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SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad
Expediente: 15236-2016-31-AL
Departamento: La Paz
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I.1.3. Petitorio
Walter Romero Lazo, en audiencia, refirió que: 1) Es de Santa Cruz y está privado
de libertad en el Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” desde hace
dos años y nueve meses, siendo la primera vez que está en esas circunstancias;
2) “…[N]os tienen viviendo sin agua y luz, nos maltratan todos los días, nos
quitan la comida 6 días sin comer estábamos, ni al baño, estamos sin bañarnos,
aparte de eso psicológicamente nos quieren traumar, no tenemos visitas, porque
son de Santa Cruz, yo tengo una sentencia de diez años para Santa Cruz, me han
dado recién hace un mes, por el caso Palmasola, yo estoy peleando por irme por
esto que me ha hecho el coronel y el teniente Santander, mire mis compañeros
como están, ahora nos querían hacer firmar como vamos a firmar si no nos dan
comida…” (sic); 3) “…[J]amás he tenido problemas con un policía, no los
conozco, han cambiado como 12 veces coroneles, y no he tenido problemas y
con este Coronel yo no tengo que hablar yo solo vivo en mi celda y en la celda
ni comida me dan, me han quitado el aseo personal, el agua, la luz, nos han
mandado a un rincón, y nueve meses estoy en Chonchocoro, y el subteniente
Santander dice que por orden del Coronel me hace todo eso…” (sic); 4) “…[M]e han
quebrado mis dos lentes yo tengo Miopía, en la cara me lo han quebrado, en el
suelo ya estaba reducido me seguían dando estando esposado atrás yo soy
diabético, mire como no sanan las heridas de ese día, yo no puedo tomar señor
(…) yo les decía a ellos huélanme para ver si olía a alcohol, tomo tabletas por
orden del doctor (…) por los nervios, y más bien traje mis papeles, porque no
sabía que íbamos a venir aquí…” (sic); y, 5) Pide que los demandados digan la
verdad “…que no venga el [Bleisner Santander Amos] a ponernos cosas que
nosotros no teníamos nos han puesto 4 teléfonos en el tiempo que he estado
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jamás había visto tantos teléfonos, después de 15 días estamos encerrados, nos
han llevado a declarar nos han puesto un bollo de teléfonos…” (sic).
René Medina Camargo, en audiencia, sostuvo lo siguiente: “…Yo solo le pido que
nos traten humanitariamente, porque incluso los golpes que yo he recibido, hace
quince días que no me quieren sacar, mi familia vive en Santa Cruz, y no me
sacan al médico ni a donde la trabajadora social ni nada, yo estoy mal de los
pulmones yo tengo un tiro en el pecho, y tengo drenaje yo por acá, me entiende
por eso yo necesito que me vea un médico y yo les he pedido que me saquen al
médico y se hacen la burla y dicen de que ellos van a traer el médico a nuestro
sector y no lo traen…” (sic).
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Juan Ramiro Camacho Inarra, Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” de La Paz, a tiempo de adjuntar diversos informes emanados de su
repartición y subalternos, en audiencia manifestó que: i) Se ratifica en el informe
-no precisa cual- en base al cual se refiere que los ahora accionantes fueron
sorprendidos con sustancias prohibidas, lo cual constituye falta gravísima, siendo
la Ley de Ejecución Penal y Supervisión que les faculta a trasladar a los privados
de libertad -se entiende infractores- a otra sección por un máximo de sesenta días
calendario “…permanece suspendido su prediario sueldo individual y en aquellos
casos especiales a efecto por un máximo de veinte días…(sic)”; ii) Los ahora
accionantes a tiempo de ser trasladados a ese sector de mayor rigurosidad
nuevamente incurrieron en “..estos tipos de actos…” (sic); iii) En relación a que
no se les daría agua, evidentemente cuentan con un pozo de captación, pero no
pueden dar todo el día el agua porque tienen una deficiencia del sistema eléctrico
ya que actualmente el mismo se encuentra colapsado, debido a que hay celdas
del citado Recinto Penitenciario, que tienen una serie de artefactos para
calentarse, que ocasionaron que el medidor y el contendor de luz estén ya al
colapso, por lo que existe un horario de horas 12:00 a 14:30; iv) Se hizo la
solicitud correspondiente a la Gobernación del Recinto Penitenciario antes
mencionado para que se les haga la modificación y el cambio correspondiente de
ese tipo de conexiones eléctricas; y, v) Los ahora accionantes siempre han vivido
en un sector aislado del mencionado Recinto Penitenciario, fueron enviados desde
la ciudad de Santa Cruz y por sus antecedentes no comparten casi todos los días
con los demás privados de libertad, además de que constantemente van
infringiendo la norma.
I.2.3. Resolución
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1) Se oficie al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) dependiente del
Ministerio Público “…para que uno o dos médicos de turno se constituyan dentro
de las 24 horas a partir de su notificación al [Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchororo”] a efectos de realizar revisiones médicas y proporcionar tratamiento
médico urgente a los internos Walter Romero Lazo quien padece de diabetes, al
interno René Medina Camargo quien está escupiendo sangre por estar mal de los
pulmones, los accionantes Denis Yamil [Arce], Michel Pedraza Arteaga y Ariel
Reynaldo Ramos Chávez que tendrían las muñecas laceradas o lastimadas. De la
misma forma esta visita sea una vez al mes y sean atendidos los demás internos
que se encontrarían enfermos y sin poder salir al médico, esto por los pedidos a
voz en cuello de los accionantes quienes piden atención médica también para su
demás compañeros de infortunio…”(sic). También para que envíe un psicólogo al
Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” una vez al mes toda vez que
existen reclamos sobre traumas psicológicos que ocasiona su encierro, consumo
de alcohol y estupefacientes a efectos de resguardar la salud mental de los
internos y en resguardo de su integridad psicológica;
2) Se oficie al Director del Hospital de Clínicas a objeto de que uno o dos médicos
se constituyan una vez al mes al Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchororo” para que puedan atender a los internos enfermos;
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en contra de algún interno como hacerles dormir enmanillados, se remitirá
antecedentes al Comando de la Policía Boliviana para proceso disciplinario por
malos tratos y torturas a los internos;
8) Se oficie a Derechos Humanos para que visiten una vez al mes el Recinto
Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” a verificar que se respeten los
derechos humanos de los privados de libertad, coadyuvar para la provisión de
servicios básicos como agua, luz, baños y duchas;
10) Los accionantes deben mostrar respeto al Director Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro” y demás funcionarios policiales sin amenazarles ni
insultarles, puesto que son autoridades policiales, del mismo modo los efectivos
policiales deben mostrar respeto a los privados de libertad;
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que dispuso su detención y que conoce la causa o bien el Juez de Ejecución
Penal, que impide poder disponer por esa vía los traslados solicitados;
12) Se oficie a la Iglesia Adventista del Séptimo Día “Grupo Dorcas” así como al
Arzobispado de La Paz Pastoral Penitenciaria, a objeto de que puedan asistir
humanitariamente a los privados de libertad con alimentos, ropa, asistencia moral,
espiritual y elementos de limpieza y aseo como jabones, champú y puedan
interponer sus buenos oficios a objeto de mejorar las condiciones de vida de los
internos, como ser dotación de agua de manera permanente y continua, todo el
día; y,
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Penitenciario debe imponer, mínimamente una llamada de atención; viii) No se
puede infligir torturas, heridas en las muñecas de los internos al ajustarles las
manillas, provocando laceraciones en su organismo como lo hicieron los
funcionarios policiales del citado Recinto Penitenciario a cargo del Director hoy
demandado, “…heridas que son mostradas en audiencia por los internos quienes
se quejan de estos malos tratos y se evidencian en audiencia pública…” (sic); y,
ix) Si bien los internos podían cometer faltas en su disciplina, evidentemente el
Director y su personal policial pueden aplicar medidas disciplinarias pero sin mellar
de ninguna manera la dignidad de los internos que al estar detenidos no han
perdido su condición de seres humanos dignos de respeto y consideración,
además se encuentran bajo su custodia y responsabilidad, responden por ellos,
por su reinserción a la sociedad, no para ser degradada su condición de seres
humanos.
II. CONCLUSIONES
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se halla incompleto (fs. 10 y vta.)
II.1. Informe de 21 de mayo de 2016, suscrito por Wilson Pinto Aro, Oficial de
Escoltas del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchororo” dirigido a
Juan Ramiro Camacho Inarra, Director del citado Recinto Penitenciario -hoy
demandado- por el cual refiere que el 20 de igual mes y año, a horas 22:15
aproximadamente, verificó que la celda número 2 del sector “F” ocupado
por los privados de libertad Michel Pedraza Arteaga, Denis Yamil Arce y
Ariel Reynaldo Ramos Chávez, se encontraba dañada por los referidos
internos, quienes negaron haberlo hecho, presentando una actitud violenta
por lo que se los trasladó a la celda de a lado (fs. 23).
II.3. Informe médico de 10 de marzo de 2016, emitido por el médico del Recinto
Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, respecto del paciente Walter
Romero Lazo -ahora coaccionante- que refiere diagnóstico y tratamiento
con control diario en consultorio médico (fs. 28).
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Romero Lazo (fs. 32 y vta.) y de René Medina Camargo (fs. 33), -ahora
accionantes- no refieren sanción disciplinaria del citado mes y año.
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II.5. Resolución 028/2016 de 25 de mayo, por la cual el Juan Ramiro Camacho
Inarra, Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” -hoy
demandado- sancionó a Michel Pedraza Arteaga -ahora coaccionante-
con el traslado a otra sección del establecimiento de régimen más riguroso
por un máximo de treinta días calendario y la prohibición de recibir visitas,
por un máximo de veinte días calendario (fs. 100 a 101). Que fue notificado
el 27 de igual mes y año.
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detenido o condenado. Por tanto, hallan cobijo dentro del ámbito
protectivo de esta modalidad de hábeas corpus, la ilegal imposición de
sanciones disciplinarias o el traslado también ilegal de una penitenciaría
a otra; pues, al agravar arbitrariamente las condiciones de la
detención, restringen con mayor intensidad la libertad personal de los
detenidos”.
1) Walter Romero Lazo, refiere que viven sin agua y sin luz, se les
maltrata todos los días, se les quita la comida, habiendo llegado a
permanecer seis días sin recibir alimento, no les dejan bañarse, no
tienen visitas, le quebraron los lentes, padece miopía y diabetes, y
niega haber cometido las faltas de tenencia de alcohol,
estupefacientes y objetos prohibidos como los celulares encontrados
en su celda por las que fueron trasladados a celda de aislamiento,
alegando que fueron puestos por el personal policial;
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4) Denis Yamil Arce, refirió ser oriundo de la ciudad de Yacuiba del
departamento de Tarija, a pesar de que el día de ayer le fue
suspendido su “castigo”, pide consideración con sus compañeros
que tampoco fueron notificados con una “nota de castigo”, además
refiere que no fue llevado a una audiencia convocada en la referida
ciudad, pidiendo finalmente ser trasladado a un Centro para
menores de edad; y,
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Constitucionales Plurinacional 1294/2014 y 0411/2016-S3, entre otras, la
denuncia de inexistencia de Resolución sancionatoria que
justifique la ejecución de una sanción disciplinaria debe ser
denunciada previamente ante el Juez de Ejecución Penal o el Juez
contralor de garantías, a fin de que esa autoridad judicial sea quien, en
inmediación con la causa resuelva lo que corresponda. De igual manera,
con relación a las Resoluciones 027/2016, 028/2016 y 029/2016 de 25 de
mayo, pronunciadas contra René Medina Camargo, Walter Romero Lazo y
Michel Pedraza Arteaga -ahora accionantes- (Conclusiones II.5, II.6 y
II.7), las mismas pueden incluso ser apeladas ante el Juez de Ejecución
Penal, si es que para su emisión hubiera mediado algún agravio,
vinculado por ejemplo, al debido proceso, ello en base al procedimiento
instaurado en los arts. 31 y 32 de la LEPS, siendo necesario recordar que
conforme dicha normativa procedimental, no es necesario el patrocinio de
abogado para hacer uso de dicho recurso.
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alarmante, que como emergencia de su traslado a régimen de
aislamiento, es posible la suspensión de la asignación del bono de
prediario en casos especiales y hasta por un lapso de veinte días (Ver
punto I.2.2). Dicha manifestación es asumida por este Tribunal como una
confirmación de la denuncia presentada, recordándose al respecto que el
bono de prediario asignado a los internos de un penal se encuentra
destinado a la provisión de alimentación diaria de estos, y tomando en
cuenta que dicho bono ni siquiera cubre las necesidades alimenticias de
los privados de libertad (Conclusión II.1. c). documentación
complementaria solicitada), su suspensión constituye un grave atentado a
su integridad personal, e incluso a su vida, pues se les limita de un
beneficio que garantiza de manera mínima tal derecho.
A ello debe añadirse que tal limitación ni siquiera constituye una variante
de sanción reconocida por la ley, precisamente en atención a que la
alimentación resulta primordial en la supervivencia de cualquier ser
humano, y su restricción, constituye un trato cruel e inhumano, que más
allá de las responsabilidades disciplinarias que podrían devenir en las
autoridades penitenciarias, pueden llegar a constituir responsabilidad
internacional del Estado boliviano, pues recuérdese que la jurisprudencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que estableció lo
siguiente: “…[E]l Estado se encuentra en una posición especial de garante
frente a las personas privadas de libertad, toda vez que las autoridades
penitenciarias ejercen un fuerte control o dominio sobre las personas que
se encuentran sujetas a su custodia. De este modo, se produce una
relación e interacción especial de sujeción entre la persona privada de
libertad y el Estado, caracterizada por la particular intensidad con que el
Estado puede regular sus derechos y obligaciones y por las circunstancias
propias del encierro, en donde al recluso se le impide satisfacer por
cuenta propia una serie de necesidades básicas que son esenciales para el
desarrollo de una vida digna..” Caso Montero Aranguren y otros (Retén de
Catia) Vs. Venezuela. Sentencia de 5 de julio de 2006. (Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Párrafo 84).
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Con relación la supuesta restricción de acceso a servicios sanitarios,
respecto del cual, los accionantes manifestaron que encontrándose
recluidos en aislamiento no se les permitía salir a hacer sus necesidades
ni efectuar su aseo personal, teniendo que cumplir con las mismas en
bolsas que luego a la hora del almuerzo sacaban para botar. Ni el Director
del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” hoy demandado ni
el informe de la Defensoría del Pueblo instado por este Tribunal, fueron
específicos en informar al respecto; habiéndose hecho una referencia
general por parte de esta última, en cuanto a las condiciones generales
de los servicios sanitarios del citado Recinto Penitenciario, haciendo
mención al deficiente y casi colapsado sistema de alcantarillado cuyo
mantenimiento precario corre incluso por cuenta de los propios privados
de libertad “…son los mismos privados de libertad quienes se encargan
del mantenimiento, pero lo hacen en áreas visibles…” (sic [Conclusión II.1
c). Documento de complementaria solicitada, Punto III.c. Servicios
sanitarios del Informe PEEA 63/2016]), la dotación de inodoros y
lavamanos por parte de la Cruz Roja Internacional, así como a la
distribución de bacines personales como una medida temporal para
atenuar el problema de que un sector del penal no cuente con inodoros.
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En la entrevista efectuada al referido profesional Médico, el Informe de la
Defensoría del Pueblo refiere que el mismo debe gestionar la provisión de
medicamentos de donación y muestras médicas. Así también en la
atención odontológica, se consigna que el Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro” no cuenta con insumos para realizar curaciones lo
que hace que se deba cobrar el costo de los medicamentos e insumos
para la referida atención odontológica.
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deficiencia en el sistema eléctrico que colapsa en determinadas horas
dentro del Penal, toda vez que dicha autoridad ante la existencia de esa
situación, debió y debe procurar y generar las medidas necesarias para
solucionar ese aspecto, que incide directamente en la provisión regular de
agua dentro del mencionado Penal y en el suministro de energía eléctrica
suficiente para cubrir las necesidades básicas de los internos dentro del
referido Recinto Penitenciario.
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ese Recinto explicó que debe dar atención psicológica a varias de las
personas que cumplen los días de aislamiento por ambientación por las
precarias condiciones del lugar.
a) El aislamiento indefinido;
b) El aislamiento prolongado;
c) El encierro en una celda oscura o permanentemente iluminada;
d) Las penas corporales o la reducción de los alimentos o del agua
potable;
e) Los castigos colectivos.
2. En ningún caso se utilizarán métodos de coerción física como sanción
por faltas disciplinarias.
3. Entre las sanciones disciplinarias o medidas restrictivas no podrá
figurar la prohibición del contacto con la familia. Solo se podrán
restringir los medios de contacto familiar por un período
limitado y en la estricta medida en que lo exija el
mantenimiento de la seguridad y el orden” (las negrillas son
nuestras [Regla 43]).
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además de acompañar las Resoluciones 027/2016, 028/2016 y
029/2016 que establecen expresamente la prohibición de recibir visitas
en el caso de tres de los cinco accionantes, hacen que este Tribunal
asuma convicción razonable de que el régimen de aislamiento dista
mucho de garantizar la dignidad de los privados de libertad en el marco
de los estándares internacionales referidos, y específicamente de los
ahora accionantes.
Así, resulta evidente del testimonio recogido por la Defensoría del Pueblo
en el cual la Psicóloga del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” refiere que la mayoría de los reclusos que han pasado por
régimen de aislamiento requieren “contención” psicológica. En ese sentido
este Tribunal también asume convicción de que el agravamiento de las
condiciones carcelarias denunciado resulta razonablemente cierto, y
además coherente con lo informado por dicha Defensoría, cuando se
refiere a las “precarias” condiciones de las celdas de esa área, así como a
la falta de luz y ventilación, todo ello fuera del hacinamiento, extremo
último que también fue corroborado por la Dirección General de Régimen
Penitenciario, en el informe remitido a este Tribunal, donde señala que la
construcción del penal estaba proyectada en sus inicios para albergar
hasta ciento treinta personas, encontrándose actualmente doscientos
noventa y siete reclusos, y que “…en la actualidad, las celdas previstas
para tres personas privadas de libertad, albergan a cinco, seis y hasta
más internos, ocasionando que estos espacios y áreas complementarias
se encuentren saturadas por la sobrepoblación…” (sic).
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libertad será tratada con el debido respeto a la dignidad humana.
II. Todas las personas privadas de libertad tienen derecho a comunicarse
libremente con su defensor, intérprete, familiares y personas allegadas.
Se prohíbe la incomunicación. Toda limitación a la comunicación sólo
podrá tener lugar en el marco de investigaciones por comisión de delitos,
y durará el tiempo máximo de veinticuatro horas” (las negrillas nos
corresponden).
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territorio y remitir el caso ante el Juez de Camiri; todo ello, en
función de lo dispuesto por la parte in fine del art. 49 del CPP,
que expresamente señala: „Los actos del Juez incompetente por
razón de territorio mantendrán validez, sin perjuicio de las
modificaciones que pueda realizar el Juez competente‟. De ese
modo el referido Juez, dio lugar a que los aprehendidos sean
trasladados de un lugar a otro, prolongando indebidamente
dicha aprehensión, por más de 72 horas…” (SC 1512/2004-R).
Así las cosas, no resulta coherente que en la tramitación de la
presenta acción de libertad donde la mayoría de las veces se ven
involucrados derechos como la libertad y la vida, se exija la
observancia estricta de la jurisdicción territorial del Juez o Tribunal
a quien se acude, o que el o los accionantes -a quien ni siquiera se
les exige el patrocinio de abogado- conozca de las regulaciones
internas del Órgano Judicial respecto de cuáles Tribunales y/o
Jueces en materia penal están habilitados para conocer acciones
de libertad.
POR TANTO
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por el Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La
Paz, y en consecuencia:
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