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Durante los años 70 Oscar Bellota Cornejo llegó a la comunidad y fundó una mina
llamada Mauricio Alexander donde extraía un mineral denominado Schelita que
tenía buena cotización en el mercado por su resistencia a la calor, poco a poco fue
acaparando las tierras donde existía el minerales y empezó a cometer abuso a las
personas que trabajaban en la mina no les pagaba los beneficios ni salarios,
Bellota empezó a comprar territorios a precio de gallina muerta los comunitarios de
Zongo indican que habría comprado hasta con 20 bolivianos terrenos de dos
hectáreas, bellota para encajar en la comunidad y usar como estrategia para
seguir explotando la mina, en el año 1980 decide afiliarse al sindicato de Cahua
Grande y a su vez azume el cargo de secretario de deportes estos actos lo
convierten en miembro de la comunidad,
En este cometido, cabe recordar que el diseño constitucional del nuevo Estado
boliviano realizado en la Constitución Política del Estado aprobada el 25 de enero
de 2009 y promulgada el 7 de febrero del mismo año, caracteriza la refundación
de un nuevo modelo de Estado sustentado en la plurinacionalidad, la
interculturalidad, el pluralismo en sus diversas facetas, proyectados hacia la
descolonización, como nuevos ejes fundacionales que permitan consolidar”… una
sociedad inclusiva, justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin
discriminación ni explotación, con plena justicia social, que consolida las
identidades plurinacionales estructuradas bajo un proceso que articule la
pluralidad en la unidad.
Desde esta perspectiva, debe tenerse presente, que la construcción de un nuevo
Estado, conforme proclama el Preámbulo de la Constitución Política del Estado,
reconoce al pueblo boliviano con una composición plural, que deja en el pasado el
Estado colonial, republicano y neoliberal y asume el reto histórico de construir
colectivamente el Estado Unitario Social del Derecho Plurinacional Comunitario,
que “integra y articula los propósitos de avanzar hacia una Bolivia democrática,
productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo
integral y con la libre autodeterminación de los pueblos”
El Vivir Bien (Sumaj Kamaña, Sumaj Kausay, Yaiko Kavi Päve). Es el horizonte
civilizatorio y cultural alternativo al capitalismo y a la modernidad que nace en las
cosmovisiones de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las
comunidades interculturales y afrobolivianas, y es concebido en el contexto de la
interculturalidad. Se alcanza de forma colectiva, complementaria y solidaria
integrando en su realización práctica, entre otras dimensiones, las sociales, las
culturales, las políticas, las económicas, las ecológicas, y las afectivas, para
permitir el encuentro armonioso entre el conjunto de seres, componentes y
recursos de la Madre Tierra. Significa vivir en complementariedad, en armonía y
equilibrio con la Madre Tierra y las sociedades, en equidad y solidaridad y
eliminando las desigualdades y los mecanismos de dominación. Es Vivir Bien
entre nosotros, Vivir Bien con lo que nos rodea y Vivir Bien consigo mismo.
De lo señalado, el horizonte del Vivir Bien es la propuesta más contundente del
Estado Plurinacional, opuesto a las lógicas del “desarrollo” propio del Estado
Nación moderno capitalista, que ha subsumido al Estado al “Subdesarrollo”; en
consecuencia, el Vivir Bien como un horizonte propio de la cosmovisión de las
naciones y pueblos indígena originario campesino, comunidades interculturales y
afrobolivianas se orienta a la reconstitución y continuidad de las practicas propias
de la diversidad de “naciones” con alcance general, es decir en la políticas,
normas y decisiones del Estado Plurinacional.
En consecuencia, son estos ejes fundacionales los que deben guiar al intérprete
constitucional al momento de resolver los problemas jurídicos planteados en sede
constitucional, pues bajo el reconocimiento de una Constitución principista y
axiológica, ahora de carácter plural, como la boliviana, estos nuevos principios-
valor de la plurinacionalidad, interculturalidad, pluralismo y descolonización,
decantan no sólo como ejes articuladores que se reflejan en la estructura
organizacional del Estado, sino en el reconocimiento de nuevos derechos de
carácter colectivo y en la construcción de nuevas categorías desde lo propio, bajo
una visión plural que se asiente en los saberes y conocimientos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos cuya materialización son función y fin
esenciales del Estado Plurinacional boliviano.
“1) En los casos catalogados como muy graves, que ponen en riesgo la
integridad de la comunidad y
2) como mecanismo de autodefensa contra empresas y personas externas
a la comunidad”.
Por tanto, todas las normas, principios y valores deben ser respetados y se
encuentran previstos en el Estatuto y su Reglamento, a partir de la vigencia de sus
“usos y costumbres ancestrales”. Entre los principios esenciales de su estatuto, se
encuentran los siguientes: i) No ser flojo (jan jayraña), no ser mentiroso (jan
k’arina), no ser ladrón (janlunthaña) y no ser adulón (janllun k’uña);
así también se tiene los principios de consenso y complementariedad, Armonía y
Coordinación.
POR TANTO
Artículo 191:
Art. 192 de la CPE prevé que toda autoridad o persona acatará las decisiones de
la JIOC, para el cumplimiento de las decisiones de la JIOC, sus autoridades
podrán solicitar el apoyo de los órganos competentes del Estado. La Ley de
Deslinde Jurisdiccional, determinará los mecanismos de coordinación y
cooperación entre jurisdicciones constitucionalmente reconocidas”.
En este contexto no son aplicables las reglas que rigen a la jurisdicción ordinaria,
como las de haber prevenido primero la causa, para que se otorgue competencia
a la jurisdicción ordinaria ante hechos en los que se ven involucrados miembros de
los pueblos indígena originarios campesinos, sino los ámbitos de vigencia
personal, material y territorial que rige a esta jurisdicción”.
Puede tratarse, por un lado, de una situación interna en la que se den los
tres elementos o ámbitos de vigencia establecidos por la Constitución, esto
es, que los sujetos del hecho pertenezcan al pueblo indígena originario
campesino, tanto el autor de la conducta como el sujeto pasivo
(entendiéndose por sujeto pasivo también a la propia comunidad), el hecho
se haya producido en el territorio del pueblo indígena originario campesino
y se refiera a asuntos de la comunidad o que incumben o afectan al pueblo
indígena originario campesino.
Por otro lado, puede tratarse de hechos ocurridos en el pueblo indígena
originario campesino, pero por quien no es miembro del mismo, o los casos
en los que los efectos del hecho se producen dentro del pueblo indígena
originario campesino.
En este mismo sentido la DCP 006/2012 “De tal forma, resulta extensible la
jurisdicción indígena originaria campesina y válidas las decisiones que de ellas
emanen respecto a los supuestos de afectación por quienes no son miembros del
pueblo indígena originario campesino, pero sus actos se han realizado en su
territorio y se ha afectado a las personas y bienes de la comunidad por parte de
“terceros”, “externos” o personas no indígenas. En el caso concreto, de acuerdo
con lo señalado en la audiencia pública por las autoridades indígenas
consultantes, la medida de expulsión fue adoptada contra José Oscar Bellota
Cornejo, a quien no lo consideran comunario, conforme se ha señalado en la
audiencia de contacto directo con las autoridades de Zongo, quienes señalaron:
“adquirió tierras en la citada comunidad (…) antes se decía ser comunitario (…)
ingresó con engaños a tomar las tierras (…) pero luego se fue desligando de la
comunidad”
CONSIDERACIONES FINALES
De acuerdo a lo señalado con anterioridad con referencia al conflicto entre las
comunidades de Zongo y José Oscar Bellota, quien fue expulsado de esta
comunidad conforme a las normas y procedimientos propios, este desconoció el
ámbito de la jurisdicción y competencia de la comunidad de Zongo e incumpliendo
las resoluciones de la Justicia indígena Originaria De Zongo , interpuso las
acciones penales como consecuencia de la decisión de expulsión que tomo la
comunidad en contra, sin agotar las instancias que el procedimiento indígena
tiene estructurado. Lo cual origino un conflicto de competencias entre la
Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción Indígena Originario Campesina, en
consecuencia, la jurisdicción ordinaria invadió el ejercicio de justicia de las
autoridades de Zongo, afectando de esta manera el principio de igualdad
jerárquica entre jurisdicciones garantizada por la CPE el art. 179.II de la CPE.
Teniendo en cuenta que una autoridad indígena que administra justicia en el
ámbito de su jurisdicción se encuentra con la misma facultad y plena atribución
que un juez ordinario al momento de conocer y resolver los conflictos que le son
planteados. Por lo cual de manera evidente se llegó a desconocer el derecho a la
libre determinación, la vigencia y el desarrollo de las instituciones de los pueblos y
naciones indígena originario campesinos, de igual manera la consolidación del
principio del pluralismo jurídico que se configura como un elemento fundante del
Estado Plurinacional, en el entendido que la jurisdicción ordinaria no puede revisar
las resoluciones y decisiones de la jurisdicción indígena, ni los efectos que
emerjan de esta o viceversa.
Asimismo, se cumple el ámbito de vigencia material ya que los hechos por los
cuales se inició el proceso penal emergen de una decisión que se encuentra
dentro de los asuntos que de acuerdo con la DCP 006/2013 son conocidos y
resueltos por la jurisdicción indígena originaria campesina de Zongo.
POR TANTO
6º Ordenar que una copia de este fallo sea remitida a la Unidad de Coordinación
Departamental de La Paz de este Tribunal Constitucional Plurinacional, a efecto de
realizar el seguimiento correspondiente al diálogo intracultural ordenado en esta
Sentencia.
CONCLUSIONES
Se hace evidente que en lo jurídico y normativo, ya se encuentran bases más
sólidas para el cumplimiento de Pluralismo Jurídico, sin embargo, en la realidad y
práctica se evidencia que a pesar de la configuración teórica del Estado
Plurinacional, aún existe reticencia desde los operadores del Sistema de Justicia,
lo que significa que pese a las luchas de los movimientos indígenas por
reconocimiento de sus formas de organización en el territorio de forma autónoma y
lo que dice la CPE, no se ha podido consolidar el sistema jurídico único boliviano,
plurinacional.
Por lo que a partir del 2014 con el cumplimiento a la Sentencia Constitucional
Plurinacional 0874/2014 se marcó un antes y un después en la administración de
justicia, ya que se visibilizaron nuevos actores en el escenario jurídico, las
autoridades campesinas de Zongo que reclamaron su participación efectiva en la
administración de justicia y por primera vez, lograron arrebatar un proceso jurídico
de características penales y ambientales a un juez ordinario.
En esta lucha por la defensa de su territorio demostraron que legítimamente son
autoridades para ejercer justicia en sus territorios abriendo un camino para
practicar su autodeterminación recuperando las tierras que había acaparado un
empresario minero.
Algunos activistas y autoridades se dirigieron a los abogados y sugirieron como
estrategia de defensa, solicitar la Declinatoria de competencias a la jurisdicción
indígena, los abogados que contrataron no supieron defender los derechos de las
comunidades por lo que el empresario logró apresar a cuatro personas en la
cárcel de San Pedro en la ciudad de La Paz mediante la vía ordinaria.
En ese contexto se decidió iniciar una defensa inédita, utilizar la Jurisdicción
Indígena Originaria Campesina (JIOC) para hacer valer la sentencia de expulsión
y demostrar que la Justicia Ordinaria persigue y criminaliza a los pueblos en su
derecho de ejercer su propia justicia y su autodeterminación; estas resoluciones
fueron firmadas por todas las autoridades sindicales de Zongo (secretarios
generales, subcentrales y central agraria).
Al momento, nadie se percató de la trascendencia política, jurídica y social que
tendrían tales disposiciones las autoridades de la jurisdicción ordinarias no
estaban dispuestos a ceder el poder hegemónico que ostentan al administrar la
justicia.
La comisión de justicia que trabajo durante dos años tuvo que asumir las dudas,
burla y discriminación de las autoridades públicas y de la justicia ordinaria al
presentar sus argumentos.
Por eso, el triunfo de Zongo es un triunfo para todos los pueblos: la justicia
ordinaria no puede volver a considerarse única o hegemónica; se demostró que
los indígenas pueden ser juzgados en sus sistemas jurídicos en cualquier ámbito o
materia, y pueden tener competencias a todo nivel, los únicos requisitos tienen
que ver con someterse consecuentemente a la jurisdicción indígena, a los
derechos colectivos y a los procedimientos de la comunidad.
En el ámbito político, durante la ceremonia de consagración de sus autoridades
que realizaron el 2015, abandonaron el uso del chicote y adoptaron las varas de
mando como símbolo de poder y gobierno indígena. A nivel económico, las
familias que trabajaban como fuerza de trabajo y vivían de la minería, empiezan a
dedicarse a la avicultura, la crianza de pollo e inclusive al cultivo de plátanos,
gracias a subsidios y programas de desarrollo del gobierno.
En ese sentido, entre los problemas que impiden una concreción real de esta
nueva visión de justicia, se encuentra el contexto de dependencia al sistema
mundial y formas coloniales de dominación.
Ello se traduce en un desprecio y criminalización del orden jurídico IOC y su
ámbito de jurisdicción siempre y cuando haya intereses capitalistas en juego, lo
que en América Latina parece ser una constante para las comunidades indígenas
y campesinas, que ven cada vez más afectadas sus formas de vida y
organización.
Estos pueblos fueron pioneros y actores claves en el desarrollo del Estado como
tal, siendo protagonistas de la transición de estado republicano a un estado plural,
lamentablemente hoy en día el acceso a la justicia para la población indígena es
un viacrucis debido a los obstáculos e innumerables requisitos formales que exige
la justicia ordinaria.
Con la aprobación de la Constitución Política del Estado, los pueblos indígenas
ejercen funciones jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades, y
aplican sus principios, valores culturales, normas y procedimientos propios, en
igualdad de jerarquía a la justicia ordinaria.
En este nuevo orden, la diversidad cultural constituye la base esencial del Estado
Plurinacional y la interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la
convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones.
La realización de estos derechos, obliga a considerar la forma y oportunidad en
que estos buscan ser materializados en la sustanciación de los procesos, en el
desarrollo normativo e institucional que debe contribuir a consolidar el diseño
constitucional de justicia plural que obliga a generar bases sólidas para la vigencia
y ejercicio del derecho propio de los pueblos indígenas, originarios y campesinos
con igual jerarquía que la justicia ordinaria, respetando la potestad de impartir
justicia (que) emana del pueblo boliviano.
Se hace latente la necesidad de coordinación y cooperación de la jurisdicción
ordinaria e indígena originario-campesina, particularmente después de la
aprobación del nuevo texto constitucional y la Ley No. 073 de Deslinde
Jurisdiccional. Por lo tanto, se presenta un desafío para ambas justicias, sobre
todo para la jurisdicción indígena, de quienes se conoce a lo largo de la historia su
lucha por la reivindicación de sus derechos y por la defensa de su acceso a la
justicia.
Bibliografía
Constitución Política Del Estado Plurinacional De Bolivia febrero del 2009