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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”
SAN JUAN DE LOS MORROS - ESTADO GUÁRICO
ÁREA DE ODONTOLOGÍA

SÍNTESIS SOBRE LAS DIMENSIONES DEL CONOCIMIENTO Y SU


ARTICULACIÓN PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO

AUTOR:
DANIEL RUIZ C.I. 26.664.505

OCTUBRE 28 DEL 2022


Diversos autores han analizado las dimensiones del conocimiento, aunque
han abordado este estudio desde perspectivas diferentes, resaltan cuatro
estudios de carácter teórico (Winter, 1987; Reed y Defillippi, 1990; Nonaka, 1994;
Spender, 1996) que han sido utilizados como referentes en la literatura sobre
gestión del conocimiento.

En este sentido cabe destacar que Winter (1987) propone seis dimensiones
del conocimiento en función de su dificultad para ser transferido: a) conocimiento
tácito y totalmente articulado; b) grado de facilidad de enseñanza del
conocimiento; c) posibilidad de que el conocimiento sea articulado o no; d)
dificultad o facilidad de observar y comprender la aplicación del conocimiento por
parte de los competidores; e) grado de complejidad, según el número de
elementos que componen un sistema y el grado de interacción entre esos
elementos; f) grado de dependencia que mantiene un conocimiento con otros
sistemas de conocimiento que poseen diferentes individuos o grupos en la
empresa. En función de estas dimensiones, se postula que cuanto más fácil de
enseñar, articular, observar, y más simple e independiente sea el conocimiento,
más fácil podrá ser transferido voluntariamente, aunque también de forma
involuntaria fuera de la empresa.

Reed y Defillippi (1990) señalan la existencia de tres características de las


competencias que, individualmente o de forma combinada, pueden generar
ambigüedad causal como son, su carácter tácito, complejo y específico. Estas
características se refieren a las competencias, aunque han sido utilizadas,
posteriormente, para caracterizar al conocimiento. El carácter tácito incluye el
conjunto de habilidades implícitas y no codificables que resultan del aprender
haciendo; el carácter complejo se deriva de la posesión de un gran número de
habilidades y activos interdependientes; y el carácter específico hace referencia
a la transacción de habilidades y activos que son utilizados en los procesos de
producción y la provisión de servicios a clientes particulares. Ahora bien, Nonaka
(1994) expuso que el conocimiento Tácito/Explícito, plantea una teoría de
creación de conocimiento construida sobre la interacción dinámica entre dos
dimensiones de transferencia de conocimiento (de tácito a explícito y viceversa)
así como la transferencia entre distintos niveles (individual, grupal,
organizacional e interoganizacional). También Spender (1996) propone una
clasificación de tipos de conocimiento en base a dos dimensiones como son el
carácter implícito/ explícito e individual/ social del conocimiento. A partir de estas
dimensiones, distingue cuatro tipos de conocimiento organizacional: consciente,
objetivo, automático y colectivo.

La Articulación para la construcción del conocimiento, inicia básicamente


con, características que la hagan activa, comunicable, minuciosa,
complementaria, fidedigna y exhaustiva, vale decir, que el análisis en la
construcción del conocimiento; es uno de los procesos más necesarios en el
mundo actual, debido a que cualquier acción humana requiere exploración del
objeto, es decir, investigar y describir los diferentes aspectos del objeto de
estudio, para poder es precisar un contenido, un tema, luego se identifican los
elementos requeridos por la ejecución de dicha acción: es buscar por qué y para
qué, además de la organización, disposición, contextual y situacional, de los
elementos identificados, es así que se infiere, reflexiona, utilizando la lógica para
resolver situaciones problemáticas o también para aportar nuevos
conocimientos, tratados o teoremas humanísticos y/o científicos.

Es por ello, que puede afirmarse que analizar implica construir un objeto o
texto en sus partes constitutivas relacionándolas de acuerdo con algún principio
que las integre en una unidad poseedora de sentido. En el análisis intervienen
procesos de percepción selectiva de la información, de descomposición selectiva
de sus partes constitutivas, de captura de aquellos datos que tienen significado
para quien los toma de acuerdo con el principio que los integra, de
reorganización de la información a fin de utilizarla para el propósito que
inicialmente impulsó el abordaje, lo cual implica una revaloración del objeto de
análisis. Este proceso reconstruye al objeto gracias a su valor agregado,
mediante la acción analítica ejercida sobre él. Esta revaloración es la
contribución del sujeto al modo como el objeto se expresa. El resultado es un
objeto conocido y, por ello, transformado. Así pues, el análisis es una acción
cognoscitiva, en el sentido de creadora de conocimiento. El objeto no es el
mismo después de ser analizado; ha sido conocido, es decir, se ha transformado.

Existen etapas en el proceso de construcción de conocimiento a partir de la


información recabada, son tres grandes momentos. Así, a partir de la
problematización que se genera en el diagnóstico inicial, cuando el individuo se
da cuenta de que no sabe lo que creía saber, surge el primer momento de
perplejidad producto del impacto inicial para finalmente darse cuenta que no
puede resolver el problema sólo y entonces busca ayuda a través de distintos
medios para hallar una solución al problema planteado, el segundo momento
mediante la asesoría y consulta a diversas fuentes de información le permite
aclarar dudas, En el tercer momento, al agarrar la onda conectan las ideas
actuales con la previas y, de esta manera, construyen las estructuras necesarias
que les permiten elaborar el nuevo conocimiento exigido.

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