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Guía para la realización de la Primera

Prueba de Evaluación Continua (PEC 1)

Asignatura: La escuela de Educación Infantil en España

Curso 2022-2023

Equipo Docente:
Gabriela Ossenbach (coordinadora) · Yovana Hernández-Laina · Ana Badanelli · Kira Mahamud
Departamento de Historia de la Educación y Educación Comparada
Prueba de Evaluación Continua (PEC1), curso 2022-2023
La escuela de educación infantil en España

CONTENIDO DE ESTA GUÍA

1. Objetivos de esta actividad de evaluación continua

2. Estructura del trabajo

3. Cuestiones principales a responder

4. Bibliografía complementaria de consulta

5. Presentación formal de los trabajos

6. Criterios de evaluación

7. Plazos de entrega de la PEC 1

ANEXO: Fuente histórica seleccionada para la PEC 1

1. Objetivos de esta actividad de evaluación continua:

Esta primera actividad de evaluación continua (PEC 1) tiene como objetivo que los/as estudiantes
tengan contacto con una fuente escrita de carácter histórico, y que sean capaces de entenderla en
profundidad, destacando los conceptos fundamentales que aparecen en ella y relacionando su
contenido con el contexto social, político y educativo en el que fue escrita. Al tratarse de un texto
histórico, es posible que se encuentren en él conceptos ya en desuso o un lenguaje que resulte poco
familiar, por lo cual los/las estudiantes tendrán que hacer una lectura detallada y buscar información
sobre aquellos conceptos que no comprendan o que les resulten confusos.

El texto histórico elegido para el curso 2022-2023 es la Lección III de la obra de Julián López
Catalán, El arte de educar. Curso completo de pedagogía teórico-práctica aplicada a las
escuelas de párvulos, Barcelona, Librería de Juan Bastinos e hijo, 1864, 2ª ed., pp. 31-43. La
Lección III trata del “Objeto de las escuelas de párvulos; diferencias que las separan de las Salas de
Asilo, crêches y otros establecimientos”. El texto objeto de esta PEC 1 se incluye como Anexo a esta
Guía.

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Prueba de Evaluación Continua (PEC1), curso 2022-2023
La escuela de educación infantil en España

Si se desea, se puede acceder al texto completo de la obra de López Catalán, que se encuentra
digitalizado en la Biblioteca Digital Hispánica (Biblioteca Nacional de España) 1, a través del siguiente
enlace: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000168034&page=1

La actividad consistirá en la lectura y el análisis guiado de este texto histórico, para luego elaborar un
informe o ensayo final que incluya el análisis realizado y las conclusiones alcanzadas. Ya que el texto
propuesto se relaciona con el contenido del Bloque I (temas 1 al 3) del programa de la asignatura,
este trabajo debe realizarse una vez que se hayan estudiado esos capítulos y se haya adquirido un
conocimiento completo del proceso de instauración de las escuelas de párvulos en el siglo XIX en
España.

Esta actividad debe ser un trabajo de análisis y reflexión personal, por lo cual no se podrán hacer
trabajos en grupo y se controlará exhaustivamente que no sea copiado de otros compañeros o de
posibles versiones que se encuentren en Internet. La transcripción literal de información obtenida
en Internet sin citar su fuente será penalizada rigurosamente en la calificación final por incurrir
en plagio.

2. Estructura del trabajo:

El trabajo debe seguir el siguiente orden de exposición:

 En primer lugar, debe explicarse el contenido del texto mediante un resumen muy breve del
mismo: ¿de qué trata el texto? (debe ser un resumen de 5-10 líneas). Si aparecen conceptos
o datos que el/la estudiante no conozca, deben explicarse con exactitud. Entre otras, es
importante buscar el significado de la palabra francesa crêche, que aparece en el título del
fragmento a analizar (no debe aportarse sólo una traducción literal de la palabra, sino su
significado en el contexto histórico de la obra).

 A continuación, es preciso explicar brevemente el contexto histórico en el que se inscribe


el texto y aportar algunos datos biográficos de su autor. La información principal para este
apartado del ejercicio se encontrará en el Bloque I del manual de la asignatura, así como en la
bibliografía adicional que se indicará más abajo. Téngase en cuenta, como dato del contexto,
que el autor cita el Manual para los maestros de escuelas de párvulos, de Pablo Montesino.

 La parte central del análisis consistirá en responder a algunas cuestiones referidas al texto
propuesto, que se enumeran en el apartado 3 de este documento. Las respuestas deben
atenerse estrictamente a la información contenida en el propio texto histórico (no utilizar el texto

1La Biblioteca Digital Hispánica, de la Biblioteca Nacional de España es un archivo esencial al que acudir para conocer y leer
muchas obras históricas digitalizadas. Puede accederse a ella a través del siguiente enlace:
www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/index.html.

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Prueba de Evaluación Continua (PEC1), curso 2022-2023
La escuela de educación infantil en España

como pretexto para referirse a otros posibles temas relacionados con el mismo).

 Finalmente, el/la estudiante deberá formular, como conclusión, un juicio o reflexión personal
fundamentada acerca del texto analizado y de su importancia para conocer la evolución de la
escuela de educación infantil en España.

3. Cuestiones principales a responder:

Las siguientes cuestiones, que el/la estudiante debe responder mediante un análisis exhaustivo del
texto histórico propuesto, constituyen la parte más importante de esta actividad de evaluación
continua. Las respuestas a estas cuestiones deben incluirse como tercera parte del trabajo, tal como
se ha explicado en el apartado anterior.

a. ¿Qué entiende el autor por “educación social”? Explique el término e identifique otras
expresiones que el autor utiliza en el texto como sinónimo de educación social [págs. 31-33].

b. Según este texto de Julián López Catalán, ¿qué diferencias existe entre lo que él considera
“instrucción”, y la educación propiamente? Explique esta diferencia y cite textualmente
algunas líneas del texto donde el autor hable de ella. Destaque lo que el autor quiere decir
con la “instrucción” como medio, y no como fin en la escuela de párvulos [págs.33-36].
En este punto hay que fijarse en el concepto de “triple educación” que el autor utiliza en la
página 34, y que en páginas anteriores del libro define como “perfeccionamiento físico, moral
é intelectual”.

c. ¿Cuáles son las diferencias que el autor establece entre las escuelas de párvulos y las
escuelas elementales (primarias)? [págs. 36-37].

d. ¿Qué crítica hace el autor a la forma en que son concebidas con frecuencia las escuelas de
párvulos y las llamadas salas de asilo? Explique cómo define el autor a las salas de asilo,
citando textualmente alguna expresión del texto que describa a este tipo de instituciones
[págs.37-38].

e. Explique por qué López Catalán considera que las escuelas de párvulos son beneficiosas
para todas las clases sociales [págs. 38-43].

4. Bibliografía complementaria de consulta:

Para conocer datos de la vida y el contexto de Julián López Catalán, puede ser útil consultar el
artículo de José María de Jaime Lorén, “Julián López Catalán. Nuevas noticias del ilustre pedagogo
de San Martín del Río”, publicado en la revista Xiloca, nº 47 (2019), pp. 73-104 [accesible en:
https://repositorioinstitucional.ceu.es/bitstream/10637/11793/1/Julian_Jaime_XILOCA_2019.pdf ].

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La escuela de educación infantil en España

Toda la bibliografía consultada debe ser citada correctamente. Toda la información que se aporte de
otras fuentes debe ser citada indicando su procedencia; de lo contrario se trata de plagio.

5. Presentación formal de los trabajos:

La extensión de esta PEC no deberá superar las 7 páginas, con interlineado de 1,5 líneas (letra
Times New Roman, tipo 12). Debe llevar una portada con los datos personales y la identificación del
trabajo, un índice y una última página con la bibliografía leída (la portada, el índice y la bibliografía no
se contabilizan en el número de páginas).

En la portada deben figurar:

 Nombre de la asignatura.
 Centro Asociado en el que está matriculado/a el/la estudiante, y curso lectivo.
 Título:
Actividad de Evaluación Continua.
Julián LÓPEZ CATALÁN, El arte de educar. Curso completo de pedagogía teórico-
práctica aplicada a las escuelas de párvulos (1864).

 Nombre y apellidos completos del/la estudiante; número de DNI.


 Dirección de correo electrónico (utilizar siempre la dirección de correo electrónico institucional
de la UNED @alumno.uned.es).

Orientación sobre la extensión de cada parte:

 Portada
 Índice
 Resumen del texto, contexto histórico y biografía del autor (2 páginas)
 Cuestiones propuestas sobre el contenido del texto histórico (4 páginas)
 Reflexión personal (1 página)
 Bibliografía
 La extensión puede verse modificada en una página. No es un problema si el/la
estudiante desea extenderse un poco en alguna de las secciones.

6. Criterios de evaluación:

Los criterios que se tendrán en cuenta para la evaluación de esta actividad son los siguientes:

 Corrección en la elaboración del resumen de las ideas principales del texto.


 Uso correcto y comprensión de todos los conceptos importantes que aparecen en el texto.

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La escuela de educación infantil en España

 Correcta contextualización del texto e identificación de los datos más relevantes de la


biografía del autor; consulta de información adicional para elaborar estas partes del trabajo.
 Capacidad para relacionar las ideas y conceptos contenidos en el texto y las características
del contexto histórico en el que se inscribe.
 Capacidad para manejar las ideas del texto para argumentar y responder a las cuestiones
planteadas.
 Originalidad del trabajo; implicación personal del estudiante en la elaboración del ejercicio.
Recuérdese que la transcripción de información obtenida en Internet sin citar su fuente será
penalizada rigurosamente en la calificación final. Igualmente, será penalizada cualquier copia
textual del trabajo de otros/as estudiantes. No se permite el trabajo en equipo; se trata de un
trabajo individual.
 Buena organización del trabajo, corrección en el lenguaje, en la redacción y en la ortografía.
El estudiante debe atenerse a la estructura del trabajo que se indica en las instrucciones.

La calificación de esta actividad constituirá el 25% de la nota final.

No olvidar: Para aprobar la asignatura será requisito indispensable haber obtenido un mínimo de 5
puntos en el examen presencial. Solo en caso de haber aprobado el examen presencial se sumarán
las notas de las PEC.

7. Plazos de entrega de la PEC 1:

Esta actividad de evaluación continua (PEC 1) es OBLIGATORIA. Deberá ser entregada al Profesor
Tutor que corresponda a más tardar el 27 de noviembre de 2022, a las 23:55 horas.

Esta fecha de entrega es válida tanto para los/las estudiantes que se presenten al examen presencial
en la convocatoria ordinaria de febrero, como para los/las que se vayan a presentar en la
convocatoria extraordinaria de septiembre.

La PEC 1 del curso 2022-2023 no se conserva para el curso 2023-2024. En cada curso académico
se plantean unas PEC diferentes.

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Prueba de Evaluación Continua (PEC1), curso 2022-2023
La escuela de educación infantil en España

ANEXO

Julián López Catalán, El arte de educar. Curso


completo de pedagogía teórico-práctica aplicada a las
escuelas de párvulos, Barcelona, Librería de Juan
Bastinos e hijo, 1864, 2ª ed.

Lección III: “Objeto de las escuelas de párvulos; diferencias que las separan
de las Salas de Asilo, crêches y otros establecimientos”, pp. 31-43.
.

7
EL ARTE DE EDU

CAR .
CVRSO COMPLETO

••
PEDAGOGfA TEÓRICO-PRACTICA ,
APLICADA ALAS

ESCUELAS DE PÁRVULOS:
o\it(\ \.\\ll\.s\lt\\sa,\i\t li \os 11\(\n\tos llt ts\11, c\(\st, 'llt\\-
\l\10sl1 1\ \os c\tmt \\ \l\\ts
\\ S\\\)t,·\ous, '\\ \\\\\ 1\ \os \)llllns dt ~11mihll.
ron

D. JULIAN LOPEZ CATALAN,


profesor ti<" 1"lrjn1..·ra onsci)n11z,n
su ix-rior: di i'Cct.or do In Escueln - nlodelo d e pi\rvuloR ele
Bnr cclo11n.

2.' edicion.

mlAlfí(l1El1-C)l'I A.
LIBRERÍA DE JUAN BASTINOS É HIJO, EDITORES.
1864 .

© Biblioteca Nacional de España


=31 =
eminentemente hcróico le hizo, tratando de que los niños
sientan sirupatias por él, busquen la razon del noble sobre-
nombre con que se le apellida , y calculen lo que le hu-
hiera acon1ccido siendo diícrente su modo de obrar, m~­
dios lodos estos 11 propósito para ennoblecer el corazon y
despertar el juicio moral, se conscttuirá llenar los deberes
de educador. y se hahrá tenido un ejercicio completo, por
que SC di rige al triple)' cc¡uilibrado fomento que COD\'icoe
dará la tarn hicn triple ex istencia de las niños.

LECClON III.
ObJ ~ f o d é IR~ <"llC ••("IR ~ d e tJ(n· vnl o": dlft•reucl n~ ((U C In~
r
11c 1u11•nn d e l o._iii Sal as de ."'-silo , c rcchcs ot rotit ~ ,otnb t eci­
wlc nt o..!!I.

,Eo:lraclo :-~lrada rtlrosJl('cliva.-Qui! son las tFcurlaF de rilr\lllos.-


Laf e~cut la~ de rAn ulos no ~on esbb1ecimienlo! in1truclh o~.-ou~ p.1pel
juega la lnstrucdon en las e~uclas de pán1 ulos.-E~pírltu dominante N1 la
¡undaclon (le las S:1las de Asllo.-Eseuela> elementales de ni nos pequen os·
-1.11s Salns de Asilo son cslnblecimienlos de isual nalurale,,\ que las cre-
ehcs ¡ y las C!"CllClns CIO p;\n ulos, diSlinlaS de .UHlS )'de Olrns.
1

La ed 11r.acion social ha sido siempre uo gran problema


cuya rcsolucion procuran con ahinco los hombres vcrda-
dllra111cn1c grandes, tanto por su sabiduría, co mo ror su
amor á In humanidad .
De aqui, que en 1odas edades y paises hayan existido
ioteligcncÍ'ls rensadoras, que, comparando el estado mo-
ral de las generaciones coetáneas, coo aquel en que dc-
hiao de encontrarse , hayan escogitado medies, hayan-
propuesto inno\'aciones y tratado de introducir reformas
eo la educacion popular, signo, el mas interc~ntc tal l'CZ,
de los que entre la humanidad caracterizan el estado de
su civilizacion y cullura.
Una YCZ desterrado el ru tinario empirismo, y Yencidos

© Biblioteca Nacional de España


= 3'.2 =
los 111convcnieoles que , con el régi men de las antig uas
edades' hahian liecho imposible la cdncacion sc~eral del
puchlo; una vez conocidas por este las \'enlajas de la ilus-
lracion sobre la ignorancia y sembrado en su corazon un
amor masó menos intenso á su propio bien, que en llem-
pos anteriores con~iderara inmcdialamcntc unido al \'asa-
Jlage y serl'ilismo; una \·ei pohladas las escuelas que
ihan csWbleciéndosc, reformados snsproccdimicntosé io-
norndos sus sistemas de disciplina y cnsciianza; pensóse
en adelantar ésta, en hacerla mas clicaz, en procurar que,
con vcntajns de las familias y sin mcnos-caho de la infan-
cia, pudiesen los niños adquirir aquella prcparacion moral
é intelectu al suficiente á sí n1ismos, an lr.s de llega r á una
edad en que necesa riamente eran enlrc¡:ados ¡Jor sus pa-
dres al cullil'o de los campos ó al lrahajo en los lalleres.
Dos causas se oponiao á la consecucion de 110 lin de
suyo tan provechoso para el indh•iduo y de tan laudables
consecuencias para la sociedad: una, el principiar la edu-
cacioc á los seis años, época 1>róxima á la en que \Cian ya
los padres en sus hijos un medio, ó de aumentar el capital
doméstico, ó de poder desentenderse de ciertas ocupaciones.
c1ue bieo podiao ser desempcnadas po r estos : otra, las
maliis disposiciones con que los alum nos ~e presentaban
en las escuelas elementales, erecto de In inaccion iolelec-
lual y perverso ejemplo que (sal\'ando raras cscepcioocs)
dirigic:ra sus terrenales ó apasiooados inslinlos durnn tc un
licmpo precioso y malamen te perdido; cuyos motivos uni-
dos al corlo inlervalo de que los maest ros podian disponer,
hacian casi de lodo punlo ineficaces sus la reas.
Afortunadamente llegóse á conocer el verdadero origen
de un mal tan trascendental y grave, y para atajarle! y
precaverle, pensóse en la creacion de olras rscuclas que,
bien dirigidas, podían dar solidez á la importante obra de
la educacion , descanso á los qne hasla entonces habian
sido íinicos encargados de ella, y comodidad y bienestar á
Jos qu e, dominados por un positivismo solo dispensable en

© Biblioteca Nacional de España


= :13 =
con~ideracion ú so i~norancia, anleponian los materiales
á los morales inlcl'cscs de sus hijos; y dcri rnos comodidad,
porque, 111crccd á ;1q11d la in uorncion, se ar111on ii;1han los
dt!rM'hos d1' los 11adrcs, que los licnen p;1ra scn·irs,• de sus
hijns en llt'nc!icio J.: 1;1 ía111ilia. con los no 111c11os sagrados
de la Socil•d11cl; r¡uc ju mas dcha pc rd ~r la inic ialil'a en pro-
curarse mi~mbros c;1pac1:s de dar!e esplendor, y cnalle-
cerla.
l'io nos dC'lcndrro11os. por nhora. en husrar el orí~1·n de
la insliltll' ion cuya inololc ll'a lal'c111os rJ1, dcscl'ihil'; ni en
probar SI ÍllC una crc,u·ion Í11,l;111lancanwnlC formu lada, Ó
el n·sullarlo de modi lkariones hcdtas ron h•nlilud y pru-
dcnria so l1rc Oll'OS 1•sla hl cci111icnlos 111:os a111iguos, prro
1111·nos pro1c<'i10sris 1il lticn t:•11111111; ( 1) cxponcln•mos, si,
con la mayor rl:orid,111 posiltlc los 1·aral'lrn·s pcculian•s de
las <'Sru1•J,1s dtl pitl'\ ulo.;, a las 1·1rnh-S 111•1110~ hl'cho reÍC-
r 11 ria h;1sla ;1hora. p.1ra 11111• no p u ~clan ron furtdirsc con
Oll'oS CSlaitlccionit'lllO:< parc•1·i1los; pues, J:OI' UPSO(l'atill, SC
h.1dacio a'lucl hon10.;o li111 lu. i1111wo11io. JIOI' olra ¡oarl1', rle
la inslitucion que con t;1l nt1111hrn ~e ronnrc. (?) :i Inda
r1•1111ion ch1 niños m1• norc> ele seis ó siete ai10s, aun c1w11do
Jos fines con cinc se co11gn;¡;nc11 sea n esencialmente dis-
tintos.
Son las escuelas d11 párrulo~ csla!ileci111ieritos dcslina •
do., al dcscnrohi111i1•11lo y fmlilicacion de la i111di¡.:c11cia,
apltcacla ;\ la id1•a riettlilica y a la idea 111oral·rcligiosa, por
m1·rlio de una instrucriun atlcruada que, rxr>nt' Sla de ricr-
lo morlo. aumcnle el 1iodcr co0 11osci1i,·o del alumno, diri·
ja sus sc11li111i.,nlos. y h.1bili ln pr11denlc111 t1•nlc su sislcma
or~ánico, para q ue In in:<lrurcion elemcnla l pueda serle
mas fficil y eficaz, s1 la rc<"ibc, ó para 11uc cuente, si no.

Ul Remitimos nuc~lro~ IC•· tnrc~ al !la1111nl drl Ilustre D. Pablo ltnntrsfne>,


en dondopo,lr\Ln ver lo q11u soar•' el p;:u·Ucular so ll\co con tanl:.t cl;arhlad.
conu> acierto.
(!) Cre"mos qun es mas l~lto l ib1IAr las t!'cueta1. no stgun la ed:\d do
los alunin.-s que las rrttutnlan. sino ~r¡.:un el objeto ron que en enns se
reuaeo : a.si sucio llJCCl"Sú con todos rus domas inslilulos de cnseiianzu.
6 l(L >.RT,R 1).11 Hl>UCAR.

© Biblioteca Nacional de España


:_ ~1 -
con un entendimiento claro y con un buen fondo rcligioso-
moral, circunstancias, á veces. mas ventajosas que la ios-
lruccion misma.
Teniendo presente cuaalo expusimos en la lcccion prime·
ra, definiremos con mas sencillez las escuelas de párvulos,
-Oiciendo que son u11os eslablecimie11tos desli11ados á la triple
educacio11, si11 que l{i instruccio11 se co11sidere jama; en ell-OS
sino como medio de educar.
Jnfiércse lle aquí que no so n instructiYOS cslos institu-
to~. co mo murhisimos han creído: se inst ru ye en ellos,
si ; pero indi rcc1:11ncnlc; y su bondad no se gradíia. uo
dchc graduarse por el número de res puestas ó defi nicio-
nes que, con rclacion a una dclcrminada ;1sil(nnt ura, den
los alum nos que !os frecuc!i tan; antrs bien por el aumento
de potencia itclcctual y por el mejora mien to del estado re ·
ligioso, mornl y físico que haya notado en ellos desde el
di a en que prinripia1on a ejecutar sus forulladcs hajo la
prudente dircccion del maestro.
Es muy comun oir, espc·cialmcnle á los dirc~lorcs de
escuelas elcmcnlalcs, elogios sobre la bondad de una de
plirvulos, ror que los niños salen de ellas sabiendo sila-
bear y ncitar lo cscrilo, y rcs¡wndcr á las 1·ci nlc ó trciola
primeras preguntas del libro usa.Jo por aquellos profeso-
res como tex to en <1lguna de las malcrrns de ensciianza
que ti enen á su cargo : prccisamcn tn esos elogios son el
mayor borron <¡uc se puede echar sobre la aptitu d profe-
sional de un 111ncslro de párl' ulos, coutrn cuyas im porlan-
\es tareas se con jura hasla la opiniou vública (1) , que
(1) A tal extremo ha llegado el mal gusto, sobre eslc punlo, que par1.
ta marorla tle lo~ padrt>, y aun lh"ª muchas aulortaadu que de un mooo
U olro lnler\'lcncn en l.J.s escuelas. no es uno buen marscro si los discípulos
no recitan de memoria el c:onleoldO de muchas paginas; si no lle'ªº en ;u
cartera muebos lll1ros; si no los leen lodos de corrido r qrllondo; si no
cscrlbC'n (Hl lo llaman} pronlo en papel bl• nC:O; si no lle•an la correspon-
diente llbrcla con cuentas •plicables a los usos p..rlleulares do sus rcspce-
Uvas tamlllas: )'si no describen aprisa los rlos, montes, prov-lnel:is r maros
de Bspona y del U11h·erso, 1000, auo<1ue deJen de comprender lo que es uo
~lo, un mar, una provincia, una naclon, y aunquo no sopan cómo se llama.

1
© Biblioteca Nacional de España
1.
= 35 =
respecto á primera educacion se encuenlra, por dcstiracia,
miscrahle, aunque iuoceotemeolc, engañada.
fl en1os hablado de este m~do. por que, aparle de que
aun en la enseñanza elemental, hay otro objeto mas im-
porlanlc. y sobre lodo rnas pro,·echoso , que el cnsei¡ar á
recitar lo impreso y á lra;ar letras, el acostumbrará que
la niñez pro111mc1e de memoria las deílnirioncs redactadas
por taló cual aulor. e~ larca insulsa é inú ti l para aquellos
que ya podrian comprender antes de definir, y hasta argu-
)'C estupidez en los macslros que, antes de habilita r la
inlcli¡(cncia del que . como los p;irrn los, la posee inhábil
lodavfa. se enl rclicncn en llenar la débil rclcnlira do sus
discí pulos con palabras para eslos vacías de sentido, y que
co1110 tules, de nada han de servirles en lo sucesivo.
Y en cícclo, qué prore<"ho sacará la Sociedad con que
sus liernos ,·áslagos sepan responderá las preguntas ¿qué
es gra mMica, en cuhnlns parles se diride, qué es aritmé-
tica, y olrns a este lalle '?¡.Qué pro,·echo sacará la Socie-
dad con que sus liernos 1·áslagos dibujm ron masó menos
perfi•ccion las lelras . anl~s de lle::ar {l la niiiei? Y qué
prol'ccho sacar~ con que descifren el abece, cuando en esla
inslruccion, si lo es, no va cnniello otro propósilo que
pudiera hala¡:ar 1uas al pon·enir de aq uella?
Escuelas de pllrv ulos cuya bondad se calculll por t\fcclos
samejantcs á los an lcriorme nlc ap nn lados . ni son prove-
chosas al indivi duo, ni fa'cililan fa enseñanza elementa l,
al menos que esta no se prosliluya, romo por desgracia ha
suce~ido aunque de una manera parcial , y como hu hiera
sucedido ya lolalmenle si la bastard•~a da opinion pública
no se hubiese estrellado r.onlra la ilusl racion de la mayo-
ría del magisterio y la conslanle decision de muchas de sus
autoridnd e.~ foculfalivas.

el pueblo mas pr.ixlmo al en quo llenen su reside neta. En exdmenc1 lo quo


Ee qui (lrfl, (por ea~I todos) ei; mur has plana~, mucha.s drfinlclonu. muchos
n~os Y dlscur•llos; quo la bondad do corazon y el dt~P•l• verdadero es
para ellos oocn cosa. Senslhlo M contc"'1rlo; ptro esl\ es In oplnlon do la
mayoría lle laJ ceutc,,

© Biblioteca Nacional de España


= 36 =
No afirmamos, por lo que ac.ah~mos de exponer, qur. la
mslruccioo ha de ser enlera111c11lc :ijena ti las l'Scuelas de
pár\'lllos: pero en csla clase de eslahl!•cimicnlos se d··be
lomar como Amtd;o eficaz de mlucacion. al cunlrario de lo
qu e sucede en f;is demas escuelas donde con>lilnye uno
de lo~ fines. el principal íJnizá, <11u: con sus !arcas se pro-
ponen los marstros. Y aun s1r":cnclo 1lr. 111e1lio cducali,o,
ni se expone l'll forma di<li1clica, ni de un modu ri¡wrosa-
menl c melódico; anil!S, por el conl ra rio, se rlii.:en temas
insl ru clil'OS que il su sencillez é imporlancia r<•1111a 11 la
condicion de puclcr ser d1•s1!11\' Ucilos dé ur.a 111 11 ncra propia
para ponc1· en acl'ion. aislada 6 colccl i1·n1111'nlc. las facul -
tades inlclccluales, físicas y morales 1lc la infancia.
Sólo ;1si se con~i~uc robnsll!~cr y vi rili<"a r la razon 1lcl
educando, en lodos y rada 11 no de sus 111odos rlc obrar;
sólo asi se puede fon1enlar su al!'ncion. dcH•n,·oher su
percepciun, acli1rar su juicio, din;;ir sus dc<luc1·ion1·s y
raciocinios, y a11111cnlar, en lin, su f1.lt'rza iulcli¡;cnle. para
qu e, acoslnmhrado á pensar, ya sohre las iclcas nooralrs .
. ya sohrc las c·icnlilicas, JIUC'cla clc.•purs ser sólida, mas
fácil, y pueda conse¡;u ir~c en meno~ tiempo su instrucrion
elemcnlal.
Querer que las csruclas de pfirl'ulos sirrnn para cns1•i1ar
lectura y c:;crilura, arilmélica y c·a1.cris1110, cs drsJJre,.iar
ti sa biendas lo 111uy bueno por lo ahsolnlll 111c111c inúl il; que
ini1lil es la ensciian1.tt no co mprendida, y 111as (JllC inúlil,
pe1jndicial, si , como en el caso~ C'JUC aludimos, el lic111-
po invertido en ella no se emplea a11111c111ando la JJOlcol'Ía
cognoscilil'a del alumno, para que c11;1ndo se hay;1 de
instruir pueda ilJJrcnder en lrcs años, ¡1or ejemplo. lo que
sin aquella preparacion lt! costaría s1·i~ ó mas. No se com -
prende la exislcnria de la les cslahlrci111icnlos, sino como
dependencias inmediata:: de las escudas clc111cn1alcs; como
secciones iníeriores de estas, i¡,:ualcs en Ju esencia y en la
forma (por mas que repugne al buen s1:nlido pcdagcigi1·0)
~su~ matrices ; secciones que se co nstituyen en diíercnle

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= 37 =
local, no en favor de la infancia, sino en farnr de los di-
reclorcs d.i aquellas; pucslo que así se les elude de los in-
cesaoles dcs1·elos y lrabajosas tareas que requi<'re una pri-
mera ensc1ianza: mejor que de párrnlos, mejor que de
educacion, ~on elt111e11ta/es defliiias pfquei.os las menciona-
das escuelas; l' al decir esto, echamos sohrc ellas todn el
rigor de la censora que se merecen por su inulilidad é ine-
ficacia , pues no ha y trabajo mas in~cn~ato que el de pre-
tender cnsl'i1ar á <ruicncs no pueden aprender.
Algunos, quu lo111an la primera <•d11c11cion t•on10 sinó-
nimo de m:ilur y dclinir , sin lij¡1rsc en que la principal
mision del m<H'SIro es enseñar á C'om prendt•r" dcFpertar
ea la irifoncia la inlclictencia é in fu ndirl !~ un buen senti-
miento religioso, no estarán co11for111es coa nu<'strus apre-
ciaciones. ~chacándonos ~obre la materia deseos imposi-
bles de realizar; pero si mrditan delenida111enlc acerca el
ré~irncn cscoli1sliro nH•S co .vcniente á los rslablecimico-
tos de que l'Cnirnos ocupándonos, no podrán menos de
convenir en que tan mal 11iensan los que rrecn hacedera
y efiraz la instrurcion para niñ o~ de tres á seis liños de
edad, ron el fin úniro y cxrlusirn de que posean aque-
llas ideas <1un son el p;1trimonio de sus maestros, los cua-
les lleua11 ( rn el caso de poder· srr Cúmprc11didos ) la re-
lcntirn del cdurando si11 1111me11tar el poder intelecltial; tan
mal picnsnn, rnpc1t i111os, los que creen ha<:ed<:ro eslo,
co1110 los que, ronícsando indi rcctamcnlc una hcregia fi lo-
sólil'o-111oral y rcligios;\ , niega n la posihilid;ul de educar
intcleclualmen tc á la niñez duranlc los seis primeros nños
de su ''ida, y , hajo este falso supuesto, no conciben las
escuelas de plln·ulos sino como lotalcs destinarlos ú11ica-
rnt11/e á g11ard11r los niños perlenecienlcs á las ramilias ne-
cesrladas , sin procurar mas que un gran desi·anso á sus
madres, descanso que no todas aprol'cchao dignamente,
y sin constituir de lal manera lo que se llama escuela. an-
tes formando de los que debian-sereducados un verdadero
rebaño de chirru illos.

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= 38 =
No otra cosa rueron las primeras Salas de Asilo , esta-
blecidas ca Inglaterra, y ese mismo carácter ( un tant<>
modificado en beneficio de la ioíancia ) distingue á lasque,
sin merecerlo quiiá, han adquirido tanto crédito en Fran-
cia y otros reinos del Antiguo y Noe\'o Continente; pues,
ó much ' nos eq:iivocamos, ó á juzgar por las obras que
hemos podido leer , no se ensaya alli la triple prcparacion
de los alumnos. quedando satisícchos los íundatlores ó
sostcncrlores de aqu ellos cstablcci111icnlos con acojer á los
niños ele fomilias 1>ollrcs, dejando asi á los padres sin obs-
tácu los 1>ara cnlreg-a rse libremente al trabajo, y librarles
del mal ejemplo que, por erecto de un necc.,ario abandono,
podria pcrl'Crlirlcs. Las personas que ~e hallan al írcnte
de las Salas (señoras por lo general), ha cen cuanto les
eslá prcl'enitio en el reglamento interior de las mismas;
pero mas que educar, pues esto es imposible si han de
ajustar su~ tareas á las prescripciones de los Jllanuaks , no
consiguen sino C\'ilar la pcn·ersion de sus ti ernos discípu-
los y hacerles menos molesto el dia que pasln por entero
en el establecimiento, con propicd 1d llamada Asilo, ya
que la filantropia. la beneficencia dJrnicili 1ria son sus
pecu liarcs ca rae té res.
Y ya que de esto hablamos, preciso se nos hace co m-
batir una loca 11rcocupacion que cxisle respecto a nues-
tras escuelas de párl'ulos. Como origi nadas de las Salas
de Asilo. créesú que son tan ventajosas 1>ara las clases
proletarias, co mo absolutamente inútiles para las quepo-
seen bienes dci fortuna; lo cual no d~ja de ser un grave
error, considerando aquellos inslit utos bajo el aspecto con
que los vamos presentando.
¿En qut: se íund.rn los qu.: pretenden ''incular las es-
cuelas de párvulos exclusi"a y neccs.uiamcnte en los po-
hres, hacil~ndolas inútiles para los ricos? A la pobreza ,
dicen, "ªunida. sencralmP.nle hahlando, la ignorancia
y el descuido en los mas sacrosantos deberes de la pater-
~idad: unos padres que han de ganar la diaria subsisten-

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= 39 =
cia para si y su familia, permaneciendo en los talleres
desde la mañana hasta la noche, no ro cdcn cuidar de sus
1iijos: los de los ricos , que pueden ser dirigidos por ayos
)" criados aun cuando sus padres se dese:iliendan de lasa-
grada obligacion qu e pesa sobre ellos, no se \'en espnes-
tos á sufri1· las info uslas con'sccucncias de un criminal des-
cuido éuya subsanacioq es pec uliar de las escuelas de
pArrnlos ¡ y, por úllimo , les niños de familias bien aco-
modadas, como ª'·ciados y dcsc111 uellos cnl rc una almós-
fera pum y espaciosa , no necesitan rcspil'ar la qu e un
profc,;or podría proporcionarles á fin de que su existencia
moral é inleligcnte adquiriera esa robusl<'z y lozanía de
que forwsamcnle han de carecer los bijns <le los pohrcs;
pues hien sa bida es Ja inmensa di ferencia que separa á
unos de olros cuando , sin mas preparacion lodos, que la
recibida en el hogar doméstico, se prcscnt;m en las escue-
las elementales.
Nada ~1\ r crdona en el antrrio r período, exlracto senci -
llo de lo c¡ue á murhas personas hemos oído decir , para
escarnecer las escuelas tic pár\'olos, rchajar su importan-
cia y dcprimirlas.
Dúse JJOr supucslo que la prin<ipal misiou de Jos maes-
tros que las dirigen es guardar los niños: y ¿acaso, uno
de tres á seis aiios época ea qu e el seatimicnlo comieoia á
germ inar y la inleligencin se mueslra á,·ida de impresio-
nes y de ideas que Ja ponga o en morimirnto, no se me-
rece mas c¡ue na sim¡ile guardian para prescrrnrle de Jos
peligros y 'igilar sus aclos? Dilse por supuesto, y esto es
positivo, que las fo n1ilii1s pobres no purden drdicarse á
la cducacio n de sus hijos, por 110 sabel' 1ii poder ltacerlo¡
y ¿acaso el ser rico arguye desde luego suficir11cia para
educar 'l Y ¿acaso tocios los que poclrian hacerlo quieren
y tienen la suficiente COl'.islancia y prudencia para con-
seguirlo ? Dilse por sup uesto que á Ja riqu eza ra adj unta
la presencia continuada de los padres ante sus hijos; y
¿acaso no hay para aquellos, negocio~, oficinas, con viles,

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= ·10 =
visitas y saraos, que les ahsorvcn su alencion t¡ui iá mas
que á los ohreros el trabajo de los talleres? Dase por su-
puesto que un ayo ó un criado ~on (en absoluto) sufirien-
te ¡:arao lia del acierto con que se dirige la niñez ; y ¿aca-
~o no sahcmns que los bm:nos ayos CS<'ascan demasia1lo ,
y que los criados (ro mo átales suelen ser tenido~ ta111bien
aquellos por l•Js que estao llamados á r~cibir su; coMejos)
hacen ya mu cho si cuidan materialmente de sus se1ioritus?
Y araso ¿. no se rian por iguales razon1:s tam bicn las 1·srue-
las púhli1·as di: primera 1:nsciianza cl11111c11lal 11bsoluta-
111c111t: inúti les para todas aq uellas fami lias que pudieran
cduc<1 r sus hijros si n lras11asar los hord1:s de su casa'? ¿ No-
es una l'Crtlad 1mlagógica que la 1:duracíon pa terna l es
i111posihlc r.1si siempre ? ¿~o cslan patentes las l'Cnlajas de
la edu«arion si111 ullanea sohre la indi vid ual , y las de la
pública sobre la domcistica?
llásc por su1111~s10 tambicn que los hijos de familias
bien acornodad;1s. cstan, por solo aquello, 111rjor prepara-
dos, mejor educados que los c1 ue se crian en la pobrrza ¡
y ¿ ac~so la i11111oralidad y la irreligion han n~~11elado al-
herguc al¡:nno'! ¿.No habilan igualmente, no pueden ha-
hilar así en 1,1 clrni;1 del c~mpcsi no co mo en el a rislocrát ico
salon del 1iotc:olado ?
Dijérasc que seg un la clase social de la infancia se en-
cuentran en ella 11redisposicioncs viciosas de diferente es-
pecie, y se afirmaría la verdad ¡ que eso de cclw r sobre
los pobres la carga con la cual se ha lla agovi11da la huma-
nidad ent era. es absolu tam~nte injusto Dijérase que el
aislamiento en <1ue estos viven no les permite , 1>or regla
general. llenar su inteligencia con aquellas ideas que an -
tes de llegar á los seis años poseen ya los niños de mu-
chas familias opulentas ó de mu chos ¡>adres ilustrados. y
se sentaria un principio cierto; pero no se asegura que la
riquem é ilustracion paternales ga ranli1.a n el talento y las
huenas disposiciones de los hijos ¡ por11ue, además de con-
fond 1rsc así muchas veces el descaro con el despejo , y la

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= 4t =
humildad ron lú i11suficie11cia, es bien sabido que talentos y
nulidades hay en todas las clases de nuestra sociedad.
Si se consideran, pues, las escuelas de párrnlos como
asilos, convienen mas á los pohres que á los ricos, a un
cuando 1>or asistir estos á ellas, nada perderían, antes bien
ganarirn mucho unos y otros con esa mancomuo fraterni-
dad quc se cslahleceria; pero si consideramos las esc uel;1s
de pMvulos co mo eslalilcrimicnlos de ecl ucacion , igual-
mente venta josas son á iodos ; pues á lodos ha dado Dios
un corazon y una inlcligcnc1a prrfcctiblcs.
El ohjclo Je las crec/1es, importadas poco ha en Espai1a
con el nombre de cunas, es de la misma naturaleza que el
de l;1s Salas de Asilo.
Fuera de toda duda se halla el r1ue los hijos en su pri-
mcnt edad son para ciertas C'lascs sociales un verdadero
vhslf1culo; porque la madre pobre que licue la indispcnsa-
hlc obligaciou de prodigar cuidudos y alimcnlt1r il un in-
fante tierno. se ve, por esto, en la dura necesidad de re-
1111 nciar á ciertos lrahajos i ncl u~I ria les, merced á los cuales
aporta recursos que la son indispensables para cubrir las
atenciones de su familia. Pues hicn: con el ohjeto de c\"ilar
tales inco1nenienlcs. cslablericronse las cunas, salas bien
acondicionadas para colorar en el las nilios de laclancia, bajo
la vii::ilancia y prolcccio n de s1:i1oras piadosas, pcrlenc-
ciculcs, por regla general á un i11slilulo religioso (1). Van
..:i allí en horas determinadas las madres con el fi n de ama-

(1) No se confundan eslos cslablecimlenlos con olros bastaolc gcncrau ..


iados en Cnlatuna : conócense con el nombre do C'O$turas; r on un pl'o ba-
Jo. mal acondfcionado ,- ~in mas muelJle que un3 'crja para que no so mar-
cben 135 crlalurns runos cuantas sllllLu para las que 135 lte<an de ••
ca~a. pues ti no. se ~ientan en ti surlo, Ee hall<an reunidos. der-ordcnada-
n1entc mezclados, y, en aJg-11nas pa.rlf'J 1 basla medio desnudos l' desculda-
damcnle ~uclos, una poreion aechlqulllos do nmoos sexos. Bajo ta custodia,
-"O slcm¡)ro constante, de una mujer cun1qulcra, por lo comun nnC'l:>.nA ó
(lcs"alléla, ~e ocu1>cHl las niüas co hacer>' deslwccr puntos de calcota,qur-
tlando los níf1os lil_1rcs de todo trabajo, conv:> no sea el de acom1>afiar ó sus
.compar1crns en el clantlco montHono d Insulso rle algunas oraciones triuJl-
clonatc.s. J.as co:duras, pues. no son mas <111c unos e~ ta1Jlccln1tentos rnercc-
nnrlos. Para los Jardines de la lnloncla desllnarcmosuna locclon especial.
6 BL ;.&TB 1>'8 BD\JC&&.

,
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=U =
manlar sus hijos, que permanecen eo el estalolecimicoto
dur~nle las horas del jornal, juntamente con otros de dos,
tres ó mas aiios, á quienes 11or wr.icdadcs caritivas se les
costea el al imento, habiendo, sin embargo, algunos que,
como en las ~alas Je A::ilo y en muchísimas esc uelas de
párvul os, llevan por la mañana su merienda, r¡ ue co men al
medio din: lodos los acogidos pcrlcncceo, por punlo ge-
neral, á las clases jornaleras y necesitadas de nuestra so-
ciedad.
En 1·isla de lo que hasla aquí llcl'amos dicho , podemos
afirma r: que en las esc uelas de pi1rvulos no se deba ins-
truir direcla111cnle ; sino c¡ue, sirl'icndO:dc: n1cd io la ins-
truccion, se ha de procurar , poner en actividad n1ctód1ca
y prudentemente todas y cada una de las facultades de la
inteligencia, aplicando sus operaciones al discernimirnto
moral y cicnlilico: que las llamada~ esencias de párl'ulos
donde ~e cree enseñar docl rina, gramática, aritmctica y
otras asignat uras, no Sún mas qua clc111cnt<1 lcs de niiios
menores de seis ai1os, las cuales llcl'an en pos de si todas
las fata les consecuencias propias del loco propósito deq ue·
rer enseñará quienes no pueden aprender: que en las es-
cueJ¡¡,; de párl'ulos, mas que lrasmilir palahras y llenar Ja
inteligencia con ideas, aun que estas sean comprensibles
¡inra los discipu lo~. se ha de procurar el mmzen/o del po-
der intelectual y perceptivo, aplicado á lo profa no y á lo re·
Ji ~ioso : que con esto se hace al individuo y á los maestros
elementales mucho mas bien que con ¡irelcnder enseñar lo
1¡ue ni aquel comprende, ni estos p<1eden aprovechar en
sus escuelas; que, merced á la enunciada prcparacion
moral-inlelectual, puede concluirse mas temprano y de
una manera mas pe rfecta Ja insl ruccion de la niñez: () lle
las escuelas de párv ulos so n cstnhlccimicolos de disLiota
especie que las crécltes y Salas de Asilo ; pues las unas
atienden á la cducacion social, y las otras á la beneficen-
cia domiciliaria: que las primcrns, por su índole purameo-
lc educatil'a son necesarias á la infancia toda sin dislincion

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='3=
de sexos ni condicion es ; al paso que las otras, por su ín-
dole esencialmenle fi l1u1trópica, son pri"alirns de las fami-
lias nP.ccsiladas, á quienes, cuidándoles los Mjos se les re-
leua de w1 lrabajo; y, en fin. que los e.~tablecimientos de
que venimos ocupándonos 110 deben caracterizarse por la
edad de sus alum nos, ni por las horas quc cslos pcr111e1-
nezcan en el local, ni por lo poco ó mucho que puedan
insrruirse; sino por la tendencia especial y regeneradora
de sus cla~es cscncial111 ente cducali ras, en \'isla de lo cual.
mejo r que la cleno111inacion con que se han cooocido hasta
el presente, les convcndria la de Escuelas Fundamentales

LECCION IY.
1• nrot~ lo ~ utrc los c:icrau~lus d e pt\r , u l os 7 IA.s e lcw,•utnl
e !i'

tl>oltllt l o :-Conslclcrncloncs gencrale&.- Las c~cuelns de p:irvulos dlOc-


rcn de las clcmeot.alcs, en los atumno$.-l)lfercnclas en la organh:aclon dt>
amh3.s Cla!ts <le cstablecimltnlos.-Dlrerencias en los medios que, ~cunda­
r1ameolo, ~n dlstlp1inar1o-educath·os.-UUcrente concepto en que se apre-
cia el mérllo ele los macslros clemcnlolcs y el lle los de 1>11n·u1os.-rropósllo
dHerentu ('On que cada ctml so dirige lt sus ctlseípulos.-DICercnclas que~"
obsc n·an en et ronclo de las asignaturas que uno r olro han de maneJar.-
1<1. en Ja rorma con que las ciponen.-Un ejempJo.-Consecucncla1 r Rs.-
sú11s:t.

La itlca lan cq ui l'Otnda que se tiene de las escuelas de


p:in·ulos. nos mue1•c á insi>tir mas sobre la exposicion de
su 1·crdadcr.i índolo:, y así no podrán lastimosamente coo-
fnndirsc en perjuicio de la cduracion pública.
Como apenas hay perso na ¡ilguna que deje dll tcnur idea;
masó menos exactas sobre las escuelas elcuieotalcs, á con-
secuencia de la antigüedad fJUC cuentan estos estableci-
mientos y tic la po1mlaridad qu e han adquirido; es muy
nnlural quci al mr 11tnr las de p6rl'lllos se fi guren u1u cbos
unas escuelas como lodas, sin mas diferencia que en la
edad de los aiumnos. y en la menor cxtension que , por
consiguiente, ha de darse á los programas de ensciianz¡1.

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