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CARRERA DE DERECHO

TRABAJO FINAL - PROYECTO SOCIOFORMATIVO


“CONFLICTO DE COMPETENCIA ENTRE LA JURISDICCIÓN ORDINARIA Y
LA JURISDICCIÓN INDÍGENA ORIGINARIA CAMPESINA”

Asignatura: Derecho Autonómico.


Docente: Lic. España Villanueva Amael Pedro
Turno: Noche
Semestre: 5
Nombres y apellidos de los integrantes:
1. Cordero Galarza Alejandra
2. Daza Cuizara Jhessica
3. Gonzales Suyo Cristhian
4. Mendoza Medrano Cliver
5. Miranda Fernández Diego
6. Rivera Cervantes Javier Enrrique
7. Uriburu Quispe Jan Pablo

Sucre, 29 de septiembre del 2023


RESUMEN DE LOS HECHOS:

La comunidad de Zongo aparece en la historia desde la visita de los valles de


Zongo de 1568 y 1570 de John Murray se revela que los originarios de Zongo
tributaban en coca a los inca y más tarde a los españoles, es un territorio marcado
por los levantamientos anticoloniales como la de Gabriel Huaylas en 1624, Zongo
inspira la lucha por la defensa de su territorio, está organizado sindicalmente en 32
comunidades seis subcentrales y tiene como máxima instancia la central agraria,
está ubicado en el municipio de La Paz, nacen los nevados de Chacaltaya y
Huayna Potosí comprende el 70% del territorio del municipio de La Paz y
desciende hasta los 2000 m sobre el nivel del mar, de clima cálido donde se
produce coca, yuca, maíz, plátanos, café, arroz y cítricos entre otros productos,
por su gran cantidad de lagunas y ríos, desde 1930 sientan nueve plantas
hidroeléctricas y también se instalan actividades mineras.

Durante los años 70 Oscar Bellota Cornejo llegó a la comunidad y fundó una mina
llamada Mauricio Alexander donde extraía un mineral denominado Schelita que
tenía buena cotización en el mercado por su resistencia a la calor, poco a poco fue
acaparando las tierras donde existía el minerales y empezó a cometer abuso a las
personas que trabajaban en la mina no les pagaba los beneficios ni salarios,
Bellota empezó a comprar territorios a precio de gallina muerta los comunitarios de
Zongo indican que habría comprado hasta con 20 bolivianos terrenos de dos
hectáreas, bellota para encajar en la comunidad y usar como estrategia para
seguir explotando la mina, en el año 1980 decide afiliarse al sindicato de Cahua
Grande y a su vez azume el cargo de secretario de deportes estos actos lo
convierten en miembro de la comunidad,

Los comunarios cansados de los atropellos que sufrían laboralmente, la falta de


pago, la falta de indemnización por la explotación que sufrían, ya que Bellota
nunca asumió ninguna responsabilidad varias familias quedaron huérfanas y no
recibieron ningún beneficio y muy aparte de eso la gran contaminación ambiental
que se sufría porque no tenía ninguna medida de precaución la mina respecto a la
contaminación del medio ambiente, a la contaminación de sus ríos que eran lo
principal para que los comunarios puedan subsistir y sembrar sus propios
productos y consumirlos, así los comunarios en el año 2010 Ángel Sullca que
ejercía de autoridad central agraria de Zongo convocó a un ampliado
extraordinario a Óscar bellota para que pueda pronunciarse respecto a estas
denuncias Óscar Bellota escuchó de manera paciente todas las denuncias y al
terminar señaló (que las personas que le están acusando y denunciando les va a
seguir procesos penales porque no debe nada ni a nadie además que tiene la
documentación al día con su consorcio minero) estas palabras indignaron a los
comunarios y deciden mediante un voto resolutivo la expulsión definitiva de este
empresario afiliado a Cahua Grande, Posteriormente la comunidad ejerciendo las
competencias de usos y costumbres que les corresponde deciden tomar la
posesión de la mina para lo se cual dirigen al socavón desalojan a los trabajadores
y la central agraria de Zongo se encarga de custodiar la mina.

Óscar Bellota desconociendo estas resoluciones, enfurecido decide iniciar juicio a


las 33 comunarios que firmaron esta resolución como robo agravado ante la
justicia ordinaria con el objeto de aprenderlo.

El 4 de octubre del 2012 autoridades de la centralidad agraria fueron aprendidos al


retornar a su comunidad ya que ellos se encontraban en la sud alcaldía de la
ciudad de La Paz fueron encontrados con diez quintales de es Schelita por ese
motivo fueron aprendidos por la Policía Boliviana, Cuando la población de Zongo
se enteró que sus autoridades fueron detenidas inmediatamente convocaron a una
reunión de emergencia en la ciudad del alto con el objetivo de apoyarles, en
defensa de sus autoridades acudieron al ministerio de gobierno, al ministerio de
minería, al ministerio de justicia a cada instancia que llegaron siempre le indicaron
que ustedes no debían de expulsar al minero sin embargo los comunarios
explicaron que la CPE nos indica que sí tienen potestad, De ese modo en la
primera audiencia que tuvieron los cuatro aprendidos el abogado defensor
presentó un voto resolutivo realizada por los comunarios en un ampliado,
indicando que ellos ya han juzgado de acuerdo a sus procedimientos propios usos
y costumbres y que la constitución política del estado los avala mencionando que
la jurisdicción ordinaria (no puede volver a juzgar lo que ya está juzgado)
indicando de que tienen que hacer valer su competencia y presentar estas
resoluciones que emanan de su jurisdicción al tribunal para que puedan valorar y
declinar a la jurisdicción indígena, resaltando que la jurisdicción ordinaria no nos
puede perseguir porque solo estaban cumpliendo las resoluciones que se ha
emitido en el ampliado en Huaji, A lo cual el juez designado al caso indica que sus
votos resolutivos son para los ampliados que tienen ellos y que no tiene validez.
Seguido de esto acuden al TDP quienes indican que ellos no son competentes
para resolver el caso de consulta y conflicto de competencias por lo cual les
mandan al TCP cantonada en la ciudad de sucre, En la cual presentan un
memorial asesorado por abogados después de dos meses de espera vuelven y
consultan el por qué el TCP negó la petición de declinatoria en la cual el
presidente del TCP les explicó que el memorial estaba muy incorrectamente hecho
ya que debieron tener mejores profesionales para redactar el documento, seguido
de esto conocieron a la magistrada Zoraida Chanes quien al escuchar la
evaluación y la petición basándose en el código de procedimiento constitucional
con vigencia les explicó que la jurisdicción indígena sí puede ejercer su justicia,
este código indica que las consultas y los confines de competencia deben ser
presentados por las autoridades jurisdiccionales y no por el TDP por ese motivo el
TCP rechazó su petición, Los comunarios en ese momento decidieron retornar y
redactar dicho documento que volvieron a presentar ellos mismos teniendo un
altercado al momento ya que no les quisieron agarrar el memorial porque no
estaba firmado por un abogado insistieron e insistieron hasta que al final
aceptaron el memorial el día 23 de mayo de 2013 y el 26 de junio del 2013 se
emitió un auto constitucional en el que ordenaba las dos jurisdicciones en
conflictos dejar de emitir procedimientos hasta que se decline la competencia es
decir la sentencia del conflicto de competencias señalaría cuál de las dos
jurisdicciones debería juzgar el caso en concreto.

ahí es donde el TCP haciendo la consulta la constitución política del estado en su


artículo 179 para grafo segundo y 190 reconoce que la justicia indígena goza de
igualdad con relación a la justicia ordinaria y que es el TCP como máximo de
control de la Constitución quien tiene la atribución de resolver conflictos de
competencias entre la justicia indígena y la justicia ordinaria en el caso de Zongo,
el tribunal ha emitido fallos constitucionales a favor de la comunidad tras diez años
de luchas legales audiencias y trámites en la ciudad de sucre la Declaración
Constitucional Plurinacional 0006 quebrado 2013 de 5 de junio de 2013 para esta
se había preguntado a los magistrados si es constitucional la sanción de expulsión
del minero el tribunal tras un estudio pericial les respondió que la expulsión es
compatible con la constitución y aplicable al caso en concreto, primera Victoria las
autoridades solicitaron la declinatoria de competencia de los jueces ordinarios en
los procesos instaurados en su contra por el minero al efecto salió el fallo de
Sentencia Constitucional Plurinacional 0874 quebrado 2014 de 12 de mayo de
2014 esta establece que la jurisdicción indígena de Zongo es la competente para
resolver los casos y ordenan la entrega de los expedientes a las autoridades de la
central agraria, las cuales desarrollaremos y analizaremos a continuación. (Zongo,
2015)

ANÁLISIS DE LA DECLARACIÓN CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL


0006/2013 FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO.
En la consulta realizada al TCP, en todas sus partes hace mención en los
fundamentos jurídicos para el fallo, que reconoce al pueblo Boliviano como una
composición plural y que deja el pasado de estado Colonial Republicano y
Neoliberal y asume el reto histórico de construir colectivamente el estado unitario
social del derecho plurinacional comunitario, además plantea el pluralismo y la
interculturalidad constituyen los ejes fundamentales que sustentan la construcción
del nuevo Estado Boliviano.

El consultante, en su calidad de secretario general de Cahua Grande, formula


consulta en relación a la decisión comunal de expulsión y desalojo del empresario
minero José Oscar Bellota Cornejo de Zongo, comunidades Cahua Grande y
Cahua Chico, decisión que, según lo alegado, fue tomada en observancia del art.
30.II.16 de la CPE.
En el marco de la consulta presentada y con la finalidad de realizar un adecuado
análisis del problema jurídico planteado, se desarrollarán los siguientes ejes
temáticos de relevancia constitucional: i) Los nuevos ejes fundacionales del
Estado Boliviano; ii) El sistema plural de control de constitucionalidad; iii) Ámbitos
de ejercicio del sistema plural de control de constitucionalidad; iv) La consulta de
las autoridades indígena originario campesinas sobre la aplicación de sus normas
jurídicas a casos concretos; v) El procedimiento para la consulta de las
autoridades indígena originario campesinas sobre la aplicación de sus normas a
casos concretos; vi) El Derecho a la libre determinación de los pueblos y naciones
indígena originario campesinas y su consagración en el bloque de
Constitucionalidad, vii) La decisión de expulsión Fundamento jurídico-
constitucional e interdisciplinario; y, viii) Sobre la aplicación de la sanción de
expulsión en el caso concreto de la comunidad de Zongo.

LOS NUEVOS EJES FUNDACIONALES DEL ESTADO BOLIVIANO


Para comprender en su mejor dimensión el caso que se examina y que se activa
a través de un mecanismo nuevo como es la consulta de autoridades indígena
originario campesinas, sobre la aplicación de sus normas jurídicas a un caso
concreto, corresponde previamente referirse al nuevo modelo de Estado
proyectado por la Constitución Política del Estado.

En este cometido, cabe recordar que el diseño constitucional del nuevo Estado
boliviano realizado en la Constitución Política del Estado aprobada el 25 de enero
de 2009 y promulgada el 7 de febrero del mismo año, caracteriza la refundación
de un nuevo modelo de Estado sustentado en la plurinacionalidad, la
interculturalidad, el pluralismo en sus diversas facetas, proyectados hacia la
descolonización, como nuevos ejes fundacionales que permitan consolidar”… una
sociedad inclusiva, justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, que consolida las
identidades plurinacionales estructuradas bajo un proceso que articule la
pluralidad en la unidad.
Desde esta perspectiva, debe tenerse presente, que la construcción de un nuevo
Estado, conforme proclama el Preámbulo de la Constitución Política del Estado,
reconoce al pueblo boliviano con una composición plural, que deja en el pasado el
Estado colonial, republicano y neoliberal y asume el reto histórico de construir
colectivamente el Estado Unitario Social del Derecho Plurinacional Comunitario,
que “integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática,
productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo
integral y con la libre autodeterminación de los pueblos”

En esencia, el debate acerca de los alcances y significaciones del carácter


plurinacional del Estado se encuentra expresado en los documentos y actas de la
Asamblea Constituyente. Así el informe por mayoría de julio de 2007 de la
Comisión Visión País de la Asamblea Constituyente expresa: “Entendemos que el
Estado Plurinacional es un modelo de organización política para la
descolonización de nuestras naciones y pueblos, reafirmando, recuperando y
fortaleciendo nuestra autonomía territorial, para alcanzar la vida plena, para vivir
bien, con una visión solidaria, de esta manera ser los motores de la unidad y el
bienestar social de todos los bolivianos, garantizando el ejercicio pleno de todos
los derechos. Para la construcción y consolidación del Estado Plurinacional son
fundamentales los principios de pluralismo jurídico, unidad, complementariedad,
reciprocidad, equidad, solidaridad y el principio moral y ético de terminar con todo
tipo de corrupción”.

Sobre la interculturalidad la citada SCP 1422/2012, asumió que “…la


interculturalidad, asegura que los valores plurales supremos, se complementen en
una sociedad plural e irradien de contenido todos los actos de la vida social,
incluidas aquellos procedimientos o decisiones emanadas de los pueblos y
naciones indígenas originarios campesinos”
En este escenario, la interculturalidad se proyecta en una dimensión diferente al
enfoque de la multiculturalidad, éste último diseñado bajo los moldes del Estado -
Nación, que reconoce la diversidad cultural con niveles de tolerancia y de
reconocimiento de la diversidad en tanto y en cuanto esa diversidad se subordine
a una sola forma de justicia, un solo sistema político, económico, social, cultural,
lingüístico: el dominante; es decir, reproduce los moldes de superioridad de una
cultura. En tanto que la interculturalidad plurinacional se cimenta en la igualdad
jurídica de las culturas y se proyecta desde la cosmovisión de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, que con sus diferentes formas y modos
de vida, saberes y conocimientos, valores y realidades se ingresa en un proceso
de interrelación recíproca e igualitaria de diversas identidades plurinacionales,
que conviven, dialogan y se complementan, conservando su esencia identitaria
para el vivir bien; es decir, para permitir la reproducción de la vida en armonía y
equilibrio.

En este proceso, la interculturalidad no se reduce al mero interrelacionamiento, va


más allá de las interrelaciones lineales subordinadas y condicionadas por la
“inclusión” o “reconocimiento” de las naciones, sino que es a partir de su
reconstitución desde donde se relacionan de manera intrínseca los demás
principios-valor plurales referidos de la complementariedad, reciprocidad, armonía
y el equilibrio, que decantan en el Vivir Bien. Así la Ley Marco de la Madre Tierra
y Desarrollo Integral para Vivir Bien (LMMT) en el siguiente:

El Vivir Bien (Sumaj Kamaña, Sumaj Kausay, Yaiko Kavi Päve). Es el horizonte
civilizatorio y cultural alternativo al capitalismo y a la modernidad que nace en las
cosmovisiones de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las
comunidades interculturales y afrobolivianas, y es concebido en el contexto de la
interculturalidad. Se alcanza de forma colectiva, complementaria y solidaria
integrando en su realización práctica, entre otras dimensiones, las sociales, las
culturales, las políticas, las económicas, las ecológicas, y las afectivas, para
permitir el encuentro armonioso entre el conjunto de seres, componentes y
recursos de la Madre Tierra. Significa vivir en complementariedad, en armonía y
equilibrio con la Madre Tierra y las sociedades, en equidad y solidaridad y
eliminando las desigualdades y los mecanismos de dominación. Es Vivir Bien
entre nosotros, Vivir Bien con lo que nos rodea y Vivir Bien consigo mismo.
De lo señalado, el horizonte del Vivir Bien es la propuesta más contundente del
Estado Plurinacional, opuesto a las lógicas del “desarrollo” propio del Estado
Nación moderno capitalista, que ha subsumido al Estado al “Subdesarrollo”; en
consecuencia, el Vivir Bien como un horizonte propio de la cosmovisión de las
naciones y pueblos indígena originario campesino, comunidades interculturales y
afrobolivianas se orienta a la reconstitución y continuidad de las practicas propias
de la diversidad de “naciones” con alcance general, es decir en la políticas,
normas y decisiones del Estado Plurinacional.

Por su parte el pluralismo proyectado en la Constitución adquiere también otro


dimensionamiento, se desmarca del pluralismo multicultural que diseñó un
pluralismo subordinado que asume la diversidad como un reconocimiento e
incorporación del otro: los pueblos indígenas originario campesinos, pero sin dejar
el predominio de la cultura dominante. Es decir, el Estado sigue cimentado en los
moldes del Estado-Nación con un sólo sistema político, jurídico, económico y
social con fuerte influencia de los modelos de desarrollo occidental reduciendo las
cosmovisiones y prácticas indígenas al ámbito de lo “cultural”. Así en el ámbito del
pluralismo jurídico, se plantea un pluralismo jurídico subordinado que plantea la
prevalencia de un único “sistema jurídico”, con una única fuente del derecho
válida, la proveniente del órgano legislativo del Estado, considerando los sistemas
de administración indígena como subsistemas de resolución alternativa. En este
reduccionismo de Estado-Derecho, las fuentes no estatales de producción del
derecho, son desconocidas o en su caso toleradas únicamente si se enmarcan y
no contradicen a la Ley.
El pluralismo proyectado por la Constitución boliviana establece la coexistencia en
igualdad jurídica de varios sistemas jurídicos, políticos, económicos y culturales
provenientes de los pueblos y naciones indígena originario campesinos que gozan
de igual jerarquía y legitimidad, por eso es que el planteamiento de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos no fue el reconocimiento de unos sobre
otros, sino la construcción de un Estado Plurinacional: con pluralidad de naciones
que pactaron la construcción conjunta, con poder de decisión en los destinos del
Estado Plurinacional. Entonces, el pluralismo del Estado Plurinacional se erige en
un pluralismo descolonizador, que plantea la convivencia igualitaria de varios
sistemas jurídicos, políticos, económicos y culturales orientados a una nueva
institucionalidad que se despoje de toda forma de monismo y homogeneidad
cultural, jurídica, económica y política.

En efecto, esta nueva realidad invita y obliga al reconocimiento mutuo y


respetuoso entre los pueblos, a la comprensión y valoración recíproca entre los
mismos, en sus conocimientos, saberes, valores y cosmovisiones en igualdad de
condiciones, pues sólo así se podrá cumplir con el mandato de construcción
conjunta del Estado deseado: con unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad,
solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, armonía, transparencia,
equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la
participación, bienestar común, responsabilidad, justicia social, distribución y
redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien. (Valores
expresados en el art. 8.II de la CPE), y sobre todo, para constituir una sociedad
justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin discriminación ni
explotación con plena justicia social que consolide las identidades plurinacionales,
conforme se entendió en la SCP 1714/2012.

En consecuencia, son estos ejes fundacionales los que deben guiar al intérprete
constitucional al momento de resolver los problemas jurídicos planteados en sede
constitucional, pues bajo el reconocimiento de una Constitución principista y
axiológica, ahora de carácter plural, como la boliviana, estos nuevos principios-
valor de la plurinacionalidad, interculturalidad, pluralismo y descolonización,
decantan no sólo como ejes articuladores que se reflejan en la estructura
organizacional del Estado, sino en el reconocimiento de nuevos derechos de
carácter colectivo y en la construcción de nuevas categorías desde lo propio, bajo
una visión plural que se asiente en los saberes y conocimientos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos cuya materialización son función y fin
esenciales del Estado Plurinacional boliviano.

SOBRE LA APLICACIÓN DE LA SANCIÓN DE EXPULSIÓN EN EL CASO


CONCRETO DE LA COMUNIDAD DE ZONGO
En el presente caso, el consultante, en su calidad de secretario general de Cahua
Grande, formula consulta en relación a la decisión comunal de expulsión y
desalojo del empresario minero José Oscar Bellota Cornejo de Zongo,
comunidades Cahua Grande y Cahua Chico, decisión que, según lo alegado, fue
tomada en observancia del art. 30.II.16 de la CPE.

De acuerdo con el estatuto provincial (Provincia Murillo) de su jurisdicción la


máxima sanción que aplican es la “expulsión”, que tiene doble alcance;

 “1) En los casos catalogados como muy graves, que ponen en riesgo la
integridad de la comunidad y
 2) como mecanismo de autodefensa contra empresas y personas externas
a la comunidad”.

Cuando se aplica la sanción “expulsión” en el contexto de las comunidades, se


entiende que la conducta de la persona o de “externos”, no dañan la
“individualidad”, ni afectan un “bien” jurídico específico, sino a la comunidad en su
“conjunto”, por ello la conducta del sr. José Oscar Bellota Cornejo afecta a toda la
comunidad de Zongo en su conjunto, afectando en su producción agrícola y
provoca desastres naturales que afectan la “vida” de la comunidad.

En este sentido, la expulsión se encuentra sujeta a la jurisdicción indígena


originaria campesina de Zongo, como la última medida y sanción máxima de las
comunidades de Zongo, cuyo objetivo fundamental es la restitución de la armonía
y equilibrio en las comunidades. Por tanto, la decisión en su aplicación depende
de la decisión de la comunidad, antes de acudir a otras instancias.

Ahora bien, la expulsión en casos de “externos”, el Estatuto prevé la expulsión de


empresas. Su art. 112 parágrafo I, numeral 2, establece que la empresa será
expulsada, bajo voto resolutivo, en casos en que la empresa no cumpla con las
condiciones y normas exigiendo fundamentalmente la “consulta previa”,
condicionada apoyar y compartir beneficios con la comunidad, cumplir la función
económico social y la responsabilidad socio- ambiental.
Para la toma de la decisión de la expulsión es importante la participación del
infractor en el ampliado, la decisión de expulsar a un miembro o una empresa es
de manera conjunta de la comunidad, siendo la resolución final el ampliado de la
central agraria de Zongo, una vez agotadas todas las etapas previas.

Se evidencia que el 19 de junio de 2010, en un magno ampliado extraordinario, las


treinta y dos comunidades del sector de Zongo, tomaron la decisión de expulsar y
desalojar al Sr. José Oscar Bellota Cornejo, decidiéndose además la toma de las
minas Mauricio, Ignacio y Alexander del pueblo de Zongo. Esta decisión obedeció
a los constantes incumplimientos con las normas y principios de la comunidad de
Zongo, medida adoptada por el uso indebido de recursos mineralógicos, hídricos,
forestales, contaminación de ríos y explotación por más de treinta años de riqueza
mineral existente en sus territorios, que en lugar de traer beneficios ha generado
daños en el medio ambiente, afectado al conjunto de sus familias. En suma, la
decisión de expulsión como medida sancionatoria fue asumida como última
medida y sanción máxima por los graves efectos negativos ocasionados por parte
del Sr. José Oscar Bellota Cornejo en las comunidades de Cahua Grande y Cahua
Chico, así como por la ausencia de una actitud de cambio y arrepentimiento por
parte del empresario, quien formuló querella contra varios dirigentes de la
comunidad de Zongo.

PRINCIPIOS Y VALORES DE ZONGO

En cuanto a las normas, principios y valores, se establece que Cahua Grande


administra justicia en base a sus “usos y costumbres”. La comunidad se somete a
su Estatuto Orgánico, su Reglamento Interno de la Comunidad y el Estatuto
Orgánico y Reglamento Interno de la Federación Sindical Única de Trabajadores
Indígena Originario Campesinos de la provincia Murillo.

Por tanto, todas las normas, principios y valores deben ser respetados y se
encuentran previstos en el Estatuto y su Reglamento, a partir de la vigencia de sus
“usos y costumbres ancestrales”. Entre los principios esenciales de su estatuto, se
encuentran los siguientes: i) No ser flojo (jan jayraña), no ser mentiroso (jan
k’arina), no ser ladrón (janlunthaña) y no ser adulón (janllun k’uña);
así también se tiene los principios de consenso y complementariedad, Armonía y
Coordinación.

OBJETIVOS Y FINES DE LA COMUNIDAD

Los cuales se encuentran plasmados en el art. 4 de su Estatuto:

d) Defender la identidad de la Comunidad;

e) Exigir el uso de suelos, subsuelos, ríos, forestaciones a favor de la


comunidad,

j) Generar una conciencia de identidad cultural y el uso de nuestros


símbolos patrios,

k) Exigir las regalías de la explotación de recursos naturales de la


comunidad de Cahua Grande; y

l) Hacer respetar usos y costumbres de la comunidad de Cahua Grande.

Asimismo, otro elemento que forma parte de las normas de la Comunidad de


Cahua Grande es el cumplimiento de la función social en la comunidad, que
implica cumplir con los aportes, reuniones, trabajos comunitarios, pasar cargos y
guardar respeto a las decisiones de la comunidad. Finalmente, en cuanto a la
producción y aplicación normativa, en los Estatutos de la Comunidad, así como de
la Federación Provincial, se establecen las normas de conducta de sus miembros.

En base a los antecedentes cursantes se establece que la decisión de “expulsión”


del empresario José Oscar Bellota Cornejo fue asumida por ampliado de la Central
Agraria de Zongo, una vez agotadas las instancias previas al interior de las
comunidades, Subcentral, la Central e incluso la Federación Provincial, dicha
decisión fue asumida en el marco de sus normas y procedimientos propios y como
última medida y sanción máxima a efectos de lograr la restitución de la armonía y
equilibrio en sus comunidades.

En consecuencia, la Sala Especializada del Tribunal Constitucional Plurinacional,


considera que la decisión de expulsión asumida por la comunidad fue asumida
respecto a una situación muy grave, que en criterio de la comunidad ha puesto en
riesgo su integridad, no siendo la decisión asumida desproporcional ni excesiva,
menos ajena a los supuestos en los que las comunidades de Zongo adoptan la
expulsión como sanción, decisión que obedece y responde a sus sistemas
jurídicos.

La decisión de expulsión asumida por la comunidad ahora consultante, es


compatible con el orden constitucional y encuentra sustento en el derecho a la
libre determinación de los pueblos indígenas consagrada en el bloque de
constitucional, decisión que debe ser respetada y no puede ser cuestionada; la
cual, tal como se señaló, es plenamente constitucional.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 202.8 de la CPE, resuelve declarar:

1º La APLICABILIDAD de la decisión comunal de expulsión y desalojo del


empresario minero José Oscar Bellota Cornejo de Zongo, conforme sus principios,
valores normas y procedimientos propios en el marco de su jurisdicción.

2° Disponer que la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional


Plurinacional, realice la traducción de la presente Declaración Constitucional
Plurinacional al idioma aymara.

3° Ordenar a Secretaría General del Tribunal Constitucional Plurinacional, la


difusión del presente Fallo a la Comisión de Admisión de este Tribunal a los
efectos contenidos en esta Declaración. (0006/2013, 2013)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0874/2014

CONFLICTO DE COMPETENCIAS JURISDICCIONALES SUSCITADO ENTRE


LA JURISDICCIÓN INDÍGENA ORIGINARIA CAMPESINA DE ZONGO Y EL
JUEZ PRIMERO DE INSTRUCCIÓN EN LO PENAL DE EL ALTO, REMITIDO AL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


La problemática planteada tiene por objeto dirimir un conflicto de competencias
entre la Jurisdicción Indígena Originaria Campesina de Zongo y el Juez Primero
de Instrucción en lo Penal de El Alto, respecto al conocimiento y resolución del
proceso penal seguido por el Ministerio Público contra las Autoridades Indígena
Originaria Campesina de la Central Agraria Campesina Zongo, Sinforiano Apaza
Aranda, Secretario de Relaciones; Gerardo Poma Canqui, Secretario de Justicia y
Pablo Choquehuanca Ticona, Comunario y otros, por la presunta comisión de los
delitos de robo, agravado, daño calificado, asociación delictuosa, allanamiento de
domicilio amenazas y lesiones. En consecuencia, corresponde dilucidar cuál la
autoridad competente para juzgar penalmente los hechos referidos.
EL CONTROL PLURAL DE CONSTITUCIONAL EN EL ÁMBITO
COMPETENCIAL
Nuestra Constitución diseña un pluralismo jurídico igualitario, de conformidad a lo
previsto en el art. 179 de la CPE y de conformidad al art. 202 de la CPE, es
atribución del Tribunal Constitucional Plurinacional, conocer los conflictos de
competencia y atribuciones entre órganos del poder público; los conflictos de
competencias entre el gobierno plurinacional, las entidades territoriales autónomas
y descentralizadas, y entre éstas, y los conflictos de competencia entre la
jurisdicción indígena originaria campesina y la jurisdicción ordinaria y
agroambiental.
Por otro lado, existe la jurisprudencia constitucional mediante la (SCP 1227/2012
de 7 de septiembre).
En ese ámbito, debe señalarse que el conflicto de competencias entre
jurisdicciones del órgano judicial, entre las que se encuentra la jurisdicción
indígena originaria campesina, tiene su fundamento en el principio de igualdad
jerárquica de jurisdicciones que se encuentra prevista en el art. 179.II de la CPE,
En contextos de pluralidad, el derecho de acceso a la justicia con relación a
los miembros de pueblos indígenas originario campesinos no significa que
el Estado traslade su aparato estatal a las comunidades de los pueblos
indígena originario campesinos para administrar justicia en sus territorios,
sino que se extiende en su contenido y se trasunta a la vez en el derecho de
los miembros de los pueblos indígena originario campesinos de acceder a
sus instancias propias de resolución, a sus autoridades indígenas, normas y
procedimientos para resolver sus controversias y conflictos internos.
Por otro lado, nos indican que el art. 30 de la CPE establece el derecho de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos al “ejercicio de sus sistemas
políticos, jurídicos y económicos acorde a su cosmovisión”, derecho que también
se encuentra en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Como podrá advertirse, en el plano del ámbito jurisdiccional, la competencia de las
autoridades resulta ser determinante para un debido procesamiento, de manera
que, si una determinada controversia fuere resuelta o sometida a una autoridad
que no tiene competencia, la consecuencia inmediata sería la franca
vulneración del debido proceso.
Por lo tanto, a partir de la interpretación plural de las normas constitucionales
glosadas anteriormente y en virtud de que el aspecto competencial tiene directa
incidencia en los derechos fundamentales, el Tribunal Constitucional Plurinacional,
tiene la obligación de asumir con celo el control competencial de
constitucionalidad, en especial, respecto al conflicto de competencias entre la
jurisdicción indígena originaria campesina, la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
agroambiental.
EL PLURALISMO JURÍDICO DISEÑADO EN NUESTRA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DEL ESTADO
Partiendo del art. 1 de la CPE, entre las bases fundamentales del “Estado
Plurinacional”, se distingue al pluralismo jurídico que, para su cabal comprensión,
previamente se debe hacer referencia a la autodeterminación de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, como un atributo preexistente a la
colonia.
Se debe mencionarse al art. 2 de la CPE, que “…garantiza su libre
determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a
la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus
instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta
Constitución y la ley” por otro lado, el art. 30. II. 4 de la Norma Fundamental, a
tiempo de establecer el catálogo de los derechos de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos, dispone que las naciones y pueblos indígena
originario campesinos gozan del derecho a la libre determinación y territorialidad,
así como el derecho al ejercicio de sus sistemas políticos, jurídicos y
económicos acorde a su cosmovisión”. En ese mismo contexto, el art. 190.I de la
Norma Suprema, prevé: “Las naciones y pueblos indígena originario campesinos
ejercerán sus funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus
autoridades, y aplicarán sus principios, valores culturales, normas y
procedimientos propios.
El art. 3 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los
pueblos indígenas, dispone: “Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre
determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición
política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural; en su art.
5 señala que “Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar
sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales;
el art. 34 de la referida Declaración, prevé “Los pueblos indígenas tienen derecho
a promover, desarrollar y mantener sus estructuras institucionales y sus propias
costumbres, espiritualidad, tradiciones, procedimientos, prácticas y, cuando
existan, costumbres o sistemas jurídicos, de conformidad con las normas
internacionales de derechos humanos; el art. 40, señala: “Los pueblos indígenas
tienen derecho a procedimientos equitativos y justos para el arreglo de conflictos y
controversias con los Estados u otras partes, y a una pronta decisión sobre esas
controversias, así como a una reparación efectiva de toda lesión de sus derechos
individuales y colectivos.
Por otro lado, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo,
reconoce el ejercicio de los derechos de los pueblos y naciones indígenas; así, el
art. 8.I, dispone: “Al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados
deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres o su derecho
Consuetudinario; el art. 9.I, prescribe: “En la medida en que ello sea compatible
con el sistema jurídico nacional y con los derechos humanos internacionalmente
reconocidos, deberán respetarse los métodos a los que los pueblos
interesados ocurren tradicionalmente para la represión de los delitos
cometidos por sus miembros”.
En el marco de las normas señaladas precedentemente, la libre determinación es
un derecho humano en esencia, que viabiliza el ejercicio de los derechos
colectivos sin injerencia del poder estatal por otra parte la SC 0037/2013 de 4 de
enero, sostuvo que: “…del derecho a la libre determinación de los pueblos
indígena originario campesinos reconocido en la Ley Fundamental y los
instrumentos internacionales, se desprende y fundamenta el reconocimiento
de los sistemas normativos de los pueblos indígena originario campesinos,
de sus instituciones propias y sus procedimientos, por ende, el ejercicio de
jurisdicción por parte de las autoridades indígenas, a través de sus
procedimientos e institución propias y bajo sus sistemas normativo. En cuyo
contexto, los pueblos indígena originario campesinos en ejercicio de su
derecho a la libre determinación, tienen derecho a resolver sus conflictos
internos de acuerdo con sus normas, procedimientos e instituciones, los
que en el marco del Estado Plurinacional, son reconocidos con igual valor
jurídico, de tal forma cuentan también con la facultad de hacer cumplir sus
resoluciones y hacer valer sus decisiones frente a los demás órganos e
instituciones estatales, entre ellos, las autoridades de otras jurisdicciones”.
Bajo el diseño constitucional explicado precedentemente, el pluralismo jurídico
parte de la igual jerarquía entre sistemas jurídicos y, por ende,
constitucionalmente, nos encontramos en el ámbito de un pluralismo jurídico de
tipo igualitario, que sin embargo se reconfigura y reconceptualiza, a partir de su
relacionamiento, de su diferencia y la querella discursiva que se instaura,
fundamentalmente, en el Tribunal Constitucional Plurinacional, pues este órgano,
al efectuar el control plural de constitucionalidad interpreta la Ley fundamental y
los derechos y garantías constitucionales, articulando el modelo de justicia plural y
descolonizador diseñado por la Constitución Política del Estado
ÁMBITOS DE VIGENCIA
Ámbitos de vigencia de la jurisdicción indígena originaria campesina, en el
marco de la constitución Política del Estado, Tratados y Convenios
Internacionales.

El ejercicio de los derechos colectivos de las naciones y pueblos indígena


originario campesinos, da lugar a la plena vigencia de la jurisdicción indígena
originaria campesina, a través de sus autoridades en el plano de la igualdad con la
jurisdicción ordinaria (CPE art. 179.II).

La CPE permiten identificar los alcances de la jurisdicción indígena originaria


campesina, en el marco de la normativa interna, con relación al contexto
internacional, el ejercicio de los sistemas jurídicos indígenas debe ser compatible
con los derechos humanos.
En ese sentido frente al irrespeto de los ámbitos de vigencia de la Jurisdicción
Indígena Originaria Campesina, el Tribunal Constitucional Plurinacional, debe
asegurar que el ejercicio de dicha jurisdicción se desenvuelva en los ámbitos de
vigencia establecidos en la Constitución Política del Estado y las normas del
bloque de constitucionalidad.

En ese sentido, la Constitución política del estado establece:

Artículo 191:

“I. La jurisdicción indígena originario campesina se fundamenta en un vínculo


particular de las personas que son miembros de la respectiva nación o pueblo
indígena originario campesino.

II. La jurisdicción indígena originario campesina se ejerce en los siguientes


ámbitos de vigencia

1. Personal, Están sujetos a esta jurisdicción los miembros de la nación o


pueblo indígena originario campesino, sea que actúen como actores o
demandado, denunciantes o querellantes, denunciados o imputados,
recurrentes o recurridos.
2. Material: Esta jurisdicción conoce los asuntos indígenas originario
campesinos de conformidad a lo establecido en una Ley de Deslinde
Jurisdiccional.
3. Territorial Esta jurisdicción se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que
se realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un
pueblo indígena originario campesino”

Art. 192 de la CPE prevé que toda autoridad o persona acatará las decisiones de
la JIOC, para el cumplimiento de las decisiones de la JIOC, sus autoridades
podrán solicitar el apoyo de los órganos competentes del Estado. La Ley de
Deslinde Jurisdiccional, determinará los mecanismos de coordinación y
cooperación entre jurisdicciones constitucionalmente reconocidas”.

En ese sentido, y conforme concluyó la SCP 0037/2013, las naciones y pueblos


indígena originario campesinos tienen la potestad de impartir justicia en el ámbito
de su propio territorio de acuerdo con la constitución política del estado, la ley de
deslinde jurisdiccional y los instrumentos internacionales que forman parte del
bloque de constitucionalidad.

Asimismo, en virtud de la libre determinación de los pueblos indígena originarios


campesinos cada uno de ellos tiene su sistema jurídico acorde con su
cosmovisión, con su cultura, tradiciones, valores, principios y normas, en virtud de
ello determinan qué hechos o asuntos resuelven, deciden o sancionan,
adquiriendo la competencia para conocer los hechos y asuntos que siempre han
conocido y resuelto, así como para decidir en cuáles deciden intervenir y cuáles
derivarlos a otra jurisdicción.

En este contexto, la jurisdicción indígena originaria campesina en confluencia con


el ámbito personal y territorial tiene competencia para conocer y resolver los
hechos y asuntos que siempre han resuelto y que considere atinentes,
independientemente sean considerados leves o graves, penales o civiles por el
derecho estatal. De tal forma, es importante evitar una reducción externa de los
asuntos que pueden conocer porque se ingresa en un quiebre de los postulados
constitucionales y los previstos en el bloque de constitucionalidad.
En este orden, debe tenerse en cuenta que ni el Convenio 169 de la OIT, ni la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
establecen un límite en cuanto a las materias o la gravedad de los hechos para el
ejercicio de la jurisdicción indígena.

Finalmente, cabe hacer referencia al ámbito territorial, respecto del cual la


Norma Suprema determina que esta jurisdicción se aplica a las relaciones y
hechos jurídicos que se realizan o cuyos efectos se producen dentro de la
jurisdicción de un pueblo indígena originario campesino, esto importa tener
competencia sobre los hechos que ocurren dentro de dicho territorio.

En virtud de los ámbitos señalados, la jurisdicción indígena tiene competencia


respecto de los hechos, situaciones o relaciones jurídicas que se dan dentro del
ámbito territorial de los pueblos indígena originarios campesinos, lo que supone
que la jurisdicción indígena y su derecho son los que rigen dentro del espacio
territorial del pueblo indígena originario que se trate; por tanto, la eficacia de
dichas decisiones es de alcance nacional.

Consiguientemente, cuando confluyan estos tres ámbitos: personal, material y


territorial corresponde a la jurisdicción indígena resolver el conflicto o controversia,
bajos sus normas y procedimientos propios, al mismo tiempo corresponde el deber
de abstenerse o de realizar actos de intromisión en su ejercicio, así como el deber
de respetar sus decisiones y resoluciones, y en todo caso realizar actos de
coordinación y colaboración para que la misma sea ejecutada y cumplida.

En este contexto no son aplicables las reglas que rigen a la jurisdicción ordinaria,
como las de haber prevenido primero la causa, para que se otorgue competencia
a la jurisdicción ordinaria ante hechos en los que se ven involucrados miembros de
los pueblos indígena originarios campesinos, sino los ámbitos de vigencia
personal, material y territorial que rige a esta jurisdicción”.

Por otra parte, respecto al ámbito de vigencia personal la SCP 0026/2013 de 15


de enero, estableció respecto al juzgamiento de personas ajenas a una
colectividad que las mismas podrían excepcionalmente ser juzgadas en la
jurisdicción indígena originaria campesina al establecer que: “...considerando que
el derecho colectivo a administrar su justicia está relacionado a la construcción de
su identidad social, es lógico aceptar que es posible el juzgamiento de personas
que no necesariamente pertenezcan a la nación o pueblo indígena originaria
campesino pero que voluntariamente de manera expresa o tácitamente se
sometan a dicha jurisdicción por ejemplo al decidir ocupar sus territorios
ancestrales aunque ello no implica que no deba analizarse en cada caso la
concurrencia de los ámbitos territorial, material y personal referidos por el art.
191.II de la CPE”

Según la jurisprudencia glosada, respecto a la confluencia de los ámbitos de


vigencia de la Jurisdicción Indígena Originaria Campesina, éstas deben analizarse
tomando en cuenta la realidad concreta de cada caso, lo que implica considerar la
particularidades (saberes, practicas, cosmovisiones) de cada nación y pueblo
indígena originario campesino, pudiendo excepcionalmente juzgar a personas
ajenas cuyos actos tengan efectos dentro de la comunidad afectando su equilibro,
formas y modos de vida y su existencia misma, o cuando estas personas
expresamente o tácitamente se sometan a dicha jurisdicción; por ejemplo, al
ocupar terrenos dentro de la comunidad, afiliarse a la organización interna de la
comunidad, asumirse como parte de ella, entre otras, etc. Asimismo es importante
considerar la competencia respecto de los hechos, situaciones o relaciones
jurídicas que se dan dentro de su territorio, entre cuyos supuestos de afectación a
la nación y pueblo indígena originario campesino por quien no es miembro del
mismo; en este sentido la SCP 0698/2013 de 3 de junio señaló: En virtud de los
ámbitos señalados, la jurisdicción indígena tiene competencia respecto de los
hechos, situaciones o relaciones jurídicas que se dan dentro del ámbito territorial
de los pueblos indígena originario campesinos, lo que supone que la jurisdicción
indígena y su derecho son los que rigen dentro del espacio territorial del pueblo
indígena originario que se trate; por tanto, la eficacia de dichas decisiones es de
alcance nacional.
En este orden es preciso destacar que también debe tenerse en cuenta los
supuestos de afectación al pueblo indígena originario campesino por quien no es
miembro del mismo; que pertenezca a otra comunidad o se trate de personas no
indígenas y el hecho haya ocurrido en el territorio del pueblo indígena originario
campesino; o los casos en los que los actos de un miembro de un pueblo indígena
originario campesino, realizados en otra jurisdicción tenga efectos sobre la
comunidad o pueblo indígena originario campesino.

Considerando tales supuestos es necesario distinguir estas diferentes situaciones


a efectos de determinar qué jurisdicción será la aplicable; es decir:

 Puede tratarse, por un lado, de una situación interna en la que se den los
tres elementos o ámbitos de vigencia establecidos por la Constitución, esto
es, que los sujetos del hecho pertenezcan al pueblo indígena originario
campesino, tanto el autor de la conducta como el sujeto pasivo
(entendiéndose por sujeto pasivo también a la propia comunidad), el hecho
se haya producido en el territorio del pueblo indígena originario campesino
y se refiera a asuntos de la comunidad o que incumben o afectan al pueblo
indígena originario campesino.
 Por otro lado, puede tratarse de hechos ocurridos en el pueblo indígena
originario campesino, pero por quien no es miembro del mismo, o los casos
en los que los efectos del hecho se producen dentro del pueblo indígena
originario campesino.

Sobre la primera situación es la que se pronunciará este Tribunal; es decir, aquella


interna donde los involucrados son miembros del pueblo indígena originario
campesino, los hechos se produjeron en ese pueblo indígena originario campesino
y por lógica consecuencia, se trata de asuntos que afectan o incumben a ese
pueblo indígena originario campesino, en cuyo caso, corresponde a la jurisdicción
indígena resolver el conflicto o controversia, bajo sus normas y procedimientos
propios, al mismo tiempo corresponde el deber de abstenerse o de realizar actos
de intromisión en su ejercicio, así como el deber de respetar sus decisiones y
resoluciones, y en todo caso realizar actos de coordinación y colaboración para
que la misma sea ejecutada y cumplida.

En este mismo sentido la DCP 006/2012 “De tal forma, resulta extensible la
jurisdicción indígena originaria campesina y válidas las decisiones que de ellas
emanen respecto a los supuestos de afectación por quienes no son miembros del
pueblo indígena originario campesino, pero sus actos se han realizado en su
territorio y se ha afectado a las personas y bienes de la comunidad por parte de
“terceros”, “externos” o personas no indígenas. En el caso concreto, de acuerdo
con lo señalado en la audiencia pública por las autoridades indígenas
consultantes, la medida de expulsión fue adoptada contra José Oscar Bellota
Cornejo, a quien no lo consideran comunario, conforme se ha señalado en la
audiencia de contacto directo con las autoridades de Zongo, quienes señalaron:
“adquirió tierras en la citada comunidad (…) antes se decía ser comunitario (…)
ingresó con engaños a tomar las tierras (…) pero luego se fue desligando de la
comunidad”

En el análisis de los ámbitos de vigencia el Tribunal Constitucional Plurinacional


determino que se cumplen los tres ámbitos de vigencia, aunque Bellota no sea del
lugar el hizo el conflicto ahí, además que usaba las tierras y se afiliaba por
temporadas, por tanto el TCP, establece que excepcionalmente Zongo administra
justicia con relación a personas que no son miembros de la comunidad (personal),
cuando el hecho que genera el conflicto haya ocurrido en el territorio de su
jurisdicción o cuando se trate de personas que cuentan con terrenos en sus
comunidades también ya que los hechos por los cuales se inició el proceso penal
emergen de una decisión que se encuentra dentro de los asuntos que de acuerdo
a la DCP 006/2013 son conocidos y resueltos por la jurisdicción indígena originaria
campesina de Zongo (material). Finalmente, (territorial) ya que los supuestos
ilícitos denunciados ante el Ministerio Público surten efectos y atinge a las
comunidades de Zongo. (0874/2014, 2014)

CONSIDERACIONES FINALES
De acuerdo a lo señalado con anterioridad con referencia al conflicto entre las
comunidades de Zongo y José Oscar Bellota, quien fue expulsado de esta
comunidad conforme a las normas y procedimientos propios, este desconoció el
ámbito de la jurisdicción y competencia de la comunidad de Zongo e incumpliendo
las resoluciones de la Justicia indígena Originaria De Zongo , interpuso las
acciones penales como consecuencia de la decisión de expulsión que tomo la
comunidad en contra, sin agotar las instancias que el procedimiento indígena
tiene estructurado. Lo cual origino un conflicto de competencias entre la
Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción Indígena Originario Campesina, en
consecuencia, la jurisdicción ordinaria invadió el ejercicio de justicia de las
autoridades de Zongo, afectando de esta manera el principio de igualdad
jerárquica entre jurisdicciones garantizada por la CPE el art. 179.II de la CPE.
Teniendo en cuenta que una autoridad indígena que administra justicia en el
ámbito de su jurisdicción se encuentra con la misma facultad y plena atribución
que un juez ordinario al momento de conocer y resolver los conflictos que le son
planteados. Por lo cual de manera evidente se llegó a desconocer el derecho a la
libre determinación, la vigencia y el desarrollo de las instituciones de los pueblos y
naciones indígena originario campesinos, de igual manera la consolidación del
principio del pluralismo jurídico que se configura como un elemento fundante del
Estado Plurinacional, en el entendido que la jurisdicción ordinaria no puede revisar
las resoluciones y decisiones de la jurisdicción indígena, ni los efectos que
emerjan de esta o viceversa.

Ahora bien, con referencia a los ámbitos de vigencia, como ya se mencionó en el


art. 191.II de la CPE, establece como ámbitos de vigencias de la jurisdicción
indígena originaria campesina: personal, material y territorial.

En el caso en concreto, se evidencia que los tres ámbitos de vigencia se cumplen


a cabalidad.

Precisamente en el caso en concreto, correspondía establecer si la naturaleza del


conflicto que se analiza corresponde ser conocido por la Jurisdicción Indígena
Originaria Campesina o por la Jurisdicción Ordinaria.
Por ende en este conflicto jurisdiccional de competencias, concurren el ámbito
vigencia personal, puesto que la comunidad de Zongo, excepcionalmente
administra justicia con relación a personas que no son miembros de la comunidad,
cuando el hecho que genera el conflicto haya ocurrido en el territorio de su
jurisdicción o cuando se trate de personas que cuentan con terrenos en sus
comunidades, aspectos que se verifican en el caso concreto; debido que el señor
José Oscar Bellota Cornejo, ocupa terrenos de la Comunidad de Cahua Grande,
comunidad afilada al sector de Zongo, llegando incluso a afiliarse por periodos
temporales al sindicato de la comunidad de Cahua Grande; por otro lado, se tiene
que los querellados son miembros y en algunos casos autoridades de las
comunidades de Zongo; aspectos que demuestra la aplicabilidad del ámbito
personal.

Asimismo, se cumple el ámbito de vigencia material ya que los hechos por los
cuales se inició el proceso penal emergen de una decisión que se encuentra
dentro de los asuntos que de acuerdo con la DCP 006/2013 son conocidos y
resueltos por la jurisdicción indígena originaria campesina de Zongo.

Finalmente, en el ámbito de vigencia territorial, lo supuestos ilícitos denunciados


ante el Ministerio Público claramente tiene sus efectos y atingen a las
comunidades de Zongo.

Por todo lo expuesto, se puede decir que se evidencia el ejercicio de la jurisdicción


de la comunidad Zongo en plena correspondencia con los ámbitos de vigencia
previstos en art. 191 de la CPE. Por lo tanto, le corresponde a la jurisdicción
indígena resolver el conflicto o controversia, bajos sus normas y procedimientos
propios.

Por lo cual el Tribunal Constitucional Plurinacional, ejerciendo el control


competencial de constitucionalidad, concluye que el conflicto suscitado con José
Oscar Bellota Cornejo, debe ser resuelto en la Jurisdicción indígena Originaria
Campesina en estricta observancia de sus propias normas y procedimientos, con
participación activa de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos
de La Paz, como máxima instancia de la provincia, que de acuerdo a estatutos,
debe intervenir para la solución de los conflictos suscitados en las comunidades
de Zongo.

De igual manera, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal de El Alto, debe


abstenerse de realizar cualquier acto de intromisión en las decisiones de la
jurisdicción indígena originaria campesina, debiendo respetar, las decisiones
asumidas por las autoridades de la comunidad de Zongo y realizar actos de
coordinación y cooperación para garantizar que lo dispuesto por las autoridades
de la jurisdicción indígena originario campesino sean ejecutadas y cumplidas.

POR TANTO

La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional; en virtud de la jurisdicción


y competencia que le confiere el art. 202.11 de la CPE y 12.11 y 28.I.10 de la
LTCP, resuelve:

1º Declarar COMPETENTE a las autoridades indígena originario campesino de la


Jurisdicción Indígena Originaria Campesina de Zongo, provincia Murillo del
departamento de La Paz, para conocer y resolver el asunto planteado a través de
sus instancias y procedimientos propios.

2º Disponer que el Juez Primero de Instrucción en lo Penal de El Alto, que tuvo


conocimiento del proceso, se inhiba del conocimiento del mismo y remita los
antecedentes a las autoridades de la Central Agraria Campesina del sector Zongo
y la Federación Departamental Única de Trabajadores Indígena Originario
Campesino de la Provincia Murillo.

3º Se ordena que las autoridades de la Central Agraria Campesina del sector


Zongo y la Federación Departamental Única de Trabajadores Indígena Originario
Campesino de la Provincia Murillo, retomen el diálogo y resolución final de
conflicto con José Oscar Bellota Cornejo, velando por el retorno de la armonía y el
equilibrio en las comunidades de Zongo; e informen a este Tribunal, a través de la
Unidad de Coordinación del Tribunal Constitucional Plurinacional del
Departamento de La Paz, en el plazo de tres mes después, sin perjuicio de las
visitas que este Tribunal pueda ordenar a través de la Unidad de Descolonización.
4° Disponer que la Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional
Plurinacional, realice la traducción de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional al aymara.

5° Ordenar a Secretaría General del Tribunal Constitucional Plurinacional, la


difusión del presente fallo.

6º Ordenar que una copia de este fallo sea remitida a la Unidad de Coordinación
Departamental de La Paz de este Tribunal Constitucional Plurinacional, a efecto de
realizar el seguimiento correspondiente al diálogo intracultural ordenado en esta
Sentencia.

CONCLUSIONES
Se hace evidente que en lo jurídico y normativo, ya se encuentran bases más
sólidas para el cumplimiento de Pluralismo Jurídico, sin embargo, en la realidad y
práctica se evidencia que a pesar de la configuración teórica del Estado
Plurinacional, aún existe reticencia desde los operadores del Sistema de Justicia,
lo que significa que pese a las luchas de los movimientos indígenas por
reconocimiento de sus formas de organización en el territorio de forma autónoma y
lo que dice la CPE, no se ha podido consolidar el sistema jurídico único boliviano,
plurinacional.
Por lo que a partir del 2014 con el cumplimiento a la Sentencia Constitucional
Plurinacional 0874/2014 se marcó un antes y un después en la administración de
justicia, ya que se visibilizaron nuevos actores en el escenario jurídico, las
autoridades campesinas de Zongo que reclamaron su participación efectiva en la
administración de justicia y por primera vez, lograron arrebatar un proceso jurídico
de características penales y ambientales a un juez ordinario.
En esta lucha por la defensa de su territorio demostraron que legítimamente son
autoridades para ejercer justicia en sus territorios abriendo un camino para
practicar su autodeterminación recuperando las tierras que había acaparado un
empresario minero.
Algunos activistas y autoridades se dirigieron a los abogados y sugirieron como
estrategia de defensa, solicitar la Declinatoria de competencias a la jurisdicción
indígena, los abogados que contrataron no supieron defender los derechos de las
comunidades por lo que el empresario logró apresar a cuatro personas en la
cárcel de San Pedro en la ciudad de La Paz mediante la vía ordinaria.
En ese contexto se decidió iniciar una defensa inédita, utilizar la Jurisdicción
Indígena Originaria Campesina (JIOC) para hacer valer la sentencia de expulsión
y demostrar que la Justicia Ordinaria persigue y criminaliza a los pueblos en su
derecho de ejercer su propia justicia y su autodeterminación; estas resoluciones
fueron firmadas por todas las autoridades sindicales de Zongo (secretarios
generales, subcentrales y central agraria).
Al momento, nadie se percató de la trascendencia política, jurídica y social que
tendrían tales disposiciones las autoridades de la jurisdicción ordinarias no
estaban dispuestos a ceder el poder hegemónico que ostentan al administrar la
justicia.
La comisión de justicia que trabajo durante dos años tuvo que asumir las dudas,
burla y discriminación de las autoridades públicas y de la justicia ordinaria al
presentar sus argumentos.
Por eso, el triunfo de Zongo es un triunfo para todos los pueblos: la justicia
ordinaria no puede volver a considerarse única o hegemónica; se demostró que
los indígenas pueden ser juzgados en sus sistemas jurídicos en cualquier ámbito o
materia, y pueden tener competencias a todo nivel, los únicos requisitos tienen
que ver con someterse consecuentemente a la jurisdicción indígena, a los
derechos colectivos y a los procedimientos de la comunidad.
En el ámbito político, durante la ceremonia de consagración de sus autoridades
que realizaron el 2015, abandonaron el uso del chicote y adoptaron las varas de
mando como símbolo de poder y gobierno indígena. A nivel económico, las
familias que trabajaban como fuerza de trabajo y vivían de la minería, empiezan a
dedicarse a la avicultura, la crianza de pollo e inclusive al cultivo de plátanos,
gracias a subsidios y programas de desarrollo del gobierno.
En ese sentido, entre los problemas que impiden una concreción real de esta
nueva visión de justicia, se encuentra el contexto de dependencia al sistema
mundial y formas coloniales de dominación.
Ello se traduce en un desprecio y criminalización del orden jurídico IOC y su
ámbito de jurisdicción siempre y cuando haya intereses capitalistas en juego, lo
que en América Latina parece ser una constante para las comunidades indígenas
y campesinas, que ven cada vez más afectadas sus formas de vida y
organización.
Estos pueblos fueron pioneros y actores claves en el desarrollo del Estado como
tal, siendo protagonistas de la transición de estado republicano a un estado plural,
lamentablemente hoy en día el acceso a la justicia para la población indígena es
un viacrucis debido a los obstáculos e innumerables requisitos formales que exige
la justicia ordinaria.
Con la aprobación de la Constitución Política del Estado, los pueblos indígenas
ejercen funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y
aplican sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios, en
igualdad de jerarquía a la justicia ordinaria.
En este nuevo orden, la diversidad cultural constituye la base esencial del Estado
Plurinacional y la interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la
convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones.
La realización de estos derechos, obliga a considerar la forma y oportunidad en
que estos buscan ser materializados en la sustanciación de los procesos, en el
desarrollo normativo e institucional que debe contribuir a consolidar el diseño
constitucional de justicia plural que obliga a generar bases sólidas para la vigencia
y ejercicio del derecho propio de los pueblos indígenas, originarios y campesinos
con igual jerarquía que la justicia ordinaria, respetando la potestad de impartir
justicia (que) emana del pueblo boliviano.
Se hace latente la necesidad de coordinación y cooperación de la jurisdicción
ordinaria e indígena originario-campesina, particularmente después de la
aprobación del nuevo texto constitucional y la Ley No. 073 de Deslinde
Jurisdiccional. Por lo tanto, se presenta un desafío para ambas justicias, sobre
todo para la jurisdicción indígena, de quienes se conoce a lo largo de la historia su
lucha por la reivindicación de sus derechos y por la defensa de su acceso a la
justicia.
Bibliografía
Constitución Política Del Estado Plurinacional De Bolivia febrero del 2009

Ley De Deslinde Jurisdiccional 29 de diciembre del 2010

Ley 031 Marco De Autonomías Y Descentralización Andrés Ibáñez 19 de julio 2010

0006/2013, T. C. (05 de JUNIO de 2013). TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL. Obtenido


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de file:///C:/Users/HP/Downloads/246916385-Sentencia-Constitucional-Plurinacional-
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Zongo, M. R. (FEBRERO de 2015). MOVIMIENTO REGIONAL POR LA TIERRA. Obtenido de


file:///C:/Users/HP/Downloads/CASO%20ZONGO%20(1).pdf

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