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NUMERO 20.
BO GO TA .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
OSA C •
l. a corbata, biera creido que para quitarse la golilla era
La corbata no se honra con un notnbre de qu preciso qu i·
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dign~t, ni hace concebi~ ninguna esperanza e se a in.. tars e ántes la cabeza.
de~pues defraudada. S se me pregunta si
que se vea Ta~poco es la act~al corbata a_qu ~lla gor~
1 es un a super· chugutlla en que el nusmo C uera o _le·
flu1d~d de que pueda prescindirse, pregun hur.nguera hubiera P?d1do
vez s1 debemos o no ponernos a]O'o en el cuello ta ré yo a tni tomar lecctone.s de m.al g usto, nt es nq
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i como se <c~ero o de terciopelo attestado con uel corbat1n de
me.~onte ste afirmativamente, pr;dig aré a la corb ballenas, que entume.
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eloJlOS que a nadie podrán parecer injustos. ata actual ~ cia la. cara, qu~ ulcerab~ el ~ó bulo
de la oreja, i que...no
L a corb~ta se ha ido simpl~fican?o po co a poco, perm1ta ~ nadte v:erse ast mismo los zapatos.
sin dq éla que ha~)léndose borrado el tormento de l. có E ra lo JIC O
para dar eJemplo a la adm1n1stracton del Estad dig_o penal, de·
o. ~1omcn- saparec1ese de entr~ las prendas
tos ha habido en que deseosa de suprimir toda de vestir un 1nstrumento
s la
inútiles de esa máquina que se llama ve~tido, s ruedas de tortura. tan horrl?Ie.
ha de jado E l go b1erno, dec1a Alcalá Galiano en_ sus ~uen
cesantes hasta los cuellos de la camisa.
po s, os ti~m-
Desgraciadamente no es tan fácil como a prim es un mal, pero es un mal necesario. S1endo as
era vista disminuir en lo posible este mal de t, a
parece , d~sterrar una institucion que la traOie be n dirijirse los e.s·
ion ha con· fu erzos t.!e t?dos los ~omb~es de
sagrado, ~ así es que hemos visto a Jos cu ellos bu en a voluntad. Lo miS·
cuyo oríJen: se remonta al de la cami a mism de ca m is a, ~o que d~~Ia _Aloala Gahano del ente mor
a luchar a ~lerno, d_IJO. sin duda de la corb al llamado go ·
brazo partido con el espíritu del siglo qu e tien ata el que tuvo la fehz
tod as las trabas que se oponen al libre ejercicio d~ a ro m per tde~ d~ hm1~ar sus atri?uci?nes al númer
o de qu e en la
ciones individuales. de la s fu n- ac ~u ab da~ _di~fruta, atnbuc1ones que se reducen a
~ brtr los VICios, manchas i defectos de la encu..
Pero cuando se quiere dar vida a una institu camisa como en·
cion que ~ cubre una madr~ los de su hijo para
repu gna a la conciencia pú~lica, esta in stitu librarl e del furor de
muerta. Los cuellos de camtsa se han restab ci on renace ~ un l?adre de !flasm~o severo. .
lecido, pero ~ SI la camisa. esta maJ aplan_ch
no so~ ya mas que una reminiscencia de lo qu ada, s1 ostenta una man·
e fueron en ~ cha que pubhca a voz en gnto
otro tiempo; no son ya aquellos cu ellos de que n~ somos aguados,
camisa tan ) que hemos tomado c~ocolate por
exorbitantes que cubrian todo el occipucio, i ob la ~anana o que hemos
liO'apan al a.Jmorzad? huevos fntos, la corbat
~ombrero a inclinarse ácia adelante con grave a s1empre complaciente,
perder el equilibrio i dar Ullél caída . mortal ; 1~111go de Siempre Jenerosal procura hacerse
depositaria única de
aquellos cuelJos que no pertnitian volver la
nc fo on ya este secreto, .all~ ~a voz de esa g:o.ta .en mal ho
rabe ~a siu que mvel~ Jntetl()l"td~des de fa ra caida,
vo_lver ~1 cuerpo_ entero, que hacia subir el pr tntha, 1. ~s tan leal en sus
ecio del al~ confi enGtas <}_\le <J)nsteDte qu& la
mid?n, 1 que deJaban al hombre perplejo ál ~a~tmcen con alfileres
car~nsa, no yudiendo deter~in~r sin un prévio
~ u da rs e Ja para ~( ~na psu~ de. que no hm r1 go r_qu
¡ detenido cerla faltar _al co~promil'o que e pueda ha·
exa~en c~al era el cuello I cuales los faldones . ha contra1do de no espo·
consistencia qU.e daba a aquel el almidon, m a mayor ner la camisa s~cia ~ la verguenza.. .
L
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énos en Jos P ar a conclutr duernos qu~ l~s H1StJntos de
casos en que,_como, e~a mui fá cil, se equivoca eJeganc1a
ba la aplan· ~ de un hombre se revelan pn~c
chad_ora, servia de umca regla para no poners ipalm~nte en su manera
camtsa. Tampoco se han atrevido los cuellos e al reves la d_e ron~rse la C?r.bata. E~ pr_e~JSO ponersela de modo que
de camisa a stn tnd~car. destdia en ~~ lnd1v1du
re apa~ecer bajo. su antigua forma de arma pr o, no sea una prueba de
ohibida, de afec t~cwn J amaneram1e~to. La
especw ~e nava.Ja de Albacl'te que, gracias a se corbata, como l?s ve~sos,
r de lienzo, requiere mucha naturalidad, m
daban simplemente al hombre la apariencia ucha esp~n~anei?~d: 1 en
de un bau- ella con1o en los versos se ha de
pres tomando ellos la de foques. Parecían in ver la dtftcll facthdad de
ventados es- que nos habla uno de nuestros m
presamente por el jenio de Ja castidad para as clásico poetas.
oponer a los
besos obstáculos insuperables. Los labios de
no podían acercarse al rostro de una mujer si un hon1bre
a vaciarle los ojos. n esponerse S L a ~irena.
• E st a octava maravilla del mundo, este horrib
· ¡ I qué diremos de esos monstruosos cu ello le mons·
s cuando re· truo que n~nca se había visto,
blandecidos por el sudor caían Jáng uidam en se e~hi_bia en Lóndres a
le como las fines de_l ano de 1822 , atrayend
velas de un buque en medio de una calma o d1anamente de tres a
chicha! No cuat~octentas p~rs?nas a verle,
creo que los qu e han usado semejantes cuellos pa~ando, porsupu esto, s~t
te ng an nin· >chehn. L a cunosidad de _ver especie tan
gu n derecho para ridiculizar las crinolinas. c~ocante de ~m·
· ll d · ~a l co mpuesto, qu e con tema en s1 cuanto ha1 de mas od
Ho1 1os cue os e camisa se presentan mas m . 1 desagradable, era bastante natural, despue wso
con ménos pretension es: conocen que ha pa odestos 1 ficcion u t 1 · 1 h b'
s de to das las
. sado su épo- ha aveerJ~gq are r~sp ec ~ e et e set [l ·d 0 S0 1 1~ 1
ca, 1 se agarra n com o pued u s1 er a c1er atnen e ta
au na n8~e
Jr er
en ai· · ? areta-
, r. en pa
d ra no ca·er, como el éle- pccto de la cu 11 cu es tron s ..
sespera do nau1rago que se ase e cua 1qu1er ~
a os pro1esores mas sa b.1os ' esta ban desn-
cosa. A sí se · venido~ .
esplica el boton a que ha pedido aus1lio para
tenerse tieso. poder man- E~ ta ~. cr· tu a · 1
'
. .dto,; < Bu1 : stng u ard,.que , s.egu n sedn os re fi ere: f ue·
.Volvtendo ah?ra a la corbata, de que. el cuel tra1 a a atav1a, en 1a 1n 1a 0 n ental, e n1gu
lo de ca- <islas Yecinas, estaba mui bien conser na de las
misa ?u !lea. ha s1do mas que un acceso no de vada, i parecia haber·
que puede lo es ta.do por muchos años. 'l'en
presc!ndir tmpune~e nte, debemos congra~ula ia cerca de tres pi és de
rno~ de que largo, 1 la cabeza redond
haya quedado re~uci?a a l~ menor e~pr.es1on a, del taJnaño de la de un niño de
posible. No tres años de edad; la frente algo
~s ~ aquella gohl~a 1mpcrt1nentc, ho achatada, i Ja proyeccion
1 reservada a la .ma· de Ja barba parecida a
Jlstratura, 9ue hac!a ~arecer que el hombre lle la de un negro. Sus dientes eran
v:aba slem· Rerfectos i bellamente puestos en
pre la vac1a debaJO ae la barba p,ara que el hilera s citculares; pero
barbero le los caninos como se los !Jama co
afe.itase, i que establecí~ una verdadera sol~ci munmente eran mas
~u1dad e~tre la cabeza 1 el gRznate
on de c_onti· largos i sobresalían a los otros. Las m
ejillas, que estaban
cpmo s1 fuesen p1ezas proyectadas un poco, ju
¡ndebpen,di~ntes, a Ia mhanber~ de esas ca nto con los ojos, las cejas~ la barba,
rtones que colocan la boca, la lengua, Jas orej
¡os ota~tcos en 1os er arios ~ara q.ue no se as, Ja gar-ganta, &, se parecian
confundan exactam ente a las deJa especie hu
{as especies. E l que nunca hubiese v1sto un ·mana. L a cabeza estaba
hombre hu.. un tanto inclinada ácia adelante
. Las protuberancias es-
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pi na les de las vértebras ce rvi ca les i dorsales; se proyec te.- o si tua
cion, i al fin se escapó, i se le vió hundirse en el
b1 n hasta la parte j nferior del pecho~ E' U ese órden distin
to mar de donde no volvió a salir.
i regular que nosotros hallamos en el ser hurnan o; i lu e- En 1430, en las grandes tempestades que destruyeron
go se iban perdiendo gradualcnente, al entrar en la forma los dique
s en flolanda, alg unas muj eres de Edam, en la
natural de la parte inferior del cuerpo de un pescado. La Freezla
ndia occidental, vieron una Siren a que habia sido
escápula i los brazos, que era n mui la rgos, las manos, los arrastrada
por las aguas a los prados que se inundaron.
pulgares, los dedos i las uñas, representaban exactamente ·Ellas la
coj ieron, i (segun se dic e) la vistieron con1o Inu-
lo~ de una muj er delicada; el esternon, las clavícula
s, i jer, i la enseñaron a hilar. Se rnantenia de carne cocida,
las costilla' del pecho se di tin guian pe rfectamente, i los pero tod os
los esfuerzos para enseñarle a hablar fueron
pechos, que rra n de gran tam año i parecian haber sido infructuo
sos, aunque Parival dice: ''que elln tenia alguna
mayores, asi corno los pezones: eran un modelo tol erabl e nocion de
de 'los de ~ la espec ie humana. El cuerpo parec ia haber tam ente la Di vin ida d, i hacia sus reverencias mui devo·
cuando pasaba por delante de un cru cifijo., La
8ido bastante muscular en la parte supe rior del pecho, i lleva ro
n a H ea rlem, dond e vivió algunos años, pero re-
ha ber es tado cubierto de epidérmis i de vellos como en la tuvo siemp
re su inclinacion a las aguas. A su muerte le
piel humana. El un lado de la cabeza estaba cubierto de dieron sepu
ltura cristiana.
negro cabello humano, de cerca de medi a o de una pul- • En
15 60, en la costa de Ceylan, unos pescadores cojie·
gadn de lar go; pero en el otro lado parec ia haberse gas- ron en
una redada siete Si tenas hembras i siete mach os,
tado o arrancado. · que fueron disecados, i hallados en un todo semejantes a
·Al examinar este fe nómeno singular, Jo que escitaba la los ser es
humanos. Po r una perfecta relacion de esta úl·
admiracion era la cubierta esteri or del pecho para arriba, tima
circunstancia, véase la H istoi1·e de la Cornpagnie de
que era en todo sem ej ante a la del ser humano, mi éntras Jesu s, parte
2.a, T. 4, núm ero 276.
que toda la parte· inferior de l cu erpo es taba envuelta en la En 153 1, un hombre n1arin o, que pudiéramos lla mar
cubierta escamosa de un pescado. triton, cojido en el Báltico, fu é enviado a Sejismundo, re1
Intnediatamente debajo de Jos pechos comenzaban las de P olo
nia, con quien , segun se refier e, vivió tres dias, i
formas de pescado por dos grandes aletas en el vientre, fué vis
to por toda la corte ; pero nosotros no podemos de-
sobre las cuale s, segun han dicho los que la han visto en cir si
murió o se escapó al fin de este período. Mas en
el mar, Rpoyaba la parte supe rior del cuerpo en el ag ua ; algun
os tratados publicados por Ju an Grcgorio, A. M, i
Juego iba disminuyendo ha sta que terminaba en una cola ca
pellan de la Ig lesia de Cristo en Oxford, en 1650, se
de pescado semejante a la del salman. describe este mismo Triton, "como un enorme animal de
Ta l era el mónstruo que acabarnos de describir ; pero, forma hu
no obstante la creencia jeneral que favorecia el bolsillo de po ma na , pero mui parecido al obispo en su vestido
ntifical." Es bien conocido el grabado Al eman, en es·
los e~pecu lador es, los periódicos de la época se pronun- tre mo •
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