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Respecto de la Importancia del Amor y el Temor a Dios

[1] He aquí, ya hemos explicado en la primera parte, capítulo cuarto (sección 8), que
los conceptos del amor y el temor (a Dios) acercan al hombre y hacen que se
apegue a su Creador, Bendito Sea, y esto está dicho en referencia al amor y el
temor verdadero, es decir, el amor a Su Nombre, Bendito Sea, no el amor a la
recompensa, y el temor a Su gran magnificencia, no el temor al castigo ( Pues el amor
a la recompensa y el temor al castigo son sólo amor por uno mismo y miedo de no ser

castigado, y ese amor y temor no acercan al hombre a Dios (Dérej Lajaim. ) El concepto de yirá
no significa sólo "miedo", sino que también encierra todo el temor, la veneración, el respeto,
la reverencia y la devoción que la persona siente ante la grandeza, la magnificencia y la
excelencia de Dios, al darse cuenta de lo ínfimo que es ella, y ello provoca un sentimiento de

sumisión y anulación ante El Derej Lajaim).

Y he aquí, este temor purifica al hombre de la oscuridad de la materialidad y


el cuerpo físico, y hace que esté envuelto por la Presencia Divina (Respecto de la
traducción del concepto hashraat haShejiná, véase en la nota 45. El autor del Derej Lajaim
explica que la hashraat HaShejiná sobre la persona depende de su grado de yirá, temor de

Dios, ya que de esto dependerá cuál será su nivel de autoanulación ante ÉL.) . Y cuanto más
grande sea el temor, mayor será la purificación y la inspiración, y quien llegue a este
nivel de temor en forma constante, siempre estará envuelto por la Presencia Divina.
Y esto se encontró completamente e nuestro Maestro Moshé, sobre él sea la paz,
como nuestros Sabios dijeron sobre él: "El temor, para Moshé, era algo ínfimo"
(Berajot 33a), y por ello fue merecedor de estar envuelto continuamente por la
Presencia Divina.

Y he aquí, para el resto de las personas esto (El continuo temor a Dios (Maré
Dérej.) es algo difícil de conseguir correctamente, no obstante, según el grado que la
persona logre conseguirlo se incrementará el poder de pureza y su santidad, como
ya fue mencionado, y especialmente cuando se dedique al cumplimiento de los
preceptos o al estudio, ya que ésta (La yirá, el temor a Dios véase Maré Dérej) es una
condición imprescindible para llegar a la perfección en ese estudio o el cumplimiento
de ese precepto, como mencionamos.

[2] Y el amor es lo que apega y vincula al hombre a su Creador, incrementa su


fuerza (Quiere decir, hace que los preceptos que cumple tengan más fuerza espiritual para
obrar resultados (Rab Arie Kaplan, Dérej Lajaim y Maré Dérej.) y lo glorifica con grandes
coronas (Esto se refiere a la influencia que el hombre recibe de Arriba (Derej Lajaim.) . Y lo
principal es el regocijo del corazón y el furor del alma frente a su Creador, y que el
hombre se entregue junto con todo lo que tiene para santificar Su Nombre, Bendito
Sea, y provocar satisfacción ante Él (Nótese que es imposible atribuirle a Dios el
sustantivo "satisfacción", por eso dice: “provocar satisfacción ante Él” y no “a Él”.) . Y estos
conceptos ya fueron explicados en el lugar correspondiente (Vease en la primera parte,
capitulo 4, secc.8, y en esta parte, capitulo 4, secc.5.) , y no es necesario explayarnos
aquí.

Y he aquí, estos conceptos incluyen también la fe en ÉL, Bendito Sea, y en


Su unicidad (“Unicidad” es la cualidad de lo que es único, de lo que es solo en su especie.) ,
la confianza, y similares, y todos estos conceptos hacen que el hombre se apegue
Creador, Bendito Sea, y fortalecen en él la santidad y la iluminación (Este término
quiere decir aquí: la captación y el entendimiento de los caminos de Dios véase Maré Dérej.) .

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