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1. Grado : “ 1 “ Grupo : “ II “
Introduccion
Reconocer la adolescencia como una etapa crucial del desarrollo humano, permite abandonar la
imprecisión que involucro considerarla como una transición. Desde la perspectiva de transición los
únicos hechos claramente reconocibles son el abandono de la niñez por las transformaciones biológicas
que se presentan y el ingreso a la edad adulta, reflejado en los cambios de la situación social. Esta
noción era funcional en los tiempos en que la pubertad marcaba el pasaje directo a la adultez.
El lapso entre los diez y los veinte años marca aspectos diferenciales en el desarrollo que se reflejan en
importantes transformaciones psicosociales y coinciden con las edades aproximadas en que se inician
las modificaciones sexuales y la culminación de este crecimiento. Este período ha sido un foco claro de
sistematización de la atención e intervención
En la adolescencia se replantea la definición personal y social del ser humano a través de una segunda
individuación que moviliza procesos de exploración, diferenciación del medio familiar, búsqueda de
pertenencia y sentido de vida. Tal situación se hace crítica en los tiempos actuales, pues los y las
adolescentes son los portadores de los cambios culturales. Demandan, para el medio adulto, una
reorganización de esquemas psicosociales que incluyen el establecimiento de nuevos modelos de
autoridad e innovadoras metas de desarrollo.
El desarrollo humano tiene por meta el enriquecimiento personal y social progresivo que avanza en la
adolescencia mediante la actualización de capacidades que permitan la convivencia social positiva,
rescatando las necesidades personales y el progreso colectivo en un ajuste e integración
transformadores. La adolescencia es el período en que se produce con mayor intensidad la interacción
entre las tendencias individuales, las adquisiciones psicosociales, las metas socialmente disponibles, las
fortalezas y desventajas del entorno. Puede concluirse, por lo tanto que "el desarrollo adolescente es un
proceso de cambios y transformaciones, que permite un enriquecimiento personal y progresivo en una
delicada interacción con los entes sociales del entorno; su valoración tiene como referente no sólo la
biografía del individuo, sino también la historia y el presente de su sociedad.
En el funcionamiento psicológico, las dimensiones más destacadas del desarrollo adolescente se dan
en el plano intelectual, sexual, social y en la elaboración de la identidad. Con la finalidad de facilitar la
sistematización de sus características, analizaremos la evolución que presentan a través de tres fases.
No se trata de secuencias rígidas, pues las aceleraciones y desaceleraciones de los procesos
dependen, a lo menos, de las diferentes subculturas, la situación socioeconómica, los recursos
personales y tendencias previas, los niveles alcanzados de salud mental y desarrollo biológico, las
interacciones con el entorno, y, entre estas, las relaciones de género y las relaciones
intergeneracionales.
Características Psicológicas de los adolecentes
Egocentrismo.
Necesidad de intimidad: precisan de su propio espacio. Es una época en la que los jóvenes aprenden a
tomar sus propias decisiones.
Agresividad: es lo que suele preocupar más a los padres y hay que encontrar la manera de canalizarla.
Muchos de ellos sienten que nadie les comprende. Esta sensación llega a través de todos los cambios
por los que están pasando, la dificultad para controlar ciertas emociones y las diversas inseguridades
que nacen durante esta etapa.
Características intelectuales de los adolecentes
La búsqueda de la independencia. Es una evolución entre la dependencia de los padres hasta conseguir
una independencia total. Para pasar mejor este trago se apoyan mucho en sus amigos y su grupo de
iguales. Le dan mucho valor a lo que piensan sus amigos. El papel que antes tenía la familia, ahora lo
tienen tus compañeros y amigos.
En ocasiones los padres pueden tener la impresión de que para su hijo la familia no existe, pero eso no
es así. Aunque el adolescente no lo muestre, el papel que tiene la familia para ellos es fundamental para
sentirse seguros y tener su punto de apoyo en momentos de soledad e incertidumbre.
Actitudes más críticas de forma generalizada, sobre todo en cuanto a las reglas sociales y familiares. Se
preguntan el porqué de esas reglas transformándose en una actitud más rebelde frente a todo lo que le
rodea.
Son frecuentes los sentimientos de rabietas, mal genio, muchas veces dirigidas hacia los padres.
Tras el grupo de amigos se pasa más tarde a la formación de la pareja. El desarrollo de la capacidad
afectiva para sentir emociones que se puede identificar con el amor.
Suele aparecer el amor platónico, ya puede ser de su profesor, como de una estrella de cine o de
televisión.
Aparece el deseo sexual: la atracción física, sentimientos, disfrutar de la compañía del otro. Siente
placer con otras personas y consigo mismo. En esta etapa se está definiendo la orientación sexual y las
preferencias personales.
Un mayor interés por su imagen corporal. Los adolescentes dan una gran importancia al aspecto físico
jugando un papel fundamental en la formación de la imagen que tienen de sí mismos.
Los complejos son algo característico de esta fase. Surgen bajo una base real por defectos físicos que
creen poseer y que son reforzados a menudo por motes o burlas por parte de sus compañeros. Puede
llegar a afectar las relaciones personales y su propia personalidad.
Sienten que nadie les comprende. Los cambios hormonales también hacen que, de repente, se sientan
felices y al rato estén tristes.
Ejemplos de características Intelectuales de los adolecentes
Las tendencias a discutir: Los adolecentes utilizan la discusión como una manera
de practicar nuevas destrezas para explotar loas matices de un tema.
El período adolescente constituye una etapa privilegiada en la cual se producen procesos claves de
desarrollo, contando por primera vez, con la propia capacidad para conducir el proceso, completar
vacíos y reenfocar situaciones tanto de la niñez, como de su presente. Los cambios físicos, hormonales,
sexuales, emocionales e intelectuales desencadenan necesidades, riesgos, respuestas individuales,
sociales e interactivas. La elaboración de la identidad pone a prueba las fortalezas y debilidades propias
y del entorno.
Con la adolescencia las personas nacen para la sociedad más amplia y por lo tanto se inicia un
desprendimiento del sistema familiar que lleva a una resignificación de las relaciones. Se
desencadenan procesos que van concretando las bases para la construcción de los roles y perspectivas
de la vida en el contexto de las demandas, recursos y limitaciones que ofrecen las sociedades en sus
entornos específicos y en un momento histórico político dado.
Un desafío importante es hacer coincidir los elementos identitarios asumidos con acciones que
promuevan el desarrollo y con la adquisición de instrumentos que favorezcan la consolidación de roles
satisfactorios.
La adolescencia constituye una etapa vital de transición entre la niñez y la edad adulta con límites
temporales imprecisos. De hecho, no existe una edad específica de inicio y final, dado que comienza
con la llegada de la pubertad y culmina cuando se ha alcanzado la madurez mental. Sin embargo, sí es
posible establecer una franja máxima de edades entre las cuales podría llegar a completarse el ciclo.
Así, parece que entre los once y los veintiún años cualquier persona tiene tiempo suficiente para
abandonar la infancia y entrar en la edad adulta. Esto no significa que la adolescencia se prolongue
exactamente durante diez años en todos los casos. Algunas veces el proceso durará menos tiempo y
otras, más. Pero, en general, es previsible que no comience antes de los once años ni se prolongue
más allá de los veintiuno.
El proceso de la adolescencia posee ciertas características generales. Sin embargo, cada adolescente
lo afronta de manera diferente. Como consecuencia, se entiende que resulta más correcto hablar de
adolescencias o adolescentes que de la adolescencia en sí misma. Cada persona es una adolescencia
y un adolescente que lleva a cabo esta transición a la vida adulta del mejor modo posible. Para ello ha
de hacer frente a toda una serie de retos que se concretan en el desarrollo físico, el descubrimiento de
la identidad, el desarrollo intelectual, la conquista de la autonomía personal y el desarrollo de la
conciencia moral. Por tanto, tanto el proceso de la adolescencia como sus características y retos
propios y peculiares existen y son reales. Pero la manera de manifestar esa realidad cambia de unas
personas a otras
La manifestación de la adolescencia en cada adolescente se produce el plano personal y se concreta a
través de una personalidad con rasgos propios sobre la que existen abundantes tópicos, estereotipos e
ideas preconcebidas. Se trata de cuestiones sobre las que ni siquiera los expertos terminan de ponerse
de acuerdo y que tienen que ver con su posible escepticismo, permisividad, falta de rebeldía,
presentismo, hedonismo, narcisismo, incoherencia y deseos de independencia. En realidad, la
adolescencia es una edad de paradojas e incertidumbres. Y los adolescentes son seres complejos
porque afrontan una transición en la que se viven momentos de crisis y de inseguridad. Además, bajo
esta etiqueta se incluye a un gran número de personas. De ahí que no resulte extraño que existan
grandes diferencias entre unas y otras. Por tanto, podrá haber adolescentes cuya personalidad presente
algunos de estos rasgos, todos o, incluso, ninguno. Hablamos, pues, de un grupo especialmente diverso
con una personalidad en formación sobre la que no conviene generalizar para no caer en el estereotipo
https://www.gruporecoletas.com/noticias/cambios-psicologicos-durante-
la-adolescencia/amp/
http://pep.ieepo.oaxaca.gob.mx/recursos/multimedia/
SEPIENSA_conectate_y_aprende/contenidos/2005/f_micro_adoles/
f_cambioadolesc/cambio_1.htm
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