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Cuadernillo de prácticas 1

Helena López Carrillo

Supuesto 1

La acción penalmente hablando es un comportamiento activo consistente en hacer algo que


está desvalorado por el ordenamiento jurídico. Para poder determinar si nos encontramos
ante una acción penal debemos comprobar que se cumplen los tres requisitos de esta. Debe
ser humana, externa y voluntaria. La acción es voluntaria porque esta es realizada por una
persona humana. También es externa porque causa modificaciones en el mundo exterior. Para
saber si es voluntaria tenemos que descartar la existencia de alguna causa de exclusión el
comportamiento humano. La primera, la fuerza irresistible consiste en una fuerza del mundo
exterior física o material que actúa sobre el sujeto activo de la acción consiguiendo que este
quede como un mero instrumento en la realización del delito. No estamos ante una fuerza
irresistible porque no hay ninguna fuerza que actúe sobre Ernesto al mover el brazo. La
segunda causa se trata de los estados de inconsciencia no provocada, que son supuestos en los
que el sujeto no se encuentra consciente de manera no provocada debido a algún problema
del sueño. También debemos descartar el estado de inconsciencia no provocada pues Ernesto
no se encuentra bajo la influencia de ningún trastorno del sueño. La última causa de exclusión
del comportamiento humano son los movimientos reflejos. Estos movimientos son aquellos
que se hacen sin que medie orden cerebral y sin que medie orden del sistema nervioso central.
En este caso no podemos calificar el movimiento de Ernesto de reflejo pero sí de instintivo. En
estos hay un cierto control de la voluntad por lo que sí podemos calificar la acción de
voluntaria.

*El movimiento instintivo será movimiento reflejo solo en los casos en los que se da un
contexto de normalidad.

Al haber descartado todas las causas de exclusión del comportamiento humano debemos
descartar también la presencia de la actio libera in causa por la cual se anularía la causa de
exclusión del comportamiento humano presente en el caso por haber una previa preparación
de esta.

De esta forma podemos determinar la existencia de la acción y podríamos continuar con el


análisis del presunto delito.

Para ello vamos a seguir el esquema general del delito. Nos encontramos primeramente ante
el tipo global de injusto, que se divide a su vez en dos: la antijuridicidad y la culpabilidad.

En cuanto a la antijuridicidad o tipo global de injusto, tiene dos elementos: uno objetivo o
parte positiva y un elemento subjetivo.

Dentro del elemento objetivo nos encontramos una serie de elementos:

-El sujeto activo, o persona que realiza la acción, es decir, Ernesto.

-El sujeto pasivo o persona que es víctima de la acción, Amelia.

-La conducta típica: que es el precepto del CP en el que encaja a priori la acción. En este caso
concreto serían los artículos 147 y 152 del CP.

-El bien jurídico protegido: es el interés o valor efectivamente protegido por la norma penal
vulnerada: la integridad física de Amelia.
- El objeto material: es el objeto sobre el que recae físicamente la acción: el tobillo de Amelia.
O el cuerpo de Amelia.

o En caso de que el objeto materia y el bien jurídico coincidiesen podríamos llamarlos


sujeto de la acción.

-Resultado: todos los delitos tienen un resultado jurídico. Además, en este caso el resultado es
material porque hay una separación espacio tiempo entre la realización del delito y la
consecución del resultado. Debido a que este resultado es material podemos analizar además
la relación de causalidad y la imputación objetiva como parte final del elemento objetivo.

La relación de causalidad podemos definirla como el nexo físico entre la acción y el resultado.
Para averiguar si existe relación de causalidad seguimos la teoría de la equivalencia de las
condiciones por la cual es causa de un resultado toda condición que concurre para la
producción del mismo. Para solucionar todas las críticas que se le imputan a esta teoría se han
desarrollado dos fórmulas:

o La fórmula de la supresión mental: por la cual si suprimimos la acción mentalmente


desaparece el resultado. En este caso, si eliminamos el manotazo de Ernesto
desparece el resultado lesiones de Amelia.
o La fórmula de Engisch que se basa en pruebas científicas y en las leyes de la naturaleza
para establecer la relación de causalidad entre la acción y el resultado concreto.

En conclusión, podemos establecer una relación de causalidad entre la acción de Ernesto y las
lesiones de Amelia basándonos en la fórmula de la supresión mental ante la falta de informes
médicos que nos posibiliten el uso de Engisch. Desarrollar Engish más.

La imputación objetiva es la relación de riesgo entre la acción y el resultado. Para que exista
imputación objetiva tienen que darse cuatro requisitos:

1. La acción tiene que ser desvalorada jurídicamente en cuanto a que representa un


riesgo para un bien jurídico. La acción manotazo de Ernesto contiene la posibilidad razonable
de causar lesiones a Amelia por tanto se cumple este requisito.

2. Previsible: el riesgo tienen que ser previsible ex ante. Para poder calcularlo vamos a
atender a la teoría del hombre medio ideal. Por la cual debemos tener en cuenta el criterio del
ciudadano medio, situado ex ante, teniendo en cuenta la experiencia y los conocimientos del
sujeto que va a actuar. En este caso, Ernesto podía perfectamente predecir que con el
manotazo podría causarle lesiones a Amelia.

3. El riesgo tiene que estar jurídicamente desaprobado: este requisito coincide con la
conducta típica, de nuevo el art. 147 del CP.

4. El riesgo creado por la acción tiene que materializarse en el resultado concreto.


Ernesto le da un manotazo a Amelia y finalmente le causa lesiones en el tobillo. Lesiones es el
resultado concreto del riesgo creado con la acción de Ernesto y por ello, al cumplirse este
último requisito podemos decir que también existe imputación objetiva.

Al no poder descartar la comisión de un delito en la relación de causalidad y la imputación


objetiva, debemos analizar el segundo elemento de la antijuridicidad, el elemento subjetivo.

Dentro del tipo subjetivo nos encontramos con dos elementos excluyentes entre sí: el dolo y la
imprudencia.
El dolo podemos definirlo como el conocimiento y la voluntad respecto de los elementos
objetivos del tipo. Implica en el sujeto activo el hecho de conocer y querer la realización de la
acción penal. Por tanto en el dolo encontramos un elemento de conocimiento y por otro un
elemento volitivo que implica la intención de realizar la conducta penal. Existen tres tipos de
dolo:

o De primer grado: el propósito del autor es la realización del delito y quiere ese
resultado directamente. La producción del mismo se presenta como segura. No puede
ser dolo de primer grado porque la intención de Ernesto nunca fue causar lesiones a
Amelia sino simplemente defenderse cuando esta le agarró.
o De segundo grado: el sujeto no persigue la realización del delito de manera directa,
pero la producción de este se presenta como segura. Este es una consecuencia segura
o daño colateral. Al no haber dolo de primer grado no podemos aplicar el de segundo
grado.
o Dolo eventual: el autor no persigue la consecución del resultado directamente pero la
producción de este se presenta como probable. Tampoco podemos determinar que
sea dolo eventual pues la voluntad de Ernesto nunca fue causar lesiones a Amelia.

Al faltar el elemento volitivo, debemos analizar también el segundo elemento el tipo subjetivo,
la imprudencia. Esta es la falta de diligencia o la falta de cuidado. La imprudencia puede ser:

o Consciente: el autor con su conducta peligrosa no busca la comisión del delito, pero se
plantea la producción de este como probable.
o Inconsciente: el autor por descuido, desconoce el peligro.

Al ser la imprudencia consciente y el dolo eventual dos figuras muy similares podemos atender
a dos fórmulas para diferenciarlas:

o La teoría de la probabilidad y la posibilidad: en el dolo eventual el autor se presenta el


resultado como probable y en las imprudencia como posible. Esta teoría, dada a su
inexactitud lleva aparejado que los casos más graves serán llevados por dolo eventual
y los menos graves como imprudencia consciente.

*Tumbar el dolo a partir de la imprudencia inconsciente. Art. 20: legítima defensa. Se cumplen
los tres requisitos. Por tanto en este caso sería imprudencia inconsciente.

o La teoría del consentimiento: para que concurra dolo eventual a pesar de que el autor
no tiene la intención como tal, el autor tiene que haber consentido o aprobado su
posible producción. En la imprudencia consciente, el autor se plantea el resultado
como posible pero actúa con la esperanza de que no se produzca.

En este caso nos encontramos ante una imprudencia consciente, pues el autor no tiene
intención de causar lesiones a Amelia pero sí que se plantea el resultado lesiones como
probable.

El último elemento del tipo subjetivo es el error. Este es una falta de representación de la
realidad que puede excluir o atenuar la responsabilidad penal. Nos encontramos el error de
tipo si el sujeto activo desconoce alguno de los elementos objetivos de la misma, y el error de
prohibición si el sujeto cree que la conducta que realiza no está prohibida por la norma penal.
A su vez, depende de si el error recae sobre elementos esenciales o no esenciales podemos
diferenciar entre errores vencibles (podía haberse evitado si el autor hubiese actuado con la
diligencia necesaria) e invencible (no puede evitarse). El error invencible excluye directamente
la RP y el error vencible excluye el dolo, por lo que, debemos llevar siempre el delito por su
versión imprudente. En caso de que no existe versión imprudente de ese delito se excluye la
responsabilidad penal.

Finalmente debemos analizar la culpabilidad.

Supuesto 2

La acción penalmente hablando es un comportamiento activo consistente en hacer algo que


está desvalorado por el ordenamiento jurídico. Para poder determinar la existencia de la
acción debemos determinar el cumplimiento de tres requisitos: la acción tiene que ser
humana, voluntaria y externa. Es humana siempre que la realice una persona humana, en este
caso lo es. Es externa siempre que cause modificaciones en el mundo exterior, es externa
porque se produce la muerte de Manuel. Para saber si es voluntaria debemos descartar la
existencia de alguna causa de exclusión del comportamiento humano. Estas son 3. Por un lado,
la fuerza irresistible, consistente en una fuerza externa que actúa sobre el sujeto activo
convirtiéndole en un mero instrumento en la realización del delito. La siguiente de las causas
se trata de los estados de inconsciencia no provocados, en los cuales el sujeto activo actuaría
bajo la influencia de un trastorno del sueño. La tercera causa de exclusión del comportamiento
humano son los movimientos reflejos que son aquellos movimientos que se realizan sin que
medie orden cerebral o del sistema nervioso central. Examinando las 3 causas de exclusión del
comportamiento humano podemos determinar atendiendo a la acción concreta que no
concurre ninguna de ellas pues Ernesto no actúa bajo la influencia de ninguna fuerza exterior
al propinarle el golpe a Manuel, tampoco realiza dicho movimiento sin que medie orden
cerebral y tampoco actúa bajo la influencia de ningún trastorno del sueño.

Habiendo descartado las causas de exclusión del comportamiento humano también debemos
descartar la presencia de la Actio libera in causa por la cual aún habiendo una causa de
exclusión del comportamiento humano seguiríamos estando ante una acción penal porque
dicha causa habría sido premeditada con la intención de evitar la responsabilidad penal.
Entendiendo esta como el comportamiento consciente previo para poder “fingir” que estamos
actuando bajo una ALIC cuando en realidad no.

Cumpliéndose los 3 requisitos, podemos determinar que hay acción y por tanto podemos
continuar con el análisis del presunto delito. Para ello vamos a seguir el esquema general del
delito. Éste tiene dos elementos principales: la antijuridicidad y la culpabilidad. Dentro de la
antijuridicidad nos encontramos con dos elementos: un elemento objetivo y otro subjetivo.

El elemento objetivo de la antijuridicidad consiste en los siguientes elementos:

o Elemento objetivo: este es el sujeto activo que realiza la acción. En este caso Tomás.
o Elemento subjetivo: el elemento subjetivo es aquel que tiene en propiedad el bien
jurídico protegido.
o Bien jurídico: es el interés o valor jurídicamente protegido por la norma penal
vulnerada. En este caso la vida de Manuel.
o Objeto material: qué es el objeto concreto sobre el que recae la acción. De nuevo, la
vida de Manuel.
o Como el bien jurídico y el objeto material coinciden en lo mismo (la vida de
Manuel) se denomina sujeto de la acción.
o Conducta típica: es el precepto del Código Penal en el que encaja a priori la acción. En
este caso el artículo 138 del Código Penal.
o Resultado: todos los delitos tienen un resultado jurídico, pero solo aquellos en los que
existe una separación espacio tiempo entre la comisión del delito y la obtención del
resultado tienen un resultado material. Es en estos últimos, en los únicos en los que
podemos analizar la relación de causalidad y la imputación objetiva.

Como en nuestro caso concreto el resultado de la acción es material, el siguiente paso en el


análisis es determinar la existencia de relación de causalidad e imputación objetiva. *Y el
resultado natural.

La relación de causalidad podemos definir como el nexo físico entre la acción y el resultado.
para saber si hay relación de causalidad entre una acción y un resultado seguiremos la teoría
de la equivalencia de las condiciones. Según la cual es causa de un resultado es toda condición
que concurre para la producción del mismo. Debido a la cantidad de críticas que obtuvo esta
teoría, se desarrollaron dos fórmulas para paliar dichas críticas. Esas fórmulas son:

*Condiciones:

1. Tomás le da un golpe a Manuel.

2. Manuel se cae al agua.

*Al tener intención de matar y al creer que estaba muerto dejan claro que hay relación de
causalidad e imputación objetiva.

La fórmula de la su presión mental, según la cual si suprimimos mentalmente la acción


desaparece el resultado. Así, si suprimimos mentalmente la acción de Tomás de asistir un
fuerte golpe en la cabeza a Manuel, este no habría muerto.

La fórmula de Engisch, que se basa en resultados de pruebas científicas y de las leyes de la


naturaleza para determinar la existencia de relación de causalidad. Siguiendo esta fórmula,
tendríamos en cuenta la zona especialmente sensible en la que se le propina el golpe, la
cabeza, los daños que esta herida causa y los problemas respiratorios (neumonía) que
ocasiona el hecho de que Tomás huya del lugar y deje a Manuel en el agua. Además, debemos
tener en cuenta la edad de Manuel. Pues este dato junto con la bronquitis crónica que
presentaba Manuel, son claves para la consecución del resultado muerte.

Así, podemos determinar que existe relación de causalidad entre la acción de Tomás y la
muerte d Manuel.

La imputación objetiva es la relación de riesgo entre la acción y el resultado. Para poder


determinar la existencia de esta debemos asegurarnos de que se cumplen 4 requisitos:

o La acción tiene que causar un riesgo desvalorado por el OJ en cuanto a que representa
un riesgo para un bien jurídico: Tomás, por el golpe que le da a Manuel y por el sitio en
el que le da el golpe, está creando un riesgo para el resultado concreto producido,
muerte.
o El riego tiene que ser conocido ex ante. Para determinarlo, vamos a seguir la teoría del
hombre medio ideal, según la cual, tendremos en cuenta las capacidades del
ciudadano medio, además de los conocimientos y las capacidades del sujeto activo,
situado en un momento ex ante, para saber si va a ser capaz de prever el resultado de
su acción. Tomás podría haber previsto perfectamente el riesgo producido por el golpe
que le da a Manuel.
o El riesgo de la acción tiene que estar jurídicamente desaprobado. Esto se materializa
en el precepto del CP en el que encaja la acción.
o El riesgo causado se tiene que materializar en el resultado concreto. En este caso, el
riesgo muerte causado por la acción se materializa finalmente por un resultado
muerte. *Por la herida que hay en la cabeza siempre existe riesgo de muerte incluso
aunque finalmente muerda de otra cosa.

De esta forma, determinamos la existencia de imputación objetiva por lo que el siguiente paso
del análisis es el tipo subjetivo.

En este nos encontramos con dos elementos excluyentes entre sí:

El dolo puede definirse como el conocimiento y la voluntad respecto de los objetivos del tipo.
Implica que el sujeto activo conoce y quiere la realización de la situación descrita en el tipo
penal. Se compone de 2 elementos: un elemento intelectivo que implica el conocimiento
activo de los elementos que componen el tipo penal y un elemento volitivo que implica querer
la realización del propio tipo penal.

Atendiendo a la intensidad el elemento volitivo nos encontramos 3 tipos de dolor:

o El dolo de primer grado en cuyo caso el propósito del autor es la realización del delito.
Se plantea el resultado como seguro.
o El dolo de segundo grado en el cual el autor no persigue la realización del delito de
manera directa pero se sigue planteando la realización del tipo penal como segura. Es
una consecuencia directa o daño colateral por lo que no puede haber dolo de segundo
grado sin imputar dolo de primer grado.
o El dolo eventual en el que el autor no persigue el resultado directamente pero la
producción de este se plantea como probable.

En el caso de Tomás, estaríamos ante un dolo de primer grado, pues, por cómo se lleva a cabo
la acción podemos afirmar qué tomas conocía todos los elementos objetivos del tipo y que
además, tenía la intención de matar a Manuel. Pues, si no fuese esa la intención no le habría
dado un golpe en la cabeza y menos aún le habría dejado tirado en el agua sin prestarle o
facilitarle atención médica. Por esto, dado que se presentan los dos elementos del dolo y que
además el autor se plantea el resultado muerte como seguro podríamos imputarle un dolo de
primer grado.

El segundo elemento del tipo subjetivo es la imprudencia que se da en los delitos en los que al
autor le falta el elemento volitivo a la hora de llevarlo a cabo. Así, podemos definir la
imprudencia cómo la falta de diligencia con la falta de cuidado. En este sentido, la imprudencia
puede ser de 2 tipos:

o Consciente cuando el autor con su conducta peligrosa no busca la comisión del delito
pero se plantea el resultado de éste como posible.
o inconsciente cuando el autor por descuido desconoce el peligro.

Como las figuras de la imprudencia consciente y del dolo eventual son tan similares existen dos
teorías para diferenciarlas. Estas son:

o La teoría de la probabilidad y la posibilidad o de representación: según esta teoría en


el dolo eventual el autor se presenta el resultado como probable y en la imprudencia
consciente se lo plantea como posible. Dada su inexactitud, esta teoría ha derivado en
que los casos más graves sean llevados por la vía del dolo eventual y los menos graves
a través de la imprudencia consciente.
o La teoría del consentimiento, según la cual, para que concurra dolo eventual el autor
tiene que haber consentido su probable producción. Para poder llevar un caso por
imprudencia consciente el autor tiene que presentarse la posibilidad del resultado
pero aún así actúa con la esperanza de que no se produzca.

Para finalizar con el tipo subjetivo debemos hablar del error que es una falsa percepción de la
realidad que seda cuando el autor ha actuado sin la diligencia necesaria. Hay dos tipos de
error. El error será de tipo cuando el autor desconozca alguno de los elementos objetivos que
conforman el tipo penal. Por otro lado, el error será de prohibición cuando el autor desconozca
que la conducta que está llevando a cabo es ilícita. podemos llevar a cabo una segunda
clasificación del error segun este sea evitable o no. El error será vencible en los casos en los
que sii el autor hubiese actuado con la diligencia necesaria hubiese evitado dicho error. En los
casos en los que se atribuye error vencible serán llevados por la vía imprudente del delito
concreto y en caso de que éste no esté tipificado de manera imprudente se elimina la
responsabilidad penal. El error será invencible siempre que no pudiese ser evitado ni aún
poniendo la diligencia necesaria en la realización de la acción. Para este tipo de error, se
elimina la responsabilidad penal.

Supuesto 3

La acción es un comportamiento activo y desvalorado por el ordenamiento jurídico. Para poder


determinar la existencia de acción penalmente hablando debemos ver que se cumplen 3
requisitos. Pues esta, tiene que ser humana, voluntaria y externa. La acción es humana
siempre que sea llevada a cabo por un ser humano. Será externa, siempre que cause
modificaciones en el mundo exterior. En este caso, se cumple ambos requisitos mencionados
pues la acción es llevada a cabo por Antonio y además causa modificaciones en Luisa. El tercer
requisito, es que la acción sea voluntaria. Para determinarlo debemos descartar la existencia
de alguna causa de exclusión del comportamiento humano. Estas son la fuerza irresistible, los
movimientos reflejos y los estados de inconsciencia no provocada. Existirá fuerza irresistible en
aquellos casos en los que una fuerza externa actúe sobre el sujeto convirtiéndolo en un mero
instrumento en la realización del delito. No podemos atribuir fuerza irresistible a esta acción
dado a que no hay ninguna fuerza que actúe sobre Antonio a la hora de yacer con Luisa. Los
movimientos reflejos son aquellos movimientos que se llevan a cabo sin que medie orden
cerebral y sin que intervenga el sistema nervioso central. Tampoco podemos decir que la
acción de Antonio es un movimiento reflejo porque en ningún caso acostarte con alguien es
algo que puedas hacer sin que medie tu voluntad. Los estados de inconsciencia no provocados
son aquellos en los que el autor del delito actúa bajo la influencia de un trastorno del sueño.
por tanto, como Antonio no actúa bajo la influencia de ninguno de estos tampoco podemos
atribuir un estado de inconsciencia no provocado para evitar su responsabilidad penal
eliminando la acción.

Al haber descartado las causas de exclusión del comportamiento humano también debemos
descartar la presencia de la Actio libera in causa por la cual aún existiendo alguna causa de
exclusión del comportamiento humano seguiría habiendo acción pues en la ALIC el autor
prepara dicha causa antes de la realización del delito.

En conclusión, existe acción y por ello debemos continuar con el análisis del presunto delito.
Para ello, vamos o seguir el esquema general del delito. Éste se compone de 2 partes: la
antijuridicidad y la culpabilidad. Dentro de la antijuridicidad nos encontramos un elemento
objetivo y otro subjetivo.

El elemento objetivo se compone de los siguientes elementos:

o El sujeto activo o persona que realiza la acción. En este caso el señor Antonio.
o el sujeto pasivo es el propietario del bien jurídico lesionado en la comisión del delito.
Es decir, Luisa.
o El bien jurídico es el elemento especialmente valioso para el ordenamiento jurídico y
que por tanto obtiene una especial protección por este. En este caso, el bien jurídico
es la libertad sexual de Luisa.
o El objeto material es el objeto concreto sobre el que recae la acción. El cuerpo de
Luisa.
o Como en este caso concreto no coinciden no podemos llamarlos sujeto de la
acción.
o La conducta típica que es el precepto del CP en el que encaja la acción. El art. 183.
o El resultado. Todos los delitos tienen un resultado jurídico y un resultado material. En
los delitos, como este, en los que existe una separación espacio-tiempo entre la
realización del delito y la consecución del resultado son los delitos de resultado
material.

Al haber determinado la existencia de un resultado material también podemos analizar la


relación de causalidad y la imputación objetiva.

La relación de causalidad es el nexo físico entre la acción y el resultado. Para determinar si


existe seguimos la teoría de la equivalencia de las condiciones según la cual, es condición de un
resultado toda acción que lleve al mismo. Dadas las críticas que se dieron a esta teoría se han
desarrollado dos fórmulas distintas para interpretarla:

La fórmula de la supresión mental, según la cual, si suprimimos mentalmente la acción


desaparece el resultado. Así, sí Antonio no hubiese insistido a Luisa para tomar parte en una
actividad sexual en la que no quería tomar parte esta no lo hubiese hecho.

la fórmula de Engisch que se basa en los resultados de las pruebas médicas y en las leyes de la
naturaleza para determinar la existencia de relación de causalidad.

Habiendo determinado la existencia de relación de causalidad debemos analizar la imputación


objetiva.

La imputación objetiva podemos definirla como la relación directa entre el riesgo causado por
la acción y el resultado concreto que se produce. Para poder imputarla se tienen que cumplir
estos cuatro requisitos:

1. la acción tiene que crear un riesgo que esté desvalorado por el ordenamiento
jurídico. Así, el que Antonio finalmente convenza a Luisa de yacer con él, siendo Luisa menor,
entraña un riesgo para la integridad sexual de esta desvalorado por el ordenamiento jurídico.

2. previsibilidad: el riesgo tiene que ser conocido ex ante. Para determinarlo


seguiremos el criterio del hombre medio ideal. según el cual, se posiciona al hombre medio
ideal en un momento anterior a la comisión del delito y teniendo en cuenta los conocimientos
y las habilidades del sujeto en cuestión se determina si pudo prever con anterioridad el riesgo
que estaba causando. El riesgo causado es previsible en esta acción concreta pues Antonio
nunca tuvo la certeza de que la niña fuese mayor de edad.

3. El riesgo tiene que estar jurídicamente desaprobado. Este requisito coincide con la
conducta típica. Es decir nos encontramos ante el artículo 181.1 del Código Penal.

4. El riesgo ocasionado por la acción tiene que materializarse en el resultado concreto.


Esto también se cumple debido a que la acción de Antonio se materializa finalmente en un
resultado de agresión sexual a menores.

Habiendo determinado la existencia de relación de causalidad y de imputación objetiva


podemos continuar con el análisis del segundo elemento de la antijuridicidad. Este es el
elemento subjetivo.

El elemento subjetivo se compone de 2 elementos excluyentes entre sí:

El dolo, en el cual el autor del delito conoce todos los elementos del mismo y quiere producir
el resultado concreto de la acción. Es decir, cuenta con dos elementos definitorios. Un
elemento intelectivo que implica el conocimiento de dichos elementos y un elemento volitivo
que implica querer realizar la acción para conseguir ese resultado concreto.

Atendiendo a la intensidad del elemento volitivo podemos determinar la existencia de 3 tipos


de dolo.

1. El dolo de primer grado en el cual el autor se presenta el resultado como seguro y


realiza la acción con la intención de que se cumpla.

2. El dolo de segundo grado en el cual el autor no persigue la realización del delito de


manera directa pero se sigue presentando el resultado como seguro. Este es una consecuencia
directa del dolo de primer grado y por ende no se puede imputar en ningún delito que no sea
llevado por un dolo de primer grado.

3. El dolo eventual en el cual el autor no persigue directamente el resultado pero se


presenta la consecución de este como probable.

En el caso de Antonio debemos descartar el dolo de cualquiera de los 3 tipos pues le falta
claramente 1 de los elementos. El elemento volitivo. Pues en ningún caso, fue su intención
forzar a una menor a mantener relaciones sexuales con él.

Habiendo descartado el dolo, debemos analizar la imprudencia. Esta, se caracteriza por la


inexistencia del elemento volitivo y puede ser definida como la falta de diligencia en la
realización de la acción. Existen dos tipos de imprudencia:

1. la imprudencia consciente: en la que el autor con su conducta peligrosa no busca la


comisión del delito pero se plantea su producción como posible.

2. La imprudencia inconsciente en la que el autor por descuido como desconoce el


peligro.

Al ser la imprudencia consciente y el dolor eventual dos figuras tan similares se han
desarrollado dos teorías para diferenciarlos. la teoría de la representación, según la cual, en el
dolo eventual el autor se presenta el resultado como probable y en la imprudencia consciente
el autor se plantea el resultado como posible. Dada su inexactitud, la aplicación de esta teoría
implica que se lleven los casos más graves como dolos eventuales y los casos menos graves
como imprudencias inconscientes. La segunda teoría, es la teoría del consentimiento. Según la
cual, para que concurra dolo eventual el autor tiene que haber consentido con su actuación la
probable producción del riesgo Y para que concurra imprudencia consciente el autor lleva a
cabo la acción con la esperanza de que el resultado no se produzca.

Tampoco podemos aplicar la imprudencia a este caso pues ninguna de las definiciones se
ajusta a la conducta de Antonio. Ya que, en cualquier caso, éste pensaba que Luisa era mayor
de 16.

Por ello, debemos analizar el error. Este se caracteriza por ser una falta de representación de
la realidad que puede excluir la responsabilidad penal. El error puede ser de 2 tipos:
hablaremos de error de tipo en los casos en los que el autor desconozca algún elemento de los
del tipo objetivo. Hablaremos de error de prohibición siempre que el autor no sea consciente
de que la acción que está llevando a cabo está prohibida. Además, podemos llevar a cabo una
segunda clasificación consistente en determinar la evitabilidad del error. Así, el error será
clasificado de vencible siempre que poniendo la diligencia necesaria el autor hubiese podido
evitar el error. Los casos en los que se dé un error vencible, serán llevados por la vía
imprudente del mismo y en el caso de no existir esta, desaparece la responsabilidad penal. El
error vencible, sin embargo, es aquel que ni aún poniendo la diligencia necesaria podía haber
sido evitado. Por ello, todos los casos a los que se les impute un error invencible quedarán
exentos de responsabilidad penal.

En el caso de Antonio, podemos imputarle un error de prohibición. Pues no sabía que lo que
estaba haciendo estaba prohibido al pensar que Luisa tenía edad suficiente para consentir. Así
mismo, este error sería vencible pues de haber preguntado a Luisa qué edad tenía, habría
evitado cometer el delito que se le imputa. De todas formas, al no existir en el Código Penal
una versión imprudente de dicho delito, Antonio queda exento de toda responsabilidad penal.

*Es un error de tipo porque afecta a un elemento esencial. No desconoce quien es el sujeto
pasivo pero sí desconoce una de las partes esenciales de este que es la edad de Luisa.

**Los delitos sexuales no tienen tipo imprudente y por tanto hay muchos casos que se quedan
sin estar penados por no existir ese supuesto imprudente.

Al haber terminado con el análisis del delito en un error no podemos continuar analizando el
elemento de culpabilidad.

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