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Se basa en reconocer un espectro clínico y demostrar la presencia del agente etiológico en el organismo o la huella
inmunológica que pueda dejar este en el paciente. El diagnóstico clínico debe ser confirmado con el diagnostico
microbiológico hecho en el laboratorio. Existen dos tipos:
- Técnicas directas: que se basan en demostrar la presencia del agente microbiano, sus metabolitos o compuestos
antigénicos
- Técnicas indirectas: detecta anticuerpos circulantes o HS retardada reflejo de una infección pasada o actual por un
microorganismo
Aislar un microorganismo no necesariamente significa que sea este quien cause la enfermedad, todo va a depender
del tipo de muestra de lo contrario se deberá sospechar colonización, artefacto o contaminación de la muestra, es un hecho
que las muestras asépticas son más específicas que la colonizadas.
Toma de muestra
Se Debe realizar del sitio exacto de la lesión sin el uso de antimicrobianos, lo más precoz posible y preferiblemente
liquidas.
- Vías respiratorias altas: raramente útiles, excepto cuando se busca un patógeno específico (S pyogenes, Bordetella
pertussis, Corynebacterium diphteriae, meningococos o gonococos). Toma única de faringe con torunda. Cultivos
faríngeos, no indicados en ausencia de fiebre o de linfadenopatía cervical.
- Vías respiratorias bajas: realizar también hemocultivos, muestra efectiva si hay < 10 células epiteliales y > 25
leucocitos por campo. Puede usarse broncoscopia con biopsia mediante cepillo o lavado broncoalveolar (LBA) para
la recogida de Pneumocystis, M. tuberculosis, CMV y hongos.
- Orina: limpieza periuretral, desechar los primeros militros y recolectar la orina a la mitad de la micción. Debe
refrigerarse si no se envía al laboratorio en el plazo de 1 hora (puede mantenerse 4 a 6 horas). En caso de sonda, se
debe pinzar la sonda por cierto tiempo y luego recoger directamente de la sonda (desinfectada) con jeringa y aguja
estériles, y nunca de la punta del Foley o cito-flo.
- Hemocultivos: en todo paciente febril con escalofríos, enfermedad grave, posible endocarditis, infección vascular o
inmunosuprimido. Optimo: 2 a 3 hemocultivos (de sitios distintos) de 10 a 30 ml separados por 15 min a 1 hora,
previos a antibioticoterapia y bajo absoluta asepsia. Evitar recogerlos de vena femoral, de cánulas intravasculares
permanentes o de sangre arterial.
- Líquido cefalorraquídeo: medir además glicemia, proteínas totales, recuentos celulares y cultivos.
- Aparato digestivo: los cultivos de heces permiten detectar MO que no forman parte de la flora intestinal normal o la
proporción de esta y determinar si alguno de ellos se vuelto patológico. Si no se va a cultivar en el plazo de 1 hora,
conservar en glicerol tamponado con fosfato.
- Exudados y líquidos corporales: óptima mediante aspiración de pus con jeringa y aguja a través de la piel
desinfectada.
- Piel y tejidos blandos: generalmente muy contaminados por flora normal, por lo que se debe aspirar con jeringa o
cultivar biopsia en sacabocados.