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32 - La Evaluación Educativa Conceptos Funciones y Tipos
32 - La Evaluación Educativa Conceptos Funciones y Tipos
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CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN
La evaluación educativa es hoy quizá uno de los temas con mayor protagonismo del ámbito
educativo, y no porque se trate de un tema nuevo en absoluto, sino porque administradores,
educadores, padres, estudiantes y toda la sociedad en su conjunto, son más conscientes que
nunca de la importancia y las repercusiones del hecho de evaluar o de ser evaluado. Existe quizá
una mayor consciencia de la necesidad de alcanzar determinadas cotas de calidad educativa, de
aprovechar adecuadamente los recursos, el tiempo y los esfuerzos y, pro otra parte, el nivel de
competencia entre los individuos y las instituciones también es mayor.
Quizá uno de los factores más importantes que explican que la evaluación ocupe actualmente en
educación un lugar tan destacado, es la comprensión por parte de los profesionales de la
educación de que lo que en realidad prescribe y decide de facto los "que; cómo; por qués y cuándo
enseñar" es la evaluación. Es decir, las decisiones que se hayan tomado sobre esos "qué; cómo;
por qué y cuándo evaluar". En general, uno de los objetivos prioritarios de los estudiantes es
satisfacer las exigencias de los "exámenes". En palabras de A. de la Orden (1989): "la evaluación,
al prescribir realmente los objetivos de la educación, determina, en gran medida... lo que los
estudiantes aprenden y cómo lo aprenden, lo que los profesores enseñan y cómo lo enseñan, los
contenidos y los métodos; en otras palabras, el producto y el proceso de la educación...
querámoslo o no, de forma consciente o inconsciente, la actividad educativa de estudiantes y
profesores está en algún grado canalizada por la evaluación".
Todos estos factores han llevado a una "cultura de la evaluación" que no se limita al centro
educativo (sea escuela, colegio, instituto o universidad) sino que se extiende al resto de las
actividades sociales.
Concretamente, en nuestro país, la ampliación del ámbito de la evaluación desde los resultados y
procesos del aprendizaje de los estudiantes hasta el propio currículo (en sus distintos niveles de
concreción), la práctica docente, los centros, el sistema educativo en su conjunto, etc, ha dibujado
en los últimos años un nuevo escenario para las prácticas evaluativas, que se han desarrollado a
todos los niveles de manera muy importante, es más, se han desarrollado sendas investigaciones
con un alto grado y contenido científico a propósito de este tema (como ejemplo, se encuentra la
Tesis Doctoral de Wilma Forrest Ph.D. que propone un sistema de Evaluación Contínua en la
Universidad Católica, y que fue desarrollada a partir de las experiencias de la Unidad Acdémica de
dicha Universidad en Santa Cruz).
De las probables respuestas y conclusiones a estas dos premisas nacerán las vertientes
conceptuales, teóricas y metodológicas con las que se pueden configurar sistemas coherentes de
evaluación educativa.
El concepto de evaluación es el más amplio de los tres, aunque no se identifica con ellos. Se
puede decir que es una actividad inherente a toda actividad humana intencional, por lo que debe
ser sistemática, y que su objetivo es determinar el valor de algo (Popham, 1990).
Se evalúa siempre para tomar decisiones. No basta con recoger información sobre los resultados
del proceso educativo y emitir únicamente un tipo de calificación, si no se toma alguna decisión, no
existe una auténtica evaluación.
La evaluación, por tanto, se caracteriza como: Un proceso que implica recogida de información con
una posterior interpretación en función del contraste con determinadas instancias de referencia o
patrones de deseabilidad, para hacer posible la emisión de un juicio de valor que permita orientar
la acción o la toma de decisiones.
Esta extensión de la evaluación a otros ámbitos tuvo lugar en los Estados Unidos a finales de los
años 50 debido a circunstancias tales como: la crítica a la eficacia de los centros educativos
públicos, la gran inversión dedicada a la educación que exigía una rendición de cuentas
(accountability), etc. Por tanto, el campo de aplicación de la evaluación se extiende a estudiantes,
profesores, directivos, instituciones, la administración, etc. Y va a ser, precisamente, a raíz de la
extensión del ámbito evaluador a partir del surgimiento de una serie de modelos de evaluación de
gran relevancia que caracterizan actualmente todas corrientes tendencias y posturas de las
Ciencias de la Educación (nótese que eludo deliberadamente el uso de término Paradigma).
La decisión de promoción es la que, con más frecuencia, debe enfrentar el docente, desde las
promociones formales (curso a curso) hasta las promociones diarias (de una tarea a otra, cuando
se considera que se ha alcanzado un nivel de conocimientos suficiente).
Por tanto, la evaluación puede resultar un elemento estimulante para la educación en la medida en
que pueda desembocar en decisiones de promoción positivas, y para ello es preciso que el sistema
educativo sea público y coherente, ofreciendo la información precisa para ofrecen la dificultades
que puedan surgir. Para ello, es necesaria una definición clara de los objetivos previos y una
recuperación inmediata en caso de fracaso. En caso de que el fracaso sea reiterado, se hace
imprescindible la utilización de procesos diagnósticos y terapéuticos. Por tanto, lo deseable es la
promoción tanto desde el punto de vista del aprendizaje como desde el punto de vista del
desarrollo armónico de la persona.
3. TIPOS DE EVALUACIÓN
Esta clasificación atiende a diferentes criterios. Por tanto, se emplean uno u otro en función del
propósito de la evaluación, a los impulsores o ejecutores de la misma, a cada situación concreta, a
los recursos con los que contemos, a los destinatarios del informe evaluador y a otros factores.
a. Evaluación global: Se pretende abarcar todos los componentes o dimensiones del estudiante,
del centro educativo, del programa, etc. Se considera el objeto de la evaluación de un modo
holístico, como una totalidad interactuante, en la que cualquier modificación en uno de sus
componentes o dimensiones tiene consecuencias en el resto. Con este tipo de evaluación, la
comprensión de la realidad evaluada aumenta, pero no siempre es necesaria o posible. El modelo
más conocido es el CIPP de Stufflebeam.
a. Evaluación Interna: es aquella que es llevada a cabo y promovida por los propios integrantes
de un centro, un programa educativo, etc. A su vez, la evaluación interna ofrece diversas
alternativas de realización: autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación.
Estos dos tipos de evaluación son muy necesarios y se complementan mutuamente. En el caso de
la evaluación de centro, sobre todo, se están extendiendo la figura del "asesor externo", que
permite que el propio centro o programa se evalúe a sí mismo, pero le ofrece su asesoría técnica y
cierta objetividad por su no implicación en la vida del centro.
Cualquier valoración se hace siempre comparando el objeto de evaluación con un patrón o criterio.
En este sentido, se pueden distinguir dos situaciones distintas:
a. En caso de que la referencia sea el propio sujeto (sus capacidades e intereses, las metas que
se había propuesto alcanzar, considerando el tiempo y el esfuerzo invertidos por el sujeto, y
teniendo en cuenta sus aprendizajes previos) o cualquier otro objeto de la evaluación en si
mismo (las características de partida de un programa, los logros educativos de un centro en el
pasado, etc.), estaremos empleando la AUTOREFERENCIA como sistema.
b. En el caso de que las referencias no sean el propio sujeto, centro, programa, etc., lo que se
conoce como HETEROREFERENCIA, nos encontramos con dos posibilidades:
Lo correcto es conjugar siempre ambos criterios para realizar una valoración adecuada, aunque en
el caso de la evaluación de estudiantes, nos parece siempre más apropiada la evaluación que
emplea la autorreferencia o la evaluación criterial. El empleo de uno u otro tipo de evaluación
dependerá siempre de los propósitos de la evaluación y de su adecuación al objeto de nuestra
evaluación.
Deja de ser objetivo central de los programas educativos la simple transmisión de información y
conocimientos, existe una necesidad de un cuidado mayor del proceso formativo, en donde la
capacitación del estudiantado está centrada en el autoaprendizaje, como proceso de desarrollo
personal. Bajo la perspectiva educativa, la evaluación debe adquirir entonces, una nueva
dimensión, con la necesidad de personalizar y diferenciar la labor docente.
Cada estudiante es un ser único, es una realidad en desarrollo y cambiante en razón de sus
circunstancias personales y sociales. Un modelo educativo moderno contemporiza la atención al
individuo, junto con los objetivos y las exigencias sociales.
Las deficiencias del sistema tradicional de evaluación, han desformado el sistema educativo, ya
que dada la importancia concedida al resultado, el estudiante justifica al proceso educativo como
una forma de alcanzar el mismo.
No puede ser reducida a una simple cuestión metodológica, a una simple "técnica" educativa, ya
que su incidencia excediendo lo pedagógico para incidir sobre lo social.
No tiene sentido por si misma, sino como resultante del conjunto de relaciones entre los objetivos,
los métodos, el modelo pedagógico, los estudiantes, la sociedad, el docente, etc. Cumpliendo así
una función en la regulación y el control del sistema educativo, en la relación de los estudiantes
con el conocimiento, de los profesores con los estudiantes, de los estudiantes entre sí, de los
docentes y la familia, etc.
La modificación de las estrategias de evaluación puede contribuir, junto con otros medios, a
avances en la democratización real de la enseñanza.
En el diccionario la palabra Evaluación se define como, señalar el valor de algo, estimar, apreciar o
calcular el valor de algo. De esta manera más que exactitud lo que busca la definición es
establecer una aproximación cuantitativa o cualitativa. Atribuir un valor, un juicio, sobre algo o
alguien, en función de un determinado propósito, recoger información, emitir un juicio con ella a
partir de una comparación y así, tomar una decisión.La toma de decisiones se hace
permanentemente evaluando y eligiendo lo que consideramos más acertado.
"La etapa del proceso educativo que tiene como finalidad comprobar, de manera sistemática, en
que medida se han logrado los objetivos propuestos con antelación. Entendiendo a la educación
como un proceso sistemático, destinado a lograr cambios duraderos y positivos en la conducta de
los sujetos, integrados a la misma, en base a objetivos definidos en forma concreta, precisa, social
e individualmente aceptables." (P. D. Laforucade)
"La evaluación es una operación sistemática, integrada en la actividad educativa con el objetivo de
conseguir su mejoramiento continuo, mediante el conocimiento lo más exacto posible del
estudiante en todos los aspectos de su personalidad, aportando una información ajustada sobre el
proceso mismo y sobre todos los factores personales y ambientales que en ésta inciden. Señala en
que medida el proceso educativo logra sus objetivos fundamentales y confronta los fijados con los
realmente alcanzados." (A. Pila Teleña)
Evaluación implica comparación entre los objetivos impuestos a una actividad intencional y los
resultados que produce.
Es preciso evaluar no solamente los resultados, sino los objetivos, las condiciones, los medios, el
sistema pedagógico y los diferentes medios de su puesta en acción.
Evaluación del contexto, determinar los objetivos, sus posibilidades, sus condiciones y medios de
realización, lo que nos será de fundamental importancia al momento de elaborar la planificación.
Evaluación del proceso, estudio de los datos sobre lo efectos que produjeron los métodos
empleados, su progresión, sus dificultades y su comparación para tomar decisiones de ejecución.
Evaluación del producto, medición, interpretación, juicio acerca del cumplimiento de los objetivos,
de la eficacia de la enseñanza, ensuma evaluación de los resultados para tomar decisiones de
reciclaje.
La gran mayoría de los autores (R. Tyler, B. Bloom, G. De Landsheere, B. Maccario) agrupan los
diferentes objetivos y funciones de la evaluación que ya enumeramos en tres grandes categorías:
La Evaluación Formativa, es aquella que se realiza al finalizar cada tarea de aprendizaje y tiene
por objetivo informar de los logros obtenidos, y eventualmente, advertir donde y en que nivel
existen dificultades de aprendizaje, permitiendo la búsqueda de nuevas estrategias educativas más
exitosas. Aporta una retroalimentación permanente al desarrollo del programa educativo.
La razón de ser de la evaluación es servir a la acción; acción educativa debe entenderse desde el
punto de vista formativo, que como profesor le debe (pre)ocupar antes de cualquier otra
consideración.
Como dice Stenhouse (1984)," para evaluar hay que comprender. Cabe afirmar que las
evaluaciones convencionales del tipo objetivo no van destinadas a comprender el proceso
educativo. Lo tratan en términos de éxito y de fracaso”. En su opinión, " el profesor debería ser un
crítico, y no un simple calificador”.
Actuando como crítico y no sólo como calificador, "la valiosa actividad desarrollada por el profesor
y los estudiantes tiene en sí niveles y criterios inminentes y la tarea de apreciación consiste en
perfeccionar la capacidad, por parte de los estudiantes, para trabajar según dichos criterios,
mediante una reacción crítica respecto al trabajo realizado. En este sentido, la evaluación viene a
ser la enseñanza de la autoevaluación".
La evaluación es el medio menos indicado para mostrar el poder del profesor ante el estudiante y
el medio menos apropiado para controlar las conductas de los estudiantes. Hacerlo es síntoma de
debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de que pervierte y distorsiona el
significado de la evaluación.
Durante muchos años la evaluación educativa presentaba un objetivo único que era la clasificación
(calificación), esto nos obliga, hoy, a delimitar cuatro problemas:
Estos cambios aparecen como fines del proceso, pero para el acceso a los mismos, se establecen
etapas y objetivos, cuyos logros condicionan el logro final. El conocimiento de los objetivos
parciales nos permite conocer los logros de las unidades didácticas y establecer correcciones o
ajustes en cada una de las etapas del proceso.
SI SI SI
D F NO
F F S1 F NO
F S2 ST
D = Diagnóstica
D D F = Formativa
S = Sumativa
Integración de los tres tipos de evaluación = Evaluación Contínua
La evaluación continua es una fase importante del proceso educativo, por las condiciones que
presupone (planificación) y por las consecuencias que genera (individualización y reajuste), resulta
un medio eficaz de perfeccionamiento didáctico, mejorando así el sistema educativo.
los mismos procedimientos de evaluación, deben ser objeto de un juicio antes de la toma de
decisiones.
Así, debe considerarse a la evaluación como "un proceso continuo, que todo lo penetra y que
responde a la necesidad de formular juicios sobre y a cada nivel del proceso educativo
(curriculum)." (B. Maccario)
¾ Controlar el cumplimento de las normas, o sea hacer un balance de los objetivos terminales.
¾ Elaborar subgrupos.
¾ Seleccionar.
¾ Predecir un resultado.
¾ Calificar otorgando a todos los niveles información objetiva sobre el proceso de formación
(estudiante, padres, sociedadetc.)
Todas las propuestas de definición de evaluación ponen una observación central en la noción de
criterio. Un criterio es un "principio al que nos referimos, y que nos permite distinguir lo verdadero
de lo falso.", o más precisamente "es una característica o una propiedad de un sujeto u objeto, de
acuerdo al cual formulamos sobre él un juicio de apreciación". (G. De Landsheere).
Esto significa que un criterio nos permite referirnos a una acción o comportamiento,
comparativamente en relación a otro, que enuncia las reglas del primero y autoriza su evaluación.
Los criterios que definen los logros pueden ser cualitativos o cuantitativos. Un criterio cualitativo se
expresa en función del "todo o nada", el logro es o no es, no hay grados, mientras que los
cuantitativos aceptan una gradualización o expresión de porcentaje. (B. Maccario) Cuanto mayor
es la complejidad de los proceso cognitivos, afectivos y psicomotores de la tarea a ser evaluada,
más difícil será la definición de los criterios. Sumado a esto que muchas veces existen normas o
criterios preimpuestos. (G. De Landsheere).
Evaluar en referencia a una norma, significa comparar el resultado del individuo con los resultados
de una población o grupo a los que pertenece.
Evaluar en referencia a un criterio, busca la comparación del estudiante con sus propios
rendimientos o resultados, en las mismas pruebas o en relación a un criterio fijado de antemano.
"El docente deberá determinar el nivel mínimo deseable de las aptitudes que deben adquirir los
estudiantes... y la evaluación de los resultados; con relación a los objetivos por alcanzar y a partir
de la situación inicial; reunirá la noción de evolución y la participación de el o los estudiantes." (B.
Maccario)
Las funciones que cumple este tipo de evaluación son: establecer un balance con los objetivos
propuestos, realizar un diagnóstico de las dificultades y determinar si la estrategia es o no
pertinente. Estos conceptos nos remiten a los fundamentos de la evaluación formativa.
"Para ayudar al estudiante importa más enseñarle hasta donde lo han conducido sus esfuerzos en
el proceso de aprendizaje, que el lugar que ocupa con relación a sus compañeros o una escala."
(G. De Landsheere). Desde este punto de vista el criterio es interno, en la medida que no es ajeno
al estudiante.
Las "herramientas" de evaluación deben ser generales y flexibles, para permitir su variación en
función de la situación a resolver y los diversos aspectos del estudiante a partir del estudiante
mismo.
El estudiante no es el único implicado en el acto de evaluar, por ello la respuesta a esta pregunta
depende de la función que le atribuimos a la evaluación.
Todos los objetivos educativos, pueden, con más o menos facilidad, con más o menos éxito, ser
evaluados.
"Esta clasificación analítica, aunque artificial, nos permite ver los efectos del proceso educativo.
Por ello el objetivo de la evaluación es hacer aparecer esos efectos, volverlos transparentes, en
forma indirecta, por medio de una metodología adecuada" (B. Maccario)
• Estudio de los efectos del proceso educativo seleccionado sobre los estudiantes. (B. Maccario)
El docente debe evaluar su "estrategia educativa", entendida "como la ciencia y/o arte de combinar
y coordinar acciones para alcanzar un objetivo”.
Corresponde a una planificación para llegar a un resultado proponiendo objetivos que se quieren
lograr y los medios que se disponen para lograrlos." (G. Mialaret)
La palabra test procede del latín "testa" que quiere decir prueba, de alli su amplia difusión
como término que identifica las herramientas y los procedimientos de evaluación. Es el
instrumento utilizado para poner a prueba o de manifiesto determinadas capacidades o
cualidades o características de un individuo. No tiene otra misión que la de medir. (A.P.
Teleña)
"El uso de los test nació debido a la necesidad de adquirir instrumentos de apreciación objetiva de
diferentes facultades individuales." (E. Planchard)
Pero a cualquier instrumento de medida (test) hay que exigirle una serie de características, que se
reflejan en el concepto de autenticidad científica:
A. Validez
¿Para qué es válido un test? ¿Para quién es válido un test? Un test es válido cuando responde a
estas preguntas y cuando mide lo que realmente se propone. "Es el grado en el cual el test mide
aquello que quiere medir”. (J. Litwin - G. Férnandez) Un test es válido cuando demuestra que mide
aquello que se presuponía o se pretendía que midiese.
Se estima que si los coeficientes de correlación presentan los siguientes valores de r pueden
interpretarse como:
Una r de 1 es perfecta, y significa que las dos variables medidas se corresponden en sus valores y
variaciones en forma absoluta. (M. Grosser - H. Barrow)
La validez de contenido o lógica se expresa cuando el test representa el mejor criterio para
evaluar la capacidad en estudio y se basa en el análisis de los items que integran la prueba, su
grado de dificultad, su estabilidad para medir lo pretendido y la relación con el objetivo de la
evaluación. La medición precisa de una capacidad motora exige el más completo aislamiento de
las otras capacidades, lo que evidentemente no siempre resulta fácil.
La validez predictiva, está en relación con el grado de probabilidad que presenta un test para
predecir cual será un resultado futuro de un individuo en relación a una determinada conducta o
capacidad. Normalmente este tipo de comprobación nos lleva mucho tiempo ya que es necesario
una serie amplia de medidas.
La validez referida a los criterios o empírica, puede realizarse correlacionando los valores del
test con los de otro test reconocido como ya válido (prueba paralela) o correlacionando los valores
del test con un criterio exterior, como una competencia.
La validación factorial se utiliza para la comparación entre test. Si la correlación es alta, ambos
test tienen una alta correspondencia, y si la correlación es baja o nula, cada test mide un aspecto
diferente.
Para que los contenidos de un test motor sean válidos es necesario que:
B. Confiabilidad (Fiabilidad)
• El clima
• Las instalaciones
• El equipo de medición
C. Objetividad
Una prueba de evaluación (test) es objetiva cuando sus resultados son independientes de la
actitud o apreciación personal del observador. Es el grado de uniformidad con que varios
individuos pueden aplicar un mismo test. Para ello se buscan instrumentos precisos, tiempo -
cronómetro, distancia - cinta métrica, etc. La objetividad garantiza la confiabilidad de un test.
Cuando al menos 2 evaluadores utilizan el mismo test con el mismo grupo y en intervalos
reducidos, podemos calcular el coeficiente de correlación de objetividad. El test será objetivo si los
resultados obtenidos por ambos evaluadores son análogos, mostrando una r significativa.
D. Normalización o Estandarización
Consiste en la transformación del valor del test (intangible) en una ubicación con relación a una
norma. Esto lleva a la realización de escalas de medida, que se elaboran a través de estudios
estadísticos poblacionales, con el objetivo de la confección de las normas.
Para que sea válida la comparación de resultados recogidos sobre diferentes grupos, o sobre el
mismo grupo en períodos diferentes, es necesario uniformizar (estandarizar) las técnicas de
administración de los test. Una pequeña variación en las normas de realización de una prueba
puede alterar el resultado y su valoración posterior.
E. Economización
Se considerará una prueba económica aquella que es realizable en poco tiempo, que precisa poco
material y aparatos, que es fácil de manejar y que puede ser interpretada fácilmente sin muchos
cálculos.
F. Utilidad
Se considera útil un test que analiza una conducta o capacidad para cuyo conocimiento hay una
necesidad práctica y un auténtico interés de conocimiento.
G. Probabilidad
El test debe poder ser realizado con éxito por el 90% de los estudiantes, que hayan seguido
regularmente el proceso de aprendizaje. (A.P. Teleña)
La razón de ser de la evaluación es servir a la acción; acción educativa debe entenderse desde el
punto de vista formativo, que como profesor le debe (pre)ocupar antes de cualquier otra
consideración.
Como dice Stenhouse (1984), "para evaluar hay que comprender. Cabe afirmar que las
evaluaciones convencionales del tipo objetivo no van destinadas a comprender el proceso
educativo. Lo tratan en términos de éxito y de fracaso". En su opinión, "el profesor debería ser un
crítico, y no un simple calificador".
Actuando como crítico y no sólo como calificador, la actividad desarrollada por el docente y los
estudiantes tiene en sí niveles y criterios inminentes y la tarea de apreciación consiste en
perfeccionar la capacidad, por parte de los estudiantes, para trabajar según dichos criterios,
mediante una reacción crítica respecto al trabajo realizado. En este sentido, la evaluación viene a
ser la enseñanza de la autoevaluación.
La evaluación es el medio menos indicado para mostrar el poder del profesor ante el estudiante y
el medio menos apropiado para controlar las conductas de los estudiantes. Hacerlo es síntoma de
debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de que pervierte y distorsiona el
significado de la evaluación.
Como señala Peters, "el éxito del que enseña sólo puede definirse a partir del éxito del que
aprende". En el mismo sentido, Cronbach, recoge en una de sus tesis sobre evaluación que "el
evaluador es un educador; su éxito debe ser juzgado por lo que otros aprenden".
En la medida en que un sujeto aprende, simultáneamente evalúa: discrimina, valora, critica, opina,
razona, fundamenta, decide, enjuicia, opta... entre lo que considera que tiene un valor en sí y
aquello que carece de él. Esta actividad evaluadora, que se aprende, es parte del proceso
educativo, que como tal es continuamente formativo.
BIBLIOGRAFÍA
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GARCIA RAMOS, J.M. y PÉREZ JUSTE, R.(1989): Diagnóstico, evaluación y toma de decisiones.
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