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mucha gente se toma a la ligera el cese o término de la relación de pareja, diciendo cosas
como:
Es lo mejor que podías haber hecho, total no servía para nada. Esta frase benevolente
va directa a tu estómago, ya que a tu ex-pareja la elegiste tú y puede que sea el padre /madre
de tus hijos.
Vas a estar mejor solo/ sola, así puedes hacer lo que quieras.
Ya no vas a tener problemas con tu familia. Que puede ser real, pero para ti es igual de
doloroso.
Es lo mejor para tus hijos. Puede que sí, pero conlleva un sufrimiento y un reajuste.
El proceso de duelo por separación, requiere una elaboración en solitario o a través del
COUNSELING
También se puede llamar trabajo de duelo, que no hay que pasar por alto, ni como
decía antes tomar a la ligera.
Ante cualquier perdida, sea de pareja, relación de amistad, trabajo… surgen unos
sentimientos, que como no los entiendas, canalices y trabajes en ellos se pueden convertir en
enfermedades tanto físicas como mentales (duelo complicado).
Este recorrido tiene sus reglas, tiene sus pautas, tiene sus mapas y el conocerlos te
ayudará a llegar más firme al final del camino.
Tu personalidad
Los sentimientos, que, aunque quieras evitar, son los que te van a conducir a aceptar
el hecho que ha pasado.
No sé si te has dado cuenta, vives en una sociedad que te transmite que debes estar
siempre bien, alegre y feliz.
Que el dolor y el sufrimiento son malos, lo cierto es que tus emociones negativas no
son malas como a priori te puedan parecer, están ahí para ayudarte a algo, y si luchas contra
ellas y las niegas, al final el resultado es que no terminan de desaparecer.
Si interpretas hechos neutros como ataques, sentirás la misma ira que si realmente te
estuvieran atacando, si interpretas fallos o errores sin mucha importancia como pruebas de tu
poca valía, realmente sentirás un malestar acorde con estas ideas.
Este tipo de sufrimiento es inútil, porque de alguna forma lo provocas tú con tu forma
de interpretar las cosas. Sin que realmente la situación sea tan negativa o siendo
objetivamente negativa a veces sufres más de lo que te corresponde porque lo magnificas.
Así que en este caso permítete sentir el dolor, la ira y la tristeza para así poder pasar
tu proceso de duelo por separación.
Como dice fonegra 2001, el duelo es un proceso de ajuste emocional después de una
perdida, durante el cual diversas emociones luchan entre sí.
Según el DSM- IV- TR el duelo es una reacción a la muerte de una persona querida.
Los síntomas asociados pueden ser replicables a la vivencia del duelo por separación o
divorcio, pero en este caso estaríamos hablando de un duelo complicado que habría que tratar
a través de terapia.
Todo esto hace que en la ruptura de pareja el proceso sea personal y diferenciado.
Todo esto hace que en la ruptura de pareja el proceso sea personal y diferenciado[
Hay que tener en cuenta:
El motivo de ruptura no es lo mismo que sea porque no te llevas bien o porque hay otra
persona y descubres una infidelidad
Qué impacto tiene en tus circunstancias vitales: tener hijos o no, cómo te quedas
económicamente, si tu red de apoyo y amistades eran individuales o compartidas o de la otra
parte …
Qué impacto familiar y social tiene: no es igual verte apoyado/ apoyada por familia y amigos
a que si te critican y reprochan continuamente. Incluso en el caso de los hijos.
Los autores siguen sin ponerse de acuerdo en el número de fases, también las pueden
llamar etapas e incluso tareas, como he dicho depende de quien las defina.
Para esta entrada, he elegido a mi parecer la clasificación más completa propuesta por
la terapeuta Begoña Ramos González.
Más abajo te puedes ayudar con una Check-list de otra clasificación algo más
sintetizada, pero que resume las etapas más relevantes.
Incredulidad o negación
Cuando eres tú la parte que rompe la relación esta fase parece inexistente, y digo
parece, porque puede que haya aparecido esta negación durante alguna etapa de la relación
donde empiezas a barajar la posibilidad de separarte.
Está claro que se observa de forma evidente si eres abandonado o abandonada sea por
el motivo que sea.
Es una fase que se corresponde con el shock inicial de la noticia y con el mecanismo de
defensa de no querer enfrentarte a esa realidad.
No hay duración establecida para esta fase, lo habitual es pasarla los primeros días o
semanas desde que recibes la noticia.
Si tu ex-pareja tarda en abandonar el hogar o si las circunstancias de la ruptura han
sido confusas; como, por ejemplo: una pelea muy fuerte donde no crees que se vaya a cumplir
la amenaza, una ruptura muy brusca sin una etapa previa de conflicto o malestar o si las
explicaciones no son muy claras.
Insensibilidad
Si esta es la etapa por la que estás pasando ahora. Hablas del tema igual que si te
comentan una noticia de la televisión, sin ningún tipo de emoción, como una mera descripción
de hechos pasados, presente y puede que hasta futuros.
Puedes relacionarlo con el hecho de creer que en realidad no estabas tan enamorada o
enamorado como pensabas en un principio. Que has aceptado muy rápido la ruptura y has
pasado página.
Puedes notar que eres incapaz de conectar con tus emociones y no solo con las
negativas sino también con las positivas es como si viviera bloqueada o bloqueado
emocionalmente.
Tristeza
A esta fase es fácil llegar, cuando te crees lo que está pasando y superas el bloqueo
inicial, empieza la tristeza y el dolor.
Si hay una emoción que corresponda más que otra cualquiera al duelo, esta es sin
duda, la tristeza.
Si hay una emoción que corresponda más que otra al duelo, esta es sin duda, la
tristeza.
Aparece de forma natural siempre que pierdes algo, desde el niño que pierde su
juguete al que quiere mucho hasta la persona que pierde su empleo, o cuando un buen amigo
o amiga se distancia por algún motivo.
Actualmente es muy difícil tener la capacidad para emitir esta respuesta y ser
considerada como buena y necesaria, normalmente se promueve la felicidad y la alegría.
También lo puedes ver como un signo de debilidad y quieres estar fuerte por ti y por
tus hijos, ya que intentas normalizar la situación para no afectarlos.
Al final no te permites ni les permites tener pequeños momentos para estar triste y
llorar.
Puede pasar que en momentos puntuales exploten descontrolados e inoportunos.
En otras ocasiones puedes asociarlo a la depresión y cada vez que te notas la más
leve tristeza pones en marcha una serie de mecanismos de distracción y auto-mensajes
positivos o auto-regaños para cortarla lo más rápido posible.
Aquí tienes que aprender a manejar esta emoción para poder seguir con tu vida y tus
actividades.
Las fases, como he dicho antes, no necesariamente tienen que seguir un orden ni pasar
por todas ellas. Puede que estas emociones aparezcan antes que la tristeza o no aparezca, sino
que directamente pase de estar triste hasta comida con rabia o con rencor directamente.
El miedo
A enfrentarte a nuevas tareas, que llevaba antes la otra persona y que al tener que
hacerlas en tu nueva situación, no vas a saber si eres capaz de llevarlas a cabo.
Miedo a llevar sola tus hijos y a ser capaces de enfrentarte a todo lo que requiere esa
responsabilidad y educación.
Quizás miedo a todo y a nada en concreto, sólo al futuro que puedes sentir peor que
lo ya conocido.
La angustia
-Ante el juicio.
-Ante los trámites y las decisiones de las pertenencias que se queda cada uno o una.
Todo esto te puede crear gran ansiedad, sobre todo si no has quedado en buenos
términos y la capacidad de resolución de problemas está mermada.
La información que te va llegando sea o no relevante; por ejemplo: el saber que está
saliendo con otra persona o que le han visto en algún sitio con alguien o simplemente que
sigue su rutina y aficiones y tú estás en casa con la sensación de parálisis y pérdida vital.
Me temo que de todas estas informaciones la que más impacto emocional puede tener
en ti es conocer una infidelidad pasada una que ocurrió durante la relación.
La culpa
Aunque parezca lógica en el caso de que tú hayas dejado la relación por el motivo que
sea y sobre todo si no ha sido de mutuo acuerdo.
La ira
Estás sumergida/o en la fase del porqué continuo, de las conclusiones, incluso es una
fase donde pueden aparecer la necesidad de venganza o castigo.
En esta etapa es donde verbalizas todo el esfuerzo y sacrificio que has hecho por tu ex
-pareja. y ahora ves inútiles y con la sensación de haber perdido un tiempo valioso.
Como en todas las fases no es negativa, después de haber estado triste y angustiado o
angustiada durante un tiempo, esta emoción parece que proporciona una fuerza y ánimos que
llevabas dormidos y que en su justa medida te conducirán a la siguiente fase y por tanto a que
continúe el proceso y finalice.
Aunque es una fase muy funcional también es una de las más peligrosas porque es
muy fácil quedarse atrapado/ atrapada en ella.
Seguro que has visto a personas que mucho tiempo después de su ruptura o
separación, incluso años hablan de sus parejas con el mismo odio y rencor que se hubiera
pasado una semana.
El descontrol
Esta tapa suele venir frecuentemente después de la ira o a la vez que está.
Puede surgir una energía renovada, con ganas de enfrentarte al mundo, salir,
arreglarte de nuevo, cuidarte más físicamente e incluso es frecuente que tengas que tengas
ganas de cambiarte el look: como el pelo, ropa maquillaje.
Reflejan al fin al cabo necesidad de cambio.
Está tapa es bonita cuando llega, aunque siguen intercalándose las emociones
positivas con las negativas.
En esta etapa puede sentir que vives una segunda juventud porque hay muchas ganas
de hacer actividades, tener planes, salir de copas…
Teniendo hijos también, puede parecer que no, lo que pasa que es más complicado
sobre todo para la persona en la que ha recaído la custodia de los hijos.
Ten en cuenta que normalmente es temporal ya sea un corto largo periodo de tiempo,
dependerá de tus características personales, tus circunstancias y lo que quieras conseguir de
esta fase.
Sientes la necesidad de volver a verte bien y de volver a quererte como lo has hecho
en un tiempo atrás.
Pueden aparecer relaciones, pero de manera transitoria porque tienes que tener en
cuenta que esto sigue siendo una etapa más de tu proceso de duelo por separación.
Nostalgia
Esta fase la puedes vivir como una vuelta a la tristeza, aunque no suele darte con tanta
intensidad.
Tienes que llevar a tu hijo al médico y antes casi siempre ibas en compañía de tu pareja
y ahora lo tienes que hacer solo o sola, en definitiva, echas de menos los buenos tiempos, la
ayuda y la compañía de vivir con otra persona. Sientes que tu compañera actual es la soledad.
Un trago amargo, lo sé.
Esta es una buena tapa para hacer una revisión de lo ocurrido en tu vida. Ver tu
separación desde otra perspectiva.
Aquí no sueles tener en cuenta tan solo lo negativo o lo positivo, sino que eres capaz
de hacer un balance y verlo con la calma del paso del tiempo y la madurez del aprendizaje.
Puedes notar que tienes más necesidad de estar en soledad menos ganas de quedar
con amigos que antes y probablemente busques más excusas para quedarte en casa incluso los
fines de semana.
Hay que tener en cuenta que la nostalgia es una es una emoción de la familia de la
tristeza que reclama aislamiento e introspección.
En esta etapa te perdonas y perdonas y es aquí también donde te pueden empezar las
dudas y miedos sobre el futuro, especialmente sobre futuras relaciones.
Es una buena etapa para hacer una revisión del papel que has tenido en otras
relaciones y que necesitas cambiar para tu futuro aprendiendo de los errores del pasado.
Serenidad
Es en este momento donde tú sientes que estás cansada o cansado de pasarlo mal y
quiere pasar página, seguir con tu vida.
Sales o quedas si de verdad te apetece y te viene bien, pero si no, puedes quedarte en
casa tranquilamente.
Aceptación
Puede que incluso ya tengas información de tu ex sin angustia ni ansiedad y sin tener
ninguna emoción negativa.
En general vas a tener un estado de ánimo positivo y estable, te ves fuerte y capaz de
seguir tu camino.