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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS
OCCIDENTALES ¨EZEQUIEL ZAMORA¨
UNELLEZ
BARINAS EDO BARINAS

LA DESCENTRALIZACIÓN
(ENSAYO)

ESTUDIANTE: KATERIN SANTIAGO


C.I. V-24.747.382
Inter Anual 2022
Derecho Aministrativo II
PROF: Olga Lopez:

BARINAS, NOVIEMBRE DE 2022


LA DESCENTRALIZACIÓN

Para desarrollar los principios constitucionales relativos a la Administración


Pública, se ha dictado la Ley Orgánica de la Administración Pública (en lo adelante
LOAP) (G.O. Nº 37.305 de 17-10-2001), la cual, como lo indica su artículo 1º, se
aprecia como parte del objeto general: Los Principios Relativos a La
Competencia los cuales a su vez enmarcan la desviación de la competencia. La
LOAP establece los siguientes mecanismos de desviación de entre los cuales
establece la competencia de la descentralización, establecer los principios y
lineamientos de la organización y funcionamiento de la Administración Pública
Nacional y de la administración descentralizada funcionalmente que son: La
descentralización, tipos de descentralización. La LOAP distingue dos tipos de
descentralización: la territorial y la funcional.

A)´. La descentralización político territorial Con el propósito de profundizar la


democracia y de incrementar la eficiencia y eficacia de la gestión de la
Administración Pública, el artículo 30 de la LOPA dispone que se pueden
descentralizar competencias y servicios públicos de la República a los Estados y
Municipios, y de los Estados a los Municipios, de conformidad con la Constitución
y la ley. Recoge, así, esta norma los principios descentralizadores que están
establecidos en los artículos 157, 158 y 165 de la Constitución.

B)´. La descentralización funcional Dispone el artículo 29 de la LOAP que los


titulares de la potestad organizativa pueden crear entes descentralizados
funcionalmente cuando el mejor cumplimiento de los fines del Estado así lo
requiera, en los términos y condiciones previstos en la Constitución y en la
presente Ley. El mismo artículo 29 de la LOAP establece los siguientes dos tipos
de entes descentralizados funcionalmente.

En primer lugar, los entes descentralizados funcionalmente con forma de derecho


privado, los cuales están conformados por las personas jurídicas constituidas y
regidas de acuerdo a las normas del derecho privado en los términos de la LOAP,
y son de dos tipos:

a. Entes descentralizados funcionalmente sin fines empresariales, que son


aquellos entes descentralizados funcionalmente que no realicen actividades de
producción de bienes o servicios destinados a la venta y cuyos ingresos o
recursos provengan fundamentalmente del presupuesto de la República, los
Estados, los Distritos metropolitanos, o los Municipios.

b. Entes descentralizados funcionalmente con fines empresariales, que son


aquellos cuya actividad principal sea la producción de bienes o servicios
destinados a la venta y cuyos ingresos o recursos provengan fundamentalmente
de esta actividad. En segundo lugar, están los entes descentralizados
funcionalmente con forma de derecho público, conformados por aquellas personas
jurídicas creadas y regidas por normas de derecho público, las cuales pueden
perseguir fines empresariales o no empresariales, al igual que pueden tener
atribuido el ejercicio de potestades públicas.

En relación con estos últimos, sólo por ley pueden crearse las personas jurídicas
de derecho público; principio que deriva de lo dispuesto en el artículo 142 de la
Constitución que recogió la disposición del artículo 230 de la Constitución de
1961 al prever que los institutos autónomos sólo pueden crearse por ley; y que
tales instituciones, así como los intereses públicos en corporaciones o entidades
de cualquier naturaleza, están sujetos al control del Estado, en la forma que la ley
establezca. En todo caso, conforme al mismo artículo 29 de la LOAP la
descentralización funcional puede revertirse por medio de la modificación del acto
que le dio origen.

Efectos de la descentralización funcional y territorial sobre la competencia La


descentralización funcional o territorial transfiere la titularidad de la competencia y,
en consecuencia, transfiere cualquier responsabilidad que se produzca por el
ejercicio de la competencia o de la gestión del servicio público correspondiente, en
la persona jurídica y en los funcionarios y funcionarias del ente descentralizado
(art. 32).

Los Principios Relativos a La Competencia, se establecen de esta forma 1.-. La


obligatoriedad de la competencia; La competencia otorgada a los órganos y entes
de la Administración Pública es de obligatorio cumplimiento y debe ser ejercida
bajo las condiciones, límites y procedimientos establecidos legalmente. La
competencia, por tanto, es irrenunciable, indelegable, improrrogable y no puede
ser relajada por convención alguna, salvo los casos expresamente previstos en las
leyes y demás actos normativos (art. 26).

2.- La incompetencia y la nulidad: Toda actividad realizada por un órgano


manifiestamente incompetente o usurpada por quien carece de autoridad pública
es nula y sus efectos se tendrán por inexistentes (art. 26). Se recoge así, el
principio establecido en el artículo 138 de la Constitución, con la misma redacción
del artículo 119 de la Constitución de 1961, conforme al cual "Toda autoridad
usurpada es ineficaz y sus actos son nulos". El supuesto de usurpación de
autoridad, que es la manifestación más grave de la incompetencia, apunta al
hecho de que una persona no investida de autoridad, ejerza una función que
corresponde a un órgano estatal. Se trata de una incompetencia constitucional que
acarrea la nulidad absoluta de los actos que dicte el usurpador.
3.- La asignación genérica de competencia; En el caso que una disposición legal o
administrativa otorgue una competencia a la Administración Pública, sin
especificar el órgano o ente que debe ejercerla, se entiende que corresponde al
órgano de la Administración Central con competencia en razón de la materia. De
existir un ente competente en razón de la materia, le corresponde a éste el
ejercicio de dicha competencia (art. 27). En el caso que una disposición legal o
administrativa otorgue una competencia a un órgano o ente de la Administración
Pública sin determinar la unidad administrativa competente, se entiende que su
ejercicio corresponde a la unidad administrativa con competencia por razón de la
materia y el territorio, del segundo nivel jerárquico del respectivo órgano o ente
(art. 27).

4.- La desviación de la competencia La LOAP establece los siguientes


mecanismos de desviación de la competencia: la descentralización, la
desconcentración, la encomienda de gestión, la delegación, y la avocación. El
proceso de descentralización venezolano, iniciado en 1989, estuvo sustentado en
el desarrollo de los preceptos constitucionales sobre descentralización política y
administrativa previstos en la Constitución Nacional de 1961, a través de la Ley
Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del
Sector Público (LOD) sancionada en 1989, la cual ha sido modificada en diversas
oportunidades a través del tiempo en función de los múltiples requerimientos
sociales, económicos y políticos de cada época.

No obstante, la más reciente modificación realizada el pasado 17 de Marzo de


2009, implicó una severa limitación al proceso de descentralización y al desarrollo
local venezolano, en el sentido de que el poder central revirtió competencias
exclusivas, previamente cedidas con carácter constitucional en 1999 a los
estados, especialmente en lo atinente al régimen de conservación, administración
y aprovechamiento de carreteras y autopistas nacionales, así como de puertos y
aeropuertos de uso comercial, lo cual fortalece la desconcentración administrativa
de funciones en desmedro de la verdadera descentralización administrativa, ya
que cercena la autonomía de los estados a disponer libremente de estas fuentes
de ingresos fiscales en aras del fortalecimiento del desarrollo local, a través del
diseño y aplicación de soluciones propias de cada localidad a la solución de sus
necesidades más apremiantes. Palabras claves: descentralización administrativa,
desconcentración administrativa, federalismo fiscal, desarrollo local, competencias
exclusivas, competencias concurrentes.

A modo de ir concluyendo podemos entender que Venezuela se define como un


Estado federal descentralizado, como bien queda establecido en el artículo 4 de la
actual Constitución Nacional, y la descentralización como proceso social,
económico y político ha sido elevada a la categoría de política nacional, según lo
establecido en el artículo 158 de la misma carta magna. Sin embargo, este
proceso es de reciente data en Venezuela, pues apenas se inicia en 1989, luego
de haber transitado un siglo de centralismo como forma organizativa de gobierno.
Los orígenes de esta forma organizativa tienen su sustento en la precariedad
participativa en que incurrió la clase política dominante que rigió los destinos del
país por más de cuarenta años a partir del surgimiento democrático en 1958.

El excesivo centralismo en el campo económico, social y político ejecutado a


través de un sistema partidista, fue cercenando cada vez más el derecho a la
participación de la población en la toma de decisiones políticas, traduciéndose en
severos déficits sociales y económicos hacia las clases sociales más desposeídas.
Esta situación dio origen a fuertes presiones sociales y acertados intentos de
golpes de estado en el campo político, haciendo indispensable modificar la forma
organizativa del poder en Venezuela.

En virtud de esta situación, fue en 1989 cuando final mente el poder político tomó
la decisión de sentar las bases de un proceso de descentralización política y
administrativa, dando así cumplimiento al mandato constitucional expresado en el
artículo 137 de la Constitución Nacional de 1961, vigente para la época. Tal
proceso se inició con la creación de la famosa Comisión Presidencial para la
Reforma del Estado (COPRE), la cual se abocó al estudio de la situación bajo
cuatro grandes aristas: reforma electoral, reforma de los partidos políticos, reforma
de la estructura organizativa del Estado (descentralización política) y reforma del
régimen municipal.

Dentro de la reforma estructural del Estado, por primera vez se permitió la elección
directa de gobernadores y alcaldes en el país, lo cual constituyó el avance más
significativo en materia de descentralización política, no obstante para llevar a la
práctica tal proceso de descentralización en el campo económico, se hizo
necesario el que se dictara una instrumento legal para tales fines. Tal instrumento
fue la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de
Competencias del Sector Público (LOD), dictada en 1989 y entrada en vigencia a
partir de 1990. Es así como esta ley constituye el basamento jurídico del desarrollo
del proceso de descentralización administrativa en Venezuela.

Pues fueron plasmadas allí las diversas competencias que el poder central
transfirió a los estados en aquella oportunidad con el ánimo de iniciar y fortalecer
un verdadero proceso de descentralización y desconcentración administrativa, con
lo cual se garantizaba un mayor nivel de participación ciudadana a la población en
la toma de decisiones políticas para la solución de los innumerables problemas
que afrontaba en sus respectivas jurisdicciones. Es en el marco del proceso
descentralizador iniciado en 1989, que la presente investigación tiene como
objetivo fundamental el análisis jurídico-económico de la vigente Ley Orgánica de
Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias del Sector
Público (LOD), máxime cuando la misma recientemente ha sido reformada por el
Poder Legislativo Nacional, con el fin de vislumbrar los principales efectos
generados sobre el proceso descentralizador y el desarrollo local venezolano.

Para el logro de este objetivo se recurre a una investigación documental haciendo


un análisis jurídico detallado del instrumento legal en referencia, así como de las
bases constitucionales y legales que la sustentan y complementan, aunado a una
detallada revisión de las bases teóricas del Federalismo Fiscal en el campo
económico, en el cual se sustenta la descentralización como forma organizativa de
gobierno y la concepción teórica del desarrollo económico local como mecanismo
inherente a un eficiente proceso de descentralización política y administrativa.

La investigación está estructurada de la siguiente manera: en la primera parte se


aborda el proceso de formación del Estado venezolano, incluyendo sus
antecedentes y el paso del centralismo hacia una propuesta de descentralización.
Luego, en la segunda parte se estudia en términos generales, las diversas
concepciones teóricas que se manejan sobre la descentralización y la
centralización como formas organizativas de gobierno en distintas áreas del
conocimiento, entre éstas: la concepción política, la concepción jurídica en el
campo del Derecho Administrativo y la concepción en el campo económico,
incluyendo la concepción teórica del desarrollo local como consecuencia inmediata
de un proceso de descentralización, y finalmente en la tercera parte se realiza el
análisis jurídico y económico de la Ley de Descentralización, Delimitación y
Transferencia de Competencias del Sector Público (LOD), en función de las bases
constitucionales y legales que la sustentan y complementan.
FUENTE BIBLIOGRAFICA

http://allanbrewercarias.net/Content/449725d9-f1cb-474b-8ab2-41efb849fea2/
Content/I.1.838.pdf

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55513213002

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

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