América M n a y el Caribe y China

Relaciones políticas
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América Latinay el Caribe y China
Relaciones políticas
e internacionales2017
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t d c o Econmh, comercio emvaibn
Coordinador del ej= smltico
Rehdompiions e i"tmmim&
DraYoLndiTripgaDdRn Cwrdinadondelj~mnitim
R e n i r s o s d c i ymedio unbiente
Dn Uiima Aw& Coadinsdon del ejetemático
Wti& d ~ y apmdarjr
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Centro de Mridioi Chb-MMu)

DrEnnqueDuaelPaas Gndinrdor
Dir Yalanda TriplgaDelHn Respamibk
 La cultura estratégica china y su .

política exterior nacionalista

en el siglo XXI.
Reflexiones para América Latina
Mariana Escalante

Introducción

Como estudiosos de China, nos debatimos en la forma en que pode-

1 mos hacer surgir un diálogo entre elementos objetivos y subjetivos que

influyen en la conducción de la poiítica extenor de este país, o bien en
k predicción de su conducta en el escenario internacional como actor
global. En el caso de k seguridad, ésta es casi siempre abordada desde
el punto de vista reaiista o material y en escasas ocasiones se conside-
ra un analisis de los elementos culturales que en ocasiones determinan
la diferencia de actuar y de tomar decisiones de b Estados, induso en
[ iguaidad de circunstancias.
Si se estudia el caso e s p e d o de Chma y el c6mo conduce su
poiítica exterior o establecesu estrategia de segundadnacional,es preci-
so abordar tanto un análisis desde aquello que es racional y medible,
como aquello que no lo es Es decir, analizar Chma desde el mismopunto
departidaholístico que supropiaflosofíapmmuevealtratarproblemas
puntuales con un abordaje amplio, con una perspectiva que percibe un
vasto espectro de factores.
En ocasiones se olvida que para una comprensión holística de la
reddad, se precisan de distintos camuios y de una visi6n en ocasiones

1 &ita alaconven~onal.Como mencionaelcientífico!3rwin Chargatt;


"lasobrefiagmentaci6~&laví@ón de lanaturalezaha creado unmun
inmanejable confoimecadavezm6sy más finas pietas sonfragmen
paraunainspe~ciÓnm&~rofunda~ (Chargaff, 1975:17),negando es
diálogo entre todoslos elementos que componen un todo, en este
por ejemp10,negando el impacto de la cultura en las relaciones interna.
cionaies, por considerarse subjetivo e irdevante
La cultura estraté& se propone entonces como .mforma de in?;
vitar d,diPogoentre lo ideol@co (percepciones, tradiciones, filoso
imaginario8) y lo material (capacidad militar, económica), puesto qil
ambos aspectos influyen en la estrategia que un pds ha de seguir p
mantener su seguridad.Es de& la cultura estrategia es la base ideo1
gica y d i s m i w mediante la cud los Estados se conducen para lo
su seguridad.
Cuando se habla de
Guerra Fria- es inevitablevolver
que se manejó durante esta época, el cual dividió al mundo en do
munistas y capihtas, democráticos y dictatonales,Iibreseimp&
entre tantos otros adjetivos dihisos que con fadidad podrían adapt
adquierpaís. No muy distinto a aquella época, ahora, ante el asc
de China como relevante actor global surgen discursos ypercepci
superticidesqw la definen c
bien ha permitido entender ias polfticas deseguridad de ias pote
partir desus motivaciones ideológicas,tampoco escapadepercepcio
incompletaso prejuicios.
Apbar de do,la cultura estratégicaaportó metodologíasde an
para identificar ias preferencias de los países, que se ven d&
elementosno subjetivoscomo lahistoria,la filoda, laideología,
todosrelacionadoscon la seguridad delEstado.Apesar de que la
estratégica se asocia en forma directa con la búsqueda de s e p i
c i o d (military territorial),lo ideológico,histórico y lo tradicional ti
tambiénunpapelfundamental en sacomprensión (Wfiams, 2007:
En este trabajo, se procura definir la cultura estratégica
d w n s i a en ia d e h u ó n de la agenda de segundad del pafs; el
de elementos tradicionales e hist6ricos, principalmente del co
su política aterior nacionalista en di?&@
La cultura erhafegic~zhina~
cianismo, y su vigencia en la vida política del pais asiático, el peso d
nacionaúsmo chino delimitado invariablemente por su historia de glo-
ria y humillación y, por último se concluye con una retlexión sobre la
cultura estratégica china vista desde Occidente' y aquello que la atrae
hacia América Latina.
I. La cultura estratégicachina
La cultura estratégica es un Conjunto de suposiciones fimdamentales
y perdurables sobre el rol que la violencia colectiva tiene en las relacio-
nes humanas y la eficacia de aplicar la fuerza interpretada por las élites
políticas y militares de un país" (Scobell, 2014: 48), definición que se
complementa con el papel de las percepciones en la politica intemacio-
nal (Jervis, 1976: 6)'y que afirma que la cultura moldea las opciones que
los Estados tienen para actuar en distintas circunstancias.
Volviendo a la definición citada, la cultura estratégica es la percep-
ción del uso de la fuerza (violencia) y su eficacia. La cultura estratégica
es, pues, un conjunto desímbolos,ideas, comportamientossocialmente
transmitidos (mednntelaeducación,el imaginario social),que determi-
nan los métodos que una nación adoptará para garantizar su seguridad.
Es decir, define las opciones que pueden llevarse a cabo en la molu-
ción de algún asunto que afecte a su seguidad. La cultura estratégica
de un Estado puede limitar el comportamiento, promoverlo, ayudar
a entender cómo se percibe el entorno y permite hacer predicciones
acerca de la conducta de otro Estado.
1 ~s necesario resaltar que para china el concepto de paises ocddentdes' (QñBgji)
uivohim no s61o a los que se ubican geo@-ate hacia el oeste de China, sino tam
bien induye aJapín y Corea del Sur Es decir, en 1 d d a d er un redimensiaiamiwito
de ks categoríasde la G u m Frla, cuando el niundo esabadivididoa l o s bloques comu-
nista y capitalista. Prácticamente puede decirseque para China los paises capitaktar son
10s accidentales
2 De acuerdo con Robert JeMs, uno delos pioneros eiielesnidio delas percepciones en la
polltica internacional,"cualquierinterpretaciónde lapolltica internacionalque no bme en
mentaelp3pel delas percepcionesS inadmado: 6)
 El aso d e G h e s u n q m p l o e ~ c e ~ c ~ o n a l d e u ~ d a d e n n r
estratég~ca,~uessj bienhay co~adenaasenlo queserefiereae~eme
bdsicos de segundad nacional y su defasa non respecto a la de otr
paises, dmismo tiempo tienepatdaridkdes enla Eomadepercibii
segundad,enpaaidar enlorelativoalu~ode la h a , que se remo
princ'PaLnente a ma trad'laón confurana arraigada*a su historia
gua dinástica; a su h-stork redente de h d a c i b n , al ntcionahsm
&o y a la percepu6nque a s t e de China ea elexteriac
Lo que se atiende de manera prnnorditil es citmo percibe
eluso de fuerza para alcanzar sus intereses, hgados, sobre todo a
segnidad.~aracomptendwloariterior,separte de queChínaesun
gIobal conunacomposiu~ónideokdgicapart&, que poseenafl
íinicas en su m@1o colectivo creadas con base en la histoda;
nvió aconteunientos d&tonos para su eomposich~,que s'
&amo f&osó~~o-~uinial~acifista~ queposeeunnacionah
temente armgado tanto por SU superioridad conlopar la hu
sufndaapartudelaPr~meraGueadel Opio en 1840.
Aún partiendo de los elementos antenores, dehit la cul
e t é g i c a china es un objeto de analisis queposee midbples contr;i&d
dones ypocos puntos de encuentro. Sin embarg0,pueden identi6
tresparadigm~quedesaibenalaculturaestratégicaduna:elparadi
de lardpnkárkaparabdm~elparadigma defens~wy el pacífico.
'"r 4
El paradigma parabell~mo rea$oliárkfue dthdtdo en la d b d a ,
1990-1999por el académrco estadounidense d & a i r lm Johns
(Johnston, 2008: 216-2681, uno de los autores que wn m& p
&dad ha descrito la cultura estratégica duna afuma que la c
estratega china se basa en la reoipoltárkj es decir, que es una
ca adaptada alas mcunstancias,a Iasnecestdadesmaterialwnme
yapricttas más que a elementasideolbgricos Apegaque es una c
ra estratégicaparabellum, que prmene de la fiase en latín Si
para belhrm (si quieres p, prepkate para la guerra). De acue
esta p e a p e w , China ve el entorna como pehposo y amenaza
pwlo que el uso de la fuma y esfrategiasmis ofensivas son más
trvm que operaciones defensiv~~as,endo el uso de la vwlacia -y
valores opnnapos morales-laú~ilcaop&ónpmaevitarcu~~u\erdaoo
a sus &reses y segundad. (Johnston, 2008: 219)
Johnstonrelaciomlaculhira estrat6pcaParabellumw n l a k e &a
~*&%jü'ünsfluéc, que ~ i p 6 c "mantenersextgiíte
a en bempns
depat:o~doseliveenpaz,debepensarseenlospe~ips3johnston
compara el PurubeIlum con ~ % , @ % l i - ü m i w ~ f ,aunque en r e a d
son distultos, e1 primera demuestra una actrhid ofemm el segundo
una m& defensim-paúhca, consciente de que hay amenazas, pero que
no necesaíiamente mpiica tomar medldas violentas. Es dem, para
Johton, la cultura estraté* chrna hasido constante yagresw, pero
su ínterpretación de esta expresión chía se acerca w n mayor pre-
usidn alos paradigrnas que se " p h m a continuac16n.
El segundo paradigma idendicable de la cultura estratégca china
eri el padco. Este paradigma es prácticamente opuesto al de la r e a k
lrhk o parubdlum, y se hasa en principios rontüaanos que hablan del
uso lunitado de la fuerm, o b~ende su uso como 61timo recuso. Cabe
señalar que Confuc~ono se oponia por S-omP1etoal uso de las amas
(el daoísma sí), pero aeia que sr los líderes estaban educadas en wna
snctedad armomosa, moral, con valores como la vrtud, la benevolen-
ciayLqusticia, fundamentalespara mantener e1 ordendoméstrroy con-
duurla estrategia desegundad, el pueblo segobemariasinnecesrdadde
usar 1aherza.omediosviolentos (&mgy2002: 73). Con respecto a la
politrca exterior, creían flltnerneiiteque la gmndeza desu cultura atrae-
ría a los ennnrps ya los báIbams, quienespodrían con facilidad adap
tase yunirse a esta ciullúac16nsuperior.
Las wtudes ($2 dt) benwolenwa ( 17raj y justicia (Xy(~son
pmcipios básicos que las líderes deben segur al gobernar, ya que los
do~demper~ondadyp~~r~a,yhaceninnecesario eluso de1ahierza.h
dtura estrategica pacifica-moral-confucianaesun elemento indispen-
sablepara coinpr~nderIaLmitau6ndel uso de Iahrzaen eIvnapmo
político &o, queantetodo entael conf!ícta olaco&ntacióadireecta.
(kng,2007: 25).
FengHuy", aacdémcadwiaqueha profundizado en este pata*
ma, afuma que China no sólo tiene una cdtirra estratégica pachca en
comparaaónconOccidente,~ino queademáséstaesúnica,ydefien
postura basada en que China -al igual que cada país- posee una cui
estratégica ditinta (Feng, 2007: 25)
El úitimo es defensivo y moral. Enfatiza en el orde
principios confucianos, pero reconoce que Chma es consciente de
amenatas externashacia su seguridad Lleva a cabo una defensa estát
relacionada con el confucianismo,pero almismotiempo de p e n a
Fa este paradigma se,explicamejor la expresión B%%fi jü 'hi
que Johnston utiliza en forma imprecisa, puesto que esta demuesm.
unapacepción defensiva, de mantenerse alerta, de estar consciente dlb
los peligros extemos, pero que al mismo tiempo no adopta una acti
agresiva.
Este tercer paradigma defensivo-moralse~incula demaneraestrk
con el tratado del& de laguerra, obra del estratega de la epoca de
Reinos Combatientes Sun m e j o r conocido como Sun Zí, que
ocasionesesinterpretadademodosimplistacomountratadopara~h~
guerra, cuando éste en realidad sigue prinupios dadstas y codicia:
sobre elusodela fnerza En él Sun Zi pone especial énfasis en el conce
de la guerra justa" (x&@an); es decir, que si se trataba al ene
go de manera benevolente, virtuosa y justa, laguerra en su contrapo&
considerarse como unaguerra exitosay N resultados serían durade-
Como puede obsenr;use a partirde estos tres la cuiniltut@
estratégica china se puede describir de distintas formas El pdm
defensivo-moral es quizi el que es más neutral y cercano a la realidadl.
puesto que, si bien China se caracteriza por una moluci6n pacifica de'
los contlictoq tarnbien tieneconsaenciadelasamenazasextemasy de h.
posibilidad de que la paz no sea siempre duradera Si bien en masion@
Chm puede utiIizar factores de realpolitik para mantener su seguridad)
no s&ca que en todas las ocasiones adopte una cultura
de este tipo.
Lo delicado de los paradigma parabellum (realpolitik) y el padfiq
confuciano es que refuerzan tanto los estereotipos occidentales que
afuman que Chma es una amenaza-ya que está dispuesta a usar la hieE
zasin importarlos costos (realpo1itik)- o bien aquellos enlos que Cbim
es considerado un país confuciano pacifista, que prohibe el uso &.la
fuerza y que con el atractivo y superioridad cultural c h o s , se puede
witarlaconfrontaciónarmadaAmbosse dirigenhacialosextremos,por
lo que para anaiizar la cultura estratégica china parece más adecuado el
pdgmadefensivo, queadoptaelementosobjetivosysubjetivos,como
lo es las capacidadesmaterialesy la cultura, por ejemplo.
Como puede observarse, la cultura estratégica es un conjunto de
simbolosy percepuonessobrelasegundad,einiluyen también elemen-
tos como el entorno, las percepciones,losestereotipos, la imagen que se
tiene del adversario (amigo, enemigo, aiado) y si el uso de la fuerza es
o no pertinente.
La frase &a E%,R%jü ,Ünñwei resume una cultura estratégi- -
ca defensiva, una perspectiva de que el mundo es hostil, y que China
está amenazada por todos los fientes,tanto internos, como extemos, en
comparaciónconotraspotencias regionales comoJapón, Coreadel Sur,
Austraha o induso Estados Unidos.
Para China, las amenazas provienen tanto del interior como desde
er exterior. Las internas son la tensión social, el separatismo, el extre-
mismo, el terrorismo, la renovación y madura del sistema; las externas
involucran la influencia de otros países en la provocación de la inde-
pendencia de TawAn, e1 intewencionismo japonés y estadounidense,
el dilema de seguridad en el Este de Asia, el medio ambiente, la econo-
mía y la escasez de recursos. (Feng, 2007: 28) Para China, estas amem-
zas justiican el que adopte no sólo principios virtuosos confucianos,
sino también una actitud defensiva frente a los constantes riesgos a su
seguridad, ya que aunque quisiera evitar el uso de la fuerza a toda cosa,
considera que existe un peligro latente, que está en sus fronteras, en su
temtono,y es la razón que obliga su actuar.
Puede observarse también que la cultura estrategia diina es distin-
ta en el discurso que enla esfera operativa.En el discurso,ésta es pacífica
y en ocasiones defensiva, pero en la práctica es imposible sólo seguir
principiosmorales,y aunque la reacción en su mayoría es defensiva,si ha
usado la fuerza en contadas ocasiones, cuando se ha enfrentado con sus
países vecinos por disputas territoriales. De acuerdo con Yan Xuetong,
reconocido académicode la Universidad de Tsmghua,cuando los chinos
deben tomar decisiones enlas que se considere el uso de la fuerza, estáti
limtados en gran medida por normas éticas y por el concepto de las
guerras justas, (Yang, 1999:51-52),retomando el antiguo concepto del
Arte de la Guerra de Sun Zi (A&yizhin).
El peso ideológico y ético en la adopción de la guerra como re-
solución de conflictos es difícil de determinar, y su vaguedad impide
establecer qué tanto contribuyen en el comportamiento de un Estado,
sinembargo, esto no descarta que no tengan mflnencia o qneno seanun
factor a considerar en la toma de decisiones.
2. La Gran Muralla y la cultura estratégica defensiva-
nacionalista
El caracter &no & wü, que tiene que ver con lo militar, posee dos
radicales o componentes, uno es k zhi, que significa detener, y el
otro es %g~,una antigua arma china. Éste caracter demuestra en si
mismo una concepción linguística-cultural de que lo militar para los
chmos no es precisamente elnso dela fuerza, sino por el contrario, signi--
fica detener el uso delas armas,"usarla fuerzapara detener laagres~dad:
(Zhang, 2002: 86)
Así como existen insinuaciones lingüfsticas como la mencionada
en el párrafo anterior, también hay representaciones simbólicas, como
la Muralla China, que son utilizadas en el discurso como el máxi-
mo símbolo de un Estado pacifista, no expansionista, estratégico y de-
fensivo. (Scobell,2014: 21 l )
En las altas esferas del partido, los líderes dan culto a la defensa, ya
que creen, con total firmeza que Pekln sólo usaría la füerza d i t a r en
casos extremadamentelitados, y están convencidos de que, en com-
paración con líderes de otros países, sellos son, en su mayoria, reticentes
a la solución de los conflictos por la d a militar. (Scobell,20 14:2 14)
Además de este culto a la defensa, en las altas esferas políticas r
n presenta otro factor fundamental de la segundad c h i i que es la
búsqueda de un Poder Nacional Integral (PNI), el cual responde a una e
perspectiva holística y se origina desde tiempos del emperador Qin
Shihuang (221 a n e), quien no sólo logró unificar al Estado, sino
también consolidarlo como un imperio autosuficiente Q n Shihuang
buscaba este PNI porque debía dar sustento a su población, además
de mantener un territorio que tiempo atrás se encontró desmtegrado.
Esta situación hada que China no buscara colonizar, sino que esta-
bleuera con firmeza sus limites temtordes y diera mportancia a la
estab'idad y al controlinterno, quetantos años de divisiónhabíanimpe-
dido alcanzar.
La autosufic~enciaalcanzada en la época de Qin Shihuang se
mantuvohasta mediados delsigloxix, niandolamtervencióndepoten-
cias occidentales en las Guerras del Opio transformó esta realidad
Este antecedente no parece estar aislado de un fuerte nacionalrsmo chi-
no que revive las glorias pasadas y que se encarga de recordar de modo
puntual las humiliaciones provocadas por países extranjeros. Estos
acontecimientosy la memoriahstóncason los que permiten compren-
der el que hasta ahora exista una estabilidad interna, y el que el control
totai del país esté en manos del gobierno, así como el que mantener
la soberanía y la seguridad sean asuntos primordiales en el nnaginario
políticn chino.
Lo anterior, asi como unsenamientodesuperioridadrevivido desde
la época imperial, y reafirmado con el desarrollo económico aceleado
I
chino, son la base del nacionalismo &no actual, mismo que deja ver
también dos elementosculturalesde los que no puede prescindirse cuan-
do se haceun análisis de su política interna y externa: el confucimsmo
y klenguaAmbos elementosnos61odejanverelrediazoal uso delavio-
lenciaenlasociedad c h , sinotambién launificac16ndel país en torno
a elementos de idenhdad comunes,que dieron fuerza aunapempuón
de superioridad moral ~rovenientedeiconhicianismoquejuzgaba sobre
lo bueno, lo justo, lo necesario y lonormativo. Estosvalores por muchos
años hicieron que Chna queno tuviera intenciones coloniales m& alla
m de sus fronteras; que se fuicara fuertementeun deseo de establecerse en
forma permanente en un temtorio vasto como el que posee, y que el
AMARICA LATINA u sr.crarpB u caiwn / R d a c t o n i ~ ~ l cI infernriiionalts
U ~ ~ 2.C

pueblo chino tuvieraunasensaúóndesupremaáafrente aotrospueblos, CentroPLa desaparición de China co o Reino del Centro rompió con
(Huang,2001: 138) 'T.
el pasado de una gran civilización y o pie a una epoca deresistencia
~eiamismaforma,elascenso~acítico (q@ % D F @ @ ~ k o n ~ ~ u ó frente a lo extranjero, misma que puide observarse en el sirnbolo de
kt!píngjuéqr) del quehablanlosifdereschino~~ (Xinhua, 201 l),no es-
1 , la culturaestrat6gica h, la Gran Mi/ralla, que no sólo es un estandar-
te de la búsqueda de su seguridad a tir de la detensa, sino tarnbikn
h e vacía o un simpleelemento de propaganda oproyección de imagen
hacia el exterior, es también un simbolo con una carea " ideolóeica aue
posee el discurso oficial que además es conveniente mantener: el del
T.
da cuenta de superioridad y de orgull naaonal

espintupaafista de la cultura diuia (~delmany Chih-yu Shih, 1993)3

Como se mencionó antes, existe la de que la amenaza
a la seguridad duna proviene desde &era, y que el modelo & n o de
1 3. Reflexionesdesdey para ~m6tica
Latina

desarrollose desvfa de sus principios cuando occidente interviene, (Pan,
2009), esto se reaíúma en la actualidad cuando se revive la memoria
histórica de una Chma débii indefensa, explotada e invadida por los
extranjeros, que dieron fin a una China gloriosa, superior, que busca-
ba la armonía y la plenitud espiritual. Relacionado con la percepción
confuciana de que la superioridad c h i a conquistaría a los bárba-
1 es una herramienta de análisis
ros, surge en China una hase conocida desde hace tres mil años,
Como todo elemento subjetivode anhsis en las ciencias socdes, mul-
ta difícil determinar la relación de la 4 t u r a estrabégica con la toma de
decisiones o el comportamiento de Estado. Si nos preguntamos si
cia en la definición de la política
le para determinar su mfluen-
la respuesta es no únicamente,
pero si es indispensable y sí ejerce influkncia
El andisis de la cultura estratégicr/ chma desde distintos paradig-

1
hudzúnyíbér; "respetar lo ciuno, despreciar lo extranjero': que mas ayuda a considerar que ebas hist6ricas, culturales, que
sólo revive un nauonalismo chino que se percibe amenazadopor lo ex- definen el comportamiento y que incluso explican los
terno y precisa de una cultura estratégica defensiva que la proteja de
este peligro. Clima padfica, lo cual no es del todo a/eno
a una tradición conhiciana
No puede negarse que la historia de una C h cerrada al exterior
e invadida en el siglo XIX, obligada a segur reglas extranjeras, de los
!)
dad dela sociedad china. P
que predominó durante varios siglosy ue aún influye en la cotidianei-

bárbaros, y un nacionaiismo surgido y avivado por la humillación, es ' 1

Apesar de ello, el lente occidend q e engloba a todaslas potenaas
innegablementerelevantepara entender el comportamiento&o, espe- en ascenso -China incluida- como acbres que actúan de manera im-

t
cialmentesensible ala dticaextmnjera China era un país autosuíiciente aonai, sin considerar principios éticos por la defensa de sus intereses,
y sus intereses de colonizar o de extenderse maritimamente hacia otras ! es el que predomina al definir la cultu a estratégica china, representa-
fronteras no fueron una prioridad. Incluso la relación con los países del
Este y Sur de Asiaera más bienuna relación deEstadosvasaliosalos que
China les ofrecía protección a cambio de hibutos y lealtad al Reino del I 1 do en este trabajo como el paradigmap m M h o de mlpoíitik
Si bien se sabe que el sistema intehacional es anárquico, y en él
los países tienen que proteger
integridad, y es de esperarse que los
da necesaria para eUo, Chma se
su soberanía, territorio e
os adopten cualquier medi-
demostrar que no es tan
3 phnarhanAdelmanyChih-yoShih~ediemnaIrtareade~honceguern~tradiaona-
les chinas de 1840 a 1980, y se puede observar que suobjetivo nunca fue invadir suio dar
d e s defuenq toda eUas en defensapmph
simple el asunto, y que en lo primordial considera el uso de la fuerza
como últimamedida
Lo anterior demuestra la existencia de un choque discursivo entre
China y Occidente, como lo sostiene Pan Chengxin, y una invaria-
ble percepción de describir el ascenso de China como amenaza o una ,
oportunidad.Desde Occidente,el connicto norcoreano, las disputas en
el Mar del Este y el Sur de C h a , la promoción del Acuerdo Transpa-
cifco de Cooperación Económica (TPP,por sus siglas en inglés), son
vistas desde el lente de la amenaza chinas Ello justifica por qué es tan
fácilmente aceptable un paradigma de la cultura estratégica china como
el de realpolitik, que la describe como agresiva y como si se estuviera
armando de manera - peligrosa,
. fomentando el d e m a de seguridad6
- en
la región S i embargo, si se obsem en términos cuantitativos, la pre-
.,
sencia militar h a en los úitimos años sigue siendo aún de la mitad de
lamsayuna décima parte de la estadounidense, (Escalante, 2016) por lo
quela amenaza aún es diezvecesmenor delo que representaría Estados
Unidos. Desde la perspectiva duna y apartir de su cultura estratégica, el
p d g m a que sigue no es el de realpolitik, sino un defensivo m o d ; es ,
decir, mantenerse vigilante en tiempos de paz (E%,%% jü ,ánsiwi¡);
evitar el connicto y la confrontacióndirecta.
En América Latina existe también este discurso ambidente que
en ocasiones perfila a Chma como amenaza y en otras como opor-
tunidad. Desde el punto de vista de la cultura estratégica, China si- ,
gue hacia América Latina un paradigma más pacifco y confuciano. ,
Las raíces confucianas buscan un limitado uso de la fuerza; las a -
mas son un último recurso. El orden se da a partir de la virtud, de la .
benevolencia, de la justicia, todos valores fundamentales para la con-
quista de los b i h m s , y no es necesaria la fuerza. En otras palabras, esta ,
5 ChengainPan,ATaleof2Diplomatr:~sSoltPwrerComdnun:
6 El dilema de seguridadse refiere al momento en que -ten tensiones entre dos @e$ y
mando ninguno de dos &6ngue lu verdad- intenciones del otro, no sabiendo si tc-
marn~edidasm~~onoalm~a,comoloquesucedeentre~yEshd~~Uaidm/
Jzp6n en k regi6n de Asia Pacióco. Esta incemdumbre mnduce a la toma de decisiones
más agresivas que al &al puedan ser mal interpretadas por ambas Ver Feng Zhu
(2007: 26-28).
forma de pensamiento p o d interpretarse
~ en términos actuales comc
poder suave, es una adecuadamanifestacióndel poder suave, cómo me-
diante la atracción, y por medios que no requieran del uso de la fuerza,
I
se logra hacer que el otro haga lo que uno quiere
Es evidente que los países de America Latina tienen una presen-
cia e ~nfluenciaglobal menor que China, y la relación bilateral -aunque
eneldiscursosedejever como entreigualespodriarepetirunesquema
s d a r al de la antigua C h a y los Estados dependientes; decir, el país
asiiticoobtienelo que buscaacambiodeacuerdos,pmtección,inversión
en in&awm La.cultura estratégica es similar, sólo que ahora no
se habla de Estados d o s N de la posibilidad de una C h a autosufi-
4 ciente, aunque los métodos siguen siendo s i d a e s .
Chma se acerca al Tercer Mundo con los mismos esquemas que
usaba en tiempos dinásticos; si precisa cooperar con el exterior utiliza
1 6nesnoviolentos, tratadelograr acuerdosenlosque ambaspartesobten-
gan benehcios; cuida su imagen; promueve el poder suave mediante
1
intercambios culturales y en casos extremos adopta una postura defen-
siva Evita la confrontación directa, y sólo da s e d e s de su fuerza.
C h a se preocupa cada vez más por minimizar los efectos de los
discursos estereotipados que la describen desde la perspectiva de la
amenaza, puesto que esto afecta su interés de que exista un escenario
1
internacional que le permita continuar su desarrollo económico y dar
prosperidad a su pueblo. China sigue sin ser entendida, se siguen ne-
gando las predicciones sobre su ascenso y sigue siendo un reto para las
relaciones internacionales.
1
 La cultura rsfrdwca cnznoy nipollttca exterior nacionalwtn en els~gloxx

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