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El documento describe los tres elementos fundamentales de un delito: 1) la tipicidad, que indica que la conducta coincide con la descripción de una figura delictiva en la ley, 2) la antijuricidad, que analiza si la conducta típica está permitida por la ley, y 3) la culpabilidad, que identifica el grado en que la conducta antijurídica es reprochable.
El documento describe los tres elementos fundamentales de un delito: 1) la tipicidad, que indica que la conducta coincide con la descripción de una figura delictiva en la ley, 2) la antijuricidad, que analiza si la conducta típica está permitida por la ley, y 3) la culpabilidad, que identifica el grado en que la conducta antijurídica es reprochable.
El documento describe los tres elementos fundamentales de un delito: 1) la tipicidad, que indica que la conducta coincide con la descripción de una figura delictiva en la ley, 2) la antijuricidad, que analiza si la conducta típica está permitida por la ley, y 3) la culpabilidad, que identifica el grado en que la conducta antijurídica es reprochable.
Primero, la tipicidad, es decir, que incluya los elementos que fundamentan lo injusto
específico de una figura delictiva. El ser antijurídica, lo que implica ser ilícita, contraria al derecho. - Si un hombre le dispara en la cabeza a otro y lo mata, dicha conducta se ajusta con el tipo penal que describe la ley. La tipicidad, por lo tanto, indica que la persona en cuestión incurrió en un delito.
En segundo lugar, la antijuricidad analiza si la conducta típica está permitida por el
ordenamiento jurídico, esto porque lo antijurídico es aquello contrario a derecho, pero no todo lo típico es antijurídico. - a alguien lo están persiguiendo, lo van a robar, ve una casa abierta e ingresa, comete un delito de violación de domicilio, pero es para salvaguardarse.
Por último, El concepto de culpabilidad se identifica con el de “reprochabilidad” de la
conducta antijurídica, y la gravedad estará determinada entonces por el grado en que dicha conducta sea susceptible de ese reproche. - Matar a una persona con un disparo de arma de fuego. Atropellar a un peatón y causarle la muerte.