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AQUELLA VACUNA

El día 4/5/2020 fui de fiesta con mis amigas. Esta fiesta era en
casa de una amiga, allí no cumplían las normas de seguridad,
nadie llevaba mascarilla y no había distancias. Cuando estaba a
punto de ir a bailar me llamo mi madre, yo no la respondí, ya que
estaba un poco bebida. A la madrugada, más o menos a la 03:45,
llegué a casa. Mi hermana de 3 años dormía, y mi madre estaba
despierta para contarme lo que quería decirme a la llamada. Y
como todas las madres te hacen la bronca cuando llegas bebida y
más cuando hay una pandemia mortal, pues mi madre igual,
pero llorando. Me decía: ¿Porque sales de fiesta? ¿Que no sabes
que hay un virus que mata a gente? Tienes 16 años Carla, tienes
que ser consciente de lo que haces. (gritando)
Y por último me explico porque lloraba. Mi abuela estaba en el
hospital, muriéndose, no le podían hacer nada, se había
contagiado del coronavirus.
A primera hora de la mañana fui al hospital con mis padres, y mi
hermana como no sabía nada, se quedó con los vecinos.
Cuando entré a la sala de mi abuela la vi, estaba durmiendo. Un
rato después abrió los ojos y me dijo: “hola Carla, te quiero
mucho, pase lo que pase, siempre de voy a querer, haz tu vida,
sé libre, que sino te vas a quedar como yo, en el hospital, sin
poder hacer nada.”
Me puse a llorar, y me sentí muy culpable, porque era yo la que
le había llevado el virus, porque iba sin mascarilla con otra gente,
no dejaba distancias, y luego iba a casa mi abuela, y no pensaba
que le podía pasar.
El día 7/6/2020 murió. Lloré mucho, muchísimo. Pero esta llorera
me puso fuerte. Estudié para sacar la vacuna del coronavirus
para que mi familia no muera, para que mi abuela esté orgullosa
de mí. Y el día 3/12/2020 saqué la vacuna del coronavirus
Una semana después le pincharon a mi abuelo, le dolió, pero la
pudo aguantar. Luego a mi madre, empezó a ponerse nerviosa y
a gritar de miedo, (tenía miedo porque la había hecho yo, y como
dice ella: cuando yo hago algo salé mal, y esto lo dice desde que
un día tiré un petardo y le puse el fuego mal y por poco quemo la
casa, suerte que mi padre estaba con la manguera en la terraza y
apago el fuego).
Luego le hicieron la vacuna a mi hermana y a ella no le hizo daño
porque estaba durmiendo, que suerte. Cuando le toco a mi
padre hacérsela se hizo el valiente, pero se le salió la lágrima.
Y por último a mí, tuvieron que venir 5 médicos para
aguantarme, 2 médicos me aguantaban los dos pies, otros 2, los
brazos y un médico la cabeza para que no la moviera, y una
chica, que era la que me hacia la vacuna.
Y así es como el mundo volvió a ser mas o menos como antes, y
yo era famosa por todos lados.
Y como dijo mi abuela: “haz tu vida, sé libre”.

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