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2022

Comunicación y
Lenguaje I
Del grito a la palabra….

Autor:
Lic. Bibiana Del Bianco
01/03/2022
“Se considera ejercicio profesional de la fonoaudiología a las siguientes actividades:
promoción, prevención, estudio, exploración, investigación, evaluación por
procedimientos subjetivos y objetivos que permitan el diagnóstico, pronóstico,
seguimiento, tratamiento, habilitación y rehabilitación de las patologías
de la comunicación humana en las áreas de: lenguaje, habla, audición, voz,
fonoestomatología entendida como funciones orales de succión, masticación, sorbición
y deglución para el tránsito de la saliva y las relacionadas
con la ingesta de la alimentación, e intervención temprana,
entendida como acciones de neurohabilitación
para desarrollar las funciones que sustentan la comunicación y el lenguaje.”
ART 2°- EJERCICIO PROFESIONAL DE LA FONOAUDIOLOGÍA -Ley 27568-

El Licenciado en Fonoaudiología es el profesional formado para el abordaje integral de la


problemática de la comunicación humana. Guau!... Intenso, verdad?... gran responsabilidad!

De todos esos saberes disciplinares, nuestra Asignatura abre una travesía muy interesante con
respecto al área específica de la Comunicación, en general y del Lenguaje en particular;
ocupándose de los aspectos atinentes al “normal” desarrollo y evolución de estos aspectos tan
inherentes al hombre, la comunicación y el lenguaje, desde una mirada filo y ontogenética
que nos dará el sustrato, los cimientos sobre los cuales entenderemos y abordaremos la clínica
de estas funciones, es decir las dificultades y los procesos atípicos que pueden obstaculizar y a
veces, hasta impedir la competencia comunicativa en las distintas etapas de la vida. Para
abordar la atipia... debemos conocer lo típico, lo esperable.

Esa sería una explicación conceptual, de lo que aprenderemos juntos, pero mi tarea, nuestra
tarea, la de los docentes va por más… y lo diré personalizándolo: mi verdadera meta, objetivo,
es enamorarlos de esta partecita de la Fonoaudiología, es entusiasmarlos,
complejizarlos en esta área, muchas veces
inasible: el lenguaje, tanto como la persona misma
lo es… Siempre hay más por descubrir y develar!
Saussure dice que el Lenguaje “es heteróclito
y complejo” … y no miente! Es tan complejo,
como apasionante… y se los dice una apasionada
del mismo: durante toda mi trayectoria profesional
lo recorrí de diversas maneras, desde la promoción
y estimulación, la educación, la detección,
la reeducación… y aún me sigo haciendo preguntas…
tengo tanto que aprender!
PUES bien entonces... a lo nuestro!
1.1-COMUNICACIÓN
“..En ese contacto de objetos disciplinares entre Fonoaudiología y Lingüística
pienso en la palabra más repetida en mis clases, y escuchada entre mis colegas,
y es la palabra comunicación, a veces, inserta en la frase “desórdenes en la
comunicación”, expresión que me cuestiona desde muchos lugares: desde la
patología, desde la dificultad, desde la vulnerabilidad y también desde el
discurso, desde la superposición de turnos en una conversación, desde la
carencia de competencias en la comunicación humana interpersonal que
necesita construir e interpretar mensajes adecuados, convenientes y oportunos.
Todos son posibles abordajes que nos llevan a preguntas: ¿Qué es la
comunicación?, ¿cómo surge?, ¿cómo se desarrolla?, ¿por qué se produce? y
¿por qué no se produce?, y ¿para qué la comunicación? Todas estas preguntas
han tenido abordajes en la carrera que han elegido, pero hay una que nos
compromete por igual: ¿para qué la comunicación?, porque darle sentido a
esta pregunta necesariamente incluye a los beneficiaros, a los usuarios de una
lengua que nos pertenece a todos.
Incluye a la persona, y no a un caso anónimo, al sujeto individual y colectivo
que necesita expresar su interioridad, sus creencias, sus sueños. Y ahí está
nuestra responsabilidad como profesionales que contribuimos al desarrollo de
la comunicación humana, porque ese diálogo con uno mismo y con el otro
ayuda a construir una identidad, a autopercibirse, con la conciencia de la
individualidad pero también con la certeza de pertenecer a un colectivo para
acceder al mundo, para crear en él, porque la lengua, como dice Coseriu, “es
una actividad creadora, libre y finalista” un objeto cultural, patrimonio de
todos.”

En ocasión de la colación de grados de diciembre 2021, la Profesora Ana Area, nos


decía estas palabras en su discurso de despedida de las cohortes que recibían sus
títulos… y me atreví a tomar parte de su maravillosa alocución porque alude
claramente al sentido que queremos darle a este entramado vital del hombre en su
esencia con otros, que es la comunicación.

COMUNICACIÓN etimológicamente deriva del latín “comunicare: compartir algo,


poner en común”.
Las definiciones más tradicionales nos dicen que la comunicación es la transmisión de
información de un emisor a un receptor, y que cuando se produce un acto de
comunicación intervienen una serie de elementos:
- El Emisor: es el que produce el mensaje: habla, escribe, gesticula
- El Receptor: destinatario del mensaje: escucha, lee, mira...
- El mensaje: información que se envía entre el emisor y el receptor
- El código: conjunto de signos y de reglas que utilizamos para producir el mensaje.
- El canal: medio físico mediante el cual se transmite el mensaje (aire, carta, teléfono,
internet)
- El contexto o situación: es el conjunto de circunstancias en las que se desarrolla el
acto comunicativo. Estas circunstancias son el tiempo, el lugar, la relación de los
interlocutores.
- Ruido: son todas las distorsiones que pueden influir en la recepción del mensaje
original, y pueden ser tanto del emisor, como del canal o del receptor.
- Retroalimentación o feedback: es la respuesta del receptor hacia el mensaje recibido
y puede ser recíproca
Proceso complejo que implica la elaboración de un mensaje por parte del emisor-
hablante, la posibilidad de expresión del mismo, un código común, la captación e
interpretación del mensaje por parte del receptor-escuchante y la posible
retroalimentación.
La comunicación es una necesidad vital del ser humano propia de un ser social…
Si queremos ser más precisos diremos que es un proceso complejo de ida y vuelta, que
consiste en transmitir y hacer circular saberes, sentires y valores, o sea, un conjunto
de “información”, que cambia la situación original de la persona receptora del
mensaje comunicado y genera un retorno que vuelve a impactar en el emisor
originario.
Si quisiera graficar esta acción y reacción tan humana,
no apelaría al clásico modelo lineal de
emisor receptor, sino que lo haría con aquella
imagen de las ondas que se generan cuando
lanzamos una piedra a un estanque, alrededor del
punto de inmersión… hay un movimiento de
transmisión, de expansión, de impacto… la comunicación -aun cuando no esté el
deseo de comunicar- genera un impacto en quienes nos rodean… Volveremos sobre
esto.

La comunicación por excelencia es VERBAL, exclusiva de los seres humanos y, por ello,
la comunicación más importante.
-Comunicación oral o verbovocal es el intercambio de mensajes a través del habla.
-Comunicación escrita: en este caso, el proceso comunicacional ocurre a través del
lenguaje escrito. El lenguaje en ambos casos es la vía de intercambio
Otra forma comunicativa es la NO VERBAL, las personas se expresan a través de
signos y gestos corporales, faciales, manuales (LSA), y otros signos no lingüísticos
como los pictogramas, y aún sonidos inarticulados.

Comunicación oral o verbovocal : Es directa e inmediata, pues el receptor recibe el


mensaje en el momento en que el emisor lo produce y suele ser, en general,
improvisada y espontánea (excepto partes médicos, discursos, etc); propiciando la
interacción entre emisor y receptor, compartiendo un mismo espacio comunicativo e
intercambiando roles. Es efímera, desaparece en el momento de su emisión, a
diferencia de la comunicación vía mensaje escrito que es perdurable, se conserva en el
tiempo (**El chat /oral= excepción)
Usa el canal auditivo predominantemente; pero en lo común, hay una superposición
de códigos además del verbal: los gestos, las miradas, el movimiento, la actitud
corporal! Son elementos paralingüísticos. Se trata de indicios, señales y aspectos que
sirven para contextualizar o que insinúan interpretaciones de la información.
La prosodia, que utiliza los elementos suprasegmentales:
pausas al hablar, el modo de controlar la respiración,
entonaciones, matices de la voz, acentos, ritmo del habla;
son elementos paralingüísticos. A partir de estas
cuestiones, el mensaje adquiere diferentes características,
más allá de las palabras utilizadas específicamente para su
producción, pudiendo hasta cambiar el significado.
Y si a esto le sumamos gestos y actitudes corporales… la
comunicación puede ser más accesible. Y más efectiva.

Para pensar: ¿por qué las comunicaciones vía WhatsApp suelen traer tantos
malentendidos?

Desde el enfoque pragmático del lenguaje se puede definir la comunicación


humana como un proceso de interacción o de entendimiento, donde las relaciones
establecidas definen un cierto nivel de entendimiento a partir del cual llegan a obtener
su sentido la interacción y los contenidos. La comunicación puede ser entendida como
una combinación de actos, o como una serie de elementos con propósito e intención,
donde el lenguaje puede ser usado para requerir, prometer, solucionar, amenazar,
persuadir, informar, etc., por consiguiente, no se puede estudiar el lenguaje como un
sistema de comunicación abstracto sino, en función de su uso en diversos contextos.
Para MATURANA (Biólogo) desde su Teoría de la Biología de la Cognición, la
comunicación es coordinación de coordinaciones conductuales, resultado de
conductas comunicativas que se dan en un acoplamiento social, es decir, en la
interacción recurrente del organismo con otros organismos. Los hablante/oyentes se
generan mutuamente cambios estructurales que modulan sus respectivas dinámicas
estructurales, este mutuo efecto de conductas coordinadas en la interacción con
otros es lo que se define, desde esta teoría, como Comunicación.
La Teoría Pragmática y la Biología de la Cognición encuentran correspondencia y
consistencia al momento de describir y comprender los fenómenos comunicativos
lingüísticos. Mientras la pragmática explica qué habilidades se ponen en juego en la
interacción, la teoría de la biología de la cognición fundamenta el operar de tales
habilidades a través de distintos niveles de coordinaciones.

Siguiendo a JUANA LEVIN (Fonoaudióloga y Psicoterapeuta) la Comunicación,


supone un encuentro “en la diferencia psíquica, social, histórica, dentro de un campo
simbólico, efectuando juegos de lenguaje en el mutuo reconocimiento y apoyados en
su esquema primario comunicacional. Entiendo por comunicar: “hacer a otro partícipe
de lo que uno tiene”, “compartir”. De lo cual se infiere que este esquema de
Comunicación es un espacio de participación. Un especio en el cual una situación se
juega en lo común, - la Lengua-, entre ambos participantes. Por cierto, esto es más
complejo que el simple intercambio de información”
… “Orecchioni plantea una relación intersubjetiva en la que interviene la competencia
de cada sujeto. Competencia (conocimiento adquirido) lingüística, paralingüística,
ideológica, cultural, y determinaciones psicológicas en el universo del discurso, que
incluye los datos situacionales y la organización del espacio comunicacional, ocupando
lugares diferentes: “emisor/receptor” teniendo el primero un modelo de producción
y el segundo un modelo de interpretación.”
Desde esta perspectiva la comunicación entrama la esencia dialógica esencial a todo
ser humano (volveremos varias veces sobre esto)…
“El modelo de producción/interpretación se instaura básicamente en el movimiento
lingüístico: “hablar implica un escuchar. Hablamos desde lo que escuchamos.
Escuchamos el lenguaje de otro/s, por lo cual cuando hablamos siempre respondemos,
ya sea creando o repitiendo.
Además somos lectores de lo que el otro dice mostrando de diversas maneras,
llámese rostro, mirada, actitud corporal e intencionalidad, eso que creemos que piensa
y desea a través de elementos paraverbales.
Somos intérpretes desde la afectividad y competencias. Somos intérpretes del decir
del otro y lo hacemos desde la integridad de nuestra constitución biológica-psíquica y
social. Luego somos hablantes. Somos lectores e intérpretes de aquello que se
despliega ante nosotros.”

WATZALAWICK (1921/1985- Psicólogo, sociólogo y filósofo) a partir de 1960


elabora su Teoría de la Comunicación entre las personas, desarrollando cinco axiomas
para explicarla. Entre ellas incluyó la afirmación de que es imposible no comunicarse,
porque todo comportamiento es una forma de comunicación, y que la comunicación
involucra mucha más información que la que contiene la palabra expresada. Dada la
importancia de esta teoría y su aplicabilidad en nuestra praxis, la retomaremos en el
2° Eje temático

1.2 - LENGUAJE- LENGUA – HABLA


La Lingüística es la ciencia “madre” que estudia el lenguaje.
“Por las importantes repercusiones educativas y sociales que se derivan del estudio del
desarrollo lingüístico, hacen de él un campo de investigación abierto a múltiples
disciplinas y a diversos paradigmas intradisciplinares ; sin que se haya conseguido la
unificación de las distintas aportaciones. No es de extrañar, por tanto, la coexistencia
de distintos marcos o trasfondos teóricos, no sólo sobre la naturaleza dcl lenguaje, sino
también sobre la naturaleza del pensamiento y sobre el concepto de desarrollo en
general”
(Modelos sobre la adquisición del lenguaje- Pilar FERNÁNDEZ LOZANO)

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“El lenguaje es la facultad que permite la comunicación entre las personas y constituye
una base fundamental. Se manifiesta en diversas lenguas que presentan gran variedad
y riqueza y que caracterizan la naturaleza humana, pues hacen posible la vida mental,
social y cultural, la historia y el conocimiento.
No obstante si procuramos abordar un estudio científico del lenguaje debemos, en
principio, hacer algunas distinciones conceptuales. En efecto estableceremos una
diferenciación entre lenguaje, lengua y habla.”
Comencemos por recordar a DE SAUSSURE:
“Tomado en su conjunto, el lenguaje es multiforme y heteróclito; a caballo en
diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece, además, al
dominio individual y social; no se deja clasificar en ninguna de las categorías de los
hechos humanos, porque no se sabe cómo desembrollar su unidad-
La lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial. Es a la
vez un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones
necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio de esa facultad en
los individuos.
El habla es, finalmente, la concreción de la lengua en una situación particular; dicha
posibilidad de concreción se funda en el conocimiento y en el dominio que las
personas poseen de ella. Así, los individuos emplean diferentes unidades de la lengua
para desenvolverse en diversas situaciones.
Al separar la lengua del habla (langue et parole), se separa a la vez: lo que es social de
lo que es individual; 2° lo que es esencial de lo que es accesorio y más o menos
accidental.
La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto de una cultura, una
sociedad, que el individuo registra pasivamente.
El habla es, por el contrario, un acto individual de voluntad y de inteligencia en el cual
conviene distinguir: 1 º, las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el
código de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal; 2°, el mecanismo
psícofísíco que le permita exteriorizar esas combinaciones... (Saussure)
En algún sentido, puede afirmarse que la lengua es la potencia y el habla es el acto. La
lengua, se manifiesta en el habla, o en la escritura.

El hecho de que cada lengua sea el producto histórico de cierta comunidad de


hablantes distinta de todas las demás supone que sus posibilidades de
expresión también serán irrepetibles.
“Cuando se muere una lengua, muere una forma de ver el mundo. Es el
instrumento de mayor alcance para la preservación y el desarrollo del
patrimonio cultural tangible e intangible” (UNAM Mx- José del Val)

Asi es...cuando muere una lengua, la humanidad entera se empobrece! porque


nuestras lenguas y sus palabras, sus giros, su prosodia, su sintaxis, son mucho
más que un simple reflejo de la realidad... SON la realidad, tan diversa como la
diversidad humana...

"Cuando muere una lengua


las cosas divinas,
estrellas, sol y luna;
las cosas humanas,
pensar y sentir,
no se reflejan ya en ese espejo.
Cuando muere una lengua
todo lo que hay en el mundo,
mares y ríos,
animales y plantas,
ni se piensan, ni pronuncian
con atisbos y sonidos que no existen ya."
Miguel León Portilla

La lengua es preexistente a la construcción del lenguaje por parte del niño,


supraindividual y cohercitiva, obliga a decir bien. La lengua le es dada al niño como un
bien, brindándole nombres y formas gramaticales para su uso simbólico en la
convivencia. Donación hecha, ante todo, por la madre que la encarna libidizándola, con
un alto valor placentero y afectivo (Levin)

MARÍA TERESA ANDRUETTO en su discurso de cierre del Congreso de la Lengua


decía: “La lengua es mía pero no sólo mía, entonces cada uno de nosotros es dueño de
la lengua, siempre que tenga la conciencia suficiente como para advertir su
componente social…
Este código compartido, este contrato entre hablantes, esta libertad tiene siempre por
límite el deseo de ser comprendidos, porque no hablamos solos ni para nosotros sino
para comunicarnos con otros. Ante esa complejidad, sólo caben la diversidad y la
flexibilidad; por otra parte, la lengua nos da todo el tiempo muestras de saber
transformarse sin destruirse y, finalmente, sacudir el lenguaje, es –en palabras de
Althusser- una forma entre otras, de práctica política…
Entre lo personal y lo político, lo privado y lo público, lo individual y lo colectivo, crece
esta lengua nuestra. Para que su energía no se pierda, para que eso que habita en ella
y es fácilmente corrompible, no pierda su música, nervio o alma –la diversidad puesta
a vivir en nuestras bocas-, ella se distancia de lo oficial, de lo abstracto, lo general, lo
convencional, en busca de lo sepultado bajo capas de artificios, condicionamientos y
convenciones…
Cada palabra es el resultado de una historia y de una serie de representaciones, pero
sólo adquiere su significado, que designa una cosa y no otra, en su diferencia con otras
palabras de la misma lengua. Cada lengua tiene su forma de inventar, de inventariar,
de describir, de concebir, de comprender. Una lengua es una energía y se inventa todo
el tiempo.”

Lo universal (el lenguaje) hace factible producir lo general (la lengua), que, a su vez,
se expresa y realiza por lo particular (el habla). En síntesis, lo particular y específico
no es más que una de las muchas formas concretas de lo general y de lo universal.

El lenguaje posee un sustrato biológico, neurofisiológico y un plano cognitivo,


porque el lenguaje se representa mentalmente y se elabora por medio de procesos
internos que subyacen a su producción y comprensión, pero también hay un plano
conductual propiamente dicho, porque el lenguaje es una actividad siempre
contextualizada que transforma y es transformado por la realidad extralingüística
(formas de conducta externa u observable).
Un medio por el que se pueden expresar y comunicar conceptos (ideas o
pensamientos, sentimientos, sensaciones, creencias, deseos, presunciones, valores o
actitudes) de maneras notablemente sutiles y efectivas. No obstante, el trayecto que
va del significado a los sonidos no es directo, sino, a veces, sumamente intrincado,
porque las lenguas son sistemas de gran complejidad.
Por otro lado, el lenguaje no sólo constituye un medio de expresión y comunicación
del pensamiento o del conocimiento, sino también es un instrumento para su
formación.
Sin duda, gracias al lenguaje y a las lenguas humanas se representan los objetos y
estados de cosas que conforman la realidad. De alguna manera, es plausible plantear
que estos objetos o estados de cosas pueden conocerse porqué se construyen
mediante el lenguaje; esto es, se designan, se convierten en imágenes, se diferencian
y se demarcan.
Todo proceso de pensamiento o cognición lleva asociado un proceso de puesta en
lenguaje, de simbolización, lo que, significa que conocer la realidad va de la mano de
adquirir una lengua. La realidad se conoce mediante el lenguaje, por su representación
en la lengua; todo grupo humano se identifica por y en su lengua; la lengua está
claramente involucrada en el desarrollo de la ciencia, la técnica, el arte y la cultura.
Como no hay comunicación sin elementos que representen el conocimiento (un
conocimiento individual que se transforma en intersubjetivo gracias a la acción
comunicativa), estos elementos deben estar organizados, y para ese fin están las
diversas lenguas que pueblan el universo humano.

Estudiar el lenguaje nos enfrenta al desafío de su complejidad que involucra aspectos


de naturaleza biológica, física, cognitiva, psicoafectiva, comunicativa, sociocultural.
(Andrea CUCATTO- -Introducción a los estudios del lenguaje y la comunicación)).

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«…a la vez mecanismo de representación y de comunicación, a la vez estructura formal


y’ sistema de expresión, que remite al contenido propiamente dicho y al contexto»
(Bronckart, 1981.citado por Pilar FERNÁNDEZ LOZANO -Modelos sobre la adquisición
del lenguaje)

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El Lenguaje puede ser entendido como un modo de relacionarse que surge en el vivir
en comunidad lingüística (supone una lengua determinada). El Lenguaje es un
intercambio de comunicación, constituye un fenómeno biológico relacional, de modo
que, cuando nos referimos al lenguaje, no aludimos sólo a su estructura, sino también,
a la función que está a la base. El lenguaje expresa, simultáneamente, función,
contenido y forma.
El lenguaje es funcional, en el sentido que sirve a las necesidades comunicativas y a
los contextos del entorno comunicativo. Nos comunicamos esperando influir en los
demás, para que respondan según deseamos. Usamos el lenguaje para hacer, significar
y decir, subyaciendo a su expresión diversas intenciones comunicativas, que tienen
relación con los aspectos funcionales del uso del lenguaje, de manera que, las
configuraciones de funciones dan cuenta de la estructura lingüística. (Peralta
Montecinos, Jenniffer- Adquisición y desarrollo del lenguaje y la comunicación: una
visión pragmática constructivista centrada en los contextos -Límite, núm. 7, 2000, pp.
54-66 - Universidad de Tarapacá- Chile)
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"Pienso al lenguaje, tal como sostiene Levin, J. (2002), como un tramado somato-
psíquico-social que se construye con una lengua determinada, por medio de actos
discursivos y en relación con otro.; esto dentro de un contexto social, político,
económico y cultural. Si bien tiene un fundamento biológico, eso solo no es
suficiente para que un niño hablé asumiendo sus enunciados desde un lugar propio.
Se construye creativamente con otro, por otro y para otro. Este otro no es cualquier
otro, sino aquel que al ejercer la función materna le ofrece q su niño la palabra y le
demanda decirles en un diálogo amoroso asimétrico fundante. Esta operación
subjetivante es fundamental en el advenimiento del largo camino de la apropiación de
la lengua y construcción del lenguaje en el niño.
Tal como sostiene Recalcati (2018) "Mientras se encarga de cuidar a su hijo, la madre
acarrea la palabra, construye, junto a su hijo, la tupida textura de la lengua. Sin esa
construcción no hay acceso a lo simbólico".
“El encuentro dialógico niño-Otro primordial como escena fundante de la
apropiación de la lengua y construcción del lenguaje"- Yanina Romani

“Pensar en términos del lenguaje no es tarea sencilla. Varias fueron las preguntas que
nos hicimos al interior del equipo: ¿de qué hablamos cuando hablamos de lenguaje?
¿Cómo es pensado según las diferentes líneas teóricas que lo abordan? ¿Qué
implicancias tiene el lenguaje en la subjetividad de un niño? ¿Qué relación guarda el
lenguaje con el aprendizaje ?

. El lenguaje es un tema que por su complejidad, fue y es estudiado desde diversos


marcos teóricos. Sabemos que ha sido abordado y tomado como objeto de estudio por
diversas disciplinas, ya sean las neurociencias, la neurología, el psicoanálisis, la
sociología, la antropología, la lingüística y la filosofía. Las mismas han tenido, o aún
tienen, vigencia en la formación de profesionales que se ven convocados a pensar la
temática del lenguaje.
Como equipo interdisciplinario a partir de este Ateneo decidimos pensar al lenguaje en
términos de “estructura dialógica”, concepto que tomamos del enfoque de la
Terapéutica del lenguaje y en la cual decidimos apoyarnos y capacitarnos.
El marco esencial de la terapéutica del lenguaje es la estructura de diálogo. Decimos
que el lenguaje es una estructura que posee un valor lingüístico porque los elementos
que la componen no se pueden analizar aisladamente, poseen un valor en relación al
otro, es decir que la palabra cobra sentido dentro del sistema lingüístico.
Por otro lado, pensamos al diálogo como una estructura que tiene descriptivamente
dos lugares en un campo lingüístico. El lugar del hablante y el lugar del escuchante, los
cuales cambian permanentemente en función del que toma la palabra. Cuando hay
diálogo, hay un encuentro.
Esto se articula con nuestra concepción de sujeto y de aprendizaje. Nos parece
fundamental hacer esta aclaración, dado que el posicionamiento es lo que dará lugar a
las intervenciones.
FERNANDO BARALO (2016) define la lengua como un sistema de signos que
posee un carácter meramente social al estar apoyado en una convención cultural. Se
va modificando constantemente. Es un consenso social y regula una comunidad.
Expresa: “(...) es un tesoro de palabras, un repertorio de palabras y reglas de
combinación. Es un código en el sentido que porta leyes”. Es decir que al momento de
hablar no es posible hacerlo de cualquier manera. No es aceptable la incoordinación
de género y/o número, por ejemplo decir “los vacas” o “el toalla”.
Por su parte, IRENE SOBOL también teoriza que la lengua es un sistema
cerrado porque tiene un código, con repertorio de elementos y sus reglas. Este
repertorio se encuentra integrado por el repertorio léxico, compuesto por palabras
con determinada legalidad, y el repertorio de formas sonoras, que son los fonemas.
Para ejemplificar, aclara: “(...) si tengo que decir, “chocolate” no puedo decir
“cocolache” porque esa palabra no pertenece a la lengua, porque lo que hice ahí fue
sustituir fonemas, además de alterar un orden. La lengua exige que se respete el orden
y la identidad de los fonemas, esto tiene que ver con la dicción. La lengua es muy
estricta y exige que cada fonema se diga correctamente, en el lugar adecuado y en las
relaciones con los otros adecuada” (Sobol, I. -2013- El desarrollo del lenguaje y sus
vicisitudes).
(Pensando el lenguaje: una posible conceptualización desde la mirada psicopedagógica
- Centro de salud y acción comunitaria n°13-2018)

BÉNÉDICTE DE BOYSSON-BARDIES ¿Qué es el lenguaje El lenguaje, las lenguas y el


habla
El lenguaje hablado es el medio de comunicación primordial y específico de la especie
humana. Es, igualmente, nuestro instrumento privilegiado para manipular las
representaciones mentales, para pensar. La capacidad lingüística forma parte de
nuestro patrimonio genético.
Consecuentemente, no existe grupo humano desprovisto de lengua, es decir, de un
sistema estructurado de signos verbales arbitrarios que permitan expresarse y
comunicarse. Las lenguas representan diferentes modos de asociación de las
representaciones fonológicas con las representaciones semánticas; y todas las lenguas
se basan en gramáticas que dan forma y sentido a las palabras y las organizan en
oraciones, que realizan en acto la capacidad para el lenguaje.
Las lenguas asocian sentidos a sonidos. Enlazan representaciones fonéticas, es decir,
sonidos, con representaciones semánticas, con sentidos.
La arbitrariedad del signo es una característica fundamental del lenguaje. En efecto,
entre el signo y el sentido que aquél adquiere no existe ningún vínculo de necesidad o
de causalidad: la palabra “verde” no es de color verde.
Todas las lenguas que existen y han existido en el transcurso de la historia conocida de
la humanidad, numerosas y muy diversas, se fundamentan en principios universales
que sirven de marco a sus diversas realizaciones.
La facultad para constituir una lengua ha evolucionado con el habla
El lenguaje se manifiesta mediante el habla, que es fundamentalmente un producto
del aparato vocal.
El lenguaje hablado tiene un aspecto físico, un aspecto comunicativo, un aspecto
cognitivo y un aspecto psíquico. Hablamos para ser oídos y comprendidos, para
transmitir nuestro pensamiento y para expresar nuestras emociones.
En el transcurso de la historia de la humanidad, el lenguaje adquirió la posibilidad de
transmitirse también mediante la escritura o las lenguas de signos. La escritura nació
cientos de miles de años después de que los hombres comenzaron a hablar y, todavía
hoy, algunas lenguas no poseen escritura.
En su sustancia, el hombre es inseparable del lenguaje.
Éste da testimonio de su humanidad y, también, de su individualidad.
Su origen y su función universal nos funden en la humanidad; y su función específica
nos distingue como seres hablantes
El lenguaje articulado, que permite el discurso, difiere fundamentalmente de las otras
formas de comunicación humanas o animales, para empezar, por su arquitectura y
por su función.
Por su arquitectura porque el lenguaje corresponde a un sistema de combinaciones de
signos en el que las relaciones entre éstos y el sentido son arbitrarias: las palabras son
simples símbolos y la gramática es un sistema combinatorio de unidades discretas; el
número de oraciones que se puede producir es casi ilimitado. Es un sistema creativo.
Por su función porque el lenguaje no es únicamente un medio de comunicación que,
gracias a su combinatoria, permite transmitir una enorme cantidad de información
diferente, útil o gratuita; también sirve como base de un sistema de representaciones
que permite manipular
los conceptos, estructurar los razonamientos, elaborar hipótesis y extender el
conocimiento acerca del mundo.

Émile BENVENISTE (Lingüista- Problemas de Lingüística General II) aporta algo


muy interesante al respecto
“El niño nace en una comunidad lingüística aprende su lengua, pero lo que aprende
en realidad es el mundo del hombre. La adecuación del Lenguaje al hombre, es la
adecuación a todas las conquistas intelectuales, que permite el manejo de la lengua.
Se trata de una cosa fundamental: el proceso dinámico de la lengua, que permite
inventar nuevos conceptos y por consiguiente rehacer la lengua, sobre ella misma en
cierto modo.” Eso sería el Lenguaje.

Veamos algunas definiciones conceptuales de autores de nuestra disciplina


Vale lo visto a modo de Introducción, pero sobre los conceptos de COMUNICACIÓN -
LENGUAJE- LENGUA- HABLA volveremos todo el tiempo! Es nuestra travesía juntos… y
serán los cimientos de toda una estructura dentro de nuestro ser Fonoaudiólogxs!

Ahora bien, como muchos que se adentran en el estudio de la Comunicación y en


particular el Lenguaje…y como especialistas en algo tan específico como es la
problemática de la Comunicación y el Lenguaje en toda la línea de vida… vale
preguntarse…
qué nos dice el lenguaje del hombre? (y no sólo que dice el hombre del lenguaje)
qué vínculo existe entre el hombre en cuanto ser humano y la competencia lingüística?
qué representa para el hombre el logro del lenguaje?
2 - El LENGUAJE y EL HOMBRE/ EL HOMBRE Y EL LENGUAJE
Hablar de la comunicación y el lenguaje es hablar y pensar en el
hombre. Desde siempre así ha sido…
No es casual que, tomando aspectos de la lingüística, distintos pensadores e
investigadores desde sus saberes estudien y hablen del lenguaje … y del hombre!
Así, toda una visión humanística, se entrelaza con la mirada y el abordaje que se hace
del lenguaje particularmente, y de la comunicación en general.

Es que nuestra “mirada”, nuestro posicionamiento del lenguaje, -tanto de sus orígenes,
desarrollo y complejidades- , necesariamente incluye una concepción del hombre y
una cosmovisión; sea que lo asumamos como centro del universo, como sujeto en
devenir, como ser en relación, en construcción, con una historicidad que lo marca; o
bien, como un ser absolutamente determinado genética–biológicamente, maravilloso
entramado de funciones que determinan habilidades, saberes, sentires y haceres. De allí
que la clínica del lenguaje y la comunicación, que nos compite y define
disciplinariamente como Fonoaudiólogos será un reflejo del paradigma que
asumamos.

¿Cómo abordar el estudio de lo atípico?


¿Fragmentando o incluyendo?
¿Qué es lo natural y que es lo cultural al hombre?
¿Son aspectos opuestos en su determinación?
¿Cómo incidirá esta perspectiva en los abordajes de las
distintas problemáticas de la comunicación y lenguaje?
¿Qué es lo normal?
¿Porque se dice que las palabras tienen poder?

Muchas preguntas… necesarias y fundantes,


porque amar y entender el lenguaje es amar
y definir al hombre, y consecuentemente,
nuestro ser y hacer en la sinfonía de la vida.

1-La Fonoaudiología es una de las Ciencia de la Salud…de ahí nuestro sustrato


de base.
Ahora bien, las Ciencias Biológicas no son las únicas determinantes en el proceso de
Salud-Enfermedad, y su significado en términos del bienestar y dignidad de la vida
humana.
Desde estos últimos tiempos, las Neurociencias, particularmente, han aportado
muchísimo al entendimiento del comportamiento de la persona y los trastornos y
dificultades que involucran el cerebro, sus neuronas y redes, y todo el funcionamiento del
Sistema Nervioso en su conjunto; pero siempre aparece el límite lo inasible y no
objetivable, y es que, el Aparato Psíquico no es puramente una estructura neurológica
– que sin embargo es su soporte-; es historia, es cultura, es relación, es sociedad,
contexto, etc… Al respecto son magistrales las palabras del Dr . Ajuriaguerra, cuando al
referirse al entramado Neurológico de base lo asume en tanto “condición necesaria
pero no suficiente”
Asimismo, la Genética por años fue la Ciencia master que aportaba respuestas, -algunas
supuestas-, a muchos interrogantes de la realidad humana y sus padecimientos.
Waddington en 1942, define la Epigenética, «el estudio de todos los eventos que llevan
al desenvolvimiento del programa genético del desarrollo», el complejo «proceso de
desarrollo que media entre genotipo y fenotipo.”; es decir, al estudio de las
interacciones entre genes y ambiente que se producen en los organismos. Hasta hace
pocos años se creía firmemente que los seres humanos son sólo lo que está escrito en
nuestros genes desde la concepción, hoy la ciencia avanza para descifrar como pequeñas
modificaciones químicas (movilizadas por el ambiente int/ext) pueden regular la
expresión de los genes.(1)

2-Gracias al aporte de otras líneas del pensamiento y Ciencias que estudian el


fenómeno del hombre y la humanidad, su bienestar y malestares (Filosofía,
Ontología, Psicología/ Psicoanálisis, etc.) entendemos que la respuesta al proceso de
Salud/Enfermedad es compleja y multideterminada, imbricada en lo cultural-
histórico-social de las personas y sus comunidades.

Nuestro abordaje diagnóstico y terapéutico no queda al margen…

Diagnosticar es sólo medir, clasificar? Ponderar funciones?


La terapéutica será restablecer funciones afectadas, normalizar?
La respuesta a los padecimientos que afectan la comunicación serán de índole
individual?
Qué modelo de comprensión de la discapacidad orientará nuestras prácticas?
Cómo nos afectan las dificultades de comunicación del otro?
Cuánto de corporeidad, de juego trasuntarán nuestros abordajes?
Qué lugar ocupará la familia y la comunidad de la persona en nuestras
investigaciones diagnósticas?

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“Nuestra comprensión de lo que significa ser humano es la piedra angular de todo lo


que hacemos. Ello nos permite reiterar, por lo tanto, que una ontología, en cuanto
interpretación de lo que significa ser humano, precede a cualquier otro postulado.
Es la interpretación primaria a partir de la cual se hacen otras interpretaciones.
Este mismo principio en una versión modificada, sostiene el postulado de que todo lo que
hacemos, sea lo que sea, revela nuestro juicio sobre nosotros mismos.”
RafaelEcheverría

El hombre entre todos los seres vivos es quien nace más indefenso.
Comparándolo con la riqueza instintiva del animal es un ser deficitario y absolutamente
necesitado de otro para subsistir.

Un texto que circula en las redes relata que " Hace muchos años, un estudiante le
preguntó a la antropóloga Margaret Mead lo que ella consideraba
ser la primera señal de civilización en una cultura.
El alumno esperaba que Mead hablara sobre anzuelos, ollas de arcilla o piedras de afilar.
Pero no, Mead dijo que la primera señal de civilización en una cultura antigua era un
fémur (hueso del muslo) roto y cicatrizado.
Mead explicó que en el reino animal, si te rompes la pierna, muere.
No puedes correr del peligro, ir al río para beber agua o cazar comida. Eres carne fresca
para los depredadores. Ningún animal sobrevive a una pierna rota por tiempo suficiente
para que el hueso se cure. Un fémur roto que cicatrizó es evidencia de que alguien tuvo
tiempo para quedarse con el que cayó, trató de la herida, llevó a la persona a la seguridad
y cuidó de ella hasta que se recuperó.
"Ayudar a alguien durante la dificultad es donde comienza la civilización" dijo Mead.

Su inicial dependencia y su ancestral mirada mágica del mundo, gracias a los


intercambios vinculares y la cultura en que está inmerso y de la cual participa, dejan
paso a una mirada personalista, capaz de un desarrollo pleno de su pensamiento y
libertad para participar activamente en la sociedad, construyendo la historia,
transformando y humanizando el mundo. Este antropocentrismo pone al hombre en la
centralidad del mundo
El antropocentrismo es la doctrina que,
en el plano de la epistemología, sitúa al
ser humano como medida y centro de
todas las cosas, y en el de la ética
defiende
que los intereses de los seres humanos
son aquellos que deben recibir atención
moral por encima de cualquier otra cosa;
es decir, la creencia de que los intereses
humanos están sobre los intereses del
resto de las especies o de que sólo el
hombre es susceptible de consideración moral.

“La ética de la sociedad dominante hoy es utilitarista y antropocéntrica. Considera al


conjunto de los seres como algo al servicio del ser humano, que puede disponer de ellos a
su antojo atendiendo a sus deseos y preferencias. Cree que el ser humano, hombre y
mujer, es la corona del proceso evolutivo y el centro del universo.
Lo ético sería desarrollar un sentido del límite de los deseos humanos por cuanto éstos
conducen fácilmente a procurar la ventaja individual a costa de la explotación y
sometimiento.
El ser humano es también, y principalmente, un ser de comunicación y de
responsabilidad. Entonces lo ético sería también potenciar la solidaridad generacional
en el sentido de respetar el futuro de los que aún no han nacido. Y, finalmente, ético sería
reconocer el carácter de autonomía relativa de los demás seres; ellos también tienen
derecho a continuar existiendo y a coexistir con nosotros y con otros seres, puesto que
han existido antes que nosotros y, durante millones de años, sin nosotros. En una
palabra, ellos tienen derecho al presente y al futuro. Todo esto hay que hacerlo y poner
los medios para ello.
Pero también tiene un límite: detrás de la ética necesitamos una mística, una nueva
espiritualidad, es decir, un nuevo pacto del ser humano con todos los demás seres, y
no un mero legalismo, moralismo y hábitos de comportamiento, de contención.” (L Boff)

“Somos un eslabón de la cadena de la vida; un animal de la rama de los


vertebrados, sexuado, de la clase de los mamíferos, del orden de los primates, de la
familia de los homínidas, del género homo, de la especie sapiens/demens, dotado de un
cuerpo de 30 mil millones de células y 40 mil millones de bacterias, continuamente
renovado por un sistema genético que se formó a lo largo de 3.800 millones de años, la
edad de la vida; que tiene tres niveles de cerebro con cerca de cien mil millones de
neuronas: el reptiliano, surgido hace 300 millones de años, que responde de los
movimientos instintivos, en torno al cual se formó el cerebro límbico, responsable de
nuestra afectividad, hace 220 millones de años, y completado finalmente por el cerebro
neo-cortical, surgido hace unos 7-8 millones de años, con el que organizamos
conceptualmente el mundo.
Portador de una psique con la misma ancestralidad del cuerpo, que le permite ser
sujeto, psique ordenada por emociones y por la estructura del deseo, de arquetipos
ancestrales, y coronada por el espíritu que es aquel momento de la conciencia por el cual
se siente parte de un Todo mayor, que lo hace siempre abierto al otro y al infinito; capaz
de intervenir en la naturaleza, y así de hacer cultura, de crear y captar significados y
valores y de preguntarse sobre el sentido último del Todo y de la Tierra, hoy en su fase
planetaria, hacia la noosfera, por la cual mentes y corazones confluirán en una
Humanidad unificada.
Nadie mejor que Pascal (Ϯ1662) para expresar el ser complejo que somos:
“¿Qué es el ser humano en la naturaleza? Una nada delante del infinito, y un todo
ante la nada, un eslabón entre la nada y el todo, pero incapaz de ver la nada de
donde viene y el infinito hacia donde va.
Siendo todo eso, nos sentimos incompletos y todavía naciendo, pues nos percibimos
llenos de virtualidades. Estamos siempre en la prehistoria de nosotros mismos. Y a pesar
de ello experimentamos un proyecto infinito que reclama su objeto adecuado, también
infinito, que solemos llamar Dios o con otro nombre.
Y somos mortales. Nos cuesta acoger la muerte dentro de la vida y la dramaticidad del
destino humano. Por el amor, por el arte y la fe presentimos que nos transfiguramos a
través de la muerte.
Y sospechamos que en el balance final de las cosas, un pequeño gesto de amor
verdadero e incondicional vale más que toda la materia y la energía del universo
juntas.” (L.Boff)

La reformulación del concepto de hombre (y con esta palabra nos referimos al


género humano en su totalidad, tanto masculino como femenino) que Edgar Morin
(filósofo contemporáneo) acomete es decisiva. Su obra gira en torno a un proyecto
fundamental: comprender al hombre en la unidad compleja de su ser natural (físico
y biológico) y de su ser sociocultural…. La Antropología no ha de ser sólo antropo-
sociología, sino que también, y de modo conjunto, ha de desarrollarse como antropo-
cosmología y como antropo-biología; es decir, ha de ligar la dimensión sociocultural del
hombre a sus dimensiones física y biológica.
La unión entre ciencias humanas y ciencias naturales habrá de producirse, por
tanto, no mediante la simplificación y reducción de lo complejo (lo humano) a un
nivel menos complejo (lo biofísico), sino mediante una reelaboración y
complejización de las nociones de naturaleza, de vida y de animal.
La hominización será considerada por Morin como un excelente ejemplo para
comprender la relación no antagonista, sino dialéctica, existente entre naturaleza y
cultura, para ver cómo la evolución antropo-cultural se encadena a la evolución
bionatural, cómo la cultura emerge de un proceso natural y a su vez retroactúa e
interviene sobre este proceso natural.
Todo comportamiento humano es resultado de las interacciones entre varios
componentes (genético, cerebral, sociocultural), es fruto de la interacción entre
componentes biológicos y culturales; el hombre es un ser biocultural.
La originalidad del hombre no se limita al prodigioso y complejificador desarrollo que
éste realiza de la técnica, la sociedad, el lenguaje, la cultura, etc. (es decir, no se limita a
su sapiencia), sino que lo que constituye su «rasgo específico absolutamente original»
(Morin 1974: 741) es «el surgimiento de lo imaginario fuera del dominio cerrado del
sueño, el surgimiento del mito y la negación mitológica de la muerte, todo esto en
relación con un cerebro no solamente más rico en neuronas que el de todos sus
predecesores, no solamente dotado de nuevos dispositivos aptos para organizar la
experiencia, las ideas y la acción de modo no preprogramado sino estratégico, sino que
además funciona con muchos desórdenes y dotado de una regulación muy falible
que generan tanto una aptitud para el delirio y la destrucción como para el genio y
la creación» .
La originalidad del hombre no está en su carácter de sapiens, sino en que «homo es a la
vez sapiens-demens». Y es precisamente en «la consubstancialidad, la dialectización, la
inestabilidad y, en el límite, la incertidumbre entre lo que, en el hombre, es sapiens y lo
que es demens» donde se halla la enorme complejidad, la «hipercomplejidad»,
humana; es en «la nueva relación entre orden y desorden, entre destrucción y creación,
entre sapiencia y demencia, que el hombre introduce en el mundo» donde se halla el
nivel de complejidad «propiamente original» del hombre.

“El hombre nace y muere a veces sin vivir


Camina desde el niño al viejo sin gozar
Eso que el mismo le llama felicidad
Si la tiene aquí la va a buscar allá
Tropieza tantas veces en una misma piedra
Frutas que llega pasa sin madurar
Si tiene filo quiere tener mucho más
Es un misterio y es de la vida la sal
Tiene alma de guitarra Encordada de estrellas
Y es una falta envido su corazón
Solo se diferencia del reino animal
Porque es el hombre el único capaz de odiar,
Pero mientras el hombre Se asombre llore y ría
Será la fantasía que Dios creo
Es una lagrima de niño y de crespín
Es monte denso copla vida y manantial
Es muy capaz de dar la vida o de matar
Es luz y sombra, tierra arada y arenal
La pucha con el hombre
Querer ser tantas cosas Y nunca más que cuando tan solo es él
Es un camino que anda solo bajo el sol
Sendero trajinado por sueños de amor
Tiene alma de guitarra
Encordada de estrellas
Y es una falta envido su corazón
Solo se diferencia del reino animal
Porque es el hombre el único capaz de odiar,
Pero mientras el hombre Se asombre llore y ría
Será la fantasía que Dios creo”
Compositores: Pablo Raul Trullenque / Saul (Cuti) Carabajal

MATURANA… ¿Qué somos?, ¿qué es lo humano? Corrientemente pensamos en lo


humano, en el ser humano, como un ser racional, y frecuentemente declaramos en
nuestro discurso que lo que distingue al ser humano de los otros animales es su ser
racional.
Estas afirmaciones…, hechas así, con tanta soltura, constituyen de hecho anteojeras como
las que llevan los caballos. ¿Con qué propósito se usan?, se usan para restringir la visión.
Decir que la razón caracteriza a lo humano es una anteojera, y lo es porque nos deja
ciegos frente a la emoción que queda desvalorizada como algo animal o como algo que
niega lo racional. Es decir, al declaramos seres racionales vivimos una cultura que
desvaloriza las emociones, y no vemos el entrelazamiento cotidiano entre razón y
emoción que constituye nuestro vivir humano, y no nos damos cuenta de que todo
sistema racional tiene un fundamento emocional. Las emociones no son lo que
corrientemente llamamos sentimientos. Desde el punto de vista biológico lo que
connotamos cuando hablamos de emociones son disposiciones corporales dinámicas que
definen los distintos dominios de acción en que nos movemos.
Todo sistema racional se funda en premisas fundamentales aceptadas a priori,
aceptadas porque sí, aceptadas porque a uno le gustan, aceptadas porque uno las acepta
simplemente desde sus preferencias... Todo sistema racional se funda en premisas o
nociones fundamentales que uno acepta como puntos de partida porque quiere hacerlo
y con las cuales opera en su construcción.
Se aceptan o rechazan no desde la razón sino que desde la emoción: las premisas
fundamentales de una ideología o de una religión por ejemplo, se aceptan a priori y, por
lo tanto, no tienen fundamento racional. Más aún, si uno llega a proponer un argumento
racional para escoger estas u otras premisas, reclamando para su sistema ideológico un
fundamento racional, uno lo hace ciego a lo dicho más arriba, esto es, lo hace ciego al
hecho de que las premisas fundamentales últimas que fundamentan la racionalidad del
argumento convincente las aceptamos a priori. Por esto, no podemos pretender una
justificación trascendente para nuestro actuar al decir: "esto es racional".
Lo humano se constituye en el entrelazamiento de lo emocional con lo racional. Lo
racional se constituye en las coherencias operacionales de los sistemas argumentativos
que construimos en el lenguaje para defender o justificar nuestras acciones.
Corrientemente vivimos nuestros argumentos racionales sin hacer referencia a las
emociones en que se fundan, porque no sabemos que ellos y todas nuestras acciones
tienen un fundamento emocional, y creemos que tal condición seria una limitación
a nuestro ser racional.

INTERESANTE…
pensar lo que nos plantean estos autores para nuestro futuro
posicionamiento (construcción de un paradigma) en la clínica de la C y L.
evitará que caigamos en miradas reduccionistas que desestiman al hombre en
su compleja síntesis vital…

¿QUÉ ES UN PARADIGMA?
Thomas Kuhn, en su conocido libro La estructura de las revoluciones científicas, refiere
que tiene que ver con «toda una constelación de opiniones, valores y métodos, etc.
compartidos por los miembros de una sociedad determinada», fundando un sistema
disciplinado mediante el cual esa sociedad se orienta a sí misma y organiza el conjunto de
sus relaciones.
Un paradigma sería una manera organizada, sistemática y corriente de relacionarnos con
nosotros mismos y con todo el resto que nos rodea.

Se trata de modelos y patrones de apreciación,


explicación y acción sobre la realidad circundante.

Todos fundamentamos nuestro ser y hacer en determinados paradigmas, verdaderas


ideologías, sistemas de creencias, modos de relación, etc.
Nuestras elecciones y decisiones en la vida y en la profesión dan cuenta de ello. La
adhesión a un modelo a veces comienza siendo casi inconsciente, pero siempre hay una
elección de una opción determinada que trasunta diversos aspectos de la vida.
Una colega (Yanina Romani) en una presentación al respecto de la clínica de niños, lo
resumía claramente…“La mirada clínica del terapeuta del lenguaje, obedece a su
construcción teórico-clínica y ésta no es sin consecuencias en el destino del niño.
Podemos intervenir, con una ética que nos direccione a involucrarnos tomando una
posición frente a ese niño y sus padres: con mirada humanizante, ofreciendo, donando
nuestra escucha, cuerpo y palabras; jugando y jugándonos a que algo suceda para
sorprendernos.”

SIC: Yo agregaría que esa construcción teórica clínica de nuestro ser y hacer
fonoaudiológico, se fundamenta en nuestra construcción al respecto de cómo
entendemos la elección vocacional, la profesionalidad?, qué entendemos cómo
servicio? cómo entendemos la comunicación y el lenguaje? y por supuesto,
qué “mirada” tenemos del otro, los otros…y uno mismo, en cuánto sujeto, en
la orquesta de la vida..

“Conceptualizar, enmarcar todo perfeccionamiento científico en una mirada


humanística, avanzar hacia la comprensión del hombre y su cultura;
considerarlo inserto en sus “circunstancias” de tiempo, espacio, historia, a
través de conocimientos antropológicos y filosóficos; son aportes que nos
permitirán una cosmovisión integradora y mucho más rica de los temas que
hacen a la adquisición de la lengua, del lenguaje y sus dificultades”
(M. Artigas de Sierra)

La ÉTICA es parte de la filosofía.


Considera concepciones de fondo, principios y valores que orientan a las personas y
sociedades. Una persona es ética cuando se orienta por principios y convicciones.
La ética surge y se renueva cuando emerge el otro, con quien convivo.
Sin sentir al otro en su dignidad, como semejante y como próximo, jamás surgirá
una ética humanitaria.
Necesitamos potenciar el nicho de donde irrumpe la ética: la inteligencia emocional, el
afecto profundo (pathos) de donde emergen los valores. (Boff)

Todos asumimos el mundo y la vida cotidiana desde un determinado paradigma, que es


de esperar que sea regido por una ética de respeto y cuidado de la vida toda y del
semejante en especial… Una ética amorosa
Howard Gardner el psicólogo y pedagogo de la teoría de las Inteligencias Múltiples,
menciona: “Debe haber un equilibrio entre el compromiso, la ética y la excelencia para
llegar a ser un buen profesional. Digamos que para “ser realmente bueno” hay que
ponerle alma, emociones, sentimientos
y cordura a nuestro trabajo.”
“No alcanzas la excelencia si no vas más allá
de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia.
Si no te comprometes, por tanto, con objetivos
que van más allá de tus necesidades para
servir las de todos.
Y eso exige ética.”

Y el gran maestro Carl Gustav Jung agrega...

Nada más que decir…


Vamos a por ello!!!!
Todo hombre tiene acceso al mundo (exterior/interior),
a las cosas que hay en él y a lo que en él acontece
por medio del LENGUAJE.
El lenguaje es la herramienta que le permite distanciarse de la realidad para
comprenderla y actuar en consecuencias. Pavlov lo llamará 2° Sistema de Señales. El
lenguaje contiene la experiencia del mundo antes que acceda a ella el individuo, nadie
tiene que empezar de cero…pues el lenguaje que recibimos y construimos nos trae la
herencia de la historia.

ARISTÓTELES hablaba del hombre como “animal metafísico”, un animal que se


pregunta y se responde. El logro del lenguaje le posibilita preguntarse no sólo por las
cosas, sino por sí mismo, y asi descubrirse como sujeto frente a los objetos.
El hombre no es un “que” sino un “quien”, no es algo sino alguien.

SIC.: preguntarse…poner en palabras la inquietud, el conocimiento del


mundo… es una realidad hoy?… cuanto de “qué” (objeto) abunda en nuestra
cotidianeidad… anestesiándonos de preguntar, de conocer, ir más allá de lo
inmediato? Diferenciamos claramente el “qué” del “quién”? La tendencia
consumista en que plano nos pone? El otro es también un quién (sujeto) para
nos? Estas preguntas que parecen pelogrulladas, son esenciales en los
vínculos con las nuevas generaciones, y en particular en la crianza! Y la
educación! Y en la profesión!

HEIDEGGER considera al lenguaje como fundamento del ser humano ya que


posibilita al hombre la entrada en el ámbito de la existencia. En su tratado sobre el
humanismo escribe: “El hombre es un ser vivo, no porque junto a otras capacidades
posee el habla; sino más bien porque el lenguaje es la casa del ser, de modo que,
habitando dentro de ella, el hombre existe.
La esencia del lenguaje debe ser pensada según Heidegger, a partir de la
correspondencia con el ser, pues el lenguaje es la morada del ser. Pensar el ser
conduce al lenguaje.
Son los pensadores y los poetas los guardianes de la morada del hombre, ellos dejan que
se manifieste el ser y éste se manifiesta en el decir del lenguaje. El lenguaje es
advenimiento del ser mismo, que aclara y oculta. El lenguaje no se reduce a la “lógica” y
la “gramática” occidental, se trata de liberar el lenguaje de esas ataduras para ganar un
orden esencial más originario; liberarnos de las interpretaciones técnicas de estos
conceptos.
En Hitos, Carta sobre el humanismo (2000), a propósito del lenguaje, Heidegger
despliega un análisis fundamental del lenguaje y de su relación con el decir del ser. El
lenguaje en este texto, pertenece a la cercana cercanía del ser humano, el ser humano
habla. Hablamos despiertos y cuando estamos soñando, esta aproximación del ser
humano al lenguaje va más allá de un simple modo de nombrar el mundo, porque en
esencia, el lenguaje traspasa lo meramente útil, el ya no es una herramienta del ser
humano para comunicarse o nombrar las cosas, deja de tener ese carácter utilitario
y se convierte en la vía que evoca al ser.
El lenguaje no se reduce a la comunicación verbal, pues está siempre presente en todo
momento de la existencia del hombre, incluso en el silencio, o en los actos mismos, no se
origina siquiera en una voluntad particular (Heidegger, 11). El habla, está afuera, pero
también adentro de nosotros mismos, en tanto remite a lo singular a cada uno de
nosotros…
De acuerdo con lo propuesto por Heidegger, no tenemos un dominio del lenguaje, por
el contrario parece que estuviéramos sujetos a una voluntad que nos comanda, situación
visible en la labor del poeta, donde las palabras le son esquivas, poseen lo inhablado, es
arrastrado por el lenguaje y solo a veces le roza la esencia que se evidencia en las líneas
del poema y deja su relación al capricho de las palabras. Hay un hablar que nos sale al
encuentro, el oír el poema implica dicho encuentro, del mismo modo oír requiere una
disposición a prestar atención a eso hablado en el poema, el cual tiene algo para escuchar,
y a la vez algo que le permanece oculto, un sonido y un silencio, ¿no nombrado por el
poema, o no escuchado por nosotros?
Algo se pierde del ser en el habla, quizás en la relación entre silencio y palabra, entre lo
universal y lo particular, entre el ser y la nada... Este filósofo advierte que más allá del
lenguaje existe un habla que escapa a las leyes habituales de la conciencia; entonces,
para escuchar el habla del lenguaje, es menester que éste pierda su carácter
utilitario y cósico, así como dejar de reducirlo a una definición amontonada
sincréticamente en un sentido lógico, para trascender a otra instancia, aquella que
como en la poesía, se des-oculte un vocablo esencial.
Heidegger considera que el lenguaje no se reduce a un fenómeno consciente, lo hace
extensible a otros lugares como el sueño o el silencio, nos dice por ejemplo que el ser
humano habla cuando está despierto o soñando, incluso cuando no pronuncia palabra
alguna, aspectos que muestran una dimensión distinta y particular que este filósofo le
otorga al lenguaje; por tanto propone un lenguaje que incluya el sin-sentido, el silencio, la
nada, un lenguaje libre que escape a las leyes de la razón

SIC: el lenguaje como casa del hombre…. Qué implicancias tendrá esto en
nuestra praxis Fonoaudiológica?... el niño que no estructura su lenguaje o lo
hace con dificultad; el adulto que tras un ACV queda con Afasia, el anciano
con deterioro cognitivo…
El lenguaje no se reduce a la comunicación verbal… cómo “escuchar” lo que
permanece oculto, los silencios? La poesía… que nos aporta a los
Fonoaudiólogos? cómo desentrañar ese lenguaje que no sólo nombra?

El preguntarse por el mundo y por sí, es también preguntarse por el Otro, el


semejante. El otro no se presta a ser objetivado, sino que sólo es abordable en una
relación igualitaria, a través de la comunicación, del diálogo, del intercambio.
M. BUBER (Filósofo austríaco-1878-1965) habla de la “esencia dialogal”
del hombre y expresa “el hecho fundamental de la existencia humana es el hombre con
el hombre” En su teoría el ser humano es un ser de relación que se afirma y crece “en
el encuentro con los demás hombres (yo-tú) con el mundo (yo-ello) y con Dios (yo-Tú)”.
En la relación con el mundo el yo se afirma como sujeto que conoce y quiere frente al
objeto que tiene delante, pero esta relación se queda en el umbral del lenguaje. En la
relación con el ser humano, la relación es necesariamente lingüística. En todos los casos
lo que es esencial y verdadero no ocurre en uno y otro interlocutor ni un espacio neutral
ajeno a ellos, sino que ocurre el encuentro “entre” los dos que abarca a cada uno de ellos
y al cual sólo ellos tienen acceso.
“Hay muchas formas de comunicación. La más inmediata es el lenguaje,
verdadero prodigio de la persona que podemos calificar de milagro. Sólo con
una treintena de signos transmitimos al otro lo más profundo y valioso que
tenemos y existe dentro de nosotros (ideas, valores, pensamientos, proyectos,
sentimientos) con nuestras palabras nos enriquecemos mutuamente, “nos
entregamos” el otro y yo; pero si queremos que nuestro diálogo sea fructífero y
enriquecedor debemos dejar espacio al silencio. De aquí emanará un lenguaje
veraz y la verdad hecha palabra genera confianza y una empatía entre los
interlocutores.”

El diálogo requiere también el respeto al otro y a su palabra; sólo si el otro se


experimenta respetado como “otro yo” adquiere una conciencia de ser “tú personal”.
Sólo si experimenta bondad se confía a la realidad; en definitiva, si el diálogo es auténtico
personifica.
Hay una disposición natural de apertura a los demás, es la dimensión social esencial al
hombre, que se siente impulsado a interrelacionarse personalmente, desde su
subjetividad, a asociarse, a integrarse.
“Únicamente cuando el individuo reconozca al otro en toda su alteridad como se
reconoce a sí mismo, como hombre, y desde este reconocimiento considere al otro, habrá
quebrantado su soledad en un encuentro transformador” Y así la comunicación “entre
personas”, es más que dialéctica e intercambio de ideas, es enriquecimiento y
“creación de mi propio ser”.
Superando extremos tales como el individualismo (Descartes/ Nietzche) o el
colectivismo (Marx- Hegel) que minimizan y aún niegan las dimensiones societaria y
personal del hombre, respectivamente, el hecho es que la verdad más profunda del
hombre es su relación con los otros.
El encuentro con el otro (tu), las relaciones humanas en general, penetran
profundamente en la estructura de las personas y constituyen en gran parte el camino de
su realización.

SIC: pensemos esto desde la realidad de hoy… y se me ocurre pensar en las


redes sociales… cuánto de individualismo (búsqueda de reconocimiento y
autoafirmación personal) o de auténtico deseo de encuentro con el otro/s
(socializar, compartir, dar y recibir, etc) trasuntan?
Es la comunicación, el encuentro con el otro, razón de enriquecimiento
y realización personal?
IMMANUEL KANT (filósofo y científico prusiano de la Ilustración considerado
como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía
universal.- 1724/1804); crítica la concepción del lenguaje como mera facultad de
designación, lo que se sostiene desde “una unidad a priori de pensamiento y
lenguaje” La estructura de esta unidad ya no podría ser aclarada por el modelo del
lenguaje como designación. En ella, los signos lingüísticos de ningún modo
establecen sólo un enlace mediato de representación y objeto.
En su investigación trascendental “Crítica de la razón pura” ya se encontraría implícita la
perspectiva de que todo, en última instancia, se remite al lenguaje. Esto es lo que
estaría implicado en la mención kantiana de la gramática trascendental. Ella, se halla a
priori en nuestro entendimiento y contiene el fundamento del lenguaje humano en las
categorías, “es decir, en las correspondientes reglas para las síntesis del uso de
expresiones”
En cuanto a la comunicación…
“Humanidad significa, por una parte, el sentimiento universal de simpatía, pero
también por otro lado, la facultad de poderse comunicar universal e
interiormente, propiedades ambas que unidas, constituyen la sociabilidad propia
de la humanidad, por medio de la cual se distingue de la estrechez animal.” La
posibilidad de comunicación es entonces un elemento constituyente de la
cultura, en tanto humanidad quiere precisamente decir, poder comunicarse,
en un doble movimiento, entre lo interior y lo exterior, cuyo resultado ideal
sería la convergencia entre interioridad y universalidad. (La reflexión sobre el
lenguaje en Kant- Daniel Leserre)
El lenguaje es una forma de operar con signos. Forma parte del conjunto de signos
arbitrarios junto a “las letras que son signos de los sonidos y otros tales como los gestos
mímicos (considerados en parte naturales), las notas, las insignias honorarias,... La
capacidad de operar con signos se ejerce pues de diferentes formas, el lenguaje es una
de ellas: “Toda lengua es designación de los pensamientos, e inversamente la manera
óptima de denominar los pensamientos es mediante el lenguaje, el máximo medio de
entenderse a sí mismo y a otros. Pensar es hablar consigo mismo, y por
consiguiente es también oír internamente.
Resumiendo, las características más salientes de este análisis kantiano del lenguaje son:
ser una forma de operar con signos, designar el pensamiento, servir como forma de
comprenderse a sí mismo y a los otros, y configurar el diálogo con uno mismo.
Ahora bien, el uso de la facultad de lenguaje depende de la posibilidad física, pero la
trasciende.

ROLAND BARTHES (1915 –1980- filósofo, crítico, teórico literario y semiólogo


estructuralista) ...

Algunas de sus expresiones


…“no existe ningún umbral de la lengua, no se
puede detener la lengua; se puede, en rigor,
cerrar, aislar la gramática (y enseñarla
entonces canónicamente), pero no el léxico, y
aún menos el campo asociativo, connotativo. Vivir en un país cuya lengua se
desconoce, vivir durante un largo tiempo, fuera de los recintos turísticos, es la
aventura más peligrosa; es (para el«individuo») más arriesgado que afrontar la
jungla, ya que hay que sobrepasar la lengua, mantenerse en sus márgenes
suplementarios, es decir, en su infinitud sin profundidad. Si yo tuviera que
imaginar un nuevo Robinson, no lo colocaría en una isla desierta, sino en una
ciudad de doce millones de habitantes, cuya habla y escritura no supiera descifrar:
creo que ésa sería la forma moderna del mito”
En cuanto al lenguaje:

Plantea algo sumamente interesante, que va más allá del uso del lenguaje… plantea que
éste tiene una connotación distinta sea abordado científicamente o desde la Literatura.
Porque es relevante su mirada?… porque de alguna manera sólo el lenguaje literario
revelaría al hombre en su totalidad…

SIC: de ahí la importancia de abordarlo tb desde esta perspectiva:


veremos varixs literatxs como referentes a considerar en nuestra
formación- Qué nos dicen las letras (Literatura)? ¿Qué nos aportan?
Recurrimos a las rimas, metáforas y juegos del lenguaje con
frecuencia, sólo por tecnicismos?

“Ciencia y literatura poseen un rasgo en común, pero este rasgo es, a la vez, el que las
separa con más nitidez que ninguna otra diferencia: ambas son discursos (la idea del
logos en la antigüedad expresaba esto perfectamente), pero el lenguaje que constituye a
la una y a la otra no está asumido por la ciencia y la literatura de la misma manera, o, si
se prefiere, ciencia y literatura no lo profesan de la misma manera.
El lenguaje, para la ciencia, no es más que un instrumento que interesa que se vuelva lo
más transparente, lo más neutro posible, al servicio de la materia científica (operaciones,
hipótesis, resultados) que se supone que existe fuera de él y que le precede…No es
ninguna casualidad que, a partir del siglo xvi, el desarrollo conjugado del empirismo, el
racionalismo y la evidencia religiosa (con la Reforma), es decir, el desarrollo del espíritu
científico (en el más amplio sentido del término) haya ido acompañado de una regresión
de la autonomía del lenguaje, que desde ese momento quedará relegado al rango de
instrumento o de «buen estilo»
Muy por el contrario, en la literatura, al menos en la derivada del clasicismo y del
humanismo, el lenguaje no pudo ya seguir siendo el cómodo instrumento o el lujoso
decorado de una «realidad» social, pasional o poética, preexistente, que él estaría
encargado de expresar de manera subsidiaria, mediante la sumisión a algunas reglas de
estilo: el lenguaje es el ser de la literatura, su propio mundo…
Desde el punto de vista técnico, y de acuerdo con la definición de Román Jakobson, lo
«poético» (es decir, lo literario) designa el tipo de mensaje que tiene como objeto su
propia forma y no sus contenidos. Es simplemente a través del lenguaje como la
literatura pretende el desmoronamiento de los conceptos esenciales de nuestra
cultura, a la cabeza de los cuales está el de lo «real; ningún lenguaje es inocente, y de
la práctica de lo que podríamos llamar el «lenguaje integral».
Así pues, en nuestros días resulta ser la literatura la única que soporta la
responsabilidad total del lenguaje; pues si bien es
verdad que la ciencia necesita del lenguaje, no está dentro
del lenguaje, como la literatura; la primera se enseña, o
sea, se enuncia y expone, la segunda se realiza, más que
se transmite. No es el mismo deseo, el que está detrás
de la una y el que está detrás de la otra.
Al basarse fundamentalmente en una determinada
manera de usar el lenguaje, escamoteándolo en un caso
y asumiéndolo en otro, la oposición entre ciencia
y literatura tiene una importancia muy particular
en la forma de vínculo del hombre con este…

Interesante es también lo que afirma y se interroga


al respecto del sentido de lo que es lenguaje para si… (es decir para el hombre)- :
“Hoy día me imagino a mí mismo un poco como el Griego antiguo tal como Hegel
lo describe: el Griego interrogaba, dice, con pasión, sin pausa, el susurro de las
hojas, de las fuentes, del viento, en definitiva, el estremecimiento de la
Naturaleza, para percibir en ellos el plan de una inteligencia. Y en cuanto a mí, es
el estremecimiento del sentido lo que interrogo al escuchar el susurro del
lenguaje, de ese lenguaje que es para mí, hombre moderno, mi Naturaleza”.

WITTGENSTEIN es una figura completamente determinante en el origen,


articulación y desarrollo del paradigma de la filosofía del lenguaje. Autor austrohúngaro
Wittgenstein es referente obligado, en el tema teórico-práctico de la comunicación y el
lenguaje.
Su teoría abre las posibilidades al entendimiento desde lo científico y lo común u
ordinario. Su vida y obra van más allá de lo abstracto pues su búsqueda es la de un
puente entre esta dimensión y la factibilidad expresada en el mundo real que nos rodea.
Para Wittgenstein lo importante es ser comprendido.
Este autor desencadena dos paradigmas distintos: el primero al asumir la metafísica y
epistemología tradicional y la constitución del papel del lenguaje como central en la
investigación filosófica; y el segundo al iniciar aquello que se ha llamado la filosofía del
lenguaje ordinario que pone énfasis en la particularidad y diferencia de cada fenómeno
o juego lingüístico, y que sienta las bases de lo que se ha llamado filosofía pragmática
del lenguaje.
Wittgenstein desea que se cambie la imagen tradicional de la esencia del lenguaje por la
consideración de una multiplicidad de juegos de lenguaje a manera de manifestaciones
que se dan en contextos específicos y cambiantes, como actividades, entrelazado con
acciones cotidianas o formas de actuar. Su expresión “el lenguaje es una forma de
vida” pone de relieve el carácter pragmático de la comunicación humana.
El lenguaje “son múltiples juegos”. En el juego como en el lenguaje hay reglas, en éste
último son las normas sintácticas y semánticas que lo organizan, a lo que hay que añadir
las pragmáticas, que son las que regulan la situación total lingüística, es decir, el lenguaje
como actividad humana, como forma de vida.

AUSTIN desarrolla en el libro Cómo hacer cosas con palabras su teoría de


“Actos del habla”. La idea básica de este filósofo era “rebatir la convicción, ampliamente
extendida de que la función del lenguaje es describir un estado de cosas y, por tanto, que
las afirmaciones del lenguaje son verdaderas o falsas; quiere romper la presuposición
tradicional de la filosofía del lenguaje, según la cual, el lenguaje tiene una única
función y que ésta es representativa.
Esto lleva a afirmar una necesaria conexión entre estos dos filósofos. Otro punto central
donde convergen estos dos autores es la consideración de que el lenguaje se da en
forma de acción y que sus realizaciones son actos que se entretejen con otras
acciones para lograr un resultado específico que sólo puede ser entendido a la luz
de su contexto y reglas particulares. A partir de esta idea, Austin afirma que cuando se
usa el lenguaje, cuando una persona habla, realiza al menos tres tipos de acciones
explicadas en la teoría de los actos del habla: un acto locucionario, un acto
ilocucionario, y un tercer acto perlocucionario. El acto locucionario es aquel mediante
el cual se emiten palabras que tienen ya un contenido y una estructura gramatical. A
través del segundo tipo de acto, el ilocucionario, se realiza la acción lingüística específica
que se pretendía como: afirmar, rogar, ordenar, etc.; y a través del último tipo de acto se
puede llegar a ciertas consecuencias indirectas del acto sobre la audiencia, como por
ejemplo hacer que el escucha haga (x) o (y) cosas, piense o sienta (x) o (y) cosas.
(Ramírez Angarita, C., & Chacón Díaz, E. F. (2012). Wittgenstein: pilar de la filosofía del
lenguaje. Revista Filosofía UIS) Podríamos decir que el lenguaje es una realidad
dotada de fuerza, la fuerza que inspirándonos en el filósofo podríamos llamar
ilocucionaria y perlocucionaria, la fuerza merced a la cual con el lenguaje podemos
hacer cosas y hacer que se hagan cosas.
En 1895 se establece el fondo del nuevo método al que FREUD denomina el
PSICOANÁLISIS, esta asunción hecha por el sujeto de su historia, en tanto que está
constituido por la palabra dirigida al otro, cuya historia nos dice Lacan, constituye la
emergencia de la verdad en la palabra.
El psicoanálisis no tiene sino como material la palabra, en un espacio donde ésta puede
ser liberada, verbalizada para dar noticia del acontecimiento patológico llamado
traumático. El síntoma se resuelve en el análisis del lenguaje cuya palabra debe ser
rescatada ¿hasta qué punto y de qué modo esa palabra es rescatada? En el lapsus, el
tropiezo, el acto fallido que vela la palabra, permitiendo una verdad que es traída a
medias, se trata de encontrar en el habla del sujeto, aquello que no dice.
LACAN en Función y campo de la palabra (2009), afirma que la experiencia nos
muestra claramente que el inconsciente participa de las funciones de la idea, incluso del
pensamiento, el opera por ejemplo en el dominio de la metáfora que es el sinónimo del
desplazamiento simbólico, pero también él puede leerse, escribirse, negarse afirmarse
ocultarse y develarse. Los equívocos, aspectos que asimismo muestran las
manifestaciones del inconsciente.
El lenguaje no se reduce a un medio de comunicación, él puede dar cuenta de la
verdad que no otorga su última palabra, el ser se produce por los efectos del significante,
son estos la metáfora y la metonimia, en este sentido, la poesía construida por estos
efectos, da cuenta de la verdad, caracterizada por ser poética. El síntoma entonces, se
resuelve por el análisis del lenguaje, dado que el mismo síntoma está estructurado como
lenguaje, la palabra se hace carne, el cuerpo es en consecuencia, una hoja escrita con los
mismos mecanismos con lo que se escribe un poema o se construye un chiste.
Lacan le da al inconsciente un lugar sumamente determinante al momento de definir al
sujeto, en tanto que enseña al sujeto a reconocer como su inconsciente, su historia; la
historización de los hechos determinaron en su existencia ciertos vuelcos significativos.
Es decir que la palabra, además de todo lo dicho es la “puerta de entrada” al inconsciente,
a las huellas grabadas allí de nuestra historia y que suelen marcar nuestros
sufrimientos…
Contemporáneamente JERUSALINSKY, dentro de esta línea de abordaje, define
claramente el rol del lenguaje en el proceso de estructuración psíquica de la persona, su
subjetivación: “Vemos en el lenguaje a la facultad que define por excelencia al ser
humano. De esta manera el lenguaje no es considerado un mero instrumento de la
comunicación sino lo que estructura al individuo de la especie en su condición de
sujeto.” Así pues, el lenguaje será, antes que una herramienta de comunicación, un
posibilitador indispensable de la subjetividad, mediatizada por Otro que en tanto
objeto de deseo le dona un espacio, sonidos, palabras, miradas; puente de ingreso a la
cultura, y actos fundantes, condición necesaria para devenir sujeto.

BERTRAND RUSSELL: El uso del lenguaje.


Los filósofos, nos dice el autor, son quienes se han dedicado, o mejor dicho se han
interesado en el lenguaje para dar una mejor afirmación desde el contenido mismo de la
palabra.
El lenguaje tiene dos fines primarios: “la comunicación y la expresión”. En el caso de la
comunicación encontramos ciertos aspectos que no se deslindan de la expresión, tal es el
caso de respuesta inmediata ante un suceso inesperado que se llega a dar, sea el caso de
una expresión tanto de horror como de sorpresa. En el caso de la expresión entra en
relación con lo que se ha mencionado debido a la información o emoción que se
transmite.
La utilidad del lenguaje depende de la distinción entre experiencias. Por ello, el lenguaje
es un medio de exteriorizar y dar a conocer nuestras experiencias. De esta manera,
no solamente sirve para expresar pensamientos, sino también para posibilitar
pensamientos que no podrían existir sin él. El autor nos dice: “se sostiene a veces que
no puede haber pensamiento alguno sin lenguaje”, es decir, para construir dicho
pensamiento se requiere de palabras.
Por otra parte, el lenguaje trae consigo diversas connotaciones o diferentes maneras de
uso.
Para Russell, el conocimiento es adquirido de dos maneras, estas formas de conocimiento
se conocen por los nombres de: conocimiento directo y conocimiento por descripción. En
el primero, el objeto estimula los órganos perceptores causando así una primera imagen
del objeto; en el segundo, se describe el objeto de manera detallada para así poder
obtener un conocimiento posible de él. Y aquí es donde es fundamental el lenguaje: “por
medio del lenguaje es posible exponer contenidos mentales al público, pues uno de
los méritos que posee el lenguaje es proporcionar expresiones públicas de los
pensamientos”
Los contenidos mentales, ya sean estados de ánimos o recuerdos de conocimientos
previos, se pueden dar a conocer y se pueden conocer mediante una descripción con el
uso del lenguaje. ” Esto enriquece la comprensión por parte del receptor, se precisa la
comunicación y se evitan malos entendidos.

MIJAÍL BAJTIN (Historiador-Crítico literario- Filósofo ruso del lenguaje- 1895 /1975)
En el centro de su concepción del mundo se encuentra el hombre en permanente
interacción con sus semejantes mediante el lenguaje, entendido como acto ético,
como acción, como comunicación dinámica, como energía. Ser, es comunicarse
dialógicamente.
A diferencia de otros teóricos, Bajtín no hace una separación drástica entre la cultura oral
y la escrita. En cambio, vincula toda comunicación a la idea del acto ético y la
responsabilidad
Es en el proceso de la comunicación verbal, de la interacción con el otro, como uno se
hace sujeto forjando su propio yo. El "yo" sólo existe en la medida en que está
relacionado a un "tú": "Ser significa comunicarse", y un 'yo' es alguien a quien se le han
dirigido como a un 'tú'.
La construcción del yo mediante lo verbal pasa por el diálogo como forma primaria
de comunicación y pensamiento y, más aún, como concepción del sujeto y su ser. El
diálogo es la condición primera del lenguaje. Esta concepción lingüístico-discursiva,
perfila el mismo ser como "ser expresivo y hablante", que es, ciertamente, el objeto de
las humanidades.
Las palabras pueden existir únicamente en forma de diálogo, lo mismo que el sujeto, el
yo, sólo existe en una interacción con el otro que le da origen en el momento de dirigirle
palabra por medio de un tú, para que podamos reconocer humildemente: "yo también
soy".
El hombre y su hacer en una intensa interacción con otro hombre está en el centro de
su "primera filosofía". Mis actos siempre se realizan en presencia y en cooperación con el
otro ser humano, a través de una triple óptica en que vemos el mundo: yo-para-mí, yo-
para-otro, otro-para-mí, de tal modo que el mundo resulta ser el espacio en que se
desarrolla nuestra actividad, concebida siempre en una estrecha participación del otro.
Cada quehacer, cada expresión o gesto, cada tarea son para otro; siempre será un
encuentro con el otro, encuentro basado en una responsabilidad que la relación con el
otro produce.
Estos actos, realizados "para otro", buscando su mirada y su sanción, repercuten de una
manera definitiva en otra persona y en el mundo. Lo que sucede entre nosotros, entre el
"tú" y el "yo", es un "acontecimiento del ser", un "aconteSer", un suceso dinámico abierto
que tiene carácter de interrogación y respuesta a la vez, y una proyección ontológica: el
"acontecimiento del ser" es, en ruso, un "ser juntos en el ser".
Comunicarse es un acto entendido como "acto ético", que nos hace contraer
responsabilidad y admitir consecuencias. Al involucrarnos en un sistema de relaciones
con los otros en el cual nada se pierde, sino que tiene un efecto, sea inmediato o a largo
plazo, sobre algo o alguien: ser en el mundo compromete.
El acto posee un sentido, y al provocar una respuesta en el otro, genera otro sentido
nuevo: la filosofía del acto ético según Bajtín prefigura la filosofía dialógica en la cual a los
parámetros descriptivos del acto se les añade otro ingrediente decisivo, constituyente de
lo humano, que es la palabra, que para el ser humano siempre ha estado ahí, como el
otro.

La lengua, si no lo es todo en la vida humana, está en todo, orgánicamente integrada


en el acto ético bilateral, de modo que se puede
hablar, entre la infinita variedad de los actos
humanos, de acto acción física, acto pensamiento,
acto sentimiento, acto estético o artístico, acto
cognoscitivo, y del acto enunciado en sí. El lenguaje
está orgánicamente integrado en todo tipo de
actos. Así, el sentido de la palabra dicha se fusiona y
se imbrica con la acción y adquiere el poder de una
acción.
El mundo que nos rodea, según Bajtín, está poblado
de voces de otras personas, voces que son palabras en el sentido de "enunciados": "Vivo
en un mundo poblado de palabras ajenas. Y toda mi vida, entonces, no es sino la
orientación en el mundo de las palabras ajenas, desde asimilarlas, en el proceso de
adquisición del habla, y hasta apropiarme de todos los tesoros de la cultura", entendiendo
por ésta la comunicación discursiva de "segundo grado", o sea la escrita.
"Por su naturaleza, la palabra es social. La palabra no es una cosa, sino el medio
eternamente móvil, eternamente cambiante de la comunicación social. La palabra nunca
tiende a una sola conciencia, una sola voz. La vida de la palabra consiste en pasar de
boca en boca, de un contexto a otro, de un colectivo social a otro, de una generación a
otra generación. Con ello la palabra no olvida su camino y no puede liberarse plenamente
de aquellos contextos concretos cuya parte había formado.
Cada miembro de un colectivo de hablantes encuentra la palabra no como la palabra
neutral de la lengua, libre de intenciones, sin ser poblada de otras voces. No: recibe la
palabra de una voz ajena y plena de voz ajena"

El dominio del sentido dialógico es pensado en términos vocales, de alternancia entre


el sonido y su ausencia. El territorio del enunciado entendido como comunicación
abarca no sólo lo dicho explícitamente, sino también la esfera del silencio significativo, de
lo sobreentendido, de lo no dicho, de lo no decible o lo inefable, etc. La significación de la
voz que suena alterna con la significación del callar, del silencio que es pausa en el
proceso de la enunciación, del intercambio discursivo.
El dominio del discurso incluye, pues, no sólo lo estrictamente vocalizado, sino también
los gestos y las expresiones corporales, las pausas, las ausencias, las respuestas tácitas,
los sentidos mudos. Más aún, el discurso no es sólo palabras o lenguaje. Más allá de los
límites de las formas verbales es discurso también cualquier forma de la autoexpresión
del ser humano, desde el abrazo y la caricia hasta la danza y la sinfonía
Bajtín atrae la atención hacia el estatus de la alternancia del silencio y el sonido. Este
silencio significativo debe entenderse como ausencia de la palabra, no como una mera
ausencia del sonido no significativo, "natural". La secuencia de callar -sonido pleno de
sentido (palabra)- y pausa representa una estructura unificada y continua, una totalidad
abierta (inconclusa) que viene a ser el modelo de la comunicación concebida como la
existencia misma. El callar forma parte del acto o es acto de enunciado mudo, por así
decirlo...
Asimismo, Bajtín es un autor de gran relevancia cuando intentamos definir la diversidad
lingüística. Uno de sus conceptos clave es el de ‘géneros de habla’.
Dada su importancia para nuestro acervo disciplinar, volveremos sobre estos aspectos
(Bubnova, Tatiana. (2006). Voz, sentido y diálogo en Bajtín.)

ÉMILE BENVENISTE- (Francés, considerado uno de los mayores lingüistas del


siglo XX, 1902- 1976- El hombre en la lengua-)
Es en y por el lenguaje como el hombre se constituye como sujeto, porque solo
lenguaje funda en su realidad que es la del ser, el concepto de “ego”. La subjetividad es
la capacidad del locutor de plantearse como “sujeto” y se define como la unidad
psíquica que trasciende la totalidad de las experiencias vividas. Esta conciencia de si
se determina por el estatuto lingüístico de la persona, y no es posible sino se experimenta
por contraste. No empleo “yo” sino dirigiéndome a alguien que será en mi alocución un
“tu”. Es esta condición de diálogo la que es constitutiva de la persona, ninguno de los
dos términos es concebible sin el otro, son complementarios y al mismo tiempo son
reversibles.
Es en una realidad dialéctica, que engloba los dos términos y los define por relación
mutua, donde se descubre el fundamento lingüístico de la subjetividad.
Es en la instancia del discurso que “Yo” designa al locutor, donde este se enuncia como
“sujeto”.
Así, el fundamento de la subjetividad está en el ejercicio de la lengua.
El lenguaje está organizado de tal forma que permite a cada locutor apropiarse de la
lengua entera designándose como Yo. Los pronombres personales son el primer punto de
apoyo para este salir a luz de la subjetividad en el lenguaje.
El discurso que es la lengua, en tanto que es asumida por el hombre que habla, es la
condición de intersubjetividad única que hace posible la comunicación lingüística.

Qué significado tendrá entonces la asunción del yo del niño cerca de los 3 años?
Qué significará trabajar en la clínica del lenguaje con una “mirada subjetivante?

CARL MARX. (Economista, filósofo, sociólogo, periodista, político alemán 1818-


1883) «El lenguaje es tan viejo como la conciencia: el lenguaje es la conciencia práctica,
la conciencia real, que existe también para los otros hombres y que, por tanto, comienza a
existir también para mí mismo; y el lenguaje nace, como la conciencia, de la necesidad, de
los apremios del intercambio con los demás hombres... La conciencia, por tanto, es ya de
antemano un producto social, y lo seguirá siendo mientras existan seres humanos. La
conciencia es, ante todo, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y sensible que
nos rodea y conciencia de los nexos limitados con otras personas y cosas, fuera del
individuo consciente de sí mismo .»
En este breve texto Marx da prioridad al lenguaje sobre el pensamiento, a la conciencia
sobre la autoconciencia, a lo público, en suma, sobre lo privado. Su mirada de alguna
manera es reactiva al prevalecer ontológico y epistémico del yo (desde (desde Descartes
en adelante) y que se corresponde, en el terreno de la filosofía política y moral, con una
concepción de la sociedad que la ve como el resultado de un pacto entre individuos que le
preexisten y que sólo se asocian para la satisfacción de sus intereses particulares, no
teniendo por principio de su actuación moral otro juez que el de la propia conciencia. ¿Y
el lenguaje? Pues el lenguaje desde esta perspectiva, se concibe como la manifestación
externa de los contenidos de conciencia, de las ideas, entidades privadas, inaccesibles a
cualquier otra mente que no sea la mía, que constituyen el referente primario de las
palabras.
Lo que ello quiere decir es que las herramientas con que construimos nuestra
propia identidad como personas son prestadas, sociales, lingüísticas. Y el
lenguaje no es aséptico. Los calificativos no sólo tienen valor descriptivo.
Incorporan valoraciones que reflejan nuestras concepciones. Así, cuando
empezamos a formar nuestro yo ideal (self), aquel conjunto de expectativas que
vamos a procurar satisfacer, las mismas pueden estar constreñidas, de hecho lo
estarán, por los horizontes sociales asumidos por quienes nos rodean. No son
las mismas las expectativas que razonablemente pueden formarse una mujer y un
hombre en el contexto de una sociedad patriarcal. Ni las de un bárbaro y un
ciudadano de la metrópoli, en una sociedad civilizada. Ni las de un habitante
delprimer mundo y uno del tercero, en un mundo económicamente tan poco
igualitario como es el nuestro.
El uso del discurso, del lenguaje, para intentar mantener y justificar, o bien
alertar y cambiar situaciones de desequilibrio no es poca cosa… poderosa
herramienta social!
Bien… esto significa que debemos estudiar Filosofia o Psicoanálisis? … ja!
Sería un buen inicio y sustrato epistemológico y ontológico para nuestro ser
profesional!... pero no, nuestra intención es tal vez más humilde…
Como especialistas de las problemáticas que pueden afectar a la Comunicación y al
Lenguaje… debemos asumir la responsabilidad que esto nos demanda…
Según vimos “trabajaremos” con algo tan inherente a la subjetividad, a la misma
humanidad como es el desarrollo del lenguaje. Nuestro objeto de estudio es
humanístico!

Los distintos lingüistas, filósofos, psicólogos, sociólogos, por los que hicimos un “vuelo de
pájaro” nos aportan algunas ideas-base, algo así como puntitas del ovillo desde donde
desentrañar la relación sustancial existente entre el hombre/”ser humano” y el
lenguaje… entonces podemos decir que particularmente desde esta cátedra:

Apostamos a la esencia dialogal del hombre… el yo/tu es el nudo de todo


devenir posible…
Apostamos al lenguaje como expresión de la interioridad del hombre,
conciencia individual y social…
Apostamos al lenguaje que organiza el mundo y sus categorías, pero no sólo
eso sino que nos permite valoraciones, cuestionamientos, elecciones…
Apostamos al lenguaje que marca, identifica, personaliza, socializa… nos
hace partícipes de la gran comunidad humana.

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Qué distinto es empezar nuestro viaje preguntándonos por el hombre


como ser de lenguaje…
y no sólo buceando en el lenguaje como atributo o función humana…
Así, las patologías o dificultades de la comunicación y el lenguaje siempre estarán
en segundo plano… lo que prima es la persona: el niño, el joven, el adulto,
el anciano, antes que su condición, afección o etiqueta diagnóstica.

Y la Comunicación? Sea la que fuere, se sustenta sobre esos preceptos y es “el


motor que hace al mundo andar”. Un trastorno en la comunicación y en particular en el
lenguaje, supone un importante “hándicap” para la inclusión social de las personas,
especialmente en nuestra cultura. Quienes no se comunican satisfactoriamente, por sus
dificultades de lenguaje, tienen menos “chances” sociales y aún un “status”
descalificatorio. Asi, son frecuentes actitudes de humillación y aún marginación
(pensemos por ejemplo en un adulto mayor con sordera), por parte de los más diversos
grupos sociales, inclusive los más próximos.

Qué carga simbólica opera sobre el lenguaje que lo hace (más allá de todas sus
posibilidades y beneficios- ya manifiestos-) foco indispensable del desarrollo social?
Como vimos, el lenguaje además de una poderosa herramienta de personalización, es
un poderoso instrumento de masificación: es el vehículo esencial de trasmisión
ideológica, por él internalizamos pautas de conducta, creencias, concepciones acerca de
situaciones cotidianas y otras problemáticas más trascendentes (higiene, religión,
sexualidad, tiempo, espacio, etc.). Si pensamos en la cantidad de “slogans” , eufemismos,
expresiones estereotipadas, construcciones lingüísticas “verbosas”, que nos bombardean
a diario, comprenderemos mejor este aspecto de gran “influencer” del lenguaje: muchas
palabras vaciadas de contenido, no comunican sino que hacen comunicados, destinadas a
la adhesión instantánea no reflexiva… el “status quo” se reproduce sin sobresaltos.
Asimismo, otro aspecto a considerar es que el uso “correcto” del lenguaje elegido como
“norma” de un determinado grupo social, también puede ser factor de inclusión o
segregación; los usuarios de variantes dialectales y/o de lenguas nativas, suelen ser
peyorativamente discriminados…
“Toda acción humana es capaz de comunicar, es decir, es parte potencial de un
sistema de signos. El lenguaje es sólo un complejo de sistemas de signos de los
muchos que la sociedad necesita para reproducirse. Denominarlo el más rico e
importante es afirmar lo obvio y lo banal, pero desde un punto de vista riguroso
puede ser simplista. La preeminencia del lenguaje se debe, principalmente, a
razones ideológicas. El lenguaje ha sido siempre, por excelencia, el depositario y el
portador de poder en la medida en que las clases o los grupos dominantes lo han
empleado en su propio beneficio. En cualquier parte del mundo la gente habla -o
hablaría espontáneamente-en algún dialecto u otro. Un lenguaje nacional es como
una manta que cubre la enorme variedad de dialectos, porque ello responde a los
intereses del poder estatal.” Rossi

La consideración del lenguaje, también desde esta perspectiva, nos permite


una visión ampliada del lenguaje y la comunicación; y evitará que nos
transformemos en meros teóricos o técnicos de la comunicación perfecta,
ideal.
Fundamentalmente, hará que desde nuestro rol, trabajemos firmemente en
procura de la comunicación como factor de salud personal y aún comunitaria.
3- LOS ORÍGENES
“Sabemos mucho más sobre el Big Bang de
la física que sobre el Big Bang humano"
Morten Christiansen-
Psicólogo –Univ. Cornell, NYork

“Para dar cuenta del desarrollo del lenguaje es obligado situarse en tres marcos
temporales muy distintos:
el tiempo FILOGENÉTICO, que se mide en millones de años, cuando los primates
humanos desarrollaron su modo singular de percibir y comprender a los miembros de su
especie;
el tiempo HISTÓRICO, que se registra en miles de años, cuando esta capacidad tan
especial de comprensión social posibilitó la creación, innovación y transmisión de la
herencia cultural, integrada por herramientas, símbolos y tradiciones, que acumulan
modificaciones y mejoras a través del tiempo;
el tiempo ONTOGENÉTICO, cuya escala es de miles de días y de horas en la vida
personal del individuo, cuando desde el nacimiento el bebé humano sale prematuro del
útero materno para entrar en el útero cultural de la familia, donde se nutrirá de los
productos culturales de su comunidad.

Así, para entender realmente la Comunicación y el Lenguaje, es preciso ir más allá de


las clásicas dicotomías de herencia-medio, naturaleza/crianza, innato/aprendido,
para situarnos en un proceso que considere las dimensiones filogenética, sociogenética
y ontogenética”(1)

3.1- El tiempo FILOGENÉTICO


El origen del lenguaje ha sido motivo de discusiones académicas durante siglos.
Aún así, no hay consenso sobre su origen o su edad definitivos, ni siquiera sobre si se
originó en un solo punto o a la vez en varios lugares. Un problema que hace el tema difícil
de estudiar es la falta de pruebas directas, puesto que ni las lenguas ni la habilidad de
producirlas se fosilizan. Consiguientemente, los estudiosos que quieren conocer los
orígenes del lenguaje tienen que sacar inferencias otros tipos de pruebas, tales como la
evolución del género humano o de pruebas arqueológicas, de la diversidad lingüística
contemporánea, de los estudios de la adquisición lingüística, y de comparaciones entre
el lenguaje y los sistemas de comunicación existentes entre otros animales, y en otros
primates.
“Desde las antigüedades más inalcanzables hasta hoy, el hombre busca el cómo y
el cuándo se engendró el HABLA y el LENGUAJE, a la vez que, sin querer o
queriéndolo, indaga sobre su propio ser. Y, por ello, se sugieren teorías tanto
del origen divino del lenguaje como de su desarrollo evolutivo e incluso como
fruto de invención humana; en cualquier caso un lenguaje primitivo, una
estructura simbólica primaria dependiente de las funciones cognoscitivas de
analogía y oposición, habría de conducir, a lo largo de miles o de millones de años,
al verdadero lenguaje inserto en una cultura sofisticada y compleja”
La cuestión del origen del lenguaje es foco de atención de arqueólogos, antropólogos,
historiadores, lingüistas, genetistas, éstos intentan responder cuándo y cómo surgió el
lenguaje? Cómo eran los primeros hombres y su lenguaje?
Entre las hipótesis propuestas, la correlación con los cambios cerebrales y del sistema
nervioso, la postura bípeda y el desarrollo del aparato fonador, el uso de la mano, la
socialización mediante el trabajo y la producción de herramientas, son algunas pistas
pero ninguna de ellas descifra el misterio… en qué momento el grito inarticulado de
los homínidos se convirtió en palabra, es decir: su producción intencional,
voluntaria y arbitraria? (2)

Compartimos con los primates que se encuentran en la línea de los homínidos


(chimpancés, gorilas y en menor grado orangutanes) ciertas características en
relación a los sistemas de comunicación. Sin embargo la conducta comunicativa a
base de vocalizaciones en los primates está invariablemente ligada a varios
contextos emocionales como amenazas, agresión, miedo, placer, alimentación,
separación etc. y se diferencian de las vocalizaciones humanas en los siguientes
aspectos: son limitados en número, limitados a un lugar y tiempo específico,
elicitados por un conjunto limitado de estímulos emocionales, producto de un
programa genético cerrado

Hay que aclarar, sin embargo, que este tipo de explicaciones no logran realmente dar
cuenta del surgimiento del lenguaje propiamente como tal. Sólo explican el desarrollo de
las condiciones biológicas, tecnológicas y sociales que posiblemente se aunaron para
hacerlo posible.

Se cree que el lenguaje tiene al menos 50.000 años, pero la mayoría de los
lingüistas piensa que es considerablemente más antiguo, y algunos estiman que podría
tener hasta medio millón de años.
Hace entre tres y dos millones de años, quizás en la sabana primigenia de África,
nuestros antepasados adquirieron apariencia humana. Durante más de un millón de años
sus predecesores AUSTRALOPITECOS, habían prosperado en los bosques del continente
africano. Ya eran bípedos y caminaban de forma similar a la nuestra, aunque poseían
piernas más cortas, manos adaptadas para trepar
por los árboles y un tamaño cerebral reducido,
semejante al de los simios. Pero su mundo se
estaba transformando. El cambio climático
favoreció la expansión de la sabana y los
primeros australopitecos dieron lugar a nuevas
líneas evolutivas. Uno de esos descendientes
contaba con piernas largas, manos aptas para la
construcción de herramientas y un cerebro más
voluminoso. Era un representante del GÉNERO
HOMO, el primate que dominaría el planeta.

Durante decenios, los paleoantropólogos han inspeccionado las regiones más remotas de
África en busca de fósiles de los primeros individuos de Homo para intentar entender la
forma en que nuestro género se hizo
prominente. El esfuerzo se ha visto poco
recompensado: un fragmento de
mandíbula aquí, unos pocos dientes en
otro lugar... Además, la mayoría de los
fósiles recuperados, o bien
corresponden a sus ancestros
australopitecos, o pertenecen a miembros posteriores del género Homo, especies más
evolucionadas que no permiten saber cuál de nuestros rasgos distintivos surgió
primero y qué fuerzas selectivas propiciaron su éxito.(3)

El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género


Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homininos,
como Australopithecus, los primeros homínidos de los que se tiene la seguridad de que
fueron completamente bípedos. Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática que
se inició hace unos 2,8 millones de años y que condujo a una desertificación de la sabana
con la consiguiente expansión de los ecosistemas abiertos, esteparios. Como resultado de
esta presión evolutiva, algunos Australopithecus se especializaron en la explotación de
productos vegetales duros y de escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante
aparato masticador, originando al Paranthropus; otros Australopithecus se hicieron
paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros Homo.
Clásicamente se consideran como pertenecientes al género Homo los homínidos capaces
de elaborar herramientas de piedra. De esta fase se han descrito dos especies, Homo
rudolfensis y Homo habilis, que habitaron África Oriental entre 2,5 y 1,8 millones de
años atrás, que a veces se reúnen en una sola. El volumen craneal de estas especies oscila
entre 650 y 800 cm³.
El sucesor cronológico de los citados es Homo ergaster, cuyos fósiles más antiguos datan
de hace aproximadamente 1,8 millones de años, y su volumen craneal oscila entre 850 y
880 cm³. Se supone que fue el primero de nuestros antepasados en abandonar África.
Esta primera migración humana condujo a la diferenciación de dos linajes descendientes
de Homo ergaster: Homo erectus en Extremo Oriente (China, Java) y Homo
antecessor/Homo cepranensis en Europa (España, Italia). Una visión más conservadora
de esta etapa de la evolución humana reduce todas las especies mencionadas a una,
Homo erectus, que es considerada como una especie politípica .
La fase final de la evolución de la especie humana está presidida por tres especies
humanas inteligentes, que durante un largo período convivieron y compitieron por los
mismos recursos. Se trata del Hombre de Neanderthal (Homo neanderthalensis), la
especie del homínido de Denisova y el hombre moderno (Homo sapiens). Son en
realidad historias paralelas que, en un momento determinado, se cruzan.
Se tiene la casi plena certeza de que el hombre de Neandertal no es ancestro directo del
ser humano actual, sino perteneciente a una línea evolutiva paralela derivada también de
Homo erectus/Homo ergaster a través del eslabón conocido como Homo
heidelbergensis. El neandertal coexistió con Homo sapiens y quizá terminó extinguido
por la competencia con nuestra especie.
Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los grandes simios: el gorila, el
chimpancé, el bonobo y el orangután. Los fósiles más antiguos de Homo sapiens tienen
una antigüedad de casi doscientos mil años y proceden del sur de Etiopía, considerada
como la cuna de la humanidad.

“El cerebro humano es resultado de un largo pasado evolutivo de 500 millones de


años. Más próximamente, hace unos 6 millones de años, en el continente africano
tuvo lugar un acontecimiento evolutivo de gran trascendencia, una población de
monos evolucionó y surgieron varias especies de Australopithecus o monos
bípedos. Estas nuevas especies se extinguieron, salvo una que sobrevivió hasta
hace unos 2 millones de años. Para entonces había cambiado tanto que no se
considera especie de australopiteco, y fue preciso encasillarla en un nuevo género,
que se denominó Homo. Este Homo tenía un cerebro más grande, fabricaba
herramientas de piedra y empezó a explorar la tierra.
Hace sólo unos 200.000 años, y también en África, un grupo del género Homo
emprendió un camino evolutivo diferente, compitió exitosamente con otras
poblaciones de Homo, y dejó descendientes hoy conocidos como Homo Sapiens.
La nueva especie presentaba características físicas particulares, como un cerebro
de mayor tamaño, pero lo más importante eran sus nuevas competencias y
capacidades mentales, cognitivas y lingüísticas, así como los productos culturales
que crearon.
Comenzaron a fabricar gran cantidad y variedad de herramientas de piedra
adaptadas a fines específicos. Comenzaron a utilizar símbolos para comunicarse y
organizar su vida social; símbolos lingüísticos, pero también artísticos.
Comenzaron también a adoptar prácticas y organizaciones sociales, desde los ritos
funerarios hasta la domesticación de animales. Como conquista filogenética, los
homo sapiens desarrollaron unos procesos cognitivos que les permitieron ponerse
en el lugar mental del otro, aprendiendo no sólo del otro, sino a través del otro.
Esta comprensión de que los otros son también seres intencionales, semejantes a
uno, resulta crítica para los aprendizajes culturales humanos. Aprender el uso de
una herramienta, un símbolo, o participar en una práctica social, exige
comprender el significado intencional de tales usos, es decir, comprender la
finalidad, las intenciones comunicativas de los usuarios.”

El registro fósil de los homínidos nos aporta dos tipos de evidencias para el
estudio del lenguaje: la determinación de áreas cerebrales a partir de los moldes
endocraneanos y la estructura anatómica del aparato bucofaringolaríngeo.
El cerebro deja señales de las circunvoluciones del córtex en el interior del cráneo que
pueden estudiarse mediante moldes a partir del endocráneo. Se han hallado señales del
área de Broca en Homo habilis y en especies posteriores del género Homo, pero no en
los australopitecinos, cuyo córtex era muy similar al de los chimpancés.
En Homo Erectus progresó el desarrollo de las áreas del lenguaje, y en el hombre de
Neandertal, su gran cerebro habría consumado ya su desarrollo hasta el nivel del Homo
sapiens sapiens.
Asimismo, el hombre ha adquirido un tracto vocal único en el mundo animal, cuya
peculiaridad es la posición baja de la laringe. El descenso progresivo de la laringe ha
permitido, en el hombre, la apertura de un tracto vocal, debido a que el aire puede entrar
por la boca y por la nariz. Los humanos adultos presentan una posición baja de la laringe,
de esta manera, el paso del aire queda temporalmente cerrado durante la deglución.
Todos los demás mamíferos y los bebes humanos, hasta aproximadamente los dos años
de edad, presentan una posición elevada de la laringe. La posición baja de la laringe
incrementa mucho el espacio disponible por encima de ella y esto permite que los sonidos
emitidos por la laringe puedan ser transformados en un mayor grado.
Esta posición de la laringe se refleja en la forma del basicráneo, que en los humanos es
arqueado y en los demás mamíferos y en los niños es mucho más plano.
Se considera que Homo habilis poseía la base neural y la capacidad anatómica periférica
para el lenguaje, aunque posiblemente no habían alcanzado toda la complejidad
estructural ni funcional.
Con el origen del Homo sapiens aparece plenamente el modelo moderno, que supondría
el alcance del potencial mecánico necesario para vocalizar toda la gama de sonidos
producidos por el hombre actual y para enlazar los fonemas formando palabras con la
intervención del cerebro.7

(9)
-“Burnett llega a la conclusión de que la posición erecta del hombre, su
sociabilidad, su pensamiento, su lenguaje -características éstas consideradas a priori
como señales específicas de la naturaleza humana- son más bien el producto de una
evolución gradual.
Cuando la mano dejó de cumplir su función locomotora con la asunción de la postura
erecta, se pudo especializar lo suficientemente como para desempeñar las tareas técnicas
llevadas a cabo previamente por los órganos faciales: se hicieron, por tanto, más
asequibles a una comunicación vocal más refinada…
La evolución paralela de las capacidades lingüísticas y de manipulación en el proceso
del surgimiento del hombre, esta hipótesis, esencialmente paleontológica, se apoya
también en evidencias neuroanatómicas o antropológicas precisas. Ejemplos de ello son
la contigüidad en la corteza sensomotriz de las áreas cerebrales para la mano y la cara; y
la observada inseparabilidad del lenguaje y los instrumentos de manipulación en la
sociedad humana.
Así, los primeros homínidos alcanzaron un nivel técnico que postularía la existencia de un
lenguaje, no un simple sistema de signos comparable a la comunicación vocal espontánea
de los primates. Esto es así porque, cuando se hacen los utensilios, sus diversos usos
tienen que existir previamente a las ocasiones reales de utilización y, además, porque el
implemento se conserva con vistas a una sucesión de acciones. Es por ello que tiene que
haber un proceso de abstracción del contexto, similar al que ha permitido el surgimiento
del lenguaje humano que ya no está directamente ligado a los estímulos ambientales.
Las conexiones entre las funciones lingüísticas y las funciones de manipulación, han sido
objeto, en años recientes, de investigación detallada en diversos campos, y también han
dado pie a nuevas especulaciones sobre el origen del lenguaje, considerado ahora bajo la
luz de una red más vasta y complicada de operaciones y relaciones sociales.
5

El curso evolutivo que dio por resultado un sistema de comunicación tan


elaborado como eficiente y económico estuvo determinado por múltiples factores. Las
tendencias observadas en los primates hacia el bipedalismo, la caza, la imitación, la
vocalización voluntaria, la transferencia intersensorial, el procesamiento auditivo
de sonidos del tipo del habla y la asimetría cerebral probablemente contribuyeron en
gran medida, en parte por un cambio de hábitat del bosque a la sabana.
En la etapa del Mioceno, el lenguaje que existía era sobre la base del sistema límbico y el
lenguaje gestual. La modalidad viso-manual (gestual) fue la primera modalidad que se
puso totalmente bajo control voluntario. Este sistema de comunicación ha sido
demostrado como existente a través de todo el orden de los primates. Es en esta
modalidad que se posibilita el aprendizaje por imitación.
Luria A.R. (1982) apoya también este enfoque sobre el origen del lenguaje con relación al
uso de gestos. Postula que éstos surgieron con base en la actividad productiva, bajo la
forma de movimientos abreviados que representaban ciertas actividades laborales y
gestos señalizadores por medio de los cuales los hombres se comunicaban entre sí. El
gesto señalizador ciertamente representaba acciones u objetos pero sólo era
comprensible en términos del conocimiento de la situación concreta en la que se
producía; fuera de esta situación el gesto no tenía significado alguno.
El habla articulada representa la culminación de la tendencia hacia la elaboración de
estructuras relacionadas con movimientos finos y su coordinación. Este sistema surge a
partir de dos cambios importantes en la línea de los homínidos: 1) la elaboración de
estructuras relacionadas con las funciones mentales superiores (aprendizaje, cognición,
memoria) y 2) la reorganización cerebral para acomodar una modalidad volitiva auditivo
-vocal, no afectiva. Ambos cambios llevaron a
un aumento de la capacidad cerebral
y a la tendencia a la lateralización de las
funciones, evidenciado por la asimetría, y
estuvieron condicionados por la necesidad de
mayor capacidad de almacenamiento
y procesamiento de información, derivado de
un sistema de comunicación más eficiente.

La transición del lenguaje gestual al verbal que significó un salto cualitativo en la


evolución del hombre fue gradual. Dingwall W.O. (1977) lo ubica en el Pleistoceno. En
los primeros estadios del desarrollo del lenguaje, las verbalizaciones acompañaban a los
gestos, y cobraban su significación solamente gracias a la situación práctica en que eran
emitidos.
En el primer estadio del desarrollo del lenguaje es posible distinguir ya dos aspectos del
habla que posteriormente constituyeron la base psicológica de todos los procesos
verbales: el aspecto Nominativo, que se reduce a la designación de un objeto o concepto
definido y el aspecto Predicativo que consiste en el hecho de que una palabra o frase
designativa dada comunique alguna idea.

Citando a ENGELS: “el dominio progresivo sobre la naturaleza comenzó con el


desarrollo de la mano con el trabajo, y fue ampliando los horizontes del hombre. Por
otra parte el desarrollo del trabajo, al favorecer la ayuda mutua y la actividad conjunta
tenía que contribuir forzosamente a agrupar aún más a los miembros de la sociedad. Los
hombres llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los
otros. La necesidad creó al órgano y la laringe, oído y cerebro sufren transformaciones
graduales para satisfacer estas necesidades.
El desarrollo del cerebro y de los sentidos a su servicio, la creciente claridad de conciencia
la capacidad de abstracción y de discernimiento cada vez mayores, reaccionaron a su vez
sobre el trabajo y la palabra estimulando más y más su desarrollo. Trabajo, acción
conjunta, sociedad y lenguaje aparecen como elementos que se superponen entre si en
una relación dialéctica.”

VIGOTSKY llega a la conclusión que lo que motivó la transformación del simio en


hombre fueron las nuevas formas de adaptación a su ambiente natural; está adaptación
se produjo en virtud del trabajo y del consecuente uso de herramientas con las que los
hombres mediatizaron su acción sobre la naturaleza, lo que propició el surgimiento de
funciones psicológicas superiores como el habla y, posteriormente, la escritura.
(CUCATO)

Así, en el desarrollo histórico del lenguaje, las palabras se separaron gradualmente de las
actividades laborales, los gestos de la señalización, las palabras empezaron a abstraer la
acción y al mismo tiempo a generalizar diversas características de los objetos. Esto
permitió establecer categorizaciones, y relaciones complejas, así como transmitir
sistemas de conocimiento en una forma eficaz, económica y segura.

Creemos que el lenguaje conserva esa propiedad de mosaico, en el sentido que aún en la
actualidad, el lenguaje no puede ser reducido a habla articulada o a lo verbal, sino que
conserva los diferentes sistemas, en donde están involucrados niveles subcorticales, pero
bajo un control inhibitorio cortical. La corteza organiza; aspectos estos de adquisición
relativamente reciente, y que significan un salto cualitativo en la evolución de los
sistemas de comunicación propositiva. 4

Una de las hipótesis de las “varias que hay sobre el origen del lenguaje” (el
origen divino, adaptación física y sonidos naturales) sostiene que podría estar en los
sonidos naturales, es decir, que los hombres primitivos crearon el lenguaje a partir de
escuchar los sonidos que la lluvia generaba al caer, los sonidos que los animales emitían
en el bosque, o los mismo sonidos que ellos generaban al golpear ciertos objetos. Esto
podría explicar, el hecho de que todas las lenguas modernas contengan algunas palabras
cuya pronunciación se parece a sonidos naturales, (bomba, mugir, chapotear, entre otros)
La otra hipótesis es que el origen del lenguaje estaría en la fisonomía que representa el
ser humano, el cual es diferente al de otras especies. El proceso evolutivo desde una
posición cuadrúpeda a una bípeda, sería la que permitió el desarrollo de algunas partes,
específicamente el tracto vocal que produciría distintos sonidos. El tracto vocal de los
chimpancés no está adaptado para producir la compleja escala de sonidos que genera el
humano (Güell, 2006). Ello, habría implicado que los seres humanos dispongan de otros
mecanismos anatómicos que los hace únicos con el lenguaje y por supuesto, la disposición
de mecanismos cerebrales que son esenciales para asociar el conocimiento y la expresión
del habla.
El cerebro, mediante las conexiones neuronales, es el responsable que sólo los seres
humanos, en todo el mundo biológico, tengan historia, desarrollo cultural y una
diversidad muy compleja.
Según Chomsky (2008) la facultad del lenguaje que es un componente del cerebro,
tiene un estado inicial en la expresión genética, lo cual es una característica común de
la especie humana. Pinker (1995) lo llama instinto del lenguaje, dado que las personas
saben hablar en el mismo sentido que las arañas saben tejer sus telas. Según estos
planteamientos, el lenguaje no es un artefacto cultural que se aprende de la misma forma
que se aprende a leer un libro o a leer una receta. El lenguaje es una habilidad compleja y
especializada, se desarrolla de manera informal, sin que se tenga conciencia de la lógica
que subyace a él, es un proceso espontáneo del ser humano, sigue un patrón en todos y es
muy distinto de otras habilidades más generales.

Interesante preguntarse por estas aseveraciones


(9)

No deja de ser considerable lo que postula MATURANA:


“Para dar cuenta del origen de lo humano hay que comenzar haciendo referencia a lo que
ocurría hace tres y medio millones de años atrás. Sabemos, por registros fósiles, que tres
y medio millones de años atrás había primates bípedos que, como nosotros, tenían un
caminar erecto, y poseían hombros, pero que tenían un cerebro mucho más pequeño
(aproximadamente un tercio del cerebro humano actual). Sabemos también que estos
primates vivían en grupos pequeños, como familias extendidas de diez a doce individuos
que incluían bebés, niños y adultos. Examinando su dentadura sabemos que eran
animales comedores de granos, por lo tanto, recolectores y, presumiblemente, sólo
cazadores ocasionales. Todo esto indica que estos antecesores nuestros compartían sus
alimentos y estaban inmersos en una sensualidad recurrente con machos que
participaban en el cuidado de las crías, en un modo de vida que funda un linaje que llega
al presente, y en el que, además, el cerebro crece desde aproximadamente 430 cc a 1450 ó
1500 cc. Pero, ¿cómo surge lo propiamente humano, y con qué se asocia este
crecimiento del cerebro?
Se ha dicho frecuentemente que la historia de la transformación del cerebro humano
tiene que ver con el uso de instrumentos, principalmente con el desarrollo de la mano
en su fabricación. No comparto esta opinión pues la mano ya estaba desarrollada en estos
antecesores nuestros(…) Sostengo, en cambio, que la historia del cerebro humano está
relacionada principalmente con el lenguaje(…)
Lo peculiar humano no está en la manipulación, sino en el lenguaje y su
entrelazamiento con el emocionar. Pero, si la hominización del cerebro primate tiene
que ver con el lenguaje, ¿con qué tiene que ver el origen del lenguaje?
Corrientemente decimos que el lenguaje es un sistema simbólico de comunicación. Yo
mantengo que tal afirmación nos impide ver que los símbolos son secundarios al
lenguaje. El lenguaje tiene que ver con coordinaciones de acción, pero no con cualquier
coordinación de acción sino que con coordinaciones de acciones consensuales.
La evolución es un proceso conservador. Cuando uno habla de los seres vivos, y de la
diversidad de los seres vivos, y piensa en la explicación evolutiva que propone un
ancestro común para todos ellos, uno se maravilla con los cambios que han tenido que
ocurrir desde el origen de los seres vivos al presente. Esta maravilla, sin embargo, no
debe ocultarnos lo fundamental que es para que tal historia se produzca, la conservación
de lo nuevo en la conservación de lo viejo.
Yo pienso que lo que define a una especie es un modo de vida, una configuración de
relaciones cambiantes entre organismo y medio que comienza con la concepción del
organismo y termina con su muerte, y que se conserva generación tras generación como
un fenotipo ontogénico, como un modo de vivir en un medio, y no como una
configuración genética particular. El cambio evolutivo se produce, según esto, cuando se
constituye un nuevo linaje al cambiar el modo de vida que se conserva en una
sucesión reproductiva. En otras palabras, digo que es en la conservación de un modo de
vida donde, el compartir alimentos, en el placer de la convivencia y el encuentro, y el
reencuentro sensual recurrente, en el que los machos y las hembras se encuentran en la
convivencia en tomo a la crianza de los hijos, donde puede darse, y se habría dado, el
modo de vida en coordinaciones consensuales de coordinaciones de acciones
consensuales que constituyen el lenguaje. Y esto pertenece a la historia de nuestro linaje
desde hace por lo menos tres millones de años. Y digo esto en consideración al grado de
involucración anatómica y funcional que nuestro cerebro tiene con el lenguaje oral.
Por esto mismo mantengo que no hay acción humana sin una emoción que la funde
como tal y la haga posible como acto. Por esto pienso también que para que un modo
de vida basado en el estar juntos, en interacciones recurrentes en que surge el lenguaje,
se requería de una emoción fundadora particular sin la cual ese modo de vida en la
convivencia no sería posible. Tal emoción es el amor. El amor es la emoción que
constituye el dominio de acciones en que nuestras interacciones recurrentes con otro,
hacen al otro un legítimo otro en la convivencia. Las interacciones recurrentes en el amor
amplían y estabilizan la convivencia.

Sin embargo, las distintas hipótesis sobre el origen del habla y el lenguaje que han sido
formuladas, sólo han planteado las probables razones que impulsaron su aparición.

Algunas de esas hipótesis han sido sistematizadas :


a) Teoría bíblica: Dios concedió al hombre el don de la palabra. (Origen Divino)
b) Teoría guau–guau ("wow–wow"): teoría onomatopéyica que explica el origen del
lenguaje por imitación de los sonidos naturales. Darwin por ejemplo «sugirió que los
gritos de los animales se convirtieron poco a poco en lenguaje humano» .Sostiene que
podría estar en los sonidos naturales, es decir, que los hombres primitivos crearon el
lenguaje a partir de escuchar los sonidos de la naturaleza.
c) Teoría pooh–pooh: formulada por Max Müller, y según la cual, el lenguaje tuvo su
origen en los gritos o interjecciones del animal humano.
d) Teoría de ding–dong: plantea que hay relación entre sonido y sentido, cada sustancia
tiene un sonido peculiar. Las campanas, por ejemplo, hacen ding–dong.
e) Teoría yo–he–ho (o hip–hip–hoo): planteada por Noiré, según la cual el lenguaje se
originó en actos de trabajo. «El habla tendría que ver con el utensilio, con su diseño y con
su uso»,
f) Teoría gestual: los gestos precederían al lenguaje hablado. La necesidad de comunicar
la ubicación de las fuentes de agua y alimentación en los extensos hábitats de África,
«habría contribuido a desarrollar sistemas para explicar la distancia espacial y
temporal», Una de las más extendidas -y debatidas- es que el leguaje en los seres
humanos se originó primero a través de gestos manuales.
"Como lo que vemos en ciertos primates, que los utilizan y combinan de distintas
maneras para comunicarse", Aunque, existe un debate considerable sobre si los usan para
referirse a cosas en la naturaleza.
Quienes respaldan la idea de que los gestos aparecieron primero se basan en estudios
sobre niños muy pequeños destacando que la acción de señalar, seguida de gestos
simbólicos, precedió a la adquisición del habla.
g) Teoría del gesto bucal: formulada por Piaget, y según la cual los gestos, que en un
principio se hacían con la mano, fueron copiados inconscientemente con movimientos o
posiciones de la boca, lengua o labios.

El común denominador de estas teorías es que el lenguaje no apareció en y con el


hombre. Sino que éste adquirió la capacidad del habla a partir de su entorno. Se les
llama así, genéricamente, teorías nativistas.

NOAM CHOMSKY, en cambio, planteó una teoría innativista: «la adquisición


del lenguaje es parte de la estructura natural o innata del cerebro humano, y cualquier
manifestación del lenguaje incluye una estructura profunda basada en reglas y
mecanismos universales, es decir, comunes a todos los hablantes” «Chomsky plantea la
teoría de que el niño tiene una programación genética para el aprendizaje de su lengua
materna...».

Otra antinomia es si fue o no producto de un largo proceso evolutivo.


Las teorías de continuidad se basan en la idea que el lenguaje es tan complejo que nadie
se lo puede imaginar apareciendo simplemente de la nada en su forma final: tiene que
haber evolucionado de sistemas prelingüísticos anteriores entre nuestros antepasados
primates.
Las teorías basadas en la continuidad actualmente son apoyadas por la mayoría de
estudiosos, pero varían en cómo conciben este desarrollo. Algunos enfatizan que la
facultad lingüística tiene que haber evolucionado por el camino gradual habitual. Otros
sostienen que el lenguaje evolucionó no de la comunicación de los primates sino de la
cognición de los primates, que es significativamente más compleja. Entre aquellos que
ven el lenguaje como una herramienta de comunicación aprendida socialmente, Michael
Tomasello, sostiene que el lenguaje surgió como un acto de cooperación entre individuos,
dado que la comunicación cooperativa propia de los seres humanos fue un rasgo
adaptativo. Para Mithen, el lenguaje tiene que haber evolucionado progresivamente,
mediante una serie de sistemas de comunicación cada vez más compleja.
Por otra parte las teorías de la discontinuidad evolutiva del lenguaje plantean que el
lenguaje humano es singular porque no es un sistema de comunicación que habría
evolucionado de otros sistemas de comunicación ancestrales, sino un sistema de
pensamiento que, adicionalmente, se emplea para la interacción social (incluyendo
la comunicación). Según este planteamiento, se puede concluir, especulativamente, que
la evolución de los aspectos específicos del lenguaje humano fue relativamente repentina
y reciente en la historia de nuestra especie. El lenguaje es un rasgo único que no se puede
comparar a nada encontrado entre los no humanos y, por lo tanto, tiene que haber
aparecido bastante de golpe en el curso de la evolución humana.
Noam Chomsky es un prominente defensor de la teoría de discontinuidad. Defiende que
una sola mutación casual en un individuo en fecha de hace 100.000 años dio lugar a la
emergencia "instantánea" de la facultad lingüística; lo que se explicaría desde el punto de
vista de la evolución: cualquier cambio biológico en las especies surge de un cambio
genético fortuito en un solo individuo (mutación) que se esparce por su grupo de
descendencia.
Waw

“Una de las razones que explica el porqué la ciencia todavía no ha materializado o


aceptado una teoría del origen filogenético del lenguaje convincente para la mayoría de
los investigadores, entre las posturas presentadas, es que los postulantes de las teorías
modernas, por lo general, continúan afianzándose en los pilares básicos
neodarwinianos. Dicho con otras palabras, aplicar la terminología evolutiva de cambio,
reproducción, herencia, selección natural, gradualismo, adaptacionismo, etc., equivale a
considerar el lenguaje como circunscripto a las leyes darwinianas. El lenguaje articulado
no es, en ningún sentido, un órgano; es una facultad, y por ende no se rige por los
mecanismos de la selección natural o la selección sexual…
El darwinismo ve el lenguaje como una transición necesaria hacia una serie de
adaptaciones culturales que habilitaron al hombre a sobrevivir en un ambiente más
demandante. No se interesó por la especialización lingüística homínida, por el contrario,
optó por considerar la mayor conquista evolutiva del hombre como una mera
consecuencia de un proceso lento y progresivo.” (8)

Trascendiendo la división continuidad/discontinuidad, postulamos que “el lenguaje


no es una capacidad individual, sino un rasgo evolutivo que, basándose en
condiciones biológicas específicas, surge de la interacción social. Una vez que las
capacidades biológicas están en su lugar, necesitamos de la interacción social como
caldo de cultivo para el surgimiento del lenguaje.
Los seres humanos están en la intersección de dos sistemas muy diferentes. Por un
lado, somos un sistema biológico y estamos determinados por nuestra estructura
biológica. En este nivel es donde podemos situar nuestra capacidad biológica para el
lenguaje. Pero, como lo hemos ya señalado, nuestra capacidad biológica para el lenguaje
no genera el lenguaje. El lenguaje surge de la interacción social, de la convivencia de unos
con otros”(6)
.3.2- El tiempo HISTÓRICO
Desde las interpretaciones del origen divino hasta el lenguaje tal como se lo concibe en
estos días: inherente a la humanidad, creador de realidades, marca identitaria personal y
comunitaria, poseedor de muchos más atributos y no sólo funciones; desde la oralidad
inicial –según algunas teorías cuasi onomatopéyicas-, a su organización en lenguas
regladas, la transcripción en la escritura y su recreación digital… ha corrido “mucha agua
bajo el puente”. Y aquí entra necesariamente, la perspectiva sociogenética, es decir
cómo la interacción social y su fruto más evidente: la cultura ha ido moldeando este
devenir lingüístico.
La perspectiva sociogenética o histórico-cultural, la evolución del individuo como
participante en un grupo cultural será definitorio en el desarrollo lingüístico y en el
modelado de la psique humana teniendo ambos aspectos una relación dialéctica.

Sin dudas tendremos que considerar en este movimiento a VIGOTSKY .


“Vygotsky está especialmente interesado en los procesos de interiorización, es decir, la
transformación de los procesos interpersonales en procesos intrapersonales. Para el autor
toda función aparece dos veces o en dos niveles, primero a un nivel social y, más tarde,
a un nivel individual, primero entre personas y después en el interior del propio niño.
Las funciones superiores tienen su origen, por tanto, en las relaciones entre los
seres humanos. El proceso de interiorización implica que el niño reconstruirá mediante
su propia actividad mental los procesos que antes ya han ocurrido en el curso de la
interacción social. Así, el niño llegará a hacer suyo aquello que en un principio sólo existió
gracias a la ayuda de otra persona. Desde la perspectiva sociocultural será el lenguaje
el principal instrumento de transmisión cultural, de mediación semiótica, en la
interacción adulto- niño (Vygotsky, 1979).”11

Pero vamos por parte…


En la Biblia Dios crea a través de la palabra: "Dijo Dios", repite de forma incesante el
primer capítulo del Génesis; para enseguida dar al hombre el poder de nominar… dar
nombre a las cosas…”Y dió el hombre nombre a todos los ganados y a todas las aves del
cielo, y a todas las bestias del campo". San Agustín interpreta que los nombres dados por
Adán constituyeron un lenguaje natural que fue el lenguaje común de la raza humana.
Estas ideas desembocaron en la doctrina, en vigor hasta el siglo XVII, todos los lenguajes
de la humanidad, tendrían el mismo origen y poseerían características comunes. Ideas y
doctrinas que habrían de tener el gran valor de estimular los estudios lingüísticos y la
búsqueda de los universales lingüísticos.
Asimismo, la Biblia explica, pues, el origen del lenguaje como expresión del orden de
Dios, quién en Babel creó de un lenguaje otros muchos que, a su vez, darían lugar a
otras familias de lenguas: "Por eso se llamó Babel, porque allí confundió Yavé la lengua
de la Tierra toda, y de allí los dispersó por la haz de toda la Tierra".
El historiador mejicano Ixtlilxochitl recoge una leyenda de los Toltees en la que explica la
variedad de las lenguas "...cuando el hombre se hubo multiplicado, sus lenguas fueron
confundidas y ante la incapacidad para entenderse, se dispersaron hacia las diferentes
partes de la Tierra".
Interesante…
el lenguaje y sus lenguas crearon la diversidad (que hoy llamamos geopolítica)…
Toda una serie de creencias similares se han extendido por el mundo. Para los egipcios, el
creador del habla fue el dios Thoth y para los babilonios lo fue NabQ. Según los hindúes,
Saravasti, mujer de Brama, dió al hombre la capacidad para el lenguaje.
La creencia en el origen divino del lenguaje ha continuado a través de los tiempos

El interés del lenguaje bajo aspectos tanto filosóficos como biológicos es tan antiguo como
el hombre mismo y su sociedad. Es así como el lenguaje, característica inherente al
hombre y expresión de sus conceptos, la capacidad para el lenguaje y la forma del
lenguaje, han sido algunos de los motivos para la instrospección.
Puesto que la posesión del habla y del lenguaje ha sido siempre considerada como la
característica principal de la especie humana, el problema del origen ha sido considerado
fundamental en todo intento de comprender la naturaleza del hombre y su diferencia de
otras especies.
Las reflexiones sobre el lenguaje han sido una materia permanente de los filósofos que
pudieron apreciar desde antiguo como el conocimiento de la naturaleza del lenguaje
humano era argumento indispensable de la esencia del hombre. La mayoría de los
grandes filósofos y la mayoría de los sistemas filosóficos han tratado, de una manera o de
otra, el problema del origen del lenguaje.

Este objetivo metalingüístico: reflexionar y poner en el centro al lenguaje


esencia del hombre, ha tenido necesariamente incidencia sobre el mismo
lenguaje…

La mitología, la religión y la filosofía sustentan ideas acerca del origen y de la


naturaleza del lenguaje desde varios siglos antes de Cristo hasta entrado el siglo XVIL. En
esta época, la de Francis Bacon (1561-1626), de Galileo (1564-1642) y de Descartes (1596-
1650), comienza la separación del vínculo estrecho entre los datos filosóficos y
científicos, y fruto de este desbridamiento del entretejido construido por los elementos
filosóficos del pensamiento y los contextos científicos, se dibuja ya la distinción entre
filosofía y teología -de un lado- y las ciencias naturales -de otro-. Las Ciencias Naturales
comienzan a ser terreno privilegiado en el que van a nacer hipótesis, teorías y doctrinas
sobre la vida y el hombre dentro de su marco. Si las ciencias naturales pudieron entonces
comenzar a encararse con los hechos de diversa naturaleza que ponían de manifiesto las
semejanzas y diferencias que afectan a los seres vivos y descubrir sus causas, significa
que a partir de este momento es cuando se inicia la preocupación científica por el
lenguaje; cuando puede surgir el tratamiento biológico de la capacidad humana del
habla, del lenguaje y del pensamiento simbólico; cuando, todo ello, va a culminar en
nuestro siglo con la ciencia de la lingüística tributaria de las técnicas de comunicación, de
la instrumentación acústica, electrónica y de la computación; cuando la historia y la
evolución del lenguaje van a vincularse tanto a la lingüística antropológica como a la
neurobiología.10

A pesar de lo valioso del inicio del tratamiento científico, se perfila


aquí el origen de ciertos reduccionismos actuales. Dicotomías,
escisiones y oposiciones que no favorecen la mirada integral del
hombre y el lenguaje
Retomando esto de cómo las concepciones del origen divino y natural del lenguaje
prevalecieron históricamente por mucho tiempo e incidieron en la evolución lingüística,
una gran discusión fue al respecto de las “aberraciones e imperfecciones” del lenguaje, es
decir la ambigüedad latente en el lenguaje. Así, Platón y Aristóteles aceptan que la
misma palabra pueda usarse en una variedad de sentidos y distinguen entre los casos en
que es conveniente la precisión en el significado de una palabra y aquellas otras ocasiones
en que, al contrario, la ambigüedad en el significado puede ser más útil a la finalidad del
discurso. Una cierta tolerancia en las imperfecciones del lenguaje prevaleció, sin
embargo, hasta en la mayor parte de los teólogos y filósofos de la Edad Media, ante la
idea de que el hombre puede subsanar estas deficiencias mediante el uso de sus virtudes
morales de forma que el lenguaje exprese y comunique la misma verdad que es capaz de
poseer. Esta preocupación por la corrección del lenguaje frente a los equívocos de las
palabras está presente en San Agustín (354-430) y Tomás de Aquino (1225-1274) hasta
llegar a los tiempos modernos con Hobbes, Locke, Hume y Berkeley.

“Este gran edificio ideológico – origen divino del lenguaje-, expresado de forma más
completa y consciente dentro del mundo feudal, entró definitivamente en crisis con el
nacimiento de la cultura de la ilustración. Durante los siglos transcurridos, las
interpretaciones bíblicas vienen enmarcando la filosofía del lenguaje y su vínculo
teológico. La separación de este vínculo se inicia con Dante Alighieh (1265-1321) y se
continúa lentamente durante los siglos xiv y xv.
El siglo XVII es testigo, sobre todo con Descartes (1596-1650), del comienzo de la
separación de la filosofía y la ciencia de la naturaleza; separación que había de ser
fructífera en el desarrollo de la fisiología y de la biología del cuerpo humano pero que no
se tradujo en el provecho correspondiente para el lenguaje al caer este por completo del
lado del alma en la estricta división cartesiana del hombre.
La antropología del siglo XVIII se fundaba sobre la base de la existencia de un
individuo «natural» que no era producto de la historia. Este proceso era hipotético, pero
la posibilidad de experimentación se abrió con el estudio de los así denominados «niños
salvajes»: niños o adolescentes abandonados de pequeños y encontrados en estado
salvaje tras un período más o menos largo de aislamiento. Víctor, encontrado en los
bosques de Aveyron en 1799, es un caso típico.
Itard, el médico que intentó reeducarlo, dejó un informe detallado de este caso. Sus
investigaciones se basaron en la firme creencia de que la observación minuciosa de las
facultades humanas ausentes en Víctor le permitirían calcular la suma de los
conocimientos y las ideas que el hombre le debe a la educación. Antes de humanizarse,
el hombre estaba desprovisto de inteligencia y de lenguaje. Sólo pudo desarrollar esas
facultades en un contexto social, mediante la imitación, y la razón de semejante
desarrollo fue la necesidad.
Monboddo- filósofo escocés-, estudia el origen de la sociedad en estrecha relación con el
del lenguaje, y no duda en afirmar que «en el orden de las cosas», la sociedad ocupa el
primer lugar. Los pensadores de la Ilustración atribuyen al hombre una sociabilidad
genérica que abarca la comunicación recíproca de los deseos, los sentimientos y las
necesidades.
La evolución del hombre es producto del desarrollo de ciertas potencialidades naturales
que surgen en el contexto apropiado. Así, el lenguaje sólo puede aparecer en la situación
particular creada por la necesidad de interactuar en grupo. Y particularmente el trabajo
tuvo un rol decisivo.
“El motor de la producción del hombre es el trabajo, que es «la condición básica
primordial de toda existencia humana». Así, cabe decir que «el trabajo creó al propio
hombre». Cuando a la sociabilidad natural del hombre se sumó la práctica de trabajar en
asociación, «los hombres, en vías de formación, llegaron al punto de tener algo que
decirse unos a otros»” (Engels) Ahora bien, al proponer que el cerebro es el resultado del
trabajo y del lenguaje por el entorno social, y que el lenguaje surge de forma espontánea
cuando los hombres «tienen algo que decirse unos a otros», Engels parece decir,
esencialmente, que la especiación misma es resultado de la necesidad impuesta por el
entorno. Volvemos a las apreciaciones pendulares y dicotómicas.

Podemos afirmar con firmeza que el lenguaje no surgió sencillamente de


una necesidad general de comunicación, sino de la necesidad de un
cierto nivel de comunicación derivada de un cierto tipo de
organización social, y que fue posible gracias al nivel de comunicación ya
existente. Sin embargo, el lenguaje no se puede reducir a simple
comunicación. Supone la capacidad de separar imagen y objeto, palabra y
cosa, referencia y objeto referido. Y no basta con ello: aún tiene la
posibilidad de referirse a algo que no está presente, inexistente.
La búsqueda del prestigio social como el mayor bien independiente de las
ventajas materiales concretas muestra el enorme peso de los valores
afectivos y simbólicos en el proceso de apropiación lingüística. El
hombre no busca los objetos y los bienes solo por su valor de uso. En la
producción de objetos requeridos por el hombre, una dimensión
importante es, precisamente, la producción de su significado afectivo y
simbólico, y aquí es donde lo histórico cultural tiene gran peso.
El lenguaje existe en coexistencia, con la sociedad, esta última
compuesta de otras muchas instituciones, integrado en todo. Una
sociedad sin lenguaje y un lenguaje aislado de la sociedad es una
entelequia.
La reproducción social es el complejo de todos los procesos mediante el
cual una comunidad o una sociedad sobrevive, bien crezca, bien continúe
existiendo. Los sistemas de signos son una parte integrante de la
reproducción social como un todo.
El lenguaje es algo tan poderoso que genera una ilusión especializada, la
de su total independencia en relación con la reproducción social, de la
que es en realidad parte integrante, siendo al mismo tiempo
productor, herramienta y producto. Al hablar de reproducción social
hablamos básicamente de cultura y el status quo de una determinada
comunidad.
Más allá de cómo evolucionó
históricamente la idea del origen del
lenguaje, su anclaje filosófico o científico
según los paradigmas de época y su peso
en la consideración de la humanidad, el
pensamiento, las emociones, etc… veamos
qué incidencia pudieron tener los grandes
cambios socio-históricos-culturales sobre
la comunicación y el lenguaje en particular.

Sin dudas el gran salto fue la adquisición de la escritura.


La escritura se considera una fase superior en la evolución del lenguaje desde la
oralidad, siendo ésta el origen mismo de la escritura, esto es evidente en el caso de las
escrituras alfabéticas, que relacionan los sonidos con las letras y sílabas.
Las primeras manifestaciones de los intentos de representación gráfica son los
pictogramas de las cavernas, que datan de aproximadamente 20000 años. Sin embargo
las escrituras que reproducen algún tipo de alfabeto son de aproximadamente 3500 años,
siendo un registro permanente de lo que se quería trasmitir.
La primera GRAFIA considerada verdadera escritura apareció por primera vez entre los
Sumerios en la Mesopotamia (3500 años AC) y se trató de la escritura cuneiforme
(cuña)
Las escrituras pictóricas directas son sus
antecesoras remotas y consistían en una
representación de una situación vivida. A partir
de estas se desarrolla la escritura pictográfica
que supone un proceso de análisis y
abstracción: ya no se dibuja cada acción sino
que aparecen signos representativos, los cuales
significaban el objeto representado. El significado de las frases debía interpretarse en
función de los signos dibujados/escritos en continuidad.
Ahora bien estos signos son esbozos ya de una convención, lo cual indica un grado de
abstracción y elaboración conceptual importante.
A partir del pictograma surgió la escritura ideográfica. Los dibujos creados pasaron a
representar ya no a un objeto sino a una idea o concepto.
En la mayor parte de los sistemas de escritura
ideográficos, los signos pierden sus rasgos
pictóricos, lo cual significa una mayor arbitrariedad.
La escritura jeroglífica Egipcia es un ejemplo
de escritura ideográfica, también presente en la
Mesopotamia, China y posteriormente en los Mayas.

La escritura alfabética se basa en la representación de sonidos por medio de letras. Un


alfabeto es un conjunto de símbolos escritos, donde cada símbolo representa un sonido
único: se trata de una escritura donde las letras transcriben fonemas. Se estima que
surgió en las lenguas semíticas (árabe/hebreo), el alfabeto griego agregó las vocales.

Ahora bien, qué significó la escritura en términos de la evolución


filogenética de la comunicación y el lenguaje? Qué aporta en la
evolución ontogénica? ¿qué cambios propulsó?

Esto depende de la mirada que se tenga. En general para los filósofos desde Aristóteles y
aún autores clásicos como Saussure, Sapir o Bloomfield, en especial durante la primera
mitad del siglo XX adhirieron a la definición tradicional según la cual la escritura es
simplemente un sistema de signos que representa en forma visible la lengua
hablada.

Sin embargo estudios más completos y actuales, luego del segundo, la invención de la
imprenta, y el tercer salto cuántico: la digitalización de la escritura; nos dicen que se
trata de “un modo de comunicación independiente, ligado a la tecnologización del
lenguaje y la comunicación. Así no constituye un mero apéndice del habla, sino que
amplía sus posibilidades mediante su transposición hacia la dimensión gráfica. La
escritura traslada el habla desde el mundo oral y auditivo - atado a la temporalidad- hacia
un nuevo mundo sensorial, el de la vista, y, de este modo transforma el habla y
también reestructura el pensamiento.”

La escritura opera un verdadero cambio de orden:


“Como podemos comprobar, a la escritura no le corresponde en la historia de la cultura
solamente un papel institucional y social, sino, y prioritariamente, la responsabilidad de
abrir una brecha epistémica: el paso hacia un pensamiento más refinado y
analítico.”(A.Cucato- Cap 6- El lenguaje y la Escritura)

¿Qué otros hitos o mojones del desarrollo socio-histórico-cultural han dejado su


marca, influenciando decisivamente en el devenir lingüístico y la competencia
comunicativa?

Sin dudas, además de los avatares mundiales, las ideologías, las corrientes
migratorias, los más rápidos y tal vez relevantes, dentro de los grandes avances
tecnólogicos del siglos 19/ 20, son aquellos atinentes a los medios de comunicación
social
Un medio de comunicación es un instrumento o forma de contenido tecnológico por el
cual se realiza el proceso de comunicación. Usualmente se emplea el término para hacer
referencia a los medios de comunicación de masas, sin embargo, otros medios de
comunicación, como el teléfono, no son masivos sino interpersonales. Desde que los
medios de comunicación nacieron y se desarrollaron, se han vuelto una gran fuente de
poder e influencia social a nivel mundial.
Los medios de comunicación son instrumentos en permanente evolución ya que,
a través de los años, su forma de transmitir información se ha hecho bastante masiva e
instantánea. Muy probablemente, la primera forma de comunicarse entre humanos fue la
de los signos y señales empleados en la prehistoria, cuyo reflejo en la cultura material son
las distintas manifestaciones del arte prehistórico. La aparición de la escritura se toma
como hito de inicio de la historia. A partir de ese momento, los cambios económicos y
sociales fueron impulsando el nacimiento y desarrollo de distintos medios de
comunicación, desde los vinculados a la escritura y su mecanización (imprenta –siglo XV)
hasta los medios audiovisuales ligados a la era de la electricidad (primera mitad del siglo
XX) y a la revolución de la informática y las telecomunicaciones (revolución científico-
técnica o tercera revolución industrial –desde la segunda mitad del siglo XX–), cada uno
de ellos esenciales para las distintas fases del denominado proceso de globalización.
*Las cartas y el intercambio epistolar en formato de papel fue uno de los
primeros medios de comunicación interpersonal a distancia. Durante siglos fue el
único medio de comunicación a distancia entre individuos.
*El teléfono es un dispositivo diseñado para transmitir por medio de señales
eléctricas la conversación entre dos o más personas a la vez en distintos lugares.
El teléfono fue creado por Antonio Meucci en 1877. (Durante mucho tiempo
Alexander Graham Bell fue considerado el inventor del teléfono. Sin embargo Bell
no fue el inventor de este aparato, sino solamente el primero en patentarlo)
*El fax, a veces llamado telecopia, es la transmisión telefónica de material
escaneado impreso (tanto texto como imágenes), normalmente a un número de
teléfono conectado a una impresora o a otro dispositivo de salida
*El correo electrónico (abreviado e-mail) comparte algunas de las características
del viejo intercambio epistolar, si bien dada la forma de transmisión electrónica el
tiempo transcurrido entre comunicaciones sucesivas tiende a ser mucho menor.
*El cine (abreviatura de cinematógrafo) es la técnica de proyectar fotogramas de forma
rápida y sucesiva para crear la impresión de movimiento mostrando algún vídeo (o
película, o film, o filme). La palabra «cine» designa también las salas o teatros en los
cuales se proyectan las películas. El cine fue desarrollado por los Hermanos Lumière a
partir de 1892.
*La televisión es un sistema para la transmisión y recepción de imágenes y sonidos a
distancia que simulan movimientos, que emplea un mecanismo de difusión. La
transmisión puede ser efectuada por medio de ondas de radio, por redes de televisión por
cable, televisión por satélite o por IPTV, que son las que existen en modalidades de señal
abierta y televisión por suscripción. El receptor de las señales es el televisor
En 1922 el inventor escocés John Logie Baird efectúa la primera experiencia, pero es a
mediados del siglo XX cuando la televisión se convierte en una verdadera bandera
tecnológica de los países y cada uno de ellos va desarrollando sus sistemas de TV
nacionales y privados. En 1951 llega a la Argentina y el 1º de Mayo de 1980 fue la
primera imagen a color.

*A los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión), hay


que añadir actualmente la revolución que ha supuesto Internet para la
comunicación. Internet es un método de interconexión de redes de
computadoras implementado en un conjunto de protocolos y garantiza que redes
físicas heterogéneas funcionen como una red (lógica) única. Hace su aparición por
primera vez en 1969.
. Además del lenguaje propio de cada uno de los medios citados, la lengua escrita
(prensa), la lengua oral (radio) y la palabra y la imagen (televisión), hay que
añadir las posibilidades que ahora mismo ofrecen las plataformas de Internet,
donde se combinan todos los elementos anteriores en la prensa digital, las
emisoras de radio y televisión digitales, que combinan, al mismo tiempo, la
palabra, la voz y la imagen. En simultaneidad y eficazmente.

Un lenguaje que no estuviera en constante adaptación y crecimiento,


moriría. Los medios de comunicación deben enriquecer el lenguaje oral y además, ellos
mismos, adaptarse a las circunstancias sociales y culturales de los pueblos en los que
se insertan acrecentando y mejorando así su propio lenguaje. El lenguaje de los medios es
interactivo, enriquecido por el avance imparable y vertiginoso de la nueva tecnología, por
lo que se hace imprescindible en el debate social y se convierte en inexcusable vehículo de
cultura.
Cada tiempo tiene sus propios lenguajes. Cuando hace años, a hijos y alumnos tuve
que hacer referencias a la idea del paso del tiempo en el lenguaje, les puse ante una
colección de literatura española, de las que tenemos en nuestras bibliotecas. De los cien
tomos, les hice elegir uno del final, otro del principio y otros tres del centro. En el del
final, al leerlo, entendían los textos. En el que sacaron al azar del principio, ‘El Cantar del
Mío Cid’, por ejemplo, casi no entendían nada. Comparando entre ellos, y otros
intermedios, vieron con claridad que el lenguaje había ido cambiando con el tiempo.
Teniendo en cuenta que el lenguaje no es solamente las palabras, sino también la
forma de narrar, los estilos, los argumentos, los contenidos, la métrica, etc. se puede
entender que el lenguaje y las lenguas han ido cambiando!. Todos los lenguajes tienen su
propio sistema de realimentación que les convierte en procesos vivos. Si hiciéramos de
igual modo con el cine, nosotros y nuestros descendientes, hijos y alumnos,
entenderíamos mejor cómo ha evolucionado el lenguaje de los medios, cómo han
influenciado los avatares mundiales, las ideologías, las diversas técnicas, los
descubrimientos, las modas, y seguramente intuiríamos que todo tiene mucho que
cambiar.
….
El lenguaje se transforma, y transforma, constantemente en nuestras
sociedades, ofreciendo a la especie humana abundantes recursos para sus investigaciones
y para el intercambio cultural, haciendo evolucionar tanto los sistemas sociales, de
interrelación, como los educativos y políticos. La visión actual del mundo y de la especie
humana pugna con los propios valores, poniendo en solfa los conocimientos que se van
acrecentando acerca de la propia realidad humana y de su incierto futuro. Los diferentes
lenguajes son a la vez vehículo de cultura y producto cultural, por lo que se genera una
dialéctica intrínseca a la sociedad, a la que la sociedad no puede ser ajena.
Los valores simbólicos del lenguaje llevan a la comprensión de los elementos menos
tangibles de los cuerpos de costumbres. Los nuevos valores provocan inéditos
planteamientos que la ética va considerando. Los ideales que guían la conducta y
regulan los símbolos, las leyes, las convenciones y los sistemas comunicativos, se
nutren de recientes descubrimientos mientras revelan la solidez y al mismo tiempo,
dialécticamente, el cambio de algunas de las raíces más profundas de la cultura misma.
Si el lenguaje es el ‘índice de la cultura’ para los antiguos antropólogos, bien es verdad
que son los simbolismos los que nos autorizan a considerar el lenguaje como ‘vehículo de
costumbres’, en su sentido más amplio.

“En la lengua se libran batallas, se disputan sentidos, se consolida lo ganado y los


nuevos modos de nombrar –estos que aparecen con tanta virulencia – vuelven
visibles los patrones de comportamiento social. Palabras o expresiones que llegan
para decir algo nuevo o para decir de otro modo algo viejo, porque el lenguaje no
es neutro, refleja la sociedad de la que formamos parte y se defiende marcando,
haciendo evidente que los valores de unos (rasgos de clase o geográficos o de
género o de edad...) no son los valores de todos.
Algo que no existía comienza a ser nombrado, algo que ya existía quiere
nombrarse de otro modo, verdadera revolución de la que no conocemos sus
alcances, ni hasta dónde irá, ni si abarcará un día a la mayor parte de la sociedad,
a sus diversas regiones, a las formas menos urbanas de nuestra lengua y a todos
sus sectores sociales.”
“Se trata de las políticas de control del idioma, de la tensión entre las hablas de
una comunidad y las normas que esa comunidad dicta o acepta y de la lucha entre
transformación y preservación. La advertencia gramatical no me limita, sino que
me recuerda que yo estoy en la lengua, y me da movilidad dentro de ella. Me
recuerda que la lengua es mía y que no es solo mía… me recuerda que el vínculo
es el vehículo compartido.”
… “Una lengua –que por cierto es mucho más que sus reglas- vive en las bocas de
sus hablantes y es asombrosa la velocidad con que lo vivo deviene en frase hecha,
en palabra muerta, en clisé.
Un idioma es una entidad en permanente movimiento, una inmensidad, un
río, en su adentro caben muchas lenguas como caben muchos pueblos.
Argentina, para dar el ejemplo que más a mano tengo, no se hizo sólo con
descendientes de hispanohablantes, es
un país que mezcló la población
originaria con la invasora, y recibió
aluviones migratorios de italianos,
gallegos, árabes, aymaras, vascos,
polacos, guaraníes, armenios, coreanos,
alemanes… se trata de un país que nunca
vivió el purismo idiomático, la necesidad
de conservar la “casticidad”, palabra
por otra parte tan cercana a la castidad.”
María Teresa Andruetto- Discurso de cierre Congreso de la Lengua

Desde esta perspectiva… pensemos en el denominado lenguaje “


inclusivo” (no binario)…¿ no es acaso una manifestación de un
lenguaje/lengua “viva”?

Durante los últimos años se ha producido un cambio vertiginoso en el lenguaje,


producido sin duda por la inmediatez de los
medios tecnológicos. Se hablan idiomas, se
entremezclan signos, símbolos y sonidos,
nos entendemos mediante códigos comunes
a todos los idiomas, mientras que en el
mundo de la tecnología digital se perfila un
idioma común en el que predominan los
iconos, el inglés adaptado a cada lugar y los
movimientos y sonidos de una era
globalizada.
Esta realidad nos proporciona percepciones
diversas a las de las generaciones anteriores y nos obliga a pensar que las generaciones
que vienen poseerán expresiones y modos de actuar ante el lenguaje muy distintas a las
nuestras. Debemos aceptar esta realidad con el fin de que el sistema lingüístico siga
siendo un cúmulo de procesos abiertos a los cambios culturales y tecnológicos que
harán posible la supervivencia de la especie humana.
Si retrocedemos nada más que un tiempo relativamente corto en nuestra historia,
nos encontramos que, si bien nuestra cultura ha conocido la escritura durante muchos
siglos, los cambios no siempre fueron tan rápidos como los que vemos en los últimos
años.
Tradicionalmente procedemos como si, en su velocidad, la evolución cultural fuera a la
par de la biológica. Las decisiones sobre aspectos éticos las tomamos mirando hacia atrás,
nunca hacia delante, cuando ya se habla de ética del “mínimo común”, seguimos dando
por sentado que la moral está tan anquilosada como pretendemos que lo esté el lenguaje.
El lenguaje vivo de los medios de comunicación-Un paso más para la lectura crítica
«Comunicar : revista científica iberoamericana de comunicación y educación».
Huelva, octubre 2001, n. 17, p. 49-55 © Enrique Martínez-Salanova Sánchez

La brecha digital se refiere a la diferencia en el acceso y conocimientos de uso de


las nuevas tecnologías. Se suele determinar en base a diferentes criterios, por ejemplo
económicos, geográficos, de género, edad o entre diferentes grupos sociales.
Generalmente se suele distinguir entre primera y segunda brecha digital.La primera
brecha digital hace referencia a la diferencia en el acceso a las nuevas tecnologías. Por su
parte, la segunda brecha digital está relacionada con las habilidades de comprensión y
uso de estas tecnologías por parte de la población que tiene acceso a ellas.
Las consecuencias van desde una incomunicación o un gran retraso en las
comunicaciones sociales (áreas más aisladas, o por situación socioeconómica) a
dificultades para acceder a múltiples formularios, documentos, informaciones, etc. que
rápidamente se han digitalizado desde organismos e instituciones sociales.

¿Qué efecto tiene este analfabetismo digital sobre el lenguaje?


Para poder digerir la elevada cantidad de información de la que disponemos es
necesario que adquiramos nuevas habilidades. Debemos hablar un nuevo lenguaje, el
de los datos. Hemos de ser capaces de leerlos, gestionarlos y compartirlos, un proceso
que investigadores del MIT y Emerson College, describieron como la "alfabetización de
datos" a esta nueva habilidad que supone leer, interpretar y conversar, comprender y
analizar datos.
Datos: del latín datum (“lo que se da”), un dato es un documento, una información o un
testimonio que permite llegar al conocimiento de algo o deducir las consecuencias
legítimas de un hecho.
Es importante tener en cuenta que el dato no tiene sentido en sí mismo, sino que se
utiliza en la toma de decisiones o en la realización de cálculos a partir de un
procesamiento adecuado y teniendo en cuenta su contexto. Por lo general, el dato es
una representación simbólica o un atributo de una entidad.
El conocimiento se deriva de la información, así como la información se deriva de los
datos. Para que la información se convierta en conocimiento, las personas deben hacer un
trabajo de procesamiento. Los conocimientos, a su vez, pueden ayudar a tomar
decisiones adecuadas o acciones específicas. En resumen, mientras que la información
presenta hechos y cifras (datos), es el procesamiento de esos hechos y cifras lo que
conduce al conocimiento, es decir, a la comprensión de un tema.
Como vemos el lenguaje de los datos supone siempre procesos reflexivos, análisis y
síntesis, hipótesis… formas refinadas de la competencia lingüística.
………………
Filogénesis y ontogénesis del lenguaje -Edson Jorge Huaire InacioÁngela
María Herrera Álvarez Universidad Nacional de Educación Enrique
Guzmán y Valle-
………

(1)DESARROLLO DE LA MENTE: Filogénesis, Sociogénesis y Ontogénesis


Emilio García García Departamento de Psicología Básica. Procesos
Cognitivos. Universidad Complutense. Madrid
(2)-CUCATO)
(3)¡GUA!, EL INSOSPECHADO ORIGEN DEL LENGUAJE -Alfonso Klauer
4 -Diwal
5- Historia de la comunicación -Rossi
6-ECHE)
7-Dr José Antonio Muñoz Yunta -- IX CURSO INTERNACIONAL DE
ACTUALIZACIÓN EN NEUROPEDIATRÍA Y NEUROPSICOLOGÍA INFANTIL -
8- TESIS DOCTORAL- 2015-DARWIN Y EL LENGUAJE
William B. Otáñez Durán UNED
9-Sapiens- De animales a dioses- Yuval Noah Harari

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