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Reseñas

L u i s M E D I N A , Hacia el nuevo Estado. México, 1920-1993 ( p r ó l o g o de L u i s


G o n z á l e z ) , M é x i c o , F o n d o de C u l t u r a E c o n ó m i c a , 1994, 337 p p .

Los desafortunados acontecimientos de principio de año han dado pie para una
serie de interpretaciones, muchas de ellas pesimistas, sobre el futuro del sistema po-
lítico y económico del país. En el cúmulo de informaciones no se ha resaltado que
el Estado mexicano, sin ejercer la legítima violencia, ha dado pruebas de su gran
fortaleza y ha podido resistir, con éxito, los desafios de Chiapas y Tijuana, lo cual ha
puesto de manifiesto, por una parte, la ampliación de una cultura democrática que
rechaza la violencia y, por la otra, la salud del sistema económico y político.
Estos dos pilares del Estado mexicano no se constituyeron p o r azar. Son el
resultado de u n proceso consciente e m p r e n d i d o p o r las élites gobernantes
surgidas de la revolución mexicana, que se propusieron, mediante leyes, insti-
tuciones y políticas concretas, crear u n clima que permitiera la estabilidad y el
desarrollo como medio de resolver los problemas de atraso y desigualdad so-
cial y, de este m o d o , avanzar en la democracia. T a l es la tesis del o p o r t u n o l i -
b r o de Luis Medina, concluido con anterioridad a los hechos de 1994.
Es difícil escribir una mejor presentación del libro que la hecha por el conoci-
d o historiador Luis González, incluida en el prólogo: se trata de u n libro "excep-
cional" gracias a su brevedad y profundidad, resultado de la sólida formación inte-
lectual del autor, de su conocimiento íntimo de la vida política nacional y del
oficio de historiador que manifestó en obras anteriores. 1 T o d o ello, a ñ a d e Luis
González, hace que este libro "admirable" conjugue u n discreto apoyo documen-
tal (que no agobia) con una prosa "cálida" que fluye sin tropiezos.
A lo anterior h a b r í a que a ñ a d i r que se trata de u n l i b r o inscrito en la co-
r r i e n t e de los grandes estudios nacionales que, dejando de lado u n "deslava-
d o neopositivismo", 2 reconocen al Estado como el gran protagonista de la vi-

1
Véase Luis M e d i n a , Del cardenismo al avilacamachismo. Historia de la revolución mexi-
cana, vol. 18, M é x i c o , E l C o l e g i o de M é x i c o , 1978.
2
J e s ú s Reyes H e r o l e s , En busca de la razón de Estado, M é x i c o , M i g u e l Á n g e l P o r r ú a ,
1982.

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da nacional y, p o r lo mismo, hacen de su estudio la variable m á s importante.


Esta perspectiva está ampliamente justificada, pues el Estado ha sido el agen-
te m á s eficaz de la m o d e r n i z a c i ó n en México. Este f e n ó m e n o , sin ser privati-
vo del país, sí a d q u i r i ó connotaciones muy marcadas en nuestro caso, que
p e r m i t e n distinguirlo del de otras naciones latinoamericanas, cuyo tránsito
de la vida colonial a la independiente fue menos traumático.
La lucha entre conservadores y liberales en México para apoderarse del
Estado fue una lucha a muerte, ya que se enfrentaron dos proyectos de país,
radicalmente diferentes e incompatibles, cuya realización s ó l o era posible
desde el Estado. Gracias al t r i u n f o liberal se impuso el proyecto moderniza-
d o r contenido en la Constitución de 1857, y ello permitió la c o n s o l i d a c i ó n de
lo que Medina llama el p r i m e r Estado mexicano que se definió como una re-
pública d e m o c r á t i c a , representativa y federal.
Con la revolución maderista surgió "el segundo Estado", cuya larga, com-
pleja y sabia biografía narra el autor, delimitando claramente los periodos de
su desarrollo. En esta r e s e ñ a se m e n c i o n a r á n sus principales tesis, que pro-
porcionan, en numerosos casos, una nueva interpretación de esos periodos y
b r i n d a n sentido y coherencia a nuestro acontecer histórico.

1. En el p r i n c i p i o fue la política.

Una revolución t r i u n f a n t e n o es l o m i s m o que exitosa. U n a r e v o l u c i ó n t r i u n f a


e n el m o m e n t o en q u e d e r r o t a m i l i t a r m e n t e al r é g i m e n q u e h a c o m b a t i d o ;
una revolución tiene é x i t o c u a n d o t r a n s m u t a el p o d e r r e v o l u c i o n a r i o en base
social y p o l í t i c a de apoyo y fortalece la estructura i n s t i t u c i o n a l d e l nuevo régi-
men [p. 50].

Esta tesis es desarrollada en los primeros capítulos, donde se plantean los


problemas que enfrentaron los sonorenses para convertir la revolución t r i u n -
fante en exitosa, comenzando p o r "la d o m e s t i c a c i ó n del guerrero". En u n a
muy lograda síntesis, M e d i n a nos habla del origen y reclutamiento del ejérci-
to, de la política m i l i t a r de Carranza y O b r e g ó n , de la reapertura del Colegio
Militar, todo lo cual p e r m i t i ó la profesionaíización e institucionalización del
ejército.
El segundo paso fue la centralización del poder, ya que "una revolución
centraliza el poder o n o sirve para nada". 3 M e d i n a nos describe el surgimiento
y composición de la nueva clase política y la idea del general O b r e g ó n de reu-
niría en u n gran partido político. Esta idea surgió en 1914 en la Convención
de Aguascalientes y d e s e m b o c ó en la creación de la C o n f e d e r a c i ó n Revolucio-
naria, la cual, a su vez, se transformó en partido Liberal Constitucionalista y tu-
vo gran influencia en los trabajos de la Asamblea Constituyente de 1916.
M e d i n a s e ñ a l a que, p a r a d ó j i c a m e n t e , a b u n d a r o n los partidos políticos
en el decenio de los a ñ o s veinte, pero "no h a b í a u n sistema de partidos que

3
Esta frase es de B e r t r a n d de Jouvenel. V é a s e Du Pouvoir, Paris, Hachette, 1972.
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p e r m i t i e r a una vida política estable" (p. 57). El asesinato de O b r e g ó n precipi-


t ó los acontecimientos y la estrategia callista para resolver la crisis incluyó la
f o r m a c i ó n del Partido Nacional Revolucionario (el PNR), que:

...nació c o m o u n a gran alianza destinada a arbitrar la distribución p a c í f i c a de cuo-


tas de poder nacional y locales entre los agremiados. N o fue u n partido de clase n i
u n partido i d e o l ó g i c o , y m u c h o menos u n partido totalitario. A fin de cuentas resul-
tó u n p a r t i d o de c o m i t é s , m á s i m p o r t a n t e p o r sus cuadros que p o r sus m i e m b r os.
N a c i ó con el pluralismo instalado en su i n t e r i o r , lo que subrayó sus funciones de
arbitraje y n e g o c i a c i ó n . Buscaba ser lo m á s inclusivo posible y p o r ello d i s e ñ a b a
principios i d e o l ó g i c o s generales con los cuales todos los grupos estatales p o d í a n
estar de acuerdo. Pero e n la m e d i d a en que se propuso i n c o r p o r a r a toda la clase
política de la é p o c a , e m p e z ó a actuar en u n vacío caracterizado p o r la ausencia de
pluralismo p o l í t i c o externo [ p . 7 3 ] .

No todo fue m i e l sobre hojuelas, como p o d r í a suponerse desde u n a pers-


pectiva de casi setenta a ñ o s de distancia, pues la lucha política es permanen-
te. Medina nos describe estas luchas, las debilidades del PNR (su asociación
c o n el Maximato) y el surgimiento de nuevos protagonistas sociales que el
cardenismo supo i n c o r p o r a r para apoyarse en su conflicto contra Calles.

2. La e c o n o m í a política. Contra la idea muy extendida de u n a destruc-


c i ó n "indescriptible" del aparato productivo durante la Revolución, M e d i n a
a f i r m a que n o h u b o tal y que el d a ñ o mayor provino de la desarticulación del
sistema bancario y financiero p o r los empréstitos forzosos y la e m i s i ó n de pa-
p e l moneda p o r parte de los mandos revolucionarios. Ello g e n e r ó descon-
fianza e i n c e r t i d u m b r e que, j u n t o con la destrucción parcial del equipo ferro-
c a r r i l e r o , afectaron al comercio i n t e r n o (no al externo) y provocaron u n a
d e p r e s i ó n e c o n ó m i c a generalizada.
De ahí que las primeras medidas e c o n ó m i c a s se dirigieran a restablecer
l a confianza, para lo cual se b u s c ó u n acuerdo con los acreedores internacio-
nales. El objetivo no era solamente de índole económica, sino política: obtener
e l reconocimiento de Estados Unidos para el gobierno de O b r e g ó n , recono-
c i m i e n t o que resultaba indispensable para asegurar la estabilidad política.
U n a vez alcanzado éste fue posible dedicarse a la política de reactivación eco-
n ó m i c a , en la que se d i s t i n g u e n claramente dos periodos: el p r i m e r o , de
1924 a 1932, que se caracterizó p o r la c r e a c i ó n de "instituciones promotoras
d e la obra p ú b l i c a bajo u n a estrategia o r t o d o x a de presupuestos estatales
equilibrados", y el segundo (1932-1936), que fue una ''reacción a la r e c e s i ó n
e c o n ó m i c a y a las presiones sociales con políticas monetarias expansionistas"
( p p . 94y ss.).
En forma s i m u l t á n e a , los sonorenses e m p r e n d i e r o n una política de desa-
r r o l l o e c o n ó m i c o basada en la c o n s t r u c c i ó n de carreteras y en la irrigación,
q u e permitirían, p o r u n lado, la i n t e g r a c i ó n del mercado i n t e r n o y, p o r el
o t r o , la i n c o r p o r a c i ó n de nuevas tierras de cultivo, las cuales d e b e r í a n ser
vendidas en p e q u e ñ a s propiedades. El establecimiento de estas prioridades
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obedeció también, según Medina, a razones políticas y militares, ya que la inde-


pendencia de los caudillos regionales se debía, en buena medida, a la falta de
comunicaciones. La política de irrigación, a su vez, respondió a la concepción
sonorense del agro, que veía mayores posibilidades de estabilidad política y
desarrollo productivo en la p e q u e ñ a propiedad que en el ejido.
La atención de estas dos prioridades no implicó el descuido del desarro-
llo del ferrocarril, la electricidad, la telefonía y la industria. Ésta c o n o c i ó u n
gran impulso en el decenio de los a ñ o s treinta, "por la capacidad heredada,
las nuevas inversiones y el crecimiento en la productividad" (p. 113). A ello
también coadyuvaron la inmigración y el reinicio de la inversión extranjera.
Las primeras plantas de F o r d se instalaron en 1926; las de Simmons, en 1927,
y las de General Electric, en 1930.
E n estos c a p í t u l o s M e d i n a f o r m u l a , con base en nuevos estudios, tres
planteamientos que, sin ser i n é d i t o s , revisan interpretaciones que se h a n
vuelto clichés: "El p r i m e r enfoque integral del p r o b l e m a agrario y de sus so-
luciones se debe a Calles y no a C á r d e n a s " (p. 111). E l segundo plantea-
m i e n t o : "se afirma que Ávila Camacho inició el viraje en el r u m b o de la revo-
l u c i ó n m e x i c a n a , p e r o ese m é r i t o le c o r r e s p o n d e a C á r d e n a s " (p. 118).
Especialista en el tema de la política de u n i d a d nacional, M e d i n a señala que,
desde 1938, C á r d e n a s i m p r i m i ó u n giro a sus políticas que contribuyó a ges-
tar "profundas transformaciones en mentalidades y actitudes cuyo p u n t o de
destino fue la anhelada estabilidad en todos los ó r d e n e s de la vida p ú b l i c a "
(p. 118). Y a ñ a d e :

...con la autoría inicial del propio Cárdenas, se operó la transmutación del radica-
lismo cardenista en políticas sociales medidas y cuidadas, de alcances específicos y
propósitos negociados, pero más importante aún fue el convencimiento de que
esas políticas sociales eran imposibles, incluso contraproducentes, si se realizaban
en un marco de crecimiento económico con inflación y devaluación [p. 119].

El tercer planteamiento se refiere al inicio del proceso de sustitución de


importaciones. A p o y á n d o s e en nuevos estudios, principalmente en el de la
economista N o r a Lustig, afirma que "el periodo intenso de sustitución de i m -
portaciones fáciles (bienes de consumo no duraderos) se realizó en el dece-
nio de 1929 a 1939", y no durante la guerra (p. 123).
Con base en esta revisión del periodo, Medina concluye, por una parte,
que fue en esos a ñ o s (1920-1940) cuando se sentaron las bases de la estabilidad
e c o n ó m i c a y política del país que permitieron el tránsito de una sociedad ru-
ral, semicomunicada y tradicional, a una urbana, industrial, mejor informada
y m á s participativa. Por otra parte, que el país c o n o c i ó dos diferentes políticas
de crecimiento (inflación y estabilidad de precios), y las consecuencias de ca-
da una de ellas en la inversión, el crecimiento y la distribución del ingreso.
Esta experiencia sirvió de base para optar en los siguientes a ñ o s por la bús-
queda de la estabilidad.
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3. El milagro mexicano. E n los capítulos IV y V el autor se refiere a los pa-


sos que se d i e r o n "a lo largo de tres d é c a d a s y cinco periodos presidenciales"
( p . 118), para perfeccionar las estrategias e c o n ó m i c a s y los mecanismos polí-
ticos tendientes a alcanzar la estabilidad del país. Para ello describe la coyun-
t u r a internacional que al final de la segunda guerra m u n d i a l modificó sustan-
c i a l m e n t e las relaciones entre países, incluyendo la de Estados Unidos c o n
M é x i c o y el resto de A m é r i c a Latina. U n o de estos efectos fue el convenci-
m i e n t o en M é x i c o , al igual que en otros países latinoamericanos, de que la
industrialización era "la vía adecuada para alentar el crecimiento e c o n ó m i c o ,
crear empleo y mejorar la distribución del ingreso nacional". Con ello, "tanto
e n el gobierno, como en la academia y en algunos círculos empresariales", se
a b a n d o n ó "el s u e ñ o bucólico", que h a b í a alcanzado su apogeo con C á r d e n a s ,
p a r a adentrarse en el proceso de industrialización.
Las características de la política de crecimiento fueron, para el autor, las
siguientes: importante presencia e intervención del Estado en la e c o n o m í a ;
destacado papel social del Estado; baja fiscalidad y alta protección arancelaria
a la industria y a la agricultura, y amplios déficit presupuestarios financiados,
p r i m e r o , p o r la e x p a n s i ó n monetaria y, d e s p u é s , p o r el ahorro i n t e r n o y ex-
terno.
Los resultados e c o n ó m i c o s del proceso de industrialización 1950-1967
son presentados en u n cuadro que compara el periodo 1951-1958, de creci-
m i e n t o con inflación (7.5%), con el periodo 1959-1967, de crecimiento con
estabilidad de precios (3.6%). Los resultados son aleccionadores, ya que to-
dos los índices muestran que con estabilidad de precios h u b o mayor ahorro,
inversión, p r o d u c t i v i d a d y, sobre t o d o , u n a u m e n t o real en los salarios
( p . 144).
E n lo político, durante el mismo periodo (1940-1970)

...se b u s c ó acabar con la violencia electoral y alentar a los partidos de o p o s i c i ó n ,


fue la é p o c a en que se d e f i n i e r o n los perfiles generales de u n incipiente sistema
de partidos, en la que se d i o el tránsito de m o v i m i e n t o s electorales abruptos y
temporaleros a los partidos permanentes y nacionales [p. 146].

M e d i n a nos describe las leyes y procesos electorales, temas a los que dedi-
c ó anteriormente u n l i b r o ; 4 el surgimiento del PAN, del PARM y del PPS, y la
i n t r o d u c c i ó n del sistema, novedoso para M é x i c o , de "diputados de partido",
que

...contribuyó a darle estabilidad al j u e g o partidista y a c o n f i r m a r , d e n t r o y fuera


d e l p a í s , que los gobiernos priistas n o t e m í a n a la o p o s i c i ó n ya que, al c o n t r a r i o ,
la alentaban [ p . 167],

4
Luis M e d i n a , Evolución electoral en el México contemporáneo, M é x i c o , C o m i s i ó n Fe-
d e r a l Electoral, 1978.
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En suma,

...al concluir el decenio de los sesenta M é x i c o contaba con u n a imagen externa


de p a í s privilegiado. A lo largo de seis lustros de estabilidad política, h a b í a logra-
d o ensanchar la e c o n o m í a de tal m o d o que era la envidia de los países de similar
t i p o de desarrollo. E n los últimos diez a ñ o s la tasa de crecimiento p r o m e d i o ha-
bía sido excepcional y se h a b í a logrado con la estabilidad i n t e r n a de precios y del
t i p o de cambio. L a t r a n s f o r m a c i ó n de la faz d e l p a í s , aparejada a ese crecimiento,
t a m b i é n se p e r c i b i ó c o m o excepcional, y lo era [ p . 168].

Sin embargo, el movimiento de 1968 e c h ó por tierra el milagro mexica-


no y puso de relieve u n malestar social cuyos primeros signos fueron el movi-
m i e n t o m é d i c o de 1964, la huelga de 1966 en la Facultad de Derecho de la
U N A M y la innoble salida del rector, distinguido c a r d i ó l o g o , así como la huel-
ga estudiantil en la Universidad Nicoiaíta, que t e r m i n ó con la toma de las ins-
talaciones por el ejército. M e d i n a señala que, s e g ú n algunas interpretaciones,
"lo que s u c e d i ó en el campus universitario desde 1966 n o fue m á s que el re-
flejo de la p u g n a sucesoria entre el m é d i c o E m i l i o Martínez M a n a t o u y el
abogado Luis E c h e v e r r í a " (pp. 205 y ss.).

4. El debate intelectual. El papel de las ideas en la historia de México ha


sido fundamental, c o m o lo han s e ñ a l a d o , entre otros autores, Luis V i l l o r o ,
Francois Xavier Guerra y Charles Hale para el siglo X I X . 5 U n a de las razones
de este papel relevante se encuentra en las fuertes resistencias e c o n ó m i c a s e
i d e o l ó g i c a s a la m o d e r n i z a c i ó n del país emprendida p o r los liberales, que se
apoyaron en las ideas de la Ilustración para legitimar el cambio.
C o n nuevas modalidades, el debate ha continuado en el siglo X X . Luis
M e d i n a hace referencia en su l i b r o al papel de las ideas modernizadoras de
Gonzalo Robles y M a n u e l G ó m e z M o r í n , en el decenio de los a ñ o s veinte, así
c o m o a las políticas de p r o m o c i ó n industrial adoptadas p o r C á r d e n a s "luego
de escuchar los resultados de los estudios que h a b í a encargado a economistas
y hombres de negocios" (p. 129). Destaca, en el c a p í t u l o V I , el debate sobre el
modelo de crecimiento o c u r r i d o alrededor de 1970.
Desde el decenio de los años sesenta el ambiente era propicio para ei de-
bate: en el ámbito internacional se creó el Grupo de los N o alineados y la revo-
lución cubana se presentó como modelo de desarrollo para el Tercer M u n d o ,
expresión de reciente c u ñ o . T a m b i é n en el á r e a internacional —menciona el
autor—, la e c o n o m í a comenzaba a enfrentar problemas "cíclicos" (p. 146) que
restringirían la disponibilidad de recursos externos, a lo que se sumaría la crisis
petrolera. E n el á m b i t o i n t e r n o , el modelo de sustitución de importaciones

5
Luis V i l l o r o , El proceso ideológico de la Revolución, de Independencia, M é x i c o , SEP,
1986; F r a n ç o i s Xavier G u e r r a , México: del antiguo régimen a la Revolución, M é x i c o , Fondo
de C u l t u r a E c o n ó m i c a , 1992; Charles Hale, La transformación del liberalismo én México a
fines del siglo XIX, M é x i c o , Vuelta, 1991.
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comenzaba a presentar signos de agotamiento. A los factores anteriores habría


que añadir la ampliación de la educación durante el periodo del desarrollo es-
tabilizador, que permitió el envío de estudiantes al extranjero y la creación de
nuevos centros de investigación, con personal de tiempo completo. Todos estos
acontecimientos favorecieron la aparición de una nueva izquierda mexicana,

...portadora de un marxismo intelectualizado de fuerte sabor francés, que importó a


México el arquetipo del intelectual cosmopolita y comprometido con las causas de la
izquierda, y renovó el arsenal retórico de ese tramo del abanico político, superando el
estrecho dogmatismo en que había caído el Partido Comunista Mexicano [p. 2 0 3 ] .

Este g r u p o (Carlos Fuentes, Víctor Flores Olea, Enrique González Pedre-


r o , entre otros) c o m e n z ó a escribir en Revista de la Universidad de México y des-
p u é s , en Política, fundada por Manuel M a r c u é Pardiñas, y d e b u t ó en política
"de la m a n o de -Lázaro C á r d e n a s , suscribiendo el manifiesto que llamó a la
f o r m a c i ó n del movimiento de L i b e r a c i ó n Nacional" (p. 204).
Junto con Sas denuncias sociales de esta izquierda "bien vestida", florecieron
estudios serios que pusieron de relieve los nuevos problemas (el caso de los tra-
bajos sobre demografía y estudios urbanos promovidos y dirigidos por Víctor Ur-
q u i d i ) , muchos de los cuales se publicaron en la obra El perfil de México en 1980.
En esta obra destaca la aportación de David Ibarra, que claramente señaló:

...la p o l í t i c a e c o n ó m i c a que se s e g u í a h a b í a sido d i s e ñ a d a para los a ñ o s treinta y


cuarenta, y se encontraba desfasada con las realidades y transformaciones del sec-
tor p r o d u c t i v o de finales de los sesenta, s o s t e n i é n d o s e i d e o l ó g i c a y p r á c t i c a m e n t e
u n a serie de planteamientos que i m p i d e n p e r c i b i r c o n claridad y favorecer los
cambios indispensables. 6

Y a ñ a d e Medina: la reforma agraria, la sustitución de importaciones de


bienes de consumo duradero, la política fiscal propiciadora de exenciones y
subsidios y la casi inexistente política de p r o m o c i ó n de exportaciones habían
agotado sus posibilidades. E l nuevo Estado a que d e b í a aspirar la política eco-
n ó m i c a r e q u e r í a la r e f o r m u l a c i ó n de todos los renglones que antes h a b í a n
propiciado el crecimiento. Frente a la crisis del m o d e l o de sustitución de i m -
portaciones se c o n f o r m a r o n dos grupos de economistas: los ortodoxos de la
S e c r e t a r í a de Hacienda, que h a b í a n confeccionado el m o d e l o de desarrollo
estabilizador, y los agrupados en t o r n o al secretario de Patrimonio Nacional,
c o n Horacio Flores de la P e ñ a a la cabeza, que finalmente impusieron sus
puntos de vista en el gobierno en los doce a ñ o s siguientes.

5. El alargamiento del m o d e l o de sustitución de importaciones, 1970¬


1982. Los c a p í t u l o s V I y V I I están consagrados a estos doce a ñ o s en que se pre-

6
David I b a r r a , Ifigenia M . de Navarrete, L e o p o l d o Solís y V í c t o r L . U r q u i d i , El per-
fil de México en 1980, v o l . 1, M é x i c o , Siglo X X I , d u o d é c i m a e d i c i ó n , 1982, pp. 150 y ss.
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t e n d i ó enfrentar el agotamiento del m o d e l o y la crisis de 1968, con u n a vuel-


ta a los orígenes. Diagnósticos como el de Ibarra h a b í a n s e ñ a l a d o la necesidad
de dar nuevos cauces al r u m b o e c o n ó m i c o , y en efecto se t o m a r o n algunas me-
didas promotoras, como la creación del IMCE y del Conacyt, pero se mantuvo
cerrada la e c o n o m í a , lo cual a n u l ó en la p r á c t i c a los efectos que se buscaban.
Más a ú n , muchas disposiciones j u r í d i c a s , c o m o las leyes de Inversión Extranje-
ra y de Transferencia de T e c n o l o g í a , agravaron el p r o b l e m a p r i n c i p a l de la
e c o n o m í a : la falta de competitividad. S e g ú n Medina:

E l nuevo m o d e l o , si de m o d e l o se trataba, se p r o p u s o desde el p r i n c i p i o tareas


que p r o b a r o n ser contradictorias. Se quisieron sostener altas tasas de crecimiento
distribuyendo ingreso, pero, a la vez, se p r e t e n d i ó m a n t e n e r la libre convertibili-
dad d e l peso y el t i p o de cambio. E n la p r o s e c u c i ó n de estos objetivos, E c h e v e r r í a
se e n r e d ó en u n a política e c o n ó m i c a e s p a s m ó d i c a , de c o n t r a c c i ó n y a c e l e r a c i ó n ,
que lo ú n i c o que a l e n t ó a la larga fue la desconfianza [ p . 178]. .

Refiriéndose al siguiente periodo presidencial, el de L ó p e z Portillo, 1976¬


1986, el autor afirma:

Quizá pudiera parecer c o n t r a d i c t o r i o que para salir de la crisis financiera de 1977


se pensara r e c u r r i r al e n d e u d a m i e n t o e n mayores proporciones, hubiera o n o pe-
t r ó l e o . Pero el hecho fue que los choques petroleros d e t e r m i n a r o n u n a alta l i q u i -
dez en los sistemas financieros internacionales, y contratar c r é d i t o s p a r e c i ó c o m o
b u e n negocio en la segunda m i t a d de los setenta, sobre t o d o si los recursos así ob-
tenidos se invertían en u n a i n d u s t r i a con tan promisorias perspectivas c o m o la pe-
t r o l e r a [ p . 194].

Yañade:

A l igual que en el g o b i e r n o anterior, coexistieron en la c o n f e c c i ó n de la política


e c o n ó m i c a dos tendencias: el g r u p o monetarista, de H a c i e n d a y el Banco de Mé-
xico, y el estructuralista, con cuarteles en la S e c r e t a r í a de P r o g r a m a c i ó n y Presu-
puesto (hasta la renuncia de Carlos T e l l o ) y en la de P a t r i m o n i o y Fomento Indus-
trial. Pero a esto se a g r e g ó u n a tercera p o s i c i ó n , la de u n a empresa paraestatal, que
se vio c o m o estratégica, pero que t e n í a sus p r o p i o s intereses, basada en u n a alian-
za entre la d i r e c c i ó n y el sindicato [ p . 195].

Para c o n c l u i r el estudio del p e r i o d o 1970-1982, s e ñ a l a :

Quizá lo m á s importante de los doce a ñ o s que c o r r i e r o n entre 1970 y 1982 fue el


desprestigio completo y final ante la o p i n i ó n p ú b l i c a de u n o de los dos grupos, el de
economistas estructuralistas, que h a b í a v e n i d o l u c h a n d o p o r determinar la políti-
ca e c o n ó m i c a y el r u m b o del país. Éstos c o n t a r o n con dos oportunidades para poner
en marcha sus ideas y ambas desembocaron en el fracaso, y en política eso es lo que
cuenta, n o las explicaciones posteriores. Ese p r i m e r o de septiembre de 1982 conclu-
yó toda u n a é p o c a para M é x i c o , la é p o c a del así llamado provecto estatista, basado
e n u n papel activo del Estado en la e c o n o m í a , en el crecimiento hacia adentro, en
gastos deficitarios y en u n mercado protegido. De ahí e n adelante se habrían de im-
ENE-MAR 9 4 RESEÑAS 201

p o n e r las realidades externas implícitas en la globalización de la e c o n o m í a interna-


cional, así como el surgimiento del neoliberalismo y el culto al sistema de e c o n o m í a
de mercado, como panacea a cualquier desequilibrio e c o n ó m i c o o social [p. 198].

Esta conclusión tan importante merece una a m p l i a c i ó n explicativa. Me-


d i n a habla del "así" llamado proyecto explicatista y quizá sea m á s apropiado
hablar del " m a l " llamado proyecto estatista, porque se presta a confusiones
conceptuales de las que p u e d e n derivar prácticas políticas equivocadas. A es-
te respecto, h a b r í a que señalar:
a) desde 1 9 1 7 nunca existió u n proyecto propiamente estatista, n i siquie-
ra en la é p o c a de C á r d e n a s , como el mismo autor s e ñ a l a en p á g i n a s anterio-
res (véase la conclusión del capítulo m , p. 1 1 7 ) .
b) Sí existió, en cambio, lo que Rafael Segovia —a q u i e n le debemos mu-
chas de las ideas incluidas en el l i b r o — llama "la voluntad organizadora del
Estado", que se propuso crear protagonistas sociales y e c o n ó m i c o s fuertes y
propios de u n a sociedad moderna. De ahí que el Estado haya promovido tan-
to la c r e a c i ó n de c á m a r a s (la afiliación obligatoria fue una ley cardenista) co-
m o la de sindicatos y organizaciones agrarias.
c) Respecto al mercado, hay que recordar que en el apogeo del mal lla-
mado estatismo C á r d e n a s definió en sus 1 4 puntos el papel del Estado como
"rector de la e c o n o m í a y árbitro y regulador de la vida social". Sin embargo,
la rectoría del Estado nunca m a r c ó la d e s a p a r i c i ó n del mercado y mucho me-
nos de la p r o p i e d a d privada, ya que el desarrollo e c o n ó m i c o j a m á s estuvo al
servicio de u n a c o n c e p c i ó n ideológica.
d) Gracias a la voluntad organizadora del Estado y a la preservación de
u n a e c o n o m í a de m e r c a d o s u r g i ó la hoy l l a m a d a sociedad civil y M é x i c o
cuenta —a diferencia de los antiguos países socialistas de Europa— con parti-
dos políticos, empresarios, sindicatos y otras organizaciones sociales fuertes.
e) N o hay que identificar el proceso de sustitución de importaciones con
el último esfuerzo p o r darle vida artificial. En este esfuerzo, la suma de inefi-
cacias acumuladas en la e c o n o m í a p r o v o c ó demandas permanentes de au-
m e n t o de precios que obligaban a la intervención creciente del gobierno pa-
ra tratar de frenarlos o para otorgar subsidios indiscriminados q u . gravaron
las finanzas p ú b l i c a s y alimentaron la inflación.
f) E l nuevo modelo de desarrollo e c o n ó m i c o y político — d e l que el au-
tor se ocupa en el último c a p í t u l o — , titulado "Ruptura y cambio", no es com-
prensible si se analiza teniendo en mente el "neoliberalismo" sajón. Es m á s
útil tener c o m o p a t r ó n intelectual de análisis la propuesta humanista france-
sa de "Estado modesto, Estado m o d e r n o " , de M i c h e l Crozier. 7 E l historiador
francés Guerra, citado anteriormente, h a demostrado que en el siglo XIX, a
pesar de las formas, fue m u c h o m á s decisiva la influencia del liberalismo es-
p a ñ o l y f r a n c é s en la c o n f o r m a c i ó n del Estado mexicano que la del nortea-

' M i c h e l Crozier, Estado modesto, Estado moderno, M é x i c o , F o n d o de Cultura E c o n ó -


mica, 1992.
202 RESEÑAS F/xxxrv-i

mericano. En el siglo X X , "la lógica del Estado mexicano" también se acerca


m u c h o m á s a la del Estado francés que a la del s a j ó n . 8

6. Hacia u n nuevo modelo de desarrollo. La recuperación de la estabilidad


e c o n ó m i c a constituyó en 1982 la primera e ineludible exigencia, que a su vez re-
quería el saneamiento de las finanzas públicas, la apertura de la economía al ex-
terior y la promoción de la competitividad. A d e m á s se puso en marcha la concer-
tación entre actores sociales —en forma sistemática, desde el 1 de diciembre de
1988— para conducir la política del país, en especial para controlar la inflación:

...el g o b i e r n o o p t ó p o r u n a salida novedosa, intentar u n ajuste no dictado desde


arriba sino concertado, a fin de abatir la espiral inflacionaria. En los a ñ o s anterio-
res se h a b í a n creado las precondiciones mediante programas ortodoxos para i n -
tentar u n a medida heterodoxa, la cual fue posible gracias a la especial estructura
p o l í t i c a de M é x i c o y a las características de su sociedad [p. 2 4 9 ] .

Los pactos, — a l igual que la apertura de la e c o n o m í a , la d e s r e g u l a c i ó n ,


la privatización y otras medidas p r o m o t o r a s — se llevaron a cabo con la parti-
c i p a c i ó n de los sectores productivos, lo cual ha implicado una nueva relación
del Estado con los protagonistas sociales, que apareja, p o r u n lado, reconoci-
m i e n t o y respeto del Estado por la mayoría de edad alcanzada por la sociedad
y, p o r el otro, mayor participación en la e c o n o m í a y en la política.
En este último capítulo, M e d i n a apunta (sería prematuro emitir juicios
definitivos) las tendencias y efectos de estas políticas emprendidas en el pe-
riodo del presidente Salinas:
a) En la cultura política:

...llamar a los partidos a la p r u d e n c i a y la cautela, pues al contrario de lo que se


pensaba a n t e r i o r m e n t e el electorado es menos susceptible a manipulaciones y es-
tá m á s atento a ios resultados concretos de las políticas gubernamentales, a las
ofertas políticas y al perfil de los candidatos [ p . 2 6 7 ] .

b) En el sistema político: se han modificado las relaciones entre partidos, ya


que el PR1 ha tenido que establecer alianzas en el Congreso, circunstancia que
no se presentaba desde los a ñ o s veinte, y por lo mismo ha tenido que negociar
las modificaciones a la Constitución, así como las reformas electorales (p. 281).
c) E n lo e c o n ó m i c o , M e d i n a p o n e énfasis en los resultados m a c r o e c o n ó -
micos positivos, como fueron la r e n e g o c i a c i ó n de la deuda externa, la privati-
zación de empresas y la n e g o c i a c i ó n del Tratado de L i b r e Comercio (pp. 253
y ss.). A ello a ñ a d e unos p á r r a f o s sobre las consecuencias políticas que i m p l i -
ca la b ú s q u e d a de mayor competitividad, tanto en el m u n d o obrero como en
el empresarial (p. 292). Este p u n t o es expuesto en f o r m a muy sucinta y con-
vendría m e n c i o n a r t a m b i é n el p r o g r a m a de d e s r e g u l a c i ó n e c o n ó m i c a p o r la
importancia de sus consecuencias en la vida política, ya que apareja u n a nue-
va relación entre el Estado y los sectores productivos.

8
Pierre B i r b a u m , La logique de l'Elal, París, Fayard, 1982.
ENE-MAR 94 RESEÑAS 203

7. ¿ H a c i a u n nuevo Estado? Para el autor, "la r e f o r m a estructural de la


e c o n o m í a ha repercutido ampliamente en el á m b i t o político y M é x i c o se en-
cuentra en vías de la c o n f i g u r a c i ó n de u n tercer Estado" (279).
Efectivamente, los cambios e c o n ó m i c o s y políticos experimentados desde
la p r o m u l g a c i ó n de la Constitución de 1917 han sido constantes, amplios y
profundos, como corresponde a u n p a í s que ha tenido u n impresionante cre-
cimiento d e m o g r á f i c o y e c o n ó m i c o ; pero cabe preguntarse si h a n modificado
la naturaleza del Estado mexicano o solamente la del sistema político y eco-
n ó m i c o . M á s a ú n , en o p i n i ó n de otros estudiosos del tema subsiste el Estado
tal y como se c o n f i g u r ó en la Constitución de 1857; o sea, con una f o r m a re-
publicana, federal y representativa.
Esta d i s c u s i ó n - - d e naturaleza a c a d é m i c a , pero i m p o r t a n t e p o l í t i c a m e n -
te—, amerita muchas reuniones de estudio que rebasan el marco de la r e s e ñ a
de u n l i b r o que puede calificarse de fundamental y de lectura obligatoria e
inaplazable en este a ñ o cargado de incidentes políticos.
La c o n c l u s i ó n final, en la última l í n e a del l i b r o , es optimista: "tenemos
Estado para rato"; y h a b r í a que a ñ a d i r , afortunadamente, ya que el Estado
mexicano ha dado pruebas de m o d e r n i d a d y civilidad frente a las embestidas
de la irracionalidad política. É s t a se manifiesta en los fundamentalismos chia-
panecos que p r e t e n d e n arrogarse la r e p r e s e n t a c i ó n nacional; en las organiza-
ciones (la m a y o r í a de membrete) autoritarias y discriminadoras, como son las
ONG (Organizaciones N o Gubernamentales); 9 en academias (?) y centros de
derechos h u m a n o s prestos a la denuncia, salvo que se trate de actos del l'RD o
de los rebeldes chiapanecos, ya que en este caso se llegó al extremo de "expli-
car", e incluso de justificar, el reclutamiento de infantes; 1 0 en varios sectores
sociales que critican la falta de democracia en la sociedad y el gobierno y n o
reparan en la ausencia d e n t r o de sus propias organizaciones, como es el caso
de la Iglesia; 1 1 en algunos dirigentes políticos que coquetean con la violencia,

9
Véase L a u r a Bolaños, "ONG, ¿ S e r á posible?", El Universal, 9 de a b r i l de 1994. Se-
g ú n esta activista, el a u t o r i t a r i s m o "llegó al absurdo de controlar a las mujeres en lo re-
ferente a sus funciones físicas femeninas".
10
La " e x p l i c a c i ó n " ia p r o p o r c i o n ó el presidente de la A c a d e m i a de Derechos H u -
manos, Sergio Aguayo, y la justificación fue de A n d r e a B á r c e n a , f u n d a d o r a y d i r e c t o r a
d e l Centro M e x i c a n o para íos Derechos H u m a n o s de la Infancia. V é a s e Reforma, 20 de
a b r i l de 1994.
» El d í a en que se a n u n c i ó la designación de Juan Sandoval Iníguez como arzobispo
de Guadalajara, este prelado se lanzó c o n t r a la falta de democracia en M é x i c o p o r q u e se-
g ú n él, "el presidente designa a su sucesor" (Reforma, 21 de abril de 1994). Posteriormen-
te, el arzobispo de la ciudad de M é x i c o explicó la m e c á n i c a de los n o m b r a m i e n t o s : pre-
s e n t a c i ó n de t e r n a s de c a n d i d a t o s cuyos e x p e d i e n t e s son e s t u d i a d o s e n R o m a y
sometidos a la c o n s i d e r a c i ó n de! papa, quien toma la decisión, y sólo entonces se invi-
ta al interesado. En caso de que éste acepte, se hace público el nombramiento. Véase
La Jornada, 26 de abril de 1994. Una de las especialistas e n el tema de la Iglesia, Sole-
dad Loaeza, ha señalado las características autoritarias de la estructura eclesiástica (Re-
forma, 25 de a b r i l de 1994); al igual que Rafael Segovia, ha puesto de relieve esta con-
204 RESEÑAS FIXXXW-1

m u d a n de parecer en cuestiones fundamentales para el país y se reservan


cuotas para designar candidatos. 1 2
Frente a todos estos ataques de la irracionalidad política y del autoritaris-
m o social, el soporte m á s sólido de la m o d e r n i d a d en M é x i c o se encuentra
en el Estado.

CARLOS A R R I Ó L A

MARCELLO CARMAGNANI ( c o o r d . ) , Federalismos Latinoamericanos:


México/Brasil/Argentina, M é x i c o , E l C o l e g i o de M é x i c o , F i d e i c o m i s o H i s t o -
r i a de las A m é r i c a s y F o n d o de C u l t u r a E c o n ó m i c a , 1993, 416 p p .

E n los últimos cinco a ñ o s se han p r o d u c i d o obras de extraordinaria calidad


a c a d é m i c a y relevancia intelectual y política en el á m b i t o del estudio compa-
rado de sistemas políticos en el á r e a latinoamericana. Esta oleada de inusual
p r o d u c t i v i d a d en investigación de punta, que parece anunciar una revisión
de nuestros esquemas interpretativos de la política en el continente, se inicia
en 1989 con la p u b l i c a c i ó n de Military Rule in Latín América} de Karen Rem-
mer. E n su excelente estudio, R e m m e r analiza desde u n a perspectiva compa-
rada la experiencia de gobiernos militaristas latinoamericanos (su estructura
institucional, su o r g a n i z a c i ó n b u r o c r á t i c a , su legado en el sistema de partidos
y, particularmente, su d i s e ñ o de política e c o n ó m i c a ) , desde la posguerra has-
ta la oleada de transiciones a la democracia en el decenio de los ochenta. En
el m i s m o a ñ o , Larry D i a m o n d Juan Linz v Seymour M a r t i n Lipset editan De-
macran in Devehping Countnes-Latín America una historia de la democracia en
diez p a í s e s latinoamericanos y una discusión de las variables culturales socia-
les, e c o n ó m i c a s y sobre todo políticas en la definición del f u t u r o d e m o c r á t i c o
de la zona 2 Dos a ñ o s d e s n u é s los esposos R u t h v David Collier n u b l i c a n su
e n c i c l o p é d i c a obra Shaping the'political Arena: Critical Junctures, the Labor Move-

t r a d i c c i ó n de u n a institución que exige democracia sin p o n e r el ejemplo. Esta i n c o n -


g r u e n c i a resta l e g i t i m i d a d a su d e m a n d a .
1 2
V é a s e H e b e r t o Castillo, "La violencia sin adjetivos", Proceso, n ú m . 9 1 1 , 18 de
a b r i l de 1994. Las actitudes a n t i d e m o c r á t i c a s de C u a u h t é m o c C á r d e n a s h a n sido desta-
cadas p o r comentaristas de la vida p ú b l i c a , c o m o Jorge H e r n á n d e z Campos y Rafael
Segovia, entre otros muchos.
1
K a r e n R e m m e r , Military Rule in Latin America, B o u l d e r , Westview Press, 1989.
R e m m e r analiza diez p a í s e s : H o n d u r a s , C o l o m b i a , Venezuela, Ecuador, P e r ú , Bolivia,
Brasil, Uruguay, A r g e n t i n a y C h i l e .
2
L a r r y D i a m o n d , J u a n J. L i n z y Seymour M a r t i n Lipset (comps. ), Democracy in De-
veloping Countries. Vol. IV: Latin America, B o u l d e r , L y n n e R i e n n e r Publishers, 1989. Se
estudian los casos m e x i c a n o , d o m i n i c a n o , costarricense, venezolano, c o l o m b i a n o , pe-
r u a n o , b r a s i l e ñ o , uruguayo, a r g e n t i n o y c h i l e n o .

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