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TEMA: LA ORACION.
TEXTO: (Jeremías 33:3)
Introducción: Hay ciertos ejercicios espirituales que todo creyente debe practicarlos, uno de
ellos es orar todos los días. Así como el cuerpo necesita ejercicio físico y alimento para vivir,
crecer, desarrollarse y mantenerse saludable, de la misma manera, el nuevo creyente
necesitas hacer de la oración un ejercicio espiritual que lo mantendrá creciendo saludable y
fuerte. La oración tubo su inicio en el edén, allí vemos que lo primero que Dios le dio al
hombre fue su presencia (ESPIRITU) Para desarrollar una vida de comunión e intimidad con él.
En el edén, el hombre podía pasear y hablar con el señor en la frescura de la mañana, él podía
oír la voz de Dios. Este era un lugar donde la comunicación, comunión y unidad con Dios
siempre estaba intacta. (Génesis 1:28-30).
¿Qué es la oración? Es uno de los medios que Dios a establecidos para que nosotros sus hijos
tengamos comunicación con él a través de Jesucristo. La oración es un dialogo, una
conversación, es hablar con Dios de la misma manera como un hijo le habla a su padre, con
toda la libertad y le expresa lo que siente en su corazón.
La oración es el medio a través del cual le permitimos a Dios intervenir en los asuntos de la
tierra. (Juan 11:41-44).??????
Santificado sea Tú Nombre. Es una expresión de alabanza y adoración donde se mira, trata,
honra y revencia Su nombre como santo.
El nombre de nuestro Padre tiene que ser santificado en nuestra vida personal. Esto es
el mismo principio que implica nuestra relación con el Padre que está en los cielos, que nos
lleva a honrarlo y dar realce a su gran nombre.
Venga Tú Reino. Como ciudadano del reino otorgar permiso legal al cielo para que intervenga
en la tierra. Dios es Soberano de todos y en todo, nosotros no tenemos la autoridad para
otorgarle ni al Cielo, ni a Dios «permiso legal para que intervenga en la tierra». No hay
basamento bíblico para ese argumento.
El orante debe mostrar su interés preferencial por el desarrollo del Reino de Dios. Por
eso dice que: “Venga tu Reino”. Esta es una invitación a establecer Su Reino en el corazón y la
vida del que hace la oración. Y más aún cuando se pronuncian estas palabras con sinceridad,
ellas incluyen el pedido de que la Soberanía Divina, el Gobierno de Dios se haga cargo de su
vida. Es decir, que Su Soberanía se haga suprema en nuestra vida privada y personal presente,
como también en los tiempos venideros. Estas consideraciones son muy prracticas, pero a la
vez muy importantes para el cristiano sincero. De nada vale que oremos diciendo venga tu
reino, a menos que nos propongamos decididamente a cooperar con el establecimiento del
Gobierno de Dios en nuestras vidas. Hacer nuestra parte para asegurar que el Reino se
mantenga intacto e inmaculado.
Hágase Tú voluntad en la tierra como en el cielo. Es la manifestación visual del deseo de Dios
en la tierra.
Esta frase es un gran misterio, puesto que Dios es Soberano y su voluntad siempre se
hace.
No se trata entonces de “torcer el brazo de Dios” para que haga lo que quiere el orante,
pues eso no es posible. Por ello resulta útil comprender primeramente que es la voluntad de
Dios. “La voluntad de Dios” equivale sencillamente a sus intenciones; representa sus
propósitos; es lo que Dios planifica y lo que quiere que se haga. Por tanto, es evidente que, si
depositamos nuestra confianza en la persona y el carácter de Dios, tenemos hacer lo propio
con su voluntad. Sin embargo, por medio de la oración el creyente le expresa a Dios su deseo
de estar siempre de acuerdo con esa voluntad, que es agradable y perfecta, mientras que, al
mismo tiempo, le comunica sus propios deseos. Pero las Escrituras nos exhortan: “Deléitate
asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu
camino, Y confía en él; y él hará” Sal. 37:4-5.
La medida para el cumplimiento de la voluntad de Dios se toma del cielo “como en el
Cielo”.
No nos metas en tentación, mas líbranos del mal. La protección absoluta de Dios para con sus
hijos.
Esta es la expresión natural del ser humano que no desea verse en problemas. La
palabra «tentación» tiene el significado de prueba. Luego, Dios no espera que nosotros
mismos nos metamos en problemas, ni que nos gusten las pruebas, ni que amemos el peligro.
Él entiende que nuestro ser prefiere la calma, la tranquilidad y la vida suave. (Pr. 30:8-9). Nadie
debe buscar el sufrimiento sino ser librado de él. El padecimiento se acepta “si la voluntad de
Dios así lo quiere” (1P. 3:17), pero nunca debe buscarse.