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Los conflictos y los problemas forman parte de nuestro día a día, nos vemos en
situaciones que no sabemos cómo resolver, que hacer, las ocasiones en que
incluso con nosotros mismos entramos en contradicción, estamos confundidos, y
esto se hace más evidente todavía al estar en comunicación o en interacción con
otras personas, salen a la luz las diferentes miradas, opiniones, puntos de vista,
los roces, los malentendidos, las suposiciones, y muchas otras situaciones más,
es debido a esto, por lo que en esta sesión estaremos abordando los temas de la
resolución de conflictos o de problemas y la toma decisiones.
Según nuestros diccionarios se entiende por conflicto, choque, combate, lucha,
antagonismo, apuro, angustia del ánimo o tener un apuro (Larousse) y se entiende
también por conflicto o se define como sinónimo de problema o materia de
discusión, tendencias contradictorias en el individuo que son capaces de generar
angustia (RAE).
Además de la definición dada por los diccionarios, nos vamos a encontrar que
existen diversas miradas y acentos en la forma de entender un conflicto, por ello,
es difícil poder encontrar una definición de consenso y que sea compartida por
todos, el conflicto podría ser asuntos de la vida cotidiana hasta asuntos de política
internacional. Al centrar la mirada en las denominadas ciencias sociales, hay por
supuesto varios enfoques, miradas y escuelas con relación a su abordaje
(Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco, 2004).
Si bien es cierto, con las anteriores definiciones el conflicto tendría una
connotación negativa, no necesariamente tiene que ser así, en el conflicto y más
aun dependiendo del trámite que se haga de este, existen varios factores o
aspectos positivos como son:
Ahora bien, lo que ocurra en esos diversos momentos, como se percibe, se asume
o se responde puede facilitar su resolución positiva o que por el contrario ocurra el
fenómeno de la escalada, que el conflicto en vez de resolverse se perpetué en el
tiempo y por ende la situación se agrave, es por esto, que al final de cuentas, el
resultado del ciclo podrá ser positivo, negativo o entre estos dos puntos extremos,
un punto intermedio entre la infinita gama de tonos grises.
Aquí entra en juego entre otros aspectos, que las consecuencias o resultados
pueden entrar a reforzar o castigar la acción o conducta previa al momento de
resolver el conflicto, en principio si las consecuencias son positivas se tendrá a
seguir resolviendo los conflictos de la misma manera, pero esto también da pistas
de como prevenirlos o como resolverlos de manera más rápida y oportuna, y de
igual manera, si la estrategia utilizada mostró no ser la más pertinente o
adecuada, se supone que se debería de cambiar. Se puede reforzar nuestras
creencias previas o por el contrario nos corresponda cambiarlas o por lo menos
flexibilizarlas y darnos cuenta en que casos no son tan viables. Durante todos los
momentos, pero sobre todo en este “último”, es que se da la oportunidad de
aprender de los conflictos y acumular experiencia.