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Sesión Nº 7
Gestión del Talento Humano para el desarrollo social
En los nuevos escenarios por los que estamos transitando se pueden identificar
tres aspectos que se destacan por su importancia: la globalización, el permanente
cambio del contexto y la valoración del conocimiento.
Sin embargo la administración de este talento no es una tarea muy sencilla. Cada
persona es un fenómeno sujeto a la influencia de muchas variables y entre ellas
las diferencias en cuanto a aptitudes y patrones de comportamientos son muy
Lourdes Maritza Pérez (*) comenta que, para las empresas del nuevo siglo, el
capital ha dejado de ser el principal recurso: el principio activo de las
organizaciones de hoy es el talento humano, también llamado “capital intelectual”.
Pilar Jericó (**), por su parte expresa que debe tomarse en cuenta que el talento
es un recurso escaso y además que, aunque todos sabemos que el talento es el
bien más preciado y a la vez escaso en las organizaciones, no sabemos
gestionarlo.
El primer paso en este cambio de paradigma es sustituir el término Administración
de Recursos Humanos por Gestión del Talento Humano. La Gestión del Talento
humano es un enfoque estratégico de dirección cuyo objetivo es obtener la
máxima creación de valor para el accionista, el cliente, el profesional y la
sociedad. Se lleva a cabo a través de un conjunto de acciones dirigidas a disponer
en todo momento del nivel de capacidades, compromisos y actuación en la
obtención de los resultados necesarios para ser competitivo en el entorno actual y
futuro. Como vemos esto va mucho más allá de la contratación o formación de un
talento individual.
Pilar Jericó en su libro “La Gestión del Talento” define al profesional con talento
como “un profesional comprometido que pone en práctica sus capacidades para
obtener resultados superiores en un entorno y organización determinados”. En
otras palabras, es la materia prima que constituye el talento organizativo.
Resistencia al cambio:
Es una conducta natural del ser humano ante cada situación de cambio, ante cada
propuesta diferente, ante todo aquello que dista en alguna medida de nuestro
esquema de pensamiento y acción vigente. La persona empieza por resistir
aquello nuevo que lo descoloca o molesta y si no revierte esa actitud en ese punto
pasa a resistirse.
El miedo a la Fuga:
El valor de los recursos que han sido invertidos en capital físico por un
inversionista, se puede recuperar a menudo fácilmente más adelante ( a través de
una reventa), sin embargo, el capital humano como forma parte del sistema
nervioso de un individuo específico, no puede ser poseído así por separado a
parte del cuerpo vivo, por lo que el capital humano por sí mismo no se puede
comprar o vender directamente en el mercado. Si un empleado elige renunciar a
su trabajo, quizás debido a una oferta de mucho más alto pago, o a una firma
competente en la misma industria, entonces cualquier inversión pasada que el
empleador pudo haber hecho para aumentar las habilidades del trabajador se
pierde para la firma al minuto en que el trabajador sale por la puerta de la
empresa.
La única persona que puede invertir en Capital Humano con la confianza completa
de que no lo privarán arbitrariamente de sus frutos en el futuro sin la remuneración
es el mismo individuo en quien se hace la inversión.
Según David Bloom “El valor del saber […] no ha cesado de aumentar. Es una
forma de capital fundamentalmente diferente de los otros. Cuanto más abundante
es, más fácilmente se puede desarrollar y a menor costo, siendo su rendimiento
muy ventajoso”2. Por su parte, Gary Becker, Nobel de Economía 1992, afirma que
el mayor tesoro que tienen los individuos y las sociedades inmersas en el
conocimiento es su capital humano. El mismo comprende el bagaje cognitivo,
calificaciones, competencias y talentos, la salud y la calidad de los hábitos de
trabajo que poseen los ciudadanos, lo que les permite dar lo mejor de sí mismos y
alcanzar más altos niveles de bienestar personal, social y económico. Las
potenciales capacidades de educación, científicas y tecnológicas, así como de
innovación en los procesos productivos que tienen esas personas son la clave
para generar riqueza, así como altos y sostenidos niveles de desarrollo científico,
tecnológico y de productividad.
1
En las empresas el capital humano puede entenderse como un intangible intelectual, aportado a
la organización, que incluye las habilidades, conocimientos y actitudes que los trabajadores
poseen o adquieren por medio de la educación y la capacitación, que hacen posible el progreso
de la empresa, el aumento de la productividad, competitividad y nivel de ingresos.
2
Bloom, David. La Sociedad creativa del Siglo XXI.
mentalidad de los directivos y trabajadores de las diferentes Organizaciones y
siempre pensar que las propuestas Metodológicas que se utilicen deben
implementarse en su totalidad para lograr la sinergia funcional del proceso . Una
vez logrado esto lo que resta es dirigir el Talento hacia el destino de impacto
deseado y con ello se obtendrán los resultados deseados.
Desde hace un buen tiempo, las personas están tomando mayor conciencia de la
importancia del factor humano en el éxito de los planes y programas y el logro de
las metas organizacionales. Tradicionalmente, la Gestión del Talento Humano ha
sido vista como algo secundario e irrelevante. La preocupación principal de las
áreas responsables en algunas instituciones se ha limitado a la administración de
las planillas, files de personal y las relaciones colectivas de trabajo. Aún hoy
existen algunas organizaciones funcionando bajo este enfoque tradicional.
Para estar a la altura del nuevo rol que asume RRHH, los profesionales de RRHH
o aquellos que desarrollan tal función, requieren también desarrollar cinco
competencias claves:
1. Conocimiento de la Organización.-
Entender los indicadores clave del éxito organizacional que ilustren las relaciones
entre la inversión de RRHH y el impacto estratégico en la organización. El éxito de
RRHH no se mide mediante sus actividades, sino en los resultados
organizacionales. Cuando a los directivos de las organizaciones se les especifica
qué prácticas de RRHH podrían mejorar la calidad de la gestión y qué resultados
podrían esperarse, se muestran mucho más favorables a invertir en RRHH.
2. Puesta en marcha de prácticas de Recursos Humanos.-
Ser capaz de identificar qué prácticas ofrecen una mayor rentabilidad respecto a la
inversión, cuáles tienen el mayor impacto estratégico o influyen más en los
trabajadores.
3. Gestión cultural.-
Sabemos que lo que se puede medir se puede gestionar, pero cabe añadir que lo
que se mide también define la cultura de una empresa. ¿Por qué? Porque
describe lo que se valora. Por ejemplo, si una organización con muchas quejas por
parte de sus usuarios, se empeña en mejorar el servicio, para que éstos sientan
un trato cálido y rápido, tendrá que realizar este cambio estratégico mediante un
cambio cultural. Deberá orientar las estrategias hacia el desarrollo de una
competencia clave: orientación al cliente. Los profesionales de RRHH serían los
llamados a trabajar en equipo con las áreas críticas y diseñar la mejora de los
procesos. Asimismo, podría considerarse la participación de los usuarios en los
procesos de mejora, tanto en el diagnóstico, como en las sugerencias y el diseño
de las mejoras.
5. Credibilidad personal.-
Este punto es fundamental para la aceptación de su rol como socio estratégico,
debe ser coherente, capaz, digno de confianza y ejemplo de lo que proclama. Los
profesionales que posean además una competencia de gestión estratégica del
conocimiento serán cada vez más apreciados.