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TEMA 8: ELEMENTOS BÁSICOS DE LA

PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES


8.1 LA SALUD LABORAL
8.1.1.EL TRABAJO Y LA SALUD
- LA RELACIÓN ENTRE EL TRABAJO Y LA SALUD
Desde los tiempos más remotos los hombres y las mujeres han aplicado sus conocimientos y
habilidades para obtener los bienes necesarios para satisfacer sus necesidades a través del
trabajo.

El trabajo, desde siempre, ha supuesto la exposición a unas condiciones que podían afectar a la
salud de las personas que lo ejecutaban: los peligros al ir de cacería, los accidentes con
herramientas de corte o la caída desde cierta altura al hacer construcciones son algunos
ejemplos.

Pero cuando se produce un salto cualitativo con respecto a la relación entre las condiciones de
trabajo y la salud, fue con la llegada de la Revolución industrial, que se inició en Inglaterra a
finales de siglo XVIII.

Este nuevo modelo de producción supuso la imposición de unas condiciones de trabajo de


extrema dureza para la clase trabajadora: jornades de 14 a 16 horas diarias, falta de las
mínimas condiciones sanitarias y de salubridad de los centros de trabajo, trabajo infantil...
Estas condiciones incidieron de forma muy negativa en su salud, ya que se produjeron altos
indices de accidentalidad, muertes prematuras, enfermedades causades por la actividad
laboral, etc.

Las reivindicaciones de la clase obrera contra esta situación de desprotección supusieron la


aparición de las primeras normas laborales que querían Incidir en la mejora de estas
condiciones de trabajo, para hacerlas menos perjudiciales para la integridad y la salud de las
personas.

- LA MEJORA DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO


Progresivamente, la mejora de las condiciones laborales ha sido evidente gracias, entre otros
factores, a las normas protectoras que los países industrializados han ido incorporando,
progresivamente, en su ordenamiento jurídico los últimos cien años. Aun así, la potencialidad
del trabajo de generar daños en la salud de quien lo lleva a cabo no se ha eliminado y continúa
siendo una realidad hoy día.

Por otro lado, el actual sistema productivo y las nuevas maneras de organizar el trabajo hacen
que se generen nuevas situaciones susceptibles de causar daños en la salud de los
trabajadores y trabajadoras. Aspectos como por ejemplo la excesiva carga de trabajo, la
supervisión o exigencias asfixiantes o el aislamiento social, por poner solo unos cuantos
ejemplos, pueden afectar a la salud y el bienestar de las personas en el trabajo y generar
estrés laboral.

Así pues, si tradicionalmente el panorama laboral estaba caracterizado por la alta incidencia de
los riesgos materiales y ambientales, actualmente han ganado protagonismo los riesgos
derivados de la organización y la carga de trabajo. Todos estos aspectos, que veremos con más
detenimiento, son retos que la sociedad tiene pendientes, y es evidente que una parte
importante de la solución implica conseguir que las condiciones de trabajo mejoren,
paralelamente a las necesidades de las personas que lo ejecutan.

- EL TRABAJO COMO FUENTE DE SALUD


Si bien hemos visto la potencialidad del trabajo de afectar negativamente a las personas,
también podemos considerar la actividad laboral como una fuente de salud: el trabajo es un
elemento que incide en el bienestar psicológico de la persona que lo desarrolla. El trabajo
supone relacionarnos con otras personas y ensanchar la red de relaciones sociales. Además, en
nuestra sociedad, el valor cultural que se atribuye al trabajo hace que podamos considerarlo
como un medio para lograr el desarrollo de las potencialidades del individuo y de participación
en los objetivos de colectividad

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