRATÉGICAS PARA DESARROLLAR LAS COMPETENCIAS
Acciones del docente:
Los docentes deberán jugar un rol facilitador que permita al estudiante jugar un papel activo y protagónico en el
proceso de construcción de las competencias previstas. Esto implica, gradual y paulatinamente transferir la
conducción y construcción del proceso de aprendizaje de los profesores a los alumnos docentes, mediando la
interacción presencial, a distancia, y el desarrollo autónomo de actividades, con el fortalecimiento del trabajo
colaborativo durante el transcurso de las actividades, buscando lograr la independencia y autonomía en el
aprendizaje.
Se hace necesario que no todas las actividades de aprendizaje se desarrollen de manera presencial, sino que el
docente promueva diversas actividades de aprendizaje que favorezcan el trabajo autónomo del estudiante, pero
contando para ello con el apoyo permanente del mismo docente.
Acciones del estudiante:
• Analiza y redacta controles de lectura
• Integra el protocolo de diagnóstico; acude a asesorías, expone el protocolo para su aprobación
• Implementa el diagnostico; asiste con puntualidad a las actividades del proceso de diagnostico
• Organiza propuesta de desarrollo del potencial personal
• Implementa programas de promoción ocupacional.
• Expone resultados finales para acreditar la unidad de aprendizaje
UNIDAD I
Ruiz, P. & Ordaz, J. L. (2011). Evolución reciente del empleo y desempleo en México. Journal of Economic
Literature, 8 (23), 91-105.
STP-Sinaloa. Perfil de Empleo y Desempleo en Sinaloa (2017)
UNIDAD II
Añez, C. (2016). Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente? TELOS. Revista de Estudios Interdisciplinarios en
Ciencias sociales, 18(2), 250-265.
Añez, C. (2014). Las relaciones encubiertas: despido laboral y condiciones del trabajador despedido. Revista
Arbitrada Formación Gerencial, 13(1), 112-131.
UNIDAD III
Martínez, E. & Jaimes-Osma, J. E. (2012). Validación de la prueba “sentido de trabajo” en población colombiana.
Psicología desde el Caribe, 29(1), 65-86.
Prieto, M. & Cañon, C. (2000). La teoría de las definiciones y el juego problemático. Revista de Psicología General y
Aplicada, 53(3), 503-514.
Auguste, S. (2015). La ludopatía en Argentina – Informe final. Buenos Aires: Universidad Torcato Di Tella.
Gonnet, J. P. (2013). El discurso contemporáneo del managment: El caso del coaching ontológico. Elsevier Doyma,
29, 86-91.
UNIDAD IV
Do Céu, M. & Rodríguez, M. L. (2010). La gestión personal de la carrera y el papel de la orientación profesional:
teoría, práctica y aportaciones empíricas. REOP, 2(2), 335-345.
1.2 Perfil del empleo y desempleo en Sinaloa
REFERENCIAS
Ruiz, P. & Ordaz, J. L. (2011). Evolución reciente del empleo y desempleo
en México. Journal of Economic Literature, 8 (23), 91‐105.
STP‐Sinaloa. Perfil de Empleo y Desempleo en Sinaloa (2017)
Evolución reciente del empleo y el desempleo en México
l.
91
general al desempleo y al subempleo en todas las economías incorporadas al mercado
global. Esta tendencia es más acentuada en aquellas sociedades con un nivel de desarro-
llo menor, lo cual se ve agudizado por la carencia de mecanismos de compensación por
desempleo a cargo del Estado. Se trata, pues, de un problema social creciente asociado
a la modernidad. El desarrollo más reciente de la sociedad industrial ha significado excluir
de las actividades productivas a un número de personas que va en aumento, sobre todo
en aquellos países cuya falta de recursos no permite una jubilación digna a los empleados
viejos y la capacitación de los jóvenes en actividades con técnicas modernas.
Este trabajo intenta analizar las tendencias de corto y largo plazos de la oferta laboral,
del empleo y del desempleo en México, en particular desde la aplicación de las reformas
económicas iniciadas a mediados de los años ochenta. En la segunda sección se analizan
diversos aspectos del comportamiento del empleo en México a lo largo de las últimas tres
décadas aunque se enfatiza en el período 1995-201 O. La disponibilidad de la información
y su presentación nos obligan a analizarla en subperiodos diversos. No obstante lo ante-
rior, la idea central es destacar que los objetivos de la política económica del gobierno
mexicano en materia de empleo, a partir de mediados de los ochenta, no sólo no se han
cumplido sino que el desempleo representa hoy el reto más importante en materia de
política económica para el país. En la tercera sección se abordan con amplitud las con-
clusiones a que nos lleva el análisis anterior y se sugieren algunas medidas para enfrentar
el reto del empleo.
en México
La falta de empleo ha sido, por muchos años, el problema social más grave de México. La
carencia de empleo es una de las expresiones más agudas de la pobreza. Este fenómeno
de escasez de empleo, aunado a las diferencias salariales de México con Estados Unidos
explica, en gran medida, el fenómeno migratorio de mano de obra mexicana a ese país.
La oleada migratoria, aunque no puede considerarse un fenómeno nuevo, ha adquirido
mayores proporciones y algunas características diferentes a las de las anteriores (véase
Conapo, 2005).
La Población Económicamente Activa (PEA) en México representa cerca de 60% de la
población de 14 años y más, y si bien ha disminuido su tasa de crecimiento medio anual
de 3.5 a 1.9% del periodo 1982-1993 al 1994-201 O, ésta sigue siendo alta en compara-
ción con el ritmo de crecimiento del empleo remunerado. En 2004, la PEA ascendia a 42
millones. El número de empleos requeridos para cubrir las necesidades del incremento
anual de la oferta laboral era de poco más de un millón cien mil (Censos Nacionales de
(')
N
Población y Vivienda, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática!, México).
E La economia mexicana no ha sido capaz de generar el número total de empleos for-
-::;
e males requeridos en ninguno de los últimos quince años, para no hablar de la llamada
ro
o> "década perdida", de los años ochenta. Por ello, podemos inferir que, sin lugar a dudas,
E hay un déficit acumulado de empleo, difícil, sin embargo, de precisar.
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En la década actual la economía mexicana ha estado lejos de generar entre uno y
~
.SE 1.2 millones de empleos, que exige el aumento anual de la PEA. Ni siquiera el creciente
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92
flujo migratorio de mexicanos a Estados Unidos ha evitado que la tasa de desocupación
bruta aumentara entre 2000 y 201 O. Y aunque entre 2004 e inicios de 2008 el empleo
creció de manera importante como resultado del incremento del Producto Interno Bruto
(PIB) real, sigue siendo insuficiente para cubrir rezagos, los cuáles se acentuaron con la
reciente crisis económica. Al mismo tiempo, se presenta una nueva característica: el em-
pleo formal se parece cada vez más al informal. La evidencia señala que no solamente ha
crecido el desempleo sino que ha crecido la población ocupada sin prestaciones sociales,
así como los empleos informales.
En efecto, en la primera década del siglo XXI, además del incremento de los niveles
de desempleo, creció significativamente la informalidad en la economía y los ocupados
sin protección social. Se observa, asimismo, un amplio vacío para generar puestos de
trabajo en sectores industriales. En suma, según cifras oficiales actualmente hay cerca
de 1.5 millones de desocupados más que en 2000. Además, en este mismo periodo
la tasa de presión general (porcentaje que representa la población desocupada más la
ocupada que busca trabajo, respecto a la población económicamente activa) creció en
al menos 2 veces en 22 de las 32 entidades de la República.
1. Desocu abierta
Las cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ubican a
México en los últimos años como uno de los que tiene las tasas de desempleo abierto más
bajas entre los países de América Latina y el Caribe. No obstante, a diferencia de lo que ha
ocurrido en la mayoría de estos países, que han visto reducir sus tasas de desempleo de
manera importante en la presente década, en México éstas han mostrado una tendencia
creciente. En 2000 la diferencia entre la tasa promedio en la región y la de México era de
7 puntos porcentuales, en 2009 fue de 1.5 puntos porcentuales (véase cuadro 1).
Si calculamos el nivel de ocupación de acuerdo con el promedio que reportan las
encuestas en México, el resultado en miles de personas aparece en la gráfica 1 e indica
que el desempleo abierto afecta actualmente a alrededor de 2.5 millones de personas.
En efecto, como se advierte en el cuadro 2, el porcentaje de desempleo abierto que
en promedio arrojan las encuestas muestra una tendencia a ubicarse entre 3 y 5% de la
PEA, salvo los periodos de crisis económica en que se alcanzaron cifras mayores a 5%
E nos una hora de actividad a la semana se le toma como ocupado en la Encuesta Nacional
"""'1.
Gráfica 1
46.000
México, Población
44.000
Económicamente Activa
Ocupada y Desocupada Desocupados
~
(/J
42.000
11)
Fuente: INEGI, Encuesta e:
o(/J
Nacional de Ocupación y Gi 40.000
o..
Empleo. (j)
"U
01
(j)
38.000
36.000
34.000
32.000-{....---,....----..----.----.--..---.--.__,.--.,.---r---r--r----.----I
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 201 o
94
1995 6.9 13.7 10.9
1996 5.3 10.7 8.0
1997 4.1 10.0 7.1
1998 3.6 9.5 8.2
1999 2.5 7.5 5.9
2000 2.6 7.2 6.4
2001 2.8 7.4 6.9
2002 3.0 7.6 6.9
2003 3.4 8.5 7.8
2004 3.9 9.5 7.7
2005 3.6 9.4 7.5
2006 3.6 9.4 6.9
2007 3.7 10.1 7.2
2008 4.0 10.2 6.9
2009 5.5 11. 7 9.2
2010 5.4 11.9 8.9
Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
Gráfica 2 ¡·,·¡·--------------------------------------------------------------------------------------- 1
México. Tasa Promedio 7.o --,- -. --. --. -. -.. -. -.... -.. -. --. -.. -.. -. -.. -. -.-.. -... -. --. -. -.... -. -..... ---.--. -... -.
de Desocupación
Porcentaje de la PEA •01----- ----------------------------------------------------------------------------------
Fuente: INEGI, Encuesta
Nacional de Ocupación y
5.0 lº - •• - •••
Empleo. 4.0--------------·
3.0
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 201 o
95
El porcentaje de desocupación abierta no es un indicador muy preciso del estado del
mercado de trabajo en México. Hay indicadores de la ENOE que permiten apreciar mejor
esto. En el mismo cuadro 2 se muestra la Tasa de Ocupación Parcial y Desocupación,
que considera en su cálculo como desocupadas a las personas que no tuvieron ninguna
actividad o que, si la tuvieron no fue más de 15 horas durante la semana de referencia.
Del año 2000 a 201 O, la población desocupada más la parcialmente ocupada pasó de
7.2 a 12% de la PEA. Esto significa que en 201 O, 5.5 millones de personas estuvieron
desempleadas o bien trabajaron menos de 1 5 horas a la semana. El desempleo ha afecta-
do en mayor medida a los jóvenes. El Programa Nacional de la Juventud (PNJ) 2002-2006
resalta que históricamente el desempleo ha afectado más a los jóvenes pues las tasas
de desempleo abierto de éstos duplican y hasta triplican las de los adultos. El número de
jóvenes entre 14 y 29 años de edad desocupados ha aumentado en los últimos 5 años
cerca de 50% de acuerdo con cifras de la ENOE. En 201O,1.7 millones de desempleados
tenían entre 14 y 29 años de edad. A este grupo habría que sumar el número de jóvenes
que aún sin trabajar no se encuentran estudiando (5.8 millones), con lo que contabiliza a
7.5 millones de jóvenes en ese rango de edad que en 201 O ni estudiaron ni desempeña-
ron alguna actividad económica, representando 1 6% de la PEA.
Como ilustra la gráfica 3, las tasas de desempleo más altas en México se encuentran
en los niveles educativos más altos y éstas han aumentado en años recientes. De igual
forma, la distribución de desocupados según grado de instrucción revela que son mayoría
aquellos con mayores niveles de escolaridad y que su porcentaje de participación se ha
incrementado en los últimos años.
Gráfica 3
B.O
• 2005• 20070 20080 2009 O 2010
Tasas de desempleo
7.0
en México, según nivel
educativo 6.0
5.0
Fuente: INEGI, Encuesta
Nacional de Ocupación 4.0
y Empleo.
Nota: en 201 O, promedio del 3.0
primero y segundo trimestre
2.0
(") 1.0
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ro Sin instrucción Primaria Secundaria Media Superior Superior
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Suponiendo que el nivel de instrucción de la mano de obra refleja su nivel de capa-
citación, y que sean las empresas y ramas más dinámicas en la economía mexicana las
que absorben mano de obra más calificada, resulta extraño que la desocupación general
sea mayor a mayor nivel de capacitación. Ello nos mostraría que el mercado de trabajo
presenta distorsiones que deben ser cuidadosamente estudiadas para corregirlas con una
política pública específica adecuada. En particular esta información pone en duda la expli-
cación convencional -por el lado de la oferta- que argumenta que la falta de capacitación
es el mayor obstáculo a la generación de empleos.
2. Empleo Remunerado
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30 .,,.
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97
De hecho, aunque la PEA ha disminuido su tasa de crecimiento media anual de 1 982
en adelante, el ritmo de crecimiento del empleo remunerado ha sido inferior (véase el
cuadro 3).
Es por ello que una de las prioridades de la política gubernamental ha sido la de generar
puestos de trabajo que compensen tanto la indudable pérdida de empleos ocasionada
por la apertura y las crisis económicas, como el incremento de la oferta laboral producto
del crecimiento natural de la PEA. Las reformas económicas de los ochentas parecían
apuntar en esa dirección. No obstante, se dejaba el proceso de ajuste en manos de las
fuerzas del mercado, en este caso el laboral. Se suponía que siendo México un país relati-
vamente abundante en mano de obra, una vez abierta su economía, ésta se especializaría
con ventaja en la producción de bienes intensivos en mano de obra, por las diferencias
salariales y de dotación relativa con Estados Unidos. Dichos bienes al ser manufactura-
dos, tendrían un efecto de arrastre importante en la generación de empleos en las ramas
proveedoras locales. Estas ventajas se manifestarían en una mayor exportación de bienes
intensivos en mano de obra.
Un factor adicional generador de empleos estimulado por las reformas fue la instala-
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mente en los sesenta y setenta. Dicho factor por su propia naturaleza no tiene más que
un efecto directo en el empleo y ninguna vinculación con el aparato productivo nacional,
es decir, encadenamientos hacia atrás o hacia delante. Y su capacidad generadora de
empleos asciende a no más de 6% del total remunerado.
Si bien las exportaciones mexicanas han crecido muy significativamente, en especial
las manufactureras, de 1 982 a la fecha, el empleo total no ha modificado su ritmo de cre-
cimiento anual y la estructura del empleo total no se ha modificado en favor de las ramas
ro manufactureras; incluso ha presentado un ligero descenso. En todo caso las que han te-
o> nido mayor participación relativa son la construcción y el comercio, actividades vinculadas
E esencialmente al mercado interno (véase el cuadro 4).
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Agricultura, ganaderla, silvicultura, caza y pesca 21.91 16.88 13.42
É 2005 el empleo de las maquiladoras se encuentra todavía por debajo del máximo logrado
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e en 1999.
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Empleo total 100.0 100.0 100.0
J. formal e informal
Gráfica 5 40.000------------------------------------------------------------
Personal ocupado
35.000-----------------------------------------------
remunerado total,
30.000--------------------------------------
inscritos y no inscritos
al Seguro Social
(miles de personas)
20.000-
Fuente: elaboración propia
15.000
con cifras del INEGI, Conapo
y Secretaria del Traba jo y 10.000
Previsión Social.
5.000_ Inscritos al Seguro Social
100
Por su carácter de informal ha sido complejo definir y por ende medir este tipo de
actividades. La OIT, en conjunto con otros institutos de estadística a nivel mundial ha con-
formado el Grupo de Delhi con el objetivo de unificar criterios a fin de poder contabilizar
este tipo de actividades. Algunos de esos criterios han sido adoptados en las encuestas
mexicanas. De esta forma, las encuestas de empleo en México indican que entre 1995 y
1
201 O el número de personas que participan en el sector informal, se estima, con fluctua-
ciones, entre 26 y 29% del total de personas ocupadas lo que se traduce en 201 O en cer-
ca de 13 millones de personas en todo el país, 44% más que en 1995 (véase el cuadro 6).
ª
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rencia tanto de una organización legalmente establecida como de una conducción de prácticas contables
que permitan distinguir los flujos económicos y patrimonio del hogar de los del negocio. Así, el empleo en
el Sector Informal será el que está vinculado a esas unidades económicas, más allá de cualquier conside-
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ración sobre condiciones laborales.
101
1 2.5 millones de ellas en el sector formal, tal como se muestra en el cuadro 7. Se estima
que el tamaño de la economía informal en México representa entre 25 y 260/o del PIB (UANL,
2001).
Población Económicamente
Activa 3 176.8 9.1 3 057.4 7.8 3 435.0 8.1
Sector Informal 1 114.2 12.5 1 447.6 14.1 717.2 6.3
Sector Formal 3 513.4 14.8 1 068.9 3.8 1 835.2 6.3
Fuente: elaboración propia con cifras del INEGI y Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
102
Cabe señalar que buena parte de los nuevos empleos formales (los inscritos al seguro
social} son de carácter eventual. La tendencia en años recientes ha sido de un incremento
en la participación de los empleos eventuales y una reducción de los permanentes, en el
total de empleos formales creados. La participación del empleo permanente inscrito al IMSS
se ha reducido de 91 % del total en 2002 a 86% en 2011. Bajo esta perspectiva, de 2005
a 201 O apenas si se crearon 1.1 millones de empleos inscritos al IMSS, de los cuales, 32%
fueron de carácter eventual. A marzo de 2011, la proporción de empleos eventuales se
encuentra en sus máximos históricos (véase gráfica 6).
Gráfica 6 92-----------------------------------------------------------------------~14.
permanentes
(%del total)
... -~-- -10.
89-------------------------------------· -----------------------------------
Fuente: Secretaria del Trabajo
8.0
y Previsión Social. 88 ----------------------------------------------------: --- -~ - -----------
Permanentes - Eventuales - 6.0
87-----------------------------------------------------------------
86 -----------------------------------------------------------------------=-= 4.0
85 2.0
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Gráfica 7 8.01--------------------------------------------------------------------~--------------
1955-1970
Variaciones anuales
del ?IS 'i del empfeo
remunerado
Porcentajes
1982-1993
1.0 ----------------------------------------------------------------------------------~¡
0.0+-~~~~--.-~~~~~~~~~~..--~~~~-.-~~~~-.-~~~--i
103
Los resultados expuestos son de la mayor relevancia y reflejan una
de las más profundas tendencias de la economía mexicana: su falta de
Banco Interamericano de Desarrollo, 2004, Se buscan generación de empleo formal y, en el caso de empleo inscrito al IMSS,
buenos empleos. Los mercados laborales en Amé-
rica Latina, Informe de Progreso Económico y So- su predominancia como empleo eventual o bajo otros rubros no per-
cial, Washington, D. C. manentes.
Bensusán, Graciela, 2006, "La Reforma estructural en el
Otros datos relevantes del empleo formal permanente registrado
mundo del trabajo", Economía UNAM, núm. 9, sep.-
dic., pp. 33-52. en el seguro social atienden a su estructura. En el periodo 2000-2005
Berg, J. Ch., Ernst y P. Auer, 2006, Meeting the Emplo- la manufactura aunque sigue siendo, por mucho, el principal sector con
yment Cha//enge. Argentina Brazil and Mexico in
the Global Economy, lnternational Labour Organi- empleo permanente registrado, perdió 1 8.2%. Destaca también un im-
zation, Lynne Rienner, London. portante aumento del empleo permanente en Industrias Extractivas y
Birdsall, N. y R. Menezes, 2005, "Más allá del Consenso
en la Construcción, mientras que otros los sectores además de la Ma-
de Washington. Nuevo contrato social en AL basa-
do en el empleo", Foreign Affairs en Español, Vol. nufactura, como son el Agrícola y los Servicios Sociales y Comunales
5, núm. 3, pp. 80-90. disminuyeron.
Cimoli, M., A. Primi y M. Pugno (2006), "Un modelo de
bajo crecimiento: la informalidad como restricción Finalmente, con respecto a la seguridad social debe señalarse que
estructural", Revista de la CEPAL, abril, pp. 89-108. México, que fue de los pioneros en el establecimiento del sistema en
Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
los años cuarenta, ha visto disminuir la protección social a lo largo de los
2004, Desarrollo Productivo en Economías Abier-
tas, CEPAL, Naciones Unidas. últimos años. De 2005 a 201 O el porcentaje de trabajadores subordi-
Comisión Económica para América Latina y el Caribe, nados y remunerados sin prestaciones ha crecido de 45 a 46%. De
2005, "Problemas y pollticas de Empleo", CEPAL,
Naciones Unidas, XL Reunión del Grupo de Revi- todos los empleos creados en ese periodo para este grupo de tra-
sión de la Implementación de Cumbres (GRIC), Bue- bajadores, 1. 7 millones fueron sin prestaciones, lo que significa que
nos Aires, Argentina, septiembre.
carecen de servicios médicos y otros servicios sociales. Actualmente,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
2006a, "El papel del mercado interno en la dina- 13.5 millones de trabajadores subordinados y remunerados carecen
mización del crecimiento en la subregión norte de de prestaciones.
América Latina", LC/ME)(JL.745, CEPAL, Naciones
Unidas, sept.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
2006b, Estudio Económico de América Latina y el
4. Crecimiento y empleo a largo
Caribe 2005-2006, CEPAL, Naciones Unidas
Consejo Nacional de Población, 2005, Migración Mé- En un periodo de largo plazo, 1955 a 2009, se pueden observar cam-
xico-Estados Unidos. Panorama regional y estatal,
CONAPO, Secretaría de Gobernación, México. bios importantes en la relación del crecimiento del producto y del em-
Frenkel, R. and J. Ros, 2003, "Unemployment, Ma- pleo que nos hablan de la elasticidad-empleo del producto. Primero de
croeconomic Policy and Labor Market Flexibility,
1955-1970 a 1971-1981 se incrementó la capacidad de la economía
Argentina and Mexico in the 1990s", presentada
en el seminarfil "Management of Volatilily, Financia! mexicana para crecer con tasas altas de aumento en el empleo re-
Liberalization and growta in emerging economies" munerado. De ese periodo se pasó al de 1982-1993, cuando hubo
January.
Giugale, M. M., O. Lafourcade and V. Nguyen, 2001, una coincidencia de tasas bajas de crecimiento del producto y del em-
Mexico. A comprehensive development agenda for pleo. En la siguiente fase que corresponde al periodo de operación del
the new era, The World Bank, Washington.
TLCAN, de 1994 a 2009, se recupera un poco la tasa de crecimiento
Hernández Laos, Enrique, 2006, "Bienestar, Pobreza y
Vulnerabilidad en México: nuevas estimaciones", del producto pero empeora la del empleo. México parece estar en la
Economía UNAM, núm. 9, sep-dic., pp. 14-32. peor de las alternativas ya que aunque mejora un poco el crecimiento
Instituto Nacional de Estadistica, Geografía e Informáti-
ca, Censos Nacionales de Población, varios años. del producto, la tasa de aumento del empleo decrece (véase gráfica 7).
Instituto Nacional de Estadistica, Geografía e Informá- Es decir el leve aumento del PIB no trae consigo un aumento equivalente
tica, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo,
en el empleo, su capacidad de arrastre, por así llamarla, ha disminuido en
varios años.
lnternational Monetary Fund, 2004, "Mexico: Selected esta etapa.
lssues", IMF Country Report, núm. 04/250, August,
IMF Washington.
López, Julio, 1999, Evolución reciente del empleo en
México, Serie Reformas Económicas núm. 29,
CEPAL, México.
104
Naciones Unidas, 2005, Objetivos de Desarrollo 111. Conclusiones y recomendaciones
del Milenio. Una Mirada desde América Lati-
na y el Caribe, LC/G2331-P, Naciones Uni-
das Santiago de Chile. La capacidad de la economía mexicana para generar empleos producti-
Negrete, R. (201 O), "Personas y trabajos en la in- vos, al menos al mismo ritmo que crece la población en edad laboral, es
formalidad: estadísticas presentadas bajo el
estándar del Grupo de Delhi", presentación uno de los principales retos que ha enfrentado el país desde principios de
en el Seminario Internacional "El fenómeno los ochenta. Se puede afirmar, sin duda, que se mantendrá como el princi-
de la informalidad en el siglo xx1: medición,
pal reto del futuro, si no se reactiva realmente el crecimiento económico y
análisis y retos", INEGI y El Colegio de México.
Ocampo, José A., 2004, "Latin America's Growth se emplea productivamente la creciente oferta de mano de obra.
and Equity Frustrations During Structural Re- Otra característica es que, de los empleos que se crean, un porcen-
forms," Journal of Economic Perspectives,
vol. 18, núm. 2, Spring, pp. 67-88. taje importante son informales y por tanto carecen de protección social.
Ocampo, José A., 2003, Globalization and Deve- A su vez, de los formales un número importante que ha sido creciente, es
lopment: A Latin American and Caribbean
de no permanentes. Estas tendencias no sólo no se han revertido con las
Perspective, ECLAC, United Nations.
Ocampo, José A., 2002, "Rethinking the develop- reformas económicas sino que se han acentuado, haciendo cada vez más
ment agenda," Cambridge Journal of Econo-
complejo el problema.
mics, núm. 26, pp. 393-407.
Organización Internacional del Trabajo (orr) (2006) En conclusión, no se cumplieron las expectativas de una mejora del
Panorama Laboral 2006 para América Latina desempeño laboral despertadas por las reformas económicas de las últi-
y el Caribe Lima: OIT/ Oficina Regional para
mas décadas. En este contexto, los retos laborales se pueden caracterizar
América Latina y el Caribe.
Ros, Jaime, 2003, "Empleo y Desempleo en Amé- desde dos perspectivas. En primer lugar, desde la perspectiva de la mano
rica Latina: el papel de polltica macroeco- de obra como insumo clave del proceso de producción, cabe pregun-
nómica y la flexibilidad del mercado laboral"
ponencia presentada en el Seminario Interna- tarse cómo potenciar su aporte para acelerar el crecimiento económico.
cional "El Crecimiento Económico y la Glo- En segundo término, desde el punto de vista de los puestos de trabajo
balización" organizado por el Senado de la
productivos como producto del crecimiento económico, la pregunta es
República y el Banco de México, el 8 y 9 de
octubre en México, D. F. otra: lcómo optimizar la generación de empleo, en términos de cantidad
Shaiken, Harley, 2005, "Mexico Labor Standards y calidad? A partir de esta doble perspectiva, los retos laborales pueden
and the Global Economy", en Salas C.
(coord.) La Situación del Empleo en México resumirse en cuatro:
2003, Plaza y Valdés, México.
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)
a) Mejorar la productividad laboral, como base para realzar la competiti-
(2001 ), "Tamaño del sector informal y su
potencial de recaudación en México" <ftp:// vidad y el crecimiento económico, a su vez prerrequisitos para mejorar
ftp2.sat.gob.mx/asistencia_servicio_ ftp/pu-
las condiciones laborales.
blicaciones/estudios_ef/EstEvFis.pdf>
Weller, Jürgen, 2005, "Problemas de empleo, b) Generar empleo productivo, esto es, que genera valor agregado y se
tendencias subregionales y pollticas para rige por condiciones laborales "decentes".
mejorar-la i11se1ci6t1 :abo1ar', Serie 11vfacroeccr
e) Desarrollar mecanismos de protección ante la amenaza de posibles
nomía del Desarrollo, 40, CEPAL, Naciones
Unidas, Santiago de Chile. reducciones de empleo e ingresos en el contexto de la globalización,
Weller, Jürgen, 2000, Reformas Económicas Cre- en los que se tomen en cuenta la heterogeneidad en el mercado de tra-
cimiento y Empleo. Los mercados de Trabajo
en América Latina, CEPAL, Fondo de Cultura bajo y la necesidad de que dicho mercado funcione eficientemente.
Económica, México. cf) Fomentar la inserción laboral de grupos con problemas específicos de
acceso al empleo productivo.
105
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S2e
SINALOA EN EL CONTEXTO LABORAL NACIONAL
INDICADORES LABORALES
Concepto Nacional Sinaloa Periodo
1/A partir de octubre de 2014, es con base en la población de 15 años y más. La Tasa de Desocupación estatal corresponde al promedio del periodo octubre-diciembre 2016
21 El total nacional contempla 95 emplazamientos a huelga en más de una entidad federativa.
FUENTES: INEGI; STPS; IMSS; CONASAMI; PROFEDET; y FONACOT.
SINALOA EN EL CONTEXTO LABORAL NACIONAL
PERSONAS ATENDIDAS Y COLOCADAS POR LOS PROGRAMAS DEL SERVICIO NACIONAL DE EMPLEO
Enero-Noviembre 2016 p/
Participación porcentual
Nacional Sinaloa
Programas Entidad I Nacional
Atendidos Colocados Atendidos Colocados Atendidos Colocados
TOTAL 4,795,870 1, 180,849 149,768 32,089 3.1 2.7
SERVICIOS DE VINCULACIÓN LABORAL 4,387,600 865,073 131,157 19,023 3.0 2.2
Bolsa de Trabajo 1/ 1,598,574 463,913 58,407 12,292 3.7 2.6
Ferias de Empleo 405,213 134, 106 8,988 2,839 2.2 2.1
Programa de Trabajadores Agricolas Temporales MéKico-Canadá (PTAT) 24,408 23,893 466 455 1.9 1.9
Portal del Empleo 1,386,616 243, 161 24,389 3,437 1.8 1.4
Talleres para Buscadores de Empleo 2/ 196,135 -- 11,695 -- 6.0 --
Sistema Estatal de Empleo 2/ 104,446 -- 4,628 -- 4.4 --
Centros de Intermediación Laboral (CIL) 2/ 230,065 -- 15,435 -- 6.7 --
SNE por Teléfono 3/ 442, 143 -- 7,149 -- 1.6 --
PROGRAMA DE APOYO AL EMPLEO (Presupuesto Federal) 345,358 264,945 18,611 13,066 5.4 4.9
Sécate 226,318 178,422 4,547 4,093 2.0 2.3
Fomento al Autoempleo 8, 133 8,133 295 295 3.6 3.6
Movilidad Laboral 4/ 105,232 78,390 13,535 8,678 12.9 11.1
Repatriados Trabajando 5,675 o 234 o 4.1 O.O
PROGRAMA DE APOYO AL EMPLEO (Presupuesto Estatal) 62,912 50,831 o o o.o o.o
Sécate 56,550 46,285 o o O.O O.O
Fomento al Autoempleo 4,129 4, 129 o o O.O O.O
Movilidad Laboral 4/ 1,241 417 o o O.O O.O
Repatriados Trabajando 992 o o o O.O O.O
pi Cifras preliminares.
1/ No incluye las acciones de la Bolsa de Trabajo en apoyo al Programa de Empleo Temporal (PET}.
21 No se contabiliza la colocación en este servicio toda vez que está formando parte de otros servicios.
3/ Se incluyen las llamadas atendidas en el centro de atención de personas que requieren información de los Programas de Movilidad Laboral (Canadá y España) y de los
programas de capacitación o con apoyo económico a cargo del SNE, actualizar información de vacantes de empleo y en general asesoraría en el Portal del Empleo.
4/ Se incluyen los apoyos del Sector Agrícola y las per~;onas apoyadas de los Sectores Industrial y de Servicios.
Fuente: STPS.
2
SINALOA EN EL CONTEXTO LABORAL NACIONAL
Asalariados
979,544
Población menor
de 15 años Trabajadores por
786,199 cuenta propia
Ocupados 222,788
1,342,363
Empleadores
89,659
Población total Población
3,019,438 Económicamente Sin pago y otros
Activa 50,372
1,381,104
Poblac:ión en
edad de trabajar Desocupados
(15 años y más) 38,741
2,233,239
Población
Económicamente
Inactiva
852,135
3
SINALOA EN EL CONTEXTO LABORAL NACIONAL
POBLACIÓN
Cuarto trimestre 2016
(Personas)
Nacional Sinaloa Participación
Concepto
Total (A) Hombres(%) Mujeres(%) Total (B) Hombres(%) Mujeres(%) BIA (%)
Población total (PT) 122,746,451 48.3 51.7 3,019,438 49.1 50.9 2.5
Población menor de 15 años (Menores) 32,269,331 50.8 49.2 786, 199 51.6 48.4 2.4
Población en edad de trabajar (PET) 90,477,120 47.4 52.6 2,233,239 48.2 51.8 2.5
Población Económicamente Inactiva (PEI) 36,442,320 26.0 74.0 852, 135 28.2 71.8 2.3
Población Económicamente Activa (PEA) 54,034,800 61.8 38.2 1,381,104 60.5 39.5 2.6
Tasa neta de participación. TNP (PEA/PET) 59.7 77.9 43.3 61.8 77.7 47.1
Tasa de desocupación, TOA (Desocupados/PEA) 3.5 3.5 3.6 2.8 2.6 3.2
Tasa de desocupación jovénes (15 a 29 años) 6.1 5.7 6.9 5.2 4.7 5.9
4
SINALOA EN EL CONTEXTO LABORAL NACIONAL
OCUPACIÓN
Cuarto trimestre 2016
(Personas)
Nacional Sinaloa Participación
Concepto
Total (A) Hombres(%) Mujeres(%) Total (B) Hombres(%) Mujeres(%) B/A (%)
Ocupados por rama de actividad económica 52,123,674 61.8 38.2 1,342,363 60.6 39.4 2.6
Actividades agropecuarias 6,920,547 88.5 11.5 237,484 81.0 19.0 3.4
Industria Manufacturera 8.528,629 62.7 37.3 132,916 57.6 42.4 1.6
Industria Extractiva y Electricidad 379,300 86.2 13.8 15,175 94.3 5.7 4.0
Construcción 4,346,696 96.6 3.4 107,708 95.3 4.7 2.5
Comercio 9,802,437 48.3 517 265,160 48.1 51.9 2.7
Transportes y comunicaciones 2,647,569 87.7 12.3 52,112 83.0 17.0 2.0
Otros servicios 16,990,702 44.6 55.4 470,227 45.8 54.2 2.8
Gobierno y organismos internacionales 2,217,975 62.0 38.0 52,424 67.0 33.0 2.4
No especificado 289,819 70.6 29.4 9,157 76.2 23.8 3.2
Ocupados por nivel de ingreso 52,123,674 61.8 38.2 1,342,363 60.6 39.4 2.6
No recibe ingresos 3,450,485 56.7 43.3 50,372 34.4 65.6 1.5
Menos de un S.M. 6,668,709 45.1 54.9 131,649 34.4 65.6 2.0
De 1 a 2 S.M: 14,355,568 57.9 42.1 340,293 51.2 48.8 2.4
Más de 2 a 5 S.M. 18, 120,614 69.7 30.3 535,312 71.3 28.7 3.0
Más de 5 a 10 S.M. 2,566,704 69.8 30.2 86,859 69.6 30.4 3.4
Más de 10 S.M. 596,822 75.5 24.5 18,891 72.1 27.9 3.2
No especificado 6,364,772 64.0 36.0 178.987 67.7 32.3 2.8
5
SINALOA EN EL CONTEXTO LABORAL NACIONAL
OCUPACIÓN
Cuarto trimestre 2016
(Personas)
Nacional Sinaloa Participación
Concepto
Total (A) Hombres(%) Mujeres(%) Total (B) Hombres(%) Mujeres(%) B/A (%)
Ocupados por nivel de educación 52,123,674 61.8 38.2 1,342,363 60.6 39.4 2.6
Sin instrucción 2,051,561 62.2 37.8 32,904 65.5 34.5 1.6
Primaria 13,983,782 66.3 33.7 379,977 67.2 32.8 2.7
Secundaria y media superior 25,672,712 61.5 38.5 598,821 58.0 42.0 2.3
Superior 10.376,481 56.3 43.7 329,553 57.5 42.5 3.2
No especificado 39,138 70.6 29.4 1,108 50.0 50.0 2.8
Ocupados por posición en el trabajo 52,123,674 61.8 38.2 1,342,363 60.6 39.4 2.6
Empleadores 2,329,278 80.4 19.6 89,659 81.0 19.0 3.8
Trabajadores asalariados 35,665,624 62.1 37.9 979,544 61.3 38.7 2.7
Trabajadores por su cuenta 11,585,507 61.2 38.8 222,788 55.5 44.5 1.9
Trabajadores sin pago 2,543,265 42.7 57.3 50,372 34.4 65.6 2.0
Otros trabajadores o O.O O.O o O.O O.O O.O
6
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
2000-IV 2016-IV
Mujeres
34% Mujeres
40%
Hombres
Hotnbres 60%
66%
7
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
64% ~
64%
62% - n níl n
.n
- 62%
~ ~
nníl íln nn
60% - - ~
~
60%
58% 58%
56% - 56%
54% 54%
52% - 52%
50% 50%
11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v¡ 1¡11 ¡111¡1v
20001 2001 1 2002 1 2003 1 2004 1 2005 1 2006 1 2007 1 2008 1 2009 1 2010 1 2011 1 2012 1 2013 1 2014 1 2015 1 2016
8
E:VOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
~-Hombres Mujeres
85% 48%
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20001 2001 1 2002 1 2003 1 2004 1 2005 1 2006 1 2007 1 2008 1 2009 1 2010 1 2011 1 2012 1 2013 1 2014 1 2015 1 2016
9
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
POBLACIÓN OCUPADA
(Estructura por sexo)
2000-IV 2016-IV
Mujeres
33% Mujeres
39%
Hombres
Hombres 61%
67%
10
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
11
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
a Transportes y comunicaciones
70%
60% •Comercio 4%
20%
50% a Construcción
40% 7%
•Industria extractiva y electricidad
12% 1%
30%
10%
a Industria manufacturera
20%
24%
10% mActividades agropecuarias 18%
0% + - - - - - -
2000-IV 2016-IV
12
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
OCUPADOS POR
100%
90%
l ,,_.. GRUPOS DE EDAD
• 60 años y más
10%
11%
1 __J 1 l 16%
80%
1 1 aso a 59 años
70% 1
42%
60%
1 1
1 1 44%
' a30 a 49 años
50% ' '
40%
1 1 a20 a 29 años
30%
28%
20%
10%
l j 11114 a 19 años
1 1 24%
12%
6%
0%
2000-IV 2016-IV
13
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
14
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
POBLACIÓN DESOCUPADA
(Estructura por sexo)
2000-IV 2016-IV
Mujeres Mujeres
43% 44% Hombres
Hombres
57% 56%
15
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
16
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
17
E:VOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
TASA DE DESOCUPACIÓN
9% - (Porcentaje)
9%
c::=:JTD Estatal
8% - ~TO Hombres 8%
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20001 2001 1 2002 2003 1 2004 1 2005 2006 1 2007 1 2008 1 2009 2010 1 2011 1 2012 2013 1 2014 1 2015 1 2016
18
E:VOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
60%
-- 60%
50%
I~-
40% 40%
30% 30%
20% ~ 20%
0%
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
19
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
Chiapas 36.8%
Vera cruz 38.9%
Querétaro 39.5%
Guerrero 39.5%
Za ca tecas 40.2%
Morelos 42.0%
Hidalgo 42.0%
Oaxaca 42.4%
Tabasco 42.5%
San Luis Potosí 42.7%
Michoacán 43.2%
Aguascalientes 43.2%
Estado de México 43.6%
Durango 43.8%
Guanajuato 43.9%
NACIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.0%
Puebla 44.4%
Chihuahua 44.5%
Tlaxcala 44.6%
Campeche 44.6%
Tamaulipas 45.4%
Coahuila 45.4%
Sinaloa 45.7%
Jalisco 45.9%
Baja California 46.0%
Nayarit 47.1%
Sonora 47.3%
Nuevo León 47.6%
Yucatán 48.7%
Quintana Roo 49.2%
Ciudad de México 49.3%
Colima 49.4%
Baja California Sur 49.6%
34% 36% 38% 40% 42% 44% 46% 48% 50% 52%
20
E~VOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
Veracruz 52.3%
Querétaro 53.0%
Chiapas 54.4%
Morelos 55.9%
Guerrero 56.1 %
Za ca tecas 56.4%
Hidalgo 57.6%
San Luis Potosí 58.3%
Oaxaca 58.8%
Estado de México 58.8%
Tabasco 59.5%
NACIONAL 59.7%
Aguascalientes 59.7%
Michoacán 60.1 %
Guanajuato 60.8%
Campeche 60.9%
Chihuahua 60.9%
Ciudad de México 61.3%
Durango 61.4%
Puebla 61.5%
Tamaulipas 61.5%
Jalisco 61.8%
Si na loa 61.8%
Baja California 62.2%
Tlaxcala 62.2%
Nuevo León 62.2%
Coahuila 62.6%
Sonora 63.5%
Nayarit 64.3%
Yucatán 64.4%
Colima 66.3%
Quintana Roo 66. 7%
Baja California Sur 67.0%
21
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
TASA DE DESOCUPACIÓN
Cuarto trimestre 2016
Guerrero 1.6%
Oaxaca 1.7%
Yucatán 1.8%
San Luis Potosí 2.0%
Za ca tecas 2.0%
Baja California 2.3%
Morelos 2.3%
Chihuahua 2.4%
Michoacán 2.4%
Hidalgo 2.7%
Chiapas 2.8%
Puebla 2.8%
Si na loa 2.8%
Jalisco 3.3%
Colima 3.5%
Veracruz 3.5%
Durango 3.5%
NACIONAL 3.5%
Tlaxcala 3.6%
Nayarit 3.6%
Quintana Roo 3.7%
Aguascalientes 3.9%
Coahuila 3.9%
Campeche 3.9%
Guanajuato 4.1%
Nuevo León 4.1%
Tamaulipas 4.2%
Sonora 4.2%
Baja California Sur 4.2%
Ciudad de México 4.3%
Querétaro 4.7%
Estado de México 4.8%
Tabasco 7.6%
0% 1% 2% 3% 4% 5% 6% 7% 8%
22
E:VOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
Chihuahua - 35.4%
Nuevo León - 37.0%
Coahuila - 37.3%
Baja California Sur 38.0%
Baja California 38.2%
Aguascalientes 43.8%
Querétaro 43.9%
Sonora 44.8%
Tamaulipas 47.1%
Ciudad de México 48.3%
Quintana Roo 49.1%
Jalisco 49.4%
Si na loa 50.9%
Durango 52.3%
Colima 52.5%
Guanajuato 57.0%
Estado de México 57.2%
NACIONAL 57.2%
San Luis Potosí 58.1%
Yucatán 62.3%
Campeche 62.5%
Za ca tecas 63.2%
Nayarit 63.5%
Tabasco 67.0%
Morelos 68.2%
Veracruz 68.5%
Michoacán 71.8%
Tlaxcala 72.7%
Hidalgo 73.4%
Puebla 73.8%
Guerrero 78.2%
Chiapas 79.7%
Oaxaca 82.2%
1
23
E:VOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
Oaxaca - 45.1%
Guerrero - 45.3% ,,
Chiapas 46.9%
Puebla 57.3%
Michoacán 60.7%
Za ca tecas 62.2%
Campeche 62.4%
Nayarit 63.1%
Vera cruz 63.8%
San Luis Potosí 65.5%
Yucatán 66.1% '
Hidalgo 66.7%
Tlaxcala 67.0%
Morelos 67.5%
Tabasco 67.6%
NACIONAL 68.4%
Durango 70.0%
Estado de México 71.7%
Guanajuato 71.7%
Tamaulipas 72.5%
Si na loa 73.0%
Jalisco 73.2%
Colima 73.8%
Ciudad de México 74.6%
Sonora 75.2%
Querétaro 75.4%
Quintana Roo 75.5%
Baja California Sur 76.8%
Aguascalientes 78.4%
Coahuila 78.6%
Baja California 79.1%
Nuevo León 79.1%
Chihuahua 79.5%
30% 40% 50% 60% 70% 80% 90%
24
EVOLUCIÓN DE INDICADORES LABORALES
Tlaxcala 24.5°/,,
Chiapas 24.8%
Guerrero 25.1%
Oaxaca 26.8%
Hidalgo 27.1%
Tabasco 27'.4%
Estado de México 29.1 %
Michoacán 33.9%
Puebla 36.8%
Veracruz 37 .2%
Nayarit 37.6%
Morelos 38.3%
Zacatecas 43.2%
Durango 44.5%
Colima 47.8%
Campeche 49.2%
Guanajuato 50.6%
Yucatán 50.9%
San Luis Potosí 52.0%
NACIONAL 52.7%
Sinaloa 53.1%
Tamaulipas 54.7%
Baja California Sur 55.2%
Sonora 57.2%
Jalisco 62.4%
Baja California 64.2%
Quintana Roo 64.8%
Chihuahua 65.1 %
Aguascalientes 68.6%
Coahuila 70.8%
Nuevo León J 80.4%
Querétaro 88.6%
Ciudad de México 106.2%
10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 110%
25
RIESGOS DE TRABAJO
•
Riesgos de Trabajo terminados registrados en el IMSS por año de ocurrencia
1
2015
107,371 9,207
518,718 402,140
Nacional
2,274 380
13,647 10,993
Si na loa
8,000
65% 68%
6,000
4,000
2,000
o 2013 2014 2015
2008 2009 2010 2011 2012 Hombres
Mujeres
Accidentes de trabajo •Accidentes en trayecto •Enfermedades de Trabajo
Rogelio Díaz
Pontificia Universidad católica de Chile
Se plantea la relevancia del tema de las competencias en el mundo globalizado y complejo de hoy. Se propone una serie
de definiciones con el fin de contribuir al esclarecimiento de Ja posibilidad de distinguir prácticas competentes. Se expone
la historia del tema, ya que muchas confusiones se aclaran cuando nos hacemos cargo del contexto en que surgen las
ideas. Finalmente, se desarrolla sintéticamente un enfoque y un modelo para hacerse una composición de lugar y fonna.
de lo que significa la implementación de un Perfil de Competencias. Esta temática se aborda, preferentemente desde una
perspectiva anglosajona y desde una modelística conductual.
1be relevance of the topic of competenoes is dcveloped in the context of a complex and globalizerl world. A series of defmítions
are propoSC<I with thc purpose of contributing to the clarifying of the possibility of distinguishing competen! practices. Thc
history of the topic is expoSC<I, because many confusions are made clear when wc takc responsibility for the context within
which the ideas arise. Fmally, an approach and modcl are brieíly developed to figure out the meaning of thc implcmentation of
a Competence Profile. This subject is describW from an Anglo-Saxon perspective and from a behavioral model.
de las competencias permite integrar las Para Mcrtens ( 1996, p. 61-62), una competencia
demandas del mercado de trabajo con una oferta es la "capacidad real para lograr un objetivo o
educativa y capacitadora organizada en torno a resultado en un contexto dado".
competencias requeridas. Por otra parte, "las competencia~ son repertorios
3. Permitir la flexibilidad requerida para enfrentar de comportamientos que algunas personas dominan
los fuertes procesos de cambio que actualmente mejor que otras, lo que las hace eficaces en una
se están dando. La mirada de las competencias situación determinada. Estos comportamientos son
enfatiza como las personas pueden enfrentar y observables en la realidad cotidiana del trabajo e,
administrar el cambio a través de aprendizajes igualmente, en situaciones de test. Ponen en práctica,
permanentes y actualizados en tomo a las nuevas de forma integrada, aptitudes, rasgos de personalidad
demandas sociocconómicas. y conocimientos adquiridos. Las competencias
4. En síntesis, se puede afirmar que el Enfoque o representan, pues, Ja unión entre características
Movimiento de Competencias surge como individuales y las cualidades requeridas para Jlevar
respuesta a la necesidad de generar competencias a cabo misiones profesionales precisas" (Lcvy-
competitivas basadas en las capacidades de las Leboyer, 1997, p. 54).
personas altamente eficaces que trabajan en cada l!n tema importante se refiere a Ja noción de
empresa. trabajador que surge dentro del enfoque de
competencias. Al al uf y Stroobants (1994, en
Definición de Competencia Mertens, 1996) señalan que la figura del trabajador
emergente en este enfoque es Ja del Horno
A continuación se revisan una serie de Competens, cuyo comportamiento está motivado por
definiciones de "Competencia" que luego serán el enriquecimiento de sus competencias, en
discutidas y sintetizadas. contraposición del Horno Económicus, interesado
Característica subyacente de un individuo que en maximizar su remuneración, y del Horno
está causalmente relacionada a un desempeño Sociabilis, movilizado por Ja lógica de sus
efectivo o superior en un trabajo (Boyatzis, 1982; sentimientos. Este planteamiento sugiere que tras
en Horton, 2000). También se ha definido en singular este enfoque general, eslaría emergiendo un nuevo
como "una característica subyacente de una persona paradigma para el análisis y mejoramiento del
que da por resultado un desempeño efectivo y/o comportamiento laboral.
superior en un cargo" (Boyatzis, 1982, 21; en Por otra parte, es necesario asumir las
Hoffmann, 1999, p. 278). De acuerdo a Hoffmann congruencias y diferencias que surgen entre Jos
( 1999), Boyatzis expande la definición al incluir distintos planteamientos que revisaremos
motivos, rasgos, habilidades, aspectos de la brevemente a continuación.
autoimagen o del rol social, o un cuerpo de
conocimientos que la persona utiliza. Elementos Comunes
Son "conjuntos estabilizados de saberes y savoir-
fai re [saber hacer], de conductas tipo, de Un aspecto central de las definiciones y de Jos
procedimientos estándar, de tipos de razonamientos articuios pubiicados respecto ai tema es que este
que se pueden poner en práctica sin nuevo concepto ha cobrado gran relevancia en la última
aprendizaje" (Montmollin, 1984, 122; en Levy- década (Horton, 2000; Mertens, 1996). La literatura
Lcboyer, 1997, p. 40). respecto al tema ha ido creciendo en forma relevante
Las competencias son conductas laborales de la y con gran consenso respecto a que este término
gente necesarias a desplegar para hacer un trabajo lleva a replantearse la forma de gestionar Jos recursos
efectivo (Woodruffe, 1993; en Hoffmann, 1999). humanos y de mejorar Ja productividad en el cargo,
Reís ( 1994; en Mertens, 1996, p. 62) señala que en las organizaciones e incluso en los países. En
la competencia es la "capacidad real del individuo tomo a ello, surge claridad respecto a Ja noción de
para dominar el conjunto de tareas que configuran establecer comportamientos laborales que aseguren
la función en concreto". niveles de desempeño satisfactorios en Jos distintos
La competencia es la especificación de niveles de análisis y aplicación de las competencias.
conocimientos y habilidades y la aplicación de estos Otro aspecto destacado por varios autores es Ja
a un estándar de rendimiento requerido (Athanasou, diversidad de definiciones del concepto competencia
Hager & Gonczi, 1994; en Hoffmann, 1999). laboral y el carácter impreciso que se tiende a tener
EL ENFOQUE DE LAS COMPETENCIAS LABORALES 209
en su uso (Briscoc & Hall, 1999; Hoffmann, 1999; una persona debe reali7..ar para alcanzar un desempeño
Lcvy-Leboycr, 1997). Ello ha llevado a algunos efectivo (Horton, 2000; Mertens, 1996 ). En cambio,
autores a proponer el término "movimiento de las otros autores destacan la denominada perspectiva
competencias" para incluir a toda la variedad de individual (Hoffmann, 1999) que pretende identificar
definiciones, propósitos y metodologías los comportamientos específicos respecto a cómo la-;
subyacentes. Lo central de este punto es que el personas logran altos niveles de desempeño, obviando
término es polisémico y multidimensional, lo que o relegando el tema de las tareas específicas a un
conlleva a un problema generalizado de confusiones segundo plano (Spencer & Spcncer, 1993; Mertens,
y falta de precisión en las implicancias del empleo 1996).
de este enfoque que, en realidad, son varios Efectividad vis Desempeño Superior. Ligado a
enfoques. la discusión anterior está el tema del propósito
A pesar de lo anterior, en los significados general de evaluar y desarrollar competencias.
subyacentes existe un elemento común a la idea Algunos autores y, especialmente, los sistemas
general de competencias, que se refiere a que dicho nacionales de competencias como el National
concepto relaciona estrechamente el comportamiento Council for Vocations and Qualification (NCVQ)
laboral con desempeños deseados en un contexto Británico o laAustralian National Training Authority
dado, ya sea a nivel del cargo, de la organización o (ANTA) Australiana, promueven el desarrollo de
del sector industrial a nivel nacional. Por tanto, es competencias con el fin de garantizar desempeños
posible afirmar que el "movimiento de las efectivos en ocupaciones generales por sectores
competencias" se sustenta en dicha idea y sus industriales. Por ello, el énfasis está en identificar
implicancias para la gestión de recursos humanos. "competencias" requeridas para ser efectivo en una
ocupación dada (Mertens, 1996). En cambio,
Aspectos Polémicos quienes enfatizan como propósito principal el
promover mejoramientos de la productividad y de
Existe una diversidad de polémicas dentro del las ventajas competitivas de las empresas, poniendo
marco de las competencias. Brevemente énfasis en el estudio comparativo de quienes
mencionaremos alguna~ de ellas. obtienen altos niveles de desempeño con respecto a
Inteligencia vis Competencia. Un primer debate quienes logran un desempeño efectivo aceptable o
se refiere a la relación entre éxito laboral e promedio (Spencer & Spencer, 1993).
inteligencia o competencia. McClelland y sus
colaboradores han argumentado que la inteligencia Modelo de Jos Significados de
y particularmente las mediciones de Cuociente Competencia
Intelectual (CI) no se correlacionan ni permiten
predecir éxito laboral ni en la vida en general Existen dos aproximaciones al significado de las
(Golcman, 1999; McClleland, 1973; Spencer & competencias (Hoffman, 1999) una de ellac; se basa
Spencer, 1993 ). Por otra parte, autores como Barret en los resultados y la otra en los inputs que las
y Depinet (1991) y Levy-Leboyer (1997) señalan personas o las organizaciones entregan. Además,
que lo anterior no es efectivo, que en realidad varios como se observa en la Tabla l, cada aproximación
estudios han demostrado que mediciones de puede ser observada desde el individuo o la
inteligencia o de capacidades cognitivas sf han organización, lo que muestra dos tipos específicos
permitido predecir altos niveles de desempeño en de enfoque:
ciertos trabajos determinados. J. Competencias corporativas basadas en los
Análisis Ocupacional vis Conductas Observables resultados: Busca determinar las competencias
Directa o indirectamente. Otro debate directamente de la organización que le permitirán lograr un
ligado a las di versas definiciones de competencias es desempeño superior. Las preguntas a contestar
si las competencias son comportamientos observables refieren a las acciones realizadas para desarrollar
directamente o se infieran de la capacidad de una la estrategia corporativa y al nivel de los
persona de ejecutar correctamente una tarea definida resultados obtenidos. Esto es lo que se ha
(Hoffmann, 1999). Quienes definen "competencia" denominado "mejores prácticas" o desempeño
con éste énfasis se basan en los supuestos y métodos benchmark.
del análisis ocupacional, que destacan la importancia El núcleo en este primer enfoque son los
de identificar cuáles son las funciones y tareas que atributos subyacentes de las personas. Por ello,
210 DÍAZ Y ARANCIBIA
Tabla 1
Tipologías de significado
la parte más importante del modelo son las conductas en el ámbito laboral, facilitaría que los
personas, en el sentido de determinar que empleados conozcan lo que se espera de ellos y
conocimientos, destrezas, actitudes y otras puedan contribuir de mejor manera a las mela<;
habilidades necesita un individuo para lograr un organizacionales (OIT, 2000).
resultado esperado, para lo que se busca conocer 4. "El enfoque de competencias aclara notablemente
quienes son las personas de mejor desempeño y el panorama para la selección de personal, el cual
qué atributos los hacen mejores que otros. puede apoyarse ya no sobre diplomas sino sobre
2. Competencias corporativas basadas en el input: capacidades demostradas". Del mismo modo, al
Busca detenninar las características subyacentes reconocerle competencia'! al trabajador adquirida<;
de la organización que Ja hacen ser superior a a través de sus prácticas laborales, se aumenta su
sus competidores. Las preguntas básicas sort empleabilidad (OIT, 2000).
¿Qué atributos distintivos tenemos? y ¿Cómo se 5. Mejoran la precisión al determinar el ajuste o
mantienen y sustentan estos atributos? potencialidad de una persona para diversos
Realizar esta clasificación ayudará a elegir un trabajos (Wood, & Paine, 1998).
enfoque basándose en el contexto y las 6. Al desagregar el perfil de una persona en
necesidades del usuario. Por ejemplo, en trabajos habilidades y características específicas, los
complejos puede ser mejor usar el enfoque planes de desarrollo pueden relacionarse mejor
basado en los inputs, mientras que en trabajos con las áreas donde se necesita el desarrollo
más simples será mejor utilizar el enfoque de (Wood, & Paine, 1998).
resultados.
El Enfoque de Competencias
Beneficios del Empleo de las
En este capítulo se describe el Enfoque de
Competencias
Competencias, sus postulados básicos y la lógica
1. Diversos autores han señalado los beneficios de subyacente a su utilización, desde McClelland hasta
trabajar con el enfoque de competencias. Los Boyatzis:
beneficios destacados son:
2. Que Ja formación basada en competencias McClelland y la.r Competencias: Evaluar
favorece procesos de aprendizaje y fonnación Competencia en Vez de Inteligencia
continuos, favorece Ja implementación de
programas de capacitación pertinentes, flexibles Si bien es cierto que el origen del término
y de calidad, y pennite una adaptación más rápida "Competencia" tiene cierta controversia (Hoffman,
a Jos cambios tecnológicos y productivos. (Dulra, 1999; Wood & Payne, 1998), la gran mayoría de los
en Mertens, 1996). autores atribuyen a David McClelland (1973),
3. Ya que el enfoque por competencias describe profesor de la Universidad de Harvard, la
EL ENFOQUE DE LAS COMPETENCIAS LABORALES 21 J
rasgos, según el cual para definir las características popularidad personal en vez de rendimiento), el
requeridas se aplican cuestionarios de personalidad modelo identificará las competencias equivocadas.
a los ocupantes actuales (sin discriminar entre
regulares o excelentes), o se hace una inferencia de Definiendo una Muestra de Estudio
las cualidades necesarias leyendo y reflexionado la
descripción de cargos realizada. Los criterios señalados en el paso anterior se usan
Lo primero es identificar aquellos cargos que se para identificar un grupo claro de superestrcllas y un
desean especificar a través de un perfil de grupo de rendidores promedio. En caso que el
competencias. Priorizar aquellos cargos que tengan propósito del estudio sea establecer niveles de
alto valor en relación a los planes estratégicos y a Ja competencia mínimo para el puesto (p. ej. establecer
estructura que llevará adelante esos planes. Esta un punto de corte para contratar) también se puede
distinción original permitirá recomendar a qué identificar un tercer grupo de desempeño pohre
cargos sería conveniente realizar un estudio (inefectivo o incompetente).
profundo y a cuáles les bastaría con un estudio breve En algunas organizaciones es imposihle
de competencias. políticamente escoger una muestra de sujetos que
tengan un desempeño pobre (p.ej. "en este hospital
no hay malas enfermeras"). Sin embargo, siempre es
Definiendo un Criterio de Referencia
posible llegar a identificar a las mejores.
El primer paso y más importante en un estudio La mejor manera de estar absolutamente seguro
de competencia~ es identificar los criterios o medidas de haber identificado a los superestrellas es usar varios
que definen desempeño efectivo o superior en los criterios y seleccionar sólo aquellas personas que
puestos a ser estudiados. Los criterios ideales son tienen alto puntaje en todos los criterios.
medidas duras, tales como ventas o ganancias para Algunos empleados resultan bien en criterios
gerentes de negocios, o patentes o publicaciones para duros tales como ventas, pero son tan insensibles o
investigadores científicos. políticamente ineptos que enojan a sus colegas o
Además de los criterios duros y particularmente gerentes. Otros pueden tener alta~ puntuaciones por
en el caso de que estos no estuvieran disponibles, factores de personalidad, pero realmente no disfrutan
pueden servir nominaciones o votaciones por parte de sus trabajos. Es probable que estas personas no
de jefes, pares, subordinados y/o clientes. La sean promovidas y ni siquiera conserven sus trabajos.
investigación indica que las evaluaciones de pares El verdadero supercstrella es alguien que lo hace bien
tienen alto criterio de validez, es decir, predicen en todos los criterios duros, que además es bien
resultados duros del trabajo. Los estudios en percibido por los superiores y que además es
encuestas de clima organizacional muestran genuinamente respetado y apreciado por los colegas,
consistentemente que los superiores o subordinados subordinados y clientes.
reportan moral más alta para los rendidores Idealmente cada muestra debería contar con 20
superiores. sujeto: 12 superiores y 8 promedio. Este número
permite la aplicación de métodos estadísticos simples,
tales como test de t, chi cuadrado, ANO VA o análisis
En resumen
de función discriminativa de la diferencia entre el
1. datos duros: ventas, ganancias, medidas de
nivel promedio de competencia mostrado por
productividad.
rendidores promedio versus superiores. Muestras
2. nominaciones de supervisores.
menores (ej. seis superiores y tres promedio) también
3. evaluación de pares.
pueden usarse y deberían incluir dos rcndidores
4. evaluación de subordinados (ej. estilo gerencial,
superiores porcada 1.5 rendidorpromedio. Una regla
moral).
de la investigación de competencia es: "siempre se
5. evaluación de clientes.
aprende más de las superestrellas".
La identificación de los criterios de efectividad
-y los criterios "correctos" de efectividad- para un
puesto de trabajo es extremadamente importante. Un Obteniendo la lnfonnación Requerida
modelo de competencia basado en rendidorcs
Se realizan paneles en que se les consulta a los
superiores no puede ser mejor que los criterios en
participantes respecto a cuáles son las tareas más
base a los cuales se seleccionó a estas personas. Si
importantes del cargo en estudio, cómo las realizan
se usan criterios equivocados (por ejemplo,
EL ENFOQUE DE LAS COMPETENCIAS LABORALES 213
A.3 Realiza una acción con dos pasos para XXX XXX Impacto e Influencia
persuadir.
xxxxxx Orientación al Logro
A.4 Calcula el impacto de sus acciones o xxxx Trabajo en Equipo y
palabras. Cooperación
A.5 Calcula una acción dramática. xxxx Pensamiento Analítico
XX Capacidad Directiva/
Aserti vidad
sus ocupantes y cuáles son los requisitos que ellos XX Búsqueda de Información
consideran necesarios para desempeñar bien el
XX Liderazgo de Equipo
trabajo. Tanto el panel como las entrevistas pueden
ser grabadas y posteriormente transcritas y XX Pensamiento Conceptual
codificadas para Jos análisis posteriores.
Stress y desempleo
Leonardo FAGIN *
265
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatrío. Vol. VII. N. 0
21. 1987
266
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiotria. Vol. VII. N. º 21. 1987
267
Rrv. Asoc. Esp. Nruropsiquiatrla. Vol. VII. N. 0 21. 1987
Según otros estudios no tan bien rizada en términos de clase, nivel e in-
controlados (8) se han observado una fluencia, estableciendo jerarquías y agru-
multitud de trastornos de tipo psicosomá- paciones, amigos y relaciones sociales,
ticos asociados al cierre de plantas indus- de todo lo cual deriva un sentimiento de
triales entre cohortes de parados, gene- seguridad, reconocimiento, dominio y
ralmente durante el primer año de des- comprensión. La identidad en el trabajo
empleo continuado, pero decreciendo se establece pronto en la vida, siendo la
después. Se incluyen aquí episodios de distinción entre trabajo y juego una carac-
fatiga respiratoria, debilidad, insomnio, do- terística importante de la vida escolar. Es-
lores de cabeza, dolores en el pecho, tor- ta identidad no se halla confinada en el in-
tícolis, dolor lumbosacral, dolores reumá- dividuo titular del empleo sino que tam-
ticos, vértigos, pérdida de memoria, inhi- bién penetra e influencia las identidades
bición sexual, dolor en el coito y alcoho- de los miembros más próximos de su fa-
lismo. Estas afecciones no se limitaban al milia.
hombre que se veía privado de empleo: a
menudo se observaban en la esposa y fre-
cuentemente se advertían conflictos con-
yugales en aquellos con numerosos sín-
tomas. 2. El trabajo como fuente de
relaciones fuera del
núcleo familiar
LA PSICOLOGIA DEL DESEMPLEO
El trabajo permite un alejamiento acep-
El desempleo puede agruparse, en tér- table. La separación temporal asociada al
minos psicológicos, con otras experien- trabajo posibilita escapes emocionales en
cias de privación, principales aconteci- las relaciones familiares, así como ocasio-
mientos de la vida o transiciones psico- nes para enriquecer el campo de la inte-
S()ciales (9). Alguien diría que mientras la racción familiar. Esto es, a su vez, tiene
pérdida causada por la muerte de un ser un beneficioso efecto sobre la vida fami-
querido es definitiva, la pérdida de em- liar en cuanto aporta variedad y temas a
pleo es temporal, siendo aquella más compartir con los demás miembros de la
traumática que ésta. Sin embargo, la im- familia. Para muchos, la única fuente de
portancia de la privación dependerá del amigos fuera de la familia es el lugar de
particular apego al objeto perdido, lo cual trabajo.
sófo puede estudiar se-ave1igaa11do-qutres
aquello que en el objeto sea de especial
significación.
¿Cuáles son los aspectos del trabajo 3. El trabajo como fuente de
que el desempleado más echa de menos? actividad obligatoria
A continuación, un sumario de estas
áreas descritas con más detalle en otra El trabajo crea el marco para una activi-
parte (10). dad constante y llena de propósitos que
es muy difícil de reemplazar fuera del en-
torno laboral. Mientras que este aspecto
1. El trabajo como fuente de obligado del trabajo a menudo molesta a
identidad muchos trabajadores, sorprendentemen-
te lo encuentran a faltar los que se hallan
En muchas sociedades, el trabajo es sin empleo y aquellos carentes de capaci-
utilizado como una etiqueta de identifica- dad para iniciar actividades no relaciona-
ción. Por el trabajo, la gente está catego- das con los ingresos salariales.
268
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatria. Vol. Vil. N. º ]/. 1987
269
Rn. Asoc. Esp. Neuropsiquiatría. Vol. Vil. N. 0
11. 1987
gente dice que «se han quitado un gran se convertirán en disputas explosivas. En
peso de encima» y que esperan con pla- este momento, el ex trabajador puede
cer un período de merecido descanso. que visite a su médico general y le diga
Tienen la impresión de hallarse de vaca- que no se encuentra muy bien, que está
ciones, alejados de las responsabilidades, tenso y que sufre de insomnio. No es pro-
por un tiempo. Hay una pequeña apren- bable que admita, o aún reconozca, que
sión sobre el futuro y la pérdida de em- la falta de trabajo haya contribuido a sus
pleo sólo se considera temporal. El hom- molestias y al médico sólo le pide que ali-
bre habilidoso se destaca y pasa el tiempo vie su malestar con ayuda de hipnóticos o
realizando aquellas mejoras en la casa que tranquilizantes menores. Los síntomas
habían quedado pendientes desde hacía producidos pueden ser más específicos: a
mucho. Parece ser una negativa a aceptar menudo, una exacerbación de una dolen-
las circunstancias presentes que están cia anterior.
fuera del control del ex trabajador, y de Esta fase puede continuar durante
esta manera la realidad de la situación se muchos meses, dependiendo en gran ma-
mantiene aparcada. Esta fase puede durar nera de las circunstancias locales, de la
unas pocas semanas y el tránsito a la si- resistencia personal o del apoyo familiar,
guiente es gradual y desapercibido. y el paso a la etapa siguiente es también
gradual y, al principio, no reconocida.
3. La fase de la ansiedad
270
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiarría. Vol. VII. N. º 11. 1987
271
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatría. Vol. Vil. N. º 21. 1987
«La sensación de alivio duró poco; so- cuidando a los chicos continuamente y ne-
lamente un mes. Como ve, no puedo es- cesito un poco de desea nso. Después de
tar inactivo. Realmente, me estremecí las discusiones viene el silencio y Jerry pa-
cuando mi primer empleo se vino abajo; sa más tiempo fuera de casa, bebiendo
entonces me entró la reacción psicológica cada vez más. Nos hemos visto más el
porque pensé que me sería fácil encontrar uno al otro en los últimos ocho meses que
trabajo. Puede que haya sido mi actitud, en el resto de los diez años de matrimonio
mi elevado ego, al pensar que yo era me- que llevamos.»
jor que nadie.
Creo que la desintegración familiar co-
menzó entonces. Empecé a beber dema-
TRASTORNOS PSICOSOMATICOS
siado y a tener muy mal genio; con facili-
dad me enfadaba y me alteraba; solía vo-
La variedad y el espectro de las afeccio-
ciferar continuamente a los niños. Co-
nes psicosomáticas ya han sido descritas.
mencé a tener estas profundas depresio-
Se han advertido en individuos que tenían
nes y nadie podía ayudarme. Entonces se
historiales de similares padecimientos,
inició mi retraimiento. Podía tomar una
aunque con menor frecuencia o con me-
botella de vino y terminarla en una hora.
nos dramatismo que durante los períodos
Luego quería dormir. No me apetecía ha-
prolongados de falta de empleo. Suelen
cer nada útil en casa. Sólo permanecer
desaparecer con el reempleo o después de
sentado, no quería salir. Nadie podía ha-
largo tiempo de encontrarse sin trabajo.
blarme y yo no tenía nada de qué hablar.
No era sociable ... En modo ninguno era
Thom Hartley (carpintero parado, de
mi carácter.»
31 años).
Thom no se hallaba abiertamente afligi-
Jerry Wilson (obrero de 31 años, ex do después de haberse quedado sin em-
cabo del ejército, seis meses de desem- pleo, aunque admitía haber una mayor
pleo). tensión en casa y más discusiones con su
«Te hace sentir enfermo. Creo que es mujer. Tuvo una puntuación muy alta en
por el aburrimiento. Parece que un día el cuestionario de salud (inventario de do-
empieza para seguirse por otro día, ¿me lencias) y cuando se le preguntó por su
entiende? Me inquieta pensar que no voy estado desde que se quedó sin trabajo, se
a tener dinero bastante para sostener a mi levantó las mangas y las perneras y nos
familia. Al principio estaba más apegado mostró unas extensas lesiones de psoria-
• • • • • • , 1,
a 1os crncos pero anora 1os renuyo mucrn- sis. Nos dijo que en el pasado había teni-
simo. Creo que si no encuentro un em- do irritaciones leves pero que se habían
pleo muy pronto, voy a estallar, y nuestro contenido con el tratamiento. Este episo-
matrimonio terminará.» dio se había iniciado dos meses después
de haber perdido su empleo y empeoró
Maureen Wilson (su esposa). durante los cuatro meses siguientes, no
«Hemos tenido muchas más discusio- respondiendo al tratamiento que el médi-
nes en las últimas semanas porque no dis- co le había prescrito. Después de esto,
poníamos de dinero suficiente con que Thom se dislocó un disco intervertebral
arreglarnos. Jerry está constantemente empujando algún mueble de la casa; tuvo
de mal humor, y tiene tan mal carácter que hospitalizarse por un día y se le reco-
como yo. Las discusiones comienzan por mendó permanecer en casa, descansan-
nada. Ayer comenzaron porque no podía do en cama, durante dos semanas. Su es-
dedicarse a su jardinería. Yo creo que posa pidió permiso en tiempo de trabajo
Jerry podría hacer más cosas en casa, para cuidarlo y gestionó que una enfer-
ahora que está sin trabajo. Yo he estado mera del barrio le visitara. Durante este
272
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquialrla. Vol. VII. N. º 21. 1987
273
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiotrío. Vol. V//. N. 0
21. 1987
dos con empleo están menos deprimidas que agrupar series de acontecimientos
que aquellas con maridos sin trabajo. Sin heterogéneos juntos, como si tuvieran un
embargo, «no existe un efecto recíproco impacto similar en diferentes individuos,
entre la condición de empleo de las espo- sería mejor diferenciar aquellos aconteci-
sas y el bienestar psicológico de sus mari- mientos de acuerdo con sus significados
dos». y consecuencias psicológicas para cada
individuo. Esto nos permite formular hi-
GRUPOS VULNERABLES pótesis sobre la probabilidad potencial de
que un acontecimiento cause alteraciones
graves.
Aunque la experiencia del desempleo
afecta a todas las edades y grupos, lama- En primer lugar, es necesario conside-
yor parte de los efectos negativos se con- rar si el acontecimiento es agradable o de-
centran en ciertos individuos, lo que nos sagradable. Existen evidencias razonables
permite alertarnos y anticipar acciones asomando al trastorno psiquiátrico con
para prevenir los peores efectos nocivos. cambios desagradables o no deseados.
En segundo lugar, si el acontecimiento se
1. Los adolescentes post-escolares, experimenta como una entrada (como el
especialmente aquellos sin logros acadé- nacimiento de un hijo, un ascenso o una
micos. Es frecuente en este grupo la so- herencia) o como una salida (como una
bredosis impulsiva y actos agresivos o an- desgracia familiar, la pérdida de trabajo o
tisociales. una separación). En esta dimensión las
2. Aquellos con un historial de inca- salidas se correlacionan en mayor alto
pacidad psicosomática o física. grado con síntomas psiquiátricos, la ma-
3. Hombres con mucha familia a su yoría de tipo depresivo. Todavía otra dife-
cargo. renciación es si el acontecimiento está ba-
4. Hombres y mujeres de 50 o más jo el control del individuo (como el
años, con buenas referencias laborales. matrimonio o el traslado de domicilio)
5. Hijos de parados, especialmente o fuera de su control (como la enfer-
los menores de ocho años. medad de un familiar próximo). Ambos
6. Matrimonios con antecedentes de acontecimientos están asociados con el
inestabilidad. trastorno psiquiátrico pero hay lazos más
fuertes con el último. Finalmente, el
STRESS acontecimiento deberá distinguirse según
suponga una amenaza a corto o largo pla-
Un estudio crítico reciente f 15) reco- zo. Un ejemplo del primer caso son las
mienda la substitución de la palabra agudas y desagradables experiencias de
stress, encontrándolo un concepto dema- la ansiedad, como un examen o un acci-
siado vago que obscurece más que clarifi- dente, y del segundo caso aquellos con
ca este complejo campo de investigación. secuelas a largo plazo, tales como la pér-
Reconoce que los acontecimientos de la dida de una relación social o el cambio del
vida más stressantes juegan en los adul- estilo de vida debido a la falta de trabajo.
tos un papel significativo en la precipita- Son los acontecimientos de amenaza a
ción de multitud de trastornos psiquiátri- largo plazo y por lo tanto, los que impo-
cos, así como también, a veces, inducen nen una pérdida permanente o una con-
la aparición de enfermedades físicas. Sin trariedad, los que se asocian con al_tera-
embargo, sigue siendo verdad que no to- ciones depresivas.
dos estos acontecimientos van seguidos Si nos disponemos ahora a considerar
de trastornos psiquiátricos ni tampoco a la experiencia del desempleo por estas di-
todos los trastornos psiquiátricos les pre- mensiones, pronto se hace patente que
ceden acontecimientos etiológicos. Más su impacto supone una experiencia desa-
274
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatrla. Vol. VI/. N. 0 11. 1987
275
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiquiatria. Vol. VII. N. º 21. 1987
condiciones comparativamente más có- do de tiempo sin trabajo puede ser una vi-
modas que el rol de desempleado. Aun- cisitud útil para unos pocos individuos,
que en nuestra propia investigación no para la mayoría se trata de una grave y an-
observamos ningún signo evidente de in- gustiosa experiencia que se concentra
disposición fingida, una enfermedad se más en ciertos grupos vulnerables y, oca-
sentía, paradójicamente, por muchos co- sionalmente, es probable que se manifies-
mo un alivio, como una justificación y una te con síntomas de mala salud. La acción
oportunidad para obtener algo de com- preventiva debiera ahora concentrarse en
prensión y atención por parte de los aquellos individuos que previsiblemente
miembros más allegados de la familia. Así se adaptarán menos a períodos prolonga-
ocurría aún cuando la naturaleza de la en- dos de falta de trabajo. Tendría que ser
fermedad fuera, por ella misma; una ame- una acción concertada y el equipo de
naza de vida. asistencia primaria encontrarse en exce-
lentes condiciones para coordinarla. El
médico general tiene un papel a jugar en
CONCLUSIONES
el conocimiento del diagnóstico, aseso-
Este artículo ha sondeado reacciones rando y coordinándose con los servicios
ante el desempleo. Mientras que un perío- sociales.
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276
UNIDAD 2
Incorporación y desincorporación laboral
2.1 Definición de desincorporación laboral
2.2 Tipos de desincorporación laboral
REFERENCIAS
Añez, C. (2016). Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente? TELOS.
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TELOS. Revista de Estudios lnterdisciplinarios en Ciencias Sociales
Ut;1iversidad Privada Dr. Rafael Be/loso Chacín
ISSN 1317-0570 - Depósito legal pp: 199702ZU31
Vol. 18 (2): 250- 265. 2016
Resumen
Los trabajos transitorios o atípicos, siguen posicionándose y funcionando
trastocando la protección del sistema de regulación y protección del trabajo
permanente. De ahí, la importancia de reflexionar teóricamente sobre el tema. Para
su desarrollo se plantean los siguientes objetivos: demostrar que la flexibilización
laboral ha incidido en la ruptura de las relaciones laborales, caracterizar como la
subcontratación laboral encubre dichas relaci0nes, analizar el despido laboral y sus
consecuencias en los trabajadores. El artículo se desarrolló teóricamente,
especialmente tomando como referencia autores como: Bravo (2010), Quintero
(201 O), González (2012) De La Garza (2007), U garte (2007), entre otros, lo cual
permitió analizar la temática abordada. Los resultados reflejan que dicha estrategia
está impulsando la agudización de las condiciones precarias de los derechos
laborales, con lo cual se está ante un capitalismo irracional, que tiene como
propósito que los trabajadores sufraguen los efectos de las pretensiones de los
capitalistas por conseguir mayores tasas de ganancia y niveles más altos de
productividad. En consecuencia, la flexibilización de las relaciones laborales está
destinada a ocultar los derechos de los trabajadores, agudizar el despido laboral, y
propiciar el fin de un trabajo permanente.
Abstract
The temporary or atypical work continue disrupting the pos1t1oning and
operating system protection regulation and protection of permanent job. Hence the
importance of theoretical reflection on the subject. F or its development the
following objectives: to demonstrate that labor flexibility has affected the
breakdown of industrial relations, characterized as outsourcing works conceals
these relations, analyze termination of employment and its consequences for
Recibido: julio 2015 •Aceptado: noviembre 2015
1
Socióloga, MgS. en Intervención Social. Investigadora del Centro de Estudios de la de la Facultad de
Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia, LUZ, Maracaibo, Venezuela. Correo electrónico:
carmenanez55@yahoo.com.
250
Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente?
.- ...
workers. The article was developed theoretically, especially with reference to
authors such as Bravo (2010), Quintero (2010), Gonzalez (2012) De La Garza,
(2007), Ugarte (2007), among others, which allowed analyzing the topics addressed.
The results show that this strategy is driving the worsening of the precarious
conditions of labor rights, which we are faced with an irrational capitalism, which
aims that workers bear the effects of the claims of the capitalists to achieve: higher
rates gain and higher productivity levels. Consequently, the flexibility of labor
relations is intended to cover the rights of workers, sharpen the layoff, and to
promote decent work and permanent.
Keywords: Jabour relations, flexibility, permanentjob.
Introducción
251
Carmen Añez Hernández.
Telas Vol. 18, No. 2 (2016). 250-265.
252
Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente?
253
Carmen Añez Hernández.
Telas Vol. 18, No. 2 (2016). 250-265.
254
Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente?
255
Carmen Añez Hernández.
Telas Vol. 18, No. 2 (2016). 250-265.
Despido laboral
En el campo laboral, el despido es la expulsión del trabajador, de su cargo o
puesto de trabajo, por acción unilateral del dador de trabajo o empleador; es decir,
se rompe la relación del trabajo o laboral. Dicho despido puede realizarse con razón
o sin ella, sin respetar los cánones impuestos por la doctrina laboral o las leyes
sobre la materia.
También se podría decir "sin respetar el derecho a la estabilidad "irrestricta"
en e! trabaj-c, que
despedido si hubiere una causa justa". (Suárez, 2009).
En cuanto a los trabajadores subcontratados una de sus desventajas es la
inestabilidad en el empleo, ya que este depende de un contrato de duración
determinado, lo cual origina el despido temprano.
La subcontratación, por ende, hace más endebles las relaciones laborales,
debido a que se desvanece la protección del trabajador y sirve para encubrir falsas
relaciones de trabajo. Desde esta perspectiva, el problema de la subcontratación se
ha incrementado y abarca cada día más terreno, reduciendo las relaciones de trabajo
estables y protegidas del empleo formal, y prescindiendo paulatinamente de
trabajadores fijos quienes son excluidos y lanzados a la inestabilidad, a la
informalidad y a empleos precarios.
Por consiguiente, se está fragmentando el mercado de trabajo ante la
implementación de contratos fijos y la subcontratación o contrato determinado,
256
Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente?
257
Carmen Añez Hernández.
Telas Vol. 18, No. 2 (2016). 250-265.
258
Flexibilidad laboral: ¡fin del trabajo permanente?
259
Carmen Añez Hernández.
Telas Vol. 18, No. 2 (2016). 250-265.
260
Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente?
Conclusiones
Un serio problema ha surgido a partir de flexibilización laboral como
estrategia para ampliar mercados y reducir costos laborales. Dicha estrategia está
impulsando la agudización de las condiciones precarias de los derechos laborales
por parte del patrono, con lo cual se puede inducir que el mundo se encuentra ante
un capitalismo irracional, que tiene como propósito que los trabajadores sufraguen
los efectos de las pretensiones de los capitalistas por conseguir: primero, mayores
261
Carmen Añez Hernández.
Telas Vol. 18, No. 2 (2016). 250-265.
262
Flexibilidad laboral: ¿fin del trabajo permanente?
Referencias bibliográficas
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Número 163. México. (Pp. 99-104).
265
LU pepositorio Académico
RESUMEN
ABSTRACT
De acuerdo a Helibroner
(2008), se produce la suspensión
fraudulenta cuando se despide al
trabajador con ánimo perverso y
auspiciado por el engaño, por ende,
de manera contraria a la verdad y la
rectitud de las relaciones laborales.
Por consiguiente, se puede
inferir que se despide al trabajador
119 Las Relaciones Encubiertas: Despido Laboral y
Condiciones del Trabajador Despedido
último día. Para ello, hay que tomar empresa y no precipitarse firmando
Por consiguiente, la
• Actuar con rapidez y buscar un
automatización sustituye al hombre
buen abogado, ya que desde el
en su actividad física o intelectual. La
momento en que un trabajador es
automatización de acuerdo a sus
despedido dispone de un plazo de
ventajas tales como: mayor
20 días hábiles para hacer
producción, a menor tiempo y costo,
reclamaciones o denuncias. Una
crea el despido de trabajadores.
vez transcurrido este plazo, el
La incorporación de nuevas
trabajador no podrá reclamar
tecnologías en la empresa se logra
indemnización alguna."
con nuevas inversiones con la
finalidad de aumentar la acumulación
CONCLUSIONES
de capital. Esta solución afanosa
Un serio problema que ha
acrecienta el problema del
surgido a partir de la industrialización
desempleo, la cual se convierte en
e introducción de la tecnología en los
un procedimiento fundamentado en
procesos productivos ha contribuido
la aceptación y puesta en práctica de
a que los trabajadores han sido
técnicas intensivas en el uso de la
desplazados por la maquina.
tecnología, y por ende, en el uso del
Cuando se pone al servicio en
tiempo trabajo, beneficiándose el
la industria el desarrollo tecnológico
capital con las nuevas formas de
se proyectan grandes beneficios a
contratación, en especial la
las empresas reemplazando con
subcontratación.
preen1inencid, a ciertos trab-dj-ddores,
Las motivaciones para que la
lo cual ha originado graves
empresa implemente la
inconvenientes en los sectores
subcontratación son muy claras: los
laborales; ya que la fuerza de la
costes suelen ser menores, no hay
tecnología es más fuerte, hasta el
costes de formación, de vacaciones,
punto que hoy no se imagina la
aguinaldos, y fundamentalmente este
actividad industrial sin la utilización
tipo de trabajador no tiene derecho a
de equipos mecánicos
sindicalizarse debido al tiempo
simplificadores de los procesos.
eventual que está en la empresa, lo
Carmen Añez H. I Formación Gerencial, Año 13 Nº 1, Mayo 2014 ISSN 1690-074X 128
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PSICOLOGÍA DESDE EL CARIBE
1ssN 0123-417x (impreso) 1ssN 2011-7485 (on fine)
Vol. 29, n.º 1, enero-abril 2012
Resumen
Abstrae!
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
TSSN 0123-417X (impreso) TSSN 2011-7485 (ot1 !it1e)
66 EFRÉN MARTÍNEZ ÜRT1z,JEsús ENRIQuEJAIMEs-Ost.LA.
INTRODUCCIÓN
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X (impreso) ISSN 2011-7485 (on fine)
Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 67
Jlf'i:cin ..
/!En este orden de
ideas, el significado podrá entenderse como la interpretación del polo de
mayor subjetividad de la fibra de valores (valores más personales, subje-
tivos, divisibles, singulares, situacionales, fundables en otros superiores)
y el sentido (de vida) como el polo de mayor objetividad de dicha fibra
de valores (Valores más universales, objetivos, de mayor durabilidad en
el tiempo, de mayor vivencia de cumplimiento y mayor cercanía al valor
absoluto), es decir, situaciones en donde se abrazan posibilidades más
cercanas al polo objetivo dan más sentido que aquellas posibilidades
más cercanas al polo subjetivo. En cuanto a esta aclaración acerca del
sentido de vida, vale la pena evitar la introducción de un término teórico
ambi o, al intentar diferenciar entre sentido y significado, por lo cual,
éló' ~~l~~t,~~~~
rtatlte:decfo ueJó J('tie da
1
t~t~ ~~~~~
Ahora bien, en Frankl, se encuentra que existen tres categorías de valores
que son los valores creativos, de vivencia y de actitud (Frankl, 1994b,
1994c, 1997), haciendo referencia a caminos en donde se hace más via-
ble el descubrimiento de sentido en el trabajo, en el obrar, en lo dado al
mundo (Valores de creación), el descubrimiento de sentido en el amor,
en la contemplación, en lo recibido del mundo (Valores vivenciales) y
el descubrimiento de sentido frente a un destino fatal e inalterable (Va-
lores de actitud); valores que podrían depositarse en diferentes bienes,
aunque vale dejar en claro que no en cualquier bien pueden depositarse
todos los valores.
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
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68 EFRÉN "i\iARTÍNEZ ÜRTIZ, JESÚS ENRIQUE J AIMES-ÜSl\L\.
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
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Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 69
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OBJETIVO
MÉTODO
Diseño
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X (impreso) ISSN 2011-7485 (on line)
70 EFRÉN J\iARTÍNEZ ÜRTIZ,JESÚS ENRIQUEJAIMES-ÜSl\lJ\
Participantes
Variables
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X (impreso) ISSN 2011-7485 (011 line)
Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 71
Instrumento
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X (impreso) TSSN 2011-7485 (011 fine)
72 EFRÉN .MARTÍNEZ ÜRTIZ,JESÚS ENRIQUEJAIMES-Ü!'MA
.--------------------'
·-------------------~
Figura 1.
Esquematización del constructo escalar de Sentido del trabajo.
PROCEDIMIENTO
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-41 ?X (impreso) ISSN 2011-7 485 (on line)
Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 73
Análisis estadístico
Para efectos del análisis estadístico se elaboró una base de datos para
procesamiento con el paquete estadístico SPSS ®versión 11.05 para \Vin-
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74 EFRÉN MARTÍNEZ ÜRTIZ,JESÚS ENR!QUEJAil\lES-ÜSl\Lft.
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN Ot23-417X (impreso) ISSN 2011-7485 (011 li11e)
Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 75
Consideraciones bioéticas
RESULTADOS
Composición muestra!
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76 EFRÉN NÍARTÍNEZ ÜRTIZ,JESÚS ENRIQUEJAIMES-ÜSMA
Tabla 1.
Comportamiento muestra! de las subescalas y la
escala total de Sentido del trabajo
N Desv.
Factor Media Mediana Asimetría Mínimo Máximo
Válidos típ.
Sentido del
842 81,2 83,3 12,3 -,9 25,9 100,0
trabajo
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
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Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 77
Figura 2.
Distribución muestral del Sentido del Trabajo en la muestra
Análisis de confiabilidad
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78 EFRÉN lVIARTÍNEZ ÜRTIZ, JESÚS ENRIQUE JAIMES-ÜSMA
Tabla2.
Estructura factorial de la prueba "Sentido del trabajo"
J\fatriz de componentes rotados<a)
Componente
2 3
Ítem3 ,039 ,038
Ítem12 '191 ,019
ítem19 ,232
Ítem17 ,021
ítem18 ,087
Ítem20 -,008
Ítem11 '153
ítem15 ,129
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
ª La rotación ha convergido en 5 iteraciones.
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X (impreso) ISSN 2011-7485 (on fine)
Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 79
Tabla3.
Factores del Sentido del trabajo
16, 14,
11. Propósito vital-laboral/ Satisfacción del progreso en la canse-
13, 5, 8,
Vacío cución de metas personales y laborales.
4, 19
Tabla 4.
Niveles de evaluación de presencia del sentido del trabajo
Factor N % N % N % N % N
Factor 1 120 14,3 248 29,5 299 35,5 175 20,8 842
Sentido del
52 6,2 193 22,9 378 44,9 219 26,0 842
trabajo
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X 0mpreso) ISSN 2011-7485 (011 fine)
80 EFRÉN i\'lARTINEZ ÜRTIZ,JESÚS ENRIQUE jAIMES-ÜSMA
Sentido del
trabajo
F3A
F2A
• MÍNIMO (0-590/o)
· BAJO (60-750/o)
• OPTIMO (91-1000/o)
Figura 3.
Distribución muestral en los niveles de sentido del trabajo.
Tabla 5.
Resultados en cada factor según género
Intervalo de
Error confianza para la
Desviación
Factor Grupo N Media típico media al 95% Mínimo Máximo
típica
Límite Límite
inferior superior
Masculino 391 74,4 18, 1 ,91 72,6 76,2 16,7 100,0
Factor 1
Femenino 415 78,4 15,7 ,77 76,9 79,9 16,7 100,0
Masculino 391 85,8 15,7 ,79 84,2 87,4 ,O 100,0
Factor 2
Femenino 415 89,2 11,7 ,58 88,1 90,3 19,0 100,0
Masculino 391 78,0 15,9 ,80 76,4 79,6 13,3 100,0
Factor 3
Femenino 415 77,6 16,6 ,81 76,0 79,2 ,O 100,0
Sentido Masculino 391 79,8 13,3 ,67 78,5 81, 1 25,9 100,0
del trabajo Femenino 415 82,4 11,4 ,56 81,3 83,5 25,9 100,0
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Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 81
Tabla 6.
Resultados en cada factor según edad
Intervalo de
confianza para la
Desviación Error
Factor Grupo N Media media al 95% Mínimo Máximo
típica típico
Límite Límite
inferior superior
18-20a. 33 71,0 15,0 2,6 65,7 76,3 44,4 100,0
21-25a. 151 74,7 18,7 1,5 71,7 77,7 16,7 100,0
26-30a. 154 76,1 16,8 1,4 73,4 78,7 16,7 100,0
31-35a. 99 78,7 15,7 1,6 75,5 81,8 16,7 100,0
Factor
36-40a. 108 79,0 17, 1 1,6 75,8 82,3 33,3 100,0
1
41-45a. 64 74,3 18,7 2,3 69,7 79,0 16,7 100,0
46-50a. 62 76,2 15,8 2,0 72,2 80,2 27,8 100,0
51-55a. 41 73,5 15, 1 2,4 68,7 78,2 33,3 94,4
56-60a. 3 85,2 12,8 7,4 53,3 117, 1 77,8 100,0
18-20a. 33 82,2 15,2 2,7 76,8 87,6 42,9 100,0
21-25a. 151 86,6 13,3 1,1 84,4 88,7 33,3 100,0
26-30a. 154 87,5 13,8 1,1 85,3 89,7 4,8 100,0
31-35a. 99 89,2 13,4 1,3 86,5 91,9 19,0 100,0
Factor
36-40a. 108 90,5 12,0 1,2 88,2 92,8 44,4 100,0
2
41-45a. 64 85,5 17,8 2,2 81,0 90,0 ,O 100,0
46-50a. 62 86,0 13,9 1,8 82,5 89,5 27,8 100,0
51-55a. 41 84,2 14,2 2,2 79,7 88,7 52,4 100,0
56-60a. 3 96,8 5,5 3,2 83,2 110,5 90,5 100,0
18-20a. 33 73, 1 15,5 2,7 67,6 78,6 46,7 100,0
21-25a. 151 75,9 15,3 1,2 73,5 78,4 33,3 100,0
26-30a. 154 78,5 13,9 1,1 76,3 80,8 46,7 100,0
31-35a. 99 79, 1 17,9 1,8 75,5 82,7 6,7 100,0
Factor
36-40a. 108 78,4 15,4 1,5 75,5 81,4 13,3 100,0
3
41-45a. 64 78,3 17,0 2, 1 74,0 82,5 26,7 100,0
46-50a. 62 79,6 17,4 2,2 75,2 84,0 ,O 100,0
51-55a. 41 77,1 18,8 2,9 71,2 83, 1 13,3 100,0
56-60a. 3 80,0 24,0 13,9 20,3 139,7 53,3 100,0
18-20a. 33 75,9 12,6 2,2 71,5 80,4 50,0 100,0
21-25a. 151 79,7 13,0 1, 1 77,6 81,8 33,3 100,0
26-30a. 154 81,2 12, 1 1,0 79,3 83, 1 25,9 100,0
Sentido 31-35a. 99 82,9 12,7 1,3 80,4 85,4 25,9 100,0
del 36-40a. 108 83,4 11,2 1,1 81,2 85,5 46,3 100,0
trabajo 41-45a. 64 79,7 13, 1 1,6 76,5 83,0 35,2 100,0
46-50a. 62 81,0 13,0 1,7 77,7 84,3 37,3 100,0
51-55a. 41 78,6 11,3 1,8 75,1 82,2 55,6 96,3
56-60a. 3 88,3 12,0 7,0 58,3 118,2 75,9 100,0
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
TSSN 0123-417X (impreso) TSSN 2011-7485 (ot1 fine)
82 EFRÉN .i\'lARTÍNEZ ÜRTIZ,JESÚS ENRIQUEJAIMES-ÜSMA
70r------------------~
-+- Masculino
- Femenino
Fl F2 F3 Sentido
del trabajo
Figura 4.
Resultados comparativos en cada factor por género
so¡----_;~~~=:¡:::;;;;;:¡~~~~;;;::;J/;;.+-
...- Fl
75 ~~.....;:l!J-=~----~~~~¿7---- ..... F2
70 r-~---------------- -+-F3
Sentido
65 r - - - - - - - - - - - - - - - - - - ""*"del trabajo
Figura 5.
Resultados comparativos en cada factor por edades
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
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Validación de la prueba "Sentido del Trabajo" en población colombiana 83
Tabla 7.
Baremos percentilares de la prueba "Sentido de vida"
sentido del
Factor 1 Factor 2 Factor 3
trabajo
N Válidos 842 842 842 842
Media 76,4120 87,5537 78,0740 81,2030
Error típ. de la media ,58222 ,48374 ,55443 ,42561
Mediana 77,7778 90,4762 80,0000 83,3333
Desv. típ. 16,89454 14,03676 16,08796 12,35000
Asimetría -,692 -1,945 -,803 -,855
Percentiles 1 27,7778 35,7222 33,3333 45,2407
5 46,6667 61,9048 50,5000 57,6198
10 51,0000 66,6667 60,0000 64,8148
15 61,1111 76,1905 60,0000 68,5185
20 61,1111 77, 1429 66,6667 70,5882
25 66,6667 80,9524 66,6667 74,0741
30 66,6667 85,7143 73,3333 75,9259
35 72,2222 85,7143 73,3333 77,7778
40 72,2222 85,7143 73,3333 79,6296
45 77,7778 90,4762 80,0000 81,4815
50 77,7778 90,4762 80,0000 83,3333
55 77,7778 95,2381 80,0000 85,1852
60 83,3333 95,2381 80,0000 86,1029
65 83,3333 95,2381 86,6667 87,0370
70 88,8889 95,2381 86,6667 88,8889
75 88,8889 100,0000 93,3333 90,7407
80 94,4444 100,0000 93,3333 92,5926
85 94,4444 100,0000 93,3333 94,4444
90 100,0000 100,0000 100,0000 96,2963
95 100,0000 100,0000 100,0000 98, 1481
99 100,0000 100,0000 100,0000 100,0000
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84 EFRÉN lVlARTÍNEZ ÜRTIZ, j ESÚS ENRIQUE j AIMES-ÜSMA
DISCUSIÓN
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Referencias
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
TSSN 0123-417X (impreso) TSSN 2011-7485 (on fine)
86 EFRÉN ÑÍARTÍNEZ ÜRTIZ, _JESÚS ENRIQUE _J AIMES-ÜSMA
ANEXO
Escala dimensional del Sentido del trabajo
o e
CD O o "ECD CD O
.... 'tl
e ... "ECD :::s CD
....
°ECD
CD CD
:::s o e :::s
Afirmaciones .5C1S 8 o CIS CD O
.... CIS CIS
CD
~ -
E CIS
1/)
~ .g e 'tl
e
CIS
.... 'tl
CD
w ~
1. En mi trabajo hay pocas cosas que valen la pena.
Con frecuencia no logro entender por qué actúo de cierta
2.
manera.
El enfrentarme a mis tareas cotidianas constituye una
3.
experiencia aburrida.
4. Mi vida es vacía y llena de desesperación.
Tal y como yo lo veo, en relación con mi trabajo no sé
5.
para donde voy.
Aun teniendo claros mis deberes, generalmente solo hago
6.
lo que quiero.
Considero que mi capacidad para encontrar un
7. significado, un propósito o una misión en la vida es
prácticamente nula.
Al pensar en mi propia vida, a menudo me pregunto por
8.
qué existo.
9. He descubierto metas claras en mi trabajo.
Psicología desde el Caribe. Universidad del Norte. Vol. 29 (1): 64-86, 2012
ISSN 0123-417X (impreso) ISSN 2011-7485 (on fine)
Rev. de Psicol. Gral y Aplic., 2000, 53 (3), 503·514
Resumen Abstract
Se ofrece una revisión de cuestiones básicas The study offers a theoretical revision of sorne
sobre el juego patológico, como son su. definición basic questions relatad to pathological gambling,
y las implicaciones que supone la asunción de un as definition problems and the importance of start
modelo conceptual u otro. Se propone un nuevo of a particular conceptual model. The authors
modelo de definición, y se procede a realizar su propase a new definition model, and proceed to
aplicación al tema del juego patológico. Se utiliza apply it to the pathological gambling. The sample
una muestra de 127 jugadores problema (edad consisted of 127 problem gamblers (mean age:
media: 41,67; sexo: 78,7% varones) y otra de 142 41,67; sex: 78,7% men) and other sample of 142
jugadores sociales (edad media: 38,46~ sexo: 60% social gamblers (mean age: 38,46; sex: 60% men).
varones). Los sujetos contestaron un cuestionarlo Subjects answered a questionnaire composed by
compuesto por el SOGS, el GA20 y cuestiones the SOGS, the GA20, and items related to the more
relativas a los principales modelos explicativos de relevant models about acquisition and maintenance
la génesis y el mantenimiento del juego. Los resul- ot pathological gambling. The results indicated a
tados indican una probabilidad de acierto del 98,8% 98,8% probability of success in the classitication
en la clasificación a partir de las variables selec- with the selected variables. The benefits of this model
cionadas. Se comentan los beneficios de asumir of definition, i.e. the possibility of graduate the
este nuevo tipo de definición, como la posibilidad gamblers' level of problem, and value the different
de graduar el nivel de problemática de los sujetos contribution of each ítem, are discussed.
o de valorar la distinta aportación de cada variable.
Key words: pathological gambling, evaluation,
Palabras clave: juego patológico, evaluación, de- definition, questionnaires.
finición, cuestionarios.
Introducción
La definición del juego problemático es una cuestión que no está exenta de controversia.
El término juego problemático no es más que una de las diversas denominaciones existentes
referidas a este fenómeno, entre las que se hallan juego compulsivo, juego excesivo, juego
Correspondencia: C/ Universidad Comillas 3, Madrid. 28049 Madrid. Tfno. 91 734 39 50. Fax. 734 45 70. E-
mail: mprieto@fil.upco.es. ·
504 M. Prieto y C. Cañón
inmoderado, juego patológico, ludopatía, adicción al juego, dependencia al juego, etc. Esto refleja
las dificultades de clasificación que ha sufrido este trastorno, la falta de conceptualización
unánime del mismo, y da idea de la confusión reinante en este campo.
El terna del concepto qUe sobre el· juego ·problemáUco tienen los di$tintos autores y la
población general ha recibido muy poca atención por parte de los estudiosos del campo, siendo
como es un punto central al abord~r cualquier investigaciqn.
La concepción que se manti~r:tQ {iUílQUa. no 800 de man@ra .@xplícit&) ~obm lg nuturnl~!A
de este trastorno tiene influencias directas sobre el enfoque de las investigaciones que se han
de realizar. Al abordar la tarea de buscar características propias de los jugadores, o de clasificar
a éstos en distintos grupos, o, sobre todo, de hipotetizar sobre las causas del juego problemático,
están presentes suposiciones, axiomas o creencias que cada autor mantiene sobre la naturaleza
del trastorno, y que dirigen· sus investigaciones en un sentido determinado.
Al no haber acuerdo aún en la concepción de la naturaleza del trastorno, cada autor debe
enmarcar sus investigaciones en su propio marco conceptual y teórico, haciéndose prácticamente
imposible la tarea de unificar esfuerzos, de sumar resultados. Al poseer los distintos estudios su
propia terminología, su propio vocabulario, se hace extremadamente difícil la comunicación entre
equipos de investigación. Esto se hace patente sobre todo al realizar un análisis bibliográfico, donde
se detecta más claramente la falta de co,nexión entre los estudios de distintos autores.
Y es que, aunque pueda parecer una tarea estéril, inútil, secundaria o accidental, es de vital
importancia, antes de poder establecerse una comunicación, definir los términos, y saber de
qué se está hablando. Sin una adecuada definición, los resultados de los distintos estudios. van
a adolecer de una desorientación teórica importante.
El concepto de juego problemático ha pasado por una serie de etapas, en las que se ha
ido transformando progresivamente. Históricamente, el juego era considerado una debilidad
moral, propio de personas con poca fuerza de voluntad q viciosas, sujetos que no tenían
consideración con el sufrimento que su conducta provocaba. (Esta concepción, lejos del marco
teórico de la comunidad científica, está aún muy extendida en la población general).
Pasó después, en la primera mitad d~ este siglo, debido a algunos estudios del marco
psicoanaUtico, a ser entendido como una enfermedad psicológica, como una manifestación de
una neurosis subyacente (Bergler, 1958; Greenson, 1947), constituyendo lo que se ha dado en
llamar el "modelo médico" del juego problemático. Esta conceptualización fue reforzada con la
fundación de la organización Jugadores Anónimos en Los Angeles (1957), y con la inclusión
del juego en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en 1980 (pSM-
111, A.P.A., 1980). Como se ha señalado en alguna ocasión (Custer, 1984), tanto el DSM.-1!1 ·como
el DSM-111-R intentan describir al jugador excesivo, pero no lo definen. · . . .··
En la actualidad existe una controversia entre este modelo médico y el denominado 'modelo
dimensional' del trastorno (Blaszczynski y McConaghy, 1989}, que defiende la concepción de
juego problemático como un trastorno de conducta, un hábito poco adaptativo, cuya génesis
se puede explicar teniendo en cuenta los principios del aprendizaje. Consideran estos autores
que no existe evidencia suficiente p~ra apoyar la idea de la existencia de un tipo de personalidad
específico de los jugado~es, ni ningún criterio suficiente como para diferenciar los dos grupos,
jugadores problema y jugadores no problema.
(Hasta que la cuestión esté cerrada, preferimos utilizar la expresión juego problemático en
lugar de juego patológico, ya que asume una posición más neutra respecto a la discusión).
problema). Y, en el otro extremo, habría unas características presentes, pero que pueden
cambiar según el contexto (ej. estar arruinado). Así, se podría distinguir entre características
prototípicas, características esperadas, posibles, no-esperadas, y excluídas.
Los cambios en el conocimiento científico y los cambios en los hábitos sociales pueden alterar
el lugar asignado a las características, pueden hacer emerger características nuevas, y pueden
alterar el valor asignado al cumplimiento de cada una.
Vamos a pasar a continuación a estudiar las posibilidades que este modelo de definición
ofrece para la conceptualización del jugador problema.
Método
Sujetos
Instrumento
Los sujetos contestaron un cuestionario (apéndice 1) que contenía las siguientes cuestiones:
~ Un apartado de preguntas demográficas: edad, sexo y profesión del sujeto.
~ El cuestionario compuesto por las 20 preguntas propuestas por la organización Jugadores
Anónimos (GA20).
~ El Cuestionario de Juego Patológico de South Oaks (SOGS, Lesieur y Blume, 1987).
~ Un subcuesttonario sobre posibles procesos de reforzamiento presentes en el manteni-
miento de la conducta de juego. Se ha intentado recoger aquí los modelos más representativos
de los propuestos en este campo.
Procedimiento
Los sujetos de este estudio contestaron una única vez al cuestionario, de forma autoaplicada.
Una de las investigadoras estaba cerca del sujeto para ayudar a resolver las dudas que se
pudieran presentar. En las instrucciones se indicó el carácter anónimo del cuestionario. Se
eliminaron del estudio aquellos sujetos que llevaban más de 6 meses acudiendo a la asociación,
para evitar problemas derivados de la deformación o el olvido de la información.
Resultados
Para la obtención de los rasgos más definitorios del jugador problema se realizó un análisis
de regresión logística, para obtener una función lineal del modo:
La teoría de las definiciones y el juego problemático 507
donde X es el término que queremos ·definir (en este caso, jugador problema), a, b, c ,... , k
son los coeficientes o el peso específico de cada uno de los rasgos que lo definen, y X1, X2 ,
etc. son los rasgos o características que definen ese concepto.
Tabla 1.· Tabla de regresión logística entre los grupos de jugadores sociales y jugadores
problema
Tabla 2.· Tabla de la probabilidad de acierto en las clasificaciones a partir de las variables
predictoras
J.Sociales
Reales 114 2 98.28%
J.Problema
Reales 1 134 99.26%
Tabla 3.· Tabla de los estadísticos de las variables al modelo de regresión logística
El análisis de regresión logística fue elegido porque permite una mayor flexibilidad en la
entrada de datos como variables independientes (pudiendo ser éstas tanto dicotómicas como
continuas). El estadístico chi-cuadrado tiene un valor de 332.715, con una significación de p
< 0,00001. Los resultados se muestran en las tablas 1. 2, 3, y 4.
Como se ve en estas tablas, las variables seleccionadas en el análisis de regresión logística
corresponden a las siguientes cuestiones:
Las tres preguntas marcadas con un asterisco son las preguntas 7, 4 y 2. La estimación
de la probabilidad de acierto en la clasificación a partir de las estas variables se sitúa en un
98,80%.
Como se recogerá en el apartado de discusión de resultados y conclusiones, entre las
variables más representativas de los jugadores problema se encuentra el fenómeno de la cccaza ..
(Lesleur, 1979), es decir, jugar para recuperar pérdidas, para resolver problemas económicos
debidos a\ juego. Este dato se une a todos aquellos estudios que ya habían confirmado la
presencia de este fenómeno en los "jugadores (Dickerson, 1984; Dickerson, Hinchy y Fabre,
1987; Dickerson, Walker, Legg England y Hinchy, 1990).
Discusión
El análisis efectuado para detectar los rasgos característicos de los jugadores problema y
su importancia nos ha permitido conocer las características que contribuyen en mayor medida
a definir al jugador problema. Así pues, recogiendo él objetivo de formular una definición de
jugador problema según el modelo gradiente, podría definirse de la siguiente manera:
Los rasgos necesarios del jugador problema, cuyo valor nunca debería ser O, coincidirían
con los tres items que el análisis de regresión logística señala como ca.paces de clasificar, con
una probabilidad de acierto del 98,8%, a los sujetos en uno u otro grupo. Estos tres rasgos
necesarios serían:
~ Ha experimentado que el juego hacía que su vida fuera menos feliz.
~ Se ha llegado a preocupar por su conducta de juego.
~ Ha jugado para conseguir dinero con el que pagar deudas o recuperar pérdidas.
Como se aprecia en el cuestionario (apéndice 1), las respuestas a estas cuestiones admiteri
tan sólo dos posibles valores: o (NO) ó 1 (SI).
Además, habría unos rasgos esperados, cuyo valor sí podría ser O en algunos sujetos sin
que por ello dejaran de ser considerados jugadores problema. Estos rasgos serfan:
~ Jugar porque se siente triste.
=> Jugar para relajarse o reducir ansiedad.
~ Creer que se tiene una estrategia muy buena.
==> Jugar para sentirse excitado.
=> Jugar porque le gusta arriesgarse.
==> Jugar porque cree que tiene buena racha.
Como se aprecia en el cuestionario, estos rtems tienen cinco opciones de respuesta: 1, 2,
3, 4 ó 5; para equilibrar estas respuestas con los items dicotómicos anteriores, tes asignaremos
=
un valor de respuesta: VR 0'2 x R. Así, un jugador serra tanto más jugador problema cuanto
más alta fuera su puntuación en la siguiente ecuación:
510 M. Prieto y C. Cañón
Jugador problema =
+ (9 x Valor de la respuesta a «El juego ha hecho que sea menos feliz»)
+ (8 x Valor de la respuesta a «Se ha llegado a preocupar por su juego»)
+ (7 x Valor de la respuesta a «Juega para conseguir dinero con el que pagar deudas»)
+ (6 x Valor de la respuesta a «Juega cuando se siente triste»)
+ (5 X Valor de la respuesta a ccJuega para relajarse, para reducir ansiedad»)
+ (4 x Vator de la respuesta a «Juega porque tiene una estrategia muy buena»)
+ (3 x Valor de la respuesta a «Juega para sentirse excitado .. )
+ (2 x Valor de la respuesta a «Juega porque le gusta arriesgarse»)
+ (1 x Valor de la respuesta a «Juega porque tiene buena racha»)
Los tres primeros rasgos no podrían tomar nunca un valor o, ya que son las características
señaladas como necesarias para definir un jugador problema.
Se recogen así, no tanto el número de rasgos más importantes del jugador problema, sino
la importancia que cada uno de estos rasgos tiene a la hora de definir tal concepto.
La utilización de este tipo de definición permite, no tanto determinar si un sujeto es o no
jugador problema (objetivo de los instrumentos diagnósticos), sino en qué medida lo es. Es decir,
permite graduar la problemática de cada sujeto en particular.
Este punto es de especial importancia, en especial cara a los posibles procesos legales que
tenga que afrontar el jugador. En nuestra experiencia como peritos en juicios de jugadores
hemos constatado el interés de los representantes de la justicia por graduar el nivel de ccpa-
tología» del jugador, para determinar el tipo de atenuante jurídico que se le pueda aplicar.
Con una herramienta como la que se propone, esta graduación sería posible, ya que se tiene
en cuenta, no sólo el NUMERO de características que el sujeto posee como jugador problema,
sino la IMPORTANCIA de las mismas.
Aceptada la suposición de que el juego problemático no es más que un punto de un continuo
que abarca desde la ausencia de juego hasta el juego problemático, como asume el modelo
dimensional, se podría determinar la posición que cada suj_eto ocupa en esta distribución. Los
intrumentos diagnósticos vigentes permiten efectuar una clasificación dicotómica: es o no se
es jugador problema. Es decir, dividirían el continuo en dos partes: la problemática y la no
problemática. Su función sería determinar si un sujeto está dentro de una u otra parte, y hacerlo
con el mayor nivel de seguridad posible.
Sin embargo, el propósito de la definición gradiente es el de determinar en qué punto del
continuo se encuentra el sujeto, continuo que abarca desde el 4,2 hasta el 45 (máxima pun-
tuación posible):
4,2 45
Por otra parte, con los instrumentos hasta ahora disponibles, personas con las mismas
puntuaciones podían tener problemas con el juego de muy distinta intensidad, ya que las pruebas
se componen de preguntas muy dispares (ej. «¿Ha jugado alguna vez más tiempo del que tenía
planeado?» puntúa igual que •c¿Ha cometido o se ha planteado cometer algún acto ilegal para
financiar su juego?» en el GA20).
Con esta propuesta, se valorarían de forma diferente las respuestas en función de su distinta
contribución a la definición de jugador problema. ·
La teoría de las definiciones y el juego problemático 511
APENDICE 1
CUESTIONARIO DE LA INVESTIGACION
. sr ( >
. No ( )
Conteste SI o NO a cada una de las siguientes preguntas, rodeando con un círculo la respuesta
elegida:
23. ¿Ha estado alguna vez jugando pensando que estaba ganando dinero,
cuando no era así en realidad (de hecho, lo perdía?) SI NO
24. ¿Ha jugado alguna vez más dinero. d.el que tenía pensado jugar? SI NO
25. ¿Ha criticado la gente su juego? SI NO
26. ¿Ha pensado alguna vez que le gustaría dejar de jugar pero que
no creía que pudiera? SI NO
27. ¿Ha ocultado alguna vez dinero del juego, boletos de loterías
U~tró~ signos d@ SU JUQgO 9ntQ QU A§~OH, ~jjos u olra
gente importante en su vida? SI NO
28. ¿Ha discutido alguna vez con gente sobre su dinero de bolsillo? SI NO
29. Si es que sí, ¿Tenía algo que ver la discusión con su juego? SI NO
30. ¿Ha dejado alguna deuda sin pagar por culpa de su juego? SI NO
31. Si ha pedido prestado dinero para jugar o para pagar deudas de
juego, ¿Quién o dónde le prestaron dinero?:
a. Del dinero para el mantenimiento del hogar SINO
b. De su esposa SINO
c. De otros parientes SI NO
d. De bancos o compañías de créditos SI NO
e. De tarjetas de crédito SINO
f. De prestamistas o usureros SI NO
g. De acciones, bonos, u otras inversiones SINO
h. De la venta de propiedades personales o familiares SI NO
i. De cheques sin tondos SI NO
j. Tiene crédito con algún corredor de apuestas SI NO
k. · Tiene crédito en algún casino SI NO
Referencias
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La Ludopatía en Argentina
INFORME FINAL
Este trabajo presenta y analiza los resultados de una encuesta realizada en 1000 hogares
de la Región Metropolitana de Buenos Aires. La encuesta fue especialmente diseñada para
poder medir la ludopatía bajo distintos instrumentos. De acuerdo a las distintas
mediciones, encontramos que el juego patológico en AMBA tiene una incidencia que va
desde 0.83% al 1.18%, lo que puede ser considerado de moderado a bajo en relación a
mediciones en otros países del mundo.
1
Con la colaboración de Bruno Galetto e Isidro Aduriz.
Contenido
Resumen Ejecutivo .............................................................................................................................. 5
l. Introducción .............................................................................................................................. 14
V. Ludopatía ................................................................................................................................... 41
Conclusiones ..................................................................................................................................... 53
Referencias ........................................................................................................................................ 55
Los juegos de azar enfrentan, como muchas otras actividades humanas, la posibilidad de
comportamientos abusivos o patológicos. Lo esencial del trastorno es que el enfermo pierde
el control sobre la actividad elegida y continúa con ella a pesar de las consecuencias
adversas que ella le produce.
El juego patológico se refiere a las actividades en las que se realizan apuestas y como
componente prominente se encuentra el azar, Capetillo y Jalil (2014). Incluye todos los
juegos de azar y de apuestas, como las máquinas tragamonedas, bingos, casinos, loterías,
cupones, cartas, ruletas, dados, entre otros, y más recientemente, las apuestas por internet.
Es un trastorno mental caracterizado por conductas repetitivas de juego, las cuales pueden
producir un deterioro en la vida social, profesional y familiar. Se trata, en efecto, de una
enfermedad crónica y progresiva consistente en la falta de control en los impulsos y un
deseo irreprimible de participar en juegos de apuesta. Además existe comorbilidad con
otras patologías o trastornos del comportamiento.
Los instrumentos más utilizados son tres: PGSI, DSM-IV y SOGS. SOGS fue el primer
instrumento de uso masivo, llegando a ser casi el único utilizado entre los 1980s y
mediados de los 1990s. Hacia 1995 surge la medición DSM-IV que le fue sacando
popularidad a SOGS. En los 2001 surge el instrumento PGSI que es el que más se usa en la
actualidad, seguido de DSM-IV (SOGS ha caído en desuso).
Los tres instrumentos tienen distintas propiedades y no arrojan exactamente el mismo
resultado. Williams y Volberg (201 O) realizan un meta-análisis de 202 estudios de
ludopatía entre 1975 y 2012. Para hacer comparable los resultados utilizando distintos
instrumentos de medición proponen una estandarización basada en el estudio de Williams y
Volberg (201 O). Esta estandarización busca generar una tasa única de ludopatía comaprable
entre los distintos países. Este estudio muestra que las tasas de incidencia estandarizadas
encontradas en los 202 estudios cubiertos van desde 0,5% a 7,6%, con una tasa de
incidencia promedio de 2,3% de la población adulta.
Los estudios sobre ludopatía en Argentina son muy escasos. Sólo encontramos un trabajo
que mide la tasa de incidencia (porcentaje de la población con problemas) en la Ciudad de
Buenos Aires, medición realizada por el Instituto del Juego y Apuestas de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires en 2010, publicada en el libro "Cuando el Juego es un
Problema". Dicho estudio sigue el criterio DSM-IV, y encuentra una tasa de incidencia del
juego patológico de O, 7% de la población adulta. En nuestro estudio utilizamos un
cuestionario más amplio que nos permite medir otros índices de ludopatía, ampliamos la
muestra a toda la Región Metropolitana, lo que permite incluir más diversidad
socioeconómica, y además realizamos estudios econométricos para entender de qué
depende la ludopatía en el país.
La muestra fue tomada durante el mes de mayo de 2015 en la región que abarca la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y el primer y segundo cordón urbano de GBA. Se encuestaron
en forma telefónica 1000 hogares siguiendo un muestreo estratificado por cuotas. Se
preguntó el patrón de juego del adulto mayor que participó en la encuesta, y también se
realizaron preguntas para el resto de los adultos mayores del hogar. La estratificación se
hizo en forma regional para tener una mejor representación. El muestreo por cuotas se
realizó para evitar los sesgos comunes que surgen en los muestreos telefónicos, ya que la
probabilidad de encontrar a una persona en su hogar depende de sus características
demográficas y económicas (si no se hace la cuota, es más probable encontrar, por ejemplo,
a un ama de casa que a una mujer que está económicamente activa, lo que sesgaría la
muestra). Las cuotas se armaron de acuerdo a los datos más recientes del Censo 2010 para
la población adulta mayor a 18 años. Nuestro cuestionario permite medir tres índices
distintos de juego patológico: PGSI, SOGS y DSM-IV, lo que favorece la comparación
internacional.
Con estos índices se miden dos tipos de incidencia: (i) problema con el juego Gugadores
ciertos problemas con el juego sin ser patológico) y (ii) juego patológico Gugadores con
trastorno de comportamiento).
La Tabla 1 muestra los resultados de nuestro estudio para los distintos instrumentos y
distintas mediciones. La tasa de incidencia del juego patológico encontrada es de 0,83% de
acuerdo a PGSI, 0,99% de acuerdo a SOGS y 1,18% de acuerdo a DSM-IV.
Si se compara nuestros resultados con el estudio de 2010 del Instituto del Juego y Apuestas
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vemos que la tasa de incidencia de juego
patológico nos da más alta. Puntualmente el mencionado estudio obtenía una tasa de O, 7%
utilizando la metodología DSM-IV, mientras que nosotros encontramos utilizando la misma
metodología una tasa de 1, 18%. Esta mayor tasa parece deberse más que nada al universo
tenido en cuenta para la muestra. El estudio del Instituto se centró exclusivamente en
CABA, mientras que el nuestro incluye a GBA. Si estimamos la tasa de incidencia en
nuestra base separando por zonas, la zona CABA+GBA norte nos da una tasa de incidencia
de 0,85% (bastante cercana al 0,7% del mencionado reporte) y la zona GBA Sur+ GBA
Oeste una tasa de 1,55%. Esto parecería indicar que existen diferencias geográficas en el
patrón del juego patológico, sin embargo esta diferencia de proporciones no es
estadísticamente significativa para ninguna de las tres mediciones.
Tabla 2. Tasa de incidencia del juego patológico según instrumento de medición ~, zona
geográfica
CABA+GBA GBAZONA
TOTAL
ZONA NORTE
;
0,85%
CABA+ GBAOeste+
Diferencia
GBASur z
(1)-(2)
(2)
CABA+ GBA
GBA OESTE+ Total
Norte GBASUR
Jugadores
Juega pero Jugadores
Nunca con
no tiene Patológicos Total
Juega problemas
problemas (PGSI)
(PGSI)
~11:
MEDIO 65,85 30,97 2,17 1,00 100,00
(%de personas que están muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación correspondiente)
En relación a países con una menor distancia cultural con la Argentina, la tasa de incidencia
encontrada es baja. Las tasas estandarizadas son 2.3% en Italia y entre 1.2% y 1.6% en
España. En Brasil, Tavares et al (201 O) encontró, utilizando PGSI, una tasa de juego
patológico del 1% (algo mayor que el 0.83% encontrado en nuestro estudio).
La principal razón para jugar con apuestas es ganar dinero, tanto en el grupo de los que
tienen problemas con el juego como en el grupo de personas que no tiene problemas.
Divertido o emocionante
Ser sociable
Porcentajes
Respecto al juego, de las 1000 personas entrevistadas, solo el 34% juegan al menos una vez
al mes a alguno de los juegos con apuestas. Los juegos de lotería y afines (lotería, quiniela,
quini6, brinco, loto, telekino o similares) son los que mayor penetración tienen en la
sociedad, ya que el 21 % de los encuestados juegan al menos una vez al mes. Es a su vez el
juego que más frecuencia tiene, ya que el 13.3% de los que juegan a este tipo de juegos lo
hace más de 5 veces al mes.
Tabla 7. Actitud frente al .iuego por región
{%de personas que están muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación correspondiente}
En relación a países con una menor distancia cultural con la Argentina, la tasa de incidencia
encontrada es baja. Las tasas estandarizadas son 2.3% en Italia y entre 1.2% y 1.6% en
España. En Brasil, Tavares et al (201 O) encontró, utilizando PGSI, una tasa de juego
patológico del 1% (algo mayor que el 0.83% encontrado en nuestro estudio).
En años recientes se le ha prestado mucha más atención al juego patológico o ludopatía (del
latín ludus, 'juego', y del griego patheia, 'padecimiento' o 'afección'). El juego patológico
se refiere a las actividades en las que se realizan apuestas y como componente prominente
se encuentra el azar, Capetillo y Jalil (2014). Incluye todos los juegos de azar y de apuestas,
como las máquinas tragamonedas, bingos, casinos, loterías, cupones, cartas, ruletas, dados,
entre otros, y más recientemente, las apuestas por internet. Es un trastorno mental
caracterizado por conductas repetitivas de juego, las cuales pueden producir un deterioro en
la vida social, profesional y familiar. Se trata, en efecto, de una enfermedad crónica y
progresiva consistente en la falta de control en los impulsos y un deseo irreprimible de
participar en juegos de apuesta.
Quienes padecen ludopatía sufren a la vez otros trastornos asociados, por lo que los
problemas pueden potenciarse. Por ejemplo, Ciare O'Brien (2011) en su revisión de la
literatura concluye que la depresión puede ser una causa de la ludopatía pero a su vez, una
consecuencia del juego patológico (la causalidad puede ir en ambos sentidos). Lo cierto es
que muchos estudios han encontrado una alta comorbilidad (coexistencia de más de una
patología) entre el juego patológico y trastornos afectivos, el abuso de sustancias, los
trastornos de ansiedad, los trastornos de personalidad y otros, como el déficit de atención e
hiperactividad, los trastornos disociativos y los trastornos de la alimentación, Capetillo y
Jalil (2014). Lorains et al (2011) encontró que la mayor prevalencia de comorbilidad en
personas con juego patológico fue la dependencia a la nicotina (60.1%), seguida de un
trastorno por uso de sustancias (57.5%), cualquier tipo de trastorno del estado de ánimo
(37.9%) y cualquier tipo de trastorno de ansiedad (37.4%). Como el estudio de O'Brien
El juego en máquinas tragamonedas es el segundo en penetración, donde el 10.1 % de las
personas indicaron jugar al menos una vez al mes, seguido del Bingo, con 8.9% y el
Casino, con 8.2%. Las apuestas por internet están muy poco difundidas
(porcentaje sobre el total encuestado que juega a ese tipo de juegos al menos una vez al mes)
Bingo 8,937%
Casino • • • • • • • • 8,179%
Por último, los ludópatas o jugadores patológicos tienen una mayor tasa de penetración en
todos los juegos. La diferencia es menor en comparación con los jugadores no patológicos
en las loterías y afines, pero para el resto de los juegos, el ludópata tiene siempre tasas más
altas de juego.
(porcentaje sobre el total de cada grupo de jugadores que juega a ese tipo de juegos al menos
una vez al mes)
Jugadores Jugadores Jugadores
Patológicos
Los estudios sobre ludopatía en Argentina son muy escasos. Sólo encontramos un trabajo
que mide la tasa de incidencia (porcentaje de la población con problemas) en la Ciudad de
Buenos Aires, medición realizada por el Instituto del Juego y Apuestas de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires en 2010, publicada en el libro "Cuando el Juego es un
Problema". Dicho estudio sigue el criterio denominado DSM-IV, uno de los tantos criterios
utilizados para medir ludopatía, y encuentra una tasa de incidencia del juego patológico de
0.7%. En nuestro estudio utilizamos un cuestionario más amplio que nos permite medir
otros índices de ludopatía, ampliamos la muestra a toda la Región Metropolitana, y no sólo
la Ciudad de Buenos Aires (lo que permite incluir más diversidad socioeconómica) y
además realizaremos estudios econométricos para entender de que depende la ludopatía en
el país.
Por otro lado los diversos instrumentos de medición no siempre arrojan resultados
similares. Como discutimos en la sección III, los instrumentos más utilizados son tres:
PGSI, DSM-IV y SOGS, por lo que resulta necesario, si se quiere hacer una comparación
internacional, contar con mediciones para la Argentina utilizando distintos instrumentos.
En general, las tasas de prevalencia (estandarizadas) muestran que los países con menos
incidencia del juego patológico se encuentran en Europa, América del Norte y Australia
tienen tasas medias, y las tasas más altas se hallan en Asia.
En Estados Unidos la tasa de ludopatía varía mucho de estado en estado. En New York, por
ejemplo, se ha encontrado una tasa de incidencia del juego patológico baja, de 0.5% de la
población adulta, en Florida una tasa más elevada de 3.5%, y en Nevada de 6.4% (siendo
este último estado el que presenta las mayores tasas de incidencia del país). Ross et al
(201 O) estudiando una muestra para todo el país encuentra una tasa de incidencia en
EE.UU. de 1.4% de la población adulta. 2
Para Europa, la European Gaming and Betting Association establece, realizando un meta-
análisis de los distintos estudios disponibles, que la tasa de incidencia se encuentra entre
0.5% y 3% de la población. El Reino Unido y Noruega tienen baja incidencia, 0.5% y 0.7%
respectivamente, mientras que en el otro extremo Bélgica (2.8%) e Irlanda del Norte (3.3%)
son los que tienen tasas más elevadas.
Las tasas más altas entre los estudios internacionales se observan en Singapur, Macao,
Corea, Hong Kong y Sudáfrica. En Asia, particularmente, todos los estudios dan elevadas
tasas de incidencia. Por ejemplo, en Hong Kong (SSRC (2005)) se encontró que 2.2 de cada
100 adultos sufren de ludopatía, mientras que en Corea (Williams et al (2011)) 2.6% de los
adultos, y en Singapur 2.1 % (MCYS (2005)).
2
En EE.UU. ser realizó recientemente una encuesta a nivel nacional cubriendo los 50 estados que da un
panorama de los servicios que prestan los distintos estados para atender los problemas con el juego - National
Survey of Problem Gambling Services de 2013
2012, las tasas de incidencia que estos estudios muestran van desde 0.5% a 7.6%, con una
tasa de incidencia promedio para los 202 estudios es 2.3%. Para los países que cuentan con
mediciones a lo largo del tiempo, se observa una clara tendencia decreciente. En EE.UU.,
por ejemplo, la tasa de incidencia promedio obtenida por los estudios realizados en los
1980s era de 2.2%, pero los realizados en los últimos 1O años dan una tasa promedio de
1.25%.
El estudio de Williams et al verifica lo mencionado más arriba, que Europa en general tiene
baja tasa de incidencia, que América del Norte y Oceanía tienen tasas moderadas, y que
Asia presenta tasas elevadas de ludopatía. Este estudio menciona que a nivel de ciudades
hay una tendencia a medir ludopatía más frecuentemente en lugares donde el juego está
más extendido, por lo que las comparaciones deben ser realizadas con cuidado para no
sesgar los resultados.
Cabe destacar que las tasas encontradas en este estudio son algo más altas que las
reportadas en el estudio de 201 O del Instituto del Juego y Apuestas de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (0.7% usando DSM-IV).
3. American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.).
Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
Como resume Cia (2014), los síntomas principales de una adicción conductual son:
- Descuido de las actividades habituales previas, tanto las familiares, como las académicas,
laborales o de tiempo libre.
- Estas consecuencias negativas suelen ser advertidas por personas allegadas que se lo
comunican al adicto, quien, a pesar de ello, no detiene la actividad y se pone a la defensiva,
negando el problema que padece.
4
El ítem eliminado fue "Actos ilegales. La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o
recuperar las pérdidas."
4. Evasión. El sujeto juega para mejorar de su estado de ánimo o evadirse de los
problemas.
5. Revancha. El sujeto intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
6. Mentiras. El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su
familia, amigos o terapeutas.
7. Pérdida del control. La persona ha intentado sin éxito reducir el juego.
8. Arriesgar relaciones significativas. La persona continúa jugando a pesar de que ello
suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.
9. Recurso a ajenos. La persona recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener
asistencia financiera como consecuencia del juego.
Por último una distinción habitual tiene que ver con el motivo del juego:
Existen diversas herramientas para detectar el juego patológico que ya han sido
ampliamente utilizadas a nivel mundial. Estas herramientas se aplican a través de encuestas
telefónicas, preguntas en el lugar de juego, o hasta encuestas domiciliarias con tablets
(como la última encuesta realizada por el Reino Unido).
El instrumento más citado en la literatura para detectar una "probable conducta de juego
patológico" es el South Oaks Gambling Screen (SOGS) desarrollado por Lesieur y Blume
(1987, 1993), aunque en estos últimos años el uso del SOGS ha decaído debido a cierta
evidencia de que tiende a sobreestimar los falsos positivos.
25
15
10
o
1.1") ¡--._ m ....... (T") 1.1") ¡--._ m ....... (T") 1.1") ¡--._ m ....... (T") 1.1") ¡--._ m .......
¡--._ ¡--._ ¡--._ CD CD CD CD CD m m m m m o o o o o .......
m m m m m m m m m m m m m o o o o o o
....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... ....... N N N N N N
Los distintos instrumentos tienen similitudes en las preguntas y pueden ser aplicados en
forma telefónica. Es común en los estudios recientes incluir más de un instrumento. Por
ejemplo, el Reino Unido incluyó en su cuestionario las preguntas de PGSI y de DSM-IV
para poder medir ambos índices.
Si bien muchas de las preguntas presentes en los modelos son similares, la metodología de
evaluación del puntaje resultante es diferente para cada uno y esto genera, obviamente, que
las conclusiones no sean siempre las mismas. Por ejemplo, encontramos que en los estudios
que han utilizado simultáneamente el SOGS y el PGSI han arrojado resultados diferentes de
acuerdo a cada scoring. El índice SOGS presenta por lo general porcentajes de individuos
con problemas de juego largamente superiores a aquellos que se desprenden del índice
PGSI (Australian Govemment Productivity Commission 2010).
Estudios recientes han revelado una correlación de 0.51 entre el DSM-IV y el PGSI (Orfor
et ali 2010).
IV. Metodología
Muestra
De las 1000 personas encuestadas, el 54.6% eran mujeres y el 45.4% eran hombres. 680
estaban en pareja al momento de ser encuestados mientras que 320 se encontraban solteros.
Hemos establecido seis rangos de edad, que de acuerdo a la muestra, presentan la siguiente
distribución de frecuencias.
5
El Primer Cordón abarca los 12 partidos más próximos a la Capital Federal, mientras que el Segundo
Cordón, engloba los 14 partidos que rodean al Primer Cordón.
Tabla l l. Distribución de la m ucstra por género y grupos de edad
Tabla 12. Clasificación del individuo encuestado de acuerdo a los índices utilizados para
medir problemas con el juego
Nuestro estudio fue principalmente diseñado para implementar la metodología PGSI, la que
se utiliza más frecuentemente en la actualidad. Sin embargo, bajo ciertos supuestos se
pueden recuperar del cuestionario los índices DSM-IV y SOGS.
Algo similar se hizo para la pregunta DSM5 "¿Alguna vez perdió dinero jugando y volvió a
jugar al otro día para recuperarlo?", que fue computada usando la pregunta PGSI "En los
últimos 12 meses, cuando apostó, ¿Volvió al otro día para tratar de recuperar el dinero
perdido?)"
Estas dos preguntas PGSI y DSM eran muy similares y consideramos generaría fatiga en el
encuestado repetir preguntas similares.
Del cuestionario SOGS, caído en desuso en los estudios más recientes, incluimos sólo
algunas preguntas, por lo que para computar el índice tenemos que hacer varios supuestos
sobre las preguntas incluidas en el PGSI y en el DSM.
La pregunta SOGS4 "Cuando usted pierde dinero, ¿Con qué frecuencia regresa para
recuperar lo perdido?" ha sido tomada por la pregunta 3 del PGSI (citada anteriormente)
dada la similitud. En este caso se le asignó un punto a las respuestas "a menudo" y "casi
siempre", conforme a lo dispuesto por el SOGS. La pregunta SOGS5 "¿Ha afirmado alguna
vez haber ganado dinero cuando en realidad había perdido?" fue reemplazada por la
número 6 del DSM-IV "¿Ha mentido alguna vez a su familia u otras personas para
esconder su juego?", ya que son similares. Se le asignó un punto entonces a la respuesta
"si" y cero al "no".
En esta sección se buscó conocer la opinión de la población respecto al juego con apuestas
a modo de tener una percepción general de cómo este tipo de actividades son vistas a nivel
general. Para ello se les pidió a los encuestados que dijeran cuán de acuerdo estaban con
una serie de afirmaciones, cada una de las cuales se presenta en la siguiente tabla.
Tabla 13. Distribución porcentual de las opiniones sobre el juego con apuestas
Hay demasiadas oportunidades para apostar 22,2% 54,9% 16,0% 2,6% 4,4% 100,0%
hoy en día que predispone a la gente a jugar
más
La mayor parte de la gente que apuesta lo 15,1% 48,4% 26,6% 4,7% 5,3% 100,0%
hace conscientemente
El gobierno no debería prohibir o limitar el 39,1% 48,8% 7,9% 2,0% 2,2% 100,0%
juego sino contar con políticas para prevenir
la adicción al juego
De acuerdo a estas respuestas, puede observarse que la mayor parte de los encuestados
estuvo de acuerdo con que cada persona debe contar con el derecho de apostar cuando lo
desee. Sin embargo, más del 60% consideró que el gobierno debería desalentar el juego con
apuestas, aunque también piensan que la prohibición del juego expandiría el juego ilegal
(82.6%). Por otro lado, más del 80% acordó con que el apostar es peligroso para la vida
6
Todos los resultados que se presentan a continuación han sido ponderados de acuerdo al peso que cada uno
de los estratos muestrales en la población general del Gran Buenos Aires.
familiar y con que el gobierno debería contar con políticas para prevenir la adicción al
Juego.
Este patrón de percepciones son bastante generalizadas y no hay diferencias entre las
distintas regiones cubiertas, por género o el tipo de jugador (si es un jugador patológico o
no).
(%de personas que están muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación correspondiente)
{%de personas que están muy de acuerdo o de acuerdo con la afirmación correspondiente)
El 34.3% de los encuestados jugó al menos una hora en los últimos 12 meses a algún juego
por apuestas mencionados en la encuesta, a saber: lotería y afines, máquinas tragamonedas,
bingo, apuestas deportivas, apuestas por intemet, apuestas en ámbitos privados y casino. De
los que juegan, el 61 % le dedican menos de una hora por semana.
Los que juegan con una frecuencia elevada (más de 3 horas por semana) representan el
2, 7% del total de los adultos encuestados. Se registran diferencias geográficas en la
frecuencia. En CABA+GBA norte el juego por apuestas está mucho menos generalizado
como conducta, ya que el 66,5% de los encuestados afirmaron no haber jugado por apuestas
en los últimos 12 meses, comparado con GBA oeste y sur donde sólo el 59,8% de los
adultos encuestados no jugaron.
CADA+ GBAOeste+
Diferencia
GBA Norte GBASur z
(1)-(2)
(1) (2)
Total 100,00 100,00
Nota: z estadístico para test de diferencia de proporciones.
***diferencia significativa al 1%, significativa al 5%, significativa al 10%.
Los juegos de lotería y afines (lotería, quiniela, quini6, brinco, loto, telekino o similares)
son los que mayor penetración tienen en la sociedad, ya que el 21 % de los encuestados
juegan al menos una vez al mes Es a su vez el juego que más frecuencia tiene, ya que el
13.3% de los que juegan a este tipo de juegos lo hace más de 5 veces al mes.
(porcentaje sobre el total encuestado que juega a ese tipo de juegos al menos una vez al mes)
Bingo 8,937%
Casino 8, 179%
Menos de una
10.49% 7.50% 6.75% 1.89% 0.16% 3.68% 6.45%
Vez al mes
Entre 1 y 5
7.68% 2.13% 1.75% 0.70% 0.00% 1.04% 1.26%
...eces al mes
Más de 5 ...eces
1.82% 0.41% 0.30% 0.00% 0.00% 0.08% 0.27%
al mes
Diariamente 0.97% 0.09% 0.14% 0.45% 0.17% 0.25% 0.20%
Figura 8. Distribución de encuestados por cantidad de clases de juego que juega regularmente
70 65,73
60
so
40
30
20
10
0,25 0,06 0,1
o
o 1 2 3 4 5 6 7
El patrón por tipo de co-juego más común es el de Lotería y Afines+ Bingo, que representa
al 4,8% de los jugadores, seguido por Máquinas Tragamonedas + Bingo, 4,3%.
En primer lugar, la penetración de la lotería y juegos similares (Lotto, Quini6, etc), los más
populares entre las siete tipologías de juegos planteadas, aumenta fuertemente con la edad.
En las personas entre 18 y 25 años de edad sólo el 8% apuesta en estos juegos, pero este
porcentaje va creciendo hasta llegar al 35% en el grupo de mayor edad. Al revés pasa con
los juegos en ámbitos privados, que decae con la edad. Para el resto de los tipos de juegos
no hay una fuerte relación entre edad e incidencia del juego.
Por género, encontramos que el juego por apuestas está más generalizado entre los
hombres, que tienen mayores tasas de incidencia para todos los tipos de juego, excepto para
el bingo y las máquinas tragamonedas. La mayor diferencia en la incidencia en el juego por
género se da en las loterías y afines, donde la decisión de juego tal vez sea un aspecto
familiar que individual (podría ser la familia quién compra el billete).
Figura 9. Tasa de penetración del juego por tipo de juego y grupo de edad
Porcentajes -Lotería y afines
40%
-Máquinas
35%
Traga monedas
30% -Bingo
25%
20% -Apuestas Deportivas
15%
-Apuestas por Internet
10%
5% -En ámbitos privados
0%
18-25 26-35 36-45 46-55 56-65 Más de -Casino
65
Figura 10. Tasa de penetración del juego por tipo de juego y género
30%
25% -t-Hombre
20% -Mujer
15%
10%
5%
Tipo de juego
Finalmente, no existe una diferencia muy importante entre la tasa de penetración de un tipo
de juego y el nivel socioeconómico del hogar. Tal vez la diferencia más notoria para
mencionar es la tasa de penetración del casino en los segmentos medios, que es más del
doble que la tasa del segmento más pobre. Este segmento juega relativamente menos a las
loterías y juegos afines.
Figura 11. Tasa de penetración del .iuego por tipo de juego y nivel socioeconómico
----------·-----·--··--·--·-------------·-··--·-···--··--··---------·----------
Porcentajes .,..._Alto
25% -Medio
20% ......,.Bajo
15%
10%
5% Tipo de
0% juego
Figura 12. Principales razones para jugar con apuestas (en porcentaje del total de jugadores)
Razones oara
Ganar dinero 62.7%
Divertido o emocionante
Ser sociable
Porcentaje
s
Analizando las razones del juego por nivel socioeconómico (NSE) no se perciben grandes
diferencias excepto para socializar, que es un motivo un poco más frecuente entre aquellas
personas clasificadas como de NSE bajo, y no tan frecuente entre los de NSE alto.
Disminuyó
Aumentó
Porcentaje
s
Tabla 20. Evolución reciente en el juego por apuestas
En primer lugar le preguntamos a todos los encuestados si sentían que tenían problemas con
el juego, y tenían tres opciones: "sí'', "en el pasado, ahora no", "no". Los resultados se
muestran en la siguiente figura, donde se aprecia que el porcentaje de encuestados que
admite actualmente tener un problema con el juego es del 1.73%, un porcentaje que se
aproxima a los obtenidos por los índices de ludopatías que analizamos en el próximo
capítulo de este artículo. Por otro lado hay un 4,45% de jugadores que admiten haber tenido
problemas con el juego en el pasado. En este grupo de personas, el 72% no ha jugado a
ningún juego por apuestas en los últimos 12 meses, pero un 12% de ellos le dedica
actualmente entre 1 y 3 horas por semana al juego, por lo que se los podía pensar que están
bajo situación de riesgo.
Sí En el pasado No
Figura 15. Situación actual frente al juego de personas que tuvieron problemas con el juego en
el pasado
72%
16%
11%
01% 00%
NO JUEGA
··········'-•••-Jll_
MENOS DE UNA ENTRE 1 Y 2 HORAS ENTRE 3 Y 5 HORAS MÁS DE 5 HORAS
HORA POR POR POR POR SE
Para los que tuvieron o tienen problemas con el juego (6.18% del total) se les preguntó si
habían intentado dejar el juego, a lo que el 53% dijo no. Por otro lado, resulta llamativo el
hecho de que el 61.4% no buscó ayuda en nadie a pesar de presentar problemas con el
juego, y de los que buscaron ayuda, sólo un porcentaje muy bajo lo hizo con un grupo de
ayuda o un profesional, siendo la familia o amigos el más buscado como ayuda.
Contrariamente a lo que se ha encontrado en otros países, como España (ver Echeburúa
(2014)), en nuestro estudio encontramos que son las mujeres las que más han buscado
ayuda para reducir el juego, en relación a los hombres.
54% 053%
52%
111 ¿Trató de para o jugar
50%
menos?
48%
46%
44%
Sí No
V. l. Tasas de incidencia
Esta sección del cuestionario es la más importante ya que es la que nos permite clasificar a
los encuestados en base a su actitud respecto al juego con apuestas. Al igual que se ha
hecho ya en numerosos estudios a nivel internacional - fundamentalmente en Europa,
EE.UU., Canadá y Australia - hemos clasificado a los jugadores como problemáticos o
patológicos, de acuerdo a su grado de compromiso con la adicción al juego, evaluado en
base al puntaje obtenido en los tres índices utilizados: PGSI, DSM-IV y SOGS. 7
La siguiente tabla muestra los resultados para cada indicador, de donde se desprende que
hay cierta variabilidad entre las distintas definiciones. La tasa de ludopatía más alta se
obtiene con el Indice DSM-IV y la más baja con PGSI. La incidencia medida siguiendo la
técnica SOGS debe interpretarse como tentativa o ilustrativa, ya que se realizaron algunas
adaptaciones a la metodología habitual para poder rescatar este indicador de la encuesta.
Jugadores
2,48% 1,23% 1,47%
Problemáticos
7
El puntaje para clasificar un individuo como jugador problemático según el PGSI debía estar entre 3 y 7 y
según el DSM-IV y el SOGS entre 3 y 4, mientras que para ser calificado como jugador patológico el
individuo debía obtener un puntaje superior a 7 en el PGSI o a 5 en el DSM-IV y el SOGS.
Las tasas de incidencia obtenidas pueden clasificares, de acuerdo a la comparación con
resultados de otros países, de moderadas a baja. La Región Metropolitana de Buenos Aires
se encuentra por debajo del promedio mundial, entre el grupo de países de incidencia
relativamente baja, comparable a varios países de Europa.
En relación a países con una menor distancia cultural con la Argentina, la tasa de incidencia
encontrada es baja. Las tasas estandarizadas son 2.3% en Italia y entre 1.2% y 1.6% en
España. En Brasil, Tavares et al (2010) encontró, utilizando PGSI, una tasa de juego
patológico del 1% (algo mayor que el 0.83% encontrado en nuestro estudio).
< ~,
Referencias
1 Haase et al (2011), con un N de 15002
2 Productivity Comission (1999), con un N de 3498
3 Druine et al (2006), con un N de 3002
4 Tavares et al (2010), con un N de 3007
5 Williams et al (2008), con un N de 8496
6 Williams et al (2008), con un N de 8496
7 Williams et al (2008), con un N de 8496
8 Park et al (2010), con un N de 5333
9 Williams et al, submitted to Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology (2011), con un N de 4000, se usó DSM IV NODS
10 Turja et al (2010), con un N de 4484
11 Costes et al (2011), con un N de 25034
12 Wardle et al (2011), con un N de 7756
13 Wardle et al (2011), con un N de 7756
14 De Bruin (2006), con un N de 5575
15 Hong Kong Politechnic University (2012), con un N de 2024
16 Social Sciences Research Centre (2005), con N de 2093
17 Kun (2011), con un N de 2710
18 Barbaranelli (2010), con un N de 2000
19 Pran and Ukkelberg (2010), con un N de 4636
20 Bakken and Weggenberg (2008}, con un N de 3441
21 Masen (2009), con un N de 12488
22 National Council of Proble Gambling (2012), con un N de 3315
23 Ministry of Community Development, Youth and Sports (2005), con un N de 2004
24 Ross et al (2010), con un N de 3000
25 Swedish National lnstitute of Public Health (2009), con N de 15000
26 Swedish National lnstitute of Public Health (2009), con N de 15000
27 Bondolfi (2008), con un N de 2803
28 Brodbeck (2007), con un N de 4497. se usó DSM IV NODS
29 Bondolfi (2000, con un N de 2526
30 Kessler et al (2008), con un N de 3435
31 Welte et al (2002), con un N de 2630
Ludopatía y NSE
CABA+ GBA
GBA Total
Jugadores
Juega pero Jugadores
Nunca con
no tiene Patológicos Total
Juega problemas
problemas (PGSI)
(PGSI)
1 1
MEDIO
1
65,85
1 1 »
30,97
-1
2,17
!·--g 1,00 100,00
Los ludópatas o jugadores patológicos tienen una mayor tasa de penetración en todos los
juegos. La diferencia es menor en comparación con los jugadores no patológicos en las
loterías y afines, pero para el resto de los juegos, el ludópata tiene siempre tasas más altas
de juego.
(porcentaje sobre el total de cada grupo de jugadores que juega a ese tipo de juegos al menos
una vez al mes)
44,6% 66,9%
El juego tiene una penetración (porcentaje de adultos que juegan al menos una vez al mes)
mucho mayor en las personas más adultas (40.3%), pero similar entre los grupos más
jóvenes. La ludopatía, sin embargo, se concentra mayormente en el segmento de edad
media (casi el 80% de los ludópatas están entre los 36 y 55 años).
Tabla 28. Tasa de incidencia según los rangos de edad. Medición PGSI
Edad
Hombre Mujer
Tipo de Jugador Mediana Media Mediana Media
Nunca Juega 36 39 41 42
Juega pero no tiene problemas 43 44 40 41
Jugadores con problemas 40 43 44 47
Jugadores Patológicos 43 46 50 47
Ludopatía y género
La tasa de incidencia del jugadores con problemas es similar para hombres y mujeres, pero
los hombres (1.27%) tienen una incidencia mucho mayor del juego patológico que las
mujeres (0.43%). Dicho de otra forma, son los hombres los que tienen problemas más
severos de adicción al juego. Este resultado es usual en la literatura internacional.
Echeburúa (2014) destaca que en general solo el 30% de los ludópatas son mujeres.
Nuestros resultados indican una diferencia similar para la Argentina: el 71 % de los
identificados como ludópatas son hombres y sólo el 29% mujeres). LaPlante et al (2006)
asocian esta mayor incidencia de juego patológico en los hombres con la mayor penetración
que el juego ha tenido entre los hombres, algo que también es cierto en nuestro estudio.
Un tema relevante que ha suscitado recientemente una gran cantidad de interés científico es
la diferencia en los patrones y hábitos de juegos por género. Spunt, Lesieur, Liberty y Hunt,
(1996) encuentran que los hombres y mujeres difieren tanto en lo mucho que apuestan
como en los tipos de juegos que juegan.
También existe evidencia que el trastorno del juego patológico se desarrolla en forma
diferente entre hombres y mujeres (Potenza et al, 2001 ;. Shaffer, LaBrie, LaPlante, y
Kidman, 2002; Tavares, Zilberman, Beites, y Gentil, 2001). Los hombres suelen comenzar
a jugar por apuestas mas temprano en la vida, reportan una lenta aparición de problemas, y
buscan ayuda mucho después de desarrollar problemas. Las mujeres por otro lado tienen un
comportamiento denominado de "telescopio", se inician al juego más tarde en la vida, pero
desarrollan el problema más rápidamente, a la vez que buscan ayuda con mayor rapidez.
Grant et al (2012), por ejemplo, analiza 71 jugadores patológicos, encontrando que los
hombres se inician en promedio al juego a los 22,4 años, mientras que las mujeres a los
31, 1 años, y un período mucho más corto de tiempo desde que comenzaron a jugar hasta
que llegan al nivel de juego patológico (8 años en mujeres, 12 en hombres).
lbañez et al (2003) muestra que los jugadores patológicos hombres juegan a juegos
distintos que las mujeres, con niveles de severidad similares, y comorbilidad similar
excepto por algunas pequeñas diferencias a saber: los jugadores patológicos varones
muestran mayor dependencia del alcohol y sufren más a menudo se trastorno antisociales
de la personalidad, mientras que las mujeres tenían mayores tasas de trastornos afectivos e
historias de abuso físico previo como factores diferenciales de comorbilidad.
Echeburúa (2014) muestra que en España existen diferencias de género tal vez asociada con
valores culturales en la respuesta a la ludopatía, y la mujer busca mucho menos
frecuentemente ayuda externa para solucionar sus problemas. De esta forma, mientras que
en este país se estima que el 30% de los ludópatas son mujeres, sólo entre el 1O y el 15% de
los que inician tratamiento son mujeres. Echeburúa et al. (2014b) encuentra que en España
el 62% de las mujeres adictas al juego contaban solo con un nivel educativo bajo y un claro
predominio de las amas de casa (más del 80% de las mujeres adictas).
Algunos autores afirman que las diferencias de género pueden deberse a un pasado reciente
distinto según el género. También hay autores que asocian al juego patológico con factores
genéticos. Estudios realizados sobre datos de mellizos criados en distintos ambientes
encuentran una fuerte correlación en el desarrollo del juego patológico, indicando que
existe una fuerte correlación entre genética y el juego patológico (e.g. Shah (2005), Lobo y
Kennedy (2009).
En nuestro estudio, hay una fuerte diferencia en la penetración del juego por género. Como
se expuso anteriormente, casi el 72% de las mujeres encuestadas no juegan por apuestas,
cuando este ratio es de 56.4% para los hombres. Dado que los hombres están mucho más
expuesto al juego que las mujeres, la pregunta interesante es saber cuántos de los
individuos que juegan por apuestas desarrollan la patología. Decíamos que de acuerdo a
PGSI el 1,3% de los hombres y el 0,43% de las mujeres eran jugadores patológicos. Si
hacemos el ratio sobre los que juegan solamente, estas tasas son de 3,1 % para los hombres
y 1,5% para las mujeres, lo que indica que aun controlando por la exposición diferencial los
hombres que juegan tienen más chances de desarrollar la patología que las mujeres.
Es interesante notar que en nuestro estudio no hay diferencias significativas entre la edad
promedio por género de los jugadores patológicos (46 años para los hombres, 47 para las
mujeres).
Ludopatía y familia
Casi la totalidad de los ludópatas están en pareja. La tasas de incidencia de problemas con
el juego o juego patológico representa el 3,5% de las personas en pareja pero solo el 2,85
de los que están solos. Por otro lado, el 70.4% de los que están solos no juegan por
apuestas, mientas que este porcentaje es de 63,6% para los que están en pareja. Como hay
una relación entre el juego y la edad, si se restringe la comparación a los adultos mayores
de 35 años el resultado no cambia, el 70.4% de los que están solos no juegan, mientras que
entre los casados este porcentaje es del 62%.
Ludopatía y educación
SECUNDARIO
UNIVERSITARIO UNIVERSITARIO
INCOMPLETO/
COMPLETO O INCOMPLETO / TOTAL
PRIMARIO
POSGRADO TERCIARIO/
COMPLETO
Nunca Juega 75,03 70,0 57,79 65,73
Juega pero no tiene problemas 23,85 27,41 37,44 30,96
Jugadores con problemas 0,0 1,97 3,73 2,48
Jugadores Patológicos 1,12 0,63 1,04 0,83
Total 100 100 100 100
V.3. Comorbilidad
Se incorporaron preguntas sobre problemas de salud para identificar a grueso modo algunos
problemas de comorbilidad. Se le pidió a la gente que identifique su estado se salud en tres
categorías, bueno, regular y malo. Como era de esperar hay una fuerte correlación entre el
estado de salud y el juego. La tasa de incidencia del juego patológico asciende hasta el
11,4% entre los que se autoidentifican con un estado de salud malo (que son sólo 20
personas del total). La gran mayoría se identifica con un buen estado de salud (el 81,4%).
81,93
16,31
1,75
32%
Nunca Juega
il
Juega pero no tiene problemas --04% 03%
Problema + Patológico
En nuestro cuestionario incluimos, con el fin de expandir el tamaño muestra) a bajo costo,
preguntas sobre el juego para otros miembros de la familia mayores de edad. Esta no es la
forma habitual de medir ludopatía, que siempre es autoreferenciada. Básicamente
preguntamos si a criterio de quién contesta la encuesta, algún miembro adulto de su familia
enfrentaba problemas con el juego. Luego en caso afirmativo le pedíamos a la persona
encuestada que responda las preguntas de PGSI por el adulto referido. El principal
resultado obtenido aquí es que el 100% de los familiares identificados con problemas con el
juego caen en la categoría, según PGSI, de jugador patológico. Dicho de otra forma, la
pregunta subjetiva de si consideraba que algún miembro del hogar tenía problemas fue
contestada afirmativamente cuando dicha persona era patológica. Esto puede deberse a
dificultades de identificación, o a la definición subjetiva implícita en el jugador problema.
Con la medición indirecta realizada se encontró una tasa de incidencia de juego patológico
de 0,94%, similar a la encontrada cuando se analizó al encuestado exclusivamente. La
ventaja del método indirecto explorado en este estudio es el tamaño muestra}, al costo de
1000 encuestas cubrimos en forma indirecta a 3288 adultos (los que habitaban esos 1000
hogares) con un resultado estadísticamente similar para la incidencia de la ludopatía.
V.5. Ludopatía comparada con otros comportamientos adictivos
Para tener una referencia más general del problema de la ludopatía, analizamos Jos
resultados de nuestro estudio en el contexto de otros comportamientos adictivos.
En la comparación hay que tener en cuenta que a diferencia de lo que ocurre para los
estudios de ludopatía, cuando se analiza el consumo de sustancias psicoactivas (alcohol,
tabaco, drogas lícitas e ilícitas) las tasas de incidencia o prevalencia se computan teniendo
un límite de edad más bajo, por lo general analizando la población que va de los 12 o 16
años a los 65 años, mientras que en ludopatía se analiza la tasa de incidencia para Ja
población mayor de 18 años. Esta diferencia de rangos de edades se sustenta en que Jos
comienzos en los consumos son distintos, y particularmente en el caso de la ludopatía los
menores de edad tienen muy poco acceso al juego. Incluir segmentos de población con baja
tasa de incidencia afecta el resultado general bajando el promedio.
Otro aspecto a resaltar es que así como en los estudios sobre problemas con el juego se
habla de jugadores problemáticos y patológicos, en los estudios sobre sustancias
psicoactivas hablamos de consumidores problemáticos (principalmente para bebidas
alcohólicas) o consumidores dependientes.
Por otro lado, para analizar la dependencia del consumo de drogas ilícitas y tabaco se
utiliza un índice llamado CIE 1O (Clasificación Internacional de Enfermedades, décima
versión). El mismo consta de 1O ítems y se considera dependiente a aquél que presente al
menos 3 respuestas afirmativas a cualquiera de esas 1O preguntas.
La Tabla 33 resume los resultados de esta comparación, incluyendo en la última fila los
resultados de nuestro estudio. Como puede observarse, la ludopatía tiene una baja tasa de
incidencia en relación a otros consumos problemáticos, mucho menor que el consumo de
alcohol y el tabaco, por debajo de las drogas ilícitas, aunque dos veces mayor al de las
drogas lícitas.
Consumo Año
Prevalencia Prevalencia
problemático o del Ref.
año mes
dependiente estudio
56.30% 44.50% 5.79% 2010 (1)
Alcohol
58.06% 47.03% 7.50% 2008 (2)
Tabaco 29.30% 27.40% 6.80% 2010 (1)
Drogas
3.60% 2.60% 1.00% 2010 (1)
ilícitas
Drogas
1.31% 0.71% 0.37% 2010 (1)
lícitas
34.3% (4)
Juego 2.48% 0.83% 2015 (3)
13.4% (5)
(1) Sedronar (2010)
(2) Informe sobre el Consumo de las Drogas en las Américas 2011, Observatorio Interamericano de
Drogas (OID) a través de la OEA.
(3) Resultados propios
(4) Porcentaje de personas que jugaron al menos una vez a un juego por apuestas en los últimos 12
meses.
(5) Porcentaje de personas que jugaron al menos una hora por semana en el último mes.
Al igual que en los estudios sobre ludopatía, en los estudios sobre el consumo de sustancias
psicoactivas son los hombres quienes presentan porcentajes más altos de consumo problemático o
dependiente, aunque aquí esta tendencia es aún más pronunciada, sobre todo para el alcohol y las
drogas ilícitas. Así por ejemplo, mientras que el ratio de jugadores problemáticos o patológicos
entre hombres y mujeres es de 1.53, el ratio de consumidores problemáticos de alcohol es de 5.91 y
el de consumidores dependientes de drogas ilícitas es de 5.25. Para el consumo de tabaco, sin
embargo, similar o aún menor que el observado para problemas con el juego.
Respecto a las diferencias por grupos de edades, se observa un mayor consumo de sustancias
psicoactivas entre los 18 y los 34 años de edad, con excepción del consumo de tabaco que es más
frecuente luego de los 34 años.
Finalmente, al igual que en los estudios sobre la ludopatía, las diferencias de consumo problemático
o dependiente no presentan grandes variaciones de acuerdo al nivel socioeconómico de la población
Sin embargo, esas diferencias se traducen en el tipo de juego o de sustancia consumida. Así, por
ejemplo, si bien el consumo de sustancias ilícitas está distribuido de forma prácticamente equitativa
entre la población, se observa que un mayor consumo de cocaína está relacionado con niveles de
ingresos de medio a altos, mientras que la pasta base se relaciona con los niveles más bajos. El
consumo de alcohol y tabaco no está tan relacionado con el nivel socioeconómico.
VI. Conclusiones
El presente trabajo muestra los resultados de una encuesta especialmente diseñada para
medir la ludopatía en la Región Metropolitana de Buenos Aires. Sus resultados son
consistentes con el único estudio previamente realizado en la Ciudad de Buenos Aires.
Estos resultados indican que la tasa de incidencia de la ludopatía en dicha región es baja en
comparación a otros países del mundo. Por ejemplo, de acuerdo al Índice PGSI, el utilizado
con mayor frecuencia actualmente en los estudios internacionales, la Región Metropolitana
presenta una tasa de incidencia de la ludopatía (jugador patológico) del 0,83% de la
población adulta (ludópata). En los estudios realizados para otros países del mundo las tasas
de incidencia del juego patológico van desde un mínimo de 0,2% a un máximo de 7% de la
población adulta.
Los jugadores con problemas que no llegan a ser patológico (según PGSI) representan el
2,48% de la población adulta, y las personas que juegan en forma moderada sin presentar
ningún tipo de problemas es del 31 % (casi el 66% de las personas encuestadas no juegan
por apuestas).
En cuanto a la caracterización del jugador patológico, encontramos que el que tiene este
problema juega más a todos los juegos por apuestas, aún los de menor difusión como las
apuestas por intemet o apuestas deportivas. Las chances de ser hombres es 3 veces mayor a
la de ser mujer, ya que la tasa de incidencia de la ludopatía para los hombres es de 1,27% y
para las mujeres de 0,43%. También es más probable que esté en un rango medio de edad,
entre los 35 y 55 años (que es cuando la tasa de incidencia es mayor).
Finalmente, comparado con otros problemas como la adicción al alcohol, el tabaco y las
drogas, encontramos que la ludopatía en el país presenta tasas de incidencia mucho más
bajas. Por ejemplo, según Sedronar, casi el 6% de los adultos tienen un consumo de alcohol
problemático (o dependiente), un 7,5% de para el tabaco, y el 1% de la población son
consumidores dependientes de drogas ilícitas.
Referencias
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Zealand?" The New Zealand Department of Internal Affairs. p. 28.
Capetillo Ventura, Nelly y Sarith Jalil Pérez (2014) "Juego patológico, depresión y
trastorno de personalidad: caso clínico en una mujer joven" Rev Biomed 2014;
25:92-97.
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Pública, Volúmen 3, Nro 11.
Eades, John (2003). Gambling Addiction: The Problem, the Pain, and the Path to Recovery.
Vine Books.
European Gaming and Betting Association (2012) "Problem Gaming". April 4, 2012.
Ferris, J., & Wynne, H. (2001). The Canadian problem gambling index: Final report.
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La Ludopatía en Argentina
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57
La Ludopatía en Argentina
Anexo 1. Muestreo
Se diseñó una muestra probabilística, bietápica, estratificada, representativa del universo,
integrado por población residente en hogares particulares, de 18 y más años, perteneciente
al Gran Buenos Aires (Ciudad de Buenos Aires y partidos del primer y segundo cordón del
Conurbano ).
Probabilística, porque cada hogar seleccionado del universo estudiado y las personas de las
edades consideradas que sean finalmente elegidas, tienen una probabilidad de selección
conocida y superior a cero. Este tipo de muestra permite establecer anticipadamente la
precisión deseada en los resultados principales, y calcular la precisión observada en todos
los resultados obtenidos. El conocimiento de la probabilidad de selección de los
encuestados y la información de no respuesta y rechazos permite el cómputo de los
ponderadores necesarios para el posterior análisis de la información reunida.
Bietápica: Dentro de cada uno de los dominios que integran la muestra se seleccionaron
teléfonos correspondientes a hogares particulares de manera aleatoria simple (Unidades
Primarias de Muestreo). Y al interior de cada hogar se seleccionaron respondentes de
acuerdo con las cuotas de sexo y edad preestablecidas (Unidades Secundaria de Muestreo).
El tamaño final de la muestra alcanzó los 1000 casos. El error estadístico global de la
muestra para una estimación cualquiera, bajo hipótesis de máxima dispersión (p=0,5), es
inferior a +/-3.2% para un 95% de confianza.
58
La Ludopatía en Argentina
Si la respuesta es "NO", pedir por un mayor, si no está, agradecer y dar por finalizada la encuesta.
Le leeré una serie de afirmaciones relacionadas al juego con apuestas, tal como el casino, bingo, lotería,
quini6, loto, tragamonedas, apuestas por internet, etc. Por favor diga si está muy de acuerdo, de acuerdo, en
desacuerdo o muy en desacuerdo con cada una de las siguientes afirmaciones.
Muy de De En Muyen
Afirmación acuerdo acuerdo desacuerdo desacuerdo
• Actividades de ocio
3. ¿Cuál de las siguientes actividades suele realizar? Responda "Sí" o "No" para cada una de ellas.
Actividad Si No
a) Deporte
b) Pasar tiempo con amigos o familia
c) Mirar televisión
d) Pasar tiempo navegando en internet
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La Ludopatía en Argentina
• Juego
Para los que contestan de manera afirmativa por lo menos a una actividad
18. ¿Cuánto horas por semana le dedica a las actividades hasta ahora mencionadas?
a) O horas (nuncajuego)
b) Entre 1 y 2 horas por semana
c) Entre 3 y 5 horas por semana
d) Más de 5 horas por semana
• Razones
19. ¿Cuál de las siguientes razones lo motiva a apostar? Para cada una diga "SI" o "NO"
Razón Si No
a) Porque es divertido o emocionante
b) Para ganar dinero
c) Para ser sociable
d) Para pasar el tiempo o no aburrirse
60
La Ludopatía en Argentina
• Comportamiento en el juego
20. En el último año, ¿Su participación en juegos como los mencionados hasta aquí
a) Aumentó?
b) Disminuyó?
c) Se mantiene igual?
SECCION A. Indice PGSI (Problem Gambling Severity Index desarrollado por el Problem Gambling
Ontario Institute)
Las siguientes preguntas se refieren a su comportamiento respecto al juego en los últimos 12 meses.
PGSII. En los últimos 12 meses ¿Ha apostado más de lo que realmente podría darse el lujo de perder?
PGSI 2. En los últimos 12 meses ¿ha sentido la necesidad de jugar grandes cantidades de dinero para
conseguir la misma sensación de emoción?
PGSI 3. En los últimos 12 meses Cuando apostó, ¿ha vuelto al volver otro día para tratar de recuperar el
dinero perdido?
PGSI 4. En los últimos 12 meses ¿Ha pedido dinero prestado o ha vendido algo para conseguir dinero para
jugar?
PGSI 5. En los últimos 12 meses ¿Ha sentido que usted podría tener un problema con el juego?
PGSI 6. En los últimos 12 meses ¿El juego te causa algún problema de salud, como estrés o ansiedad?
PGSI 7. En los últimos 12 meses ¿La gente te ha criticado por tus apuestas o te dijo que tenías un problema
con el juego, independientemente de si usted pensaba que era cierto o no?
PGSI 8. En los últimos 12 meses ¿Su juego le causó algún problema financiero a usted o su familia?
PGSI 9. En los últimos 12 meses ¿Se ha sentido culpable por la forma en que juega o lo que pasa cuando
juega?
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La Ludopatía en Argentina
SI NO
SOG9 Has sentido alguna vez remordimiento por tu manera de jugar?
DSMI ¿Te ha pasado en forma frecuente de darte cuenta que estás pensando en el
juego (por ejemplo recordando experiencias, planificando la próxima vez, o
viendo cómo financiarlo)?
DSM3 Te has sentido irritable o cansado cuando trataste de reducir o parar de apostar?
¿Has jugado alguna vez por escaparte de una preocupación o problema o
DSM4 porque te sentías deprimido, ansioso o mal contigo mismo?
DSM6 Has mentido alguna vez a tu familia u otras personas para esconder tu juego?
DSM7 Has tratado alguna vez de dejar de jugar o jugar menos y no has podido?
SOGlO
DSM8 ¿Alguna vez has cometido, o has pensado cometer un acto ilegal para financiar
el juego?
DSMJO ¿Pediste prestado alguna vez para financiar el juego?
PGSI4
DSM9 ¿Has arriesgado o perdido una amistad, empleo o una oportunidad profesional
o educativa debido al juego?
SOG2. En los últimos 12 meses ¿Cuál fue la mayor cantidad de dinero que has apostado
en un solo día?
nunca he apostado más de $500 y menos de $1,000
$50 o menos más de $1,000 y menos de
$10,000
más de $50 y menos de $100 más de $10,000
más de $100 y menos de
$500
SOG5.
¿Alguna vez simulo haber ganado dinero cuando en realidad perdió?
nunca
sí, algunas veces (menos de la mitad de las veces que he perdido)
sí, casi siempre
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La Ludopatía en Argentina
• Salud
24. ¿Considera que su estado de salud es:
a) Bueno?
b) Malo?
c) Regular?
25. ¿fuma?
a) Si
b) No
26. La mayoría de las personas afirman tomar al menos un trago de alcohol al día. ¿Cuántos diría que
bebe usted? Un trago equivale a una lata de cerveza de cerveza, una copa de vino o una medida de
bebida fuerte como whisky, vodka o femet.
a) 1
b) De 2 a4
c) 5 o más
d) No suelo tomar alcohol
29. ¿Cuánto horas por semana diría usted que esta persona le dedica al juego?
Entre 1 y 2 horas por semana
Entre 3 y 5 horas por semana
Más de 5 horas por semana
PGSII. En los últimos 12 meses, ¿Usted diría que esta persona ha apostado más de lo que realmente podría
darse el lujo de perder?
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La Ludopatía en Argentina
PGSI 3. En los últimos 12 meses ¿cree usted que esta persona vuelve a jugar para tratar de recuperar el
dinero perdido?
PGSI 4. En los últimos 12 meses ¿sabe si esta persona ha pedido dinero prestado o ha vendido algo para
conseguir dinero para jugar?
PGSI 6. En los últimos 12 meses ¿usted diría que el juego le causa algún problema de salud, como estrés o
ansiedad?
PGSI 7. En los últimos 12 meses ¿a esta persona la gente la ha criticado o le ha sugerido problemas con el
juego por su manera de apostar ?
PGSI 8. En los últimos 12 meses ¿El juego le causó algún problema financiero a esta persona o a su familia?
• Detalles sobre el encuestado y las personas que viven en el hogar del encuestado
30. SOG3. Independientemente de si viven o no con usted, Indique si alguna de las siguientes
personas en su vida han tenido (o tienen) un problema con el juego.
padre madre
hermano( a) abuelo( a)
esposo( a) hijo(s)
un amigo u otra persona
otro pariente importante en su vida
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La Ludopatía en Argentina
En caso de que la respuesta sea "si", ¿cuánto representa la ayuda que recibe de su ingreso familiar? En
%?
INTERNET NO SI
COMPUTADORA NO SI
TARJETA DE DEBITO NO SI
TVPORCABLE NO SI
20MASAUTOS 22
lAUTO 11
NINGUNO o
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La Ludopatía en Argentina
66
La Ludopatía en Argentina
Fue desarrollado por el Problem Gambling Ontario Institute de Canadá (ver Ferris & Wynne (2001) y consiste
de 1O preguntas sobre el juego de apuestas, donde el entrevistado contesta en 4 opciones
Luego se suma el puntaje total (que tiene un máximo de 30 puntos) y se considera que:
8 o más = problema con el juego, con consecuencias negativas y una posible pérdida de control.
CUESTIONARIO
Las siguientes preguntas se refieren a su comportamiento respecto al juego en los últimos 12 meses.
2. ¿ha sentido la necesidad de jugar grandes cantidades de dinero para conseguir la misma sensación de
emoción?
3. Cuando apostó, ¿ha vuelto al volver otro día para tratar de recuperar el dinero perdido?
4. ¿Ha pedido dinero prestado o ha vendido algo para conseguir dinero para jugar?
7. ¿La gente te ha criticado por tus apuestas o te dijo que tenías un problema con el juego,
independientemente de si usted pensaba que era cierto o no?
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La Ludopatía en Argentina
9. ¿Se ha sentido culpable por la forma en que juega o lo que pasa cuando juega?
CUESTIONARIO
NORC DSM IV se basa en los criterios del DSM-IV para el juego patológico y evalúa los problemas
preguntando tanto para toda la vida y como para los últimos 12 meses. Este instrumento incluye 34-ítems y
fue diseñado como una herramienta de entrevista.
68
La Ludopatía en Argentina
Hace más preguntas que DSM IV y luego se agregan en los mismos conceptos, que se utilizan para definir el
problema.
La desventaja de esta versión es que es algo larga para contestar por teléfono.
1. Preocupación ¿Ha tenido períodos de 2 o más semanas en las que pasase una gran cantidad de
tiempo pensando en sus experiencias con el juego o planificando detalladamente futuros episodios de
juego o de apuestas?; o ¿Ha tenido períodos de 2 o más semanas en los que pasase mucho tiempo
pensando en cómo conseguir dinero para jugar?)
2. Tolerancia (¿Ha tenido períodos de 2 o más semanas en los que necesitaba jugar con cantidades de
dinero cada vez mayores, o apuestas mayores, que antes para conseguir la misma excitación?)
3. Síndrome de abstinencia (¿Ha intentado alguna vez dejar, reducir o controlar su juego?; y En una o
más de estas ocasiones de intento de dejar, reducir o controlar su juego, ¿se sintió intranquilo o
irritable?)
4. Pérdida de control (¿Alguna vez ha intentado dejar, reducir o controlar su conducta de juego sin
poder conseguirlo?; y En el caso de que fuese así, ¿ha sucedido 3 o más veces?)
5. Escape (¿Ha jugado alguna vez como una forma de escapar de los problemas personales?; o ¿Ha
jugado alguna vez para aliviar sentimientos desagradables como culpabilidad, ansiedad, indefensión
o depresión?)
6. Recuperación compulsiva (¿Ha tenido alguna vez un período en el cual si perdía dinero en el juego
volvía otro día para recuperarlo?)
7. Mentir (¿Ha mentido alguna vez a su familia, amigos o a otros sobre cuánto juega o cuánto dinero
perdía en el juego?; y Si es así, ¿esto ha sucedido 3 o más veces?)
8. Actos ilegales (¿Ha extendido alguna vez un cheque sin fondos o cogido dinero que no era suyo de
familiares u otra persona para gastar en el juego?) ELIMINADO POR DSM V
9. Arruinar relaciones significativas (¿Le ha causado alguna vez el juego problemas graves o repetidos
en su relación con algún familiar o amigo?; o ¿Le ha producido el juego algún problema con los
estudios, como por ejemplo perder clases o días de escuela o suspender algún curso?; o ¿Le ha
causado el juego la pérdida de un trabajo, tener problemas en el trabajo o no poder aprovechar una
oportunidad profesional importante?
10. Mantenimiento financiero (¿Ha necesitado alguna vez pedir dinero prestado a un familiar, o a otra
persona, para poder salir de una situación económica desesperada causada en gran parte por su
juego?)
El South Oaks Gambling Screen tiene 16 ítems y clasifica al individuo en una de tres categorías: sin
problema, problema con el juego, y juego patológico probable.
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La Ludopatía en Argentina
CUESTIONARIO
1. Indique en cual de las siguientes clases del juego Ud. ha participado durante su vida. Para
cada clase del juego, conteste: "nunca," "menos de una vez por semana," o "una vez por semana o
más."
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La Ludopatía en Argentina
4. Cuando Ud. juega, ¿cada cuánto vuelve para recobrar el dinero que ha perdido?
Nunca
algunas veces (menos de la mitad del tiempo)
la mayoría del tiempo
Siempre
10. ¿Alguna vez ha querido Ud. dejar de jugar, pero no creyó capaz de hacerlo?
sí no
12. ¿Alguna vez ha discutido con la gente que vive acerca de cómo manejar el dinero?
sí no
13. (Si respondió "si" a la pregunta anterior) ¿Los argumentos de esas discusiones se centraron en
su comportamiento respecto al juego?
sí no
14. ¿Ha pedido dinero prestado y no lo ha devuelto como resultado de las apuestas?
sí no
15. ¿Alguna vez perdido tiempo de trabajo o de estudio debido a apostar dinero?
sí no
16. Si alguna vez ha pedido dinero prestado para jugar o apostar, ¿Quién le
prestó o dónde obtuvo ese dinero? Conteste "sí" o "no" para cada caso:
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La Ludopatía en Argentina
El puntaje total en el SOGS viene determinado por la suma de puntajes parciales de cada uno de los 16 ítems
A las preguntas 1, 2, 3, 12, 16 j y 16 k no se les asigna puntaje. Al resto se le asigna un punto de la siguiente
manera:
De este modo, se suma el puntaje total (que puede dar como máximo 20 puntos) y se considera que:
5 o más = individuo que tiene problemas con el juego con posible pérdida de control
72
La Ludopatía en Argentina
En Argentina, son realmente escasos los trabajos de este tipo y la mayoría de las veces es tratado
junto a otras adicciones y no de forma individual. No obstante, en los últimos años se ha avanzado
respecto al tratamiento de esta problemática, lo que ha dado lugar a la creación de distintos
organismos que buscan darle tratamiento específico a este tipo de adicción. Un ejemplo de ello es el
Programa de Prevención y Asistencia al juego Compulsivo de la Provincia de Buenos Aires, que
depende del Ministerio de Salud. Además, la mayor atención brindada durante la última década ha
motivado la realización de distintos estudios que, aunque poco numerosos y con sus limitaciones,
han contribuido a tratar el problema de la adicción al juego de una forma más adecuada.
Uno de ellos es el libro "La adicción al juego: ¿No va más?" (Blanca y Coletti, 2006). Las autoras
son graduadas de la facultad de psicología de la UBA por lo cual encaran el problema desde una
perspectiva teórico-clínica a través de la que rechazan la estigmatización del jugador compulsivo
como un "vicioso empedernido" y definen el tratamiento adecuado que debe recibir un individuo
con problemas de esta índole.
Otro trabajo a destacar es aquél realizado por Verónica M. Dubuc y Sebastián Ibarzábal (201 O). La
investigación fue realizada por el Departamento de Ludopatía del Instituto del Juego y Apuestas de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y allí los autores realizan un Estudio de prevalencia del Juego
Patológico en la población general mayor de 17 años en la Ciudad de Buenos Aires. La conclusión
del trabajo es que el 2,5% de la muestra puede clasificarse como individuos que presenta problemas
con el juego en tanto que el 0,7% son directamente jugadores patológicos (la muestra utilizada fue
de 1200 personas y el margen de error es de un 1% para un nivel de confianza del 95%).
Finalmente, en un estudio más reciente, Martín de Lellis, Lorena Negro y Andrea Paz (2012)
describen la accesibilidad de los jugadores compulsivos y de sus familiares al sistema de salud. Los
autores realizan un abordaje cualitativo exploratorio en dos localidades de la Provincia de Buenos
Aires (Lanús y Avellaneda). Se realizaron 26 entrevistas en profundidad a jugadores compulsivos,
familiares y profesionales, lo que les permitió a los autores concluir que, si bien la problemática
tenía un reconocimiento mayor para el 2012 que para años anteriores, aún están ausentes los
mecanismos que permitan alcanzar una respuesta integral.
Como se puede inferir a partir de la descripción previamente realizada y si bien solo se mencionó
aquella bibliografia que se consideró más relevante, ninguno de los estudios realizados hasta el
momento hacen un trabajo que permita, como sí se ha hecho en algunos países europeos por
ejemplo, detectar la cantidad de población adulta a nivel nacional que presenta problemas de
adicción al juego. Esta limitación de los estudios a poblaciones más reducidas (como la Ciudad de
Buenos Aires o los municipios de Lanús y Avellaneda) suponen un inconveniente si se quiere
implementar políticas de alcance nacional que permitan darle un tratamiento adecuado al juego
patológico.
73
Estudios Gerenciales 29 (2013) 86-91
Artículo
Historia del artículo: En este artículo se aborda una de las tendencias actuales en el campo del management, el coachiJJg ontológi-
Recibido el 18 de mayo de 2011 co. Lo novedoso de esta propuesta radica en que define un fundamento estrictamente filosófico para la ad-
Aceptado el 22 de marzo de 2013 ministración y gestión de ámbitos organizacionales. A partir de un análisis del discurso de algunos textos
Clasijicadón]EL: Ml2
de difusión de uno de sus fundadores, se pretende reconocer los sentidos y las condiciones sociales que
orientan a esta nueva propuesta de gestión empresarial. Un resultado preliminar de este análisis muestra
Palabras clave: que la abstracción de los fuJJdamentos administrativos es necesaria en tanto que permite reproducir las
Discurso del management condiciones de posibilidad del control organizacional en un contexto de crisis de legitimidad de la técnica
Coaching ontológico administrativa.
Control © 2013 Universidad ICES!. Publicado por Elsevier España. Todos los derechos reservados.
Sofisticación
Autor para correspondencia: Avenida General Paz 154, 2.' piso, 5000, Córdoba,
Argentina
Correo electrónico: juanpablogonnet@gmail.com
0123-5923/$ see front matter © 2013 Universidad ICESI. Publicado por Elsevier España. Todos los derechos reservados
].P. Gonnet /Estudios Gerenciales 29 (2013) 86-91 87
El discurso del coaching ontológico se extiende a través de cursos trabajo. Los famosos experimentos Hawthorne4 desarrollados por
de posgrado, congresos, consultoras y MBA. No obstante, todavía no Mayo (Krieger, 2001) permitieron demostrar que las estructuras in-
existe un tratamiento sistemático de esta perspectiva, por lo que el formales interferían en los estructuras formales definidas por la ge-
coaching ontológico se refiere más bien a una tendencia incipiente rencia. De esta manera, se comenzó a sostener que la gestión de la
cuyas consecuencias podrán ser mejor analizadas en un tiempo futu- estructura informal era fundamental para dirigir las organizaciones.
ro. El objetivo de este artículo es interpretar y comprender los senti- En este momento, los desarrollos de la sociología y de la psicología
dos involucrados en este nuevo discurso del management. social fueron centrales para el management organizacional.
Para dar cuenta de estos sentidos, se parte de la propuesta de aná- Un tercer momento en el discurso del management se puede ubi-
lisis de discurso definida por Verón (1987), quien sostiene que es en car hacia fines de la década de los setenta y principios de Jos ochenta.
el nivel de la discursividad en donde el sentido manifiesta sus deter- En este momento, se da la crisis del modelo fordista de producción y
minaciones sociales y en donde los fenómenos sociales muestran su el paso a un modelo de producción altamente flexible y dinámico.
dimensión significante. Así. se desarrolla un análisis de Jos discursos Bajo este contexto, los esquemas y sistemas gerenciales definidos
de uno de los principales representantes y difusores del coaching on- hasta el momento se tornaban ineficientes ante una transformación
tológico. Este es Rafael Echeverría, quien se ha dedicado a fundamen- radical del sistema productivo. Los cambios constantes del mercado,
tar y difundir la perspectiva del coaching ontológico y quien se ha la competencia y las nuevas tecnologías. demandan sistemas de ges-
constituido en un referente, fundamental. de esta temática. Dados tión que respondan a esta complejidad. Esto llevó a considerar que
los límites acotados de este trabajo y de Ja incipiente novedad de este ante entornos dinámicos y cambiantes lo fundamental era generar
discurso, se consideran diversas entrevistas y ensayos que ha produ- en los empleados un mayor compromiso con la empresa y sus deci-
cido y publicado Echeverría en Ja página web de su consultora siones. Con el objeto de regular esta dimensión se empieza a recono-
( http://www.newfieldconsulting.com ). cer la centralidad de los valores en las organizaciones. En el campo
El marco conceptual tratado se remite a un discurso que se po- del management esto se reflejó en los escritos sobre cultura organi-
dría calificar de argumentativo-persuasivo ya que su finalidad es Ja zacional (Deal & Kennedy, 1985; Ouchi, 1980; Schein, 1988)5• En es-
difusión de la perspectiva a amplios segmentos de Ja población. tos planteamientos, se recalca la necesidad de desarrollar culturas
Particularmente, se analizan estos textos debido a que se pretende organizacionales fuertes que sean capaces de integrar a sus emplea-
atender a las justificaciones que legitiman el planteamiento de esta dos y generar un sentido de pertenencia. Así, las empresas van a co-
nueva perspectiva administrativa; y es, precisamente, en este tipo menzar a definir ritos, valores, misiones, símbolos, etc., que permitan
de discursos en donde se manifiesta la necesidad de dar cuenta del dar forma a esta cultura organizacional (Thyssen, 2003).
porqué de la pertinencia de adscribirse a este nuevo paradigma ad- En este trabajo se sostiene que el coaching ontológico entraría en un
ministrativo. Esto significa que no se pone el foco en una evaluación cuarto momento del discurso del management. En esta instancia. el
sistemática de los planteamientos sostenidos por la teoría del management atiende a la naturaleza del ser humano, a sus capacidades
coaching ontológico ni del coaching, sino que se busca comprender y a sus potencialidades para la productividad y efectividad organiza-
sus condiciones sociales de posibilidad. No obstante, en futuras in- cional6. Específicamente, el coac/1ing ontológico emerge de la conside-
vestigaciones será relevante considerar marcos teóricos más siste- ración de un supuesto trascendental acerca de la naturaleza lingüística
máticos con el objeto de profundizar el análisis y las hipótesis aquí del ser humano y de la articulación de esto con la idea de un adminis-
propuestas. trador que debe transformarse en un coach. Echeverría7 considera que
la palabra coach acerca al gerente a un entrenador deportivo. y lo dis-
2. Sofisticación del discurso del management tancia de un gerente tradicional más cercano a un capataz. Las funcio-
nes de este no son las de controlar, vigilar o disciplinar (funciones
En este punto, se revisa la inserción del coaching ontológico en Ja asignadas tradicionalmente a los administradores). sino que implican
evolución del pensamiento gerencial. Específicamente, se muestra la capacidad de generar responsabilidad, confianza y compromiso.
que el coaching ontológico es un discurso que implica una sofistica- Adicionalmente, este no es un coach cualquiera, sino que es alguien
ción del discurso del management. Sofisticación hace referencia a un que entiende la dimensión ontológica de la vida organizacional. Lo on-
mayor grado de abstracción en relación con los fundamentos de las tológico tiene que ver con que este discurso gerencial, según Echeve-
teorías gerenciales anteriores. El management como campo discursi- rría, incorpora desarrollos recientes del campo de la filosofía, funda-
vo se inicia a principios del siglo xx con los desarrollos de Taylor & mentalmente. el giro lingüístico y sus implicancias para la constitución
Fayol (Scott. 1988; Krieger, 2001 ). La complejidad y el tamaño que ontológica del ser humano. Para Echevarría (2003), este desarrollo de
habían adquirido las industrias a principios del siglo xx demandaban la filosofía implica la necesidad de concebir al ser humano como ente-
sistemas de control acordes. Así, fundamentalmente, Taylor fundó lo ramente mediado por el lenguaje. "Somos como somos por el lengua-
que se podría denominar el management científico (Fernández, je. En otras palabras, somos como somos en función de cómo comuni-
2007). Este management buscaba lograr la eficiencia a partir de me- camos, de las cosas que decimos, de cómo escuchamos. El lenguaje
canismos de control sumamente estandarizados. Esto se alcanzaría crea al mundo en el que vivimos, nos pone obstáculos o nos libera de
con una alta división del trabajo y con una alta burocratización de los ellos" (Echevarría, comunicación personal, s.f.). Dice Echeverría en re-
procedimientos empresariales. Cada una de las actividades que desa- lación con la ontología del lenguaje:
rrollaran los trabajadores debía estar totalmente especificada y defi-
nida (tiempos, resultados, movimientos, etc.). De esta manera, era ' En estos experimentos desarrollados por Mayo y asesorados por Malinowski Uaime
posible lograr un control adecuado de las industrias multitudinarias. de Coelho, 1997), se demostró que las interacciones sociales en las industrias eran
La empresa que se empleó como paradigma para el desarrollo del determinantes para la eficiencia de los procesos productivos.
5 Dávila & Martínez (1999) sostienen que la idea de cultura organizacional aparece
management científico fue Ford, de aquí que este modelo de gestión
con Ja eficiencia mostrada por el modelo japonés (Toyotismo) en la década de los
también fuera identificado como modelo fordista de producción
ochenta y la aparente centralidad de elementos culturales en ese modelo de gestión.
(Krieger, 2001 ). Esto se puede calificar como el primer momento del ' Las propuestas acerca de la gestión humana podrían incorporarse en este momento
discurso del management. de la evolución del discurso administrativo. "Las perspectivas de la gestión humana
Un segundo momento del discurso del management aparece con encuentran una exuberante posibilidad de hallar al ser humano que está inmerso en
las propuestas de Elton Mayo (Scott, 1998). Los desarrollos de este la organización y trabajar con base en él, en sus potencialidades. capacidades.
sentimientos y emociones, generando un valor agregado y un aspecto diferenciador
autor se oponen a algunas de las deficiencias del modelo gerencial de cada organización" (Saldarriaga. 2008. p. 153).
propuesto por Taylor. La alta burocratización y formalización de los 7 Las referencias de Echeverría de aquí en adelante corresponden al conjunto de
procedimientos industriales dejaban de lado Ja dimensión social del entrevistas y artículos publicados en su página web http://www.newfieldconsulting.com
}.P. Gonnet /Estudios Gerencia/es 29 (2013) 86-91 89
"La ontología del lenguaje representa la convergencia de 2 líneas cuada o no, lo que interesa es indagar acerca de las condiciones de
autónomas de indagación que se llevan a cabo durante el siglo xx. posibilidad de esta apropiación en el campo del management.
Curiosamente, ambas se encuentran ya esbozadas, de manera germi-
nal, en el pensamiento de Nietzsche, a fines del siglo XIX. Pero será 3. Condiciones de producción del discurso del coaching
durante el siglo pasado que ellas registran sus más importantes de- ontológico
sarrollos. La primera de estas líneas de indagación es aquella que
busca replantearse la pregunta sobre el ser humano. Entre sus repre- Siguiendo la propuesta de Verón (1987) en relación con el análisis
sentantes más destacados figuran los filósofos continentales Martin de las condiciones de producción del discurso, es necesario centrarse
Heidegger y Martin Buber. Para Heidegger la ontología es la respues- en las huellas que estas dejan en la misma materialidad de los dis-
ta que damos a la pregunta por el ser humano o dicho de otra forma, cursos. Esto implica que el análisis de las condiciones de producción
es la respuesta que damos a la pregunta sobre aquel ser que pregun- no debe ser externo ni inherente. Las gramáticas de producción de-
ta sobre el ser. No conocemos otro ser que se pregunte sobre el ser ben ser identificadas en las marcas que dejan en la materia signifi-
que no sea el ser humano. De acuerdo a cómo contestemos a la pre- cante (Verón, 1987). Desde este lugar, a continuación se reconstru-
gunta ontológica, a la pregunta sobre lo que significa ser humano, yen las condiciones de producción inscritas en el discurso del
definiremos los parámetros básicos dentro de los cuales contestare- coaching ontológico. Principalmente, se detectan 3 condiciones des-
mos cualquier otra pregunta que se nos haga. La segunda línea de de las cuales este discurso del management sería aceptable en el ac-
indagación surge de los desarrollos que se registran en la filosofía tual contexto sociohistórico: la crisis de legitimación del capitalismo
analítica, muy diferente esta de la filosofía continental. Su principal tardío (Habermas, 1998), el paso de la modernidad simple a lamo-
preocupación se dirige a replantearse el fenómeno del lenguaje. En- dernidad reflexiva (Beck, Giddens & Lash, 1994) y el advenimiento de
tre sus representantes principales podríamos mencionar a Ludwig la denominada sociedad del riesgo (Beck, 1996; Luhmann. 1992).
Wittgenstein y a J.L Austin, fundadores de la filosofía del lenguaje. A Una primera observación que hace Echeverría en relación con su
partir de sus contribuciones se logra reinterpretar el carácter del len- propuesta tiene que ver con un diagnóstico general de la crisis de
guaje. Mientras nuestra concepción tradicional concebía al lenguaje época que enfrentan las empresas. Por ejemplo, menciona:
como algo fundamentalmente pasivo y descriptivo, como un instru-
mento al servicio de la conciencia que le permite a asta expresar, "Las corporaciones actuales están en crisis, hay que reinventar
transmitir y comunicar lo que percibimos, pensamos y sentimos, los una nueva forma de hacer empresas. Lo más interesante de la actual
filósofos del lenguaje disputan esa interpretación y nos muestran coyuntura empresarial es que en lo central, ella compromete el modo
que el lenguaje también es activo y generativo. Con el lenguaje no de hacer empresa todavía vigente en todo el mundo. Lo importante
solo describimos y transmitimos lo que observamos. Los seres huma- es que se trata de una crisis generalizada" (Echeverría en "Empresas
nos también actuamos a través del lenguaje y al hacerlo transforma- deben ir desde el control hacia la autonomía responsable", s.f.)
mos nuestras identidades y el mundo en el que vivimos, transforma-
mos lo que es posible y construimos futuros diferentes" (Echevarría, Para Echeverría la crisis del modelo empresarial da cuenta de la
comunicación personal, s.f.). pérdida de legitimidad de un modo de gestionar las organizaciones.
Este modelo fracasa porque está destinado a trabajadores principal-
Echevarría sostiene que el management pasa por la capacidad del mente manuales. Con la emergencia y difusión del trabajo no ma-
coach de operar con el lenguaje para transformar realidades. Es decir, nual, los modelos de gestión clásicos entran en contradicción con las
el coac/1 debe poder aplicar la ontología del lenguaje a sus procedi- exigencias de este nuevo tipo de trabajos. Habermas (1998) presagia-
mientos de gestión. Si el lenguaje constituye toda la realidad, incluso ba una potencial crisis de legitimación y de motivación de los profe-
la de las organizaciones y la de las personas que en ella trabajan, el sionales en el capitalismo tardío, debido a que sus motivaciones cul-
administrador debe gestionar estas comunicaciones con el objeto de turales (ligadas a la educación y a la capacitación) entrarían en
"derribar fronteras y descubrir nuevas posibilidades" (Echevarría, co- contradicción con las necesidades de los sistemas burocráticos y eco-
municación personal, s.f.). nómicos. Es interesante notar, que este diagnóstico se encuentra pre-
Esta interdiscursividad entre el management y el discurso filosófi- sente en los postulados de Echeverría. Para este, el problema radica
co (Echeverría dice: "Hay una gran sintonía entre lo que sucede en las en cómo hacer más productivo el trabajo no manual (cómo motivar
empresas y lo que sucede en la filosofía" [Echevarría, comunicación trabajadores educados).
personal, s.f.]), lleva a pensar en una sofisticación del discurso del
management, es decir, en una abstracción del mismo a fundamentos "... Es indispensable reconocer que el trabajo no es un fenómeno
no científicos (no empíricamente fundamentados). De acuerdo con unitario que remite a una misma raíz. Hay 2 tipos de trabajos dife-
los momentos del discurso del management identificados más arriba, rentes y ellos son irreductibles. Tenemos, por un lado, el trabajo ma-
es posible observar que en todas las etapas anteriores no existía una nual cuyo poder transformador descansa en la destreza tísica del
referencia a un discurso tan abstracto como el filosófico. Adicional- trabajador. Tenemos, por otro lado, el trabajo no manual, cuyo poder
mente, en los discursos anteriores al coaching ontológico, la referen- transformador descansa en el carácter generativo de las conversacio-
cia siempre constituía alguna ciencia empírica. Así, el primer mo- nes. Podemos, por tanto, apreciar cómo la "ontología del lenguaje"
mento del management denominado científico estaba vinculado a los conduce al desarrollo de nuestra propuesta empresarial" (Echevarría,
desarrollos de la ciencia conductista y de la psicología experimental; comunicación personal, s.f.).
el management de las relaciones humanas propuesto por Mayo esta-
ba vinculado a los desarrollos de la sociología y la psicología social; Desde este lugar, el coaching ontológico se concibe como una téc-
y el management de la cultura organizacional se encontraba vincula- nica gerencial que asume la crisis de los modelos tradicionales que se
do a la antropología. A diferencia de esto, el coac/1ing ontológico no muestran inaplicables para trabajadores no manuales (personal cuyo
se vincula con ninguna ciencia empírica, sino que su fundamento se trabajo depende del carácter generativo de las conversaciones).
encuentra en la reflexión y especulación filosófica•. No es objeto de Otra huella que se encuentra en los escritos de Echeverría hace re-
este trabajo analizar si la apropiación del discurso filosófico es ade- ferencia a los fundamentos de su propuesta. Como se mencionó más
arriba, este autor fundamenta su propuesta de management en discur-
sos, principalmente, filosóficos (de autores como Nietzsche, Derrida,
• Echeverría cita como interlocutores relevantes a Jürgen Habermas, Niklas Luhmann. Wittgenstein, Austin, entre otros; y temáticas: ontología y filosofia del
Michel Foucault. jacques Derrida. jean Braudillard. lenguaje). En esta dirección, surge la pregunta acerca de las condicio-
90 ].P. Gonnet /Estudios Gerenciales 29 (2013) 86-91
nes que hacen que el discurso filosófico sea enunciable (pertinente) en de sus deficiencias. Para ambos autores, una de las consecuencias de
el discurso del management. En este lugar, son interesantes los desa- la sociedad del riesgo es que el control se hace cada vez más dificil,
rrollos de Beck et al. (1994) quienes reconocen la emergencia de la más complejo. Siendo el discurso del management uno que pretende
modernidad reflexiva, la cual implica una radicalización de la moder- legitimar sus pretensiones de control sobre otros (Bendix, 1966), este
nidad, en donde la sociedad contemporánea se enfrenta a las conse- se encuentra afectado por esta condición social del riesgo. Es decir,
cuencias no deseadas de la modernidad inicial. Beck et al. (1994) con- está sujeto a ser observado y por tanto, cuestionado. Frente a esto, es
sideran que dicha confrontación tiene como una de sus principales posible entender la propuesta del coaching ontológico como un in-
víctimas a la ciencia. Las consecuencias no deseadas de la modernidad tento de elevar el grado de abstracción del discurso con el objeto de
como, por ejemplo, la crisis ambiental y ecológica, son efectos del de- evitar ser fácilmente criticado (observado). El déficit de control se
sarrollo efectivo de la ciencia y la técnica. En este proceso, la ciencia llena con un incremento de abstracción en el discurso. En otros tér-
pierde legitimidad como criterio de aceptabilidad en los procesos de minos, resulta más complejo cuestionar un discurso que se funda-
toma de decisiones. Beck (1996) propone que en la modernidad re- menta en las mismas condiciones de existencia del ser humano.
flexiva existe una desmonopolización del conocimiento científico. Esto Mostrar la contingencia de este discurso sería cuestionar la misma
significa que el conocimiento se empieza a localizar en otros ámbitos. ontología del ser humano, su naturaleza.
Lash & Urry (1998) consideran que comienzan a tener más relevancia
las humanidades y la estética como criterios desde los cuales el cono- 4. Ruptura o continuidad en los fundamentos del discurso del
cimiento se puede fundamentar. management
En esta dirección, se vuelve comprensible la apelación de Echeve-
rría al conocimiento filosófico como un criterio legítimo para funda- Angenot (2010) define al discurso social como "el médium obliga-
mentar una propuesta de gestión y de management. Las consecuen- do de la comunicación y de la racionalidad histórica" (p. 37). En esta
cias no deseadas de los desarrollos científicos también involucran al configuración discursiva, la hegemonía es "la resultante sinérgica de
discurso del management, campo discursivo que de una manera u un conjunto de mecanismos unificadores y reguladores que aseguran
otra siempre estuvo en contacto con los desarrollos de las ciencias. El la división del trabajo discursivo y la homogeneización de las retóri-
cuestionamiento social de la ciencia vuelve aceptable la apelación a cas, de las tópicas y de las doxas" (Angenot, 2010, p. 36). Es decir, la
discursos extracientíficos como el filosófico. hegemonía hace referencia a las reglas canónicas de los géneros y los
Finalmente, otra marca presente en el marco conceptual de los discursos. En esta dirección, surge la pregunta acerca de si el coaching
textos analizados tiene que ver con lo que se ha denominado sofisti- ontológico implica una ruptura o no dentro del campo del discurso
cación del discurso del management para referir al grado de abstrac- del management. Es decir, si su sofisticación (como se ha calificado
ción presente en el mismo. En este lugar, surge la pregunta acerca de provisionalmente en este estadio del discurso) constituye una hete-
las condiciones de producción del discurso, pero también acerca de ronomía (Angenot, 2010), una diferencia.
las condiciones de recepción del mismo. ¿Por qué los administrado- Anteriormente, se mencionó que el discurso del management des-
res estarían interesados en un discurso tan abstracto? O desde la de su emergencia implica, por un lado, un conjunto de técnicas acer-
perspectiva de la producción, ¿qué factor permite que alguien pueda ca de cómo gestionar y controlar los procesos organizacionales de
definir una propuesta de management de este nivel de abstracción? manera eficiente y, por el otro, hace referencia a una ideología desde
Aunque estas preguntas sean difíciles de responder atendiendo solo la cual se legitiman esas mismas prácticas. En este sentido, el propó-
al conjunto de textos aquí seleccionado, se propone una posible in- sito del discurso del management estaría vinculado a la efectividad
terpretación. Dice Echevarría: susceptible de ser alcanzada por medio de dispositivos específicos de
control. Así, en este apartado se pretende revisar si la aparente trans-
"En un mundo como el actual, caracterizado por el cambio cons- formación del discurso del management da cuenta de una transfor-
tante y la globalización de la economía, las empresas enfrentan un mación de esta pretensión. Dado lo anterior, Echeverría sostiene:
arduo desafio: encontrar la forma de seguir siendo eficientes y pro-
ductivas. Ello demanda una transformación radical y profunda del "La empresa tradicional opera sobre la base del control. Se te dice
actual quehacer empresarial, este está en una crisis profunda y aún lo que tienes que hacer y se te controla que lo cumplas. Un mecanis-
estamos bastante lejos de haber dado con los elementos básicos que mo así te limita a cumplir con lo que se te pide, pero no a dar lo que
nos permitan estabilizar un modo de hacer empresa que nos pueda tú considerarías que puedes dar. Yo postulo que tenemos que hacer
asegurar el desarrollo"( ... ). (Echeverría en "Empresas deben ir desde un desplazamiento fundamental en el mecanismo regulador y que
el control hacia la autonomía responsable", s.f.) tenemos que desplazarnos hacia la confianza. Donde te digo lo que
espero, pero no te especifico la función, te doy un ámbito de autono-
En este fragmento, el autor sostiene que a pesar de que las condi- mía responsable, porque te voy a cobrar lo que hiciste con ella. Don-
ciones sociales dificultan la eficiencia y la productividad, hay que de te pido que hagas las cosas que como jefe soy incapaz de especi-
intentar seguir cumpliendo con estos imperativos. Los discursos del ficarte y dejo en tus manos que me impresiones, que me sorprendas,
management pretenden hacer eficientes los funcionamientos organi- que me muestres cosas que puedes hacer. Si todos hacen lo que el
zacionales a partir de procedimientos de gestión (Fernández, 2007; jefe es capaz de controlar, él es el límite del desempeño de su gente.
Bendix, 1966), pero Echevarría reconoce que esto no es sencillo en la Si el mecanismo de regulación es la confianza, obtenemos un desem-
sociedad contemporánea: Es necesario un cambio de mentalidad. peño totalmente distinto" (Echevarría, comunicación personal. s.f.).
Ahora bien, ¿esto justifica un discurso tan abstracto?
En este punto, son interesantes los planteamientos de Luhmann En esta cita se presenta un cuestionamiento a la idea de control
(1992) y de Beck (1996) en relación con el riesgo. Ambos autores sos- clásica del management. El objetivo del coaching ontológico no es
tienen que la sociedad contemporánea es una sociedad del riesgo. controlar, sino generar un espacio de confianza para que el desempe-
Para Beck (1996, p. 18) esto significa que se está en "... una fase de ño sea autorregulado por los mismos empleados o trabajadores. No
desarrollo de la sociedad moderna en la que los riesgos sociales, po- obstante, se dice en relación con la autonomía "... te voy a cobrar lo
líticos, económicos e individuales tienden cada vez más a escapar a que hiciste con ella". También se menciona que el coach espera ser
las instituciones de control y protección de la sociedad industrial". sorprendido e impresionado. En esta dirección, es observable que el
Para Luhmann (1992). el riesgo supone la creciente contingencia que control no desaparece, sino que se convierte en un mecanismo de
es experimentada en los distintos sistemas sociales como conse- control complejo que surge del autocontrol del empleado. Se puede
cuencia de la siempre posible observación de cómo observan otros y pensar que se cae en una contradicción, es decir, en el mismo mo-
.f.P. Gonnet/ Estudios Gerenciales 29 (2013) 86-91 91
mento en que el control es cuestionado este es restituido. El control frentada la teoría clásica de la administración; este es, el problema
no pasa por cumplir con lo que se pide, sino por lo que el empleado de la producción de esquemas y estrategias gerenciales con preten-
considera que puede dar para sorprender a su administrador. De esta sión universal, que prescinden de las particularidades de constitu-
manera, no desaparece el control, más bien este se deja a la autoges- ción y desarrollo de entramados organizacionales específicos. Las
tión del empleado. Dice Echeverría que en la empresa del futuro, la pretensiones universales de la teoría administrativa son permanen-
confianza suplanta al control, pero Ja confianza esgrimida en la capa- temente desafiadas por los sistemas organizacionales. Desde este
cidad de desempeño del empleado se transforma en un equivalente Jugar, ¿sigue teniendo sentido la definición de propuestas generali-
funcional del control. Otra cita es distintiva de este nuevo mecanis- zadas de gestión que, se sabe, traerán aparejados efectos latentes, no
mo de control: "En las empresas actuales, el dirigente establece un deseados y no esperados?
techo, en cambio, en esta otra modalidad, el gerente entrega un piso,
a partir de este, el empleado debe mostrar todo lo que puede hacer
Bibliografía
en función de los requerimientos de la corporación" (Echeverría en
"Organización reflexiva y profunda", s.f.). El no-control se convierte Angenot. M. (2010). lnterdiscursividades. De hegemonías y disidencias. Córdoba:
en una forma de control. Debido a esto, se concibe que el nuevo dis- Universidad Nacional de Córdoba Publicaciones.
curso del management no implica una transformación del discurso Beck. U. ( 1996). La sociedad del Riesgo. Buenos Aires: Editorial Paidós.
Beck, u.. Giddens. A. & Lash, S. (1994). Modernización Re.flexiva. Madrid: Alianza
hegemónico. El coaching ontológico sigue reclamando las pretensio- Editorial.
nes del discurso del management clásico y, en esa dirección, reprodu- Bendix. R. (1966). Trabajo y autoridad en la industria. Las ideologías de la dirección en el
ce el género discursivo. curso de la industrialización. Buenos Aires: Eudeba.
Dávila, A. & Martínez. N. ( 1999). Cultura en Organizaciones Latinas. Elementos, ingerencia
y evidencia en los procesos organizacionales. México D.F.: Siglo XXI Editores.
S. Algunas consideraciones finales Deal. T. & Kennedy, A. (1985). Las empresas como sistemas culturales. Ritos y rituales de
la vida organizacional. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.
Echeverría. R. (2003). Ontología del lenguaje. Santiago de Chile: Lom Ediciones.
En este trabajo se propuso un análisis de uno de Jos discursos con- Fernández, C.J. (2007). El discurso del management: tiempo y narración. Madrid: Centro
temporáneos del management: el coaching ontológico. En la actuali- de Investigaciones Sociológicas.
dad, el análisis de este campo discursivo es un fragmento central del Habermas, J. ( 1998). Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. Buenos Aires:
discurso social. El discurso del management produce efectos en el Amorrortu.
Jaime de Coelho. P. (1997). Antropología y Administrarao: Encontro de Saberes. Um
campo de Ja gestión y administración de las organizaciones. En esta abordagem etnográfica. Tesis de Maestría en Antropología Social. UNICAMP-
dirección, el imaginario gerencial produce imágenes organizaciona- Brasil.
les que son altamente significativas para la práctica de Ja gestión y la Kilburg, R. ( 1996). Toward a conceptual understanding and definition of executive
coaching. Consulting Psychology ]oumal: Practice and Research. 48(2), 134-144.
administración empresarial. Desde este lugar, se vuelve relevante Kilburg, R. (2000). Executive coaching: Developing managerial wisdom in a world of
analizar dichos imaginarios a través de Jos discursos. chaos. Washington. DC: American Psychological Association.
Dentro de este campo discursivo, el coaching ontológico es un de- Krieger, M. (2001 ). Sociología de las organizaciones. Sao Pablo: Prentice Hall.
Lash. S. & Urry, J. (1998). Economías de signos y espacios. Sobre el capitalismo de la
sarrollo reciente cuyas implicancias para la práctica del management posorganización. Buenos Aires: Amorrortu.
son dificiles de vislumbrar. El coaching ontológico, a través de la on- Luhmann. N. (1992). Sociología del Riesgo. México D.F.: Universidad Iberoamericana/
tología del lenguaje, se establece como una justificación altamente Universidad de Guadalajara.
Ouchi, W. (1980). Markets. bureaucracies. and Clans. Administrative Science Quarterly,
compleja del coaching como modalidad de gestión empresarial. Acer- 25(1). 129-141.
ca de este nuevo horizonte de justificación en el campo del manage- Passmore. J. & Fillery, A. (2011 ). A critica! review of executive coaching research: a
ment, se podría decir que: por un lado, la sofisticación del discurso decade of progress and what's to come. Coaching: an Intemational]ournal ofTheory.
del management efectivamente implica una ruptura con la historia de Researc/1 and Practice, 4(2), 70-88.
Ruben. G. (2006). Para una Antropología do capitalismo: cultura y trabajo en las
producción de estos discursos e involucra una adaptación necesaria organizaciones contemporáneas. Sao Pablo: Universidad Estadual de Campinas.
en un contexto social, histórico y cultural de crisis de legitimidad de Saldarriaga, J. G. (2008). Gestión humana: tendencias y perspectivas. Estudios
la técnica y de la ciencia. Pero, por otra parte, la novedad de este Gerenciales, 24(107). 137-162.
Schein, E. (1988). La cultura empresarial y el liderazgo. Una visión dinámica. Barcelona:
discurso presupone la restitución de una de las pretensiones básicas Plaza y janés Editores.
y clásicas del management: la posibilidad de lograr la máxima efi- Scott. R. (1998). Organizations. Rational, Natural and Open Systems. Nueva jersey:
ciencia mediante dispositivos de control. Prentice Hall.
Thyssen. O. (2003). Values-the necessary lllusions. En M. Morsinc y C. Thyssen (Eds.)
Esto no resulta cuestionable en sí mismo, sino que se considera Corporate values and Responsibility. Copenhague: Samfundslitteratur.
que de ninguna manera evita el problema central al que se vio en- Verón. E. (1987). La semiosis social. Barcelona: Editorial Gedisa.
Que es el Coachinq Ontológico:
Orígenes:
1) No sabemos como las cosas son, solo sabemos como las observamos
o como las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos. (Rafe/
Echeverria)
MODELO PAR
Para unos, una persona tiene mal carácter, para otros es un pan de
Dios. ¿Qué hace que ante una misma circunstancia, ante un mismo
hecho, dos o más personas vean o sientan de modo diferente? Acontece
que < < bueno > > o < < malo > > son interpretaciones, por lo tanto son
subjetivas. Dependen del observador que cada uno es. Tenemos
diferentes perspectivas acerca de un mismo hecho y esto es así porque
nuestra experiencia está filtrada por nuestros sistemas de creencias, por
nuestros modelos mentales. Meter Senge (En la quinta disciplina) define
los modelos mentales como supuestos profundamente arraigados,
generalizaciones e imágenes que influyen sobre nuestra manera de
observar el mundo y, por lo tanto, también sobre nuestra manera de
actuar en él.
Toda acción resulta del tipo de observador que cada uno es.De acuerdo
con el sentido que le demos a una situación actuaremos de una u otra
manera. Esa acción nos aproximará a un resultado que puede coincidir o
no con los objetivos propuestos
ENTONCES DECIMOS:
1) Emoción
2) Lenguaje
3) Cuerpo
APRENDIZAJE
CUENTO
EL ERUDITO
- Eres como esta taza de té. -le respondió el maestro- Estás tan lleno de
tu conocimiento que ya no cabe nada nuevo.
Cualquier cosa nueva que se nos dice, queda por lo tanto atrapada en lo
ya conocido o en la descalificación prematura.
Ml - - - - - - - - - - - M2
Brecha de aprendizaje
Explicaciones generativas.
Haciendo parte del problema, puedo ser parte de la solución, pero obrar
de este modo tiene un costo que es la responsabilidad. Estas
explicaciones abren posibilidades de acción.
VICTIMA VS PROTAGONISTA
Desde un lugar de victima siempre soy inocente y nunca soy parte del
problema pero tampoco soy parte de la solución. Soy un espectador. No
asumo responsabilidad alguna, la culpa es externa entonces no puedo
hacer nada para cambiarlo, el precio de la inocencia es la impotencia.
Ej: una persona llega tarde a una reunión y cuando IÍega dice que fue
porque el transito estaba terrible, la variable explicativa aquí es el
transito y la culpa la tiene la ciudad que tiene este transito entonces
quien debería cambiar? Los demás conductores. Esto es verdad, ya que
si no hubiera tantos autos hubiera llegado mas temprano pero es
debilitante porque a menos que los demás conductores modifiquen su
conducta seguirá llegando tarde al trabajo. Es decir, la victima habilita
poder en los otros en vez de asumir responsabilidad frente a lo que le
pasa.
Ejemplo
Preguntas de coaching:
INDAGAR
Que debería ocurrir para que estes mejor? (hacer foco en acciones
personales) Que desearías que sucedería?
Por que crees que llegaste a esto? En que datos se funda tu opinión?
RE INTERPRETAR
DISEÑAR ACCIONES
Que aprendiste?
UNIDAD 4
Promoción del desarrollo personal y ocupacional.
4.1 Orientación laboral
4.2 Estrategias de orientación laboral.
REFERENCIAS
Do Céu, M. & Rodríguez, M. L. (2010). La gestión personal de la carrera y el
papel de la orientación profesional: teoría, práctica y aportaciones empíricas.
REOP, 2(2), 335‐345.
REOP. Vol. 21, Nº 2, 2° Cuatrimestre, 2010, pp. 335-345
,
LA GESTION PERSONAL DE LA CARRERA Y EL PAPEL
, DE LA, ORIENTACIÓN PROFESIONAL.,
TEORIA, PRACTICA Y APORTACIONES EMPIRICAS
RESUMEN
En este artículo se aborda y discute el concepto de gestión personal de la carrera y su importancia en
términos de empleabilidad profesional en la vida adulta. También se analizan las necesidades de ges-
tión personal de carrera de los/las adultos/as emergentes, el rol y funciones de la orientación y los
elementos que favorecen la gestión personal de la carrera, tratando específicamente el caso de las
necesidades de orientación profesional no sexista en las mujeres. Por último, se presentan varios
modelos de intervención para enseñar a las personas adultas el proceso de Gestión Personal de la
Carrera, como ejemplo de buenas prácticas de intervención vocacional preventiva.
Palabras clave: Gestión de carrera, orientación profesional, adultez, orientación no sexista.
ABSTRACT
In this paper, we intend to address and discuss the concept of self career management and its impor-
tance for employability in adulthood. We will also discuss career management needs of emerging adults'
and the role and functions of career counselors in its promotion. Finally, we present severa! models of
intervention of the Self Career Management, as an example of good practices in career intervention in
this realm, and for the group of emerging adults.
Key words: Career management, career guidance, adulthood, non-sexism.
Introducción
Últimamente, la preocupación por el desarrollo profesional de las personas adultas es una
constante en psicología vocacional y orientación profesional (Blustein, 2005, Brown & Lent,
2005, 2008) que se debe, en parte, a cambios complejos en el mercado laboral y en el mundo
de los negocios. Sugerir intervenciones que contribuyan a ayudar a las personas a incorpo-
rarse de una manera efectiva al mercado de trabajo exige considerar las dinámicas más
recientes del desarrollo de la carrera profesional y aceptar la importancia que ha alcanzado el
concepto de gestión personal de la carrera, implícita o explícitamente, en los más variados
contextos académicos y laborales. En este trabajo tendremos en cuenta, aunque muy breve-
mente, esos dos aspectos analizando también las intervenciones orientadoras que podrían ser
efectivas en los planteamientos de futuro y especificando también el papel de la orientación
no sexista.
Estas transformaciones laborales características del siglo XXI desafían las nociones tra-
dicionales de carrera y de desarrollo profesional tanto en términos individuales como
empresariales. En efecto, se detecta cierta urgencia por incentivar a las personas a que par-
ticipen activamente en la gestión de su propia carrera y por enseñarles a construirla
orientándose por proyectos de autoría personal. Esta filosofía constructiva (Rodríguez,
Serreri y Del Cimmuto, 2010), se dirige a aumentar las capacidades de aprendizaje perso-
nal y a desarrollar el capital humano en el mercado garantizando la sostenibilidad de la
sociedad desde el punto de vista económico, social y ambiental (Baruch, 2004; Guichard y
Dumora, 2008; Oliveira, 2005). La gestión de la conducta personal es una forma proactiva
y eficaz de socialización positiva en las organizaciones profesionales (Saks y Ashforth,
1996) asociada a la gestión de la ansiedad y del estrés laboral. La idea de carrera como pro-
ceso impulsado por objetivos y temas vitales y como proceso de creación de una identidad
personal y social, sale reforzada en la literatura especializada (Savickas; 2008, Duarte, 2009
en prensa), donde el concepto de gestión de la carrera personal va tomando forma e impor-
tancia cada vez mayores, tanto en la psicología vocacional como en la psicología del
trabajo.
Zella King (2001, 2004 ), parte de la teoría del ajuste profesional de Crites ( 1969, 1976) y
presenta un modelo teórico de la GPC, similar al modelo de los ya citados Greenhaus y Calla-
nan. Considera la necesidad de adaptabilidad de quien opte tanto por carreras tradicionales
como por no tradicionales e incluye otras contribuciones más recientes como las perspecti-
vas cognitiva y social de la carrera profesional aportadas por Lent y Brown (2003); Kossek y
colaboradores (Kossek, Roberts, Fisher y DeMarr, 2006), modulan la GPC con planteamien-
tos sobre la regularidad con la que cada persona busca información, planifica y trata los
problemas de carrera y de toma decisiones, e incluyen dos tipos de comportamiento: la bús-
queda de información sobre su progreso y la preparación para la movilidad en el mismo --0 en
otro- empleo. En un estudio posterior, Rabee y colegas (Rabee, Frese y Beehr, 2007), utili-
zaron la teoría de la autoregulación de la acción para diseñar una intervención de GPC basada
en el concepto de iniciativa personal. Se va avanzando, así, en una dirección en la que los
individuos deben asumir cada vez más su responsabilidad en la gestión de su propia carrera,
aunque en muchos casos han de ser apoyados por las propias organizaciones a través de la
oferta de programas ad hoc (Oliveira, 2005).
En general, los servicios de GPC suelen ofrecerse en las instituciones educativas, espe-
cialmente de educación superior, en organizaciones empresariales (particularmente en los
departamentos de gestión de recursos humanos) y en diversos servicios privados, y se dirigen
a los adultos emergentes con el objetivo de prepararlos para la transición al mercado laboral,
la toma de decisiones de carrera eficaz y la previsión de la jubilación.
En las instituciones educativas, las sesiones de orientación vocacional, las tutorías, los
seminarios estructurados de carrera, los sistemas de información profesional y el counseling,
son los métodos de intervención más utilizados. En la educación superior, estas actividades no
siempre forman parte de una estrategia planificada de la educación para la carrera; al contra-
rio, a veces son fruto de iniciativas más o menos voluntarias de algún orientador o tutor
responsable de guiar a los estudiantes (Guichard, 2001; Huteau, 2001; Rodríguez-Moreno,
2002, 2008; Taveira y Silvério, 2008). Ejemplos conocidos de intervención son: la ayuda para
la construcción del proyecto profesional, el coaching, el desarrollo de competencias, la for-
mación específica o la concienciación hacia la igualdad de oportunidades (Baruch y Peiperl,
2000; Oliveira, 2005).
TABLA 1. Plan de trabajo para desarrollar la conciencia de una mujer como líder.
Enmarcado en la pregunta del DOTS: "¿Quién soy?"
Conciencia de las propias apti- Entrevista con el orientador sobre Tests psicométricos
tudes o competencias: Soy mu- las aptitudes propias para la di- Entrevista
jer y soy capaz de supervisar el rección y la supervisión
Listados de comparación
trabajo de los demás. Narrativa acerca del interés por
Se trata de deshacer un estere- ejercer una profesión de super-
otipo de género que indica lo con- visora relatando las razones
trario. Pase de una prueba de li-
derazgo
Exploración del mundo laboral Visita a una empresa en que tra- Programación de visitas
baje una mujer supervisora Bibliografía
Lectura de biografías de mujeres Cuestionarios
directivas
Aplicación de la teoría aprendida Estudio de las características de Cuaderno de trabajo con los per-
un/a directivo/a y relación del files de un/a directivo/a
rendimiento académico propio Tablas comparativas
con los requisitos ocupacionales
Cuaderno de seguimiento
de un/a inspector/a
Escala de evaluación
Experimento con trabajos de su-
pervisión a tiempo parcial Resúmenes escritos
Esquema de discusión en pe-
queño grupo
En esa misma Universidad se lleva años utilizando para la enseñanza de las materias de
Información Académica y Profesional y Diagnóstico en Orientación Profesional el modelo
DOTS de Law y Watts (1977) presentado en sociedad en un Congreso de la IAEVG en Ate-
nas. Las respuestas a las preguntas: ¿Quién soy? ¿Dónde estoy?" ¿Qué voy a hacer? y ¿Cómo
resolveré los problemas? presiden muchos de los modelos de infusión de la educación para
la carrera en los curricula publicados hasta la fecha (Rodríguez-Moreno et al., 1995). El
modelo DOTS facilita la enseñanza de planes de carrera desde perspectivas no sexistas. La
Tabla 1 muestra una ejemplificación a efectos didácticos:
Inicio Inicio
El GPC-A incluyó una batería pre-test e otra post-test de evaluación de resultados, admi-
nistradas a los participantes, y compuestas de los siguientes instrumentos de medida: Escala
de Exploración Vocacional (Taveira, 1997, adaptación del Career Exploration Survey, de
Stumpf, Colarelli & Hartman, 1983); Inventario de Madurez Vocacional o Career Develop-
ment de Super e colaboradores (CDI, Super, Thompson, Lindeman, Jordaan & Myers, 1981;
adaptación de Ferreira Marques y Caeiro, 1982); A Mina Situación Vocacional (MVS;
Holland, Daiger & Power, 1980, adaptación de Silva, 1997); y también la Escala Multidi-
mensional para la Evaluación de Resultados de Intervención Vocacional de Spokane (1991;
traducida en 2006 por Araújo y Taveira).
Para evaluar el proceso de intervención del GPC-A, se usó la Lista de verificación de las
reacciones cognitivas a la interacción de ayuda de Hill, Spiegel, y Tichenor (1988) - admi-
nistrada a los sujetos al final de cada módulo; y para evaluar la eficacia da intervención se
llevaron a cabo diferentes estudios de diseño cuasi-experimental, con pre-test, post-test y
seguimiento de seis semanas con dos grupos (experimental y control) y estudios y análisis
cualitativos para evaluar los resultados y el proceso de los seminarios (Loureiro, Pinto y
Taveira, 2009; Taveira y Pinto, 2008). El GPC-B siguió el mismo modelo de intervención del
GPC-A. Sus resultados y el proceso de intervención se evaluaron con las mismas escalas del
programa GPC-A.
En un primer estudio piloto del Seminario GPC-A, se compararon los valores obtenidos
por los estudiantes (N=34) en cada una de las dimensiones de la exploración y madurez voca-
cional, en el pre-y post-test, que arrojaron datos en la dirección deseada en todos los
componentes de la exploración de la carrera (prueba de Wilcoxon, con p <0,05). Después del
seminario GPC-A, los estudiantes mostraron una visión más positiva del mercado de trabajo,
más confianza en sí mismos, atribuyendo más valor instrumental a la exploración de carreras
y menos ansiedad e indecisión en la toma de decisiones. Las otras medidas presentaron varia-
ciones estadísticamente significativas entre el pre y o post-test.
Actualmente se están desarrollando otros estudios de eficacia del GPC-A con cerca de 200
estudiantes de máster y otros tantos de un grupo de control. En cuanto a la eficacia de la inter-
vención profesional, los resultados muestran que, en términos de comparación dentro del
grupo, el grupo experimental ha obtenido cambios estadísticamente significativos en las tres
dimensiones de la escala CES -creencias, comportamientos y reacciones a la exploración de
la carrera. La evaluación de la calidad del proceso de ayuda en los Seminarios GPC-A y B,
también demostró, entre otras cosas, mayor reconocimiento de los sentimientos por los par-
ticipantes, mayor tranquilidad, percepción de aceptación por el psicólogo, sentimientos de
seguridad más elevados, mejor autoconocimiento y conocimiento de la información y de las
estrategias relativas para la solución práctica de problemas, aunque los cambios en las reac-
ciones de los usuarios sólo resultaron estadísticamente significativos en la reacción
comprensión (p=0,014) para el grupo GPC-A, y en la reacción de confianza (p=0,03) para el
grupo GPC-B (Loureiro, Pinto y Taveira, 2009).
Hemos comprobado que esta intervención se va transformando progresivamente de ser
una metodología de trabajo a constituir una línea de investigación aplicada en Psicología
Vocacional y en Orientación Profesional que podrá ofrecer contribuciones al estudio da ges-
tión personal da carrera y al estudio de la eficacia de las intervenciones de carrera en niveles
de enseñanza superior.
Conclusiones
La actitud proactiva y de reflexión sobre la propia carrera puede ser un medio efectivo
para que las personas adultas se enfrenten a la transición al mercado de trabajo. Las univer-
sidades pueden ser un agente de gran eficacia en ese proceso, ofreciendo servicios de apoyo
a la gestión personal del desarrollo de la carrera de sus estudiantes y profesionales. En este
contexto, y en el marco de los nuevos planes de Bolonia, son recomendables los seminarios
de gestión personal de la carrera, porque motivan -tanto a mujeres como a hombres- a pla-
nificar su futuro profesional en situaciones críticas de transición al mercado laboral. Será
necesario, sin embargo, profundizar aún más tanto teórica como empíricamente en las vir-
tualidades del concepto, en las modalidades de intervención, en las diferencias individuales en
este ámbito y en la creación de recursos de fácil aplicación y económicos para la gestión per-
sonal de la carrera. También es importante iniciar un trabajo en profundidad y en extensión para
suministrar ayuda a las personas adultas no universitarias o postuniversitarias en el desarrollo de
su carrera y balance de competencias.
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