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Psicología de la Salud.
Niño B., Carlos A. - C.I.-V-24.090.826
Escuela de Psicología, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela
crx_4@hotmail.com
Flórez (2004) indica que el momento actual de la psicología de la salud se caracteriza por
la búsqueda de una integración cada vez mayor entre los conocimientos básicos de la ciencia
psicológica, de una parte, y sus extensiones al ámbito de la salud, de otra; muestra de ellos es el
auge de la investigación básica en el campo de la psiconeuroendocrinoinmunolgía y de sus
extensiones a la comprensión de fenómenos como el estrés y sus asociaciones con la enfermedad.
Esto es interesante porque se puede ver la integración de la psicología en otros campos en los que
en el pasado no se le hacía referencia, en cambio, ahora se busca el asesoramiento psicológico en
estos temas porque se tienen bases e investigaciones con las que se han desarrollado diferentes
técnicas para el tratamiento de distintas enfermedades o trastornos.
A lo largo del trabajo presente se hará un recorrido desde los antecedentes y algunos
campos de la psicología, hasta aplicaciones de la misma, las cuales son variadas e importantes en
el desarrollo de esta rama de la psicología.
1. ANTECEDENTES.
Hasta el siglo XIX, como es sabido, la psicología se consideraba parte de la filosofía, pero
en la segunda mitad de ese siglo, los diferentes y múltiples conocimientos hasta ese momento
acumulados se fueron configurando en un espacio propio, bajo la influencia de las corrientes
empiristas racionalistas promovidas por la revolución industrial que exigían un cambio desde la
especulación hacia la ciencia experimental. La psicología comenzó a alcanzar respetabilidad
como ciencia “independiente” a través de una actividad que se basaba en los trabajos de
laboratorio y la aplicación del pensamiento positivista.
Mientras la falta de acuerdo sobre la respuesta a problemas que resultan básicos, produjo
una diversidad de posiciones que se han traducido en el desarrollo de “escuelas” con aparatos
categoriales y lenguajes propios, la práctica profesional aplicada a diferentes campos de la vida
social fue alcanzando extensión progresivamente desde inicios del siglo XX, y con mayor
definición, después de la Segunda Guerra Mundial. Como se ha sugerido, ocurrió así que la
psicología irrumpe como profesión antes de su consolidación como ciencia básica (Ribes, 1982;
citado en Morales, 1999)
Bajo esta influencia surgió otro tipo de clínicas, como la que William Healy inició en
1909 para el estudio de la conducta de los delincuentes en colaboración con el Tribunal de
Menores del condado de Cook, en Chicago. De este modo, la preocupación inicial de Witmer en
relación con los aspectos cognitivos-intelectuales de la personalidad a través de su trabajo con
retrasados mentales, se vio ampliada hacia los aspectos afectivos y de comportamiento social, lo
que obligó a un estudio más amplio del individuo por parte de los psicólogos clínicos y esto
exigía de instrumentos más dinámicos y de mayor alcance. Así se daban las condiciones que
estimularon la creación de diversos test psicológicos, algunos de los cuales se han seguido usando
hasta la actualidad.
Las tres principales recomendaciones del informe Shakow para el entrenamiento clínico
fueron las siguientes:
1. El psicólogo clínico sería formado antes que nada como psicólogo (y por tanto como
científico) y contado con ellos como profesional práctico.
2. El entrenamiento clínico sería tan riguroso como lo pueda ser la formación en áreas no
clínicas de la psicología, lo que supone el establecimiento de unos criterios estándar de
postgraduación.
3. El contenido de la preparación clínica se centraría en la evaluación, el tratamiento y la
investigación.
En todo caso, este desarrollo e implantación de la Psicología Clínica como profesión tuvo su
reconocimiento legal, así como también dispuso de su código ético.
2. CAMPOS.
La psicología médica ha sido definida de modo bastante esquemático como “la psicología
aplicada a los problemas planteados por la medicina” (Delay y Pichot, 1969), o como “la
disciplina que se ocupa del estudio de los factores psicológicos que intervienen en las distintas
manifestaciones de la práctica médica”… “la aplicación de la psicología a la medicina”
(Bustamante, 1969). También hay otras definiciones de una mayor amplitud como la que la
considera “la ciencia práctica que abarca cuantos problemas y cuestiones psicológicas son de
importancia para la comprensión y el tratamiento racional de los enfermos, así como para
conseguir el bienestar psicofísico y psíquico de la humanidad” (Ardid, 1981; citado por Núñez de
Villavicencio, 1987). Aunque esta última formulación expresa en su cláusula final un propósito
muy general, el hecho es que en psicología médica predominó hasta fecha muy reciente la idea
central de que su contenido comprendía específicamente la aplicación del conocimiento
psicológico a la comprensión de las manifestaciones emocionales y de comportamiento de los
enfermos, el análisis de la participación del psiquismo en el origen de las enfermedades de
expresión eminentemente somática y al estudio de las relaciones de los médicos con sus pacientes
(Morales, 1999).
Una de las aproximaciones de la psicología hacia los problemas de salud que se separa de
la línea clínica individual y comienza a desarrollar un enfoque social, es la de la psicología
comunitaria. Entre sus antecedentes se cita a la dinámica de grupos y organizativa y los procesos
de toma de decisiones, cuyos pioneros fueron Kurt Lewin y otros psicólogos sociales, partiendo
de las premisas de que muchos problemas de las personas pueden resolverse de la mejor manera
posible en el ámbito comunitario, y de que cuando los ciudadanos y los grupos se reúnen para
enfrentar eficazmente un problema que afecta a la comunidad se produce un sentimiento de
realización (Holtzman, Evans, Kennedy e Iscoe, 1988).
3. APLICACIONES.
-La prevención primaria, detectando e interviniendo sobre los factores psicosociales que
pudieran estar influyendo en el origen del cáncer.
-La prevención secundaria, detectando e interviniendo sobre los factores psicosociales
más importantes que pueden facilitar una detección precoz del cáncer.
b) Trastornos del sueño: el insomnio tiene una serie de consecuencias en la vida del
individuo, tales como síntomas de irritabilidad, falta de energía, depresión, etc. Por
otro lado, las personas con insomnio suelen reportar un mayor número de problemas
múltiples persistentes y recurrentes de salud general. En este sentido, los trastornos del
sueño constituyen un importante factor de riesgo para el desarrollo de otros problemas
psicológicos, médicos o sociales, tales como deterioro funcional, alteraciones del
estado de ánimo o problemas cardiovasculares. Respecto al tratamiento, la mayoría de
trastornos del sueño han recibido una atención insuficiente, por lo que el desarrollo de
técnicas eficaces es escaso. En cualquier caso, existen tratamientos psicológicos
empíricamente validados para el insomnio y en alguna medida para las pesadillas.
En el caso del insomnio, las técnicas que han demostrado su eficacia son la relajación
progresiva, la terapia de control de estímulos, la intención paradójica y los programas
multicomponentes. En los últimos años, también se han aplicado otras intervenciones
alternativas, tales como la reducción de peso, el abandono del consumo de alcohol o
tabaco o los cambios en la postura del cuerpo durante el sueño, observándose una
mejoría en la sintomatología diurna y nocturna y una mejor aceptación de la terapia
por parte del afectado.
c) Diabetes: investigaciones recientes apoyan la existencia de una relación entre
diferentes factores psicológicos y la diabetes mellitus. El primero de ellos hace
referencia al impacto psicológico de esta enfermedad en los afectados, habiéndose
llegado a afirmar que los diabéticos presentan mayor prevalencia de ciertos trastornos
psicológicos frente a la población normal, si bien el alcance de los estudios es relativo.
Otra de las asociaciones frecuentes entre este trastorno y los aspectos psicológicos ha
sido la influencia de las situaciones estresantes y las estrategias de afrontamiento de
estos estresores en el control metabólico de la diabetes. Una última necesidad de
intervención son los problemas de adherencia al tratamiento que se presentan a
cualquier edad, pero principalmente en adolescentes y jóvenes, que por diferentes
motivos pueden llegar a reaccionar negando u ocultando su enfermedad exponiéndose
a riesgos o accidentes graves.
4. CONCLUSIONES.
Al observar cómo ha evolucionado la psicología desde sus inicios como ciencia a finales
del siglo XIX, se puede concluir que con el paso del tiempo se ha hecho evidente la importancia
de la psicología en la salud.
También se ven aplicaciones de esta psicología en conjunto con la medicina, con los
tratamientos con cáncer, trastornos del sueño y la diabetes, donde además de tener problemas
fisiológicos también ocasionan problemas psicológicos al tratar de lidiar con tales enfermedades.
5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Brannon, L. & Feist, J. (2001). Psicología de la Salud. España: Paraninfo Thomson Learning.
Recuperado en: http://www.psyciencia.com/2014/31/definición-de-la-semana-psicologia-
de-la-salud/
Colegio Oficial de Psicólogos. Psicología Clínica y de la Salud. Recuperado Julio 10 de 2016 en:
http://www.cop.es/perfiles/contenido/clinica.htm