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NOMBRE DE LA MAESTRA:

Cony Gonzales Aguilera


MATERIA: tanatología
RESUMEN:
Psicología y cuidados paliativos, terminalidad y duelo.
ALUMNA:
Rosa María Tirado Ugalde

Para entender cuál es el papel del tanatólogo en este proceso, conviene revisar
algunas definiciones y conceptos que sustentan esta disciplina. "... aquella en la
que hay ausencia de sufrimiento, persistencia de las relaciones significativas para
el enfermo, intervalo para el dolor permisible, alivio de los conflictos restantes,
creencia en la oportunidad, ejercicio de opciones y actividades factibles y
comprensión de las limitaciones físicas, todo esto enmarcado en el ideal de cada
ego".
“Es el
estudio interdisciplinario del moribundo y de la muerte. Especialmente de las
medidas para minimizar el sufrimiento físico y psicológico de los enfermos
terminales, así como la aprehensión y los sentimientos de culpa o pérdida de los
familiares y amigos, al igual que evitar la frustración del personal médico”
Una de sus finalidades principales es aliviar el dolor de la muerte y la
desesperanza que trae consigo. No se trata de dar consejos ni consuelos, Ayudar
a la persona, con todos los medios disponibles, a morir en plenitud de conciencia,
es decir: con dignidad, con total aceptación de su principio de realidad y en paz
interna total.
No solo se trata de dar una muerte digan si no también ayudar a quienes se
enfrentan de manera cotidiana al sufrimiento psicológico y al dolor físico que
puede entrañar la muerte, en especial a médicos y enfermeras, así como a los
demás integrantes del equipo de salud: psicólogos, trabajadoras sociales,
incluyendo al personal de limpieza que, en muchas ocasiones, llegan a establecer
un contacto significativo con el paciente y los familiares, eso aún más difícil la
partida. Ayudar a las personas que han vivido un proceso de duelo a cerrar el ciclo
de manera satisfactoria, fortalecidas y empoderadas. Ayudar a trabajar todo tipo
de pérdidas y los diferentes tipos de duelos que nos acompañan a lo largo de la
vida, se trata de querer darles un final con tranquilad y sin dolor.
¿Pero que es el dolor?
Es una sensación desagradable causada por un
estímulo de carácter nocivo en las terminaciones
nerviosas sensoriales. Es un síntoma cardinal de la
inflamación y es valorable en el diagnóstico de un
gran número de trastornos y procesos. El dolor físico
es aliviado con el apoyo de un algólogo. No
obstante, el tanatólogo, para apoyar a alguien, tiene
que empatizar y sensibilizarse para comprender qué
es lo que está pasando dentro de la persona en
todos los aspectos, no nada más en su cuerpo, también en su mente y en su
espíritu, puesto que el ser humano es un ser tridimensional.
También tenemos que saber que es el sufrimiento es un proceso de subordinación
psicológica que reacciona en automático con algún tipo de emoción negativa como
tristeza, ira, culpabilidad, resentimiento, envidia, celos o cualquier otra.
Consecuencias del dolor
 Pérdidas relacionadas con hábitos alimenticios.
 Pérdida de energía causada por insomnio, falta de descanso y
recuperación.
 Las relaciones sociales se afectan, pues disminuye la calidad y el
tiempo que se dedica a los demás.
 La relación con la familia y entre la pareja puede deteriorarse. El
malestar de la persona que sufre dolor repercute en su trato con los
demás y recibe de ellos una respuesta similar.
 El enfermo se hace expectativas sobre la respuesta de sus seres
queridos ante su dolor, las cuales no expresa y en consecuencia no
son cumplidas. Lo que genera tensión y falta de armonía en el
entorno familiar.
 También son desfavorecidas las relaciones sexuales
 . Disminuye la movilidad, en consecuencia, también las actividades
personales y el placer que éstas proporcionan.
 Se merman la confianza y la autoestima que forman el autoconcepto
de la persona y su proyecto de vida, lo da origen o aumenta la
depresión y conduce a una actitud agresiva, pasiva o activa.

Hay algunas fases del duelo reconocibles e identificadas por la psicología, el luto
es distinto para cada persona y, según los expertos, no es algo que
necesariamente debamos o logremos "superar".
“Por qué usar palabras como "siempre", "nunca" y "absolutamente" puede ser
un indicio de depresión”
LAS CINCO ETAPAS DEL
DUELO

En su libro "Sobre la muerte y


el morir" presentó este modelo
general de cinco etapas de
duelo que explican cómo se
sienten las personas en
distintos momentos de su luto
y cómo tienden a actuar.

1.- Etapa de la negación


Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser
querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque
en algún momento chocará con la realidad.

2. Etapa de la ira
En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así
como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración
de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible y se puede
proyectar esa rabia hacia el trastorno, incluidas otras personas allegadas.

3. Etapa de la negociación
En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o
cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado si...? o
pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera
hecho esto o lo otro?

4. Etapa de la depresión
La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase, cuyo
nombre no se refiere a una depresión clínica, como un problema de salud mental,
sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida
de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para
continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de
su entorno.

5. Etapa de la aceptación
Una vez aceptada la pérdida, las personas en duelo aprenden a convivir con su
dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo
recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.
El duelo de la pérdida de un hijo
Ningún padre está preparado para la muerte de un hijo. Se supone que los padres
no viven más que sus hijos. Es importante recordar que el tamaño de su pérdida
no lo determina la edad del hijo que perdió. La pérdida de un hijo es muy dolorosa
en cualquier edad.

Los padres con hijos jóvenes están


involucrados de forma íntima en sus vidas
diarias. La muerte cambia todos los aspectos
de la vida familiar y suele dejar un vacío
enorme. La muerte de un hijo más grande o
adolescente es difícil porque los niños de
esta edad comienzan a alcanzar su potencial
y volverse personas independientes. Cuando
fallece un hijo adulto, no solo pierde a un
hijo, sino a un amigo cercano, un enlace a
sus nietos, y una fuente irremplazable de
apoyo práctico y emocional.

También podrá encontrarse en duelo por las


esperanzas y los sueños que tenía para su hijo, el potencial que nunca se logrará
y las experiencias que nunca compartirá. Si perdió a su único hijo, también puede
sentir una pérdida de su identidad como padre y tal vez de la posibilidad de tener
nietos. El dolor de estas pérdidas siempre será parte de usted. Pero, con el
tiempo, la mayoría de los padres hallan una forma de avanzar y vuelven a sentir
felicidad y a encontrar un significado en la vida.

Reacciones frecuentes del duelo

Las reacciones del duelo después de la muerte de un hijo son similares a las de
otras pérdidas. Pero suelen durar más y ser más intensas. Puede experimentar las
siguientes reacciones de duelo:

 Trauma intenso, confusión, rechazo y negación, incluso si la muerte de su


hijo era esperada
 Tristeza y desesperanza abrumadora, a tal punto que enfrentar algunas
tareas diarias o incluso salir de la cama puede parecer imposible
 Culpa extrema o sentimiento de que falló como protector de su hijo y que
podría haber hecho algo diferente
 Enojo intenso y sentimientos de amargura e injusticia por una vida no
realizada
 Temor o miedo de estar solo y sobreprotección de sus hijos vivos
 Resentimiento hacia los padres con hijos sanos
 Sentir que la vida no tiene sentido y desear que lo liberen de su dolor o
unirse a su hijo
 Cuestionar o perder la fe o creencias espirituales
 Soñar con su hijo o sentir su presencia cerca
 Soledad y aislamiento intenso, incluso cuando se encuentra rodeado de
gente, y sentir que nadie puede comprender

Diferentes formas de duelo de los padres

Los padres pueden atravesar el duelo de diferentes formas, según su género y el


papel diario en la vida de su hijo. Un padre puede sentir que hablar lo ayuda,
mientras que el otro puede necesitar tiempo en silencio para pasar el duelo solo.
Las expectativas culturales y las diferencias de los papeles también afectan el
duelo de los padres. Se suele esperar que los hombres controlen más sus
emociones, que sean fuertes y estén a cargo de la familia. Se puede esperar que
las mujeres lloren de forma abierta y que quieran hablar de su duelo.

Si usted es un padre que trabaja, puede que se involucre más en el trabajo para
escapar de la tristeza y de los recuerdos diarios en su casa. Un padre que se
queda en su casa puede estar rodeado constantemente de recuerdos y puede
sentir una falta de propósito ahora que su trabajo como cuidador terminó de forma
abrupta. Esto sucede especialmente en un padre que cuidó a su hijo con cáncer
por meses o años.

Encontrarle un sentido a la vida

Debería esperar que nunca va a “superar” verdaderamente la muerte de su hijo.


Pero aprenderá a vivir con la pérdida y formará parte de su identidad. La muerte
de su hijo puede hacerle replantear sus prioridades y el sentido de la vida. Parece
imposible, pero puede volver a encontrar la felicidad y un propósito en la vida.

Para algunos padres, un paso importante es crear un legado para su hijo. Puede
elegir honrar a su hijo al ofrecerse como voluntario en un hospital local o en una
organización de apoyo contra el cáncer. O puede trabajar para apoyar los
intereses que tenía su hijo, crear un fondo conmemorativo o plantar árboles en
recuerdo de su hijo. Es importante recordar que volver a encontrarse con la vida y
disfrutar nuevas experiencias no es serle desleal a su hijo.

cuidados paliativos
Los Cuidados Paliativos son
programas de atención activa
dirigidos a mejorar la calidad
de vida de los enfermos en
fase terminal cuando la
curación ya no es posible, a
través del desarrollo de una
buena comunicación, un
adecuado alivio de los
síntomas molestos, el apoyo
en el sufrimiento y la
asistencia a la familia tanto a
lo largo de la enfermedad
como en el duelo posterior. Se puede hacer mucho con este tipo de atenciones
por aliviar o reducir el sentimiento de desesperanza y facilitar a cada enfermo las
circunstancias personales –externas e internas– que más puedan favorecer su
proceso de aceptación y acceso a una muerte en paz.

Los Cuidados Paliativos:

• Reafirmar la importancia de la vida, considerando a la muerte como un hecho


normal.
• Establecer un proceso que no acelere la llegada de la muerte ni tampoco la
prorrogue.
• Proporcionar alivio del dolor y de otros síntomas angustiosos.
• Integrar los aspectos psicológicos y espirituales del tratamiento del paciente.
• Ofrecer un sistema de apoyo a los pacientes para que puedan tener una vida lo
más activa posible hasta que sobrevenga la muerte.
• Ofrecer un sistema de apoyo a la familia para que pueda afrontar la enfermedad
del paciente y sobrellevar el periodo del duelo”.

El movimiento paliativo
trabaja para mejorar la calidad de vida de los enfermos y de sus familias durante
el padecimiento como en el duelo posterior y ha contribuido mucho para a la
comprensión del proceso de duelo porque:
a) Considera que esta etapa no tiene por qué ser de pasividad y de espera
angustiosa de la muerte sino un tiempo positivo para ayudarle a mantener o
mejorar su bienestar, favorecer el reencuentro con sus seres queridos y a resolver
algunos asuntos pendientes mediante la solidaridad grupal, familiar y social.
b) Han desarrollado métodos para la detección y el tratamiento de los síntomas
molestos y del sufrimiento lo que ha representado una mayor calidad de vida para
el enfermo y la posibilidad de conseguir una muerte digna que transforma
positivamente el recuerdo de los familiares.
c) Comprende a la familia y al paciente como una unidad de tratamiento sobre la
que los cuales procuran extender una especie de manto protector para procurar
detectar y ayudarles a sobrellevar las situaciones conflictivas.
d) Reconoce la importancia de los aspectos psicosociales del acompañamiento y
de la participación social en el cuidado del enfermo y de su familia por lo que
promueven la existencia de una

En los cuidados paliativos el paciente es y debe ser el principal protagonista de


esta etapa por lo que los esfuerzos del equipo se basan en tratar de conocer bien
cuáles son sus necesidades para ajustar su trabajo a procurar su satisfacción, con
respeto a su autonomía y voluntad a fin de acompañarle adecuadamente y dar
calidad a sus días, más aún cuando ya no sea posible ni apropiado prolongar su
existencia. Todo enfermo como cualquier persona sigue manteniendo un conjunto
de necesidades básicas que se pueden cubrir por un trabajo conjunto equipo y
familia
Un paciente en el final de su vida es toda persona que está diagnosticada con
certeza de un padecimiento incurable y progresivo (cáncer, enfermedades
degenerativas del sistema nervioso central, cirrosis hepática, demencia, SIDA,
insuficiencia cardíaca-pulmonar y renal crónica) con una expectativa de vida
limitada a menos de 6 meses. Presenta numerosos síntomas cambiantes e
intensos que provocan un gran impacto emocional en el paciente y su familia con
una gran demanda de atención.
CONTROL DE LOS SINTOMAS
El plan de tratamiento debe tener en cuenta el alivio del dolor y de otros síntomas
molestos, tanto en sus aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales.
Tendrá un carácter integral, individual, e incluirá una actitud activa, rehabilitadora y
un ambiente positivo de cuidados, porque el respeto, el bienestar, el soporte
mutuo y la comunicación influyen de manera decisiva en el control de los
síntomas. Para ello será preciso tener unas metas realistas y organizar una forma
de trabajo que sea flexible a las necesidades cambiantes de los enfermos.

CONCLUSIÓN
Creo que esta materia nos sirvió mucho para esta carrera, porque toda la
enfermera en general debería de llevarla en conciencia para llevar acabo los
cuidados con calidad, calidez y profesionalismo con todos nuestros pacientes con
fases terminales, ya que es algo que no es fácil de asimilar para ellos. Tener una
gran empatía y las palabras adecuados con gran comunicación y respeto junto con
el paciente y sus familiares respetando sus creencias y su religión. Esta
información me ayudó mucho para no involucrarme con los pacientes y familia de
manera sentimental, más allá de la teoría nos ayuda mucho con la psicología y
nuestros pensamientos teniendo un criterio más amplio con la tanatología y los
cuidados paliativos.

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