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MI BIOGRAFÍA

Mi nombre es Claudia Alejandra Medina Orihuela, nací el 18 de Mayo de 1994. Soy la


primera de 3 hijos del matrimonio conformado por Carlos Felipe Medina Zarza, de 46
años de edad, y Wendy Orihuela Delgado de 43 años.
Mis hermanos son Carlos Felipe Medina Orihuela, quien actualmente tiene 20 años y
cursa el 6° semestre de la Licenciatura en Cirujano Dentista. Mi hermana, Wendy Yaneth
Medina Orihuela, tiene 16 años y está por iniciar el 2° semestre de preparatoria.
Mis papás se conocieron cuando eran adolescentes, de acuerdo a lo que mi mamá me ha
platicado, mi papá no le caía bien pues pensaba que era un chico alzado y presumido.
Sin embargo, en algún momento empezaron a salir. He sabido que en ese momento mis
abuelos paternos tenían un negocio próspero, por lo que a mi papá no le hacía falta nada
económicamente, pero que tenían una nula convivencia con sus hijos por ocuparse del
negocio. Pese a ello, mi papá era el consentido de mi abuelo.
En relación a mi madre, conozco que tenía una relación distante y conflictiva con su
mamá por problemas de alcoholismo de mi abuela, al igual que con su papá ya que
estaba separados.
En este contexto y luego de algún tiempo de frecuentarse, mis padres deciden vivir
juntos debido a que se enteraron que mi mamá estaba embarazada de mí. Para ese
momento, él tenía 21 años y ella 18. En algún momento he sabido que mi papá quería
que mi mamá abortara, sin embargo no sé qué tan real sea esta información.
Finalmente nací y tuve la oportunidad de gozar del
amor y los privilegios que usualmente se le dan a los
primeros hijos. Durante mis primeros cumpleaños me
organizaba fiestas temáticas, cuando cumplí 1 año la
temática fue Blanca Nieves, a los 2 años de Alicia en
el País de las Maravillas, el cumpleaños 3 fue de
Cenicienta, el 4 no tuvo temática, el 5 de Tatiana y
el 6 de las Chicas Super poderosas.
Me cuenta mi mamá que en mi primer año durante la
temporada de Reyes Magos, ella estaba preocupada
porque el dinero no les alcazaba para comprarme juguetes, entonces se puso a trabajar
y ahorró para comprarme una muñeca de trapo de $80.00. Y cuál fue su sorpresa la
mañana del 6 de enero de 1995, mi abuela paterna y mis tíos maternos me trajeron cada
quien una muñeca. Dice que eso la hizo muy feliz.
Esa época fue económicamente difícil para ellos
porque mi papá aún estudiaba la carrera técnica en
Ingeniero Electromecánico y todos los días viajaba a
Santiago Tianguistenco, mi mamá se dedicaba a
vender dulces afuera de mi casa y difícilmente
juntaban el dinero suficiente para comprarme
pañales y leche. Entonces mi papá se graduó pero
decidió trabajar en la discoteca de mi abuelo como
DJ ya que era más barato trabajar cerca de casa que continuar viajando a un empleo
que estuviera alejado.
Así continuaron trabajando mientras mi abuelo paterno Tomás, a quien le decía Tata, les
ayudaba con algunos gastos y para salir de vacaciones. Tengo muchas fotografías en
Acapulco porque mis papás, mis abuelo y yo viajábamos para allá aproximadamente 3
veces al año, y todas las fotos fueron tomadas por Tata. Me quería mucho y yo a él.
Puedo incluso afirmar que de entre los primos yo era su consentida.
Pero conforme fui creciendo este hecho me trajo conflictos más adelante con mi mamá
porque yo obedecía más a mis abuelos que a ella, constantemente nos peleábamos y
teníamos una relación distante porque cualquier asunto terminaba en pelea. Incluso
cuando estaba en 2° de primaria mi mamá me engañó con que me iba a mandar a vivir a
otra casa porque ya no me soportaba. Todo empezó porque la maestra de la escuela dijo
que iba a escribir 5 operaciones en el pizarrón, pero escribió más. Respecto a ello yo
comenté “¡No que nada más cinco!”, la maestra se volteó y dijo “¿quién dijo eso?”, me
se4ñalaron y me sacó del salón. A la hora de la salida cuando mi mamá llegó por mí me
preguntó que por qué estaba afuera y le mentí diciendo que porque estaba platicando
porque me daba miedo decir la verdad. Al final el castigo de mandarme a vivir a otra
casa era por haber mentido.
Usualmente en las tardes después de la escuela, veía la televisión en casa de mis
abuelos. Tata me daba $5.00 y yo compraba un Frutsi de uva y unos Doritos incógnita.
Los domingos salía con él al centro de Tenancingo y me compraba un globo. Para ese
tiempo él ya había enfermado de cáncer en la piel y en la próstata. Debido a las
operaciones tuvieron que quitarle la oreja derecha. A mis primos les daba pena salir con
él por cómo se veía sin oreja, pero a mí y a mi hermano, incluso hasta me gustaba que
fuera por mí a la escuela sin importar su aspecto.
Pero más un par de años fue su última visita al hospital
de cancerología, iba a que le realizaran otra operación
porque el cáncer continuaba avanzado pero decidió no
internarse y regresar a casa diciendo que ya se había
cansado de tantas operaciones. El martes de la siguiente
semana por la tarde, él quiso bajar las escaleras y se
resbaló. Era un hombre que medía 1.90m y en ese
momento únicamente mi abuela y mi hermano estaban
en casa para ayudarlo a levantarse. Sólo sé que se cayó
porque se mareó mientras bajaba. A partir de esa caída
tuvo que estar en cama el resto de la semana.
Hasta que el domingo vino mi papá a casa a decirle a mi
mamá que Tata había fallecido. Recuerdo que en ese
momento no sentí nada, quizá no lo había entendido aún, me puse ropa blanca porque
no tenía nada negro y me fui con mi mamá a la casa de mis abuelos. Allí estaban varias
tías y mis primos. De pronto una tía me llamó para que fuera a ver a mi abuelo, entré y
estaba acostado en la cama, su piel tenía un tono amarillento y mi tía me dijo que le
dijera que lo quería mucho. Yo se lo dije e inmediatamente empecé a llorar como niña
pequeña y lo abracé. Es una imagen que aún tengo muy clara. Yo tenía 9 años, mi
hermano 6 y mi hermana 1. A partir de entonces dejé poco a
poco de ir a casa de mis abuelos.
Pero no todo fue catastrófico en la primaria. Cuando estaba en
3er año me integré al grupo de bastoneras de la escuela, sin
saber que continuaría hasta que finalicé la preparatoria pues
era una actividad que me encantaba. Además solía ser muy
dedicada y estudiosa, obtenía diploma cada año. Y aprendí a
ahorrar, guardaba cada moneda que llegaba a mis manos para
comprarme muñecas “My scene”.
Después ingresé a la secundaria. En el primer año conocí a una
niña conocí a una niña, e llama Brenda, que resultó ser mi
prima lejana, eso no unió bastante y fuimos muy buenas
amigas pero luego nos separamos. En 2° de secundaria conocí a
Suriel, él era un compañero nuevo porque venía del turno
vespertino. Nos empezamos a tratar y terminamos siendo muy
amigos, incluso más que con Brenda. A mí me encantaba que
fuera mi mejor amigo, le contaba quién me gustaba y cuando
salía con otros chicos. Nos la pasábamos muy bien.
En ese tiempo, hubo un momento complicado como familia
pues encontré mensajes en el teléfono de mi papá con otra mujer diciendo que la amaba
y hablaban de todas las veces que se veían. Al no saber qué hacer le dije a mi mamá y
generé un conflicto de pareja que ahora sé que no me correspondía. Aun así no me
arrepiento de haberlo hecho.
Más tarde llegó el momento de empezar a organizar mi fiesta
de XV años, entonces decidí festejarlos en el mes de
Noviembre y no en el mes de mi cumpleaños. Antes de eso,
llegó la ceremonia de clausura de la secundaria. Ese día lloré
demasiado porque iba a extrañar mucho a Suriel, nos
abrazamos muy fuerte y prometimos no dejar de hablarnos
porque iríamos a preparatorias distintas. Luego le pedí que si
quería ser mi chambelán. Él aceptó. Incluso fui con mi mamá
a su casa para platicar con su mamá y pedirle de manera
formal que fuera mi chambelán.
Los meses en ensayamos el vals seguimos en contacto, nos
escribíamos mensajes todos los días o quedábamos en
conectarnos en Messenger a cierta hora para platicar. El 12
de Agosto de 2009 fuimos a hacer ejercicio al Cristo Rey y en un momento él se acercó a
mí y me dijo que le gustaría que yo fuera su novia. Le dije que no me daban permiso
pero sí.
Dos meses después le dije a mi mamá que si me daba permiso de su novia porque yo no
quería seguirlo viendo a escondidas pero ella me dijo que no porque su familia era muy
conflictiva y de mala reputación. Aun así decidí continuar hasta que un día fui a la
preparatoria donde él estudiaba a entregar las invitaciones para mi fiesta, al terminar,
Suriel y yo veníamos tomados de la mano, de pronto volteo y mi mamá estaba en una
farmacia viéndonos. Fue porque alguien más ya le había comentado que me habían visto
con mi novio. Salió de la farmacia y se fue llorando. Yo me fui detrás de ella. Ese día me
regañó y se enojó bastante conmigo, le dijo a mi papá y también me regañó. Mi papá me
dijo que terminaría con él pasando mi fiesta, que ahora no le dijera nada a Suriel porque
podría salirse del vals y echar a perder mi baile porque ya faltaban 2 semanas para el
festejo. Yo le dije que si pero nunca dejé de verlo, iba a verme saliendo de la escuela,
platicábamos un rato y después me iba a dejar cerca de mi casa.
Llegó el día de la fiesta. Me la pasé muy bien, me encantó. Bailé con mis amigos y
estuve muy contenta.
Pasados algunos días, le pedí permiso a mi papá de que me dejara andar con Suriel,
platiqué con él y acepto no muy convencido. El 11 de diciembre de ese año fue a mi
casa por la noche a pedirle oficialmente permiso a mi mamá de que me fuera a ver a la
casa. Al día siguiente fuimos a la feria de nuestro pueblo festejando 4 meses de novios.
Prácticamente así inicié la prepa. Conocí a varios amigos entre ellos a Gaby, quien hasta
hoy considero que ha sido mi amistad más sincera, duradera y de mayor confianza. Era
muy divertido estar juntas porque nos reíamos de todo y nunca nos aburríamos. Con ella
ingresé a la Banda Juvenil de Marcha y conocimos muchos municipios en las
presentaciones a las que fuimos.
En esa etapa la situación con mi novio fue complicada porque empezó a juntarse con
amistades que a mí no me agradaban pues continuamente lo invitaban a tomar. Empezó
tomando cada viernes, después cada fin de semana hasta que llegó un momento en que
tomaba casi todos los días, se pelaba a golpes con otros chavos, llegaba tarde a su casa o
simplemente no llegaba. En muchas ocasiones fui hasta donde él estaba y continuamente
su mamá me llamaba para preguntarme si sabía algo de él o si estaba conmigo.
Él no sabía que su mamá y yo nos comunicábamos hasta que un día se lo dije y le deje
las cosas claras. Entonces empezó a alejarse de las amistades que tenía, dejó de tomar y
puso más atención a nuestra relación.
Así finalicé la preparatoria e ingresé a la universidad. No presenté examen de admisión
pues desde el inicio ya había platicado con mis papás el hecho de estudiar en Campus
Universitario Siglo XXI. Lo curioso fue que desde los 6 años yo decía que sería abogada y
así permanecí hasta 4° semestre de prepa, pero en 5°semestre decidí estudiar Psicología
sin saber a ciencia cierta qué hace un psicólogo.
Mi primer mes en la universidad fue difícil en varios sentidos. En primer lugar no quise
irme a vivir a Toluca porque sabía que dejaría de ver a mi novio y no quería que nos
distanciáramos pero al mismo tiempo me daba miedo viajar todos los días porque no
conocía la ciudad, pensaba en los peligros del trasporte público o de caminar sola y en el
cansancio de levantarme muy temprano todos los días.
Durante ese mes yo llegaba a casa llorando todos los días porque no sabía cómo viajar en
transporte público y todo el tiempo sentía miedo pues hasta ese momento yo estaba
acostumbrada a que mi papá iba por mí a cualquier lugar en Tenancingo.
Una noche mi papá me dijo que si prefería mejor buscábamos un lugar en la Escuela
Normal de Tenancingo (la cual queda a 20 minutos de mi casa caminando) aunque se
perdiera el dinero que ya se había pagado en la universidad. Estuve a punto de decir que
sí, pero mi abuela materna habló conmigo, me dio ánimo, me armé de valor y decidí
continuar.
Todos los días me levantaba a las 4:30 de la mañana y tomaba el taxi a las 5:30 am para
llegar a tiempo a la escuela porque la hora de entrada era a las 7:00 am; y si llegaba
algunos minutos tarde ya no me dejaban pasar a clases. En ese momento fue mi primer
acercamiento a la autonomía pues tuve que aprender a moverme sola en una ciudad que
no conocía, aprendí a organizar mi tiempo para cumplir con todo, a preparar mi mochila
una noche antes y no olvidar nada en casa; y a administrar mi dinero para que rindiera
toda la semana.
Con mi familia las cosas habían mejorado, me empecé a llevar muy bien con mi mamá y
construimos una relación muy cercana y de mayor confianza. Empezó a permitir que mi
novio me visitara más seguido, platicaba con él y lo invitaba a comer; y a mí me daban
permiso de ir a fiestas con su familia o de salir con él. Me sentía muy feliz.
Cuando estaba en 7° semestre empecé a
trabajar por las tardes en una escuela
particular de inglés de un profesor que me dio
clases cuando estuve en cELE. Allí comencé a
conocer lo que es la docencia. Empecé con un
grupo de 2 alumnos, luego 6 y así fueron
aumentando. El dinero que juntaba lo utilizaba
para pagar mi pasaje de la semana para ir a la
escuela, también en la escuela vendía dulces,
galletas, fruta, cosméticos de avón y zapatos
por catálogo para pagar mis libros, copias o
impresiones. Al mismo tiempo ahorré dinero
durante los primero 3 años de la carrera para comprarme un carro. Primero compré un
bocho pero no me sentía a gusto, entonces lo vendí y me compre un chevy que ya lleva
conmigo casi 4 años.
En 8° semestre se me presentó la oportunidad de viajar a Cuba. Estaba muy feliz porque
sería mi primer viaje en avión y a otro país. Platiqué con mi mamá la posibilidad de que
mi novio viniera conmigo y ella aceptó. Es de las cosas más bonitas que he vivido,
recuerdo todo con mucha emoción.
Posteriormente empecé a realizar mis prácticas profesionales en la Comisión de
Atención a Víctimas del Delito y el la Agencia del Ministerio Público en el área de
psicología. Aprendí bastantes cosas allí.
Cuando estaba iniciando 10° semestre de la licenciatura Suriel y yo tuvimos un problema
con mis papás. El resultado fue catastrófico para mí. Me dijeron que debía dejarlo o ya
no me iban a pagar la colegiatura de la escuela. A eso contesté que no me importaba
porque la mayor parte de mis gastos los pagaba yo con mi trabajo y que yo vería como le
haría para pagar mi colegiatura y demostrarles que podía lograrlo. Esta decisión mía
destruyó la relación tan bonita que había construido con mi mamá. A partir de entonces
nada ha sido igual.
Mi mamá se enojó tanto conmigo que dejó de hablarme durante meses. El día de mi
cumpleaños no quiso venir y estar presente cuando partí mi pastel que me había
comprado mi hermano. Suriel me apoyó mucho en ese momento y nuestra relación
empezó a mejorar. Pero por lo que ocurrió con mis papás decidí no asistir a la cena
familiar de graduación de la carrera e inmediatamente después de haber terminado el
semestre el 8 de julio de 2017, me dediqué a buscar trabajo.
La ceremonia oficial de graduación fue en el mes de Noviembre, me
tocó dar el discurso de despedida y agradecí a mis papás su apoyo.
Para ese momento mi mamá ya me hablaba un poco y aunque me
hubiera gustado que fuera diferente la situación admito que fue muy
gratrificante. Ese día Suriel fue a escondidas para escucharme decir el
discurso, me vio recibiendo mi carta de pasante y se retiró.
Tuve la enorme fortuna de que una tía me diera la oportunidad de
trabajar en la preparatoria de la que es dueña, sin embargo entré
administrativamente como prestadora de servicio social por lo que el
sueldo era mínimo. Acepté porque me daba estabilidad mientras
terminaba mi tesis y mi proceso de titulación.
Mi examen recepcional fue el 17 de abril de 2018. Fue una experiencia
inolvidable. Al principio estaba muy nerviosa pero expliqué mi trabajo de investigación y
finalmente me titulé por unanimidad de votos y obtuve mención honorífica. Recuerdo
que cuando escuché a mi director de tesis leer el veredicto giré hacía donde estaba mi
mamá, la abracé y empecé a llorar como niña. Es un momento que aún recuerdo
claramente.
Estuve trabajando allí durante un año hasta que empecé a buscar trabajo en Tenancingo
y tuve nuevamente la fortuna de encontrar empleo en 2 escuelas.
Actualmente me encuentro trabajando como docente de nivel preparatoria con materias
que se desprenden de la psicología y en nivel primaria como docente de inglés. Imparto
clases de inglés los lunes por la tarde y empecé la maestría en Psicoterapia Gestalt.
Vendo zapato por catálogo y estoy buscando la oportunidad de rentar un consultorio
para empezar a ofrecer el servicio de terapia psicológica.
Vivo con mis papás y mis hermanos,
apoyo con los gastos de la casa. La
relación con mi mamá ha mejorado
aunque ya no es la misma de antes,
ahora se entiende mejor con mi
hermana. Admito que a veces siento
celos de ello pero pienso que debo
entenderlo como parte de mi proceso de
autonomía.
Tenemos 3 perritas: Sharpay, Amy y Tuly. Ellas son la alegría de la casa ya que todos las
queremos mucho, son parte de la familia y todo el tiempo están dándonos alegrías.
Con mi novio la relación va bien, llevamos 9 años y medio de novios. Hemos platicado la
posibilidad de casarnos o de empezar a vivir juntos pero decidimos esperar al menos 1 o
2 años más pues él está por titularse en el mes de Marzo y quiere que trabajemos y
ahorremos dinero para irnos a vivir a un lugar propio. Me alegra bastante que piense así
y me tome en cuenta en sus planes a futuro.
Mi actual trabajo me gusta mucho. Disfruto trabajar con chavos de prepa y aprendo
cosas divertidas con los pequeños de primaria. Realmente tengo planes de continuar
trabajando allí varios años más a menos que alguna otra cosa suceda.
Ahora mismo estoy ahorrando dinero nuevamente para viajar a Canadá y conocer las
Cataratas del Niágara, Montreal y Toronto.

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