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¿HAY ACCION?
El primer paso es dilucidar si en un caso existe una conducta humana. Se debe averiguar si el sujeto
interviniente se halla o no incurso en alguna de las causales que generan ausencia de acción
Falta de acción:
c) Actos reflejos
TIPICIDAD
El tipo penal en sentido amplio, está vinculado con el principio de legalidad (art 18 de la CN). La
importancia del tipo radica en que todas esas condiciones dadas al momento del hecho no pueden
ser luego modificadas en perjuicio del sujeto, sí podrían aplicarse si fueran más benignas. Cada uno
de los tipos penales contiene los elementos necesarios que nos permite saber ante qué clase de
delito estamos
No toda ley penal es un tipo penal, sólo lo constituye aquella parte de la ley que contempla la
“materia de prohibición” más toda referencia a circunstancias que hacen a la delimitación de lo
penalmente prohibido. Ej: Art 79 CP: “se aplicará reclusión o prisión de 8 a 25 años, al que matare
a otro, siempre que en este Código no se estableciere otra pena”. El tipo penal del delito “homicidio
simple” es: matar al otro.
No se debe confundir artículo con tipo penal, ya que hay artículos que no son tipos; y por otro lado,
dentro de un mismo artículo puede estar contemplado más de un tipo penal (Ej art 80 CP).
La ley penal debe ser escrita (art 18 CN). En el tipo penal se pueden encontrar distintos elementos:
Descriptivos y Normativos. La distinción se efectúa tomando en consideración según se pueda
acceder a su significación a través de la sola captación de los sentidos (descriptivos), en cambio los
elementos normativos del tipo requieren para su comprensión de una instancia de apreciación
valorativa que sólo en algunos casos puede ser jurídica.
1- COMISION Y OMISION
En los tipos penales activos, la conducta va a ser típica cuando haya una plena coincidencia entre lo
que el tipo penal establece y lo que el sujeto hizo. Se dirá que la conducta es atípica, cuando no
haya una total correspondencia entre el hecho cometido y el previsto en el tipo penal.
2- DOLOSOS Y CULPOSOS
Tipos Dolosos: el autor quiere el resultado lesivo. Son más severamente sancionados, sobre la base
del principio de proporcionalidad de la pena: a mayor gravedad del injusto, mayor pena. Para afirmar
la tipicidad de la acción deberá comprobarse la plena coincidencia entre lo que el sujeto hizo y lo que
él entendía que hacía. Ej: Art 79 CP. Si se encuentra en un error que le impide comprender la
significación de su obrar, no habrá tipicidad del acto. El tipo doloso tiene un aspecto subjetivo y uno
objetivo .Ej: para que se pueda afirmar que una acción es típica del tipo penal, del homicidio doloso,
no será suficiente con que alguien haya causado la muerte de otro (aspecto objetivo) sino que será
necesario además, que el autor del hecho haya actuado con voluntad homicida (aspecto subjetivo) la
falta de configuración de cualquiera de estos aspectos, llevará a la atipicidad de la acción.
Tipos Culposos: su autor no quiere el resultado lesivo, pero al violar elementales deberes de
cuidado en la realización de su acción termina lesionando en forma imprudente o negligente bienes
jurídicos de terceros.
Cada vez que en la estructura típica diga: el que por imprudencia, negligencia, impericia causare X
resultado…. Estaremos en presencia de un tipo culposo. Ej: Art 84 CP.
CLASIFICACION SECUNDARIA
Tipos de Pura Actividad: Se limitan a señalar la acción, sin que interese cuál es el resultado
causado por ella. Por ejemplo: en el delito de injurias (art 110 CP), el bien jurídico tutelado es el
honor, pero la conducta delictiva no incide en ningún ente físico. Por ello la injuria es un delito de
pura actividad.
En esta clasificación, se toma en cuenta el grado de afectación al bien jurídico requerido por el tipo
penal, y que debe ser la consecuencia de la realización de la acción prohibida. El bien jurídico no
integra el tipo, éste pude seleccionar acciones tomando en consideración si la misma sólo pone en
peligro al bien (delitos de peligro) o causan una efectiva lesión del bien jurídico (delitos de
lesión).
Los delitos de peligro se dividen en delito de concretos y abstractos. Los primeros, son los que
requieren para su configuración que el bien jurídico haya corrido un efectivo riesgo. Ej: arts 106,
200, 190 CP. En general las tentativas de cometer delito son supuestos de delitos de peligro
concreto.
Los de peligro abstracto, son aquellos en los que los tipos penales captan conductas que
normalmente son riesgosas para determinado bien jurídico. Tales acciones ya son prohibidas en su
realización por esa sola razón, independientemente de si generan o no un peligro concreto para el
bien. Ej: abuso de arma art 104 CP, abandono de sus puestos art 195 CP, portación de arma de
fuego art 189 CP.
Comunes: los delitos que son cometidos por cualquier persona bastando con que tengan capacidad
de acción. El tipo penal no requiere especiales condiciones o caracteres en el sujeto activo del delito,
y se refiere al mismo utilizando la fórmula genérica “el que”. Ej: art 79 del CP “el que matare a otro”
Especiales: grupo de delitos en los que sólo puede ser autor quien reúna ciertas condiciones
especiales requeridas por el tipo. Estos pueden ser propios o impropios. Los primeros son aquellos en
los que las condiciones requeridas para ser autor son configurativas del delito, siendo la infracción
del deber el fundamento de su ilicitud. Ej: los delitos de funcionario, en los que se requiere ser
funcionario público para poder cometer el hecho en carácter de autor; falso testimonio Art 275 CP en
el cual se requiere ser testigo, etc. En cuanto a los segundos (impropios) requieren especiales
condiciones en el autor, pero en éstos, la calificación especial no determina la ilicitud, configurándola
sólo una agravación de la misma.
Requieren para su configuración que el autor realice personal- físicamente la conducta descripta en
el tipo. Ej: violación (Art 119 CP) sólo puede ser considerado autor quien tenga acceso carnal contra
la voluntad de la víctima. Los delitos de propia mano presentan dificultades a la hora de determinar
los alcances de la coautoría y de la llamada autoría mediata.
TIPO ACTIVO DOLOSO
Este tipo se integra con un aspecto objetivo y otro subjetivo, siendo necesario para la tipicidad de
la acción que se configuren ambos aspectos y de manera congruente. En caso contrario la solución
será la atipicidad de la conducta con relación al tipo penal del delito consumado.
Lo subjetivo es todo lo que debe darse en la psiquis del autor del delito; y, lo referente a datos o
circunstancias externas al pensamiento del autor integra el aspecto objetivo.
ASPECTO OBJETIVO:
Cada tipo requiere para su configuración distintos elementos, cuya presencia se deberá comprobar
en el supuesto de análisis para poder afirmar su tipicidad objetiva. Estos elementos varían en cada
tipo penal, no son los mismos los que integran el tipo penal de homicidio, de robo, de estafa, etc.
Se debe inventariar todos los elementos constitutivos del tipo objetivo, lo que resulta esencial
porque permite comprobar si en el caso analizado están presentes todos ellos, para afirmar la
tipicidad objetiva. Esos elementos, son los que deberá representarse efectivamente el sujeto
actuante en el momento del hecho para afirmar su accionar doloso.
Los componentes genéricos del aspecto objetivo del tipo penal de resultado:
El aspecto externo de la acción: en el tipo objetivo está la faz externa de la conducta, la faz
interna es parte del aspecto subjetivo. Ej: los movimientos corporales de quien dispara con su arma
de fuego sobre la víctima, integran el aspecto objetivo del tipo penal de homicidio doloso y culposo.
Si el sujeto estaba limpiando el arma y se le escapó el disparo sin tener la voluntad de matar, esas
circunstancias no tienen incidencia respecto a la configuración del aspecto objetivo. Éste estará
completo, y sólo al pasar al análisis del aspecto subjetivo podremos observar que no se corresponde
con el tipo subjetivo del delito doloso, sino con el de culposo.
No hay diferencias entre el aspecto objetivo del tipo doloso y del culposo, la diferencia aparece en el
aspecto subjetivo.
Nexo de causalidad: en los delitos de resultado se exige como elemento configurativo del tipo
objetivo, el despliegue de la acción individualizada en el tipo y la producción del resultado típico;
además debe existir una vinculación entre la acción del sujeto y el resultado acaecido, de manera de
afirmar que ésta ha sido causado por el comportamiento de aquél.
Teoría de causalidad adecuada: causa es aquella condición que produce determinados efectos.
Toda conducta que haya producido físicamente un resultado extraordinario no habitual, no podrá
considerarse causa desde la perspectiva penal. Ej: si el A lesiona con una pequeña incisión en el
brazo a B, y éste muere desangrado por ser hemofílico, no deberá considerarse a A causante de la
muerte de B.
Roxin afirma que la teoría de la adecuación no es una teoría causal, sino una teoría de la imputación.
Si diversas acciones pueden ser suprimidas mentalmente en forma alternativa sin que el resultado
desaparezca, pero no así acumulativamente, cada una de ellas es causal del resultado. Ej: A pone
una sustancia mortal en la comida de B; sin saberlo, el sujeto C agrega otra dosis mortal en la
misma comida, B ingiere los alimentos y muere envenenado. Si se suprime mentalmente la conducta
de A, el resultado de muerte de B no desaparece, lo mismo ocurre si suprimimos la conducta de C.
ambas acciones no pueden ser suprimidas acumulativamente sin que el resultado desaparezca.
Tanto la acción de A y C, son causa del resultado muerte de B.
Que una acción haya sido causante del resultado típico no habilita a tener por configurado el tipo
objetivo. No es suficiente el nexo de causalidad para imputar jurídicamente el resultado al causante.
La teoría de la imputación objetiva define bajo qué circunstancias la causación de un resultado típico
equivale a considerar objetivamente configurada la conducta descripta en el tipo penal. Ej: para el
tipo penal de homicidio, la teoría de la imputación objetiva tratará de precisar bajo qué condiciones
la conducta de causar la muerte a otro, debe ser considerada como la de matar a otro.
Puede ser objetivamente imputable un resultado típico a la conducta del agente cuando éste:
Los mismos criterios de imputación objetiva son válidos para delitos dolosos y culposos.
Competencia de la víctima: supuestos en los que un suceso puede ser atribuido a la propia
víctima. Existen autores que reconocen la relevancia que adquiere la actuación de la víctima para
definir la situación del autor, efectuando la siguiente distinción:
a) Participación en una autopuesta en peligro: aquellos en los que la propia víctima realiza el
comportamiento que incide en el menoscabo del bien, siendo el tercero un mero partícipe que
colaboró en el acto riesgoso. Estos casos serían atípicos, no correspondería responsabilidad penal a
quien se limita a favorecer la autopuesta en peligro de otro.
No habrá riesgo prohibido si la propia víctima con plena conciencia de la magnitud del riesgo, decide
asumirlo y el autor de la acción sólo participó en una autopuesta en peligro de la víctima.
No imputación del resultado por falta de materialización del riesgo prohibido: para la
consumación será indispensable que el riesgo prohibido se haya materializado en el resultado. La no
imputación del resultado por falta de materialización del riesgo prohibido podrá darse en los
siguientes supuestos:
El tipo objetivo en los delitos de pura actividad y en los delitos de peligro abstracto: en los
delitos de pura actividad no hay un resultado individualizado, el tipo se conforma con la realización
de la acción prohibida, no hay que verificar ningún resultado. Igual situación se presenta en los
delitos de peligro abstracto, en los que el legislador prohíbe la acción por ser normalmente riesgosa
para el bien que quiere proteger.
ASPECTO SUBJETIVO DEL TIPO ACTIVO DOLOSO
Para afirmar la subsunción de una conducta en un tipo activo doloso, es necesario que se den los
componentes de la faz subjetiva del correspondiente tipo penal. La congruencia entre ambos
aspectos objetivo-subjetivo es necesaria para la tipicidad penal de la acción.
Este aspecto, y se integra con aquellos elementos que deben darse en cabeza del autor,
independientemente de que su naturaleza sea física o psíquica. El aspecto subjetivo se agota en el
dolo, constituyendo éste, el núcleo del aspecto subjetivo de los delitos dolosos. Existen al menos 2
teorías que pretenden definir al dolo: Teoría de la representación, y Teoría de la voluntad.
Teoría de la representación: el factor determinante del comportamiento doloso, está dado por la
representación que tiene el autor de todos los elementos objetivos del correspondiente tipo peal al
momento de actuar. El dolo se integra con elementos cognoscitivos, sin que influya la actitud
subjetiva que adopte el sujeto ante tal representación. Lo importante es que el sujeto,
representándose los elementos del tipo penal, haya querido igualmente realizar el comportamiento,
sin importar si quería o no la producción del resultado típico.
Respecto a las chances de producción del resultado típico que el sujeto debe representarse para
afirmar que actúo con dolo existen 3 posiciones:
Para que se pueda afirmar el obrar doloso, será necesario que el sujeto actuante, en el momento de
realizar la acción haya conocido en forma efectiva todas las circunstancias que pertenecen al
aspecto objetivo del respectivo tipo penal en juego. El desconocimiento de cualquiera de tales
circunstancias impediría la configuración dolosa. Actúa con dolo aquel que sabe en forma efectiva
lo que hace.
Teoría de la voluntad: el dolo no se agota en el aspecto cognoscitivo, sino que requiere un aspecto
conativo, que va más allá del simple querer realizar la acción. La ausencia de cualquiera de estos
componentes excluye el dolo. Para ésta teoría, el dolo estaría dado en la actitud interna del sujeto
ante la representación de la afectación del bien: aceptar el resultado o al menos serle indiferente a
su producción. Existe un aspecto conativo (el querer) que se agrega al conocimiento efectivo
(aspecto cognoscitivo) de cada uno de los elementos objetivos que integran el tipo penal respectivo:
dolo es conocer y querer. El dolo se configura cuando el sujeto actuante sabe lo que hace y hace lo
que quiere.
Dolo eventual: si ante la afectación de un bien, el agente confía en que el mismo no sobrevendrá,
se dirá que él no ha querido causar el resultado, en cambio si ante la representación acepta la
posible o probable producción del resultado lesivo, o al menos le resulta indiferente, se podrá decir
que el sujeto actuó con dolo porque quiso lesionar el bien.
Dolo directo, dolo directo de primer grado, o dolo de intención: el agente dirige su conducta a
la afectación del bien, constituyendo el resultado lesivo la meta buscada por el sujeto. Para que haya
dolo será necesario que el sujeto se atribuya alguna chance de incidir en la configuración del suceso
y que no sólo desee la producción de un resultado si el acontecer del mismo no se encuentra en sus
manos. Ej; quien dispara con un arma de fuego de poco alcance a un avión que pasa a 5mil metros
de altura, por más que su deseo sea derribar al avión, si no se asigna ninguna posibilidad en cuanto
al logro del resultado, no podrá afirmarse que ha actuado con dolo.
Se diferencia del dolo eventual en razón de que en el dolo indirecto, la lesión del bien se producirá
necesariamente como efecto concomitante de su acción, mientras que en el eventual la producción
del resultado no aparece segura sino altamente posible. Ej: siguiendo el ejemplo anterior, si el
chofer a pesar de la explosión no muere, igualmente quien colocó el explosivo responderá a título de
dolo de consecuencias necesarias aunque el resultado no se produjo. En tal caso responderá a título
de tentativa de homicidio con dolo indirecto.
Elementos normativos y descriptivos del tipo: los primeros son los que requieren una valoración
jurídica y plantean una problemática especial, en cambio los segundos son aprehendidos a través de
los sentidos.
El desconocimiento de cualquier componente típico, excluirá del dolo del agente respecto a tal delito.
Este error recibe la denominación de error de tipo y su efecto es el de excluir el dolo; por esa razón
al aspecto objetivo del tipo penal se lo denomina “tipo del error”, ya que sus componentes definen
los conocimientos que serán necesarios poseer al momento de realizar la acción, para el dolo del
correspondiente delito. Ej: quien se lleva un libro de la casa de su compañero de estudio creyendo
que es de su propiedad, cuando en realidad era de su compañero habrá actuado en error de tipo al
desconocer un elemento que integra el aspecto objetivo del delito de hurto
La vencibilidad o invencibilidad del error: todo error de tipo excluye el dolo, habrá que
determinar si tal error es imputable al agente, en tal caso se dirá que el error es vencible y con ello
quedará abierta la posibilidad de una responsabilidad a título de culpa, condicionando a la existencia
del tipo culposo para esta clase de delito.
Si en el error en que cayó el agente no es atribuible a su falta de cuidado sino que se trata de un
error invencible, ya que cualquier persona comportándose responsablemente igualmente no hubiera
podido evitar caer en él. Su efecto será el de excluir no sólo el dolo sino también la culpa.
Tanto el error vencible como el invencible excluyen el dolo, pero el segundo excluye además la culpa.
Error como consecuencia de alteraciones psíquicas del autor: el error en que se encontraba el
agente pudo ser la consecuencia de condicionamientos psíquicos de origen patológico. No siempre
que se den condiciones de inimputabilidad en el autor será considerarlo inculpable, debido a que si
tal inimputabilidad le impidió representarse adecuadamente alguno de los elementos del tipo
objetivo, la solución correcta será el reconocer la existencia de un error de tipo psíquicamente
condicionado.
Error de prohibición: el sujeto sabrá perfectamente lo que hace, su error no recae sobre ningún
elemento del aspecto objetivo, sino que se equivoca sobre la relevancia jurídico- penal de su acto al
creer que tal comportamiento no tiene relevancia penal. Ello puede darse por 2 razones: a) por creer
que la conducta que realiza no está prohibida (error de prohibición directo) o b) conociendo su
prohibición, piensa erróneamente que se halla justificado su accionar en las particulares
circunstancias en que actuó (erro de prohibición indirecto).
El error de tipo vencible o invencible siempre excluye el dolo, el error de prohibición sólo incidirá en
la culpabilidad del autor, excluyéndola si es invencible y aminorándola si es imputable al agente.
Error de tipo al revés: situación inversa al error de tipo, con consecuencias diferentes. Consiste en
la falsa representación por parte del agente de que en el momento de actuar se dan en la realidad
todos los elementos de un tipo objetivo, cuando en verdad los mismos sólo están presentes en su
imaginación. Ej: quien creyendo que se lleva un libro ajeno y por error toma un libro de su
propiedad. En este caso falta un elemento objetivo (la ajenidad de la cosa) y es el sujeto activo
quien se representa erróneamente su presencia.
Delito putativo: es un error que debe diferenciarse del error de tipo. En este caso, el agente cree
que la conducta que realiza está penalmente prohibida, cuando en realidad no lo está. Constituye un
error de prohibición al revés. Es un delito imaginario e impune, en razón de que para la ley penal se
trata de conducta irrelevante. Ej; quien comete adulterio pensando que aún tal conducta es delictiva,
comete un delito putativo.
Error de subsunción: es un equívoco del autor respecto a la tipicidad de su acción, el cual cree que
encuadra en un tipo penal y en realidad se subsume en otro. El sujeto conoce perfectamente lo que
hace, siendo su error producto de una falta de formación jurídica. Ej: A rompe una vidriera y se lleva
prendas de vestir, piensa que su conducta es configurativa del delito de hurto (art 162 CP), cuando
en realidad al haber ejercido fuerza sobre las cosas ha cometido el delito de robo (art 164 CP).
Error sobre circunstancias agravantes o atenuantes: el autor desconoce que se dan, o supone
falsamente su presencia al momento de llevar a cabo su acción.
Error sobre los elementos objetivos de una causa de justificación: consiste en la falsa
creencia del agente de que al momento de actuar se dan las condiciones fácticas que permitirían
justificar el hecho. Ej: A cree, por error, ser víctima de un asalto, efectuando un disparo mortal sobre
quien en realidad le estaba haciendo una broma. En el caso, A creía que se daban las condiciones
objetivas que le permiten actuar en legítima defensa de su persona o bienes.
Error en el golpe (aberratio ictus): un sujeto dirige su acción hacia un determinado objeto y por
deficiente realización de la acción, termina lesionando a otro objeto diferente al que no quería ni se
admitía la posibilidad de afectar. Ej: X quiere matar a Z, dispara en dirección a Z pero yerra
matando a B, a quien X no quería ni admitía su muerte.
a) Situación típica: los tipos omisivos son en general tipos contextualizados, indican un
contexto, dado el cual surge el deber de actuar. La situación típica consiste en la situación de
peligro existente para uno o más bienes jurídicos.
b) La realización de una conducta diferente a la debida: Ej: quien no presta el auxilio a
una persona en riesgo. Será atípico cuando hay coincidencia entre la acción realizada por el
sujeto y la que impone la ley.
c) Posibilidad material de realización de la conducta legalmente impuesta: sólo se podrá
considerar infringido el mandato, en la medida en que la acción exigida haya sido de posible
realización para el sujeto. Ej: quien circulando en su automóvil se encuentra con una persona
que ha sufrido un paro cardíaco, y no sabe realizar masajes cardíacos, no podrá
considerársele autor del delito.
Al igual que en los tipos de pura omisión, el aspecto objetivo se integra con: la situación típica, la
realización de una conducta diferente a la debida, la posibilidad material realización de la acción
debida. A los mismos, se suman los siguientes componentes:
d) La producción del resultado típico: esencial para la consumación del delito. Si a pesar de
haberse omitido la realización de la acción debida por parte del obligado, el resultado no se
produce, no podría considerarse típica del delito consumado, pero sí en forma de tentada. No
es suficiente su producción física, sino que es necesario que se den las condiciones de
imputación de tal resultado al autor de la omisión.
e) El nexo de evitación: en la omisión no hay causación del resultado. El ilícito está constituido
por la por la no realización de una acción tendente a la evitación del resultado típico. Se debe
comprobar el nexo de evitación, afirmar que de haberse realizado el comportamiento debido,
el resultado no se hubiera producido. Si el resultado no hubiera podido ser evitado ni aún con
la conducta debida, no puede imputarse el resultado al omitente por faltar el nexo de
evitación.
f) Posición de garante: no cualquier persona sobre quien pese la obligación de realizar un
determinado comportamiento va a responder de la misma forma que si hubiera causado el
resultado típico. Sólo un limitado círculo de sujetos podrá ser considerado autor de estos
delitos de omisión (evitar un resultado). Los que se encuentren en una especial relación de
estrecha vinculación con un bien o con una fuente generadora de riesgos, de manera tal que
pueda afirmarse que depende del sujeto la incolumidad del bien o el control de que el riesgo
no se materialice en lesión.