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Fuente: Trabajo Personal

Contexto: Relato de Paulina (nombres ficticios) enviada a peritar en Competencias Parentales. Mujer de 35 años,
madre de 4 hijos, Daniza (adolescente), Benjamín (8 años), Amanda (4 años) y Ágata (2 años) edades contempladas en
año 2017. Relato corresponde a hechos acaecidos el 2014 y 2015, respectivamente.

Causa de Cuidado Personal: abuela paterna

efectúa la demanda, por lo que debe acreditarse inhabilidad física o moral, de ambos padres.

Pregunta Psicolegal: Establezca competencias parentales de Paulina, si existe alguna inhabilidad a la base para que
detente el cuidado personal de sus hija Ágata (actualmente 2 años).

Hechos a Probar: Conveniencia para la niña Ágata, al tenor de lo dispuesto en el Artículo 225 del Código Civil, de darse
lugar a la Demanda.

“Esto empezó por el tema de Ágata … fue que el papá de la niña estaba tomando, él es alcohólico, estaba tomando vino
blanco en la casa, estábamos bien, escuchando música, y él llegó con el vino blanco. Estaba mi hija Danitza con el pololo,
la Amanda, el Benjamín (mi segundo hijo), yo y él. Era un domingo, el 26 o 28 de octubre del año pasado (2015). Le dije a
mi hija, que me tuviera un ratito a la Ágatha para prepararle el baño para bañarla. Herví la tetera, le eché agua caliente
en un vaso para que se enfriara y hacerle la leche a la Ágatha, mientras yo la bañaba. La bañé, y cuando terminé, se puso
a llorar, le hice la leche y se la di. En el rato la Amandita me pidió agua, y yo pensando que era agua, se lo dejé ahí. El
tema es que el vaso de agua que yo separé no sé qué se hizo, pero el vaso con el que preparé la leche tenía vino blanco,
y con eso le hice la leche a la niña. Me di cuenta al tiro, porque la Ágatha no tomaba la leche. La Amandita con su mano
dio vuelta el vaso, y como estaba sobre un mantel de tela, salió el olor a vino al tiro.”

“Me di cuenta al tiro y llevé al tiro a la niña al hospital, de 60 cc habrá tomado 30cc, no se lo tomó todo. En el hospital
mentí, dije que estaba cocinando y que por eso me había equivocado. No dije que el papá de la niña estaba tomando
porque me dio vergüenza. Dicen que todos los hombres toman en su casa, pero…. Además tengo problemas con el
Benjamín, todas estas cosas han arrastrado a detalles que se salen, por ejemplo, Benjamín que es disrruptivo, que se
porta mal, dice garabatos, se porta mal en la Escuela… y venía el tema de la Amanda además…”

“En el hospital estaba la matrona que me atendió el parto, le conté lo que había pasado, le dije que estaba cocinando. Y
me dijo: “pero Paulina, fue un error nomás, pero esto se va a ir a tribunales porque esto es grave”. Yo le dije “pero
cómo, yo traje a la niña por mejor, a ella no le pasó nada, solamente sueño (le dio sueño)”.

“Me trasladaron a Quillota, estuvo con lavado de estómago (Ágatha) y eso, estuvo hospitalizada cinco días. De ahí fue
trasladada al Hospital de La Ligua, con orden de protección del Tribunal, para que la niña se mantuviera, yo no tendría
problema en ir a verla y amamantarla. Yo no tomo ni fumo nada. Al salir de alta, fue peor. Yo y la mamá de él (del padre
de Ágatha), mentimos para que no me quitaran las niñas, dijimos que yo estaba cocinando. Que fue un error. Y en el
Tribunal me dijeron que esto no era primera vez, que yo tenía ya problemas, que yo tenía problemas psiquiátricos, que
cómo no me iba a dar cuenta. Me dijeron que la niña no podía estar conmigo, que yo estaba descontrolada. Yo sufrí
mucho, me daba pena, la iba a ver todos los días al hospital. No me podía quedar con ella porque tengo otros niños, me
quedaba toda la mañana, tres horas en la tarde, me sacaba leche, le dejaba, y le daban relleno. Y eso.”

“Yo tengo la culpa por tonta, por quedarme callada, nunca me puse las pilas, siempre volvía con mi pareja. Tuve que
tocar fondo, perder a mis hijas para darme cuenta. La he pasado mal, en el tribunal me dijeron que no podía tener a las
niñas conmigo.”

“No me di cuenta, el olor de la leche es hediondo, como a fierro. Y yo dejé un vaso de agua encima para que se enfriara.
El papá de la niña me reta, me dice que estoy cagá de la cabeza, a puros insultos, que cómo no me di cuenta. Y yo le digo
que si él no estuviera tomando en la casa, esto no habría pasado. Nosotros terminamos nuestra relación, este 13 de
enero, después de la audiencia, le dije que se fuera. Se fue a vivir a Quillota con la mamá. Anoche se fue a quedar a mi
casa, me quiere manipular con las niñas, me dice: ¿te las traigo el fin de semana?”
Señala que su suegra está vinculada afectivamente con sus hijas, y que la apoya económicamente.

Relación de Paulina con su madre: “Me da pena, sufro aquí….(llora). Es que mi mamá me maltrataba harto, ella tenía
odiosas preferencias con mi hermano mayor. Igual que mi hija, yo tengo otro hermano que nos llevamos para un año y
medio, y todo lo mejor era para él. Entre los 10 y 12 años empezó a pegarme, me dejaba sin comida, me insultaba. Me
pegaba con correa, con la mano, me rompía la boca, la nariz. Una vez me sacó de la cama y me tiró al agua helada. Me
levantaba a las 7 am a que hiciera aseo a toda la casa, me hacía envirutillar y encerar toda la casa, mis amigas jugaban y
yo haciendo aseo como niña grande. Después que abrí las pepas y reclamé a mi mamá, no cambió mucho, pero ya no
eran golpes, eran más insultos. Mi papá no sabía, mi mamá me decía que si yo hablaba, ella me iba a sacar la cresta. Me
hacía gestos por detrás (amenazas). A mis otros hermanos no les hacía eso, ellos ya eran grandes, pero no hacían nada.
A veces mi hermana mayor, Sandra, me defendía. Sujetaba a mi mamá y yo salía arrancando.”

Actualmente, la madre presenta Alzheimer, y se encuentra en estado de postración, bajo el cuidado de su esposo en
Cabildo (padre de la peritada) y dos de sus hermanos.

Respecto a la relación con su padre: “La relación con mi papá es buena hasta el día de hoy, yo soy la regalona de mi
papi. Él es minero y músico, trabajaba por turnos y nunca estaba los fines de semana, salía a tocar. Por eso no se
encontraba. A veces igual me arrancaba donde una amiga, yo le avisaba. El año pasado recién le vine a contar a mi papi
lo que pasaba cuando chica. Cuando le conté, que fue poco, me desahogué. Y de ahí saltó mi otra hermana y le dijo que
tenía que estarme defendiendo”.

Relación con hermanos: “Tengo buena relación con mis hermanos, no es de las mejores, no nos visitamos, pero voy a la
casa de mi hermana mayor, Margarita, que vive al lado de mi mami. Ella me enseña a hacer manualidades, y siempre
voy para allá. No me quedo porque me da miedo, allá penan. No me gusta estar sola en esa casa tampoco”.

Historia Laboral

Actualmente, se dedica a emprendimiento personal, compró joyas y carteras y las vende por internet. Además, plancha
ropa por encargo. Refiere que tomará un trabajo como asesora del hogar, dos veces a la semana.

Historia Relacional/Conyugal

Refiere que su primera pareja estable fue el padre de su hija Danitza, con el cual comenzó a relacionarse tras terminar
sus estudios. “Fue un acto de rebeldía más que por amor que quedé embarazada, quería salir de la casa. Ojalá esto mi
hija nunca lo escuche, yo de verdad no aguantaba a mi mamá. Me embaracé y me fui con el papá de la niña, él tenía
como 26 años, y yo tenía 17. Fue la peor decisión irme con él, porque también empezó otro maltrato más, psicológico y
físico, no me dejaba salir, no me dejaba ver a mis amigas, eso. Estuve tres años con él. Me pegaba mucho, al extremo de
que tengo secuelas en la rodilla, tengo un hueso levantado, la mandíbula la tengo suelta, no puedo comer chicle. Una
sola vez lo denuncié por violencia, lo llevaron detenido. Esto fue en Cabildo.”

Posteriormente, conoce al padre de Benjamín. Ella tenía 24 años “Fue como amor a primera vista, y así como llegó se
fue, duramos 3 meses y al mes quedé embarazada. Él nunca se desentendió del niño, hasta el día de hoy, todavía lo
ayuda, pero no se conocen. Le deposita 80 mil pesos mensuales a Benjamín, pero al niño no lo ve.”

Con el padre de hijas menores (Amanda y Ágata): “Lo vi y fue un flechazo, todo súper bien, salíamos con los niños, la
mamá de él le pasaba auto. Íbamos a la playa, a la piscina. Él estudiaba y trabajaba, estudiaba ingeniería mecánica, algo
por ahí. Era bonita, agradable la relación. Tengo muy buenos recuerdos de los tres primeros años. Siempre salíamos los
cuatro, yo con mis dos niños y él, íbamos a Viña, a acampar, a la playa, a la piscina, a Villarrica, a un centro turístico. La
embarrada quedó después que quedé embarazada de la Amanda. Llevábamos cinco años de relación en ese momento.
Quedé embarazada y hasta ahí llegó la felicidad, se puso agresivo, me empezó a insultar mucho. Siempre me sacó en
cara que tenía hijos de distintas personas… pasaba cuando estaba sobrio, con trago no pasaba eso. Con trago estaba
pasivo, conservador, yo prefería a veces que estuviera curado todo el día porque sobrio no se le podía hablar, hay que
hablarle despacito para que no se altere… puse una denuncia una vez, le tuve que echar los carabineros, yo tenía tres
meses de embarazo de la Amanda, y me pescó de los brazos, venía llegando de tres días de estar desaparecido y quería
seguir tomando en la casa con un amigo.”

“La denuncia quedó en nada. Pasamos a tribunales y en sus antecedentes tiene…. No me acuerdo, pero es por maltrato,
violencia intrafamiliar. Puse dos más en el juzgado de familia, por lo mismo….”

Del parte policial de agosto 2014, se recoge: “desde mi embarazo a la fecha estoy recibiendo agresiones sicológicas que
en esta hoja no puedo y me cuesta explicar… necesito ayuda profesional…” “Él lleva amigos a la casa a drogarse, a fumar
pasta base, y él y su amigo toman en brazos a mi hija Amanda, hediondos a cigarro y a trago, y le dan besos en su carita,
y me dice garabatos delante de ellos, le pido que baje la música y me dice groserías, que no puedo, me da vergüenza
repetir.”(…) “Sólo pido ayuda, estoy pasando por un mal período psicológico, estoy con estrés, con ganas de terminar
con mi vida (…) En mi casa se ha creado una forma de vida que no es buena para nadie, malos tratos y es mutuo porque
yo le respondo, yo no me quedo callada. Ayuda urgente!”.

Respecto a embarazo de su hija Ágatha: “No sé cómo me embaracé, yo tomaba pastillas… si le digo que me pilló
volando bajo va a sonar como si fuera una cabra chica contestando. Yo tomaba anticonceptivos y me embaracé igual.
Me di cuenta a los 3 meses, me dolía la guata, la cola, fui a urgencias un domingo, y el doctor me dijo que estaba muy
hinchada, me preguntó si tomaba pastillas o algo. Al final tenía síntomas de pérdida, y como no me llegó regla en todo el
año desde la Amandita, yo lo asocié a eso. Pero no me llegaba porque yo ya estaba embarazada ya. Me hicieron una eco
y se movía, me desmayé. Lloraba, gritaba, zapateaba, no sabía qué hacer. Estuve hasta como las 23.00 hrs en el hospital.
La misma matrona me fue a dejar a la casa de tan mal que me sentía. En el embarazo, fue casi lo mismo que la Amanda,
insultos y garabatos. Después que nació la Ágatha, me quedó parte de la placenta pegada, y me tuvieron que extirpar el
útero, estuve dos días en la UCI en Quillota.”

“Ahora con el papá de mis hijas estamos distanciados, … en realidad distanciados desde que nació la Ágatha, desde
antes incluso, no tenemos intimidad desde mis 3 meses de embarazo. El 13 de enero le pedí que sacara sus cosas de la
casa, que no volviera, y que yo iba a pedir una orden de alejamiento porque perdí a la niña, y de la única que desconfían
es de mí…. Siento que donde voy se me cierran las puertas, pero él y la mamá, flor. Hablé con la directora de la OPD, le
conté lo mismo que a usted, y me dijo: “¿se da cuenta que ud es negligente, se da cuenta la clase de mamá que es
usted? Ud no es una niña chica”. Me dijo: ¿qué es lo que quiere, por qué se victimiza tanto? Le dije que me hiciera una
alcoholemia, lo que sea. Voy a todos lados, y en todos lados me sale mal. Me dijo que era mejor que la niña esté con una
abuela cansada, que conmigo.

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