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PICADURA DE AVISPONES,
AVISPAS Y ABEJAS
FICHA TÉCNICA DE SEGURIDAD PARA SECTORES PRODUCTIVOS
La población apícola actual en Colombia está constituida por híbridos entre las abejas
alemanas (Apis mellifera mellifera), italianas (Apis mellifera ligustica), caucasianas
(Apis mellifera caucásica) y africanas (Apis mellifera adansonii o scutellata) (3).
El ataque de un enjambre de abejas estará influido por:
El genotipo (Apis mellifera scutellata o abeja africanizada es la especie de abeja más
agresiva).
Número de crías en el panal o edad de la reina.
Factores exógenos, molestias recientes, escasez de alimentos o ataque de plagas.
Condiciones térmicas: son más calmadas en zonas frías o en horas de poco sol.
Debido a su aparato sensorial altamente sensible, estos animales pueden irritarse con
facilidad ante estímulos físicos como vibraciones, olores fuertes, perfumes o
estímulos visuales fuertes como algunos colores vivos (1).
Sección 2 Identificación de peligros
Patogenicidad/ toxicidad:
El mayor riesgo relacionado con el accidente por
abejas lo constituye el producido por la abeja
africanizada. Estas abejas fueron introducidas en
Colombia en 1979 como un híbrido con un potencial
mayor de producción mielera, pero presentan
algunas características que la hacen potencialmente
peligrosa, dentro de las cuales tenemos:
Comportamiento defensivo:
Estas abejas atacan frente al más mínimo estímulo, hasta
en cantidades de 200 individuos y lo pueden perseguir
hasta por 700 m de distancia, mientras otras especies
persiguen hasta máximo 50 m de distancia.
Abandono del enjambre:
Las abejas africanizadas tienen tendencia a la fuga;
normalmente por escasez de néctar, exceso de calor,
ataques de plagas o falta de espacio en la colmena, pueden
viajar hasta 40 km en busca de un nuevo sitio. Todo esto
favorece la colonización de nuevos territorios en un lapso
relativamente corto.
Laboriosidad:
Estas abejas trabajan desde muy temprano hasta muy
entrada la noche, lo cual explica su mayor productividad.
De la misma forma debido a esta actividad aumenta el
riesgo de accidente.
Otras características:
Las abejas africanizadas son más pequeñas que las europeas, habitan en tierras con
temperaturas entre 18 y 35° C, aunque se pueden encontrar desde el nivel del mar
hasta los 2.500 msnm o más y su periodo de vida es de 20 días. (1).
El aparato venenoso de los insectos solo se encuentra en las hembras. Este aparato
consta de dos lancetas y un estilete que inocula el veneno y el sistema nervioso que
permite que el aguijón siga inoculando mayor cantidad de veneno.
Sin embargo, la diferencia principal entre las abejas y las avispas se centra en que el
aguijón de las primeras es aserrado, por lo cual no se retira fácilmente y se queda
incrustado, mientras las avispas tienen aguijón liso, por lo cual pueden retirarlo
fácilmente. Esto es importante porque cuando la abeja pierde el aguijón, este puede
continuar inoculando veneno. Por esta razón siempre es importante retirar el aguijón
como parte del tratamiento.
El veneno de los himenópteros contiene diferentes tipos de sustancias, entre las cuales
tenemos: hialuronidasa, fosfolipasas, lipasas y proteasas y otros como la melitina
presente en las abejas.
La hialuronidasa permite la difusión de veneno a los tejidos, la fosfolipasa hidroliza los
fosfolípidos de membrana, produce destrucción celular y origina ligera necrosis.
En algunos venenos de avispas y abejas se pueden encontrar neurotoxinas con
actividad sobre la médula espinal, que ocasiona hiperactividad, espasmos y
convulsiones. Entre tanto el veneno de diferentes géneros de hormigas posee
neurotoxinas que producen piloerección, temblores y convulsiones y sustancias
corrosivas que producen intenso dolor y necrosis local (1).
Epidemiología:
En Colombia se estima que los accidentes por abejas son la
segunda causa de muerte después de los accidentes ofídicos,
con cerca de 20 casos fatales por año, especialmente en
personas mayores de 40 años (60%). El mayor porcentaje de
picaduras ocurre en áreas descubiertas del cuerpo, como el
cuero cabelludo, la cara y el cuello. Aun cuando la población
rural y los trabajadores del sector agropecuario son los grupos
más afectados, con frecuencia se registran accidentes por
abejas africanizadas en zonas urbanas de varias ciudades, pues
el rango de altitud de la distribución va desde el nivel del mar
hasta alturas semejantes a las del altiplano cundiboyacense
(2.600 a 2.800 metros sobre el nivel del mar) (5).
Signos y síntomas
Las reacciones locales de ápidos y véspidos son quemazón inmediata, dolor pasajero y
picazón, con un área de eritema, edema e induración de varios centímetros. El edema y el
eritema en general empeoran hasta las 48 h, pueden persistir por una semana y
comprometer toda la extremidad. Esta celulitis química local a menudo se confunde con la
celulitis bacteriana secundaria, que es más dolorosa pero infrecuente después de una
picadura. Las reacciones alérgicas pueden manifestarse con urticaria, angioedema,
broncoespasmo o hipotensión refractaria; el edema solo no es una manifestación de una
reacción alérgica (2).
Las picaduras por himenópteros se ocasionan debido a los mecanismos defensivos que
ellos poseen y su severidad puede variar según tres condiciones:
01 02 03
Manifestaciones locales:
Están presentes en todos los accidentes y se
caracterizan por edema local y dolor intenso. Estas
alteraciones son las únicas manifestaciones cuando
la víctima es picada una sola vez y no presenta
sensibilidad al veneno. Si ocurre en un área sensible
cerca de las vías respiratorias en una zona que
permita la expansión del edema (cavidad oral,
párpados o pabellón auricular) puede requerirse
manejo médico.
Manifestaciones Sistémicas:
Pueden presentarse cuando el individuo es sensible o es picado por una gran cantidad
de estos insectos; se presentan dos cuadros diferentes los cuales requieren
intervención médica. El más delicado se encuentra en un paciente previamente
sensibilizado, caracterizado por reacción anafiláctica, edema facial, edema de glotis,
hipotensión, lipotimia, mareo y en ocasiones manifestaciones hemorrágicas; es la que
mayor mortalidad ocasiona en el mundo. Es importante agregar que algunos
individuos, aunque no presentan reacción anafiláctica en la primera exposición,
pueden sensibilizarse y sufrirla en una segunda picadura.
El segundo cuadro es ocasionado por múltiples picaduras y se caracteriza por dolor
generalizado, prurito intenso, cefalea, náuseas, vómito, agitación psicomotora,
convulsiones, dificultad respiratoria, hipotensión o hipertensión arterial y hemólisis
intensa que pueden llevar a insuficiencia renal. Algunas ocasiones pueden llevar a
isquemia subendocárdica, lesión hepática y mioglobinuria en consecuencia de
rabdomiolisis.
Esta sintomatología se presenta cuando el número de picaduras supera 50 y se agrava
cuando sobrepasa las 100. Sin embargo, las picaduras de algunas especies pueden,
con número menor, ocasionar cuadros graves como sucede con las picaduras de
abejorros. Se estima que 250 picaduras causan la muerte de una persona; sin
embargo, hay reportes de personas que han sobrevivido después de más de 2.000
picaduras.
En raras ocasiones, las múltiples picaduras pueden desencadenar una reacción tóxica
tardía, en la cual el paciente en las primeras horas solo presenta dolor y los resultados
de creatinincinasa, recuento de plaquetas, tiempos de coagulación, creatinina,
aspartato y alanino transferasas están normales. En estos casos 12 horas o más
después del ingreso estos exámenes se vuelven anormales.
Diagnóstico y Laboratorio:
Se basa principalmente en la historia clínica de exposición y la aparición de signos
inflamatorios locales o sistémicos. En caso de accidente sistémico se debe apoyar el
diagnóstico en paraclínicos:
1. Cuadro hemático
2. Recuento Plaquetario.
3. Tiempos de Coagulación (Accidente Lonómico)
4. CPK
5. Pruebas de función renal y hepática.
6. Electrocardiograma.
7. Gases Arteriales (compromiso severo neurológico o ventilatorio)
8. Parcial de Orina (1)
En el caso de las picaduras de ápidos, debe buscarse el aguijón. Deben evaluarse las vías
aéreas superiores e inferiores en busca de signos de reacciones alérgicas (2).
La celulitis bacteriana secundaria es rara, pero debe tenerse en cuenta cuando el eritema y
el edema aparecen 1 o 2 días después de la picadura (en lugar de inmediatamente), existen
signos sistémicos de infección (p. ej., fiebre, escalofríos) y el dolor es significativo (2).