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USOS Y RIESGOS
DE LA LENGUA EN EL LENGUAJE
Colección Fonoaudiología
Título: Usos y riesgos de la lengua en el lenguaje.
Autores: Silvana Serra
Serra, Silvana
Usos y riezgos de la lengua en el lenguaje. - 1a ed. - Córdoba : Brujas, 2015. -
(Fonoaudiología; 0)
E-Book.
ISBN 978-987-591-608-1
1. Fonoaudiología. I. Título
CDD 617.8
www.editorialbrujas.com.ar publicaciones@editorialbrujas.com.ar
Tel/fax: (0351) 4606044 / 4691616- Pasaje España 1485 Córdoba–Argentina.
El usuario es vulnerable del uso que hace de la
lengua. No es un hacer inocuo. Impacta en la
comunicación y en sus procesos neurocognitivos.
También es vulnerable el mensaje a la carga
informativa que trasmite. La comprensión
del mismo no depende de la longitud sino de
la redundancia de los componentes que lo
conforman
Contenido
Prologo 1........................................................................... 11
Prólogo 2........................................................................... 13
Agradecimientos................................................................ 15
Introducción..................................................................... 17
Capítulo 4. Bilingüismo.................................................... 45
9
Capitulo 9. Resultados...................................................... 89
10
Prologo 1
11
Prólogo 2
13
Para concluir dejo expresado un pensamiento de M.J. Rosenau
que, seguramente, coincide con la visión de la autora:
14
Agradecimientos
15
A mis alumnos que colaboraron en mi misión de asistir,
enseñar, investigar y reflexiona . A escribir y publicar.
A mis profesores que desde su lugar me ofrecieron lo que
justamente necesitaba aprender.
En lo personal a mi familia.
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Introducción
17
Pero existen nuevas definiciones desde las ciencias del lenguaje
acerca de las implicancias de un manejo idóneo de un segundo
idioma por ejemplo en el ámbito laboral que aún no reviste
contundentes definiciones en esta disciplina. Más aun nunca se
desarrolló en forma acabada la idea de que el lenguaje estuviera
dentro de un mapa de riesgos laborales por ejemplo.
Desde los distintos usos que implican una o más lenguas
en las que opere la comunicación un sujeto no deberían repre-
sentar riesgo alguno. Es más, existe un acervo de investigacio-
nes que sostienen los beneficios cognitivos de un desarrollo de
competencias bilingües aunque no ligadas a lo ocupacional.
Sin embargo, el desarrollo de nuevas formas de producir
el trabajo, ligado al avance tecnológico y las globalizadas em-
presas con marcos impensados en la época de la revolución in-
dustrial, revelan que las herramientas se han modificado, y que
los operarios de las mismas también. Por tanto exige repensar
una desnaturalización de la lengua o idioma como herramienta
y no como código de comunicación de una comunidad, como
la mirada tradicional lingüística refie e.
Las lenguas como parte de la cultura, en la actualidad son
herramientas de trabajo. Cliffo d Geertz en su definición de la
cultura, hace referencia a un sistema ordenado de significaci -
nes y símbolos por medio de los cuales los individuos definen
su mundo, expresan sentimientos y formulan juicios. El siste-
ma no sólo es producto de aprendizaje o representaciones del
mundo sino que manifiestan un carácter director, evocador y
constructor de la realidad. La lengua como herramienta de la
cultura, es un elemento vital para trascender. (Trujillo Sáez F.,
2005)
Existen lenguas de diferente tipo, las hay fónicas y otras
signadas o de señas. El valor de las mismas puede remitirse a la
cantidad de hablantes que las usan, o los medios en los que se
utiliza.
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Dentro de las lenguas fónicas están el inglés, el español,
el portugués, el italiano, el alemán etc. En el caso del inglés se
constituye una lengua con valor por los siguientes argumentos:
• Se publican entre el 80 y 90% de las producciones en cien-
cias naturales
• entre el 74 y 82% de las producciones en ciencias sociales
y humanidades.
• Es utilizado en las nuevas tecnologías como lengua común
de referencia en el Internet. Está presente en el 72% de los
sitios web.
Esto amerita considerarlo como un idioma de uso predo-
minante. En ellos radica pues el interés de estudio, de adquisi-
ción para los no nativos de la lengua, pues la misma oficia de
portal hacia nuevos accesos. Uno de ellos es el mercado laboral.
Las lenguas han sido abordadas por lingüistas, patólogos
del habla y el lenguaje, neurólogos etc. Actualmente la lengua
cobra notoriedad por las nuevas formas de trabajo o de presta-
ción de servicios.
Analizando el uso de la lengua como herramienta de tra-
bajo el inglés y el español cobran notoriedad y significancia.
Pero lo interesante del fenómeno es que su uso no está condi-
cionado a la geografía o comunidad lingüística como se la con-
cebía antiguamente sino está ligada a necesidades y posibilida-
des del mercado. Es por ello que las empresas la conciben como
una habilidad a desarrollar nuevas formas de prestar servicios
sin límites geográficos y obviamente sin barreras lingüísticas,
si las exigencias del contexto comercial lo ameritan. Es ahí que
surgen las actuaciones bilingües con interés productivo. Una
segunda lengua (L2) es producto de un aprendizaje progresivo,
en muchos casos posterior a la integración de la lengua nativa
(L1) como lo son los adultos que la usan con fines laborales.
Esta nueva dimensión de la lengua y sus usos permite descu-
brir alcances sobre el lenguaje que hasta el momento eran im-
pensados. Estos usos no solo implican las bondades sobre las
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competencias bilingües tanto en los procesos cognitivos como
en sus destrezas comunicacionales resultantes. Desde la óptica
fonoaudiológica, más aun en el ámbito ocupacional, también
implica observar los riesgos posibles de por lo menos dos len-
guas o el bilingüismo de lenguas fónicas.
Como la mirada es expansiva sobre las habilidades bilin-
gües, también es posible realizar extrapolaciones a otros ámbi-
tos fonoaudiológicos como los son los ámbitos terapéuticos.
Hay entonces un marco de aplicación inevitable similar al pro-
ceso de bilingüismo de los sujetos nativos de la lengua de señas
que en su mayoría son individuos con hipoacusia o sordera pre
lingual. Al acceder a la habilitación auditiva se comienza a per-
meabilizar este sentido como aportante de información para el
acceso de la lengua fónica del entorno como segunda lengua.
En muchos casos emerge primero la alfabetización antes que la
oralización de la lengua fónica. Entonces el acceso a la lengua
fónica se da como condición bilingüe. Es posible pues realizar
entonces relaciones sobre esta condición que se explican en este
libro parte de la tesis doctoral. Por tanto, recrea escenarios con-
ceptuales típicos del quehacer fonoaudiológico desde un lugar
de reflexión y expansión
20
Capítulo 1
Lenguas fónicas
22
Oliveira, 2007). Ello conlleva a que hay errores posibles en el
proceso de adquisición de una segunda lengua (L2) cuando los
sujetos tienen como lengua madre la misma L1. Esto generó
según Fonseca Oliveira (2007) la formulación de la Teoría de
la interferencia y justificó con asidero el estudio de los errores
producidos en el proceso de adquisición. Esto permitió a Se-
linker (1972) proponer en el proceso de aprendizaje de una
segunda lengua (L2) un constructo denominado interlengua.
Este constructo es un sistema independiente que se justifica
en que las destrezas comunicativas resultantes en el proceso no
corresponden ni en L1 ni a L2. El aprendiz produce desde un
sistema lingüístico interiorizado o conocimiento implícito que
evoluciona hacia la segunda lengua (L2) o lengua meta, y sobre
el cual ajusta su actuación a una cadena de suposiciones o a un
sistema de aproximaciones. A diferencia de la lengua matriz o
de origen (L1), la adquisición exitosa de la lengua meta (L2)
no está asegurada, pues la permanencia en la producción de
errores propios de la interlengua llevaría a un estancamiento
o a la fosilización de la actuación. Es decir, la conservación de
usos, reglas o estructuras, que no aparecen en la producción de
los nativos de la segunda lengua (L2), y que deben ser erradi-
cados a través del aprendizaje y el desarrollo de competencias
bilingües. (López Varón, A)
23
Pag 15
Usuario Competente
Nivel Super-intermedio Nivel
Avanzado
Usuario Independiente
Nivel Pre-intermedio- Nivel Intermedio
Usuario básico
Nivel inicial- Nivel elemental
Interlengua
L1 L2
riesgo de fosilización
Fonseca
Ilustración Oliveira,
1: Esquema (2007)
de progresión de laexpone que en la
L1 a L2 secuenciada estructura
en usuarios y niveles
superficial de las oraciones
consensuados por el Marcode la Interlengua
Común de Referencia se evidencian:
de las lenguas- la
transferencia lingüística, la transferencia de instrucción, las es-
trategias de aprendizaje, las estrategias de comunicación y la
hipergeneralización de reglas de la lengua objeto. Entonces la
concepción de que los errores deben ser evitados pues van en
detrimento del aprendizaje, se supera entendiéndolos como
parte de evidencias cognitivas de resolución lingüísticas segun
las demandas y recursos del sujeto aprendiz de la segunda len-
gua (L2). Esta visión es interesante si la progresión del apren-
dizaje culmina en un dominio posible de dos o más idiomas.
Pag 19 ( se podrá poner apaisado y en una sola hoja la ilustración sig.?)
Pero hay evidencias que la lengua madre en el proceso también
sufre intervenciones de efectos fonético- acústicos que pueden
observarse. Al respecto, Fonseca Oliveira (2007) cita a Irue-
la, (2004) quien menciona que hay evidencias de alargamien-
to del VOT (sigla que en inglés: Voice Onset Time o tiempo
24
que transcurre entre la explosión y la vibración de las cuerdas
vocales en los sonidos oclusivos, Serra et al 2014) propio de la
L2 en registros de la lengua materna como proceso de interac-
ción dinámico. En este sentido también la autora menciona la
siguiente secuencia de estabilización fónica en L2: primero se
da la identificación, luego la incorporación, posteriormente la
reestructuración. Después habrá un ajuste que permitirá por
ultimo un uso automatizado del sonido fónico aprendido y ya
en pleno dominio.
Existen interferencias para la progresión en el aprendizaje
fónico adquisición de la L2, que es de interés mencionar en este
libro. Se pueden mencionar como relevantes factores intervi-
nientes y no lingüísticos como los condicionantes de situación
(personal, social), la edad o la etapa de la vida en que se dá la
adquisición.
25
Capítulo 2
La audición en la adquisición
de lenguas fónicas
27
El lenguaje pues, se puede expresar con lenguas fónicas
(español, inglés, alemán, francés, etc.) donde se materializa
en un flujo acústico-articulatorio, por medio de una sinergia
precisa de mecanismos fonatorios y movimientos musculares
articulatorios del complejo fonoestomatognático, que son los
sonidos del habla.
Las lenguas fónicas están compuestas por fonemas, son
considerados como unidades mínimas que cuentan con una
ejecución fonoarticularia y una imagen acústica resultante que
los hace distintivos a uno de otros.
Los fonemas desde esa imagen acústica, se los puede divi-
dir entre fonemas sonoros y sordos. Los fonemas sordos cons-
tituyen eventos aperiódicos por la carencia en la actividad de
las cuerdas vocales. Los fonemas sonoros son periódicos por la
presencia de la mencionada actividad.
Pero es pertinente precisar que los fonemas no se expre-
san aisladamente sino integrados en sílabas y palabras donde la
sonoridad o insonoridad se contrasta con la presencia de otros
fonemas.
Los sonidos productos de ese flujo acústico no tienen
igual importancia o jerarquía como entidades frecuenciales por
la información que permiten procesar auditivamente.
El flujo verbal se da como una sincretización o un conti-
nuum acústico. Al no ser segmentos discretos, el procesamien-
to auditivo debe discriminar desde la temporalidad, segregando
la cohesión o superposición de las pistas acústicas para vocales,
consonantes y dónde la sílaba es una unidad identificable de
segmentación (aproximadamente entre 90 a 250 milisegun-
dos).
La resolución auditiva, como proceso interviniente, es el
tiempo mínimo para separar y resolver la información acústica
por medio de la integración temporal.
A continuación se ofrece evidencias de la variación del
duración desde el punto de vista acústico en un palabra en es-
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pañol, registrada con el Pratt© publicadas en el libro Audición
y Voz: interpretaciones fonoaudiológicas, por Serra et al (2014)
(Ilustración 2).
Como ejemplo se muestra la elocución de una palabra
bisilábica, con acentuación grave. La palabra es /pato/. Confor-
mada por dos fonemas consonánticos sordos y oclusivos y dos
vocálicos interpuestos.
El registro ofrece en la parte superior la imagen acústica
de la palabra obsérvese que fuera del rango de la misma la línea
es plana que evidencia el silencio previo y posterior a la misma.
También se observa en ese mismo cuadrante que la amplitud
del registro varía entre el primer sonido fonemático /p/ y el
segundo que es un sonido vocálico y que pertenece a la sílaba
tónica (tonema) de la palabra, /a/. Entre ambas vocales /a/ y /o/
se observa diferencia de amplitud por causa de la acentuación.
El cuadrante inferior con línea azul, traza la actividad
de la frecuencia fundamental (F0) que manifiesta la actividad
de las cuerdas vocales que se dispara luego del primer sonido
sordo y en el caso de la /a/ se extiende expandiendo la sílaba
hacia el fonema sordo siguiente. La coloración en gradientes en
tonalidad e grises del cuadrante inferior remite la acción de los
aportes de armónicos del tracto vocal observando ausencia de
estos en los fonemas sordos y gran coloración monocromática
en los fonemas vocálicos.
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30
P A T O
Actividad de la
Imagen acústica
Actividad
fonoarticulatoria
31
El procesamiento auditivo es, por ello, un determinante
tanto en la adquisición como en el desempeño de lenguas ora-
les y parte del desarrollo hacia el desempeño de L2 del indivi-
duo ejerciendo un papel hegemónico.
Los parámetros acústicos relacionados al contraste de so-
noridad en la articulación de los fonemas, así como el espectro
de combinaciones de formantes fundamentales de cada uno de
éstos y los transientes o tránsitos que se dan intra e inter-sílabas
y en las palabras, han dado lugar a múltiples estudios fonoau-
diológicos y de producción del discurso y de implicancias en su
percepción auditiva.
Dado que existen sonidos que pueden enmascararse unos
con otros, es preciso que un individuo procese auditivamente el
flujo acústico haciendo un análisis de la escena auditiva (ASA)
es decir, separando-segregando-manteniendo los aspectos de la
señal procesada incluso cuando los mismos son competitivos
entre sí, posibilitando la coherencia auditiva.
Los aspectos de redundancia intrínseca y extrínseca en
el lenguaje son fundamentales para entender el cierre auditi-
vo, es decir lo que se entiende de lo que se escucha, y fueron
aportados por Boca y Caleraro (1963), (Serra et al, 2014). La
primera redundancia es la intrínseca y se refie e a la fisiología de
todos los centros auditivos desde la periferia al cerebro, está re-
lacionada con el flujo acústico-estímulo ingresado como input.
La redundancia extrínseca se vincula a las tácticas o estrategias
fonológicas, semánticas, sintácticas y pragmáticas que ayudan
al individuo a entender el significado, la misma será la que se
desarrolla en la adquisición de la una segunda lengua (L2).
El cierre auditivo resultante, impactaría en aspectos co-
municacionales del sujeto, pues se pondría de manifiesto en la
expresión oral del mismo a través de la construcción de men-
sajes, la entonación de los mismos, como así también la pro-
nunciación y la fluid z de la elocución (rasgos segmentales y
suprasegmentales).
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P A T O
redundancia extríseca
CIERRE AUDITIVO
redundancia intríseca
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sistemas de comunicación por las perturbaciones que surgen en
la transmisión de los mensaje.
Miller 1951, menciona que algunos idiomas son más ora-
les, por tanto, menos eficientes en situaciones adversas de escu-
cha, en cuyo caso, la redundancia colabora otorgando claves al
que escucha para mejorar su desempeño auditivo. Las palabras
más familiares son más fáciles de reconocer en situaciones ad-
versas, por ejemplo cuando están incompletamente percibidas.
Lingüísticamente, la unidad de un código con la menor
carga de redundancia acústica es el monosílabo aun como se-
ñal degradada, filtrad o inmersa en el marco de un ruido de
fondo, el sujeto requiere de procesos auditivos complejos que
involucran desde el órgano periférico hasta la actividad corti-
cal para comprenderlo al ser escuchado. La redundancia en un
mensaje o unidad de información hace más predecible su con-
tenido, incluso limitándose la presencia de la carga informativa
que contiene (carga de todos los elementos acústicos que la
constituyen). Por el contrario, si en una escucha del habla se
da en un contexto adverso es decir con ruido de fondo sobre-
agregado, se minimiza la redundancia y se maximiza la incerti-
dumbre, perturbando la transmisión del mensaje, ésta pondrá
en evidencia la eficiencia del proceso auditivo (redundancia in-
trínseca) y los procesos cognitivos lingüísticas compensatorios
(redundancia extrínseca). Esto es lo que se pone a prueba en las
condiciones de trabajo de los sujetos muéstrales de ésta inves-
tigación ante el desempeño de L2 en adquisición o sin pleno
dominio del inglés.
La escucha adversa puede definirse como un input acústi-
co perjudicado por cuestiones del ambiente en que se propone
por ejemplo un ruido de fondo que opaque o compita con la
señal o incluso que la misma señal este degrada, filtrada o con
partes ausentes. Estas situaciones complejizan el procesamiento
auditivo y requiere de auxilio de procesos cognitivos para lograr
entender el mensaje que este input ofrece.
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Pero ¿qué sucede cuando no se puede recurrir a los pro-
cesos cognitivos pues el idioma en el que se opera la
escucha está en periodo de adquisición?
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Ilustración 3: Relación entre el condicionamiento del cierre auditivo en los
aspectos de la competencia fónica de hispanoparlantes con nivel de inglés
intermedio, propuesto mediante entrevista telefónica monoaural
(rango acústico filtrado entre 300 y 3000 Hz)
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templando las diferencias interaurales de tiempo e intensidad
y jerarquizar la figura sobre le fondo por ser una presentación
unilateral. Esto determina una situación de escucha adversa por
la condiciones en al señal objetivo debe ser analizada. También
una descompensación entre los recursos o habilidades en L2
como parte de los procesos cognitivos que involucran la redun-
dancia extrínseca (conocimiento limitado de la lengua en la que
opera) del cierre auditivo. Por tanto condiciona el desempeño
auditivo-verbal inadecuado por fallas en el cierre auditivo.
Esto es así, pues la discriminación resultante se logra en
situaciones comunicativas con señales competitivas filtradas
acústicamente y con un inacabado acceso al idioma. El des-
empeño verbal se manifiesta con una fluid z intermitente, dis-
prosodia y con pronunciación imprecisa. Esta situación mejora
cuando el sujeto, en la situación comunicativa, es sólo emisor
genuino, es decir, se expresa espontáneamente y mantiene el
control de las habilidades en inglés, (desempeño verbal auditi-
vo) sin tener que decodificar señales degradadas que no llega a
cerrar o a entender.
En este sentido, Roberts y Lister (2005) coinciden en que
los bilingües tienen mayor dificultad para el reconocimiento
del habla en ruido o en situaciones adversas de reverberancia.
La resolución temporal es indispensable para el logro y el des-
empeño de las habilidades lingüísticas (Samelli et al 2008).
También es preciso considerar que, bajo las dificultades de
comprensión del habla, pueden existir fallas de resolución tem-
poral, más aún si los entornos acústicos posibilitan situaciones
adversas o degradadas (Dubno J et al 2008).
Desde el análisis del puesto de trabajo y de sus condi-
ciones existen factores acústicos y psicoacústicos que ponen
en evidencia deficiencias de procesos auditivos ante la escucha
monoaural en oposición a la binaural. Ésta mejora esas defi-
ciencias al garantizar mayor estabilidad en los procesos de re-
dundancia intrínseca que impactan en la labor productiva de
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los sujetos que operan en estas condiciones de trabajo. Algunos
de los argumentos a favor de la binauralidad radican en la suma
de la sonoridad, ya que optimiza la discriminación de frecuen-
cias e intensidades para la comprensión del habla, pero no de
los patrones de duración (Samelli et al, 2008). La percepción
del habla por ambos oídos en contextos de ruido mejora la
identificación del habla-señal. Y esto es así porque la capacidad
del sistema binaural segrega las señales utilizando diferencias
interaurales de tiempo e intensidad, lo que colabora en la in-
teligibilidad del habla en situaciones adversas (Serra SV et al
2013). Siguiendo estos argumentos, Dubno et al. señalan que
el procesamiento binaural de oraciones se relaciona con el uso
de las diferencias interaurales de las señales. Éstas presentan
algunas deficiencias relacionadas con la edad, pero no con el
déficit para las detecciones más simples o para tareas de reco-
nocimiento auditivo (2008).
De este modo, en el caso de los sujetos de la presente in-
vestigación, es imprescindible garantizar una escucha por am-
bos oídos para optimizar el rendimiento de su cierre auditivo
en el segundo idioma del cual no tienen pleno dominio. La
audición binaural da lugar a procesos auditivos que permiten
la comparación de la recepción en los dos oídos, resolver com-
plejidades acústicas de las señales o del mismo procedimiento
audio-cognitivo y colaborar en la selectividad atencional de la
señal en presencia de ruido. En este sentido, Valencia García et
al. (2005), rescatan el valor del efecto de precedencia o efecto
Haas – mencionado por Kuttruff (2000)- como un mecanismo
que ayuda a localizar y a atender una fuente sonora.
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Capítulo 3
Situaciones coloquiales:
Formatos de la comunicación
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información no está acordada, ni pautada, y que el contenido
de los mensaje son de alta incertidumbre. Para ello, el sujeto
receptor dentro de este circuito debe apoyar en claves propias
de sus sentidos y en el conocimiento del código (lengua) que
se está utilizando. Se lo puede asociar al ambiente enriquecido
desde el punto de vista comunicacional y acústico-verbal.
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con desarrollo parcial de habilidades lingüísticas en un segun-
do idioma fónico, representan ambientes empobrecidos y limi-
tantes. De los extremos que definen ambos formatos uno alta-
mente pautado y estructurado a otro sin límites ni arquitectura
existe una transición que se puede asumir como de apertura
progresiva de la incertidumbre en los aspectos acústicos de la
información que porta el mensaje, como también de la carga
de redundancia lingüística de la misma. A estos formatos de
transición se los puede denominar semi-cerrado y semiabierto.
En ellos las situaciones coloquiales se enriquecen en cuanto a
la complejidad procesal tanto del contenido idiomático como
de la señal acústica en medios quizás de mayor adversidad de
escucha (efecto coctel party y por ejemplo escucha filtrada o
presentada monoauralmente. En un aprendiz de segundas len-
guas representa mayor compromiso en la dinámica del circuito
comunicativo y lleva a innovar y a impedir la fosilización por la
recreación bajo una conciencia metalingüística de nuevas for-
mas de expresarse. Vuelve al aprendiz un emisor que interactúa
y procesa la lengua no nativa en la que se desarrolla sin la nece-
sidad de traducir en la lengua madre, ni utilizar soportes como
diccionarios o traductores online.
42
En aprendices de lenguas fónicas el uso de texto, escu-
chas e interacciones más allá de los ámbitos académicos de la
lengua no nativa para cotidianizar el acceso a información es
una manera de expresar un alto riesgo a asumir. Por ejemplo un
hispanoparlante que está aprendiendo inglés y que acostumbra
a informarse o leer el diario en inglés, mira películas sin el sub-
titulado en español y puede interactuar con nativos anglopar-
lantes es un individuo con alto nivel de riesgo comunicativo y
gran promoción de innovación expresiva y comprensiva lo que
moviliza permanentemente sus habilidades para el inglés impi-
diendo que se estanquen.
Si por el contrario el individuo solo reduce su exposición
al inglés en los espacios áulicos de la enseñanza de la segunda
lengua (L2) limita su rendimiento a la artificialidad de la lengua
por tanto puede estancar su desarrollo fosilizando por transitar
escenarios comunicativos acotados, predecibles y contenidos.
Esto implica un bajo riesgo comunicativo
Situación similar se presenta en sujetos hipoacúsicos con
equipamiento audioprotésico que usan la lectura labial para
compensar su poca fiabilidad auditiva. El sujeto que interac-
túa con individuos oralizados sin usar como soporte la lectura
labial asumirá un gran riesgo comunicativo. Mientras que al
apegarse a la lectura labial y a contexto seguro desde lo acústico
y lo lingüístico lo llevara a impedir la innovación y a transitar
la oralización ajena y artificialmente
43
Capítulo 4
Bilingüismo
45
adulto (Camacho-Taboada 2009) donde se las interpreta de la
siguiente manera:
Representación L1 =A L2=B
Desde allí se postulan las siguientes interpretaciones e hi-
pótesis:
Hipótesis del Sistema extendido: Representación de am-
bas lenguas indiferenciada. Tienen más componentes, fonemas,
reglas sintácticas etc. L1 y L2 comparten un mismo sistema.
Representación ABABABAB
Hipótesis Sistema Dual: Cada lengua se almacena en un
sistema de conexiones diferentes con redes neuronales dife-
rentes. Hay dos conjunto de elementos lingüísticos, fonemas,
morfemas etc.
Representación AAAA = BBBB
Hipótesis Sistema Tripartito: Los elementos idénticos de
las lenguas comparten sustratos neuronales subyacentes y lo di-
ferentes tienen distintas representaciones neuronales.
Representación ABABABABABABA
AAA BBB
Hipótesis Subconjunto: Ambos lenguas comparten el
mismo sistema cognitivo, pero sus elementos comparten una
red separada de conexiones partes de un subsistema mayor que
los incluye.
Representación AAAAA BBBBB
Ahora bien, este postulado no aclara cuan activa o fun-
cional es L2 en estos casos o cuan bilingües son los sujetos de
cada caso o hipótesis. (Serra S, et al 2014)
Por lo que se observa cada categoría es descripta desde
distintos puntos de vista donde el fenómeno el bilingüismo
puede ser mirado desde un punto de vista psicolingüístico, so-
ciolingüístico y neurofisiológic .
Pero se diferencia de la cantidad de conocimientos y a
qué desarrollo de las habilidades de la lengua que un sujeto no
nativo debe tener y hace para considerarlo bilingüe.
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Desde una mirada que integra la visión fonoaudiológi-
ca, en el individuo que se comunica en una segunda lengua
(L2-Inglés) se pueden inferir aspectos neuropsicológicos que
muestran los conocimientos adquiridos del nuevo código (L2),
y también el desarrollo de las habilidades (hablar, escuchar, leer
y escribir) que manifiestan la aplicación de esos conocimientos.
El desempeño en L2 evidencia, un proceso de activación a fa-
vor de ésta y en supresión de L1 (lengua materna) en la funcio-
nalidad cognitiva del sujeto.
En adultos sanos, el lenguaje como función cerebral su-
perior opera el código de la lengua matriz (L1) procesando la
información de manera selectiva por la procedencia de la mis-
ma. Se interpretan dos analizadores que procesan la informa-
ción lingüística. Uno es el analizador verbal que opera sobre
la información lingüística de tipo semántico, a través de los
significados de las palabras y las categorías gramaticales que re-
presentan. Evidencia el proceso de pensar lo que se va expresar
o comprender lo que se dice. La selección y combinación de
estas unidades semánticas responde a un proceso entramado de
conceptos y sistemas de conceptos, el cual es infinito en poten-
cialidad. Los psicolingüistas mencionan la semántica cognitiva
como la consideración de las unidades lingüísticas como es-
tructuras cognitivas.
Luego de haberse codificado un mensaje (es decir, pen-
sado en lo que se quiere expresar) a nivel semántico se trans-
codifica al analizador cinéstesico motor verbal, que estructura
el mensaje con la información sintáctica–fonológica que se re-
quiere. El código fonológico posee señales finitas, esto es cada
sonido (fonema) correspondiente a la lengua que se habla en
una comunidad dada, posee básicamente, un aspecto percepti-
vo-auditivo y otro perceptivo-motor. Esta información provie-
ne fundamentalmente de la boca, nariz y laringe. Lo importan-
te es que este conjunto de rasgos actúa como una unidad y por
eso se la puede llamar estereotipo fonemático, formado por la
47
síntesis entre información propioceptiva de la zona oral y los
reforzamientos auditivos lingüísticos del medio.
Para expresar lenguaje a través de la oralidad se lleva a
cabo un programa motriz de los órganos fonoarticulatorios de
forma sinérgica y altamente coordinada. Aquí se procesarán las
manifestaciones fonéticas de la lengua. Podemos decir que la
expresión elocutiva del lenguaje se dá por el habla.
Al sobreimponerle en la operatoria funcional del lengua-
je, otro código nuevo (L2), que implica no sólo nuevo léxico,
sino también una organización secuencial distinta de las relacio-
nes entre los componentes del idioma (fonemas, palabras, com-
ponentes de la oración, etc.), requiere de una adaptación que
permite la convivencia y activación selectiva de ambos códigos.
Esta reorganización cognitiva se manifiesta en el desempeño en
L2, a través de lo que los investigadores describen como code-
switching que es el mecanismo que permite la activación de L2
y supresión de L1 y evidencia competitividad cognitiva.
En estadios tempranos del desempeño de L2, el code-
switching estaría poco desarrollado y su activación se daría de
manera voluntaria con la memoria de trabajo por lo que su
competividad cognitiva estaría en contra de L2. En estadios
avanzados se activaría naturalmente y sin auxilio de la memo-
ria. Esto revelaría la automatización neuropsicológica del me-
canismo y una competitividad cognitiva a favor de L2 con una
disminución del trabajo mental en el individuo.
El code–switching también se pondría en evidencia en la
fluid z discursiva en la que el sujeto se desempeña oralmente
en L2.
Otro aspecto de la reorganización neuropsicológica sería la
presencia de mixturas o interferencias inter–lenguas en el desem-
peño de L2 del sujeto cuando el bilingüismo no está estabilizado.
Esta funcionalidad neuropsicológica del sujeto se impri-
me en una nueva forma ocupacional-laboral, de la cual no exis-
ten estudios fonoaudiológicas hasta el momento.
48
El bilingüismo debe pensarse no sólo en un nativo his-
panoparlante aprendiendo inglés, o un nativo integrante de
pueblos originarios como los mapuches o aimaras aprendien-
do español, sino también, a los sujetos hipoacúsicos o sordos
que aprenden la lengua oral o escrita como segunda lengua
y que como todos los involucrados en estos procesos pueden
ser afectados por la fosilización y estancamiento de la segunda
adquisición que nunca está garantizada como la primera. La
naturaleza del contacto desde donde se desarrolla la segunda
lengua influirá psicológicamente en la organización cognitiva
y la competencia lingüística que el sujeto haga y en su dispo-
nibilidad comunicativa. Un papel importante en ese sentido lo
juega la audición, como ya se mencionara.
Profundizando, desde la psicolingüística, el bilingüismo
ha recibido varias definiciones. Una de ellas es la de Chin Wi-
gglesworth que lo define como extremos de un continuum de
la competencia entre las dos lenguas, pero el uso de ellas para
diferentes propósitos y diferentes contextos harían pensar que
la competencia en las mismas varía de un individuo a otro.
(Serra SV et al 2014)
Pero en el devenir de las posturas sobre el bilingüismo
es preciso mencionar a Bloomfield (1933) que lo define como
el control que un sujeto opera sobre la lengua meta, como na-
tivo de dos o más lenguas. Sin embargo, en esta noción no se
hace referencia ni se profundiza sobre qué implica el control y
qué constituye el nativo. Otros, como Dievold (1964), hablan
de un bilingüismo incipiente con una mínima competencia en
una segunda lengua (L2). Weinrich (1968) menciona al mismo,
como la práctica que alterna el uso de dos lenguas, sin poner
énfasis en cuánto conocimiento y desarrollo de las habilidades
(escuchar-hablar; leer-escribir) posee de la segunda lengua (L2)
para considerarse bilingüe. (Záňová, S, 2011)
49
Por su parte, Alarcón Neve cita a Romaine (1995) quien
clasifica el bilingüismo en tres categorías: la primera corres-
ponde a una coordinación del bilingüismo igualitario de dos
conjuntos de significados y dos sistemas lingüísticos. La perso-
na aprende el idioma en ambientes separados. Las palabras de
los dos idiomas pertenecen al significado específico, separado
del otro y se desarrollan y mantienen como lenguajes indepen-
dientes. La segunda categoría pertenece a la subordinada del
bilingüismo, donde al significado primario se le adjunta otro
sistema lingüístico y los bilingües coordinan la interpretación
de las palabras de su lengua más débil a través de las palabras de
la lengua más fuerte. La tercera categoría corresponde a un con-
junto de significados que mantiene a los dos sistemas vincula-
dos entre sí. En este caso, la persona que los aprende lo hace en
el mismo contexto y en el mismo tiempo, por eso mismo, un
concepto tendría dos etiquetas verbales. En esta tercera catego-
ría las lenguas son interdependientes. Esta última, sería el caso
de los sujetos en estudio, pues se espera que alternen códigos de
manera espontánea según el contexto laboral.
Para Macnamara (1967) bilingüe es aquel sujeto que lo-
gra desarrollar, en alguna medida, una de las cuatro habilidades
de la lengua (hablar-escuchar, leer-escribir), sin aclarar en su
interpretación qué nivel de desarrollo debe considerarse. Para
Titone (1976) el bilingüismo consiste en la facultad de expre-
sarse en una segunda lengua (L2) adaptándose fielmente a con-
ceptos y a estructuras propias de la misma sin parafrasear en su
lengua madre. Otros autores afirman que la persona bilingüe
puede expresarse en cualquiera de las dos lenguas sin dificultad
cada vez que la situación lo requiera. En este caso, la mención
de dificultad tampoco revela sobre qué nivel de desarrollo de la
lengua meta se encuentra el sujeto.
Ahora bien, se puede definir un fenómeno por la presen-
cia de determinadas características pero también por la ausen-
cia de las mismas.
50
Entonces ¿cuándo un sujeto no es bilingüe? Para Crystal
(1987) esta condición se da cuando el individuo hace un uso
irregular de una de sus lenguas, no la habla o escribe pero si la
comprende. Entonces una empresa que requiere un recurso hu-
mano que use una segunda lengua (L2) como herramienta en
la producción de servicios requiere también, una habilidad del
mismo en hablar y escribir y no solo en comprender ese código.
Ese desempeño laboral surge del aprendizaje y se desarrolla por
el contacto con la lengua meta. Este contacto influ e psico-
lógicamente en la organización cognitiva y en la competencia
lingüística que el sujeto hace de la herramienta idiomática.
Por otra parte, el valor del bilingüismo se observa en una
flexibilidad cognitiva superior a la presente en sujetos mono-
lingües. No como una actitud innata en el manejo de dos len-
guas sino como ventaja adquirida. Para Bain (1974), Cummnis
(1976), Turner y Myhill (1984) favorece la conciencia lingüís-
tica, entendida ésta como la habilidad de pensar y reflexionar
sobre la naturaleza y sobre las funciones del lenguaje, a nivel
fonético, sintáctico, semántico y pragmático; en la oralidad y
en la escritura.
51
El bilingüismo fue estudiado desde una -perspectiva so-
ciolingüística- a través de los procesos migratorios, cuando los
latinos se instalan en los Estados Unidos o donde conviven dos
lenguas/culturas en una misma región, por ejemplo en algunas
localidades de México o en Bolivia, donde surgen interpreta-
ciones sociales y también cognitivas en la convivencia de los
habitantes de ambas lenguas. Otras investigaciones se relacio-
nan con la recuperación de pacientes afásicos bilingües en su
lengua materna o en su segunda lengua (L2), dada la creciente
globalización y los procesos migratorios, cobrando notoriedad
en las ciencias de la salud.
La mirada del bilingüismo desde una perspectiva fo-
noaudiológica, requiere analizar las bases neurocognitivas que
lo posibilitan, que son propiamente del lenguaje, donde un
individuo adquiere una lengua materna (L1) y luego desarro-
lla habilidades en una segunda lengua (L2) en un progresivo
constructo de interlengua hacia la lengua meta (inglés), modifi-
cando por ello, procesos neuropsicolingüísticos, pero también,
procesos de permeabilización y entrenamiento perceptual de
escucha (en el caso de lenguas orales que nos ocupan) de nuevas
marcas fónicas que permitan producir sonidos de la segunda
lengua (L2), en una ejecución sinérgica, eficiente de la muscu-
latura oral como de la dinámica articulatoria del habla.
Dado que en los códigos lingüísticos en la convivencia
funcional cognitiva del individuo coexisten mecanismos de
cambio de códigos, mezclas e interferencias de una lengua
sobre otra pueden ser observados en el desempeño comuni-
cacional del sujeto en el segundo código. Ese desempeño se
traducirá por ejemplo en las habilidades de escuchar-hablar
en la sensorialidad oral, asertiva de nuevos patrones fonéticos-
articulatorios del habla propia de la segunda lengua (L2), pero
regulada y controlada por la sensibilidad auditiva de estímulos
nuevos de ésta segunda lengua (L2) .
Uno de los tópicos relevantes en la adquisición de segun-
52
das lenguas orales, es como ya se ha planteado, es el proce-
samiento auditivo desde la perspectiva de estímulos verbales.
Krizman J et al, postulan que existen modificaciones de ciertas
regiones del cerebro relacionadas a la cognición y que la ad-
quisición de segundas lenguas promovería cambios en la codi-
ficación básica del sonido en el tallo cerebral, optimizando la
atención y la habilidad de controlar la codificación del sonid .
Griffin también establece fases en el proceso de aprendi-
zaje de una segunda lengua (L2), o interlengua, a saber: Fase
uno o lengua emergente, donde el aprendiz se expresa con cier-
ta seguridad a través de palabras aisladas y fórmulas, sin anali-
zar su producción. Los errores se cometen al azar, pero son pre-
decibles. Es decir un bilingüismo en adquisición. Segunda fase
o lengua sistematizada, el aprendiz entra en un periodo de gran
inseguridad y comete muchos errores. Pero son sistemáticos.
El sujeto analiza sus conocimientos y empieza a elaborarlos,
creando sus propias reglas. Lo que puede considerarse un bilin-
güismo en desarrollo. La tercera fase o de lengua estabilizada,
es donde el aprendiz llega a un período de mayor corrección
en el que domina los elementos de su producción. Pueden per-
sistir errores, puede comunicarse con éxito y por eso deja de
hacer hipótesis en algunas áreas de su interlengua. Lo que se
puede interpretar como un bilingüismo estabilizado, donde se
automatiza el uso para diferentes tareas comunicativas. (López
Varón, A)
Cuando la interlengua del aprendiz se estanca, es decir
no se desarrolla en las habilidades de leer-escribir y escuchar-
hablar como ya se mencionara, se produce la fosilización, que
puede ser erradicados a través del aprendizaje y estimulación en
la lengua meta. Esta fosilización del inglés como herramienta
de trabajo en los sujetos muéstrales de la presente investiga-
ción, atenta contra la productividad laboral, provocando efec-
tos adversos, en los nativos hispanoparlantes que deben poder
dominarlo.
53
Como en todo proceso de aprendizaje existe una estan-
darización de niveles que se ajusta o que lo estipula el Marco
Europeo Común de Referencia para las Lenguas a través de un
organismo internacional que es la Association of Language Tes-
ter in Europe (ALTE) que es quien regula la enseñanza-apren-
dizaje y/o evaluación graduando la actuación o desempeño de
un sujeto para una lengua dada. Para el inglés, el organismo
determina 6 niveles agrupados en tres tipos de usuarios a saber;
un usuario básico que incluye el nivel inicial y el nivel elemen-
tal, un usuario independiente que incluye el nivel pre interme-
dio e intermedio y un usuario competente que incluye el nivel
superintermedio y el nivel avanzado.
De acuerdo a lo expuesto y más allá del proceso de apren-
dizaje de la segunda lengua (L2), y su estandarización interna-
cional, existen formas de evidenciar el desempeño oral de un
individuo de lo que se ha manifestado como entendido o com-
prendido (cerrado auditivamente). Algunas de éstas formas, se
vinculan más con procesos cognitivos, como lo son la construc-
ción de mensajes gramáticamente correctos en la lengua que se
está expresando el individuo, como así también otros que se
vinculan a los rasgos suprasegmentales o la fluid z con la que se
manifiesta la elocución luego del p oceso de cierre.
Desde una mirada neuro-psicoacústica, Krauss, mani-
fiesta que la ejecución cognitiva de tareas auditivas se debe a
una plasticidad subcortical de la vía auditiva responsable de
la redundancia intrínseca, integrada como parte de una red a
estructuras subcorticales y corticales, vinculadas por circuitos
aferentes y eferentes de los procesos de la actividad cortical.
Debe ponerse en consideración la afirmación que la adquisi-
ción de una segunda lengua (L2) modifica áreas corticales y
por tanto impacta en la organización cerebral. La neurogénesis
citada desde lo biológico propone una visión superadora de la
clásica neuroplasticidad, comprendida en sus comienzos sólo
como de cambios estructurales; Taleisnik la describe como el
54
agregado de neuronas nuevas al sistema, donde en el adulto se
integran a circuitos ya existentes o se crean otros. Por tanto,
el autor sostiene que es la proliferación, migración y diferen-
ciación celular donde la organización estructural se modifica
y también lo hace la capacidad funcional, fluctuando como
respuesta a las condiciones ambientales. La exposición a un
ambiente enriquecido incrementa el aprendizaje o lo reprime
hacia la apoptosis neuronal en situaciones de stress adversas. El
aprendizaje de diferentes tareas impacta en la neurogénesis del
hipocampo, aumentando su supervivencia neuronal en anima-
les que aprenden tareas y no en los que sólo las ejecutan. Por tanto,
el estancamiento que se describe como fosilización desde la mi-
rada psicolingüística tiene asidero en la perspectiva biológica.
Siguiendo con las evidencias biológicas dadas en la adqui-
sición de segundas lenguas y el bilingüismo, un aporte signifi-
cativo es lo del progreso de estudios a través de neuroimágenes.
En ellos existe una coincidencia que revela que la lengua matriz
o materna (L1 o de origen) y la segunda lengua, sobreimpues-
ta (L2 o meta), se localizan funcionalmente en la misma zona
cerebral donde la evidencia comienza a mostrar convergencia
hacia la noción de sustratos compartidos. De esto se desprende
que comparte la fisiología de la función lingüística. No obs-
tante, los autores no delimitan que nivel de desempeño de L2
existe en los sujetos estudiados.
Otros antecedentes son propuestos por Abutalebi y Green
refiriendo al hallazgo de representaciones neuronales conver-
gentes para la lengua materna y la segunda lengua adquirida,
basados en estudios de neuroimágenes combinados con estu-
dios de la afasia. Argumentan la existencia de redes neuronales
comunes y subyacentes a lengua materna y lengua sobreim-
puesta, tanto a nivel cortical como subcortical que participan
del control del lenguaje, selección léxica, compitiendo estas
estructuras para activar a la lengua matriz (L1) o primera por
encima de la segunda lengua (L2).
55
No es una actitud innata del manejo de dos lenguas sino
una ventaja adquirida por esa condición. Dado los argumentos
mencionados la coexistencia de dos códigos lingüísticos en un
mismo individuo puede manifestarse como una habilidad de
alternancia entre ambos.
Proverbio et al, sugieren que existe un fenómeno de in-
terferencia entre ambas lenguas intrasujeto, debido a fallas en
el mecanismo de cambio (code-switching) para controlar cada
lengua. Este mecanismo sería determinante en el desempeño
eficiente en la segunda lengua (L2). Éste desenvolvimiento de
un individuo en una lengua que le es sobre-impuesta requie-
re de una adaptación que permita, a nivel cognitivo, la con-
vivencia y activación selectiva de un código sobre otro. Ésta
activación cognitiva es control sobre el cambio de código o code
switching a favor de lengua sobre-impuesta o segunda lengua
(L2) y en supresión de la lengua materna en la funcionalidad
cognitiva del sujeto. Esta consideración es fundamental para
comprender el valor de la lengua como herramienta de trabajo.
El desempeño surge de un aprendizaje, y éste se desarro-
lla por un contacto con la lengua meta. Este contacto influ e
psicológicamente en la organización cognitiva y la competencia
lingüística que el sujeto haga de la herramienta idiomática.
Considerando la progresiva organización cognitiva dada
por el uso y evolución de las habilidades que el individuo hace
de esas dos lenguas y por tanto el dominio de una lengua no
nativa. Esto revela una convivencia que permite la alternancia
de códigos, donde hay mezclas o préstamos de las lenguas y/o
las interferencias intra e inter-lingüísticas que pueden reflejar
las implicancias neuropsicológicas de acomodación procesal
en el lenguaje que se evidencian en el desempeño.
Desde la perspectiva de estas lenguas, el español como el
inglés usa 40 fonemas, no obstante 9 de esos fonemas config -
ran la resolución de más de la mitad del comportamiento colo-
quial cotidiano. De la misma forma, 12 sílabas de más de 1370
silabas constituyen el 25 % de la frecuencia de uso verbal. El
56
español también es una lengua con un alto nivel de redundan-
cia, tiene un sistema fonológico corto y estable, con tendencia
a la silaba abierta, morfología y métrica hacia lo bisilábico. Es
decir, en individuos bilingües de estos dos idiomas podría exis-
tir una solidaridad cognitiva para operarlos por la característica
redundante de ambos.
57
sobre L2 sin recurrir a estructuras de L1 con palabras de
L2 para expresar ideas.
• Presencia de los componentes de la oración sujeto y pre-
dicado.
• Cohesión en las frases.
• Pertinencia en el uso de pronombres.
• En cuanto al inglés como L2, el uso de la voz pasiva
• El orden de elementos en la oración.
• La construcción de las palabras con asertividad fonológi-
cas-fonéticas.
Constitución análoga a la
Significación
fonológica de la seña
Forma que adquiere la mano para
Configuración
realizar un signo
Refie e a la mano:
Orientación palma hacia arriba, hacia abajo, hacia el
signante
Zona del Cuerpo donde ser realiza el
Lugar de la articulación
movimiento
Movimiento que realizan las manos
cunado ejecutan un signo: estos pueden
Movimiento
ser recto, de giros o giratorio, en vaivén,
quebrado.
Refie e a la dominancia manual del
emisor (diestro o zurdo) desde donde la
Plano o Punto de contacto esa mano toca otra parte del cuerpo la
palma el dorso de la mano o incluso la
yemas de los dedos
Acción que acompaña con el cuerpo o la
información que se le sobre-impone tal
Componente no manual como la expresión facial, movimientos
del tronco los hombros e incluso
oralizaciones
59
Estos aspectos son idénticos a los que menciona la foné-
tica articulatoria en cuanto a la sonoridad, punto y modo de
articulación en las lenguas fónicas.
L1 L2
La existencia de L2, aún no se ha expuesto formalmen-
te al usuario monolingüe por lo que existe ajena a él. Detecta
desde su cribado fonológico que permitió la adquisición de su
L1, la advertencia de que lo sonidos de L2 no se corresponden
a los de su lengua matriz y la combinación de ellos en palabras
y oraciones no le permiten entender mensajes más allá de las si-
militudes acústicas que pueda detectar, pero sin impacto sobre
procesos semánticos.
El usuario inicia la adquisicion de una segunda lengua,
pudiendo estar expuesto de manera formal y académica o de
manera informal.
L1 interlengua L1
La existencia de L2 se propone a través de procesos de
comparación y trasferencia de lo conocido. L1 es el marco re-
ferencial para la construcción cognitiva y el desarrollo de ha-
bilidades de L2. Entre ambas lenguas nace un proceso que irá
60
estructurando la adquisicion de L2, donde la interlengua será
el escenario cognitivo comunicativo desde donde el sujeto ela-
borará una actuación hacia la segunda lengua. L2 como código
es altamente diferente a la interlengua y ajeno aun al usuario.
Al ser una lengua fónica la que se pretende adquirir, per-
siste pero comienza a sensibilizarse el cribado fonológico que
permitió la adquisición de su L1, la advertencia de que lo so-
nidos de L2 no se corresponden a los de su lengua matriz y
la combinación de ellos en palabras y oraciones no le permi-
ten entender mensajes más allá de las similitudes acústicas que
pueda detectar, pero sin impacto sobre procesos semánticos.
Comienza a reconocer y producir palabras y estructuras básicas
de la L2.
L1 interlengua L1/L2
La interlengua se activa como actuación coloquial, persiste
la comparación y trasferencia de lo conocido. L1 sigue siendo el
marco referencial para la construcción cognitiva y el desarrollo de
habilidades de L2. Este marco lleva a desarrollar mecanismos de
traducción y trasferencia de sonidos de L1 a L2, también ocurre
en las construcciones gramaticales. Se actúa rudimentariamen-
te en L2 pero desde L1, es decir se piensa en la lengua matriz
pero se le adjudica las nuevas imágenes acústicas a los mensajes.
Comienzan a desarrollarse aspectos metalingüísticos que serán el
soporte de la adquisición del nuevo código. El usuario entenderá
la diferencia de cómo se escribe, como se pronuncia, como se ex-
presa gramaticalmente ideas desde L2, y hará conjeturas y juicios
que ayudaran a enriquecer la interlengua con mixturas, présta-
mos y alteraciones de código intercalando en las producciones
de L2, expresiones o construcciones de L1 para compensar sus
falencias. Aquí el usuario toma cierto dominio sobre L2 y puede
expandir sus escenarios comunicativos. Aun no se puede auto-
61
corregir pues es hegemónico el papel controlador de L1 sobre
lo comunicacional incluso en actuaciones de L2. Si se estanca la
actuación y no se continúa el desarrollo hacia L2 pueden fosili-
zarse las producciones afectado la evolución y performance de
una segunda lengua.
L1 interlengua L1/L2
La interlengua se activa como actuación coloquial pero
logra autonomía pues al operar en el segundo código el usuario
no retorna al primero. Estabiliza su desempeño desde la cons-
trucción cognitiva y el desarrollo de habilidades de L2.
Los aspectos metalingüísticos son sólidos y solventan el
pensamiento que precede a la producción en L2. Ya no requiere
el usuario comparar con L1, las reconoce diferentes y a pesar
de que aun la interlengua no se asemeja fielmente a L2, siguen
ocurriendo mixturas, prestamos. Se observa interferencia en L2
de L1 y en desempeño de L1 apariciones de palabras o expre-
siones de L2.En esta etapa el sujeto puede autocorregirse.
L1 L2
El usuario es un sujeto bilingüe coordinado puede pensar
en cualquiera de los idiomas que opera. La adquisición de L2
está estabilizada y coexisten ambas lenguas en el repertorio co-
municacional de individuo. L2 es una habilidad natural como
así también su conocimiento.
62
Capítulo 5
Salud ocupacional
63
Las acciones sanitarias de higiene y seguridad laboral lle-
van a la prevención, a la intervención en enfermedades y acci-
dentes, al control o la eliminación (en el mejor de los casos) de
los factores y condiciones que ponen en peligro la salud y la se-
guridad del trabajo. La fonoaudiología ocupacional en relación
a los hábitos responsables asume la promoción de la seguridad
y salud comunicacional en el ambiente de trabajo. Coincidien-
do con este postulado Cifarrelli V, et al sostienen que el proceso
del trabajo para lograr un producto o servicio, se vincula la
salud de quien lo lleva a cabo. Por lo que la productividad y la
salud son caras de una misma moneda. Implica como se usa
el cuerpo, habilidades motrices, sensoriales, y cognitivas que
pueden dar lugar a malestares o incluso enfermedades ligadas
al trabajo en sí mismo.
Lima Mompó G, et al. citan que los conflictos psicológi-
cos y la inadaptación del hombre al trabajo pueden afectar la
salud mental y también el funcionamiento neurovegetativo del
organismo. Esto impacta en la optimización y el mantenimien-
to de su capacidad laboral y/o productiva.
La salud ocupacional se concibe como la promoción en
los trabajadores de una vida social, económicamente produc-
tiva, de manera activa y protagónica, hacia el desarrollo social
sostenible, que implica la toma de responsabilidades tanto al
sector que propone el trabajo (empleador) como al trabajador
(empleado), en el mantenimiento de su salud y en las implican-
cias sociales. Uno de los paradigmas de éste ámbito promueve a
que existan excelentes condiciones en el ambientes de trabajo.
Esto implica la opción de mejoras, en el mismo y sus condicio-
nes, donde se responsabiliza tanto al empleador como a los tra-
bajadores en la gestión, implementación y uso de las mismas.
Las enfermedades o accidentes laborales son causados por
las condiciones o el medio ambiente de trabajo. Prevenirlas es
parte de la acción de profesionales de distintos ámbitos como
ingenieros, médicos y fonoaudiólogos. Para ello es vital reco-
nocer a los agentes o las zonas de riesgo en el espacio de trabajo
64
y el fonoaudiólogo que presta servicios ocupacionales debe co-
nocerlos, como así también todo lo que atañe cuestiones acerca
del trabajo del operario en relación a su salud comunicativa.
Por ejemplo: saber cómo se desarrolla, qué condiciones implica
y en qué ambiente se lleva a cabo.
Se presenta una confusión muy común entre indicadores
de salud o ausencia de riesgo (preocupación de trabajadores y
de las ciencias de la salud) e indicadores de productividad o
rentabilidad de la empresa (preocupación empresarial) en las
que deben delimitarse como buenas condiciones de trabajo. Es
preciso pues, abordar en las nuevas formas de trabajo, las he-
rramientas que emplean, la magnitud de asertividad y control
de ellas para generar un trabajo productivo para entender que
pueden de estos nuevos escenarios laborales surgir nuevos ries-
gos antes impensados.
Por tanto, ningún proceso productivo desestima u análi-
sis de las formas en que se ejecuta el trabajo y la organización
que lo sostiene.
Es preciso entonces identificar y/o focalizar el riesgo para
controlarlo o eliminarlo. Para ello debe reconocer elementos en
relación a los siguientes parámetros:
Riesgos
¿dónde se genera el riesgo ¿Dónde y cómo se trasmite?;
¿Dónde se emite? ¿Cómo se recepta?
¿Es eliminable, limitable o
¿Qué consecuencias ocasiona?
controlable?
Qué parámetros se pueden
El aislamiento implica acciones
disponer para aislar el riesgo de
sobre las condiciones o sobre el
los trabajadores involucrados en
ambiente o ambos?
relación a él?
¿Implica que los involucrados ¿Existen parámetros de prevención
adopten hábitos diferentes? del mismo?
65
Entonces se debe analizar si se requiere propuestas de
concientización, capacitación y control para aislar el riesgo y
sus consecuencias.
Desde el ámbito de la Higiene y Seguridad laboral, se
genera el diseño de un mapa de riesgos, desde donde se cataloga
y clasifica los parámetros de medición pertinentes para los mis-
mos. El mapa es un esquema que incluye aspectos de cualquier
espacio de trabajo y colabora en la identificación de los mismos.
El mapa incluye entonces los siguientes aspectos: micro-
clima de trabajo, contaminantes del ambiente, sobrecarga muscu-
lar, la sobrecarga psíquica, y los factores de seguridad. Profundi-
zando cada uno, involucra los siguientes:
Microclima de trabajo: hace referencia a parámetros que
son constantes en todos los ámbitos pero que en exceso o dis-
minuidos pueden enfermar. En este aspecto se incluyen la tem-
peratura, humedad, ruido, presión atmosférica, ventilación.
Contaminantes del ambiente: se pueden identificar los que
provienen de medios químicos, físicos o biológicos. Los conta-
minantes químicos son, por ejemplo, gases (monóxido de car-
bono, acetileno, etc.) polvos (como el amianto entre otros) y
por último, humos (provenientes del estaño, plomo, etc.) Los
contaminantes físicos provienen de dos categorías: de las radia-
ciones y de las vibraciones. En las primeras, se identifican las
ultravioletas, infrarrojas, entre otras. En las segundas, el ruido
es uno de los contaminantes importantes para la fonoaudiolo-
gía. Por último, la categoría de los contaminantes biológicos
son los vinculados a bacterias, hongos, virus o parásitos.
Sobrecarga muscular: hace mención a trabajos de esfuerzo
desmedido, posturas incorrectas.
Sobrecarga psíquica: tensión, miedos a perder el trabajo,
turnos rotativos que trastornan los ritmos biológicos y psicoló-
gicos, como así también los vínculos sociales. Alienación, tra-
bajos monótonos y con carencia de creatividad, entre otros.
Factores de seguridad: en cuestiones edilicias, como de-
66
ficiencias de edificación, maquinarias sin protección, trabajos
peligrosos sin protección debida. (Parra 2003, Brizuela et al
2009)
Es fundamental entonces reconocer en este mapa de ries-
gos, en qué lugar se puede incluir la lengua como nueva herra-
mienta de trabajo y contextualizada en las condiciones en las
que se opera la productividad de esta herramienta.
Meliá JL et al (2006) rescatan que en 1984, un comité
mixto del Organismo Internacional del Trabajo y la Organiza-
ción Mundial de la Salud menciona a los factores psicosociales,
dentro del mapa de riesgos ocupacionales, como la interacción
entre el trabajo y las capacidades, cultura y condiciones perso-
nales externas al trabajo. Dentro de una empresa, una gestión
sobre las personas que optimice las tareas o las actividades a
desempeñar, con condiciones referidas al entorno laboral pro-
picio, conlleva a una eficiente organización general con mayor
satisfacción y mejoras en el rendimiento productivo.
Desde la noción de riesgos la clasificación de la Higiene
y Seguridad Laboral entonces, se aborda a los aspectos o las
formas de organizar el trabajo que causan sufrimiento y que
deterioran la salud, en especial la salud psíquica. Estos son los
riesgos llamados organizacionales y lo psicosociales son los últi-
mos riesgos reconocidos e incluso hoy existe el debate sobre su
contenido y alcance, con visiones diversas sobre su significad .
En parte es lógico que así sea, pues alude a causas y efectos, en
muchos casos, poco medibles o intangibles, desde la medicina
laboral tradicional y la ingeniería.
Los riesgos organizacionales y los psicosociales no son lo
mismo, pero ambas definiciones tienen importantes aspectos
que deben ser rescatados. Los riesgos organizacionales hacen
referencia al impacto de las formas en que está organizado el
trabajo y la producción en la salud de los trabajadores, tanto en
la salud física como psíquica. Así mismo, los riesgos psicosocia-
les rescatan el aspecto de la salud mental y del sufrimiento psi-
67
cológico en el trabajo. Por lo tanto involucran a las formas en que
se organiza el trabajo y la producción. El diseño de los mismos en
el proceso productivo determina directamente una multiplicidad
de riesgos que afectan al trabajador. También hay que considerar
los riesgos psíquicos porque afectan las emociones y la situación
psicológica del trabajador (conjunto de actos y funciones de la
mente), y se denominan sociales porque están determinados jus-
tamente por la forma social en la que se organiza el trabajo. Por
tanto una habilidad lingüística productiva ligada al uso de un
idioma no materno es incluida en los riesgos psicosociales, por
las implicancias cognitivas que esta habilidad supone.
Desde los movimientos sindicales de distintas partes del
mundo se pueden rescatar la que origina el Instituto Sindi-
cal de Trabajo, Ambiente y Salud, promovido por Comisio-
nes Obreras de España. La misma es una escala ofrecida por
el método CoPsoQ (cuestionario Psicosocial de Copenhague)
desarrollado por el Instituto Nacional de Salud de Dinamarca y
en la conceptualización del Instituto Nacional de Higiene y Se-
guridad de España (INSHT), se ofrecen algunos aspectos para
la identificación de riesgos psicosociales, a saber: exceso de exi-
gencias psicológicas del trabajo, falta de influencia y autonomía
en el trabajo desde donde la tarea a llevar a cabo en términos
productivos no da posibilidades para aplicar conocimientos,
habilidades o que carecen de sentido. Otro aspecto se remite
a las relaciones entre trabajadores del mismo rango y con los
de un rango superior y las actitudes de los mismos: se incluyen
aquí tareas que no permiten el trabajo solidario o articulado de
apoyo, por estar mal definidas las tareas o delegadas sin la in-
formación adecuada, con el hostigamiento de los responsables,
desde los rangos más altos. Por ultimo las escasas compensacio-
nes del trabajo donde se pueden reconocer las precarizaciones
contractuales, cambios a un puesto de mayor responsabilidad
sin la compensación del mismo, falta de reconocimiento por la
tarea realizada, etc.
68
Es pertinente profundizar estos los aspectos descriptos
interpretando el trabajo de un recurso humano que produce
servicios utilizando un idioma no nativo como herramien-
ta de trabajo teniendo en cuenta la relación entre los recur-
sos personales y demandas laborales. Así se pueden reconocer
las exigencias como una ruptura de la relación de los recursos
para abordar una tarea y las demandas que de ella surgen. Las
exigencias psicológicas cuantitativas remiten al desajuste en la
relación entre el volumen o cantidad de la tarea encomendada
y el tiempo disponible para llevarla a cabo. También se recono-
cen exigencias psicológicas cognitivas devenidas de la toma de
decisiones y el manejo de conocimiento. Las exigencias cogni-
tivas no pueden considerarse nocivas, ni beneficiosas, pero la
sobrecarga puede llegar a sobrepasar al trabajador. Sólo pueden
ser beneficiosas cuando conllevan al desarrollo de habilidades
necesarias. Además la carencia de autonomía de trabajo ligada
a un incremento o innovación de la tarea, sujeta a controles
directos o indirectos que limitan a la actuación de los niveles
operativos del empleado. Asimismo la falta de sentido del tra-
bajo debido a tareas monótonas o empobrecidas o formateadas
que impiden al trabajador otorgarle un sentido y apropiarse de
la estima sobre su productividad.
Estas características revelan la relación entre recursos del
individuo para llevar a cabo la tarea con autonomía y expan-
sión productiva, y las demandas que surgen del contexto la-
boral para poder cumplirlas. Esto es clave para interpretar la
presencia de riesgo psicosocial y organizacional.
69
Caracterización de los
División Subdivisión
riesgos- Mapa
Microclima de trabajo
Contaminantes del Químicos- Físicos.
ambiente Biológicos
Factores de seguridad
Riesgos psicosociales y
Sobrecarga psíquica
organizacionales
Sobrecarga muscular
70
Capítulo 6
71
reclutan recursos humanos para la atención de clientes vía In-
ternet o telefónica como así también profesionales ligados al
ámbito de la tecnología, por lo que se ve la necesidad de desa-
rrollar sus estrategias de mercados alineadas a políticas de ca-
pacitación en idiomas. Este fenómeno es objeto de la fonoau-
diología pues vincula a la audición y al lenguaje y dentro de las
nuevas formas de trabajo no reviste una vasta investigación.
Es por ello que se estudia aquí a empleados hispanopar-
lantes nativos, de empresas productoras de servicios quienes
como modalidad de trabajo operan en una segunda lengua
(L2), por ejemplo el inglés, a través de conversaciones vía tele-
fónica. En muchos casos hacen uso de auriculares monoaurales
con micrófonos incluidos (Headset), en amplias oficinas donde
se concentran múltiples box de trabajo, poniendo a prueba el
procesamiento auditivo de sujetos norma-oyentes que han in-
tegrado su lenguaje en español, como lengua materna (L1). En
esas condiciones, el sujeto debe procesar una señal competitiva:
en un segundo idioma del que no se tiene pleno dominio y en
presencia de ruido de fondo, señal que esta degradada o filtrada
(en el rango acústico permeable en vía telefónica entre los 300
hz y los 3000hz) y siendo el input de entrada unilateral (un
solo oído). Estas condiciones laborales constituyen un contexto
de escucha adversa, donde se plantean desventajas productivas
para el empleado que no tiene pleno dominio del inglés o está
en pleno proceso de desempeño de L2. Profundizando el aná-
lisis particular del input ofrecido a estos trabajadores, quedan
excluidos los sonidos representados más allá de los 3000 hz,
por ejemplo, quedan filtrados los sonidos fonéticamente “SH”,
“F”, situación ésta determinada por las condiciones tecnológi-
cas propias de la comunicación telefónica (como ya se lo men-
cionara).
Tanto el inglés como el español son lenguas comerciales,
que se convierten en herramientas laborales en empresas glo-
balizadas. Los empleados que las utilizan, desde la mirada del
72
mercado, son activos intangibles y su desempeño impacta en
el valor de su productividad. El empleador se ve obligado al
desarrollo del capital humano, a través de capacitaciones donde
los servicios que brindan se ven optimizados y jerarquizados.
Las habilidades, el conocimiento y capital intelectual de los re-
cursos humanos son hoy objeto de estudio de las empresas de
servicios al cliente, donde la productividad está ligada a esos
aspectos. Su identificación, medición y evaluación es campo de
estudio de la dirección de empresas y son el sustento de ventaja
competitiva y un elemento diferenciador entre las empresas.
El desempeño en un idioma, como herramienta de traba-
jo, es un ejemplo de lo que las empresas llaman activos intangi-
bles, éste fenómeno del mundo laboral aún no ha implicado a las
ciencias médicas como responsables de la salud laboral y produc-
tiva en estos trabajadores. El carácter intangible en el mercado,
se refie e al valor de los recursos humanos en cuanto a qué saben
y qué saben hacer. Podría parecer no abarcativo al campo de la
salud ocupacional, o que la misma no está en riesgo. Ross y Ross,
afirman que el capital intelectual al ser evaluable puede ser admi-
nistrable, y viceversa en una empresa. El mismo capital requiere
entonces de un análisis multidimensional.
Duran Herrera, (2004) propone la existencia de empresas
donde la lengua o lenguas en las que operan sus negocios deter-
mina la agresividad y eficiencia comercial como así también las
relaciones institucionales (intra e inter-empresa) internaciona-
les. Además así, jerarquizan sus recursos humanos a través del
desempeño de L2 como estrategia de mercado. El idioma o len-
gua es entonces un valor económico y comercial en sí mismo.
Existen empresas con cierto grado de diversificación geográfi-
ca que pueden ser consideradas incluso como una comunidad
lingüística, esto le da a la empresa la categoría de trasnacional.
Alonso J, menciona que la pertenencia a una comunidad lin-
güística tiene efectos económicos al definir los componentes de
identidad y cohesión social de una comunidad y al sustentar
73
toda una serie de actividades cuando se aprecia a la lengua des-
de una naturaleza comercial. Las empresas entonces, tienden al
desarrollo del capital humano, con políticas de capacitación, de
acuerdo a las políticas de mercado, donde el posicionamiento
del idioma cobra gran relevancia.
El valor de la lengua ubica al inglés en segundo y al es-
pañol en tercer lugar como instrumento de comunicación.
Ambas reúnen intereses comerciales, económicos y de las re-
laciones institucionales para el mercado laboral. El inglés se lo
considera como lengua de comunicación internacional, y como
fenómeno global. La amplia difusión del español, y el desarro-
llo de internet, hacen de éstas dos lenguas soportes comerciales
en el proceso expansivo de la comercialización de las empresas.
Garrido citando a Steger, refie e cinco componentes de la glo-
balización de las lenguas: el número cada vez menor de lenguas
en el mundo, las migraciones, el turismo, el aprendizaje y el uso
de las mismas predominantes en internet y en las publicaciones
científicas internacionales. La globalización impacta no sólo en
qué se comunica (textos o mensajes) sino la formas en que se
lleva a cabo la comunicación, comprimiendo el tiempo, el es-
pacio y las relaciones.
Actualmente las empresas entienden, que para desarrollar
un recurso humano, es preciso capacitarlo pero no sólo en la
adquisición de conocimientos en una lengua meta, sino tam-
bién el desarrollo de las habilidades que se espera que desempe-
ñen laboralmente (hablar-escuchar, escribir-leer). Más allá de
las estrategias de didactización del idioma, hay que compren-
der la magnitud de lo que estas habilidades representan en las
capacidades del individuo. El desempeño bilingüe, es un pro-
ducto de un proceso de aprendizaje dado por la progresión en
etapas de exposición a la lengua destino (L2), desde un nivel
inicial donde la actuación es limitada y casi dependiente de un
vocabulario escaso y estructuras gramaticales simples a un nivel
avanzado donde el desempeño es competente y versátil para
74
abordar cualquier situación comunicativa, por más impredeci-
ble que sea el contenido de la misma. El proceso de adquisición
de una segunda lengua (L2), se va construyendo de manera glo-
bal como un sistema aproximado desde la lengua matriz (L1)
o materna del aprendiz constituyendo por sí mismo un sistema
lingüístico en estado continuo de crecimiento y fluctuación ya
mencionado como interlengua.
Para las empresas, sus trabajadores bilingües, son recursos
humanos o activos intangibles, pues su productividad está ba-
sada en competencias y saberes que éstos poseen.
Hasegawa et al, mencionan la evidente demanda cog-
nitiva en la comprensión auditiva de oraciones en inglés, en
sujetos no nativos de ese idioma a través de sobre-posición de
áreas corticales activadas. Esta expresión revela que hay un cos-
to funcional en la operatoria cognitiva diferente en la escucha
comprensiva de una lengua que no sea la lengua materna (L1),
para el sujeto.
El desempeño en el aprendiz en periodo de interlengua li-
mitaría las situaciones comunicativas que puede dominar cuan-
do estas ocurren en la segunda lengua (L2) (L2). Los formatos
de la comunicación donde la información está anticipada, pre-
establecida con gran nivel de predictibilidad en los conteni-
dos, vocabulario específico o mensajes, escasa la variabilidad de
intercambios de roles de la comunicación (emisor-receptor) y
limitaciones en la comunicación con diferentes interlocutores
son parte de situaciones artificiales, no espontáneas y de gran
estancamiento propias de una falta de control de la lengua en
la que ocurren esas situaciones comunicativas. Entonces, y bajo
los argumentos psicolingüísticos y biológicos serían contextos
laborales empobrecidos que optimizarían la posibilidad de fo-
silizar la actuación de la lengua, donde el sujeto no aprendería
tareas sino la ejecutaría sin aprenderlas.
Pre-establecer una situación comunicativa laboral impli-
ca estructurar diálogos, acordar vocabulario y posibles inter-
75
venciones comunicativas en relación a la tarea que debe realizar
el sujeto. Éste sería el caso un empleado sin competencias su-
ficientes en la lengua destino (L2) en la que debe operar labo-
ralmente.
76
Capítulo 7
77
espontánea con un uso flexible y efectivo del idioma para fi-
nes sociales, académicos y profesionales. Puede producir textos
claros, bien estructurados y detallados sobre temas de cierta
complejidad, mostrando un uso correcto de los mecanismos de
organización, articulación y cohesión del texto.
Usuario independiente: aquí se incluyen individuos que
tienen nivel intermedio. Son capaces de entender las ideas prin-
cipales de textos complejos que traten de temas tanto concretos
como abstractos, incluso si son de carácter técnico, siempre que
estén dentro de su campo de especialización. Pueden relacio-
narse con hablantes nativos con un grado suficiente de fluid z
y naturalidad de modo tal que la comunicación se realiza sin es-
fuerzo por parte de ninguno de los interlocutores. Pueden pro-
ducir textos claros y detallados sobre temas diversos, así como
defender un punto de vista sobre temas generales indicando los
pro y los contras de las distintas opciones. El otro subnivel es el
pre-intermedio. En este nivel el sujeto es capaz de comprender
los puntos principales de textos claros y en contextos conocidos
y predecibles, ya sea en situaciones de trabajo, de estudio o de
ocio. Puede producir textos sencillos y coherentes sobre temas
que le son familiares o en los que tiene un interés personal.
Es capaz de describir experiencias, acontecimientos, deseos y
aspiraciones y, también, justificar brevemente sus opiniones o
explicar sus planes.
Usuario Básico: contempla dos subniveles; el elemental
donde el sujeto puede expresar información básica sobre sí mis-
mo y sobre su familia, sobre compras, lugares de interés, ocu-
paciones, etc. Sabe comunicarse en tareas simples y cotidianas
con intercambios verbales sencillos y directos de información
sobre cuestiones que le son conocidas o habituales. Sabe descri-
bir en términos sencillos aspectos de su pasado y de su entorno,
así como cuestiones relacionadas a sus necesidades inmediatas.
El otro subnivel es el Inicial. El sujeto es capaz de comprender
y de utilizar expresiones cotidianas de uso muy frecuente, así
78
como frases sencillas destinadas a satisfacer necesidades de tipo
inmediato. Puede presentarse a sí mismo y a otros, pedir y dar
información personal básica. Puede relacionarse de forma ele-
mental siempre que su interlocutor hable despacio, con pala-
bras familiares y bajo un contexto altamente predecible.
De esta manera, la nivelación permite clasificar a cada su-
jeto en el período de aprendizaje y de desarrollo que se encuen-
tra en la lengua meta. Por tanto aporta un parámetro tangible
para medir el nivel de uso L2 que un recurso humano puede
hacer.
Por consiguiente, el uso de un idioma visible desde el
punto de la lengua y el lenguaje por parte de la fonoaudiología
para la salud y en virtud de los riesgos psicosociales se pueden
analizar efectos laborales según las condiciones de los sujetos
que se abordan en el siguiente estudio, aprendices de segundas
lenguas o de competencia bilingüe.
Los efectos laborales pueden interpretarse como condi-
cionantes de riesgo psicosocial para la L2 (fosilización) si los
resultados de la evaluación( test de nivelación) determinan el
tipo de usuario y el nivel en inglés además de las condicio-
nes laborales para la producción de servicios en L2 (ambiente
enriquecido: formato abierto de comunicación; empobrecido:
formato cerrado). Por ello se establecen en el contexto laboral
y productivo dos tipos de efectos una favorable y otro adverso.
Efecto laboral favorable o ausencia de riesgo: se entien-
de cuando el empleado se comunica de manera eficiente en
inglés con formato abierto: baja predictibilidad y alto nivel de
incertidumbre en cuanto a mensajes y roles (emisor, receptor),
condición para asignación laboral inmediata con capacitación
simultánea de 120 horas.
Efecto Laboral adverso o presencia de riesgo: es cuando
el empleado no puede comunicarse eficientemente en inglés,
por lo tanto requiere un formato cerrado y alta predictibilidad
(proforma) para asumir intercambios coloquiales en L2. Ade-
79
más, el sujeto puede presentar disparidad en las evaluaciones en
las instancias oral y escrita o lo que manifiesta una heterogénea
actuación en las habilidades. Por tanto, requieren una capacita-
ción idiomática mayor a 120 horas, con demora en la actuación
productiva de L2.
Entendiéndose que empobrecer el ambiente (perspectiva
de la neurogenésis y los procesos neurofisiológicos que solven-
tan aspectos cognitivos) y formatear situaciones comunicativas
(psicolingüísticamente) en sujetos que no han completado ho-
mogéneamente su desempeño bilingüe, vulnera la salud pro-
ductiva del trabajador. Esto permite considerar como un riesgo
psicosocial laboral el uso de la herramienta -por su posibilidad
de fosilizarse (efecto laboral adverso o riesgo psicosocial adver-
so)- si no logra los aprendizajes de las habilidades necesarias
para que ese sujeto sea un usuario competente en la lengua
meta (L2), impactando en la productividad o actividad laboral.
Por ello, se advierte que si se potencializa el uso del idio-
ma sin estar el recurso humano desarrollado en las habilida-
des requeridas, se tiende a la operativización y estancamiento
en su valor productivo provocando efectos laborales adversos.
La fosilización por la permanencia en la interlengua, limita la
actuación profesional a situaciones altamente predecibles y a
formatos de comunicación muy cerrados. Desde la perspecti-
va neuropsicolingüística la fosilización o actuación operativa
estaría argumentando la falta de innovación que limita la neu-
rogénesis.
80
Capítulo 8
81
Por tanto, se propone analizar la actuación de un sujeto
en una segunda lengua (L2) como herramienta laboral y como
factor favorable de competitividad considerar la activación del
inglés sobre el español. Por el contrario, se producen efectos la-
borales adversos si dicha adquisición está en período de (inter-
lengua) o no presenta un desempeño homogéneo en las cuatro
habilidades. Estos son condicionantes de riesgo psicosocial por
la posibilidad de fosilizarse. Para ello es preciso conocer si:
82
Sujetos en estudios
Todos los sujetos hispanoparlantes nivelados en idiomas
que trabajan en empresas de Córdoba y Rosario de Argentina.
Prestan servicios de atención al cliente en informática y tecno-
logía. Los empleados, en su mayoría, son Ingenieros o Analistas
en Sistemas. Sus actividades laborales incluyen la atención a
clientes ubicados en todo el mundo a través de cuentas de la
empresa a la que pertenecen, por vía telefónica, mail, chat, etc.
Por tanto, ante la asignación laboral de una cuenta en inglés
deben usar las cuatro habilidades de la lengua fónica (L2), es
decir, deben producir servicios escuchando, hablando, leyendo
y escribiendo en esa lengua.
83
determina el diseño proyecto, se lo presenta a la empresa con-
tratante y también la asesora acerca de si es factible incorporar
en forma inmediata, con acompañamiento de las capacitacio-
nes, a algunos empleados a la tarea de servicio al cliente en el
idioma nivelado según los resultados obtenidos. Las capacita-
ciones involucran 120 horas para superar cada nivel.
Para esta investigación se utilizan los tests de nivelación
en inglés como segunda lengua (L2) realizados para empresas
que demandan capacitación y que pertenecen al rubro de infor-
mática y tecnología. Se circunscribe la muestra a compañías de
este rubro por la especialización dual de los recursos humanos
que requieren para la producción de sus servicios, por un lado
los conocimientos en informática y tecnología y por el otro
lado el idioma no nativo en el que llevan a cabo sus actuaciones
laborales.
La selección de la muestra cuenta con los siguientes cri-
terios:
Criterios de Inclusión de la Muestra
• Empleados hispanoparlantes como primera lengua (L1).
• Empleados de atención al cliente en inglés a través de lla-
madas telefónicas y virtuales en empresas de tecnología e
informática, habitualmente usufructuarias de este idioma
en sus actividades laborales.
• Empleados nivelados en dos instancias a través del test
pertinente, con un desempeño registrado en las habilida-
des de hablar, escuchar, leer y escribir en ese idioma.
Criterios de Exclusión
• Sujetos nivelados en forma particular o perteneciente a
otras empresas.
• Ejecutivos de las empresas incluidas en la muestra sin una
actuación laboral bilingüe constante.
• Empleados de empresas de atención al cliente nivelados en
otros idiomas que no sean el inglés.
• Empleados sin completar el test de nivelación en los dos
84
apartados (oral y escrito), es decir, que no han sido evalua-
dos en sus habilidades de escuchar-hablar y leer-escribir
en inglés.
85
escrita en los seis niveles que expresa el ALTE (inicial, elemen-
tal, pre-intermedio, intermedio, super-intermedio y avanzado).
Estos niveles expresan los conocimientos en las habilidades de
hablar, escribir, escuchar y leer en inglés.
Luego se registran los errores expresados o registrados en
cada test, ya sea a través de transcripciones literales de la perso-
na que evalúa o en conclusiones tales como: vocabulario pobre,
fallas en el uso de los verbos en tiempo pasado, etc. Asimismo,
los tests son analizados relacionando los parámetros del lengua-
je y las observaciones realizadas por la coordinadora académica.
A saber:
Cuadro A: Categorización de los errores citados en los tests según procesos del
lenguaje y el habla en situaciones comunicativas
86
PRONUNCIACIÓN / HABLA
ENTONACION
Adecuada: buena prosodia del inglés, natural.
Inadecuada: Prosodia del español, debe adecuar la prosodia, monotonía.
87
el evaluador la considera comprometida en un rango menor
a 5, y más de 6 como no comprometida. Este dato se recoge
considerando si el profesor a cargo en las observaciones deja
plasmado expresiones tales como: falta de fluid z o poca fluid z
oral. (Cuadro A)
88
Capitulo 9
Resultados
Capitulo 9 Resultados:
Ilustración 2: Relación entre los estadios del Bilingüismo y los efectos laborales
Ilustración
según los2: Relación
resultadosentre
delos
losestadios
test dedelnivelación
Bilingüismoeny los efectos
inglés laboralesasegún
realizados los
los sujetos
resultados de los test de nivelación en inglés realizados a los sujetos de empresas
de empresas telecomunicaciones e informática de Argentina.
telecomunicaciones e informática de Argentina.
90
En la investigación, se encuentra un predominio de su-
jetos en estadio de bilingüismo en adquisición y en desarrollo,
asociado a un mayor efecto laboral adverso. Esto implica un
riesgo psicosocial debido a la posibilidad de fosilizar el uso del
inglés como herramienta de trabajo. El sujeto laboralmente usa
el inglés ejecutando tareas en un estado de interlengua (actua-
ción no consolidada en la lengua destino -L2-) con producción
de errores sistemáticos que no son parte del inglés. El desem-
peño laboral va a requerir de contextos coloquiales altamente
predecibles o, lo que es igual, de formatos de comunicación
cerrados, pre-acordados o con proforma (Serra SV et al. 2011).
Esta situación se modifica si el sujeto es promovido cognitiva-
mente con capacitaciones en el idioma en el que debe trabajar.
De esta forma, se logra incrementar el nivel de desarrollo de las
habilidades y, en consecuencia, lo estabiliza en un usuario com-
petente que domina la herramienta y no que ejecuta las tareas,
base de su quehacer productivo (Serra SV2012).
Landone (2004) menciona, aludiendo a las afirmaciones
del Marco Común de Referencia, que la competencia plurilin-
güe y pluricultural fomenta la conciencia de la lengua, de la
comunicación y de las estrategias metacognitivas que permiten
al ser social un dominio conciente y un actuar espontáneo para
las tareas comunicativas en forma independiente. En este sen-
tido, Malavé establece que los fundamentos cognitivos de los
procesos para recuperar la información necesaria, organizarla
en ideas correctamente estructuradas, interpretar, inferir e in-
cluso aplicar conceptos pueden ser interrumpidos a causa de la
falta de adecuados esquemas vinculados a la apropiación y al
entendimiento de un idioma(1996).
Retomando los aspectos del Marco Común de Referen-
cia, Landone rescata que lo incompleto es intrínseco al apren-
dizaje de una lengua extranjera, o en este caso una segunda
lengua (L2), pues la interlengua se remodela, se desarrolla y se
reduce según las necesidades en las que opera el sujeto comuni-
91
cativamente (2004).
Salamova y Llorens (2008) describen que los recursos
personales, en este caso el dominio del idioma, operan como
amortiguadores del impacto negativo de las altas demandas
y la falta de recursos laborales. Más aún, desde la mirada de
los efectos laborales o riesgos psicosociales y organizacionales,
donde citan a Maslach (1993) quien describe el síndrome psi-
cológico Burnout a partir de ciertas características como el
agotamiento emocional, la despersonalización y una reducida
realización personal. Este síndrome está vinculado a profesio-
nes de servicio, pero también es extrapolable a otras actividades.
La reducida realización personal hace referencia a un limitante
en las competencias y en el logro laboral, lo que produce una
ineficacia operativa y profesional. El proceso descripto se des-
encadena principalmente en sujetos que laboralmente están en
contacto con clientes/usuarios, ya que esta situación les origina
malestar emocional. Luego, la valoración desequilibrada entre
los esfuerzos- resultados lleva a configurar un efecto laboral
adverso sobre las habilidades laborales. Por el contrario, como
efecto laboral favorable se considera al engagement -que no tie-
ne traducción abarcativa y literal en español- que se vincula con
la sensación de sentirse involucrado en el trabajo con altruismo
y con compromiso organizacional (Salamova y Llorens, 2008).
Salamova y Llorens mencionan que la atención focaliza-
da, la claridad mental, la concentración del esfuerzo y el con-
trol sobre la situación forman parte de los aspectos psicológicos
sobre el dominio de la herramienta laboral(2008). Esto es así
ya que la autonomía que logre el sujeto en el segundo idioma
en el que opera laboralmente conlleva a la autoeficacia, a la
proactividad y a la creencia de que puede llevar a cabo y bajo
su control su tarea. En esta tipo de situación, se puede observar
una clara sintonía entre los recursos personales disponibles y los
necesarios para hacer frente a su trabajo.
92
Relación entre desempeño oral en inglés y los errores en in-
glés registrados
La asociación entre el desempeño oral en inglés logrado
en el test de nivelación y los errores registrados es estadística-
mente significati a (p˂0.0001). Un 83% del nivel de desem-
peño inicial, un 80% del nivel elemental y un 84% del nivel
pre-intermedio presentan errores en su producción en la lengua
meta -L2-. Esta tendencia se revierte progresivamente en los
niveles más altos, ya que en el intermedio los errores están pre-
sentes en un 60%, coincidiendo idéntico porcentaje en el nivel
súper-intermedio. Y, por su parte, en el nivel avanzado no se
manifiestan er ores (100%).
Exceptuando el nivel avanzado, en todos los niveles de
desempeño oral en inglés se encontraron rendimientos defi-
Exceptuando el nivel avanzado, en todos los niveles de desempeño oral en inglés se
cientes en algunos de los parámetros de la lengua. Sin embargo,
encontraron rendimientos deficientes en algunos de los parámetros de la lengua. Sin
en unennivel
embargo, dede desempeño
un nivel oral logrado
desempeño oral logrado en el inglés en el inglés
en estadios en estadios
más cercanos al
más cercanos al inicial, se encuentra
inicial, se encuentra una mayor presencia de errores. una mayor presencia de
errores.
94
el discurso oral, se puede observar que el nivel inicial muestra
una competitividad cognitiva a favor del español sobre el inglés
en un 67%. En el nivel elemental esa tendencia se da en un
90% y en el nivel pre-intermedio en un 76%. Esta tendencia
se revierte desde el nivel intermedio donde la competitividad
cognitiva a favor del inglés sobre el español es de un 85%, en
el nivel super-intermedio es del 87% y en el nivel avanzado es
de un 100%.
fonológica
mejorando así sintáctica
la fluidez. En(2009). Esta
consecuencia, situación
el sujeto se cognitivamente
puede operar revierte ensobre los el
segundo idioma sin recurrir al español para expresarse (desde la necesidad de traducir). La
niveles de desempeño alto (intermedio, súper-intermedio y
interferencia del idioma (L1 sobre L2) puede afectar la recuperación léxica, compensando
esta interferencia con anomias y latencias o con fallas en la fluidez en el acceso a un idioma
recientemente aprendido (Bartolotti J, Marian V 2012). 95
avanzado) ya que al mejorar el desarrollo de las habilidades, la
interferencia del español (L1) sobre el inglés (L2) se minimiza,
mejorando así la fluid z. En consecuencia, el sujeto puede ope-
rar cognitivamente sobre el segundo idioma sin recurrir al espa-
ñol para expresarse (desde la necesidad de traducir). La interfe-
rencia del idioma (L1 sobre L2) puede afectar la recuperación
léxica, compensando esta interferencia con anomias y latencias
o con fallas en la fluid z en el acceso a un idioma recientemente
aprendido (Bartolotti J, Marian V 2012).
Al respecto, Gómez-Ruiz (2010) manifiesta que cuando
la competencia lingüística en la segunda lengua (L2) es baja, el
sujeto debe sustentarla con los conocimientos metalingüísticos
y con los aspectos pragmáticos del lenguaje que posee para,
de esta manera, poder ejercer un control sobre lo que produce
y/o interpreta de un enunciado. En este sentido, los aspectos
implicados en el idioma relacionan lo que se dice como un
contenido lingüístico con el mecanismo que se usa para decir-
lo como expresión lingüística. Por ello, al darse ambos en un
mismo acto comunicativo, se pone en juego la competitividad
cognitiva sobre el control en el idioma en ejecución (Mozillo
I.2009). Además, en una mejor actuación bilingüe existe una
menor participación del hemisferio izquierdo, mientras que el
hemisferio derecho es necesario en los niveles de interlengua,
propio de los estadios iniciales o en adquisición (tardía o tem-
prana) (Mägiste E 1987). Desde los estudios con neuroimáge-
nes se reconoce un aumento de la densidad de la materia gris
en la corteza parietal inferior izquierdo ligado a un grado de re-
organización estructural de esta región, modulada por el nivel
de competencia alcanzado y por la edad en la que se adquiere el
segundo idioma (Mechelli A et al 2004).
Mathews et al. afirman que existe una mayor actividad
del hemisferio derecho en el idioma no dominante, en este caso
el inglés(2010). Esto puede estar relacionado con una estrategia
de procesamiento en el que el cerebro recluta a las regiones que
96
pueden ser capaces de proporcionar información complemen-
taria sobre la naturaleza de los estímulos que procesa.
120%
100%
80% 44%
60% 85%
40%
56%
20%
15%
0%
No presenta errores en inglés Presenta errores en inglés
En elde análisis
En el análisis de la
la relación entre relación
los errores entre
del inglés en loslos errores
distintos delde inglés
aspectos la
lenguaen los distintos
-registrados aspectos
en la nivelación- de lalaboral
y el efecto lengua -registrados
en la muestra estudiada, en
se la nivela-
ción-ausencias
encuentran y el efecto
de erroreslaboral en laefecto
y un favorable muestra
laboral. estudiada,
Mientras que losse encuentran
sujetos que
ausencias de errores y un favorable efecto laboral. Los sujetos
presentan errores son aquellos que se relacionan con el riesgo laboral tendiente a la
que presentan
fosilización errores
de la interlengua o adverso.sonEstoaquellos que se relacionan
pone en consideración a la presencia con
de el ries-
errores, entre otros, como un indicador de riesgo de fosilización o de
go laboral tendiente a la fosilización de la interlengua o adver- un efecto laboral
desfavorable. Los mismos llevan a una actuación deficiente y a ser vulnerables emisores y
so. Esto pone en consideración a la presencia de errores, entre
receptores en situaciones comunicativas no predecibles o de baja redundancia. Sin lugar a
otros, como un indicador de riesgo de fosilización o de un efec-
duda, esto termina impactando negativamente en su desempeño laboral y productivo del
to laboral desfavorable. Los mismos llevan a una actuación de-
uso de inglés como herramienta de trabajo. La presencia de errores denota la falta de
autonomía en la segunda lengua (L2) como efecto laboral adverso, donde el control de
cómo desarrolla su tarea en inglés escapa al control de calidad de la misma, por desajustes 97
entre los recursos personales para hacer frente a las demandas laborales (Salamova y
LLorens2008).
98
predominio a favor de la nivelación en la instancia oral los errores en inglés se hallan
concentran en un 87%. En la instancia escrita se encuentran errores en un 88%. Dentro de
los desempeños heterogéneos se da una mayor presencia de errores, en oposición al
desempeño homogéneo de las cuatro habilidades de la lengua. Por tanto, el desempeño más
deficiente es una actuación desequilibrada con mayor presencia de errores en la instancia
escrita.
99
Se afirma que las herramientas usadas en el mundo del
trabajo no guardan en sí mismas peligro para la salud. Más
bien, son sus usos y sus aplicaciones las que revisten la necesi-
dad de un análisis desde las ciencias que las tienen como com-
petencia en su misión y accionar disciplinar. Entendiendo al
riesgo como vulnerador de la salud/seguridad laboral se hace
preciso descubrir indicadores del mismo, en la utilización de
nuevas herramientas y en nuevas formas de trabajo. En este
sentido, se debe llegar a un análisis de los aspectos humanos,
técnicos y organizacionales.
En este contexto el uso de un idioma no materno como
herramienta de trabajo, ligado al uso de las tecnologías para la
comunicación globalizada, promueve nuevas formas de gene-
rar, distribuir y prestar servicios en el marco de un mercado sin
límites geográficos. La lengua con valor comercial tiene un im-
pacto en la globalización, siendo el inglés el más estudiado en el
proceso de enseñanza-aprendizaje por su mayor tradición y por
ser considerado la segunda lengua (L2). Por motivos similares,
el idioma español es el que le sigue en orden de importancia
según lo propone Cestero (2008).
El bilingüismo es un valor cultural, aunque enfocado des-
de la salud ocupacional, como una evidencia neurocognitiva de
la productividad de un activo intangible (el recurso humano
que basa su desempeño laboral en él), se asocia a la escala de
riesgo, en cuanto a la higiene y seguridad laboral, como un
riesgo psicosocial. Esta última modalidad de riesgo no reviste
profundas investigaciones y normativas que la regulen según
Cifarrelli V et al (2011).
Esto obliga a repensar el bilingüismo como un fenóme-
no neurocognitivo y competencial ligado a demandas labora-
les, con la incumbencia de Ciencias del Lenguaje y de la Salud,
como lo es la Fonoaudiología. A esto se le suma la mediación
tecnológica de las comunicaciones en la que la herramienta
idioma se aplica. En este sentido, Salamova y Llorens la entien-
100
den como neutra en sí misma, es decir, sólo puede ser considera
como riesgosa laboralmente en relación a la percepción de las
demandas y de los recursos a la que el sujeto debe sumirse en
su tarea. Ello se vincula con el tecnoestrés, entendido como la
percepción de un desajuste entre las demandas y los recursos y
el uso de las tecnologías. Esto condiciona un alto nivel de ac-
tivación psicofisiológica no placentera y actitudes negativas, e
incluso la percepción de riesgo en el caso laboral.
Se entiende así que el bilingüismo, o proceso de adquisi-
ción de segundas lenguas de acuerdo a la psicolingüística, pue-
da ser medido a través de tests o pruebas estructuradas. En este
sentido, Treviño Ortega B (2011) menciona que las habilidades
que los exámenes valoran manifiestan una integración de las
estructuras lingüísticas con un sustento académico general, y
que las instancias de un examen tienen una alta correlación con
las habilidades que evalúan. Al aprender una segunda lengua
(L2) no se adquiere dos formas diferentes de actuar comunica-
tivamente, sino que se relacionan las competencias lingüísticas
precedentes. De este modo, se crea una competencia intercul-
tural como lo propone el Marco Común de Referencias para la
enseñanza y evaluación del aprendizaje de las lenguas.
Es por ello que los test son instrumentos confiables para
la recolección de datos en este tipo de investigación epidemio-
lógica ya que el abordaje propuesto, junto a la metodología
estadística aplicada, permiten la inferencia de asociaciones sig-
nificati as y extrapolables poblacionalmente como los propone
Soria et al. (2010).
El inglés es un idioma considerado universal por muchas
corrientes epistemológicas, debido a fenómenos tales como
la globalización, las ciencias y la comunicación en los ámbi-
tos académicos, y también porque puede ser estandarizado en
diferentes niveles. En coincidencia con los postulados de los
psicolingüistas López Varón y Griffi (2009), en esta investiga-
ción fue posible establecer la relación entre los tres estadios de
101
bilingüismo, concentrando esos niveles y el efecto laboral en la
muestra estudiada.
También se estudió la asociación entre el equilibrio de las
habilidades en las instancias de nivelación en la segunda len-
gua (L2) y la competitividad cognitiva de las lenguas inferidas
desde la fluid z en el discurso oral, se revela que el desempeño
homogéneo se asocia a un predominio de activación favorable
al inglés. El desempeño heterogéneo en cualquiera de las ins-
tancias, oral o escrita, está asociado a una competividad cogni-
tiva ligada a la activación del español sobre el inglés, donde la
fluid z verbal está intervenida nuevamente por fallas en la acti-
vación o cambio de código, mixing, préstamos e interferencias
de la lengua materna (L1) sobre la lengua sobre-impuesta (L2)
(Mozillo I 2009). Si bien la fluid z es medida en la oralidad,
también se tiene en cuenta en la instancia escrita como una
variable interviniente a fin de ajustar las asociaciones evitando
así que éstas sean espurias. Desde lo procesal, se postula que el
hemisferio derecho se recluta cuando al cerebro se le presenta
estímulos en un lenguaje menos familiar -con análisis de los
efectos de los picos de latencia en estudios neurofisiológicos
de un conjunto de representaciones en la L2 no dominante-,
similares a lo que se observa en los niños que están en el pro-
ceso de adquisición de su lengua materna (Roberts R, Lister J ,
2005).Coincidentemente con la afirmación que existe una red
común de regiones corticales implicadas en el procesamiento
de estímulos verbales familiares y desconocidos. Esto implica
un costo mayor procesal al involucrar otras regiones cuando la
información es en un segundo idioma, como muestra Mathews
et al (2010).
Por otro lado, es preciso mencionar que Treviño Ortega
(2011) postula el modelo de las habilidades que requieren un
enfoque integrado de Oxford R. como modelo de enseñar o
aprender un segundo idioma y lograr un buen desempeño, es-
timulando las cuatro habilidades principales: escuchar, hablar,
102
leer y escribir. La separación de estas habilidades atomiza y es-
tanca el desempeño, pues el idioma, en este caso el inglés, no
se trasforma en un medio auténtico de interacción comunica-
tiva. No se diseccionan las formas en que se expresa el lenguaje
sino que se las integra y domina para su uso autónomo. Este
aporte contribuye en favor de un sujeto que opera en la segun-
da lengua (L2) en forma independiente y competentemente, y
también, en detrimento de una actuación operativa o limitada,
sujeta a situaciones predecibles o con formatos cerrados de co-
municación. En un recurso humano es fundamental este análi-
sis sobre la proyección de la productividad/salud ocupacional.
En cuanto al equilibrio de las cuatro habilidades de la
lengua meta o segunda lengua (L2), desarrolladas de manera
homogénea y su relación con menor presencia de errores en
su actuación en inglés, Ivády (2007) menciona que Truscott
y Sharwood-Smith (2004) sugieren una visión modular del
lenguaje. Ellos postulan que existen dos formas de producir
salida de afluente en un segundo idioma. Uno es utilizando
la lingüística (más precisamente módulo fonético y sintáctico)
que es común a todos los idiomas conocidos. También cita a
Chomsky (1984) quien habla de una competencia alternati-
va, metalingüística, que no forma parte del sistema de lenguaje
natural. Esto es denominado conocimiento implícito, desde el
cual el aprendiz de una segunda lengua (L2) se autocorrige y
valora sus limitaciones de desempeño. Finalmente rescata que
Ellis (1996), por su parte, afirma que la interacción entre un
proceso metalingüístico y uno lingüístico es posible y, además,
que impacta en la mejora del rendimiento. Es por esto que a
mayor desarrollo de las cuatro habilidades, mejor dominio y
menor posibilidad de producir errores. De este modo, se puede
concluir en que una actuación con las habilidades desarrollas
en forma heterogénea aumenta la producción de errores en al-
gunos de los aspectos comunicacionales de la lengua por falta
de dominio y con tendencia a la fosilización si no se crean es-
103
cenarios comunicativos innovadores y no se promueve con ca-
pacitaciones en el idioma, como lo muestra el presente estudio.
104
el individuo puede asumir en el uso de la herramienta la-
boral. Y de esta manera, se pueden deducir los efectos la-
borales que ese control produce (2011).
• El aprendizaje de un segundo idioma implica complejos
procesos neurocognitivos. Skoe y Krauss (2010) y otros
autores (2007) refie en que la especialización auditiva
dada en los músicos, los hablantes nativos de idiomas, son
fuente de conocimiento de los procesos neuropsicológi-
cos y poseen evidencia en los estudios de neuroimágenes
o electrofisiológicos, donde el sistema auditivo integra las
funciones cognitivas y sensoriales.
105
Una de las etapas del proceso de adquisición de la lengua
destino-inglés es la optimización de estrategias audio-cognitivas
para comprender lo que se escucha, percibiendo el habla de la
segunda lengua (L2) dentro de aspectos acústicos precisos que
permitan el input fonológico (Escudero P, Boersma P 2004).
106
Capítulo 10
Otros Aportes
107
en la segunda lengua (L2) en el contexto laboral en situaciones
no preestablecidas (ambiente enriquecido). Pueden hacerlo en
formato abierto y con bajo nivel de predictibilidad y alto ni-
vel de incertidumbre en cuanto a los mensajes y roles (emisor-
receptor) expandiendo su capacidad productiva y en cuanto a
la salud ocupacional no existe el riesgo psicosocial laboral por
estos factores mencionados.
108
Tabla 2: Caracterización del perfil productivo y operativo para l2
109
disociación de la pronunciación y la escritura de una palabra
(grafema-fonema desde lo fonológico y fonético). Presenta fa-
llas en la escritura por carencias en la construcción de frases.
En cuanto a la habilidad de leer se observa que sólo puede
semantizar en la segunda lengua (L2) textos laborales, con vo-
cabulario técnico y específico, con una comprensión limitada,
donde entiende figuras, informes o manuales dentro de un área
y contexto altamente predecible. Está habilitado para inter-
cambiar opiniones, dar mensajes, sugerir, describir una situa-
ción concreta con un vocabulario reducido, también es capaz
de dar explicaciones, redactar un informe breve o argumentar
rudimentariamente.
El perfil operativo para L2 tiene implicancias desde la sa-
lud ocupacional en sus dos responsables la empresa y el recurso
humano, a saber:
Desde la perspectiva de la empresa, un recurso humano
hispanoparlante, prematuramente involucrado en la produc-
tividad sustentada en el inglés, representa, en un primer mo-
mento, una posible y relativa ventaja, pues favorece la incor-
poración rápida en la atención a clientes de cuentas en inglés.
El espejismo lleva a dilatar la capacitación en idiomas ya que
el desarrollo, desde un nivel inicial a un nivel pre-intermedio
eminentemente operativo, requiere una inversión de por lo
menos doscientas horas disponibles aproximadamente. Como
desventaja desde el empleador se pueden reconocer los condi-
cionamientos de las habilidades a la rutina y, por ende, limita-
ciones en la innovación y recreación del proceso de desempeño
de L2 y, por lo tanto, de su productividad. A pesar de crear
escenarios comunicativos altamente predecibles, con las escu-
chas monoaurales condicionadas por los filt os de la escucha
telefónica, no se garantiza independencia ni autonomía laboral
y mucho menos productivas a largo plazo.
Desde la perspectiva del recurso humano favorece la ten-
dencia a comunicarse en formatos semi-cerrados y con escaso
110
riesgo comunicativo. Esto fortalece el apego a la artificialidad
de la lengua en adquisición y a estructuras rudimentarias y, al
mismo tiempo, genera la necesidad de utilizar soporte en sus
actividades como diccionarios, traductores on line y manuales
de gramática en un actuar dependiente. Las actividades que
pueden desarrollar siguiendo el perfil operativo son: envío de
correos electrónicos con formatos predecibles, presentaciones,
participación en conferencias, llamadas telefónicas y diálogo
coloquial con nativos de la lengua con algunas limitaciones en
el cierre auditivo de los input recibidos, pues la redundancia
extrínseca no está colaborando en la comprensión de lo que
escucha. Producir laboralmente con habilidades sin desarrollo
implica un riesgo organizacional y psicosocial, ya que los re-
cursos para llevar a cabo la tarea sólo permiten ejecutarla y no
dominarla. Y esto sucede porque las demandas superan el esce-
nario laboral planteado, inequitativo, donde las exigencias del
contrato laboral no pueden ser cumplidas.
En el caso de sujetos con déficit auditivo equipados con
audioprótesis, donde la primera lengua (L1) es la de signos y
se acompaña con la lectura labial, como bastón compensatorio
del déficit. Estos individuos pueden transitar situaciones co-
loquiales asumiendo un alto riesgo si omiten el seguimiento
de los articulemas (posturas articulatorias de la actividad del
habla) del interlocutor. Esto es posible cuando existe un gran
progreso y confianza sobre lo que escucha, es decir sobre la
permeabilización que ha logrado la prótesis auditiva en el desa-
rrollo del lenguaje verbal y en lo acústico como señal procesable
y fiable para decod ficar el mensaje.
La fosilización
La fosilización es extrapolable más allá de la concepción
de interlengua en el proceso de adquisición de segundas len-
guas a aspectos propios de la terapéutica fonoaudiológica. Ex-
presa por lo descripto en la psicolingüística y confirmado por
111
la neurogénesis la posibilidad de describir una limitación en el
desarrollo desde lo deficiente a lo eficientes o desde lo adecuado
a lo superlativo de cualquier habilidad o destreza que manifie -
ta un conocimiento. Es por ello que la fosilización se vincula
al estancamiento en el desarrollo de una habilidad que se está
aprendiendo o rehabilitando.
Expresa un estado de apropiación y evolución del saber o
una competencia sobre algo que se sabe de carácter ajeno y ar-
tificial. Esto mismo lleva a expresar habilidades ejecutables con
errores o de modo imperfecto y no en pleno dominio de ellas,
con escaso nivel de creatividad o innovación de las habilidades
o competencias que expresan un limitado conocimiento subya-
cente. Estas habilidades no están naturalizadas, sino prematura
y precariamente automatizadas, además de estar ligadas a lo
operativo. Requieren en su ejecución un formato de gran pre-
dictibilidad, ambientes empobrecidos o con poca posibilidad
de innovación, determinando una ejecución acotada y automa-
tizada. Se detecta en ellas una desproporción entre los recursos
propios y las demandas del medio por su estancado desarrollo
y desempeño.
Se reconoce los errores de producción oral de los adultos
ligados a la pronunciación inadecuada de los órganos fonoarti-
culatorios del sistema fonológico de la lengua nativa como atro-
fi (Tarone, 1976), denominada fosilización fonológica, donde
los hábitos fisiológicos y la disminución de la “flexibilida ” del
cerebro que se da con el avance de la edad de adquisición y que
afecte a la pronunciación de la segunda lengua (L2) más que a
su sintaxis o su semántica. (Águila, 2005) De hecho la pronun-
ciación es el obstáculo más significati o en el desempeño en la
lengua no nativa para los que la están adquiriendo. (Lozano,
2005)
Es pertinente analizar la fosilización como indicador de
las limitaciones o alcance terapéutico. Si un sujeto en periodo
de estado posterior a un accidente cerebro vascular encuentra
112
desde su compensación interna un equilibrio fisiopatológico en
su lenguaje es adecuado trascender los límites del consultorio
y crear ambientes enriquecidos para que no fosilice la nueva
competencia lingüística si esta dista de la ostentada en periodo
pre-mórbido.
Por otra parte en el caso de los sujetos sordos, en proceso
de habilitación auditiva y de aprendices de lengua fónica con
lengua de señas como lengua matriz se debe enriquecer los es-
cenarios coloquiales de tal manera que esta última adquisición
no llegue a fosilizarse.
Las proyecciones de este estudio permiten sugerir, desde
una mirada neurocientífica, el apoyo de los presentes hallazgos
a la luz de los registros de estudio de neuroimágenes a fin de
cotejar implicancias neurofisiológicas en relación a los riesgos
psicosociales laborales en una segunda lengua (L2) como lo
son los aquí relevados. En la presente investigación se obser-
va que la Fonoaudiología requiere redimensionar la audiología
más allá del oído, entendiendo su acción de manera sincrética,
tanto en el aprendizaje como en el desempeño de destrezas lin-
güísticas que tienen correlato en la salud y en la productividad
laboral. También da lugar a próximas investigaciones donde los
registros de desempeño pueden ser cotejados con software pro-
pios de laboratorio de voz, habla y relacionados con actividad
electrofisiológic
113
Capítulo 11
Palabras finales
115
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áfonas (o de señas) 21
ambientes empobrecidos 42, 112
ambientes enriquecidos 41, 113
ámbito laboral. 107
análisis de la escena auditiva 32
apoptosis neuronal 55
aspectos cognitivos 33, 80
audición 27, 40, 49, 71, 72
ausencia de riesgo 65, 79
Autores: 4
B
bases neurocognitivas 27, 52
bilingüismo 45, 46, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 55, 100, 101, 102, 104
C
cambio de código o code switching 56
cerrar auditivamente 33
certidumbre 39
ciencias de la salud 52, 63, 65, 71, 115
ciencias del lenguaje 51, 115
ciencias médicas 63, 73
cierre auditivo 32, 111
circuito de la comunicación 39, 40
code-switching 48, 56, 94
código 33, 34, 39, 40, 42, 47, 48, 51, 52, 56, 94, 102, 107
coherencia auditiva 32
competencia fónica 21, 22
competencias bilingües 23
comprensión audio-verbal 22
comunidad lingüística 73
conciencia metalingüística 42
conocimiento implícito 23, 103
convivencia funcional cognitiva 52
123
D
dominio 24, 34, 40, 41, 42, 56, 72, 81, 87, 92, 94, 103, 104, 112, 115
duración 21, 28, 30, 31
E
efecto coctel party 42
efectos laborales 79, 80, 81, 82, 92, 98, 105, 107, 108, 115
ejecución fonoarticularia 28
emisor-receptor 39, 75, 108
enfermedades o accidentes laborales 64
enmascararse 32
entonación 21, 22, 31, 32, 87
equipamiento audioprotésico 43
escuchar 21, 27, 47, 49, 50, 52, 53, 74, 77, 81, 83, 84, 85, 86, 99, 102, 104, 109
estrategias fonológicas 32
estructuración de roles 39
eventos aperiódicos 28
F
figura-fondo 32
fluidez 32, 48, 54, 77, 78, 81, 82, 87, 94, 95, 102, 104, 107, 108
flujo verbal 28
fonemas 22, 27, 28, 29, 31, 32, 46, 48, 51, 56
fonemas sonoros 28
fonemas sordos 28
fónicas 21, 52
formato cerrado 41, 79, 108
formatos 39, 40, 41, 75, 80, 103, 109, 110
fosilización 23, 42, 49, 53, 55, 79, 80, 81, 97, 103, 104, 109, 111, 112
H
habilidades 21, 27, 41, 42, 43, 46, 47, 49, 50, 52, 53, 56, 64, 68, 69, 73, 74, 77,
80, 81, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 92, 95, 98, 99, 101, 102, 103, 104, 107, 108,
110, 111, 112
habilidades auditivas 21, 27, 41
habla (pronunciación o dicción) 22
headset, 72
herramienta laboral 71, 82, 92, 105, 107
higiene y seguridad laboral 64, 100
Higiene y Seguridad Laboral 67
hipoacúsicos 43, 49
hispanoparlante nativo 22
hispanoparlantes 53, 72, 81, 83, 84, 85
124
I
idioma 22, 27, 31, 33, 41, 42, 48, 50, 51, 68, 69, 73, 74, 75, 78, 79, 80, 81, 83,
84, 85, 87, 92, 94, 96, 99, 100, 101, 103, 104
imagen acústica 28, 29, 31
individuos bilingües 57
información acústica 21, 28, 31
información degradada 39
inglés 22, 24, 28, 34, 41, 43, 49, 52, 53, 54, 56, 72, 74, 75, 79, 81, 82, 83, 84, 85,
86, 87, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, 103, 104, 106, 109, 110
input 27, 32, 42, 72, 106, 111
input acústico-verbal 27
instancia de nivelación 83, 104
integración temporal 28
interacción en contextos acústicos- comunicativos 22
interferencias 25, 48, 52, 56, 87, 94, 102, 109
interlengua 23, 52, 53, 75, 80, 82, 87, 96, 97, 104, 111
Interlengua 24
intra e inter-lingüísticas 56
L
la lengua matriz o de origen (L1), 23
lectura labial 43, 111
lengua madre 23, 24, 42, 50
lengua materna 22, 25, 27, 47, 52, 55, 56, 72, 75, 82, 87, 102
lengua matriz 23, 47, 55, 75, 107, 113
lengua meta 23, 49, 50, 51, 52, 53, 56, 74, 79, 80, 93, 99, 103
lenguas fónicas 28, 43
lengua sobreimpuesta 55
lenguas orales 32, 52, 53
M
mapa de riesgos 66, 67
mezclas 52, 56, 94
monosílabo 34
N
neurogénesis 54, 80, 112
neurolingüística 45
neuronas 55
neuroplasticidad, 54
neuro-psicoacústica 54
nocivo 71
125
O
ocupacional 48, 63, 64, 71, 73, 77, 100, 103, 107, 108, 109, 110
Oír 27
organizacionales 67, 92, 100
P
parámetros acústicos 32
percepción auditiva 22, 32
pragmáticas 32
predictibilidad 33, 39, 75, 79, 108, 109, 112
préstamos 56, 102
procesamiento auditivo 27, 28, 31, 53, 72
procesar auditivamente 22, 28
productividad 53, 64, 65, 67, 69, 71, 73, 75, 80, 100, 103, 110, 113
proformas 41
prosodia o entonación 31
psicoacústico 39
psicolingüística 49, 55, 101, 111
psicosociales 67, 68, 71, 79, 92, 98, 113, 115
R
rasgo fónico 21
rasgos segmentales 31, 32
rasgos suprasegmentales 22, 31, 54
redes neuronales 46, 55
redundancia 32, 33, 34, 39, 42, 54, 57, 98, 111
redundancia extrínseca 32, 33, 34, 111
redundancia intrínseca 32, 34, 54
resolución auditiva 28
riesgos 42, 65, 67, 68, 71, 77, 79, 82, 92, 98, 107, 109, 113, 115
riesgos comunicativos 42, 107, 115
riesgos organizacionales 67
riesgos psicosociales 67
ritmo 21, 22, 31
ruido de fondo 34, 72
S
salud 63, 64, 65, 67, 71, 73, 79, 80, 98, 100, 103, 107, 108, 110, 113
salud laboral 63, 73
segunda lengua (L2), 22, 40, 52, 53, 54, 72, 75, 85, 103
segundo idioma 42, 51, 72, 92, 96, 102, 103, 105
seguridad del trabajo 64
semánticas 32, 47
126
señal degradada, filtrada 34
sílabas 28, 31, 32, 56, 105
sinergia fonoarticulatoria 22
sintácticas 32, 46
sistema fónico 22
sistema lingüístico interiorizado 23
sistemas de comunicación 33
situaciones adversas de escucha 34
sociolingüística 52
sonoridad 28, 32
sordos 29, 49, 113
T
temporalidad, 28
trabajadores bilingües 75
U
usuario 41, 54, 79, 80, 107, 115
Usuario Básico 78
Usuario Competente 77
Usuario independiente 78
V
visión fonoaudiológica 47
Voice Onset Time 24
VOT 24
Y
y suprasegmentales 32
127