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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1364/2016-S3

Sucre, 1 de diciembre de 2016

SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de libertad

Expediente: 15236-2016-31-AL
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 81/2016 de 25 de mayo, cursante de fs. 40 a 43,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por René Medina
Camargo, Walter Romero Lazo, Denis Yamil Arce, Michel Pedraza
Arteaga y Ariel Reynaldo Ramos Chávez contra Juan Ramiro Camacho
Inarra y Bleisner Santander Amos, Director y Jefe de Seguridad del
Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 23 de mayo de 2016, cursante a fs. 5, los accionantes


manifestaron que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Los demandados protagonizaron múltiples vulneraciones a sus derechos


constitucionales, pues “…nos quitan la comida, nos quitan la electricidad, vivimos
[a] oscura no nos dejan salir al sanitario a los servicio básico no nos proporcionan
agua, no nos dejan salir aser nuestro aseo personal…” (sic).

También les infligen violencia psicológica e intimidaciones y toda clase de tortura


tanto física como psicológica, por lo que piden auxilio.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Los accionantes denuncian como lesionado su derecho a la libertad, y este


Tribunal infiere posible vulneración del derecho a la dignidad, integridad personal
y a la vida, así como al derecho a no sufrir tratos crueles, inhumanos y
degradantes.

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I.1.3. Petitorio

No efectúan petición expresa

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 25 de mayo de 2016, según consta en el acta


cursante de fs. 34 a 39, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

Los accionantes fueron representados por un abogado de Defensa Pública


requerido por el Tribunal de garantías, quien señaló que: a) Se evidencia que los
internos del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” viendo sus
derechos vulnerados tuvieron que presentar una nota haciendo conocer que no
tendrían agua, el citado Recinto Penitenciario se encuentra en un lugar distante
pero también tienen pozos, entonces se tendría que tener una fluidez de agua;
b) Con relación a la energía eléctrica, es un lugar urbano, por lo que los cortes de
electricidad tendrían que ser de minutos; y, c) La no llegada de los accionantes a
esa audiencia denota que tal vez exista cierta coerción contra ellos.

Posteriormente, cuando ya se encontraba en desarrollo la audiencia, se hicieron


presentes los accionantes, quienes expresaron lo siguiente:

Walter Romero Lazo, en audiencia, refirió que: 1) Es de Santa Cruz y está privado
de libertad en el Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” desde hace
dos años y nueve meses, siendo la primera vez que está en esas circunstancias;
2) “…[N]os tienen viviendo sin agua y luz, nos maltratan todos los días, nos
quitan la comida 6 días sin comer estábamos, ni al baño, estamos sin bañarnos,
aparte de eso psicológicamente nos quieren traumar, no tenemos visitas, porque
son de Santa Cruz, yo tengo una sentencia de diez años para Santa Cruz, me han
dado recién hace un mes, por el caso Palmasola, yo estoy peleando por irme por
esto que me ha hecho el coronel y el teniente Santander, mire mis compañeros
como están, ahora nos querían hacer firmar como vamos a firmar si no nos dan
comida…” (sic); 3) “…[J]amás he tenido problemas con un policía, no los
conozco, han cambiado como 12 veces coroneles, y no he tenido problemas y
con este Coronel yo no tengo que hablar yo solo vivo en mi celda y en la celda
ni comida me dan, me han quitado el aseo personal, el agua, la luz, nos han
mandado a un rincón, y nueve meses estoy en Chonchocoro, y el subteniente
Santander dice que por orden del Coronel me hace todo eso…” (sic); 4) “…[M]e han
quebrado mis dos lentes yo tengo Miopía, en la cara me lo han quebrado, en el
suelo ya estaba reducido me seguían dando estando esposado atrás yo soy
diabético, mire como no sanan las heridas de ese día, yo no puedo tomar señor
(…) yo les decía a ellos huélanme para ver si olía a alcohol, tomo tabletas por
orden del doctor (…) por los nervios, y más bien traje mis papeles, porque no
sabía que íbamos a venir aquí…” (sic); y, 5) Pide que los demandados digan la
verdad “…que no venga el [Bleisner Santander Amos] a ponernos cosas que
nosotros no teníamos nos han puesto 4 teléfonos en el tiempo que he estado
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jamás había visto tantos teléfonos, después de 15 días estamos encerrados, nos
han llevado a declarar nos han puesto un bollo de teléfonos…” (sic).

Ariel Reynaldo Ramos Chávez, en audiencia, manifestó que: i) Se encuentra ya


catorce años en el Recinto Penitenciario “San Pedro de Conchocoro” de La Paz;
ii) Pide se les dé un trato humanitario, no pedimos que nos saquen del
aislamiento solo vivir humanamente, con un poco de luz, tener acceso al teléfono,
a trabajo social a médico y que por lo menos tengamos una llamada al día a
nuestros familiares, nada más es lo que pedimos; y, iii) Presentaron la acción de
libertad cuando estábamos encerrados porque no tenía una denuncia.

René Medina Camargo, en audiencia, sostuvo lo siguiente: “…Yo solo le pido que
nos traten humanitariamente, porque incluso los golpes que yo he recibido, hace
quince días que no me quieren sacar, mi familia vive en Santa Cruz, y no me
sacan al médico ni a donde la trabajadora social ni nada, yo estoy mal de los
pulmones yo tengo un tiro en el pecho, y tengo drenaje yo por acá, me entiende
por eso yo necesito que me vea un médico y yo les he pedido que me saquen al
médico y se hacen la burla y dicen de que ellos van a traer el médico a nuestro
sector y no lo traen…” (sic).

Denis Yamil Arce, en audiencia, refirió lo siguiente: a) Tiene veinte años y es de


la ciudad de Yacuiba del departamento de Tarija; b) El día de ayer ya le
suspendieron su castigo pero sí estamos en situaciones estrictas; c) Pide tengan
consideración con sus compañeros ya que tampoco fueron notificados con una
nota de castigo; d) Está aquí -se entiende en el penal- desde hace un año y este
miércoles tenía audiencia de juicio en la ciudad de Yacuiba y no le llevaron; y,
e) solicita se tenga consideración por su edad para ser llevado a un Centro de
menores de la ciudad Yacuiba, para así poder rehabilitarse.

Michel Pedraza Arteaga, en audiencia, señaló que: 1) Salió al médico y no le


atendieron, al volver, su visita le regaló una bolsa de comida y cuando entró al
penal se la quitaron, y le dicen que no puede tener visitas por orden del Coronel;
2) Pidió a Derechos Humanos para que vean cada quince días si pueden mandar
y ver cómo nos tienen; 3) “…[N]o tenemos agua ni luz, no nos sacan ni a hacer
nuestras necesidades, hacemos en nuestras bolsas y a lo que salimos a comer ahí
podemos botar recién…” (sic); 4) “…[H]icimos una solicitud para hablar con el
coronel tampoco no nos han dicho nada y cada vez nos paran amenazando, el
teniente que nos van a echar gas y varias veces me han hecho dormir esposado
atrás el cabo Paxi, por 5 pesos que me prestó…” (sic); 5) “…[T]engo temor de
que ni bien lleguemos allá, su policía nos quieren meter miedo…” (sic); y, 6) Ya
está más de veinte días que no tienen agua ni luz, “…nos dejan la pila abierta de
la lavandería y del baño para que escuchemos y nosotros encerrados y tenemos
sed…” (sic). Respondiendo a la pregunta del Tribunal de garantías, refirió ser
cierto que les dan agua de horas 12:00 a 14:30 pm, pero que no nos “sacan” a
esa hora para nada.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

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Juan Ramiro Camacho Inarra, Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” de La Paz, a tiempo de adjuntar diversos informes emanados de su
repartición y subalternos, en audiencia manifestó que: i) Se ratifica en el informe
-no precisa cual- en base al cual se refiere que los ahora accionantes fueron
sorprendidos con sustancias prohibidas, lo cual constituye falta gravísima, siendo
la Ley de Ejecución Penal y Supervisión que les faculta a trasladar a los privados
de libertad -se entiende infractores- a otra sección por un máximo de sesenta días
calendario “…permanece suspendido su prediario sueldo individual y en aquellos
casos especiales a efecto por un máximo de veinte días…(sic)”; ii) Los ahora
accionantes a tiempo de ser trasladados a ese sector de mayor rigurosidad
nuevamente incurrieron en “..estos tipos de actos…” (sic); iii) En relación a que
no se les daría agua, evidentemente cuentan con un pozo de captación, pero no
pueden dar todo el día el agua porque tienen una deficiencia del sistema eléctrico
ya que actualmente el mismo se encuentra colapsado, debido a que hay celdas
del citado Recinto Penitenciario, que tienen una serie de artefactos para
calentarse, que ocasionaron que el medidor y el contendor de luz estén ya al
colapso, por lo que existe un horario de horas 12:00 a 14:30; iv) Se hizo la
solicitud correspondiente a la Gobernación del Recinto Penitenciario antes
mencionado para que se les haga la modificación y el cambio correspondiente de
ese tipo de conexiones eléctricas; y, v) Los ahora accionantes siempre han vivido
en un sector aislado del mencionado Recinto Penitenciario, fueron enviados desde
la ciudad de Santa Cruz y por sus antecedentes no comparten casi todos los días
con los demás privados de libertad, además de que constantemente van
infringiendo la norma.

En réplica a lo manifestado por la parte accionante, refirió que: a) En lo que


respecta al interno Denis Yamil Arce, pidieron ya su traslado al Centro de
Rehabilitación “Calahuma” por su edad, también se hicieron llegar notas a
Gobernación del Recinto Penitenciario de “San Pedro de Chochocoro” de La Paz y
hasta el momento no hubo respuesta; b) Piden que el Tribunal de garantías
interceda a la citada Gobernación y conceder el derecho que el nombrado tiene
de irse al Centro de Rehabiliatación “Calahuma” si no se lo puede llevar a
Tarija; c) Piden se valore los antecedentes de manera prolija; d) El interno René
Medina Camargo ha asistido al médico que actualmente fue cambiado, “…no
tenemos médico en el recinto penitenciario, no por lo que yo disponga, y se hace
el esfuerzo de parte del personal para poder trasladar a los privados de libertad al
único centro en los cuales pueden ser atendidos los señores, que es el Hospital de
Clínicas por el Convenio correspondiente…” (sic); y, e) Reitera que los ahora
accionantes siempre fueron aislados por seguridad debido a sus antecedentes.

I.2.3. Resolución

El Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La Paz,


constituido en Tribunal de garantías, mediante Resolución 81/2016 de 25 de
mayo, cursante de fs. 40 a 43, concedió la tutela solicitada, y dispuso las
siguientes medidas:

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1) Se oficie al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) dependiente del
Ministerio Público “…para que uno o dos médicos de turno se constituyan dentro
de las 24 horas a partir de su notificación al [Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchororo”] a efectos de realizar revisiones médicas y proporcionar tratamiento
médico urgente a los internos Walter Romero Lazo quien padece de diabetes, al
interno René Medina Camargo quien está escupiendo sangre por estar mal de los
pulmones, los accionantes Denis Yamil [Arce], Michel Pedraza Arteaga y Ariel
Reynaldo Ramos Chávez que tendrían las muñecas laceradas o lastimadas. De la
misma forma esta visita sea una vez al mes y sean atendidos los demás internos
que se encontrarían enfermos y sin poder salir al médico, esto por los pedidos a
voz en cuello de los accionantes quienes piden atención médica también para su
demás compañeros de infortunio…”(sic). También para que envíe un psicólogo al
Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” una vez al mes toda vez que
existen reclamos sobre traumas psicológicos que ocasiona su encierro, consumo
de alcohol y estupefacientes a efectos de resguardar la salud mental de los
internos y en resguardo de su integridad psicológica;

2) Se oficie al Director del Hospital de Clínicas a objeto de que uno o dos médicos
se constituyan una vez al mes al Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchororo” para que puedan atender a los internos enfermos;

3) Se oficie al Director de Régimen Penitenciario, Ministro de Gobierno y


Viceministro de Régimen Interior y Policia para que dispongan la provisión de
servicios básicos en el Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” como el
agua que debe ser de forma continua y no de horas 12:00 a 14:30, luz, duchas,
baños, sanitarios, farmacias, atención médica, pudiendo esa restricción originar
enfermedades por falta de higiene y aseo personal en los internos y funcionarios
policiales. Asimismo esas autoridades intervengan el Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro” y decomisan alcohol, sustancias controladas y prohíban
la posible venta en el interior del citado Recinto Penitenciario de dichas
sustancias prohibidas para su consumo humano, puesto que los internos deben
reinsertarse a la sociedad y “…no salir enviciados, deben salir para ser útiles a
la sociedad” (sic);

4) Se ordena al Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”


que queda totalmente prohibido en referido Recinto Penitenciario toda forma de
tortura, malos tratos, humillaciones como el quitarles la comida a los internos,
impedirles salir al baño, descuidarlos en su aseo personal, quitarles la luz,
hacerles vivir a oscuras, dejarlos enfermos, castigarlos sin mostrarles alguna
Resolución Administrativa de traslado de celda y sin explicarles los motivos de su
sanción, hacerles dormir enmanillados en las noches. Asimismo, queda totalmente
prohibido el impedir a los internos usar el baño, el sanitario, pues es totalmente
inhumano prohibirles hacer uso de los baños;

5) Se Advierte al “…cabo Paxi…” (sic) a través del Director del Recinto


Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” que ante una nueva actitud de tortura

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en contra de algún interno como hacerles dormir enmanillados, se remitirá
antecedentes al Comando de la Policía Boliviana para proceso disciplinario por
malos tratos y torturas a los internos;

6) Se Advierte a Bleisner Santander Amos -hoy codemandado- a través del


Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” que ante una
nueva actitud de abuso contra los internos como quitarles su comida, se remitirá
antecedentes al Comando de la Policía Boliviana para proceso disciplinario por
malos tratos y humillaciones a los internos;

7) El Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchororo” con la


cooperación de su personal disponga el colocado de carteles de respeto a los
derechos humanos de todos los que se encuentran en dicho Recinto Penitenciario,
ya sea cumpliendo penas privativas de libertad o trabajando, los siguientes
carteles: “todos somos iguales ante la ley”, “Queda prohibida toda forma de
violencia física o psicológica”, “Todos somos dignos de respeto”, “Bolivia es un
país pacifista”, “Queda prohibido el consumo de alcohol y sustancias controladas”,
“Se prohíbe la tortura”, “Respetos guardan respetos”, “Seamos aseados”, “Cuida
tu salud”, “No seas mentiroso, no seas ladrón, no seas flojo”, y otros carteles
alusivos al respeto que debe existir al interior del Recinto Penitenciario “San Pedro
de Chonchocoro”;

8) Se oficie a Derechos Humanos para que visiten una vez al mes el Recinto
Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” a verificar que se respeten los
derechos humanos de los privados de libertad, coadyuvar para la provisión de
servicios básicos como agua, luz, baños y duchas;

9) El Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchororo” solicite a sus


superiores así como al Director General de Régimen Penitenciario y Ministerio de
Gobierno la provisión de servicios básicos como luz, agua, baños y duchas en el
citado Recinto Penitenciario no sólo asumir una actitud pasiva de presentar la
solicitud y dejar el trámite sino debe asumir una actitud diligente, activa hasta
conseguir más pozos de agua, mayores motores de extracción de agua, mayores
o más potentes sistemas eléctricos, más piletas, duchas, más movilidades, mayor
provisión de movilidades y gasolina, dotación de un botiquín o farmacia equipada
con medicamentos así como un médico para los internos y funcionarios que allí
trabajan;

10) Los accionantes deben mostrar respeto al Director Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro” y demás funcionarios policiales sin amenazarles ni
insultarles, puesto que son autoridades policiales, del mismo modo los efectivos
policiales deben mostrar respeto a los privados de libertad;

11) El abogado de Defensa Pública debe realizar los trámites correspondientes


para el pedido de traslado de Recinto Penitenciario, efectuado en la presente
audiencia, de los internos provenientes de Yacuiba y Santa Cruz, no
correspondiendo a ese Tribunal de garantías autorizar dicho traslado sino el Juez

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que dispuso su detención y que conoce la causa o bien el Juez de Ejecución
Penal, que impide poder disponer por esa vía los traslados solicitados;

12) Se oficie a la Iglesia Adventista del Séptimo Día “Grupo Dorcas” así como al
Arzobispado de La Paz Pastoral Penitenciaria, a objeto de que puedan asistir
humanitariamente a los privados de libertad con alimentos, ropa, asistencia moral,
espiritual y elementos de limpieza y aseo como jabones, champú y puedan
interponer sus buenos oficios a objeto de mejorar las condiciones de vida de los
internos, como ser dotación de agua de manera permanente y continua, todo el
día; y,

13) Se oficie a “Rotary Club” de La Paz a efectos de que puedan coadyuvar


dentro de su actividad humanitaria y de ayuda al prójimo, la dotación de agua y
saneamiento en el Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, donde los
internos sólo tienen agua de pozo con dos motores y el agua es restringida de
horas 12:00 a 14:30, tiempo en el cual no pueden bañarse ni asearse, pudiendo
adquirir enfermedades.

La concesión de tutela se sustentó en los siguientes fundamentos: i) Evidentemente


los cinco accionantes vienen cumpliendo detención preventiva, sólo uno tiene
mandamiento de condena y es de La Paz -Ariel Reynaldo Ramos Chávez-, los
demás cuatro tienen sus familias en el interior del país y provienen de cárceles de
Santa Cruz de la Sierra -Michel Pedraza Arteaga, Walter Romero Lazo y René
Medina Camargo- y de Yacuiba -Denis Yamil Arce; ii) Tienen faltas disciplinarias y
recibieron sanciones de veinte, diez y cincuenta días y se entiende que asumen
actitudes confrontativas con los custodios del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” por encontrarse maltratados y abandonados, sin poder hacer uso
siquiera del baño; iii) Se entiende su rebeldía por ver violentados sus derechos a
la comida, aseo, agua energía eléctrica y ser enmanillados durante la noche, lo
cual repercute en que hayan asumido una conducta rebelde que se debe evitar
para que puedan readaptarse a la sociedad y evitar que acudan al consumo de
alcohol y estupefacientes; iv) De la consideración de los arts. 14.I y II, 15 y 125
de la Constitución Política del Estado (CPE); 5.2 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos; y, 3 y 5 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, concluyó que el Jefe de Seguridad del citado Recinto Penitenciario -hoy
codemandado- vulneró el derecho a la alimentación y vida de Michel Pedraza
Arteaga, al haberle quitado su comida; v) Los ahora demandados violentaron el
derecho a la salud de los accionantes Walter Romero Lazo que padece diabetes,
René Medina Camargo que está mal de los pulmones, quien pidió que lo saquen al
médico pero hasta ahora no fue atendido; vi) Michel Pedraza Arteaga -hoy
accionante- salió al médico pero no lo atendieron, el mencionado Recinto
Penitenciario no cuenta con un médico como tampoco pueden salir a Centros de
Salud para ser atendidos, lo que es una vulneración de su derecho a la vida y a la
salud; vii) El “…Cabo Paxi…” (sic) que no es demandado pero es dependiente del
Director del antes mencionado Recinto Penitenciario, al haber sometido a trato
cruel e inhumano al interno Michel Pedraza Arteaga haciéndole dormir dos noches
maniatado, se hace pasible a las sanciones que el Director de ese Recinto

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Penitenciario debe imponer, mínimamente una llamada de atención; viii) No se
puede infligir torturas, heridas en las muñecas de los internos al ajustarles las
manillas, provocando laceraciones en su organismo como lo hicieron los
funcionarios policiales del citado Recinto Penitenciario a cargo del Director hoy
demandado, “…heridas que son mostradas en audiencia por los internos quienes
se quejan de estos malos tratos y se evidencian en audiencia pública…” (sic); y,
ix) Si bien los internos podían cometer faltas en su disciplina, evidentemente el
Director y su personal policial pueden aplicar medidas disciplinarias pero sin mellar
de ninguna manera la dignidad de los internos que al estar detenidos no han
perdido su condición de seres humanos dignos de respeto y consideración,
además se encuentran bajo su custodia y responsabilidad, responden por ellos,
por su reinserción a la sociedad, no para ser degradada su condición de seres
humanos.

I.2.4. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Mediante decreto constitucional de 26 de agosto de 2016, se dispuso la


suspensión de plazo para la emisión de la correspondiente resolución, a efectos
de recabar documentación complementaria (fs. 51 a 52).

A partir de la notificación con el proveído de 22 de noviembre de 2016, se


reanudó dicho plazo, por lo que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional
se pronuncia dentro del mismo (fs. 159 a 160).

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

a) Sobre la tramitación de la acción de libertad

II.1. Presentada que fue la presente acción de libertad el 23 de mayo de 2016, y


sorteada la causa ante el Juez de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento de La Paz, este declinó competencia en razón de territorio,
disponiendo que esta acción de defensa sea remitida para su sorteo en la
jurisdicción de la ciudad de El Alto del mismo departamento, mediante Auto
de 24 de igual mes y año (fs. 6 a 7).

II.2. Remitida esta acción de libertad para su sorteo en la jurisdicción de El


Alto, el Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de El Alto del
departamento de La Paz, mediante Auto de 24 de mayo de 2016, también
se declaró sin competencia para conocer la presente acción de defensa,
disponiendo su remisión en el día ante el Juzgado de origen, y bajo el
fundamento de que no existe previsión normativa que asigne
competencia a los Tribunales de Sentencia Penal, sino solo a los Jueces
unipersonales y a los Tribunales colegiados “…de orden superior…” (sic),
conforme la SCP “0032/2012”, además de que ese Tribunal que conforma

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se halla incompleto (fs. 10 y vta.)

II.3. Devuelta la presente acción de libertad ante el Juez de Sentencia Penal


Sexto de la Capital del departamento de La Paz, este dispuso su nueva
devolución ante el Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de El Alto de ese
departamento, alegando que la SCP “0032/2012” fue modulada por las
Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1301/2014, 1983/2013 y
1465/2013, entre otras, y que en coherencia con ello, el Tribunal Supremo
de Justicia y el Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, a través del
Instructivo 09/2016 de 19 de abril, ordenó el sorteo de acciones de libertad
ante los Tribunales de Sentencia Penal (fs. 15). Dicha acción tutelar fue
efectivamente devuelta ante el referido Tribunal, que admitió finalmente la
presente acción de libertad mediante Auto de 25 de mayo de 2016 (fs. 17).

b) Documentación cursante en obrados

II.1. Informe de 21 de mayo de 2016, suscrito por Wilson Pinto Aro, Oficial de
Escoltas del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchororo” dirigido a
Juan Ramiro Camacho Inarra, Director del citado Recinto Penitenciario -hoy
demandado- por el cual refiere que el 20 de igual mes y año, a horas 22:15
aproximadamente, verificó que la celda número 2 del sector “F” ocupado
por los privados de libertad Michel Pedraza Arteaga, Denis Yamil Arce y
Ariel Reynaldo Ramos Chávez, se encontraba dañada por los referidos
internos, quienes negaron haberlo hecho, presentando una actitud violenta
por lo que se los trasladó a la celda de a lado (fs. 23).

II.2. Informe de 12 de mayo de 2016, suscrito por Favio Quispe Paredes,


Comandante de Guardia P.P., y César Yujra Alanocha, Celador del Sector
“E” del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, vía Bleisner
Santander Amos -hoy codemandado- y puesto en conocimiento del Director
ahora demandado, se refirió que en esa fecha, a horas 18:25
aproximadamente, se verificó que el interno Michel Pedraza Arteaga,
Walter Romero Lazo y René Medina Camargo -hoy accionantes- se
encontraban con aliento alcohólico, por lo que habiéndose requisado su
celda, se hallaron tres celulares y demás accesorios lo que quedó registrado
en el correspondiente acta de requisa y decomiso, y que los referidos
internos reaccionaron con violencia, destrozando la celda y amenazando de
muerte al personal policial (fs. 25).

II.3. Informe médico de 10 de marzo de 2016, emitido por el médico del Recinto
Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, respecto del paciente Walter
Romero Lazo -ahora coaccionante- que refiere diagnóstico y tratamiento
con control diario en consultorio médico (fs. 28).

II.4. Certificados de permanencia y conducta de 25 de mayo de 2016, de Ariel


Reynaldo Ramos Chávez -hoy coaccionante- (fs. 29 y vta.), de Michel
Pedraza Arteaga (fs. 30 y vta.), de Denis Yamil Arce (fs. 31), de Walter

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Romero Lazo (fs. 32 y vta.) y de René Medina Camargo (fs. 33), -ahora
accionantes- no refieren sanción disciplinaria del citado mes y año.

c) Documentación complementaria solicitada

II.1. Informe PEEA 63/2016 de 12 de septiembre, remitido a este Tribunal por la


Defensoría del Pueblo, sobre: Datos del penal de Alta Seguridad Recinto
Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, en el cual se refiere una
verificación defensorial al citado Recinto Penitenciario, habiendo
recolectado datos de entrevistas al Director, así como a la Psicóloga, al
Médico General, al Trabajador Social y a tres Delegados de ese Recinto
Penitenciario (fs. 55 a 62 y de 72 a 79).

II.2. Informe D.G.R.P./JECM 075/2016 de 19 de octubre, emitido por José


Ernesto Castro Morales, Técnico de Infraestructura Penitenciaria del
Ministerio de Gobierno, dirigido al Director General de Régimen
Penitenciario, en el que refiere descripciones arquitectónicas del Recinto
Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, capacidad de albergue y
condiciones carcelarias de los internos (fs. 93 a 94).

II.3. Informe de 21 de septiembre de 2016, suscrito por Juan Ramiro Camacho


Inarra, Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchororo” -ahora
demandado- dirigido a la Directora Departamental de Régimen Penitenciario,
con relación a la documentación solicitada por este Tribunal respecto de las
condiciones carcelarias del citado Recinto Penitenciario, refirió que las
condiciones de una celda de aislamiento son las mismas que las demás
celdas, excepto que las mismas se encuentran aisladas de la población,
recibiendo su alimentación diaria con normalidad y los días de visita,
reciben normalmente sus visitas de sus familiares así como de sus
abogados (fs. 97).

II.4. Informe de 20 de septiembre de 2016, suscrito por Robinson Flores


Titirico, Encargado de Archivo y Kardex del Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro”, dirigido al Director hoy demandado, por el cual
hizo conocer que en mérito al decomiso de celulares, cargadores, pipa y
otros, a Michel Pedraza Arteaga, Walter Romero Lazo y René Medina
Camargo -hoy accionantes- el 12 de mayo de igual año, se inició un
sumario disciplinario el 25 del citado mes y año, por infringir la
prohibición de consumo de alcohol, estupefacientes o fármacos no
autorizados y su traslado, previstos en los arts. 129, 130 de la Ley de
Ejecución Penal y Supervisión -Ley 2298 de 28 de diciembre de 2001-
(LEPS), fueron sancionados conforme los arts. 132.5 de la citada Ley,
referido al “traslado a otra sección del establecimiento de régimen más
riguroso por un máximo de treinta días calendario”, y 133.4 referido a la
“prohibición de recibir visitas, por un máximo de veinte días calendario”
(fs. 98).

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II.5. Resolución 028/2016 de 25 de mayo, por la cual el Juan Ramiro Camacho
Inarra, Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” -hoy
demandado- sancionó a Michel Pedraza Arteaga -ahora coaccionante-
con el traslado a otra sección del establecimiento de régimen más riguroso
por un máximo de treinta días calendario y la prohibición de recibir visitas,
por un máximo de veinte días calendario (fs. 100 a 101). Que fue notificado
el 27 de igual mes y año.

II.6. Resolución 029/2016 de 25 de mayo, por la cual el Director del Recinto


Penitenciario ahora demandado sancionó a Walter Romero Lazo -hoy
coaccionante- con el traslado a otra sección del establecimiento de régimen
más riguroso, por un tiempo de cuarenta y cinco días calendario y
prohibición de recibir visitas (fs. 103 a 104). Que fue notificado el 27 de
igual mes y año.

II.7. Resolución 027/2016 de 25 de mayo, por la cual el Director del Recinto


Penitenciario hoy demandado sancionó a René Medina Camargo -ahora
coaccionante- con el traslado a otra sección del establecimiento de
régimen más riguroso, por un tiempo de veinte días calendario y
prohibición de recibir visitas (fs. 105 a 106). Que fue notificado el 27
del referido mes y año.

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los accionantes denuncian que encontrándose privados de libertad en el


Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro”, fueron trasladados a
régimen de aislamiento de manera injusta y sin “nota de castigo”, lugar donde
son objeto de tratos crueles e inhumanos, pues a todos y de diferentes
maneras se les limita el acceso a los servicios básicos sanitarios, de agua,
electricidad y hasta alimentación, además de prohibírseles recibir visitas y de
recibir maltratos psicológicos y físicos, alegando uno de ellos incluso que por su
minoridad debiera ser trasladado a un Centro en la ciudad donde reside su
familia.

III.1. La acción de libertad correctiva

La SC 1579/2004-R de 1 de octubre, estableció que la acción de


libertad correctiva: “…protege al detenido de aquellas condiciones que
agravan en forma ilegítima la detención, violando su condición humana.
A través de este recurso, se garantiza el trato humano al detenido,
establecido en las Convenciones Internacionales de Derechos
Humanos. La base legal de este tipo de hábeas corpus, la encontramos
en el art. 89 de la LTC, que amplía los alcances protectivos de esta
garantía, al referirse a otras „violaciones que tengan relación con la
libertad personal en cualquiera de sus formas…‟. Conforme a esto, una
de las formas en que se manifiestan estas violaciones vinculadas a la
libertad, está la referida al agravamiento ilegal de la situación del

11
detenido o condenado. Por tanto, hallan cobijo dentro del ámbito
protectivo de esta modalidad de hábeas corpus, la ilegal imposición de
sanciones disciplinarias o el traslado también ilegal de una penitenciaría
a otra; pues, al agravar arbitrariamente las condiciones de la
detención, restringen con mayor intensidad la libertad personal de los
detenidos”.

III.2. Análisis del caso concreto

De la exposición de los argumentos de los accionantes, se tiene en


conclusión que cada uno a su turno, y con sus propias especificaciones
denunciaron malos tratos así como la limitación de su acceso a servicios
básicos por parte de las autoridades del Recinto Penitenciario “San Pedro
de Chonchocoro” donde residen, cuatro de ellos en mérito a una detención
preventiva, y solo uno con mandamiento de condena en proceso penal.

Los argumentos propuestos por los accionantes que pueden resumirse de


la siguiente manera:

1) Walter Romero Lazo, refiere que viven sin agua y sin luz, se les
maltrata todos los días, se les quita la comida, habiendo llegado a
permanecer seis días sin recibir alimento, no les dejan bañarse, no
tienen visitas, le quebraron los lentes, padece miopía y diabetes, y
niega haber cometido las faltas de tenencia de alcohol,
estupefacientes y objetos prohibidos como los celulares encontrados
en su celda por las que fueron trasladados a celda de aislamiento,
alegando que fueron puestos por el personal policial;

2) Ariel Reynaldo Ramos Chávez, manifestó encontrarse ya catorce


años en el referido Recinto Penitenciario, enfatizando que no pide ser
sacado del régimen de aislamiento, sino solo vivir humanamente
“…con un poco de luz, tener acceso al teléfono, a trabajo social a
médico y que por lo menos tengamos una llamada al día a nuestros
familiares, nada más…” (sic), además de referir que presentaron la
acción de libertad, pues que no tenían denuncia para encontrarse
encerrados;

3) René Medina Camargo, que desde su encierro en régimen de


aislamiento que ya lleva quince días, recibió golpes, no lo sacan al
médico ni donde la Trabajadora Social, y que debido a un
padecimiento en los pulmones que tiene requiere ser atendido por un
Médico, pero cuando pide que se lo lleve para recibir atención médica,
se burlan de él, le dicen que lo traerán y no lo traen; también refirió
que su familia vive en Santa Cruz de la Sierra;

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4) Denis Yamil Arce, refirió ser oriundo de la ciudad de Yacuiba del
departamento de Tarija, a pesar de que el día de ayer le fue
suspendido su “castigo”, pide consideración con sus compañeros
que tampoco fueron notificados con una “nota de castigo”, además
refiere que no fue llevado a una audiencia convocada en la referida
ciudad, pidiendo finalmente ser trasladado a un Centro para
menores de edad; y,

5) Michel Pedraza Arteaga, manifestó que se le niegan las visitas y


hasta se le privó de la alimentación, refirió igualmente que “…no
tenemos agua ni luz, no nos sacan ni a hacer nuestras necesidades,
hacemos en nuestras bolsas y a lo que salimos a comer ahí podemos
botar recién…” (sic) añadiendo que también se le limita el acceso al
agua, pues no se les saca de la celda en los horarios de racionamiento
de agua.

Todas esas denuncias, fueron respondidas por Juan Ramiro Camacho


Inarra, Director del Recinto Penitenciario de “San Pedro Chonchocoro”
-hoy demandado-, alegando la comisión de faltas gravísimas por parte
de los ahora accionantes, refiriendo de manera confusa que en el caso
se les habría suspendido la asignación del prediario, añadiendo que ello
fuera posible hasta un máximo de sesenta días, y que con relación al
acceso al agua potable, refirió ser evidente que cuentan con un pozo
de captación pero que su provisión no puede ser todo el día debido a
deficiencias del sistema eléctrico, habiéndose hecho la correspondiente
solicitud a la “Gobernación” para superar ese déficit, sin tener
respuesta. Finalmente añadió que los ahora accionantes “…siempre han
vivido en un sector aislado…” (sic) por haber sido trasladados al penal
desde Santa Cruz, debido a sus antecedentes y por seguridad.

También refirió que en lo que respecta Denis Yamil Arce -ahora


coaccionante-, ya se pidió su traslado al Centro de Rehabilitación
“Calahuma” sin obtener respuesta al presente. Respecto a René Medina
Camargo -hoy coaccionnate- sí fue atendido por el Médico, pero no
cuentan con un Médico en el citado Recinto, haciendo notables esfuerzos
para trasladarlos hasta el Hospital de Clínicas, que es el único Centro de
Salud donde pueden ser atendidos en virtud a un Convenio.

De esa breve relación de los antecedentes que informan esta acción de


libertad, se infiere una reiterada denuncia acerca de las condiciones
carcelarias a las que fueron y continuarían siendo sometidos los ahora
accionantes luego de su traslado a celdas de aislamiento como
emergencia de una sanción disciplinaria, con la que no se les hubiera
notificado.

Respecto a ese último aspecto, concierne referir que de acuerdo a la línea


jurisprudencial sentada por este Tribunal a través de las Sentencias

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Constitucionales Plurinacional 1294/2014 y 0411/2016-S3, entre otras, la
denuncia de inexistencia de Resolución sancionatoria que
justifique la ejecución de una sanción disciplinaria debe ser
denunciada previamente ante el Juez de Ejecución Penal o el Juez
contralor de garantías, a fin de que esa autoridad judicial sea quien, en
inmediación con la causa resuelva lo que corresponda. De igual manera,
con relación a las Resoluciones 027/2016, 028/2016 y 029/2016 de 25 de
mayo, pronunciadas contra René Medina Camargo, Walter Romero Lazo y
Michel Pedraza Arteaga -ahora accionantes- (Conclusiones II.5, II.6 y
II.7), las mismas pueden incluso ser apeladas ante el Juez de Ejecución
Penal, si es que para su emisión hubiera mediado algún agravio,
vinculado por ejemplo, al debido proceso, ello en base al procedimiento
instaurado en los arts. 31 y 32 de la LEPS, siendo necesario recordar que
conforme dicha normativa procedimental, no es necesario el patrocinio de
abogado para hacer uso de dicho recurso.

No obstante lo anterior, y sin que ello signifique prejuzgar en lo que,


como se dijo precedentemente, corresponde ser resuelto por la autoridad
jurisdiccional ordinaria, este Tribunal asume como un hecho no refutado
el traslado y la permanencia de los ahora accionantes en régimen de
aislamiento, pues de un modo más enfático que la denuncia de supuesta
inexistencia de Resolución sancionatoria, los ahora accionantes
denunciaron de manera recurrente y unívoca las deficientes condiciones
en las que permanecerían en dicha área de aislamiento, alegando verse
limitados y restringidos en su acceso a alimentación, visitas,
electricidad, agua potable, servicios sanitarios y atención
médica, añadiendo haber sido objeto de maltratos físicos -como
golpes- y psicológicos, aspectos por los cuales este Tribunal llegó a
requerir información complementaria para emitir el presente
pronunciamiento.

Sin embargo, con relación a los supuestos maltratos físicos y


psicológicos denunciados por los ahora accionantes, los que en
comprensión del Tribunal de garantías constituirían tortura, al verificarse
en audiencia que uno de los accionantes tenía las muñecas de las manos
laceradas, debido a lo que este alegó fue una acción intencional de los
funcionarios policiales al presionarle demasiado las esposas. Así también,
la denuncia de que uno de ellos fuera obligado a dormir esposado -Michel
Pedraza Arteaga- como emergencia de un castigo hecho también por un
funcionario policial, y los supuestos golpes que se les hubiera infligido, se
debe señalar que debido a la limitación del acervo probatorio de este
Tribunal, corresponde que dichas denuncias sean investigadas y resueltas
por el Juez de Ejecución Penal.

Con relación a la restricción de alimentación a los ahora


accionantes, el Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” hoy demandado, sostuvo de manera confusa y ciertamente

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alarmante, que como emergencia de su traslado a régimen de
aislamiento, es posible la suspensión de la asignación del bono de
prediario en casos especiales y hasta por un lapso de veinte días (Ver
punto I.2.2). Dicha manifestación es asumida por este Tribunal como una
confirmación de la denuncia presentada, recordándose al respecto que el
bono de prediario asignado a los internos de un penal se encuentra
destinado a la provisión de alimentación diaria de estos, y tomando en
cuenta que dicho bono ni siquiera cubre las necesidades alimenticias de
los privados de libertad (Conclusión II.1. c). documentación
complementaria solicitada), su suspensión constituye un grave atentado a
su integridad personal, e incluso a su vida, pues se les limita de un
beneficio que garantiza de manera mínima tal derecho.

A ello debe añadirse que tal limitación ni siquiera constituye una variante
de sanción reconocida por la ley, precisamente en atención a que la
alimentación resulta primordial en la supervivencia de cualquier ser
humano, y su restricción, constituye un trato cruel e inhumano, que más
allá de las responsabilidades disciplinarias que podrían devenir en las
autoridades penitenciarias, pueden llegar a constituir responsabilidad
internacional del Estado boliviano, pues recuérdese que la jurisprudencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que estableció lo
siguiente: “…[E]l Estado se encuentra en una posición especial de garante
frente a las personas privadas de libertad, toda vez que las autoridades
penitenciarias ejercen un fuerte control o dominio sobre las personas que
se encuentran sujetas a su custodia. De este modo, se produce una
relación e interacción especial de sujeción entre la persona privada de
libertad y el Estado, caracterizada por la particular intensidad con que el
Estado puede regular sus derechos y obligaciones y por las circunstancias
propias del encierro, en donde al recluso se le impide satisfacer por
cuenta propia una serie de necesidades básicas que son esenciales para el
desarrollo de una vida digna..” Caso Montero Aranguren y otros (Retén de
Catia) Vs. Venezuela. Sentencia de 5 de julio de 2006. (Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Párrafo 84).

En ese mismo sentido, se recuerda que los estándares internacionales


sobre tratamiento a reclusos prescriben que: “Todo recluso recibirá de la
administración del establecimiento penitenciario, a las horas acostumbradas,
una alimentación de buena calidad, bien preparada y servida, cuyo valor
nutritivo sea suficiente para el mantenimiento de su salud y de sus
fuerzas” (Regla 21.I, Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el
Tratamiento de los Reclusos “Reglas Mandela”). En virtud a ello, la
restricción de la alimentación a un privado de libertad, que por su misma
condición, se encuentra limitado de procurarse por sí mismo su propio
alimento, constituye un claro atentado a su integridad personal y a su
vida, y es en esa dimensión que debe concederse la tutela solicitada al
respecto.

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Con relación la supuesta restricción de acceso a servicios sanitarios,
respecto del cual, los accionantes manifestaron que encontrándose
recluidos en aislamiento no se les permitía salir a hacer sus necesidades
ni efectuar su aseo personal, teniendo que cumplir con las mismas en
bolsas que luego a la hora del almuerzo sacaban para botar. Ni el Director
del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” hoy demandado ni
el informe de la Defensoría del Pueblo instado por este Tribunal, fueron
específicos en informar al respecto; habiéndose hecho una referencia
general por parte de esta última, en cuanto a las condiciones generales
de los servicios sanitarios del citado Recinto Penitenciario, haciendo
mención al deficiente y casi colapsado sistema de alcantarillado cuyo
mantenimiento precario corre incluso por cuenta de los propios privados
de libertad “…son los mismos privados de libertad quienes se encargan
del mantenimiento, pero lo hacen en áreas visibles…” (sic [Conclusión II.1
c). Documento de complementaria solicitada, Punto III.c. Servicios
sanitarios del Informe PEEA 63/2016]), la dotación de inodoros y
lavamanos por parte de la Cruz Roja Internacional, así como a la
distribución de bacines personales como una medida temporal para
atenuar el problema de que un sector del penal no cuente con inodoros.

Así, es posible dar credibilidad a lo denunciado por los ahora accionantes


en atención a la ausencia de refutación sobre dichos argumentos por
parte de los hoy demandados, ello en atención a que la misma se
encuentra en una posición que le permite procurarse de los elementos
probatorios suficientes a fin de desvirtuar lo alegado por los accionantes
(SSCC 1164/2003-R, 0650/2004-R, 0710/2007-R, 0141/2006-R,
0020/2010-R, 0181/2010-R y 0758/2010-R, entre otras), añadiendo a
ello, una exhortación enfática a las autoridades penitenciarias para que
asuman las medidas convenientes para dar solución a la provisión
adecuada de servicios sanitarios que condigan con los estándares
internacionales para el tratamiento de personas privadas de libertad, y
que en definitiva, les garanticen el derecho a una vida digna.

Así también, con relación a la limitación del servicio de atención


médica a los ahora accionantes, tampoco se tiene una refutación
consistente del Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” hoy demandado con relación a dicha denuncia sino solo
una tenue mención a que el interno y ahora coaccionante René Medina
Camargo asistió a consulta médica, además de informar al Tribunal de
garantías, de manera contradictoria, que no cuentan con Médico en el
Recinto Penitenciario (Ver I.2.2 inc. d); no obstante, que el Informe
remitido por la Defensoría del Pueblo, consigna la entrevista del Médico
del citado Recinto Penitenciario que se refiere ser el único Médico que
atiende a dicha población carcelaria de doscientos noventa y un internos,
brindando atención de lunes a viernes, además de la existencia de un
profesional odontólogo.

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En la entrevista efectuada al referido profesional Médico, el Informe de la
Defensoría del Pueblo refiere que el mismo debe gestionar la provisión de
medicamentos de donación y muestras médicas. Así también en la
atención odontológica, se consigna que el Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro” no cuenta con insumos para realizar curaciones lo
que hace que se deba cobrar el costo de los medicamentos e insumos
para la referida atención odontológica.

De estos datos y antecedentes, se genera en este Tribunal convicción


suficiente sobre la existencia de ciertas restricciones en la atención
médica con la que cuentan los internos del Recinto Penitenciario “San
Pedro de Chonchocoro” y el acceso a dicha atención; sin embargo, por la
limitación del acervo probatorio de esta jurisdicción para determinar el
alcance de esas restricciones corresponde únicamente realizar una
exhortación de parte de este Tribunal para que las autoridades
penitenciarias, Ministerio de Gobierno, y la Dirección General de Régimen
Penitenciario, previa verificación en el caso concreto, asuman medidas
efectivas tendientes a garantizar el derecho humano y fundamental de las
personas privadas de libertad a contar con asistencia médica efectiva, lo
cual conlleva también la provisión mínima de medicamentos e insumos
para el efecto, entendiendo que la carencia de ellos, aún la presencia de
dichos profesionales, limita el ejercicio de ese derecho.

Respecto de la supuesta limitación de los servicios de agua potable y


electricidad, el Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” hoy demandado se limitó a describir el sistema de provisión
de agua potable en todo el citado Recinto Penitenciario cuya eficacia es
directamente dependiente del servicio eléctrico, el cual se describe al
borde del colapso (referencia coincidente con el Informe de la Defensoría
del Pueblo). Al respecto, tanto las partes accionante como la demandada,
así, como el Informe antes mencionado -c). Documentación
complementaria solicitada, Conclusión II.1- coincidieron en afirmar que
existen horarios de provisión de agua, lo cual constituye racionamiento
del mismo, aunque al respecto los ahora accionantes sostuvieron que
durante dichos horarios no se les saca de su celda para que puedan
aprovisionarse o al menos calmar su sed, refiriendo incluso que el
personal policial de custodia dejan la llave de agua abierta para que ellos
“oigan el agua” sin poder acceder al líquido elemento.

Al respecto, la ausencia de refutación específica en lo que concierne al


acceso a agua potable, también deviene en la credibilidad de la misma en
base a lo alegado por la parte accionante, en aplicación de la línea
jurisprudencial de inversión de la carga de la prueba en acciones de
libertad ya invocada líneas arriba, correspondiendo por ello la concesión
de la tutela solicitada por limitación arbitraria de ese derecho, no siendo
un justificativo lo señalado por el Director del Recinto Penitenciario hoy
demandado en sentido que la provisión de agua del pozo se debe a la

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deficiencia en el sistema eléctrico que colapsa en determinadas horas
dentro del Penal, toda vez que dicha autoridad ante la existencia de esa
situación, debió y debe procurar y generar las medidas necesarias para
solucionar ese aspecto, que incide directamente en la provisión regular de
agua dentro del mencionado Penal y en el suministro de energía eléctrica
suficiente para cubrir las necesidades básicas de los internos dentro del
referido Recinto Penitenciario.

De todo lo anterior, debe considerarse que con relación a las


condiciones carcelarias del régimen de aislamiento descritas por
los ahora accionantes, y respecto de las cuales, este Tribunal solicitó un
informe documentado a la Defensoría del Pueblo, además de solicitar una
versión propia del Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” ahora demandado, con relación a este último se advierten
contradicciones relevantes a tiempo de brindar la información solicitada,
pues dicha autoridad penitenciaria en el informe remitido a este Tribunal,
sostuvo que la única diferencia de una celda de aislamiento con las demás
es que se le corta el contacto con la población, manteniéndose por lo
demás las mismas condiciones de servicios básicos y recepción de visitas
de familiares y abogados.

Dicha versión no condice con una definición propia de “régimen más


riguroso” que es la denominación asignada a la sanción de traslado a una
celda de aislamiento ni con la sanción descrita por la propia autoridad
penitenciaria ahora demandada cuando refirió que se les puede
suspender la asignación de prediario por hasta veinte días, y tampoco con
la sanción impuesta de prohibición de recibir visitas consignadas en las
Resoluciones 027/2016, 028/2016 y 029/2016 de sanción disciplinaria
emitidas por el Director del citado Recinto Penitenciario hoy codemandado
contra tres de los ahora accionantes -Michel Pedraza Arteaga, Walter
Romero Lazo y René Medina Camargo- (Conclusiones II.5., II.6. y II.7, c)
Documentación complementaria solicitada).

Sobre ese punto, el Informe de la Defensoría de Pueblo que se basa


principalmente en entrevistas tanto a Delegados del penal -privados de
libertad- y autoridades y demás funcionarios incluida la autoridad hoy
demandada, refiere que el Sector “F” de aislamiento cuenta con agua y
luz de control no directo (se estima que el control es policial) existiendo
hacinamiento por la presencia de varias personas puesto que el lugar es
pequeño, sin embargo, “tienen su hora de sol y salen a almorzar”.

Al respecto también, menciona el informe que tanto el Director del


Recinto Penitenciario antes mencionado como el personal profesional
explicaron que las personas que permanecen en el lugar, salen a
ducharse, almorzar y cuando requieren hablar con los profesionales del
equipo técnico lo hacen, sin restricción con medidas más flexibles por la
falta de condiciones del lugar. Sin embargo, la funcionaria Psicóloga de

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ese Recinto explicó que debe dar atención psicológica a varias de las
personas que cumplen los días de aislamiento por ambientación por las
precarias condiciones del lugar.

Con relación a ese aspecto, concierne hacer mención a las recientemente


modificadas “Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento
de los Reclusos”, adoptadas por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en diciembre de 2015 con la denominación de “Reglas Nelson
Mandela”. Entre las modificaciones relevantes adoptadas por el Sistema
Universal de Derechos Humanos, se establecen importantes cambios
relacionados entre otras cosas con las restricciones y sanciones
disciplinarias así como el régimen de aislamiento, en las que se señala:
“Con respecto a los reclusos que estén separados de los demás o lo
hayan estado, la administración del establecimiento penitenciario tomará
las medidas necesarias para mitigar los posibles efectos perjudiciales que
el aislamiento pueda tener sobre ellos o su comunidad tras su liberación”
(Regla 38.2).

Así también refiere que: “1. Las restricciones o sanciones disciplinarias no


podrán, en ninguna circunstancia, equivaler a tortura u otros tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes. En particular, quedarán
prohibidas las siguientes prácticas:

a) El aislamiento indefinido;
b) El aislamiento prolongado;
c) El encierro en una celda oscura o permanentemente iluminada;
d) Las penas corporales o la reducción de los alimentos o del agua
potable;
e) Los castigos colectivos.
2. En ningún caso se utilizarán métodos de coerción física como sanción
por faltas disciplinarias.
3. Entre las sanciones disciplinarias o medidas restrictivas no podrá
figurar la prohibición del contacto con la familia. Solo se podrán
restringir los medios de contacto familiar por un período
limitado y en la estricta medida en que lo exija el
mantenimiento de la seguridad y el orden” (las negrillas son
nuestras [Regla 43]).

En ese sentido, y tomando en cuenta que en el caso que nos ocupa, el


Director del Recinto Penitenciario “San Pedro de Chonchocoro” hoy
demandado incurrió en contradicciones tales como sostener que no
existe diferencia sustancial entre las condiciones carcelarias de los
reclusos en régimen abierto y los aislados por motivos de indisciplina, y
al mismo tiempo, informar a este Tribunal que los privados de libertad
aislados “…tienen sus horas de sol…” (sic); que no se les ha privado de
sus visitas de familiares y abogados, al tiempo que sostiene que casi
todos fueron trasladados desde la ciudad de Santa Cruz de la Sierra,

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además de acompañar las Resoluciones 027/2016, 028/2016 y
029/2016 que establecen expresamente la prohibición de recibir visitas
en el caso de tres de los cinco accionantes, hacen que este Tribunal
asuma convicción razonable de que el régimen de aislamiento dista
mucho de garantizar la dignidad de los privados de libertad en el marco
de los estándares internacionales referidos, y específicamente de los
ahora accionantes.

Así, resulta evidente del testimonio recogido por la Defensoría del Pueblo
en el cual la Psicóloga del Recinto Penitenciario “San Pedro de
Chonchocoro” refiere que la mayoría de los reclusos que han pasado por
régimen de aislamiento requieren “contención” psicológica. En ese sentido
este Tribunal también asume convicción de que el agravamiento de las
condiciones carcelarias denunciado resulta razonablemente cierto, y
además coherente con lo informado por dicha Defensoría, cuando se
refiere a las “precarias” condiciones de las celdas de esa área, así como a
la falta de luz y ventilación, todo ello fuera del hacinamiento, extremo
último que también fue corroborado por la Dirección General de Régimen
Penitenciario, en el informe remitido a este Tribunal, donde señala que la
construcción del penal estaba proyectada en sus inicios para albergar
hasta ciento treinta personas, encontrándose actualmente doscientos
noventa y siete reclusos, y que “…en la actualidad, las celdas previstas
para tres personas privadas de libertad, albergan a cinco, seis y hasta
más internos, ocasionando que estos espacios y áreas complementarias
se encuentren saturadas por la sobrepoblación…” (sic).

En ese punto conviene llamar la atención respecto de que el hacinamiento


carcelario podría constituir uno de los déficits más evidentes y unívocos
de todas las intervenciones que concurrieron en la presente acción de
libertad, y por ello, urgentes de atención por parte del Sistema
Penitenciario, pues el mismo se extiende por todas las áreas del Recinto
Penitenciario antes mencionado, incluida la de aislamiento. En ese
sentido, corresponde una exhortación al Ministerio de Gobierno, para que
a la cabeza del Sistema Penitenciario adopte las medidas administrativas
o de otro carácter a los fines de superar la sobrepoblación carcelaria, lo
cual incluye una política criminal que por un lado aliente el carácter
excepcional de la prisión preventiva, y por otro, la instauración de
medidas efectivas para la rehabilitación de los presos por condena.

Al efecto, debe exhortarse a la Asamblea Legislativa Plurinacional para


que en el marco de sus atribuciones legislativas, adecué la legislación de
la materia, específicamente al régimen disciplinario penitenciario, a los
estándares internacionales para el tratamiento de reclusos, algunos de
ellos citados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
adecuación que condice con el desarrollo efectuado por nuestra misma
Norma Suprema, que en sus arts. 73 y ss., cuando establece que: “I.
Toda persona sometida a cualquier forma de privación de

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libertad será tratada con el debido respeto a la dignidad humana.
II. Todas las personas privadas de libertad tienen derecho a comunicarse
libremente con su defensor, intérprete, familiares y personas allegadas.
Se prohíbe la incomunicación. Toda limitación a la comunicación sólo
podrá tener lugar en el marco de investigaciones por comisión de delitos,
y durará el tiempo máximo de veinticuatro horas” (las negrillas nos
corresponden).

III.2.1. Sobre la tramitación de la presente acción de libertad

En reiterados fallos, este Tribunal incidió en el carácter sumario e


informal que rige la admisión y consiguiente tramitación de la
acción de libertad, principalmente en atención a la naturaleza de
los derechos cuya tutela pretende -libertad y vida-, por considerar
que su eficaz ejercicio garantiza el ejercicio de los demás derechos
reconocidos tanto por la Constitución Política del Estado y el
bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE).

Al efecto, este Tribunal se remitió a la regulación establecida


por la misma Constitución Política del Estado, en sus arts. 125 y
ss., en el cual se establece de manera expresa que los
accionantes de libertad, pueden acudir “…ante cualquier juez
o tribunal competente en materia penal…”, sin establecer
nociones de competencia territorial u otras, cuya eventual
exigencia podría sacrificar el carácter sumario e informal ya
referido.

En ese sentido, bastará con que la acción sea presentada ante


un Juez o Tribunal competente en materia penal, sin que deban
ser valoradas otras circunstancias como la competencia
territorial o la naturaleza colegiada o unipersonal del Juez que
conoce la acción de libertad, pues el eventual análisis de dichas
circunstancias constituyen aspectos formales que no condicen
con la naturaleza sumaria e informal de la acción de libertad, y
que eventualmente arriesgan la eficacia de la tutela de los
derechos demandados.

Dicho entendimiento además armoniza con aquel instaurado


respecto de la resolución de la situación jurídica de personas
aprehendida al inicio de una investigación penal, respecto a lo
cual este Tribunal estableció en el caso que la autoridad
jurisdiccional demandada: “…en conocimiento del inicio de la
investigación, la imputación formal y la solicitud de la medida de
detención preventiva formuladas por el Ministerio Público y al
existir personas aprehendidas, tenía el deber de resolver la
situación jurídica de éstas, en resguardo de sus derechos
fundamentales, antes de declinar de competencia por razón del

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territorio y remitir el caso ante el Juez de Camiri; todo ello, en
función de lo dispuesto por la parte in fine del art. 49 del CPP,
que expresamente señala: „Los actos del Juez incompetente por
razón de territorio mantendrán validez, sin perjuicio de las
modificaciones que pueda realizar el Juez competente‟. De ese
modo el referido Juez, dio lugar a que los aprehendidos sean
trasladados de un lugar a otro, prolongando indebidamente
dicha aprehensión, por más de 72 horas…” (SC 1512/2004-R).
Así las cosas, no resulta coherente que en la tramitación de la
presenta acción de libertad donde la mayoría de las veces se ven
involucrados derechos como la libertad y la vida, se exija la
observancia estricta de la jurisdicción territorial del Juez o Tribunal
a quien se acude, o que el o los accionantes -a quien ni siquiera se
les exige el patrocinio de abogado- conozca de las regulaciones
internas del Órgano Judicial respecto de cuáles Tribunales y/o
Jueces en materia penal están habilitados para conocer acciones
de libertad.

Por ello, resulta reprochable la actuación del Juez de Sentencia


Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz, y del
Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de El Alto del mismo
departamento, quienes a su turno declinaron el conocimiento de la
presente acción con argumentos que como se tiene señalado, no
pueden ser considerados por contradecir la sumariedad e
informalismo del trámite de esta acción de defensa, pero sobre
todo, porque en la remisión de ida y vuelta de la presente acción
de defensa se superó el plazo de veinticuatro horas en su
tramitación, lo que eventualmente podría haber hecho ineficaz la
tutela dispuesta finalmente (Conclusiones II.1., II.2 y II.3., a)
Sobre la tramitación de la acción de libertad).

Por lo señalado, corresponde una severa llamada de atención


tanto al Juez de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento de La Paz, como al Juez Técnico del Tribunal de
Sentencia Penal Cuarto de El Alto de ese departamento, para
que en el conocimiento de futuras acciones de libertad observen
adecuadamente sus funciones.

En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada,


aunque con otros fundamentos adoptó la decisión correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR en
parte la Resolución 81/2016 de 25 de mayo, cursante de fs. 40 a 43, pronunciada

22
por el Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La
Paz, y en consecuencia:

1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, únicamente respecto a las


condiciones de cumplimiento del régimen de aislamiento conforme los
fundamentos expuestos en el presente fallo constitucional, disponiendo que el
Director del Recinto Penitenciario de “San Pedro de Chonchocoro” adecúe su
actuación en el tratamiento de los internos del citado Recinto Penitenciario al
respecto y eficaz vigencia del derecho a la dignidad humana.
CORRESPONDE A LA SCP 1364/2016-S3 (viene de la pág. 22).

2º Exhortar a la Asamblea Legislativa Plurinacional, la adecuación de la Ley de


Ejecución Penal y Supervisión a los estándares internacionales de derechos
humanos de los privados de libertad.

3º Poner en conocimiento del Ministerio de Gobierno, Dirección General de


Régimen Penitenciario y Defensoría del Pueblo la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.

4º Exhortar al Ministerio de Gobierno y a la Dirección General de Régimen


Penitenciario adoptar medidas tendientes a crear las condiciones que permitan
asegurar a los privados de libertad una alimentación adecuada, atención
médica, condiciones físicas y sanitarias consecuentes con los estándares
internacionales de la materia.

5º Llamar la atención a Delfor Emmanuel Rios Arrueta, Juez de Sentencia Penal


Sexto de la Capital del departamento de La Paz, y Medardo Vargas Álvarez,
Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de El Alto del mismo
departamento, que conocieron en etapa de admisión la presente acción de
libertad.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez


MAGISTRADA

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