Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mediante el acto jurídico, las personas regulan sus intereses con el fin de
satisfacer sus diversas necesidades. Consiguientemente, el acto jurídico
es celebrado para que produzca efectos jurídicos (consecuencias
jurídicas), y no para que no los produzca (principio de conservación del
acto jurídico), es por ello que la ley lo define como la manifestación de
voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones
jurídicas (arts. 140 y 1351). La eficacia del acto jurídico es el objetivo
perseguido por la parte o partes que lo celebran y también es el fin de la
regulación legal de la autonomía privada.
Por regla el acto jurídico solamente produce efectos para la parte cuando
es unilateral, o entre las partes cuando
es bilateral o plurilateral (principio de la relatividad del acto jurídico). En
otros términos, el acto jurídico es una res inter olios acta (principio de
relatividad del acto jurídico), produce efectos entre las partes, pero no los
produce en favor ni en contra de terceros.
Por regla el acto jurídico solamente produce efectos para la parte cuando
es unilateral, o entre las partes cuando
es bilateral o plurilateral (principio de la relatividad del acto jurídico). En
otros términos, el acto jurídico es una res inter olios acta (principio de
relatividad del acto jurídico), produce efectos entre las partes, pero no los
produce en favor ni en contra de terceros.
Como resulta claro, él sistema jurídico busca que los actos jurídicos y
contratos sean Eficaces, a fin de que los particulares puedan satisfacer
sus más variadas y distintas necesidades de orden social y personal, en
la medida que se trate de intereses privados considerados socialmente
dignos y legítimos, y por ello mismo merecedores de tutela legal.
El acto jurídico puede ser ineficaz entre las partes y frente a terceros (ej.,
art. 219); o puede ser eficaz en cuanto a determinadas personas, pero
ineficaz respecto a otras (ej., arts. 195,284). A estos actos se les conoce
como inoponibles, los mismos que no tienen efectos frente a terceros,
excepto los casos previstos por la ley (ej., arts. 194, 197,2014).
De modo tal que podemos que podemos concluir que los supuestos de
ineficacia son aquellos en los cuales los Actos Jurídicos celebrados
llegan a producir los Efecto Jurídicos buscados por las partes, o aquellos
en los cuales los efectos jurídicos producidos normalmente desde un
inicio desaparecen posteriormente por la aparición de un evento o causa
sobreviniente a su celebración que justifica dicha desaparición. De esta
manera, es fácil entender que existen dos grados de categorías de
ineficacia de los Actos de la Autonomía privada: La Ineficacia Inicial
denominada indistintamente Ineficacia Originaria, por causa intrínseca o
Ineficacia Estructural, y por otro lado La Ineficacia Sobreviniente,
denominada indistintamente Ineficacia por causa extrínseca o Ineficacia
Funcional.
El acto jurídico es inválido cuando no reúne los requisitos exigidos por ley
o cuando esos requisitos están viciados. En cambio, es ineficaz cuando
por cualquier razón no produce ninguno de sus efectos o produce
algunos, pero no todos.
La ineficacia puede provenir:
2.-Causas:
b) los exigidos para cada acto jurídico en particular, por ej., la falta de
precio en la compraventa (art. 1529), la no inscripción del gravamen
hipotecario en el registro de la propiedad inmueble (art. 1099.3); y
c) los añadidos por las partes, por ej., las partes pueden convenir que un
acto jurídico no formal, como es la compraventa. solamente quedará
perfeccionado cuando sea elevado a escritura pública. La falta de
cualquiera de estos requisitos legales o convencionales invalida el acto
jurídico.
2.3. Cuando el acto jurídico adolece de algún defecto por el que la ley
autoriza su invalidación, y, con ello su ineficacia. Por ej., los actos
celebrados por incapaces relativos o los llevados a cabo bajo los efectos
del error, dolo, violencia o intimidación (art. 221); el acto jurídico consigo
mismo (art. 166).
En otros términos, las causas de ineficacia del acto jurídico por invalidez
son LA NULIDAD – La inexistencia en nuestro ordenamiento jurídico está
asimilada a la nulidad – y LA ANULABILIDAD; y las causas de la
ineficacia por falta de algún requisito de eficacia son: La rescisión,
resolución, revocación, retractación, la pendencia de la condición o plazo
suspensivos, la excepción de incumplimiento, la caducidad de plazo, etc.
-BIBLIOGRAFÍA. -