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NACIONAL
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INTRODUCCION
El tratadista argentino Luis María Boffi Boggero señala que las obligaciones son
de dar cosas inciertas, cuando en el momento que brota la obligación se tiene
incertidumbre sobre la cosa debida; agregando que esta indeterminación, como es
obvio, no puede ir en obligación alguna más allá del pago, porque, de subsistir,
estaríamos ante un caso de obligación sin objeto válido.
Por su parte, Jorge Joaquín Llambías establece que las obligaciones de dar cosas
inciertas se refieren a un objeto que no ha quedado inicialmente definido en su
individualidad, a lo cual habrá de llegarse con la respectiva elección o
determinación de la cosa que haya de pagarse; siendo obligaciones de dar cosas
inciertas las que versan sobre objetos no individualizados, que se definen por el
género a que pertenecen, con caracteres diferenciales dentro del mismo género.
Para el tratadista español Antonio Hernández Gil. a los efectos de las obligaciones
genéricas resulta esencial el concepto de género. De este modo señala que por
género no es posible entender aquí, y menos únicamente, lo que por tal se
entiende desde un punto de vista rigurosamente filosófico o físico; precisando que
el Derecho, de ordinario, no opera con puros criterios de esa clase, sino con
criterios sociales y económicos, más flexibles y aptos para la humana realización
de la justicia.
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INDICE
Contenido
1. BIENES INCIERTOS..............................................................................................................4
1.1.- ¿QUÉ ES BIEN INCIERTO?............................................................................................6
1.2.- ¿Qué Es Una Obligación De Dar Bien Incierto?.......................................................6
1.3.- Características De Bienes Inciertos...........................................................................10
2.- Libro VI: Las obligaciones...................................................................................................10
Sección primera: Las obligaciones y sus modalidades....................................................10
Título I: Obligaciones de dar................................................................................................10
Artículo 1142.- Bienes inciertos.......................................................................................10
Artículo 1143.- Reglas para elección de bien incierto................................................11
Artículo 1144.- Plazo judicial para elección..................................................................14
Artículo 1145.- Irrevocabilidad de la elección..............................................................14
Artículo 1146.- Efectos anteriores a la individualización de bien incierto............15
Artículo 1147.- Reglas aplicables después de la elección........................................17
CONCLUSIONES..........................................................................................................................19
BIBLIOGRAFIA.............................................................................................................................20
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1. BIENES INCIERTOS
El profesor colombiano Rodrigo Becerra Toro recuerda que uno de los puntos
esenciales de la obligación es el hecho de que ésta no puede existir sin objeto, el
cual debe encontrarse determinado en la prestación; precisando que tal
determinación aflora, a veces, cuando se considera la naturaleza de la cosa, o se
circunscribe a un género determinado; de ahí que desde el antiguo Derecho
Romano se afirme que el objeto debe estar determinado al menos en cuanto a su
género. Es ésta la menor de las determinaciones posibles y su falta de precisión
conduce a la inexistencia. Aquí nos vienen a la memoria las expresiones del
profesor Emiliani Román, cuando escribe que "La indeterminación, pues, conduce
a la falta de objeto.
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obligaciones de género (obligatio generis) y se oponían a las obligaciones de
especie (obligatio speciei) u obligaciones de dar un individuo determinado, que
son las que nosotros llamamos de dar cosas ciertas. Así, en el Derecho Moderno,
las obligaciones de dar bienes inciertos determinados sólo por su especie
equivalen a las obligaciones de género del Derecho Romano, de manera que no
debe traducirse "speciei" por "especie", ya que speciei equivale a cuerpo cierto o
individuo determinado, como lo recuerda el citado tratadista argentino.
La palabra DAR deriva del Latín DARE que significa hacer entrega de una
cosa o bien que se debe. Dar significa entregar, trasmitir, transferir una cosa o
bien.
las obligaciones de dar bien incierto se les denomina o se las conoce con el
nombre de:
Ejemplo:
GENERO:
Género determinado
Género indeterminado.
Ejemplo:
Ejemplo:
Ahora si bien una obligación civil puede nacer cuando se trate de dar -
entregar bienes con género determinado, NUESTRO ordenamiento civil
exige como requisito mínimo para que surja una obligación de dar bienes
inciertos que estos bienes estén especificados cuando menos - por lo
menos – en su especie (género determinado) y cantidad.
Ejemplo:
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Artículo 1142.- Bienes inciertos
“Los bienes inciertos deben indicarse, cuando menos, por su especie y cantidad”
El artículo 1142 del Código Civil exige como requisitos mínimos para los bienes
inciertos o determinables, el que estos estén especificados cuando menos en su
especie y cantidad. Estas exigencias se justifican en razón de que cuando se
genera una obligación, la prestación debe ejecutarse, y el deudor debe estar
comprometido seriamente a cumplirla. En tal sentido como lo afirma claramente la
doctrina francesa si no se estableciesen al menos la especie y la cantidad, podría
un deudor estar obligándose y estar en aptitud de desobligarse, a su mero arbitrio,
de lo pactado o prescrito por la ley.
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Por un lado, existen reglas para elección de bien incierto, estipuladas en el
artículo 1143 del Código Civil, es decir, este artículo determina quién es la persona
que debe elegir el bien incierto y además, qué calidad debe atribuirle.
Y por otro lado, siguiendo la secuencia, para complementar la idea, se debe tener
en claro, qué es calidad media, superior e inferior. Si colocamos una escala del
uno como lo mejor y tres como lo peor, es muy sencillo, con calidad media
debemos entender al número dos, es el centro, por lo que no está parcializado a
ningún extremo. Mientras que con calidad superior se entiende por, el número
uno, en este caso el acreedor no puede exigir un bien de esta calidad. Y con
calidad inferior se deduce que se trata del número tres, en donde el deudor no
puede dar objetos de peor calidad al acreedor
En estas obligaciones la posición del deudor es más libre, ya que puede elegir
dentro del género determinado el objeto a prestar, naturalmente dentro de los
límites establecidos por la ley. Se prefiere que el deudor elija el bien porque él se
encuentra en directa relación con los bienes, porque es quien de manera más
rápida y efectiva puede efectuar dicha elección y porque no incurrirá en mayores
gastos
Es importante precisar que desde que se hace la elección desde que se escoge el
bien que se entregara para cumplir con la obligación desde ese momento instante
queda definitivamente determinado el objeto de la prestación que hasta ahora era
relativamente indeterminado, es decir, desde el momento de la elección del bien
incierto que se va a entregar el bien se convierte en un bien determinado bien
cierto por consiguiente, la deuda pierde su anterior carácter de obligación
genérica y se transforma en una obligación de dar bien o cosa determinada.
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Ejemplo:
El deudor dentro de todos los caballos que conoce o que existen escogerá
o elegirá TRES para entregar a B.
Por ejemplo
Requisitos del bien a escoger en relación con quien efectúa dicha elección:
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interrogante. Debemos analizar cada caso en particular para ver qué debe
entenderse por calidad de un bien
Si el deudor omite efectuar la elección dentro del plazo establecido o el fijado por
el juez, ella corresponde al acreedor. Igual regla se aplica cuando la elección debe
practicarla el acreedor.
Esta norma regula lo relativo al plazo para la elección del bien. Es fundamental
que las partes designen de común acuerdo el plazo en que debe realizarse la
elección del bien. Las partes pueden determinar que el plazo lo fije el deudor, el
acreedor o un tercero. A falta de dicho pacto, en primer término, corresponderá al
juez fijarlo. Si la elección correspondiese al deudor u éste no la efectuase dentro
del plazo establecido por mandato judicial, dicha elección corresponderá
efectuarla a su contraparte, vale decir al acreedor, regla inversa se aplica para el
caso en que sea el acreedor quien debía efectuar originalmente la elección y
omitiese realizarla. Si el tercero no realiza la elección por que no había aceptado
su designación o la desconocía, no estaría obligado a sufragar indemnización
alguna.
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Sin embargo, el hecho que la elección la pueda realizar un juez no obsta a que las
partes que delegarían un mandato en dicho tercero para efectuar la elección, le
puedan reclamar una indemnización de daños y perjuicios, si los hubieran sufrido
por efecto de su incumplimiento contractual
Y esta regla resulta natural, debido a que el bien es uno cierto o determinado, de
modo tal que, al perderse, no resulta posible sustituirlo por ningún otro (argumento
del artículo 1132.
Como enseña Larenz (pp. 161 Y 162): "Cuando es debida una prestación que
tenga por objeto una cosa, ésta puede estar individualmente determinada -por
ejemplo, esta butaca, este vestido, este inmueble- o sólo de una forma general, es
decir, según las notas de su género o especie, o en atención a su número,
cantidad o peso: así, el comprador pide un ejemplar de la 'edición sin notas' del
BGB, diez huevos, dos quintales de briquetas, un metro cúbico de leña. En el
primer caso, hablamos de deuda de especie o de cosa determinada: sólo se debe
una cosa cierta y ninguna otra; si aquélla se destruye antes del cumplimiento, sin
culpa del deudor, éste no está obligado a entregar ninguna otra, sino que queda
liberado de su deber de prestación (oo.), que se ha hecho imposible. En el
segundo caso, por el contrario, hablamos de deuda genérica.
Pero una vez efectuada la elección, vale decir, una vez conocido y determinado
con precisión el bien, éste habrá dejado de tener la condición de determinable (o
incierto) para haber adoptado la de determinado (cierto), razón por la cual, desde
el momento en que se haya efectuado dicha determinación (es decir, desde el
momento en que ha cambiado de condición) le deberán ser aplicables distintas
reglas. Simplemente le resultarán inaplicables, por su actual condición, las normas
sobre obligaciones de dar bienes inciertos y pasarán a ser de aplicación aquellas
de dar bienes ciertos.
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Para llegar a este criterio, en estricta técnica jurídica, no habría resultado
necesaria la precisión efectuada en el artículo 1147. Sin embargo, consideramos
que dicha norma resulta conveniente, pues las razones antes esgrimidas por
nosotros no tienen por qué ser conocidas por la generalidad de personas que
utilizan el Código como instrumento de trabajo o estudio. Como señalan los
tratadistas españoles Luis Díez-Picazo y Antonio Gullón (p. 208), la obligación
genérica necesita concretarse o especificarse, es decir, convertirse en una
obligación específica. Así -agregan-, el deudor ha de entregar la cosa debida, y
para ello es precisa su concreción dentro del género a que pertenece. De este
modo, señalan los mencionados autores, la transformación de la obligación
genérica en específica tiene importantes consecuencias jurídicas, siendo la
principal desaparición del juego de la regla genus nunquam perit, y su sustitución
por los artículos 1182 y 1183 (del Código Civil español-que en El Peruano serían
los numerales 1132 a 1141-), o sea la extinción de la obligación del deudor por
perecimiento, destrucción o imposibilidad legal de la entrega de la cosa
determinada sin su culpa.
Tal vez podría decirse con Llambías (pp. 149 Y 150) que, una vez practicada la
elección de la cosa a pagar, la obligación cambia de naturaleza, pues su objeto ya
no es un género, sino una cosa determinada, que se rige por las prescripciones
relativas a esta clase de cosas. Por tanto -añade el citado autor producida esa
elección, sin distinguir quién la haya hecho, la obligación se transforma, pasando a
ser una obligación de cosa cierta, y queda regida por las disposiciones relativas a
esta última clase de obligaciones. Llambías llega a decir que "se da así uno de
esos contados casos de novación legal: una obligación queda transformada en
otra, de naturaleza distinta, por imperio de la ley que atribuye, a la elección de la
cosa a pagar, ese significado". Por nuestra parte, no estamos de acuerdo con este
último extremo de lo señalado por el citado profesor argentino, ya que se trata no
de la novación legal de la obligación genérica en una de dar bien cierto, sino que
únicamente a partir del momento de la elección, la obligación genérica se regirá
por las reglas establecidas sobre las obligaciones de dar bienes ciertos
(argumento del artículo 1147 del Código Civil peruano). Así, no es que la
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obligación haya cambiado de naturaleza, pues la naturaleza de las obligaciones la
determina su origen; sino que, dado el desarrollo del proceso de ejecución de la
obligación, éste impide que la obligación genérica se siga rigiendo por sus reglas
propias, y se deberá regular en adelante por las normas de las obligaciones de dar
bienes ciertos; pero obsérvese que esto ocurrirá, fundamentalmente, para efectos
de la aplicación de la teoría del riesgo.
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CONCLUSIONES
La obligación de dar bienes inciertos solo es posible si el acreedor y el deudor
tienen condiciones mínimas para identificar el bien a entregar. Esta identificación
mínima reside en la indicación del género y de la cantidad. Téngase presente que
ambos deben indicarse, ya que no se trata de requisitos alternativos, en la medida
en que la presencia de uno solo de ellos no permitirá la “elección” o
“concentración” (acto por el cual se identifica la cosa incierta), que, a partir de este
momento, se torna cierta y pasa a regirse por las reglas aplicables a
las obligaciones de dar bienes ciertos.
Como observa una doctrina nacional, nuestro ordenamiento jurídico exige como
requisitos mínimos para los bienes inciertos o determinables, el que estos estén
especificados cuando menos en su especie y cantidad. Estas exigencias se
justifican en razón de que cuando se genera una obligación, la prestación debe
ejecutarse, y el deudor debe estar comprometido seriamente a cumplirla. En tal
sentido —como lo afirma claramente la doctrina francesa— si no se estableciesen
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al menos la especie y la cantidad, podría un deudor estar obligándose y estar en
aptitud de desobligarse, a su mero arbitrio, de lo pactado o prescrito por la ley.
BIBLIOGRAFIA
1.- https://andrescusi.files.wordpress.com/2020/06/codigo-civil-comentado-tomo-
vi.pdf
2.- FeliPe Osterling Parodi Mario Castillo Freyre (*)
3.- Estudio Castillo Freyre
4.https://www.osterlingfirm.com/Documentos/articulos/
las_obligaciones_de_dar_bienes_inciertos.pdf
5.- https://lpderecho.pe/codigo-civil-peruano-segunda-parte/
6.http://www.osterlingfirm.com/Documentos/articulos/
145_Las_obligaciones_de_dar_bienes_inciertos.pdf
7.file:///C:/Users/FIORELA/Downloads/Contenido%2002%20Modificado%20(1).pdf
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