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Tipos de fobias

1- Fobias Especificas
Aunque existen varios tipos de fobias específicas, lo habitual es que quien tenga una fobia a
algo, tenga fobia a varias cosas a la vez. En concreto, las personas que sufren Fobia específica
temen en promedio tres objetos o situaciones distintas. El 75 % de las personas con fobia
sienten temor a más de una situación u objeto. Cuantas más situaciones u objetos tema una
persona, más deterioro va a presentar en su desempeño profesional y social y menor calidad
de vida va a tener.

Dentro de este tipo de fobias podemos encontrar:

zoofobia
Existe un origen filogenético en el miedo a los animales, ya que algunos son peligrosos (perros
por la similitud con los lobos), venenosos (arañas y serpientes) o portadores de enfermedades
(cucarachas, aves y ratas).

Muchas veces este miedo a los animales no está asociado a la creencia de que el animal pueda
dañarlos, sino que piensan en las posibles sensaciones desagradables o a perder el control
(salir corriendo). En el caso de la fobia a las arañas o a animales pequeños (fobia a las ratas) es
frecuente que el miedo se acompañe de asco o repugnancia.

Aerofobia
Se estima que hasta el 90 % de las personas que viajan en un avión, lo hacen con cierta
sensación displacentera durante el vuelo. Pero, solo un 3 % de la población tiene verdadero
miedo a volar que le impide subirse a un avión o le tiene durante meses temiendo y
anticipando el futuro vuelo. Las sensaciones que tienen las personas con aerofobia son: miedo
a percibir la inestabilidad en el avión, a tener un accidente, a no poder escapar del avión en
pleno vuelo o a perder el control durante el vuelo y sufrir una crisis de ansiedad.

Fobia a la sangre, inyecciones, agujas o heridas


Un 3 % de la población tiene miedo a la sangre. Son personas que huyen o evitan el contacto
con la sangre. Es muy frecuente que las personas afectadas tengan al menos un familiar
cercano con el mismo problema. El miedo a las inyecciones o agujas hace que eviten
extracciones de sangre, lo que puede retrasar el diagnóstico de enfermedades.

Esta fobia tiene una respuesta en dos fases. Una primera fase iniciada cuando el sujeto ve la
aguja o la sangre y en la que se produce un aumento de las pulsaciones, de la frecuencia
respiratoria, de la sudoración y ansiedad. Rápidamente, aparece la segunda fase, en donde se
produce una caída rápida de la presión arterial y del pulso cardíaco, que lleva al desmayo.
Claustrofobia
Hasta un 3 % de la población sufre este miedo a los espacios cerrados y pequeños. El miedo se
activa en lugares como ascensores, sótanos pequeños, túneles, vías del metro, etc. Suelen
manifestarse dificultades para respirar, miedo a no poder escapar y quedarse encerrados y la
creencia de que puedan quedarse sin oxígeno.

Tanatofobia
Gracias al miedo a la muerte podemos decir que nos mantenemos con vida y logramos que
perdure la especie en el planeta. Sin embargo, un miedo excesivo e irracional puede limitar la
libertad de las personas. La tanatofobia puede llegar a bloquear y congelar a una persona
cuando escucha una noticia sobre una catástrofe en el telediario. También puede hacer que
una persona evite pasear cerca de un hospital por la asociación que hace entre la enfermedad
y la muerte. Las personas con esta fobia van a evitar acudir a cementerios y tanatorios.

Brontofobia
Los fenómenos atmosféricos adversos, como los truenos, los rayos o las tormentas, fueron
considerados por nuestros antepasados como castigos divinos. El ruido que producen estos
fenómenos meteorológicos y los destellos en el cielo pueden resultar aterradores para algunas
personas.

Amaxofobia
Aunque en algunas ocasiones la fobia a conducir aparece como consecuencia de la vivencia en
primera persona o por un ser querido de un accidente de tráfico, no siempre es así. Estas
personas pueden llegar a dejar de conducir o ni siquiera llegar a intentarlo nunca.

Fagofobia
El miedo a atragantarse, o también conocido como Sitofobia, se produce con alimentos de
consistencia sólida. Se suele producir tras un atragantamiento real, pero también puede
aparecer como consecuencia de un trauma psicológico de otro origen (en términos
psicoanalíticos se denomina desplazamiento). Pueden llegar a no ser capaces de ingerir
alimentos sólidos y hacer una dieta a base de purés. También pueden tener miedo a tomar
pastillas por vía oral y, por tanto, descuidar su salud.

Miedo a las caídas o síndrome de temor a caerse


El temor a las caídas es un muy frecuente en las personas mayores, especialmente después de
haber sufrido alguna caída real o tropiezo. Se sienten muy vulnerables y pueden demandar
compañía las 24 horas del día, limitando sus salidas a la calle y empeorando globalmente su
calidad de vida.
Es muy importante que logren recuperar la confianza en su estabilidad para que puedan
continuar moviéndose con autonomía, tanto por su casa como por la calle.

2- Fobia social también conocido como trastorno de ansiedad


social
En este caso las personas tienen un miedo intenso a una o más situaciones sociales.

3- Agorafobia
Son personas con miedo a: usar el transporte público, estar en espacios abiertos, estar en
espacaios cerrados, estar entre muchas personas o estar fuera de casa sin compañía

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