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Son diversas las normas en las que se expresa la importancia que tiene ella
para nuestra Carta Política.
En primer lugar, debemos citar algunas normas ajenas al artículo 19
sobre Garantías Constitucionales:
• Clasificación de la Igualdad
3) La interdicción de la esclavitud.
Esclavitud deriva del vocablo esclavo, que la RAE Define como: “Dicho de una
persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra”.
Recordemos que en Chile, bajo el gobierno del Presidente Ramón Freire
(1823-1826), se abolió la esclavitud.
La declaración que dice que “en Chile no hay esclavos”, esto es, “el que pisa
su territorio queda libre”, debe ser entendida como un todo y no puede ser
entendida en el sentido que en nuestro país no se pueda detener, arrestar o
someter a presidio a ninguna persona. Por lo tanto, lo que cabe entender de
esta frase es que toda persona que respeta el ordenamiento jurídico chileno
es libre y que, en esa medida, todos deben ser iguales en el goce de su
libertad y demás derechos asegurados1.
En virtud del principio de libertad de paso, quien ingrese a territorio nacional,
arrastrando desde otros lugares, la condición de esclavo, deja de serlo por el
sólo hecho de ingresar a territorio chileno.
1
Cea Egaña, José Luis: Derecho Constitucional Chileno. Tomo II: Derechos, Deberes y Garantías.
(Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2004). P. 130.
refería a los hombres. No obstante, muchos entendían que el constituyente
al utilizar la expresión hombres lo hacía en forma genérica, y en caso alguno
se pretendía minimizar a la mujer.
5. La interdicción de la arbitrariedad.
Dice el inciso final del artículo 19 Nº 2: “Ni la ley ni autoridad alguna podrán
establecer diferencias arbitrarias”.
Esta norma es particularmente importante, por un lado refuerza la idea de la
igualdad en la ley, en el sentido que prohíbe directamente al legislador hacer
diferencias arbitrarias, como a las demás autoridades, por lo que, en caso de
existir alguna discriminación de este tipo que provenga de la ley, será posible
reclamarla vía recurso de inaplicabilidad o acción popular de
inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. En tanto, si proviene de
alguna autoridad administrativa, procedería recurrir de protección.
Finalmente, debemos dejar constancia que esta prohibición de arbitrariedad
se vincula con otras normas constitucionales, tales como:
- art. 1º inciso 1º: establecer diferencias entre las personas en lo que a
dignidad y derechos se refiere, es de por sí, arbitraria;
- art. 8º inciso 1º: el funcionario público que dé fiel cumplimiento al
principio de probidad, no puede actuar con arbitrariedad;
- art. 15: el sufragio es igualitario, y también establecer diferencias
respecto de aquél, sería arbitrario;
- art. 19 Nºs. 17, 20 y 22: referidos a la prohibición de realizar
diferencias arbitrarias por parte del Estado en su trato con los
particulares.
Las diferencias arbitrarias son aquellas que obedecen al mero capricho del
agente que las produce. Se entienden como las distinciones antojadizas o
caprichosas, o sea, que no tienen sustento en la razón ni en la justicia.
Será el legislador o, en general, cualquier generador de normas, quien deberá
evitar cualquier trato o diferencia discriminatoria. Ante la comisión de
discriminación arbitraria, el juzgador (Ordinario o Tribunal Constitucional)
deberá resolver dicha diferencia.
6. Amparo jurisdiccional.
Por último la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos
dispone:
“Artículo 3.
1. Todos los individuos serán iguales ante la ley.
2. Todos los individuos tendrán derecho a igual protección de la ley”.
ARTÍCULO 19 Nº 3
Del análisis del artículo 19 Nº 3 se derivan los siguientes derechos y garantías:
1. La igual protección de la ley en el ejercicio de los derechos.
2. El derecho a la defensa jurídica.
3. El derecho al juez natural.
4. El derecho al justo y racional procedimiento.
5. Las bases constitucionales del derecho penal.
a. La prohibición de presunciones penales de derecho.
b. El principio de legalidad penal.
c. La irretroactividad de la ley penal.
d. Principio de tipicidad
Como bien dice Ángela Vivanco, el núcleo de este derecho implica “asegurar
que los derechos que les son reconocidos en abstracto a las personas,
requieran de la existencia de una organización procesal adecuada para que
en la práctica no sean conculcados. Lo que se pretende es hacer justiciables o
defendibles directamente los derechos que se tienen en la teoría” 2. Así
también es parte de este derecho, el acceso a la justicia.
5
Cea Egaña, José Luis: Op. Cit.: P. 144.
Instituciones no se les puedan aplicar las normas del Código de
Procedimiento Civil o Penal, sin adecuaciones o salvedades”6.
6
Cea Egaña, José Luis: Op. Cit.: P. 144.
c) Los abogados de turno.
7
Cea Egaña, José Luis: Op. Cit.: P. 152.
4. El derecho al justo y racional procedimiento.
El inciso sexto del número 3 del artículo 19 de la Constitución establece:
“Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer
siempre las garantías de un procedimiento y una investigación racionales y
justos”.
8
Cea Egaña, José Luis: Op. Cit.: P. 159.
a. La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad penal.
b. Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una
ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que
una nueva ley favorezca al afectado.
c. Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se
sanciona esté expresamente descrita en ella.
a. La ley no podrá presumir de derecho la responsabilidad penal.
Lo único que se prohíbe es la presunción de derecho de la responsabilidad
penal, y no así de la responsabilidad civil (el art. 706 del Código Civil estatuye,
por ejemplo, a propósito de la posesión que “el error en materia de derecho
constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en contrario”);
Ahora bien, esta norma es una manifestación directa del principio de la
presunción de inocencia. En nuestra Constitución este principio no se
consagra directamente, pero de todas maneras está vigente en nuestro
ordenamiento jurídico, ya sea implícitamente como sucede con esta norma o
bien por vía de tratados internacionales sobre derechos humanos. De esta
manera, el artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos
prescribe:
“1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio
público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para
su defensa”.
El artículo 8º, denominado Garantías Judiciales, del Pacto de San José de
Costa Rica señala:
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”.
En todo caso, en nuestro derecho, el artículo 4º del Código Procesal Penal lo
consagra directamente:
“Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no
fuere condenada por una sentencia firme”.
b. Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley
promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley
favorezca al afectado.
De esta norma constitucional se desprende dos principios fundamentales en
materia penal y procesal penal, los que a su vez constituyen fuertes pilares
en la defensa de los derechos de las personas, a saber:
Dado lo anterior, los delitos y las penas solamente pueden ser establecidos
por la ley. Además, cualquier hecho que revista los caracteres de delito debe
ser sancionado con una pena establecida por la ley, pero esta ley debe ser
anterior a la comisión de dicho hecho. En otras palabras, se establece como
principio la irretroactividad de la ley penal. Con una excepción: Salvo que la
nueva ley favorezca al afectado.
La ley penal más favorable debe entenderse que es aquella que establece
una pena menor respecto de los delitos, como las que eliminan la sanción a
una conducta anteriormente considerada delictiva, como asimismo aquellas
que crean nuevas causas de justificación, exculpación y de impedimento a la
operatividad de la penalidad, entre otros casos.
En esta norma constitucional se encuentra consagrado el principio de
tipicidad. Este principio “tiene por objeto primordial asegurar que los
ciudadanos sepan, con la precisión y claridad posible, cuáles son las
conductas cuya ejecución u omisión trae aparejada la imposición de una
pena”9.
9
Vivanco M., Ángela: Op. Cit. P. 323.
Principales normas internacionales sobre derechos humanos que consagran
los derechos y garantías relacionados con la igualdad ante la justicia:
El artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, del año 1948
dispone:
“Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal”.
Por su parte, el artículo 11 de la misma Declaración Universal señala:
“1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio
público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para
su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de
cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la
comisión del delito”.
Por su parte, el artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, del año 1969, lo consagra en los siguientes términos:
“1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia.
Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal
formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones
de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o
parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad
nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida
privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del
tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad
pudiera perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en
materia penal o contenciosa será pública, excepto en los casos en que el
interés de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones
referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.
2. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley.
3. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en
plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
7. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido
ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el
procedimiento penal de cada país”.