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Apuntes de
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Derecho
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Romano II
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Apuntes de Derecho Romano II
Hechos jurídicos

1. Concepto general y clasificación general

            De acuerdo con la doctrina, un hecho jurídico es un suceso, un


evento, una circunstancia real de la cual se derivan consecuencias jurídicas,
es decir, todo acontecimiento humano del cual se derivan efectos jurídicos es
un hecho jurídico.

            Ciertamente, en palabras de Hurtado, en la vida social ocurren


generalmente una serie de hechos que pueden depender o no de la voluntad
del hombre, algunos de los cuales son ajenos a la esfera del derechos, en
tanto que otros, tienen relevancia jurídica por ser causa determinante para la
adquisición, modificación o pérdida de un derechos, esto es, hechos sociales
con consecuencias jurídicas.

            De tal consideración se hace necesario entender los conceptos de


adquisición, modificación o pérdida de un derecho. La adquisición de un
derecho es entendida como la conjunción o la unión de un derecho a un
sujeto de derecho. En tal sentido, existen dos maneras de adquisición, una
originaria y otra derivativa.

            La primera de ellas, la adquisición originaria, se produce mediante


una relación directa e independiente del derecho con el sujeto, es decir, sin
intermediario.

            Efectivamente, en el derecho romano se conoció la figura de la res


nullius, es decir, cosas de nadie, aquellas que no pertenecían a ninguna
persona, sin dueño, sin propiedad, sin dominio. Esas cosas eran objeto de
adquisición por la vía originaria.

            La otra modalidad era la adquisición derivativa, mediante la cual el


derecho se adquiere por una relación establecida con el titular del derecho,
es decir, se trasmite el derecho de un sujeto a otro.

            En cuanto a la modificación del derecho, los romanos la explican


por medio de un ejemplo claro como lo son los materiales de construcción,
los cuales, al ser incorporados a una edificación ajena dejan de ser latentes y
se consideran vigentes.

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Apuntes de Derecho Romano II
            Así pues, se tiene que la modificación permite que un derecho latente
entre en vigor por la presencia de una circunstancia determinada que cambia
su relación con el sujeto.

            Por último, la pérdida del derecho se entiende como la separación


del derecho de la persona.

            Ahora bien, al existir hechos sociales que guardan relación directa


con la esfera jurídica, debe conocerse su clasificación y la manera por la cual
el sujeto forma parte de los mismos. Así se tienen:

1.1. Hechos jurídicos públicos: Aquellos que son regulados por el


derecho público.

1.2. Hechos jurídicos de carácter privado: Se traducen en las


actuaciones que producen hechos jurídicos.

1.3. Hechos jurídicos instantáneos: Los que producen efectos


jurídicos instantáneos, de forma inmediata.

1.4. Hechos jurídicos juraderos: Aquellas circunstancias que


permiten la adquisición o la pérdida del derecho con el
transcurso del tiempo, como es el caso de la prescripción.

1.5. Hechos jurídicos simples: Se derivan de un solo


acontecimiento.

1.6. Hechos jurídicos positivos: Permiten la adquisición de un


derecho.

1.7. Hechos jurídicos negativos: Hechos cuya consecuencia es la


pérdida de un derecho.

Sin embargo, para el estudio del derecho, mayor importancia


tienen los hechos jurídicos naturales y los voluntarios, puesto
que de ellos se derivan verdaderas consecuencias jurídicas.

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1.8. Hechos jurídicos naturales: Aquellos sucesos independientes
de la voluntad del ser humano, los cuales emanan de la
naturaleza.

1.9. Hechos jurídicos voluntarios: Emanan de la voluntad propia


del hombre, del ser humano, los cuales se traducen en actos
jurídicos.

Esto significa que la voluntad es uno de los elementos principales de los


actos jurídicos. Tal situación permite entender a los actos jurídicos como
materiales, voluntarios lícitos e ilícitos.

1. Actos jurídicos materiales: No se requiere la manifestación


expresa de la voluntad, sin embargo, el hecho adquiere una
consecuencia jurídica. Ejemplo de ello es el hallazgo de un
tesoro, regulado por el artículo 800 del Código Civil
Venezolano, en los siguientes términos:

Artículo 800. Es tesoro todo objeto mueble de valor que haya


sido ocultado o enterrado y cuya propiedad nadie pueda
justificar.

El tesoro pertenece al propietario del inmueble o mueble en


donde se encuentre. Si el tesoro se encontrare en un inmueble
o mueble ajenos, con tal que haya sido encontrado por el solo
efecto de la casualidad, pertenecerá de por mitad al propietario
del inmueble o mueble donde se haya encontrado y al que lo
hubiere hallado.

Como se puede observar, en el precitado artículo se define el tesoro, sin


embargo, la doctrina añade que para que una cosa sea considerada como
tesoro, deberán estar presentes los siguientes requisitos caracterizadores:

 Ser un bien mueble por su naturaleza.

 Encontrarse oculto.

 Ser distinto del objeto que los contiene.

 No tener un propietario actual conocido.

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2. Actos jurídicos voluntarios lícitos: Manifestaciones de
voluntad con el propósito y fin práctico de producir un efecto
jurídico, como es el caso del matrimonio o el perfeccionamiento
de contratos.
3. Actos jurídicos voluntarios ilícitos: Se consideran como la
violación del orden jurídico establecido, es decir, cuando
voluntariamente se transgrede un precepto jurídico produce una
consecuencia jurídica, generalmente traducida en la imposición
de una pena.

Los actos jurídicos ilícitos están conformados por los siguientes


elementos:

2.3.1. Antijuridicidad: Es la violación al precepto o la norma


jurídica. Se manifiesta en la realización voluntaria de un
hecho prohibido por la norma.

Se entiende por cuanto la actuación del hombre que


quebranta la ley trae como consecuencia un daño.

2.3.2. Daño: Lesión que se produce a un derecho subjetivo o a


un bien tutelado por el derecho.

El daño, sin duda alguna, es la consecuencia del acto


ilícito, el cual es valorable en dinero, es decir, valorable
de forma económica y particular.

Para que haya daño debe haber un derecho ajeno


lesionado, afectado o quebrantado, lo que significa que
la contravención a la ley debe producir la lesión al
derecho subjetivo ajeno.

2.3.3. Culpabilidad: Elemento subjetivo del acto ilícito, es


decir, es la conducta asumida por el infractor de la
norma, bien por acción o por omisión, es decir, por dolo
o por la culpa, propiamente dicha.

Jurídicamente, la culpa se define como toda negligencia,


imprudencia, impericia o la inobservancia de órdenes o

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instrucciones de la cual se deriva un daño, pudiendo ser
contractual o extracontractual.

2.3.4. Resarcimiento: Es la indemnización o la reparación por


los daños causados.

Se observa claramente la tipificación del hecho ilícito en


el dispositivo técnico legal 1.185 del Código Civil
Venezolano.

Señala el sustantivo civil que, “el que con intención, o por


negligencia o por imprudencia, ha causado un daño a
otro, está obligado a repararlo…”

Para determinar los elementos, bien puede


descomponerse la norma para ubicar cada uno de estas
características. Así, al señalar “el que con intención, o
por negligencia o por imprudencia…”, bien puede verse
el elemento de la culpa, pues se encuentran
comprendidas tanto la intención (dolo), como la culpa
propiamente dicha, al consagrarse la negligencia o la
imprudencia en el hecho.

Asimismo, cuando la norma señala “… ha causado un


daño a otro…” se presentan dos elementos, como son la
antijuridicidad y el daño. La antijuridicidad se evidencia
desde el mismo momento en que la culpabilidad viola el
precepto, es decir, si por acción o por omisión se
contraviene una norma se le causa un daño a otra
persona y, evidentemente, al lesionarse el derecho
subjetivo de otro, se está produciendo un daño.

Por último, contempla la norma citada “… está obligado a


repararlo…”, con lo que se verifica la totalidad de los
factores característicos, al estar presente el
resarcimiento del daño causado.

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3. El negocio jurídico

            La doctrina general del negocio jurídico no fue elaborada por el


derecho romano, sino que surge de la obra de la dogmática moderna, es
decir, del derecho moderno. Sin embargo, esta teoría tomó como base los
casos particulares, las soluciones y las formulaciones dejadas por los
romanos.

            El negocio jurídico es definido como la manifestación de voluntad la


cual produce, dentro de los límites y requisitos establecidos por la ley, los
efectos deseados por quienes lo realizan.

            Entonces, ha de entenderse como una declaración de voluntad


privada que busca producir un efecto jurídico. También como la
manifestación de voluntad que el derecho, en las condiciones y limitaciones
legales, produce los efectos jurídicos deseados por el sujeto.

1. Clasificación del negocio jurídico

         El profesor Fidel Villegas Hernández, de la Universidad


José María Vargas, en su entrada Adquisición de los derechos,
publicado en su página web, clasifica el negocio jurídico de la
siguiente manera:

3.1.1. Unilaterales y bilaterales: En los unilaterales, la


existencia del acto o negocio jurídico dependerá de un
solo sujeto, como ocurre con los testamentos,
manumisiones, aceptación de herencia, entre otros. En
cambio, en los unilaterales, la existencia dependerá de
un acuerdo de dos o más sujetos.

3.1.2. Solemnes o no solmenes: Dependen de la observancia


o no de formalidades previamente establecidas y de
cumplimiento preciso.

3.1.3. Onerosos o gratuitos: Los primeros establecen una


ventaja económica que se adquiere por contraprestación
de un desprendimiento patrimonial; en los segundos, la
ventaja se realiza sin contraprestación.

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3.1.4. Inter vivos o mortis causa: Los primeros tienen eficacia


en vida de las partes; los segundos regulan sus efectos
para después de la muerte del disponente.

3.1.5. Formales o no formales: En los primeros, la ley exige


ciertas formalidades; en tanto que en los segundos, solo
actúa la voluntad de las partes, sin formalidades.

3.1.6. Principales o accesorios: Los primeros existen por sí


mismos, los segundos dependen de una obligación
principal.

3.1.7. De derecho estricto o de buena fe: Los primeros


concluyen conforme a los modos establecidos por el
derecho; en los segundos, la validez queda supeditada a
la resolución del pretor.

3.1.8. Simples o complejos: Los simples producen un solo


efecto jurídico, en tanto que los complejos generan más
de un efecto jurídico.

3.1.9. Positivos o negativos: Los positivos tienen por objeto


obligaciones de facere (hacer), dare (dar)
o praestare (prestar). Los negativos se enfocan en
un non facere, es decir, de no hacer.

3.1.10. Causales o abstractos: En los primeros, la


existencia de la causa aparece unida a la existencia del
acto o negocio jurídico, por ejemplo, la compra-venta. En
los abstractos, si bien puede existir una causa, ésta no
depende de la existencia del acto, como es el caso de
la stipulatio o la mancipatio, que eran contratos verbales,
basados en la promesa del deudor.

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2. Elementos esenciales del negocio jurídico

En palabras de Agustín Hurtado, se entiende por requisitos de


los negocios jurídicos los elementos que deben integrarlos,
siendo esos elementos, bien constitutivos del acto o bien
elementos de validez del mismo.

Son elementos esenciales de todo negocio jurídico aquellos sin


los cuales no puede formarse dicho negocio. La doctrina
general sostiene que son tres los requisitos esenciales, a saber,
la voluntad, el objeto y la causa, siendo necesaria la
concurrencia de estos tres elementos, sin los cuales, el negocio
carece de toda validez.

La legislación venezolana también contempla estos requisitos


para la existencia de los negocios jurídicos. El Código Civil
Venezolano, en su artículo 1.141 consagra lo siguiente:

Artículo 1.141. Las condiciones requeridas para la existencia


del contrato son:
1° Consentimiento de las partes;
2° Objeto que pueda ser materia de contrato, y
3° Causa lícita.

3.2.1. La Voluntad
El consensus, en términos latinos, que se refiere a la
voluntad, es el primer requisito en el negocio jurídico. Es
el propósito, deseo o la conciencia de producir un acto
jurídico.

Ésta puede tener tres fases:


a) Poder realizar un acto jurídico. Es la capacidad de actuar en el
negocio jurídico, siendo necesario para el derecho romano la
capacidad de obrar, es decir, no bastaba con tener la capacidad de
goce, también debía ejercerla.

b) Querer realizar efectivamente el acto jurídico. Los romanos llamaron a


esta circunstancia “Volición efectiva”. Significa realizar el acto jurídico

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o que el sujeto de derecho distinga qué clase de negocio jurídico se
está realizando.

c) Manifestar la voluntad.

Expresa Bonfante, citado por Hurtado, que la voluntad se puede


manifestar por medio de otras personas cuando la solemnidad del
acto no lo impida y que el uso de “un enviado” para expresar las
intenciones propias se practicaba ampliamente entre los romanos.

Este enviado perfectamente ejercía sus funciones en actos jurídicos


como el matrimonio (artículo 85 del Código Civil), una venta (artículos
1.684, 1.685 Código Civil venezolano, entre otros).

La representación del administrador, por otro lado, no fue reconocida


en el derecho romano, pues la sustitución total de la voluntad de una
persona por otra produciendo efectos en la persona del representado
no fue conocida por la doctrina romana, pues según el derecho civil,
nadie podía adquirir y quedar obligado por el acto jurídico realizado
por otra persona, constituyéndose la negación de la representación.

Diferente a lo consagrado en la actualidad, pues el artículo 1.169 del


sustantivo civil dispone que los actos cumplidos por el representante
en nombre del representado produzcan directamente sus efectos en
provecho o en contra de éste último.

3.2.2. El Objeto

El segundo elemento esencial del acto jurídico es el objeto, que


es definido por la doctrina romana como la cosa o el derecho
sobre el cual las partes crean, modifican, transmiten o
extinguen una relación jurídica.

Paulo dejó por sentado que el objeto puede consistir en:

a) Dare: Consiste en la transmisión de la propiedad de la


cosa o la constitución de un derecho real sobre ella.

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b) Praestare: Consiste en la entrega de una cosa sin que
haya transmisión de la propiedad o constitución de un
derecho real sino la transmisión para su uso o tenencia.

c) Facere: Vienen a ser los hechos positivos del hombre,


constituido en deudor.

d) Non facere: Constituye el abstenerse de realizar un acto


por parte del deudor.

El objeto del negocio jurídico debe reunir los siguientes


requisitos:

a. Ser posible: Consiste en el carácter físico y legal del objeto, es decir,


que se pueda hacer.
b.
c. Ser lícito: No es objeto de negocio jurídico la celebración de un
contrato para delinquir.

d. Ser determinado o determinable: Consiste en ser identificado o


identificable con base en sus cualidades, señas o características.

e. Debe ofrecer un interés o un beneficio económico para algún


otorgante.

3.2.3.             La Causa

Es el fin inmediato que buscan las partes para celebrar el


negocio jurídico. Es decir, el porqué del negocio jurídico,
el fin a lograr, que se diferencia del objeto, ya que éste
es sobre qué recae el negocio.

3. Elementos naturales del negocio jurídico

En palabras de Pérez Rivas, son los propios de cada contrato.


Estos no son necesarios para la existencia del negocio jurídico,

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sino que están determinados en el propio contrato y son
intrínsecos a la naturaleza del mismo.

            Por ejemplo, en el contrato de compra venta, el vendedor debe


responder por los vicios ocultos o de derecho que presente la cosa.

4. Elementos accidentales del negocio jurídico

Son circunstancias acordadas por los otorgantes, modificando


los requisitos para la realización del contrato. Es decir, son
aquellos que las partes pueden agregar en un negocio jurídico
con el propósito de modificar sus efectos. Tales elementos son:

3.4.1.             La Condición

Es un acontecimiento futuro y objetivamente incierto del


cual depende el nacimiento o la extinción de los efectos
jurídicos de una obligación. Así lo establece el artículo
1.197 del Código Civil, que señala que “La obligación es
condicional cuando su existencia o resolución depende
de un acontecimiento futuro e incierto.”

La condición se clasifica de la siguiente manera:

a) Condición suspensiva: Es aquella que mantiene


paralizados los efectos del negocio hasta tanto se realice
el acontecimiento que lo constituye. Se compone en tres
fases:

a. Pendiente condición: En esta etapa la condición todavía no se ha


realizado, por lo que no son exigibles los efectos del negocio jurídico.

b. Existente condición: Se da cuando el evento o acontecimiento que


constituye la condición se realiza. En esta fase el negocio jurídico
sometido a condición suspensiva surte todos los efectos jurídicos.

c. Deficiente condición: Cuando de manera definitiva se tiene la


seguridad de que la condición no se va a realizar.

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b) Condición resolutoria: Es aquella en la cual al
producirse el acontecimiento se extinguen los efectos del
negocio jurídico.

3.4.2.             El Modo

Es una carga o gravamen que afecta a los negocios


jurídicos a título gratuito, es decir, el beneficiario de un
bien a título gratuito debe cumplir con la carga impuesta
por la persona que ofrece el negocio, so pena de la
exigibilidad, reintegro o extinción del mismo.

3.4.3.             El Término

Es el plazo que se fija en un negocio jurídico, bien para


el nacimiento del mismo o para la extinción de los
efectos jurídicos que se derivan. Debe entenderse como
el acontecimiento futuro y objetivamente cierto del cual
se hace depender la exigibilidad o la extinción de un
derecho.

El artículo 1.211 del Código Civil consagra que “El


término estipulado en las obligaciones difiere de la
condición en que no suspende la obligación y sólo fija el
momento de la ejecución o de la extinción de la misma.”

El término se clasifica de la siguiente manera:

a) Término suspensivo o inicial (dies ad quo): Es el


acontecimiento futuro y objetivamente cierto del cual se
hace depender la exigibilidad de un derecho. Es decir,
establece la fecha cierta en la que ha de realizarse la
contraprestación de la obligación.

b) Término resolutorio o final (dies ad quem): Es el


acontecimiento futuro y objetivamente cierto del cual se
hace depender la extinción de un derecho.

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c) Término expreso o cierto: Es aquel señalado en los
calendarios.

d) Término incierto: Es el que emana de las circunstancias


de la naturaleza propia del negocio jurídico. Se derivan
cuatro modalidades:

a. Dies certus an certus quando: Certeza del acontecimiento y fecha.


Por ejemplo, la fecha de vencimiento de un contrato.

b. Dies certus an incertus quando: Certeza del hecho, pero no de la


fecha. Ejemplo de ello es la muerte.

c. Dies incertus an certus quando: No hay certeza del acontecimiento,


pero sí de la fecha. Se manifiesta en fechas de cumpleaños más
comúnmente, pues no se sabe si para la fecha la persona esté viva.

d. Dies incertus an incertus quando: No hay certeza ni del


acontecimiento ni de la fecha. Lo más característico es el matrimonio.

3.5. Invalidez de los negocios jurídicos

Un negocio jurídico, cumpliendo con todos los requisitos y


elementos esenciales resulta válido. Pero atacado en uno de
esos elementos, resulta inválido, es decir, no surgen los efectos
jurídicos.

El elemento más atacado es el de la voluntad, apareciendo así


los conocidos vicios de la voluntad, que son aquellas
discrepancias entre la voluntad interna y la voluntad declarada.

No tuvieron ninguna consideración por los magistrados en el


derecho romano antiguo, pues lo importante era el
cumplimiento de las formalidades para llevar a cabo el negocio
jurídico, es decir, la voluntad declarada. Ya a finales de la
República, voluntas y verbas comienzan a tener diferencias, y

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es en el derecho romano post clásico donde se empieza a
tomar en consideración la voluntad interna.

Hubo en Roma dos clases de vicios:

3.5.1. Vicios conscientes: Son aquellos que el declarante


tiene conciencia de sus intenciones, está consciente del
propósito que manifiesta. Estos vicios estuvieron
representados por las siguientes figuras:

a. Iocandiae causae: Se traduce a broma o juego; el acto


de la voluntad externo que no corresponde a la voluntad
interna en virtud de que se realiza como un juego, por
tanto no hay una actitud seria al expresar lo
manifestado.

b. Reserva mental: Constituye falta de concordancia. Esta


es una simulación unilateral y consiste en declarar la
realización de un negocio jurídico pero que una de las
partes no cumple.

c. Simulación propiamente dicha: Se da generalmente


en los llamados contratos sinalagmáticos y unilaterales.
En la manifestación de voluntad de las partes de realizar
un negocio jurídico determinado se cubre por otro que
quiera realizar.

d. Carácter absoluto: Los declarantes no realizan ningún


negocio jurídico.

e. Carácter relativo: Los declarantes realizan un negocio


jurídico que internamente no querían.

3.5.2.             Vicios inconscientes o inintencionados: Son


aquellas distorsiones que dan origen a una ausencia de
voluntad o una voluntad incompleta, es decir, el
declarante del negocio jurídico desconoce esas

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Apuntes de Derecho Romano II
circunstancias que empañan su voluntad. También son
llamados vicios del consentimiento, representados por
el error, el dolo y la violencia.

También están consagrados estos vicios en el Código


Civil Venezolano. Establecidos en el artículo 1.146, cuyo
texto reza lo siguiente:

Artículo 1.146. Aquel cuyo consentimiento haya sido


dado a consecuencia de un error excusable, o arrancado
por violencia o sorprendido por dolo, puede pedir la
nulidad del contrato.

a) El Error

Es el falso conocimiento del hecho o del derecho. En el


segundo de los casos, para los romanos importaba
la ignorantia iuris. En Roma, al igual que en el derecho
venezolano actual (artículo 1.147 C.C.V.), el error de
derecho es inexcusable, pero admitió su excusa en los
siguientes casos:

- La alegada por los trabajadores del campo, quienes,


por lo general, eran analfabetas.

- Los soldados en campaña.

- El error en los negocios jurídicos realizados por las


mujeres.

- púberes e impúberes menores de 25, a partir de la Lex


Plaetoria.

En cuanto al error de hecho, se considera como el


falso conocimiento o la ignorancia de un hecho. Es
causal de anulabilidad en el derecho vigente (artículo
1.148 C.C.V.). El error de hecho se manifestó de la
siguiente manera:

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a. Error in personae: Recae sobre la
persona con la cual se tiene la
intención de celebrar el negocio
jurídico. Este error se acepta si el
interés del otorgante toma en cuenta
las cualidades del que quiere
contratar.

b. Error in sexo: Este error se refiere al


sexo del esclavo objeto del negocio
jurídico.

c. Error in nomini: Error que recae


sobre el nombre de la persona.

d. Error corpore: Recae sobre la
naturaleza del negocio jurídico.

e. Error in sustancia: Se refiere a la


materia sobre la cual está
conformado el bien objeto del
negocio.

f. Error in qualitate: Recae sobre la


calidad del bien objeto del negocio.

g. Error in quantitate: Recae sobre la


cantidad del bien objeto del negocio.

b) El Dolo
Es considerado como la maquinación de actos
fraudulentos para engañar o mantener engañada a la
persona con quien se pretende o pretendió realizar el
negocio jurídico y de esa manera obtener beneficios.
Siempre hay una intención malsana.

Próculo manifestó que “Dolo es toda astucia, falacia o


maquinación para sorprender en fraude a una persona.”

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a. Clasificación del dolo
 Dolo Bueno: Son las astucias empleadas por una persona para
rechazar los ataques del enemigo o, los artificios empleados por los
comerciantes para vender su mercancía.

 Dolo incidental: Se verifica cuando una persona realiza el negocio


jurídico a casa de los artificios de la otra parte.

 Dolo dans causa: Es el engaño que hace una persona con el fin de
beneficiarse perjudicando a otra. Es el verdadero dolo.

 Dolo precontractual: Es el realizado antes de la celebración del


contrato. Empleado especialmente en Roma por los arrendadores al
ofrecer cualidades que el objeto no tiene.

 Dolo contractual: Aquel que va apareciendo durante la ejecución del


negocio jurídico.

Los romanos, para evitar este vicio, incluyeron la cláusula del dolo,
según la cual las partes se obligaban a responder en el supuesto de
dolo.

Actualmente, el Código Civil Venezolano dispone el dolo como causa


de anulabilidad del contrato, señalando en su artículo 1.154 que el
dolo es causa de anulabilidad cuando las maquinaciones practicadas
por uno de los contratantes o por un tercero, con su conocimiento, han
sido tales que sin ellas el otro no hubiera contratado.

Es decir, que para que exista dolo como vicio del consentimiento,
debe verificarse la realización del negocio anulable.

c) La Violencia

Equiparable al metus (miedo), es un estado emocional


que se le presente ante un inminente peligro, perdiendo
el control frente a un estímulo determinado, en el cual la
persona no encuentra la forma de reaccionar.

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Los romanos conocieron la violencia con el vocablo vis, y
la dividieron en dos clases, la vis absoluta y la vis
compulsiva.

En el primero de los casos, la vis es absoluta cuando


consiste en la fuerza material o física empleada sobre un
sujeto o cosa que llega a inducir a esa persona a realizar
un negocio jurídico que realmente no quisiera, teniendo
como resultado la nulidad de dicho acto de pleno
derecho.

En el derecho venezolano la violencia es causal de


nulidad relativa, de acuerdo con lo establecido en el
artículo 1.150 y siguientes del Código Civil.

Por otra parte, la vis es compulsiva cuando se produce


una coacción psicológica realizada a través de amenazas
sobre la vida, persona, honor o reputación del mismo
sujeto o contra otra persona con quien le une vínculos de
parentesco o afecto.

En este caso no hay ausencia de voluntad, sino que la


vicia, lo que significa que el negocio jurídico nace, sin
embargo, es posible su anulación demandada por la
víctima de las amenazas.

Para que sea exigible la nulidad o anulabilidad de la


violencia, es necesaria la concurrencia de los siguientes
requisitos:
o Ser una violencia grave.
o Ser una violencia actual.
o Ser capaz de impresionar a un hombre
razonable o ponderable.

3.6. Modos de convalidar los negocios jurídicos ineficaces

Un negocio jurídico es ineficaz si no produce los efectos


jurídicos requeridos, bien por nulidad o por anulabilidad, siendo
el primer caso la inexistencia de pleno derecho del negocio

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Apuntes de Derecho Romano II
jurídico y, la anulabilidad, permite la validez del negocio jurídico
hasta tanto una de las partes solicite su anulación.

El derecho romano, práctico y concreto, planteó la posibilidad


de que un negocio jurídico ineficaz fuera eficaz.

En ese sentido, un modo de convalidar un negocio jurídico es la


renuncia a impugnar el mismo, generalmente por la vía de
la prescripción, es decir, transcurrido el tiempo que el derecho
permite para impugnar el acto sin que haya ejercido la acción
correspondiente.

Otra modalidad es la confirmación del negocio jurídico, siendo


necesario un acuerdo entre las partes para corregir la
circunstancia o cumplir con el requisito faltante.

Sucedió también que en aquellos negocios jurídicos realizados


por un filius familiae, por tanto alieni iuris e incapaz, la
sola autorización del pater familiae hace válida la obligación
generada.

Una última modalidad es la del juramento, señalada por


Bonfante, la cual se hacía frente o ante un dios, jurando la
persona que efectivamente quería realizar el negocio jurídico.

Derechos Reales

1. Concepto de Derecho Real

Entre las clasificaciones de las cosas se tiene que existen derechos de


crédito y derechos reales. Siguiendo la tesis de Eugene Petit, se puede
entender que esta distinción tiene para la ciencia jurídica una importancia
capital, y ninguna legislación los ha distinguido con tanta claridad como lo
hiciera el derecho romano, tanto en sus características, como en su
constitución y acciones.

En los derechos de crédito o personales nace una relación de persona a


persona, que permite a una de ellas exigir de la otra una determinada
prestación. En tanto que en los derechos reales se configura una relación

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Apuntes de Derecho Romano II
directa de una persona con una cosa determinada, de la cual aquella obtiene
un determinado beneficio.

Así, se tiene que el derecho real es la relación jurídica independiente de una


persona con una cosa.

Es un poder que una persona ejerce sobre una cosa. Es decir, es el dominio,
más o menos amplio, que una persona ejerce sobre una cosa, por lo que
significa el ejercicio de la supremacía que ejerce una persona sobre un
objeto.

Significa, en principio, que la persona tiene un derecho sobre esa cosa, entre
ellos, el de propiedad. Es por tal motivo que el derecho real debe ser
respetado por todos los miembros de la sociedad, por lo que es protegido por
una acción denominada Actio in Rem, la misma debe interpretarse como un
efecto que se denomina erga omnes, dirigido contra cualquier miembro social
que atente contra el derecho real.

1.2. Características del derecho real

            Tomando en consideración el planteamiento de Agustín Hurtado,


quien señala las características del derecho real, se tienen las siguientes:

 El derecho real es absoluto, erga omnes, lo que significa que se


opone frente a todos, pues los no titulares tienen un deber igual y
general de respeto y abstención.

 Los derechos reales se trasmiten por la vía de los modos de


enajenación y adquisición, establecidos por el derecho civil.

 Tienen una función económica, por lo general, estable y perpetua.

 No se extinguen por la falta de uso.

 Son preferentes, es decir, que el titular de un derecho real no debe


temer aunque se constituyan derechos sobre la misma cosa en
beneficio de otras personas, estos son derechos reales sobre cosa
ajena.

 El número de los derechos reales es ilimitado.

20
Apuntes de Derecho Romano II

 Se sancionan y defienden con acciones reales, las cuales se dirigen


contra cualquiera que obstaculice el ejercicio del derecho real, ya que
el titular del mismo puede perseguir la cosa en manos de quien la
tenga; así, si un propietario es despojado de su bien, puede ejercitar la
acción reivindicatoria directamente contra el poseedor, aun cuando no
se la persona que le haya despojado de la cosa.

1.3. Diferencias entre los derechos reales y los derechos personales

            El propio Eugene Petit indica las tres diferencias principales entre los
dos derechos, indicando que:

a) El derecho real existe en beneficio de una sola persona (natural o


colectiva), hacia y en contra de todas, en tanto que los derechos personales
son derechos contra una persona que permiten al acreedor exigir un hecho
del deudor.

b)  La persona titular de un derecho real tendrá el derecho completo y


absoluto, aún sobre otros derechos constituidos sobre el mismo bien. Por su
parte, los derechos de crédito permiten que los deudores se obliguen frente a
varios acreedores, teniendo las deudas la misma fuerza.

c) El dominio de los derechos reales es menos amplio que el de los derechos


de crédito, pues aquel coloca a una persona en relación directa con una
cosa, teniendo por objeto una cosa con existencia actual. Por contrario, el
derecho de crédito solo es una relación entre dos personas que tiene por
objeto un hecho que debe ser cumplido por el deudor.

1.4. Elementos del derecho real

            Los elementos del derecho real están expresos en la propia definición


del mismo, por lo que se pueden sustraer dos elementos esenciales:

a) El sujeto activo o titular. Lo constituye la persona que ha adquirido el


derecho real, y

b) El sujeto pasivo. Corresponde a la cosa sobre la cual se establece la


relación inmediata; de allí que la sociedad está obligada a respetar el
ejercicio del derecho real por parte de su titular.

21
Apuntes de Derecho Romano II
1.5. El objeto del derecho real

Para José Castán Tobeñas, mencionado por Florencia Márquez, “El objeto
del derecho es la entidad sobre la cual recae el poder o señorío del titular del
derecho subjetivo y que le sirve de medios para sus fines.”

Según Doménico Barbero, citado por Kummerov, el objeto del derecho o de


la relación jurídica “es la entidad material o inmaterial sobre la cual recae el
interés implicado en la relación y constituye el punto de incidencia de la tutela
jurídica.”

De ambas definiciones se desprende que el objeto del derecho es todo


aquello que recae bajo el poder del hombre.

De ello se desprende que en los derechos reales, el objeto del derecho es la


cosa, conocida en el derecho romano como res.

2. Cosa. Definición y Características Jurídicas

La cosa puede ser entendida como un ente material o inmaterial, sin


embargo, hay legislaciones que se reservan el uso del vocablo “cosa”
únicamente para aludir a los entes corporales.

Muchas han sido las definiciones aportadas por los diferentes autores que
componen la doctrina tradicional, tanto desde el punto de vista vulgar como
jurídico. En la primera de las concepciones Piña Valles cita, por ejemplo, las
siguientes definiciones, “Es todo objeto que existe en el mundo exterior, fuera
del hombre (Blonval); “Es una porción del mundo exterior” (Egaña) o “Es todo
lo que existe físicamente, con excepción del hombre” (Granadillo).

Desde el punto de vista jurídico, el cual es el que importa en esta materia, se


pueden citar los de Biondi Biondo, Ferrara y José Castán Tobeñas,
expuestos por Florencia Márquez en sus clases de Derecho Civil II.

El primero de los autores expone que “Por cosa jurídicamente podemos


entender cualquier entidad material o inmaterial que tenga relevancia
jurídica, es decir, que pueda ser tomada como objeto de una relación
jurídica.”

Por su parte, Ferrara indica que “Cosa es todo bien económico que tenga
existencia autónoma y que sea capaz de ser sometida al señorío del hombre
o de la persona.”

22
Apuntes de Derecho Romano II
José Castán Tobeñas plantea que “Cosa es una entidad material o inmaterial
que teniendo existencia autónoma puede ser utilizada por las personas para
satisfacer con ellas sus necesidades, generalmente económicas.”

El jurista Gayo introdujo las llamadas cosas corporales e incorporales, siendo


las primeras las cosas tangibles, sensibles, visibles (corpus) y las
incorporales son los objetos intangibles, insensibles, invisibles, pero que
existen, son los derechos que versan sobre el corpus.

De estas definiciones planteadas se deducen algunas características


principales, las cuales se resumen en las siguientes:

 Que la entidad sea capaz de proporcionar una satisfacción al hombre.


Con esta característica se quiere expresar que esa “cosa” debe
brindar a su titular o poseedor precario un bienestar, sea para su
disfrute y uso, como un bienestar económico.

 Que sea susceptible de apropiación. Las cosas, bien sean materiales


o inmateriales, deben ser objeto del derecho de propiedad, es decir,
brindar a las personas la posibilidad de apropiarse de ellos para la
satisfacción de sus necesidades.

 Que tenga existencia separada e independiente de los demás objetos


que le rodean. Las cosas deben ser autónomas, deben ser distintas a
todas las demás que se encuentran en su entorno; deben ser
identificadas o identificables para poder individualizarlas y poder
establecerse una relación jurídica con la persona.

 Extrañeza del sujeto. La independencia no solo debe ser respecto de


las otras cosas de su entorno, sino que debe ser también la cosa
extraña al sujeto en virtud de la posibilidad de transmisión de
propiedad a personas diferentes de su titular actual.

Hay autores que sostienen que es indispensable decir que poseen valor
económico; respecto a esta situación algunos plantean que la segunda
característica mencionada ya engloba en cierta medida la dotación
económica de la cosa, sin embargo, autores como Gert Kummerov dotan a
las cosas de una característica especial que es la “Gestión económica
autónoma”.

23
Apuntes de Derecho Romano II
Esta característica alude a la posibilidad de valoración económica de las
cosas atendiendo a la individualización de las mismas (bienes materiales e
inmateriales) y al espacio que ocupan (bienes materiales).

2.1. Clasificación general de las cosas

            De acuerdo con la doctrina general, las cosas se clasifican de la


siguiente manera:

2.1.1. Res in – comercium o in – patrimonium: Son las cosas susceptibles


de relaciones jurídicas.

2.1.2. Res extra – comercium o extra – patrimonium: Aquellas cosas no


susceptibles de relaciones jurídicas por normas de derecho humano o divino.

a. Res humani iuris: Son las cosas excluidas de relaciones jurídicas por


normas humanas (ius).
I. Communi omnium: Todas aquellas cosas que el
derecho natural destina al uso o beneficio de todos los
hombres, por tanto, cada hombre que va a satisfacer sus
necesidades de una cosa común no debe abusar de
ella.

II. Res publicae: Son las cosas pertenecientes al pueblo


romano, que aunque, en principio, sean susceptibles de
apropiación individual, el Estado romano los ha
sustraído al uso público.

III. Universitatis: Son cosas pertenecientes a


comunidades romanas, por tanto, destinada al uso de
esa comunidad.

b. Res divini iuris: Cosas excluidas del comercio por normas de


derecho divino (fas).
I. Sacrae: Destinadas al culto de los dioses superiores. Sin
embargo, Justiniano permitió su venta para pagar la libertad de
algunos prisioneros.

II. Sanctae: Cosas destinadas a la defensa de la ciudad.

24
Apuntes de Derecho Romano II
III. Religiosae: Llamadas también res sepulcrii por estar
destinadas al sepulcro de los difuntos, pues se consideraba que
era el depósito de los dioses manes que eran las almas de los
difuntos.

2.1.3. Res Nullius: Son las cosas susceptibles de relaciones jurídicas, pero


que en ese momento no pertenecen a nadie.

2.1.4. Res Derelictae: Cosas abandonadas, susceptibles de posesión, que


su dueño ha renunciado a su dominio.

Sin embargo, existe también una clasificación más amplia, atendiendo a su


función económica y social.

2.1.5. Cosas consumibles o de uso simple y cosas inconsumibles o de


uso repetido: Las primeras son aquéllas entidades cuyo primer uso las
destruye en forma inmediata o la pone fuera del poder de disposición del
sujeto. En sentido contrario, las inconsumibles son aquéllas entidades cuyo
primer uso no las destruye en forma inmediata, ni la pone fuera del poder de
disposición del sujeto.

La importancia de esta clasificación, radica, según el planteamiento de Eloísa


Sánchez Brito, en la obligación que tiene una persona de restituir la cosa que
se le ha dado en préstamo, es decir, en las figuras jurídicas del comodato y
del mutuo.

2.1.6. Cosas fungibles e infungibles: Son fungibles aquéllas que, por no


estar individualmente designadas en una relación jurídica, pueden, por su
naturaleza o por un acuerdo entre las partes, ser sustituidas por otras. Son
infungibles aquéllas que sí están individualmente designadas en una relación
jurídica impidiendo, por tanto, ser reemplazadas por otras.

Tiene interés en todas aquéllas relaciones jurídicas en las cuales una


persona hace entrega de una cosa para luego ser devuelta.

2.1.7. Divisibles e indivisibles: Serán divisibles las cosas que se pueden


fraccionar, conservando cada fracción resultante de la división la misma
esencia y función del todo, de manera que entre el “todo” y la “parte” existe
solo una diferencia cuantitativa, mas no de calidad. Por contrario, las
indivisibles son aquéllas cosas que al partirse pierden su esencia y función,
de manera que no pueden ser utilizadas para el fin que estaban destinadas.
La indivisibilidad, en ocasiones, es impuesta por la voluntad de las partes o

25
Apuntes de Derecho Romano II
por mandato legal, ya que una cosa divisible puede convertirse
perfectamente en indivisible.

2.1.8. Cosas simples, compuestas y universales: Las primeras son


aquellas entidades cuyos elementos están de tal manera fusionados entre sí,
que resulta imposible poderlas identificar o separar. Serán compuestas
aquellas entidades cuyos elementos están fusionados o unidos entre sí, pero
que si pueden separarse y, serán universales cuando exista un conjunto de
bienes corporales o incorporales que, con base en una unión idealizada, la
cosa es considerada como un todo o una sola cosa, generalmente con un
nombre propio.

2.1.9. Cosas principales y accesorias: Son principales aquellos entes a los


cuales se les une otro para su uso, perfección o complemento. En tanto,
accesorias las entidades que se le unen a la principal para complementar y
cumplir su función.

2.1.10. Res mancipi: Constituyen para los romanos las cosas vitales para el
sostenimiento del grupo familiar.

2.1.11. Res nec mancipi: Cumplen una función socioeconómica de carácter


particular.

2.1.12. Cosas muebles y cosas inmuebles: Son muebles todos los cuerpos


móviles, es decir, aquéllos que pueden moverse por sí mismos
(semovientes) o los que pueden ser desplazados por una fuerza externa. Por
su parte, son inmuebles todas aquéllas entidades que no pueden
desplazarse ni ser desplazadas.

3. La Propiedad

            Señala Chibly que el término propiedad proviene del vocablo


latino propietas, derivado, a su vez, de proprium, es decir, lo que pertenece a
una persona o es propio de ella, locución que viene de la raíz prope, que
significa cerca, con lo que se quiere denotar cierta proximidad de las cosas y
la persona.

            Accarías, citado por Chibly en la misma obra, define la propiedad


como aquello en virtud de lo cual las ventajas que puede procurar una cosa
corporal son atribuidas totalmente a una persona determinada.

26
Apuntes de Derecho Romano II
            Girard, por su parte, la considera como el “derecho real por
excelencia, el más conocido y más antiguo de todos los derechos reales o el
dominio completo o exclusivo que ejerce una persona sobre una cosa
corporal.

            En el derecho antiguo la propiedad se denominó dominium ex


quiritium, es decir, la propiedad exclusiva del ciudadano romano, protegida
a través de la actio reivindicatio. Luego apareció la propiedad bonitaria,
definida y protegida por el derecho pretoriano, haciéndose valer a través de
la actio publiciana.

            El derecho romano definió la propiedad en los siguientes términos:


“Proprietas est ius utendi, fruendi et abutendi”, con lo que se manifiesta en
que la propiedad es el derecho de usar, obtener sus frutos y disponer de la
cosa.

            Esta concepción también está recogida por la legislación venezolana.


En efecto, el artículo 545 del Código Civil Venezolano establece que “la
propiedad es del derecho de usar, gozar y disponer de una cosa de manera
exclusiva, con las restricciones y obligaciones establecidas por la Ley”, por lo
que se debe entender que el contenido del derecho de propiedad es el uso,
goce y disposición de esa cosa que constituye el objeto del derecho de
propiedad.

III.1. Limitaciones de la propiedad

            El derecho objetivo estableció y aún establece limitaciones con base


en las relaciones de vecindad y limitaciones de orden público. Correspondió
a la propia Ley de las XII tablas recoger y establecer esas limitaciones.

III.1.1. Limitaciones según relaciones de vecindad


a. Al propietario de un fundo se le permitió por ley entrar al fundo vecino
a recoger los frutos caídos de los árboles plantados en el propio, o
cualquier objeto de su pertenencia. El pretor estableció que para que
el propietario no estuviese entrando constantemente, entrara día por
medio.
b. Referida a las ramas del árbol, el propietario está obligado a cortar las
que caen sobre el otro fundo, y si éste no lo hace, el vecino lo
notificará o realizará por su propia cuenta, pudiendo disponer de ella
como leña.

27
Apuntes de Derecho Romano II
c. Se prohíben construcciones que produzcan obscuridad, que
impidieran el libre correr del viento o el paso de la luz natural.

d. El dueño de un fundo debe permitir el paso del vecino hacia el


sepulcro al cual no tiene otra manera de llegar (servidumbre de paso).

e. Se tenía que permitir la construcción de cloacas en el fundo.

f. Los propietarios de los fundos deben permitir el libre cauce del agua
natural (servidumbres de agua).

III.1.2. Limitaciones de orden público

El Estado romano, a través de los magistrados, está obligado a proporcionar


el bienestar de la comunidad, creando obras, servicios públicos, centros de
diversión, información y comunicación. Para ello, deben tener facultades e
instrumentos legales para sustraer las cosas que necesita.

Es por ello que en Roma, al no haber ley de expropiación, la facultad de


convertir algo privado en público se lograba mediante procedimientos
amistosos o legales. Sin embargo, magistrados, de manera discrecional y
haciendo uso del ius imperium, ordenaban la expropiación.

III.2. Modos de adquisición de la propiedad

Son conocidos como los hechos jurídicos a los que la ley concede el derecho
o la facultad de adquirir la propiedad. Estableciéndose, al efecto, dos modos:

III.2.1. Modos Originarios: Son los hechos que permitieron que


una persona acceda a una cosa de manera directa.
Justiniano la llamó modo natural de adquisición.

a. Ocupación: Es el apoderamiento material de una cosa sin propietario,


es decir, susceptible de apropiación, con la intención de hacerla
propia. Tiene dos elementos, uno es el material que se traduce en
la res nullius y un segundo elemento que es la intención de hacer la
cosa propia. Son susceptibles de ocupación los animales salvajes, el
botín de guerra, y las cosas abandonadas (res derelictaes).

28
Apuntes de Derecho Romano II

b. Conjunción: Resultando a tal efecto un bien con la unión de dos o


más cosas muebles. Se aplica el principio de que la cosa accesoria
sigue la suerte de lo principal.

c.  Accesión: Es la incorporación de una cosa mueble o inmueble a una


cosa inmueble, las cuales se pueden traducir, en el primero de los
casos, en la satio, que es la siembra de semillas en tierra ajena;
la implantatio, que es el traslado de retoños a un fundo ajeno, siendo
la accesión desde el momento del enraizamiento; aedificatio,
construir en fundo ajeno. Ya en el segundo caso se tienen los
llamados incrementos fluviales, los cuales se conocen como alluvio,
que consiste en el arrastre lento e incremento de fundos por la
corriente de los ríos; alvusio, incremento impetuoso por causa del
río; alveus derelictae, lecho abandonado por el río en virtud del
cambio de cauce de manera natural y, por último, insulae in flumine
nata, que consiste en un islote nacido en un río. Si nace en la mitad,
corresponde equitativamente a los dueños de las riberas pero, en
caso de ser más próxima a una orilla, corresponde a un solo dueño.

d. Especificación: Es la transformación de la materia prime en un nuevo


objeto con función socioeconómica autónoma e independiente.

e. Conmixtión: Es la mezcla de sólidos, correspondiendo la propiedad


de manera proporcional a los titulares de cada sólido.

f. Adquisición: En materia de frutos, mientras éstos sigan adheridos a


la cosa productiva forma parte de ella. Una vez separados los frutos,
se convierten en cosas autónomas y corresponderán al propietario del
bien o, en caso de posesión o usufructo, a los beneficiarios de estos.

III.2.2. Modos Derivativos: Es el acto que el adquirente realiza


con el anterior propietario a objeto de poder adquirir la
propiedad, por tanto, no lo está adquiriendo directamente,
sino por intermedio de otra persona.

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Apuntes de Derecho Romano II
a. Mancipatio: Es el modo derivativo por excelencia, consistiendo en la
enajenación de un bien por parte de una persona a otra, por lo que se
conocía como mancipatio dare.

b. Iure Cessio: Modo derivativo común a la res mancipi y res nec


mancipi, que con posterioridad se convirtió en la propia mancipatio.

c. Traditio: Modo general de transmisión o adquisición de la propiedad


mediante la simple entrega de la cosa, con la intención de renunciar,
por una parte, y de adquirirla, por otra.

I. Entrega de llaves del almacén: Consistía en entregar las llaves del


almacén en el que se encontraban las cosas objeto de tradición.

II. Longa manu: Acto mediante el cual se indicaba y ponía a disposición


el objeto de la tradición. Se aplicó principalmente en la entrega de
fundos

III. Brevi manu: El adquirente tiene ya en posesión el objeto de la


tradición.

IV. Constituto Possesio: Acuerdo de voluntad entre el enajenante y el


adquirente que el objeto le será entregado por otra causa y luego se
hará el negocio de transmisión de propiedad.

d. Adjudicatio: Modo de adquisición derivado de las decisiones de los


jueces en causas de litigio sobre cosas.

e. Ager desertus: Apropiación protegida por el derecho luego de dos


años de posesión sobre un fundo fronterizo y abandonado tras la
invasión bárbara.

III.3. Modos de defensa de la propiedad

III.3.1. Actio reivindicatoria: Defiende la propiedad quiritaria.

30
Apuntes de Derecho Romano II
III.3.2. Actio publiciana: Defiende la propiedad bonitaria.

III.3.3. Actio Negatoria: Es la acción que el propietario ejerce


contra aquel que ha intentado contra la cosa que es de su
propiedad. Si por medio de la acción se obtiene una
confesión, se denomina actio confesoria.

III.4. Pérdida de la propiedad

 Por la pérdida de la capacidad jurídica del titular.


 Por la pérdida de la capacidad del objeto.
 Por destrucción física de la cosa.
 Por derelicción, es decir, por abandono.

4. La Usucapio (La Usucapión)

            Siguiendo a Hurtado, la usucapión es un modo de adquirir la


propiedad que estableció la Lex Decemviral, mediante la cual se adquiría la
propiedad de un bien por la posesión legalmente justificada y continuada por
el transcurso de un tiempo legal.

            La duda está en conocer si es un modo originario o derivativo de


adquisición de un derecho real. Es una institución de derecho civil y de
derecho antiguo, siendo, en un principio, un modo originario de adquirir la
propiedad, ya que el derecho antiguo lo considera como un modo ex novo,
debiendo probarse la relación de la persona con la cosa tenida y no la
relación con un propietario anterior.

            La Ley de las XII Tablas estableció el tiempo para usucapir, siendo
que para las cosas muebles se requería un año de posesión legalmente
justificada y para fundos era necesario el transcurrir de dos años.

            Ya en el derecho clásico, como consecuencia de la transformación


del derecho, la usucapión también cambia. Se exigió para usucapir que el
usucapiente demostrara, por lo menos, la relación jurídica con el poseedor
anterior, todo en virtud de que esta institución surgió de dos
presunciones iuris tantum:

31
Apuntes de Derecho Romano II
 El usucapiente tiene la posesión de la cosa en virtud que no se
cumplieron los requisitos formales de adquisición por la mancipatio y
la iure cesio, más no la propiedad.

 El que enajenó no era propietario de la cosa, sin embargo, el que


adquirió, por buena fe, tenía la posesión.

Posteriormente, a finales del derecho clásico y en el derecho imperial, el


problema que se presentó, y que fue resuelto, es el del tiempo para usucapir.
En tal sentido, para usucapir fundos se requirieron diez años entre presentes
y veinte entre ausentes, mientras que para las cosas muebles se mantiene
en un año.

El derecho de Justiniano recogió también la usucapión con todos sus


requisitos, siendo entonces que para lograr la adquisición de la propiedad por
esta vía, se requería la conjunción de los siguientes requisitos:

 La Posesión: Es la posesión propiamente dicha. Se refiere Justiniano


a la posesión verdadera, la tenencia material de la cosa con la
intención de tenerla como suya propia.

 Tiempo: Se requiere un determinado tiempo, pautado en la ley, por lo


que Justiniano estableció para las cosas muebles un tiempo continuo
de tres años, manteniendo para los inmuebles los veinte años del
derecho imperial.

 Res habili: Cosas susceptibles de apropiación y negociación, por lo


que debían estar dentro de las cosas comerciales.

 Iustae causae: Es decir, el justo título. Es la relación jurídica con el


poseedor precedente, siendo interpretada como la ausencia de lesión
al derecho del anterior y legítimo propietario.

 Bona fide: La buena fe. Para Justiniano es la conducta que asume el


usucapiente en el momento de tomar la posesión de la cosa,
convencido de no estarle causando un daño a nadie.

El Código Civil Venezolano dispone en su artículo1.952 que “La prescripción


es un medio de adquirir un derecho o de libertarse de una obligación, por el
tiempo y bajo las demás condiciones determinadas por la Ley.” De esta

32
Apuntes de Derecho Romano II
manera el legislador consagra, en una misma disposición, dos instituciones
jurídicas, es decir, la prescripción adquisitiva o usucapión al señalar que “es
un medio de adquirir un derecho” y la prescripción extintiva, en este caso,
cuando dispone que por el transcurrir del tiempo y cumpliendo las
condiciones legales, puede “libertarse de una obligación”.

La doctrina general y, por supuesto, la venezolana, tomando como base lo


que dispone el Código Civil en el artículo precitado, ha logrado definir ambas
instituciones de forma tal que pueden identificarse claramente para evitar
confusiones en el ámbito práctico.

Es así como se tiene que la Prescripción Adquisitiva o Usucapión es el modo


originario de adquirir el dominio y otros derechos reales por la posesión en
concepto de dueño o de buena fe durante el tiempo establecido por la ley.

5. Possessio (La Posesión)

La posesión, dice Eugene Petit, tal como la entendían los romanos, puede
ser definida como el hecho de tener en su poder una cosa corporal,
reteniéndola materialmente, con la voluntad de poseerla y disponer de ella
como lo haría un propietario.

Es entonces que la posesión es un señorío de hecho que tiene una persona


en su campo de disponibilidad, con independencia de si es o no propietario.

Para Florencia Márquez y Cruz Omayda Carrillo (1991), la posesión es “el


ejercicio voluntario y más o menos estable de un poder de hecho sobre una
cosa o del contenido de un derecho susceptible de tal poder, protegido por la
ley y sin tomar en cuenta si se tiene o no legitimidad para ello.”

De esta última definición, aportada por las profesoras Florencia Márquez y


Cruz Omayda Carrillo, se desprenden las siguientes características:

 Es un ejercicio voluntario, puesto que en toda relación posesoria


existe un mínimo interés por parte del sujeto, es decir, no basta tener
la cosa, sino querer tenerla.

 Es más o menos estable, puesto que existe cierta permanencia en el


señorío de hecho sobre las cosas.

 Es un poder de hecho sobre una cosa o el contenido de un derecho,


puesto que se origina de una relación material del individuo con las

33
Apuntes de Derecho Romano II
cosas, por la cual quedan sometidas a su voluntad. En cuanto al
contenido de un derecho, se debe señalar que el sujeto se comporta
frente a la cosa como un titular, por lo que se extiende la posesión a
los derechos que ejerce sobre la posesión propiamente dicha.

 No se toma en cuenta si se tiene o no legitimidad; quiere decir esto


que se puede ejercitar la posesión siendo o no el titular de la cosa que
se relaciona con el poseedor.

 Protección legal, por cuya virtud un mero hecho social pasa a ser
hecho jurídico.

El Código Civil Venezolano, influido en gran medida por el Código Civil


Napoleónico o francés, en su artículo 771 define la posesión en los
siguientes términos: “La posesión es la tenencia de una cosa, o el goce de
un derecho que ejercemos por nosotros mismos o por medio de otra persona
que detiene la cosa o ejerce el derecho en nuestro nombre.”

De este artículo se desprende, implícitamente, la existencia de dos


situaciones, a saber, la primera que señala a quien tiene la cosa o goza del
derecho por sí mismo o a través de otro y la segunda que plantea quien sólo
tiene la cosa o goza del derecho en nombre de otro. Esas situaciones son el
fundamento de la distinción legal entre la posesión y la detentación, siendo la
primera la que se ha definido previamente y la segunda, aquella que se tiene
sin el ánimo de poseerla en nombre propio.

Es, en todo caso, un poder de hecho tutelado jurídicamente, de tal manera


que la posesión desde un punto de vista común significa un poder de hecho
que puede definirse con relación a los poderes fundados en el Derecho.

5.1. Clases de posesión en el derecho romano

            Hubo en Roma clases de posesión que recogían los distintos


elementos constitutivos de la misma, lo que permitía tener derecho al uso y
protección por parte de las llamadas acciones o interdictos posesorios, que
eran los medios de defensa de la misma. En ese sentido se tienen:

5.1.1. Naturalis Possessio: Es la mera detentación natural de la cosa y que


no tiene protección interdictal. Es la que ejerce el arrendatario, comodatario o
usufructuario, por ejemplo, siendo conocida en la actualidad como posesión
precaria o posesión en nombre ajeno.

34
Apuntes de Derecho Romano II
5.1.2. Civilis Possessio: Es la verdadera posesión, defendida por los
interdictos y que muchos llaman posesión interdictal. Para el derecho
venezolano se le conoce como posesión en nombre propio o en concepto de
dueño.

5.1.3. Iustae Possessio: Es la posesión adquirida libre de todo vicio.

5.1.4. Iniustae Possessio: Es la que se adquiere por violencia,


clandestinidad o en forma no precaria.

5.2. Elementos de la Posesión

De conformidad con la teoría acogida por el legislador venezolano, la


posesión propiamente dicha implica dos elementos, uno material y otro
psicológico: el “corpus” y el “animus”, respectivamente.

Por costumbre, desde el derecho romano, se han consagrado estos dos


elementos, es decir, el físico o corporal conocido como corpus, que consiste
en la relación fáctica entre el poseedor y la cosa sujeta a su voluntad y otro,
de naturaleza intencional, llamado animus, referido a la intención de poseer.

Tomando en consideración lo expuesto por el legislador venezolano en el


Código Civil Venezolano vigente, a través de sus artículos 771, 772, 783, 785
y 786, se desprende que la teoría acogida por el derecho civil venezolano es
la objetiva.

Observando que en el artículo 771 sustantivo civil se define la posesión


como “la tenencia de una cosa o el goce de un derecho que ejercemos por
nosotros mismos o por medio de otra persona.” Es visible que no se exige
el animus domini como elemento clarificador de la posesión.

En los artículos 783, 785 y 786 del mismo cuerpo normativo se reputa como
verdaderos poseedores a los que ejercen un poderío material sobre la cosa,
sin tomar en cuenta la intención que tengan sobre ella. Finalmente, el artículo
772, ejusdem, se corrobora la posición objetiva de los elementos al
requerirse, de manera sine qua non, “la intención de tener la cosa como suya
propia.”, para poder calificarse la posesión legítima.

5.3. Medios de defensa de la posesión. Interdictos

La doctrina, como lo plantean Márquez y Carrillo, ha contemplado la


protección posesoria sin ninguna discusión, ningún autor o legislación ha
negado la existencia y posibilidad de acciones o medios que tienden a

35
Apuntes de Derecho Romano II
brindar la seguridad jurídica a todas aquellas personas que están en una
relación material con una cosa.

Adoptando el criterio doctrinario general, la posesión puede tutelarse de dos


maneras, bien a través de la defensa privada, acción directa o autotutela
posesoria, o bien a través de la defensa judicial o interdictal. Instituciones,
ambas, que se analizarán por separado, así como sus características,
requisitos y procedimientos.

Plasma en su obra Aguilar Gorrondona que uno de los efectos principales de


la posesión es la protección interdictal, la cual tiene por finalidad, como
señala Rojas González, conservar o recuperar la posesión de bienes raíces,
o de derechos reales constituidos en ellos.

Abdón Sánchez Noguera define a los Interdictos como los medios


procesales a través de los cuales se garantiza la defensa de la posesión
legítima que se ejerce sobre las cosas, mediante un procedimiento breve,
frente al despojo, la perturbación o la amenaza de obra nueva o vetusta.

Hubo en Roma dos clases generales de interdictos:

5.3.1. Interdictae Retinendi Possessioni: Se intenta en el supuesto de


perturbación o amenaza a la posesión.

a. Utis Possideti: Interdicto para que el poseedor se defienda de


las amenazas contra el fundo que tiene en posesión, tiene un
año para ser ejecutada, el cual se computa desde el día de la
amenaza.

b. Utrubi: Creado por el derecho para proteger al poseedor de


esclavos. Se hizo extensivo a todas las cosas muebles.

Guarda relación con el actual Interdicto de Amparo que se desprende del


artículo 782 del Código Civil Venezolano al establecerse que “Quien
encontrándose por más de un año en la posesión legítima de un inmueble,
de un derecho real, o de una universalidad de muebles, es perturbado en
ella, puede, dentro del año, a contar desde la perturbación, pedir que se
le mantenga en dicha posesión.” (Subrayado propio).

Este recurso surge cuando existe una perturbación a la relación material que
da origen a la posesión, es decir, toda molestia de hecho o de derecho que

36
Apuntes de Derecho Romano II
lesiona el poderío de un hombre sobre la cosa, pero que no llega a privarlo
de ella.

5.3.2. Interdictae Recuperandi Possessioni: Es aplicado para el caso que


el poseedor haya sido desalojado mediante violencia o posesión no precaria.
Dice el derecho que no basta ser desalojado, sino que también se le impida
la entrada a una parte del fundo.

a. Unde vi: Interdicto contra la violencia.

I. Cotidiane: Aplicado contra la violencia cotidiana.

II. Armata: Cuando se ha hecho uso de armas para


desalojar al poseedor

b. Utrubi: La misma consideración referida a la posesión de esclavos y


cosas muebles.

Su efecto jurídico es poner en posesión nuevamente al poseedor que ha sido


expoliado, además, indemnizarle por daños y perjuicios.

La legislación venezolana contempla en estos casos de despojo de la


posesión el mecanismo de defensa llamado Interdicto de Despojo,
establecido en el artículo 783 del Código Civil Venezolano en los siguientes
términos: “Quien haya sido despojado de la posesión, cualquiera que ella
sea, de una cosa mueble o inmueble, puede, dentro del año del despojo,
pedir contra el autor de él, aunque fuere el propietario, que se le restituya en
la posesión.”

Se puede valer de este recurso cualquier poseedor que haya sido


desposeído arbitrariamente.

Los hechos que motivan este recurso son los que privan, total o
parcialmente, la posesión contra la voluntad del propio poseedor, es decir,
que salga de la esfera de disposición del poseedor. La ley no describe cuáles
son los hechos que provoquen el despojo de la posesión, por lo que
corresponde al Juez, según su sana crítica, calificar los actos para la
admisión de esta acción.

37
Apuntes de Derecho Romano II
Dicho despojo debe ser de tal grado que pueda ser considerado como
arbitrario o ilícito, sin que sea requisito indispensable el uso de la violencia, el
cual sí estaba presente en el Código Civil de 1922.

Derechos Reales sobre Cosa Ajena

Habiéndose tratado previamente el punto relativo a la clasificación general de


los derechos reales, de la que se desprenden dos modalidades, siendo la
primera de ellas el derecho real sobre cosa propia, cuya relación jurídica más
amplia y perfecta la constituye el derecho de propiedad y, una segunda
modalidad, la  conforman los derechos reales sobre cosa ajena, la cual, a su
vez, se agrupa en dos categorías, los derechos reales de goce y de disfrute
(usufructo, uso, habitación y servidumbres) y los derechos reales de garantía
(hipoteca y prenda), los cuales son objeto de estudio del Derecho Civil –
Contratos.

Como lo plantea Portillo Almerón en su obra, el derecho real constituye un


dominio, poder o señorío ejercido por el propietario sobre una cosa
determinada o sobre varias de ellas, por lo que no puede hablarse en
ninguna circunstancia de una relación jurídica entre una persona y una cosa,
puesto que esta situación es una relación material que se forma o se origina
de una relación jurídica entre personas.

En el presente tema se abordarán los denominados Derechos Reales sobre


Cosa Ajena, analizando ciertos derechos que se configuran con un contenido
jurídico más reducido, en relación con el derecho de propiedad, los cuales se
constituyen como un poder de hecho directo sobre un bien que le pertenece
a otro y otorgan a sus titulares las facultades de uso y de goce de la cosa
cuyo derecho se trate, sin tener nunca la facultad de disponer sobre los
mismos, puesto que es una atribución propia del titular del derecho de
propiedad.

Como bien se sabe y se mencionó en su oportunidad, el contenido del


derecho de propiedad, es decir, sus atribuciones, son el uso, el goce y la
disposición de la cosa de manera exclusiva y con las limitaciones legales
respectivas (Art. 545 C.C.V.). Quien posea este derecho, puede, a su vez,
ceder a otra persona la primera de esas facultades o la primera y la segunda,
simultáneamente, por lo que el nuevo poseedor de hecho sobre ese bien
ajeno tendrá un derecho real, pero de manera restringida o limitada, por lo
que también han de conocerse estos derechos como Desmembraciones de
la Propiedad.

38
Apuntes de Derecho Romano II
Lógicamente, cuando existen uno o más derechos reales sobre una cosa,
distintos al de la propiedad, el poderío sobre ese bien se comparte entre el
titular o titulares de esos derechos reales limitados y el propietario, a quien
se le atribuyen plenas facultades sobre el referido bien, existiendo, en este
caso, una concurrencia de posesiones sobre la cosa objeto de posesión.

1. Concepto del Derecho Real sobre Cosa Ajena

Luego de la breve introducción, corresponde definir esta categoría de


derechos reales, siendo entonces que el derecho real sobre cosa ajena, en
pocas palabras, es todo poderío o señorío que una persona ejerce sobre un
bien que le pertenece a otro.

La doctrina tradicional y actual ha considerado que los derechos reales


distintos a los de propiedad consisten en facultades del propietario que se
han separado de éste para conferírselos a otras personas. Esta tesis es de
sencilla aceptación y comprensión para comprender los derechos de
usufructo, uso y habitación, partiendo desde el concepto de propiedad, el
cual, como es sabido, es suma de atribuciones específicas, puesto que los
demás derechos, como lo expresa Aguilar Gorrondona, se explicarían como
una o más de las facultades normalmente inherentes a la propiedad que, en
el caso concreto, han sido desligadas de ésta y constituidas en otro derecho
atribuido a otra u otras personas.

En conclusión, la noción de los derechos reales en cosa ajena respondería a


la idea de que sus titulares los ostentan sobre cosas cuya propiedad
pertenece a otra persona, es decir, en palabras planteadas por la doctrina
tradicional, los derechos reales sobre cosa ajena forman parte de la
característica de “elasticidad”, la cual se atribuye a la propiedad, por lo que
es conforme admitir que el contenido del derecho de propiedad es elástico
pues puede comprimirse o expandirse sin deformar su esencia.

2. Características de los Derechos Reales en Cosa


Ajena

Tomando como base las especificaciones y las características planteadas


por los autores Aguilar Gorrondona y Ovelio Piña Valles, se pueden
considerar las siguientes:

 Poseen las mismas características de los Derechos Reales en


general, es decir, la posibilidad de valoración en dinero, el señorío

39
Apuntes de Derecho Romano II
inmediato sobre la cosa o el derecho, el derecho de preferencia, el
derecho de abandono.

 El propietario de la cosa debe soportar el ejercicio del titular del


derecho real en cosa ajena.

  Suponen la existencia de una propiedad ajena a la cual gravan.

 Casi siempre el derecho real limitado confiere el ius possídendi, es


decir, el derecho de posesión.

  Los derechos reales en cosa ajena, además de estar protegidos por


acciones petitorias, pueden, en su caso, ser defendidos por acciones
posesorias.

 Los modos de adquisición de los mismos pueden ser tanto originarios


como derivativos, tal y como ocurre con el derecho de propiedad.

 De igual manera, los modos de extinción del derecho real en cosa


ajena son similares a los que ponen fin al derecho de propiedad.

 La extinción del derecho real sobre cosa ajena expande el contenido


del derecho de propiedad.

 Es un derecho temporal, puesto que su titular está en la obligación de


restituir el bien en un tiempo determinado o al cumplirse una
determinada condición.

3. Contenido de los Derechos Reales en Cosa Ajena

Tomando en consideración que el contenido del derecho le va a permitir a la


persona una conducta determinada, de acuerdo a lo establecido en la ley, es
decir, las facultades o atribuciones que una persona tiene sobre la cosa,
puede entenderse, cuando se habla del contenido de los derechos reales en
cosa ajena, debe pensarse, inmediatamente, en la coexistencia de dos
derechos distintos, el primero referido al derecho de propiedad y el segundo
cualquier otro derecho real limitado.

40
Apuntes de Derecho Romano II
En consecuencia, estos derechos reales en cosa ajena se llenan en su
contenido en la misma medida en que se vacía el contenido del derecho de
propiedad, esto es, transfiere el ius utendi (derecho de uso), el ius
frutendi (derecho de goce) o ambos simultáneamente, a una persona distinta
a la del propietario que tiene posesión sobre la cosa objeto del derecho.

4. Las Servidumbres

El concepto de servidumbre era mucho más amplio en épocas remotas,


puesto que antes de la publicación de las Institutas de Justiniano, todos los
derechos reales sobre cosa ajena eran conocidos como Servidumbres,
servidumbres que si favorecían a una persona eran llamadas “servidumbres
personales” y si favorecían a un fundo se denominaban “servidumbres
prediales”.

Según la doctrina, conforme a lo planteado por Piña Valles, la servidumbre


es un derecho real que, en principio, tiende a la perpetuidad, el cual consiste
en limitaciones impuestas por un predio dominante a otro predio conocido
como sirviente, sin tomar nunca en consideración la titularidad de los
mismos, es decir, sin importar quienes sean los propietarios de esos
inmuebles.

También se define, en palabras de Eloísa Sánchez, como “un derecho real


sobre ciertos usos de un predio (llamado predio sirviente), establecido a favor
de otro predio (llamado predio dominante).

Al analizarse ambas definiciones se desprenden algunas consideraciones,


las cuales, para su fácil comprensión, son de un necesario señalamiento.

 Las servidumbres, a diferencia de lo establecido en la antigua Roma,


solo se establece entre predios, es decir, entre inmuebles.

 Presupone dos predios necesariamente.

 Los predios deben pertenecer a personas diferentes.

  La servidumbre es un derecho accesorio al predio, en tal sentido, se


transmite con el mismo.

 Debe establecerse para “uso y utilidad” de un predio. Por tanto, debe


haber un beneficio económico para el predio dominante. Esta

41
Apuntes de Derecho Romano II
característica es la que sirve de base para la definición legal
colombiana, dispuesta en el artículo 879 del Código Civil colombiano,
citado por Rojas González.

  Generalmente se establecen entre fundos vecinos, pero también es


viable la existencia de servidumbres entre fundos que no lo sean.

El Código Civil Venezolano vigente, en el encabezado de su artículo 709


ofrece una definición de esta modalidad de derecho real sobre cosa ajena.
En ese sentido, el señalado dispositivo técnico legal señala que “… consiste
en cualquier gravamen impuesto sobre un predio para uso y utilidad de otro
perteneciente a distinto dueño, y que no sea en manera alguna contraria al
orden público.”

El Código acentúa el aspecto pasivo de las servidumbres, es decir, define la


figura como un gravamen, una carga que debe soportar un predio, conocido
como sirviente, en beneficio de otro predio, nombrado dominante.

La carga que señala el aspecto pasivo de las servidumbres, esto es, la carga
soportada por el predio sirviente, contrae las facultades de disposición del
propietario de éste, quien debe tolerar ese gravamen sin realizar ninguna
actividad que menoscabe los derechos generados para el predio dominante.

De igual manera, tal y como se mencionó en el análisis de las definiciones


doctrinarias, el artículo en comento dispone la diferenciación entre los
titulares de ambos predios relacionados por medio de este derecho, es decir,
que pertenezcan a dueños distintos, noción que responde al decir
romano nemine res sua servit, esto es, “no se puede constituir servidumbre
sobre cosa propia”.

Es entonces que la servidumbre es, por una parte, una restricción a la


propiedad, por otro lado es un derecho real sobre cosa ajena que impone al
propietario el hacer (facere) o dejar de hacer (non facere) un acto en
beneficio de otro, por lo que puede ser un predio o una persona el
beneficiario de tal restricción.

Las fuentes del derecho romano trataron y dejaron algunas reglas comunes
aplicadas a las servidumbres en sentido general. Tales reglas son las
siguientes:

42
Apuntes de Derecho Romano II
A. Nemini res sua servit: El propietario no puede reservar un uso
especial de su predio en calidad de servidumbre, pues el simple hecho
de ser propietario le concede el derecho al paso y el uso de los frutos
que le sean propios.

B. Servitus servitutes in faciendo consistere nequit: Al propietario de


la cosa sirviente no se le puede imponer el derecho de obrar, es decir,
no se le puede obligar a ejecutar obras en beneficio del predio
dominante. Sin embargo, hubo una servidumbre llamada oneris
ferendi en la cual el propietario del fundo sirviente debía mantener en
buen estado la columna que sostiene el techo del fundo dominante.

C. Servitus esse non potest: No se puede constituir usufructo en una


servidumbre. Con esto se quiere decir que al existir una servidumbre
predial, no se puede constituir una servidumbre personal, como es el
caso del usufructo.

4.1. Clases de Servidumbres

4.1.1. Servitutis Praediorum (Servidumbres prediales): Son


las constituidas en beneficio de un fundo contiguo o un
fundo vecino para satisfacer necesidades basadas en
relaciones de vecindad. Son las más antiguas y su
origen se explica por razones socioeconómicas.

Las servidumbres prediales están consideradas por el


derecho romano como res mancipi, por su importancia
en la actividad agropecuaria. Hubo dos clases:

a) Iura Itinerum: Son las llamadas, hoy en día, servidumbres de paso,


es decir, las que permiten el traslado de las personas.
a. Iter: Derecho de paso por fundo ajeno a pie, en litera o a
caballo.

b. Actus: El traslado de caballerías o carruajes.

c. Vía: Es la servidumbre más amplia, pues permite el transporte


de todo tipo de materiales.

43
Apuntes de Derecho Romano II

b) Iura aquarum: Servidumbres prediales destinadas a la obtención de


aguas de un fundo ajeno.

Pero, así como hubo servidumbres de carácter agropecuario, también los


hubo de carácter urbano; son las llamadas Servitutes praediorum urbanorum,
cuyo fundamento se indica en la necesidad que tienen las habitaciones de
permanecer en armonía.

a) Sticillidiorum: Son conocidas en el derecho como el desagüe de


aguas pluviales, es decir, aguas de lluvias.

b) Servitus cloacae: Desagüe de aguas residuales.

c) Luminum: Son las servidumbres de luz, aire y perspectiva – vistas –.


De aquí se desprende la limitación o prohibición de construir obras
que impidan el libre correr del aire o el paso de la luz natural.

4.1.2. Servitutis Personarum (Servidumbres


personales): Beneficios constituidos a favor de una
persona determinada, generalmente de carácter vitalicia
sin transmisión de beneficios. Son de origen posterior a
las prediales y tuvieron origen en las últimas décadas de
la República.

Se reducen al usufructo, al uso y la habitación. Los


derechos de usufructo, uso y habitación comprimen el
contenido del derecho de propiedad, permitiendo que
una persona, no propietaria, tenga acceso a ella y realice
actos de utilización y ejercicio, en cierta medida,
económico. Sin embargo, esta posibilidad debe
entenderse como temporal, puesto que la perpetuidad de
los derechos reales sobre cosa ajena dejaría indefenso
al verdadero propietario, quien se vería limitado en su
función económica y en el poder de disposición y tráfico
jurídico sobre los bienes de su pertenencia.

44
Apuntes de Derecho Romano II
Los derechos reales sobre cosa ajena, es decir, el usufructo, el uso y la
habitación son instituciones jurídicas que nacen o se constituyen y regulan
en virtud de un título, esta aseveración se desprende del artículo 582 del
Código Civil Venezolano, el cual dispone que “Los derechos de usufructo,
uso y habitación se regulan por el título, supliendo la ley únicamente en
cuanto no provee el título, salvo en los casos en que ella disponga otra
cosa.”, esto significa que las normas que versan sobre la materia tienen un
carácter supletorio del título.

a) Usufructo: “Usufructus est ius utendi et fruendi salva


rerum substancia”, lo que significa que el usufructo es
el derecho de usar y percibir los frutos sin alterar su
esencia.

b) La palabra usufructo proviene del latín Ususfructus,


tecnicismo jurídico del derecho romano que quiere
decir “el goce del uso de una cosa ajena”, es decir, el
derecho a obtener el rendimiento de ella aunque
pertenezca a otra persona. Su origen etimológico
proviene de los verbos Usus (Usar) y Fructus (Gozar).

El jurista y autor colombiano Germán Rojas define el


usufructo en los siguientes términos “Es un derecho
real que consiste en la facultad de gozar de una cosa
con cargo de conservar su forma y sustancia, y de
restituirla a su dueño, si la cosa no es fungible; o con
cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo
género o de pagar su valor, si la cosa es fungible.”

Como lo plantean las autoras Márquez y Carrillo, para


poder comprender el derecho de usufructo es menester
tomar en consideración la concurrencia de los
siguientes aspectos:

 Existencia de una cosa ajena.


 Utilización y aprovechamiento temporal de la cosa por un tercero, y la
 Conservación de la cosa y de su destino económico.

45
Apuntes de Derecho Romano II
La estructura del usufructo es la siguiente: el beneficiario se denomina
usufructuario; el bien usufructuado se conoce como nuda-propiedad y el
dueño de la misma se llama dominus propietas.

El objeto del usufructo son las cosas consumibles, sin embargo, en el


derecho imperial se estableció el usufructo sobre el patrimonio de una
persona que debe transmitir la propiedad de las cosas consumibles para que
el usufructuario pueda disponer de ellas, pero que luego debe devolver la
misma cantidad y la misma calidad. Esto es lo que se denomina Cuasi-
usufructo.

5. Extinción del Usufructo

Por ser esta institución un Derecho Real sobre Cosa Ajena de carácter,
principalmente, temporal, está sometido a causales de extinción, las cuales
se consagran a partir del artículo 619 del Código Civil vigente; dichas
causales son las que siguen:

 Por la muerte del usufructuario cuando no ha sido constituida por


tiempo determinado.

 Por el vencimiento del tiempo fijado para su duración.

 Por la consolidación de las cualidades de propietario y usufructuario


en la misma persona.

 Por el no uso durante 15 años.

 Por el perecimiento total de la cosa sobre la cual fue establecido,


salvo un perecimiento parcial (Art. 622 C.C.V.)

 Por el abuso que el usufructuario haga de su derecho (Art. 620


C.C.V.). Esta hipótesis no opera de pleno derecho, requiere un
pronunciamiento judicial a petición de parte interesada.

 Por la renuncia del usufructuario, la cual debe ser una manifestación


de voluntad expresa e irrevocable.

5.1. Efectos Jurídicos de la Extinción del Usufructo

46
Apuntes de Derecho Romano II

 Recuperación del goce pleno del derecho por parte del propietario.

 Cesa el derecho a frutos del usufructuario.

 Satisfacción de las obligaciones estipuladas para el momento de


extinción del usufructo.

 Rendición de cuentas por parte del usufructuario.

5.2. Derivados del usufructo

La legislación venezolana no consagra una definición sobre estos derechos,


no aporta los elementos estructurales de los mismos que ayudarían a formar
un criterio propio y conceptualizarlos de alguna manera.

La doctrina, como lo señala Aguilar Gorrondona, ha partido de los propios


nombres para formarse una idea concreta sobre cada uno de estos derechos
reales, diferenciándolos, a su vez, del usufructo y de acuerdo con la
extensión de sus facultades.

a) Uso: Según los romanistas, el derecho de uso era un usufructo


limitado, puesto que se reducía al uso (ius utendi), únicamente, de un
bien por parte de una persona.

Se puede definir atendiendo a dos planteamientos doctrinarios. El autor


colombiano Germán Rojas González define el derecho de uso en los
siguientes términos: “El derecho de uso es un derecho real que consiste,
generalmente, en la facultad de gozar de una parte limitada de las utilidades
y productos de una cosa.”

Por su parte, la venezolana Eloísa Sánchez Brito plantea que “El derecho de
uso es un derecho real que consiste en la facultad de servirse de la cosa de
otro, con la obligación de conservar la cosa y tomar de ella solamente los
frutos que le sean necesarios al usuario y a su familia.”

Se puede afirmar, entonces, utilizando ambas definiciones, que el derecho


real de uso es un derecho a utilizar la cosa y a obtener sus frutos en medida
limitada a sus necesidades y a las de su familia.

47
Apuntes de Derecho Romano II
6. Características del Derecho de Uso
 Es un derecho real. Permite al usuario servirse de una cosa para
satisfacer necesidades personales y familiares.

 Es un derecho real de carácter personal. Los frutos obtenidos son solo


para el consumo familiar o personal, no pueden ser cedidos o
vendidos. (Art. 624 C.C.V.)

 Es un derecho real sobre cosa ajena. El usuario es un poseedor en


nombre ajeno, es decir, ejerce su derecho sobre un bien que
pertenece a otra persona.

 Concede al titular el uso y frutos limitados. Solo puede hacer uso del
bien para aquellos que esté destinado de manera diligente.

 Se ejerce sobre cualquier tipo de bien. El uso puede darse tanto sobre
bienes inmuebles, como bienes muebles.

 No puede cederse ni arrendarse. Es consecuencia del carácter


personal de este derecho real. (Art. 630 C.C.V.)

 No puede hipotecarse. El usuario no tiene más que un simple derecho


de usar el bien, por lo que no puede disponer del mismo.

 Es temporal. Es un derecho que puede constituirse a tiempo


determinado o por el tiempo de vida del usuario.

 Es intransmisible. Solo se constituye a favor de la persona que se va a


servir de ella para su satisfacción personal o familiar.

b) Habitación: El derecho real de habitación consiste en la posibilidad


de habitar un inmueble, bien sea de manera individual o con toda la
familia. Es un derecho exclusivo de habitar un inmueble.

Es un derecho de goce sobre la cosa ajena que se diferencia del uso


respecto a su Contenido, puesto que el habitacionista solo podrá habitar el
espacio descrito en el contrato que lo constituya como tal, es decir, el

48
Apuntes de Derecho Romano II
habitador solo se sirve de la cosa solamente para habitarla él o con su
familia, descartando la idea de lucro o ganancia.

7. Constitución de las servidumbres

            Las servidumbres se constituyen a base de un modo derivativo de


adquisición, pues se constituyen con base en una relación jurídica entre el
propietario y el beneficiario, por lo que es de carácter voluntario. Sin
embargo, en el derecho clásico, postclásico y de Justiniano, ese modo de
adquisición también podía tener su origen en la ley.

            Además de la voluntad a través de un negocio jurídico y de la


constitución legal de la servidumbre, también se conocieron las servidumbres
por usucapión y por adjudicación. En el primero de los casos, habiendo
aplicado los requisitos para la prescripción adquisitiva, nacía la servidumbre,
en tanto que la segunda modalidad establecía que por la vía judicial se
adjudicaba una servidumbre.

7.1. Extinción de las servidumbres


a. Así como la usucapión permite la adquisición por el tiempo, de la
misma manera se puede perder la servidumbre por el tiempo y por
la falta de uso, regresando a las manos de su dueño.

b. El usufructo se pierde por vencimiento del término, del


cumplimiento de la condición y por la muerte del usufructuario.

c. Se extingue la servidumbre por la destrucción física del objeto


sobre el cual recae la servidumbre.

d. El usufructo también puede extinguirse por la pérdida de la


capacidad jurídica del beneficiario.

e. Por la confusión, es decir, se extingue la servidumbre cuando el


beneficiario se convierte en el propietario del bien objeto del
derecho real sobre cosa ajena. Es decir, el beneficiario adquiere en
propiedad el bien por el cual se beneficiaba.

8. Defensa de los derechos reales sobre cosas ajenas

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Apuntes de Derecho Romano II
            Las servidumbres se defendieron a través de acciones
denominadas Actio in Rem.       Los compiladores del derecho romano
denominaron a la Vindicatio Servitus como Actio Confesoria, cuya finalidad
es la de obtener un reconocimiento de propietario sobre la existencia de una
servidumbre sobre la cosa propia. El actor de esta acción debe probar la
existencia de la servidumbre obtenida.

            El efecto jurídico es el restablecimiento de la servidumbre y el pago


de los daños y perjuicios que se le hubiese ocasionado por motivo de los
mismos, teniendo la seguridad que no se volverá a perturbar la servidumbre.

La Obligación romana

            Hablar de obligaciones es hablar de patrimonio, pues los negocios


jurídicos, esas relaciones que surgen de la conjunción de voluntades de dos
personas y que generan derechos de créditos y, el patrimonio de una
persona está integrado por los derechos y las obligaciones, es decir, las
acreencias y las deudas.

            En tal sentido, se hace necesario conocer el concepto de patrimonio,


el cual, según Aubry et Rau, citado por Jesús Maldonado, plantea que el
patrimonio es una universalidad jurídica integrada por todos los derechos
susceptibles de apreciación pecuniaria de que es titular una persona y las
cargas y los gravámenes que lo gravan.

            Según esta concepción, el patrimonio es la persona misma, pues se


desprende que toda persona tiene patrimonio, siendo entonces que éste,
está integrado, generalmente, por los activos y los pasivos de esa persona.

1. La obligación romana

         Habiendo considerado que frente a los derechos reales existen los


derechos de crédito, de éstos se desprende la relación jurídica entre dos
personas, las cuales pueden ser consideradas desde dos puntos de vista; del
lado del acreedor, es un derecho de crédito, que se considera en el activo de
su patrimonio, es decir, son las cuentas por cobrar; por otro lado, el deudor
tiene una obligación, una deuda que figura en su pasivo, o, también
conocidas como las cuentas por pagar.

            En las Institutas de Justiniano aparece una definición, que se cree,


fue dada por el jurisconsulto Florentino en la época de Gayo.

50
Apuntes de Derecho Romano II
            “Obligatio est iuris vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius
solvendae rei, secundum nostrae civitatis iura”. Con esto se pone de
manifiesto que la obligación es el vínculo jurídico que nos constriñe en la
necesidad de entregar alguna cosa, según el derecho de nuestra ciudad.

            Petit plantea que esta definición está dada desde el punto de vista del
deudor, por tanto, al deudor no le interesa permanecer sometido a ese
vínculo jurídico.

            El papel del deudor en una obligación es de vital importancia,


lógicamente, sin deuda no hay obligación. Es por ello que la obligación viene
a ser un estado que limita la libertad de acción de una persona en beneficio
de otra.

            También debe considerarse la importancia de la expresión “alicuius


solvendae rei”, la cual no debe entenderse solo como la entrega literal de
una cosa, pues puede interpretarse, claramente, como la realización de
cualquier conducta del deudor frente al acreedor.

            Por otra parte, dice Paulo, citado por Chibly, que la obligación, desde
el punto de vista del acreedor o sujeto activo, puede definirse en los
siguientes términos:

            “Obligationem substantia non ineo consistunt, ut aliquod corpus


nostrum aut servitutem nostrae faciat, sed ut aliquod nobis adstringat, ad
dandum aliquid, vel praestandum, vel faciendum.” Significa que la sustancia
de la obligación no consiste en hacer nuestra una cosa corporal o una
servidumbre, consiste en constreñir a otro a dar, prestar o hacer alguna cosa.

            Los distintos autores del derecho romano sostienen que en este


concepto hay un planteamiento claro y preciso. Contiene la enumeración de
derechos reales y personales, pues el propietario persigue la cosa de manos
de quien la tenga y se demanda contra quien está obligado a dar, prestar o
hacer a causa de un negocio jurídico o a causa de un hecho ilícito.

            Entonces, combinando los dos conceptos, tanto el de las Institutas de


Justiniano, como el de Paulo, se derivan dos palabras: débito, que es la
conducta del deudor frente al acreedor y, responsabilidad, que se refiere al
incumplimiento, la cual puede recaer en la propia persona del deudor o en su
patrimonio.

51
Apuntes de Derecho Romano II
            Ya en el derecho actual, la obligación es el vínculo jurídico que
faculta al acreedor a exigir al deudor el cumplimiento de la prestación
prometida, cuyo incumplimiento afectará a su patrimonio.

1.1. Elementos de las obligaciones

            De acuerdo con Chibly, los elementos de la obligación están incluidos


en las definiciones ya citadas. Es así, en toda obligación, al analizarla a
fondo, se pueden ubicar sus elementos constitutivos, los cuales concurren y
caracterizan la relación jurídica, estos son: a) el sujeto, que puede ser activo
o pasivo; b) el vínculo que permite constreñir al deudor al cumplimiento y, c)
el objeto o prestación.

1.1.1. Elemento subjetivo: Personas físicas o colectivas que intervienen en


una obligación.

a. Sujeto activo: Persona física o colectiva que tiene la facultad


de exigir a otros una conducta. Según el Digesto, es la persona
que el derecho civil le ha concedido acciones. Es
el creditor (titular del crédito).

b. Sujeto pasivo: Persona física o colectiva que debe cumplir con


la prestación objeto de la obligación.

1.1.2. Elemento objetivo: El objeto, llamado en el campo contractual como


la prestación. Paulo redice el objeto a dare, facere y praestare.

a. Dare (Dar): Consiste en entregar la cosa con la transmisión de la


propiedad, o en la constitución de otro derecho real.

Gayo, al referirse al objeto de dar, sostiene que las cosas no son


dadas sino se hacen del dominio de quien las recibió, y Pomponio dijo
que la prestación de dar se constituye por fórmula de palabras, es
decir, una respuesta dada a una interrogante.

b. Facere (Hacer): Consiste en la realización de cualquier actividad que


no sea la entrega de cosas, ni la transmisión de propiedad, no la
constitución de derechos reales.

52
Apuntes de Derecho Romano II
Además, puede ser entendida en sentido negativo, pues el no hacer
(non facere) también constituye una prestación en el objeto
contractual.

c. Praestare (Prestar): Consiste en la entrega de la cosa sin la


transmisión de propiedad.

El derecho romano incluyó entre las obligaciones de prestar la


indemnización por daños y perjuicios. Asimismo, indicó el derecho
romano los requisitos de la prestación, a los fines de que pudiera ser
exigible. Estos son:

 Ser física, posible y jurídica.


 Estar determinada o ser determinable.
  Ser lícita.
 Debe ofrecer un beneficio.

1.1.3. Elemento jurídico: El vínculo que permite diferenciar la obligación de


cualquier otra relación entre las personas.

Por tanto, es la relación jurídica que se establece entre el sujeto activo


y el sujeto pasivo, la cual permite al acreedor acudir ante el órgano
jurisdiccional a demandar al deudor en el supuesto de incumplimiento.

1.2. Evolución histórica de las obligaciones

            En el derecho romano primitivo, al no conocerse el término


obligación, se utilizaba, en su caso, el nexum, que tenía una connotación
más parecida a la de ligar o anudar, cuyo castigo se verificaba en la prisión o
cautiverio del deudor en caso de deudas, durante sesenta días, pudiendo el
acreedor vender como esclavo o quitarle la vida a su deudor.

            Con este comentario, como lo plantea Hurtado, se deja ver que entes
de hablarse de obligaciones, ya el derecho de crédito tenía una connotación
personal, pues de esa propia relación personal era que se desprendía el
derecho crediticio.

            La Ley de las XII Tablas estableció, en su tabla III, “De rebus et
crediti”, la forma de ejecución de los créditos, permitiendo al acreedor llevar

53
Apuntes de Derecho Romano II
al deudor a su casa como prisionero. Sin embargo, esta explicación tiene la
siguiente aclaratoria, el derecho antiguo romano sancionó a las personas
condenadas a causa de delitos, esto quiere decir que el derecho personal
nació en Roma confundido con el derecho delictual, por lo que el derecho
obligacional pasó por las siguientes etapas:

1.2.1. Venganza privada: El que causara un daño a la persona de otro,


estaba facultado a tomar justicia por sus propias manos, siendo
limitada esa venganza, según la tabla VIII, a la Ley de Talión – ojo por
ojo, diente por diente –. Un buen día, se entendió que no valía la pena
aplicarla y comprendieron que había otra forma.

1.2.2. Composición voluntaria: Se establecía un acuerdo entre la víctima y


el victimario, mediante el cual éste último indemnizaría por daños y
perjuicios, pero siempre la víctima exageraba en su pedimento.

1.2.3. Composición legal: Facultad que tiene la sociedad en fijar una tarifa.


Pero el acreedor pedía una garantía del deudor, siendo la primera de
ellas la privación de su libertad, permitiéndose el pago de una tercera
persona, conocida como vindex, que fungía como fiador de esa
relación.

En el año 326 a.C. se publicó la Lex Poetelia Papiria, la cual se


produce en favor de los deudores. El escritor Tito Libio la consideró
como “la aurora de una nueva libertad para los plebeyos”, porque de
ella se derivó el principio “pecunia creditae bona debitorus non corpus
obnexium esset”, es decir, las deudas del deudor se pagan con sus
bienes y no con su cuerpo.

A principios del derecho clásico, un pretor llamado Rufo Rutilio creó


una institución para la ejecución del cumplimiento de la obligación,
llamada Bonorum Venditio, que consistía en la venta en masa de la
totalidad de los bienes del deudor para el pago de sus deudas, Con
esta modalidad desaparece la ejecución sobre el cuerpo de la
persona.

Para llegar a ejecutarse los bienes del deudor, a través de la bonorum


venditio, se seguía con el presente procedimiento:

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Apuntes de Derecho Romano II
a) Inmisión a de la posesión. Es la separación del
patrimonio de manos del deudor. Las causas para
solicitar dicha inmisión eran las siguientes:

a.  Que exista la posibilidad de insolvencia del deudor.

b. Que se haya citado el deudor y no haya comparecido ni por sí, ni por


intermedio de un representante.

c. Que efectivamente el deudor se ha sometido a lo que dispone la Lex


Iulia Cessione et Bonorum, Si el deudor, voluntariamente, se separa
de la posesión del patrimonio para evitar la tacha de infamia, se debe
ratificar mediante edicto del pretor.

d. Que se trate de un deudor que ya ha sido condenado a pagar y no


pagó.

b) Nombramiento del curador que administraba el


patrimonio y titular de acciones que se encargaba de
buscar a los acreedores.

c)  Nombramiento de un síndico. Llegado el día de la


venta del patrimonio, éste hace un inventario de los
bienes y fija el precio de los mismos.

d) Adjudicación de los bienes. Es una subasta pública,


resultando un solo comprador (bonorum emptor) de
toda la masa patrimonial, con lo obtenido de la venta
se procede a pagar a los acreedores.

Esta figura de la Bonorum Venditio estuvo en vigencia


hasta unos años antes del imperio de Justiniano, sin
embargo, no desapareció del todo porque era
facultativa para el acreedor que deseaba aplicarla.

No obstante, surge la Bonorum Distractio, mediante la


cual la venta de los bienes no era de la totalidad del

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Apuntes de Derecho Romano II
patrimonio, sino de cosas detalladas que permitieran
cubrir las deudas.

Clasificación y fuentes de las obligaciones

1. División de las obligaciones

A. Obligaciones atendiendo al sujeto


a. Obligaciones del sujeto fijo: Son aquellas en las cuales
indefectiblemente los sujetos son los mismos desde el nacimiento
hasta la extinción de la obligación.

b. Obligaciones del sujeto variable o ambulatorias: Son aquellas en


que los sujetos indefectiblemente no son los mismos desde el
nacimiento hasta la extinción de la obligación.

Se puede observar claramente en la figura de los fiadores, ya que se


convierte en el nuevo acreedor del deudor.

c. Obligaciones de sujeto único: Aquellas obligaciones que deben


realizarse entre un acreedor y un deudor.

d. Obligaciones de sujeto múltiple: Modalidad de obligaciones en las


que nada impide que pueda celebrarse con do o más acreedores o
deudores. Se clasifican, a su vez, en las siguientes formas:

I. Parciarias o a prorrata (por partes): Aquellas en las que,


existiendo pluralidad de acreedores o deudores, éstos últimos
se obligan a cumplir con una parte de la prestación a alguno de
los acreedores.
II. Solidarias: Son aquellas en la que existiendo pluralidad de
acreedores o deudores, cualquiera de los primeros, con base
en términos legales, contractuales o a la cláusula que le dio
origen, tiene la facultad de exigirle a cualquiera de los
segundos el cumplimiento íntegro de la prestación.

En nuestra legislación, el Código Civil Venezolano contempla


las obligaciones solidarias en los siguientes términos:

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Apuntes de Derecho Romano II
Artículo 1.221. La obligación es solidaria cuando varios
deudores están obligados a una misma cosa, de modo que
cada uno pueda ser constreñido al pago de la totalidad, y que el
pago hecho por uno solo de ellos liberte a los otros, o cuando
varios acreedores tienen el derecho de exigir cada uno de ellos
el pago total de la acreencia y que el pago hecho a uno solo de
ellos liberte al deudor para con todos.

Contempla este dispositivo la posibilidad que existe de la


pluralidad de sujetos en una obligación, tanto desde el punto de
vista activo, como desde el pasivo. En el primero de los casos,
se puede observar la existencia de varios acreedores sobre una
misma obligación, pudiendo uno de ellos exigir la prestación de
su deudor, quedando éste liberado frente a todos.

Desde el punto de vista pasivo, se entiende la existencia de


varios deudores, razón por la cual, uno de ellos puede cumplir
con el pago de la obligación, liberando a todos los demás. En
esta ocasión, el resto de los deudores deberá pagarle su cuota
correspondiente al codeudor que haya pagado la totalidad.

Esta institución y estas condiciones también fueron conocidas


en el derecho romano, encontrándose tres clases de
solidaridad.

La primera de ellas es la conocida solidaridad activa,


entendida como aquella en la que existen varios acreedores y
un solo deudor, permitiendo que cualquiera de los acreedores
pueda exigir íntegramente el pago al deudor.
Por su parte, frente a la solidaridad activa, puede existir
también la solidaridad pasiva, siendo aquella en la que
existen varios deudores y un solo acreedor, por lo que
cualquiera de los deudores le paga al acreedor y todos quedan
librados de la obligación.

Finalmente, se presentó la llamada solidaridad mixta, en la


cual hay concurrencia o existen varios acreedores y varios
deudores, por lo que alguno de los acreedores puede exigir la

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Apuntes de Derecho Romano II
prestación a cualquiera de los deudores, con la misma
consecuencia de la extinción de la obligación.

Mientras que la solidaridad activa tiene su fuente de origen en


los testamentos y contratos, la solidaridad pasiva fundamenta
su existencia en la ley, siendo esas fuentes legales, como son
el hurto cometido por varios ladrones, los cotutores, los
cofiadores, los argentaris (banqueros) o mandatario común.

Para el deudor solidario significa una ventaja porque se le


facilita la obtención de un crédito y para los acreedores
constituye también una ventaja, porque si uno de los deudores
se hace insolvente, tiene a los otros para exigir el cumplimiento
de la obligación.

Ahora bien, una vez que el codeudor ha pagado la obligación al


acreedor o a los acreedores, el que ha pagado tiene el derecho
a que el acreedor que recibió el pago le transmita o realice una
cesión de las acciones o títulos valores de los demás deudores,
entendida ésta como el Recurso de Regreso.

- Modos de extinción de las obligaciones solidarias


 Pago de la deuda.
 La novación, entendida ésta como el contrato mediante el cual se
sustituye una obligación mediante una nueva.
  La remisión de la deuda, acto por el cual el acreedor renuncia
gratuitamente al derecho de crédito que tiene contra el deudor.
 El pactum de non pretendo in rem, acto por el cual el acreedor
promete no exigir la prestación a los deudores.
 Destrucción de la prestación por caso fortuito o fuerza mayor.

Hubo, de igual manera, otros casos según los cuales la obligación se


extingue para uno, pero no para los demás. Estas son:

 La confusión, según la cual en una persona se dan las cualidades de


acreedor y deudor.

 El pactum de non pretendo in personae, configurado cuando un


acreedor promete no cobrarle la deuda a uno de los deudores.

58
Apuntes de Derecho Romano II
 La compensación, mediante la cual las partes se hacen acreedor y
deudor recíprocamente entre ellos.

B. Obligaciones atendiendo al objeto

Plantea el derecho que todas las partes deben conocer en qué consiste la
obligación.

Recordando que el objeto debe ser determinado o determinable, con lo cual


el objeto de la prestación es identificado o con posibilidad de identificación,
se tienen las siguientes modalidades:

a. Obligación específica: Es aquella en la que su objeto está


plenamente determinado y sus partes conocen a qué están sometidos
para la exigencia o el pago, según sea el caso.

b. Obligación indeterminada:

I. Genéricas: Son aquellas que se pueden determinar por sus


elementos naturales o de género y, por tanto, por sus cualidades,
pudiendo sustituirse la prestación por otra.

Es una modalidad contraria a las específicas, ya que en éstas, el caso


fortuito es un eximente que tiene el deudor al cumplir con la
obligación; caso contrario es lo que ocurre con las genéricas pues no
existe eximente, pues el pago puede realizarse con cualquier objeto
que forme parte del género. Los romanos dijeron genus an quantitas
nunquam perit, es decir, el género y la cantidad nunca perecen.

Otro principio establece que res quae pondere, numero, mensura consistunt,


con lo que se quiere decir que las cosas pueden ser pesadas, contadas y
medidas.

Al establecerse una obligación genérica, se le concede al deudor el ius


eligendi, facultad que permite escoger el bien con el cual se va a pagar la
deuda, tal y como ocurre en el caso de los legatarios, si el testador no ha
dispuesto lo contrario.

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Apuntes de Derecho Romano II
II. Alternativas: Son aquellas que tienen por objeto una entre varias
prestaciones designadas en forma independiente, singular y disjunta,
porque en ellas se rige el principio plures res sunt in obligationi, sed
una in solutioni, es decir, varias son las prestaciones en una
obligación, pero solo una es la solución.

Estas obligaciones están caracterizadas por ser compuestas,


indeterminadas e indivisibles. En efecto, al estar conformada por
varias prestaciones independientes se considera compuesta; es
indeterminada porque el pago no está establecido en alguna
prestación en particular y es indivisible, por cuanto no se puede elegir
una porción de cada prestación.

Los romanos establecieron al deudor el ius eligendi, salvo pacto en


contrario, cumpliendo entonces el deudor en el momento del pago con
la elección de la prestación que considere más oportuna, incluso
pudiendo cambiar la elección, conforme al ius variandi.

Si el deudor entrega todo por error, le corresponde el ius eligendi al


acreedor, convertido ahora en deudor, de acuerdo con lo establecido
por Celso. Pero si el deudor entrega una por error, podrá pedir la
devolución y hacer entrega de la real.

Si una de las prestaciones se pierde por culpa del deudor pagará con
la otra, pero si el ius eligendi lo tiene el acreedor, puede pedir el valor
de la cosa perdida.

La legislación venezolana consagra las obligaciones alternativas en


los siguientes términos:
Artículo 1.216. El deudor de una obligación alternativa se liberta con
la entrega de una de las cosas separadamente comprendidas en la
obligación; pero no puede obligar al acreedor a recibir parte de la una
o parte de la otra.

III.  Facultativas: Son aquellas en las cuales el deudor está obligado a


cumplir con una prestación determinación pero se reserva la facultad
de liberarse pagando con otra, y se basa en el siguiente principio una
res est in obligatione, et altera facultate in solutionis, lo que significa

60
Apuntes de Derecho Romano II
que una cosa está en la obligación, pero otra cosa es la facultad de
pagar.
La voluntad de las partes es la única que constituyen las obligaciones
facultativas, sin embargo, el derecho romano dejó tres casos:

 La obligación noxal: El pater familiae está obligado a reparar


el daño causado por el filius familiae o el esclavo, entregándolo
o pagando el daño causado.

 La obligación que tiene el poseedor de la cosa hipotecada de


entregarla al acreedor de la obligación principal por el
incumplimiento del deudor, sin embargo, el derecho facultaba al
poseedor a pagarla.

 La obligación que tiene el comprador de devolver la cosa que


ha comprado si ha pagado menos de la mitad del precio de esa
cosa, empero, el derecho le faculta para conservar el bien y
pagar la diferencia.

IV.  Divisibles o indivisibles: Aquellas cuya prestación puede cumplirse


en forma fraccionada o en forma íntegra, respectivamente. Así lo
dispone el Código Civil Venezolano en su artículo 1.250, cuando se
establece que “la obligación es indivisible cuando tiene por objeto un
hecho indivisible, la constitución o la transmisión de un derecho no
susceptible de división.”

C. Obligaciones atendiendo al vínculo jurídico

a. Civiles y honorarias: Ambas están revestidas por acciones, pero la


diferencia radica en el magistrado que las sanciona, pues las civiles
eran sancionadas por la ley, las constituciones imperiales o los
senado consultos, en tanto que las honorarias por los pretores y
ediles. Otra diferencia se basa en su prescripción extintiva, pues
mientras las civiles eran perpetuas, las honorarias eran anuales, hasta
que Teófilo y Honorio, en el año 428 d.C. establecieron treinta años
para ambas.

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Apuntes de Derecho Romano II
b.  Civiles y naturales: Las primeras son aquellas llamadas también
perfectamente sancionadas, provistas de acciones y las segundas
eran imperfectas y desprovistas de acciones para su defensa, pero
que el derecho le concedió la exceptio, en caso del pago voluntario, tal
y como ocurre con lo establecido en el artículo 1.801 de la norma civil
adjetiva patria, al señalar que la ley no otorga acciones para reclamar
el pago a quienes hayan ganado en juegos de suerte, envite, azar o
apuestas.

2. Diversas fuentes de las obligaciones romanas

Las fuentes de las obligaciones son los innumerables hechos jurídicos que
dan origen a las obligaciones.

Los comentaristas comenzaron a revisar y encontraron que el jurisconsulto


Labeón (Próculo) dijo “unas cosas se hacen, otras se convienen y otras se
gestionan”; los comentaristas llegaron a la conclusión que las cosas que se
hacen son los delitos, las que se convienen son los contratos y las que se
gestionan son los negocios. Esto significó una enumeración de las fuentes de
las obligaciones.

Siguiendo con la investigación, se encontraron con los postulados de Gayo,


que dejó dos obras escritas, en efecto, en sus Institutas encontraron una
clasificación bipartita de las fuentes de las obligaciones, pues habla de los
contratos y los delitos.

II.1. Contratos: Son manifestaciones de voluntad destinada a


contraer obligaciones.

Para los romanos no todo acuerdo de voluntad era un


contrato, por tanto, se requería que ese acuerdo estuviese
sancionado por el derecho civil por una acción y, además,
que el propio derecho civil le diera una denominación
especial y propia a cada institución contractual.

El Código Civil Venezolano define a los contratos en los


siguientes términos:

62
Apuntes de Derecho Romano II
Artículo 1.133. El contrato es una convención entre dos o
más personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o
extinguir entre ellas un vínculo jurídico.

De ello se desprende el acuerdo de voluntad de las partes,


acuerdo que permite la creación, transmisión, modificación o
extinción de derechos.

II.2. Delitos: Son actos ilícitos que, por ocasionar un daño a


otro, está sancionado por el derecho con una pena o
sanción.

Los comentaristas determinaron que Gayo estudió la Ley de


las XII Tablas y que en ella se habla del hurto y la injuria,
estableciendo sanción para el infractor, y el otro hecho es
el nexum, desde el derecho antiguo, los romanos
contrajeron las formalidades del nexum como mecanismo
de pago de daños causados.

II.3.Diferencias entre las obligaciones contractuales y las


obligaciones delictuales
o Las obligaciones contractuales eran y son transmitidas a los
herederos, las derivadas de los delitos no.

o Las obligaciones contractuales se extinguían en Roma con


la capitis deminutio, las delictuales no.

o  Las obligaciones contractuales de los filius familiae hasta antes


de aparecer los peculios no eran responsabilidad del pater
familiae, pero las obligaciones del filius familiae derivadas de
los delitos, eran respondidas por el pater familiae.

o  Las obligaciones contractuales no daban origen de manera


legal a obligaciones solidarias, en tanto que las obligaciones
delictuales si, como es el caso del hurto cometido por varios
ladrones.

Gayo después se dio cuenta que había otros hechos que


engendraban obligaciones, y en su segunda obra Res

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Apuntes de Derecho Romano II
Cottiniae, repitió los contratos y los delitos, pero agregó
la Variae Causarum Figurae, es decir, las varias especies de
causa.

Luego, Justiniano también hizo referencia a las fuentes de las


obligaciones y empieza a coincidir con lo ya planteado en los
contratos y delitos, y procedieron a revisar minuciosamente las
varias especies de causa y todo aquello que se parece a los
contratos, pero no lo es, a los cuales llamaron Ex Quasi-
Contractus, y a los que se parecía a los delitos, pero no lo eran,
le denominaron Ex Quasi-Delictus, estableciendo una
enumeración para estos últimos:

I. El juez que hace suyo el proceso, dictando, de manera


intencional, imprudente o negligente, una sentencia que
perjudique a ambas partes.

II. El poseedor de la habitación que de su interior se lance un


objeto causando herida o muerte.

III.  El que dejare colgados objetos que dieren a la vía pública,
constituyendo amenazas.

IV. La responsabilidad constituida en Roma sobre los capitanes de


barcos y los dueños de posada o caballerías, quienes
respondían por los daños ocasionados por sus empleados.

Finalmente, Pothier y Bonfante concluyen revisando las fuentes


de las obligaciones y terminan señalando que fuentes de las
obligaciones son los contratos, los delitos, los cuasi contratos,
los cuasi delitos y agregan a la ley.

Modificación de las obligaciones

Las obligaciones deben cumplirse tal cual como han sido celebradas, pero
puede suceder que una vez convenida, lo prometido no se cumple, o que la
cosa no funciona (vicios ocultos). Cualquier alteración puede producir daños.

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Apuntes de Derecho Romano II
Las obligaciones pueden modificarse de varias maneras, bien porque su
eficacia inicial disminuya o aumente, o porque a la obligación principal se
sumen obligaciones accesorias que tienen acciones propias.

Chibly lo plantea como las causas de inejecución de las obligaciones. Señala


que el deudor en una obligación, hasta tanto se cumpla, debe adoptar un
comportamiento que no retarde o imposibilite el cumplimiento de dicha
obligación en los términos contraídos. Sin embargo, puede ocurrir que el
derecho de crédito no se ejecute debido a factores externos inimputables a la
voluntad del sujeto pasivo, situación que se conoce en la doctrina como
teoría de los riesgos o imprevisión, o bien que el incumplimiento sea
consecuencia de circunstancias imputables al propio deudor.

Es entonces necesario precisar la causa del incumplimiento con el objeto de


determinar la responsabilidad contractual pues, en el primero de los casos, el
deudor quedará liberado de su responsabilidad, en tanto que su
responsabilidad en la inejecución acarreará también la respuesta por los
daños ocasionados al acreedor. De allí que la doctrina, a los fines de la
responsabilidad contractual, divide las causas en a) factores de naturaleza
objetiva y, b) factores de naturaleza subjetiva.

Dentro de las causas modificativas de las obligaciones se pueden mencionar


la mora, el caso fortuito, la fuerza mayor, la evicción, los vicios ocultos y los
intereses.

A. LA MORA

La doctrina romana indica que la mora es el no cumplimiento culpable de la


obligación a su debido tiempo por el deudor (mora solvendi vel debitoris) o
la no aceptación de la prestación por el acreedor (mora accipiedi vel
creditoris), por lo que no cabe duda que hay que enfocar la mora desde el
punto de vista correspondiente, según sea el caso.

a. La mora del deudor

En cuanto a la mora del deudor, la misma consiste en el retardo en el


cumplimiento de la obligación por causas, motivos o factores imputables al
deudor. Según Pomponio, recogida en un rescripto de Antonino Pío, la mora
no se podía definir, pues era una situación de hecho y no de derecho, por lo
que correspondía al Juez apreciarla.

I. Requisitos para la mora del deudor

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Apuntes de Derecho Romano II
A pesar de esta opinión, se concluyó que para plantear la mora del deudor se
requería:

 Que se trate de una obligación civil y que tal derecho de crédito fuese
válido conforme a la ley. Por tanto la obligación tenía que estar
provista de una acción civil o pretoriana a fin de que el acreedor
pudiera pedir el cumplimiento forzoso en caso de que el deudor no lo
hiciera voluntariamente.

 Que se trate de una obligación de plazo vencido o exigible. No hay


mora en los casos de obligaciones condicionales o al término,
mientras no se haya verificado la condición o cumplido el término.

 Que el retardo sea culpa del deudor. Por tanto, el retardo en el


incumplimiento de la obligación asumida debe ser por culpa única y
exclusiva del deudor.

 Que se haya interpelado el deudor, es decir, que se haya cumplido el


acto por medio del cual el acreedor exigía al deudor el cumplimiento
de la obligación y lo podía realizar el acreedor mismo o su apoderado.

No obstante, hubo en Roma casos que no requirieron de la


interpelación y son aquellas obligaciones sometidas a plazo o
condición, pues cumplido el plazo se produce la interpelación, con
base en el principio “Dies interpella pro homine”, es decir, el día
interpela por el hombre.

II. Efectos jurídicos de la mora del deudor

 Se agrava la responsabilidad del deudor. En este caso el deudor será


responsable por la pérdida de la cosa debida, tanto por caso fortuito
como por fuerza mayor, incluso si se tratare de cosa cierta.

 El deudor queda obligado no solo a entregar la prestación, sino


también los frutos que genere desde el día de la mora.

  Si la prestación consiste en cantidades de dinero, el deudor moroso


tiene que pagar intereses moratorios.

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Apuntes de Derecho Romano II

El Código Civil Venezolano contempla la mora de forma indirecta; así,


los artículos 1.264 y 1.271 establecen lo siguiente:

Artículo 1.264. Las obligaciones deben cumplirse exactamente como


han sido contraídas. El deudor es responsable de daños y perjuicios,
en caso de contravención.

Este dispositivo consagra que tal y como fue convenido, debe


cumplirse la obligación, caso contrario, se incurre en responsabilidad
por los daños y perjuicios que el deudor ocasione por su falta de pago.

Artículo 1.271. El deudor será condenado al pago de los daños y


perjuicios, tanto por inejecución de la obligación como por retardo en
la ejecución, si no prueba que la inejecución o el retardo provienen de
una causa extraña que no le sea imputable, aunque de su parte no
haya habido mala fe.

Permite el artículo la prueba de que la inejecución del pago provenga


de una causa no imputable al deudor pues, en el caso contrario, no
solo será condenado al pago de la obligación, sino también de los
daños y perjuicios ocasionados.

III. Extinción de la mora del deudor


 Pagando la prestación objeto de la obligación con todos los frutos que
se hayan generado, así como los daños y perjuicios ocasionados.

 Por convenio entre el deudor y el acreedor.

 Por la mora del acreedor.

IV. La mora del acreedor

Respecto de la mora del acreedor, indica Chibly que se presenta


en el supuesto caso de que el acreedor, sin justa causa o motivo,
rechaza la oferta de pago íntegro y efectivo que le hace el deudor
en el lugar y plazo convenido.

67
Apuntes de Derecho Romano II
Por tanto, rehúsa injustificadamente las ofertas de cumplimiento
que le hace el sujeto pasivo, quien actúa ajustado estrictamente a
lo debido.

V. Requisitos para la mora del acreedor


 Que el deudor ofrezca realmente el pago, bien por sí mismo o por
intermedio de tercera persona con capacidad para pagar.

 Que el acreedor, en forma dolosa o culposa, retarde el incumplimiento


de la obligación por parte del deudor.

 Que el acreedor no concurra al lugar indicado en el contrato para


recibir el pago.

  Si el acreedor se encuentra ausente y no dejó nombrado


representante alguno para recibir el pago. En este caso, el deudor
desconoce la ubicación del acreedor y, por tanto, acude ante el
magistrado a notificar del pago.

Sin embargo, el derecho romano se planteó la permanencia del deudor con


el bien objeto de la obligación, por lo que resolvió la interrogante con la
posibilidad de abandono de la cosa y, luego, el derecho clásico contempla
que el deudor podía consignarla en una institución pía, para lo cual se fueron
creando a los fines de la consignación o depósito.

VI. Efectos jurídicos de la mora del acreedor


 Los riesgos se trasladan al acreedor, por lo que la pérdida o
destrucción de la cosa debida se transfieren íntegramente al
acreedor.

 Tiene la obligación de responder por daños y perjuicios, por lo que


debe indemnizar al deudor todos los daños que ocasione su
retardo injustificado en aceptar la cosa debida.

B. EL CASO FORTUITO

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Apuntes de Derecho Romano II
Pudo suceder en Roma que un hecho externo a la acción del deudor, por
tanto independiente a su voluntad, impidiera el cumplimiento de la obligación.
A esta situación la llamaron caso fortuito.

Ulpiano dejó la siguiente definición, “Fortuitus casus nullum humanum


consilium praevidere potest”, que quiere decir, ninguna inteligencia humana
puede prever un caso fortuito.

Vinnius dejó otra definición, “Casum fortuitum omne quod humano captu
praevidere non potest, nec cuiq praeviso potest resisti”, con lo que quiso
expresar que el caso fortuito es todo aquello que el hombre no puede prever,
y que previsto, no puede evitar.

El efecto jurídico del caso fortuito es que por razones de justicia, el deudor
queda eximido de toda responsabilidad.

En definitiva, se puede entender que el caso fortuito es todo aquello que no


se puede prever. El artículo 1.272 del Código Civil dispone: “El deudor no
está obligado a pagar daños y perjuicios cuando a consecuencia de un caso
fortuito o fuerza mayor, ha dejado de dar o de hacer aquello a que estaba
obligado o ha ejecutado lo que estaba prohibido”.

Esta disposición consagra los efectos básicos liberatorios del caso fortuito y
de la fuerza mayor en el derecho venezolano, al disponer la liberación del
pago de daños y perjuicios cuando el deudor a consecuencia de tales hechos
incumple una obligación de dar, hacer o no hacer. Como crítica merece
destacarse que para algunos autores los efectos de esta disposición legal
están ya contenidos en lo previsto en el artículo 1.271 del Código Civil,
referente a la causa extraña no imputable.

C. LA FUERZA MAYOR

Frente al caso fortuito se encuentra la fuerza mayor, aquel hecho que


si bien resulta previsible es imposible evitarlo. Esto es, que la
inejecución vendría dada por un acontecimiento que el deudor, aun
cuando haya podido preverlos, nada puede hacer para evitar su
realización.

a. Diferencias entre el caso fortuito y la fuerza mayor

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Apuntes de Derecho Romano II
 El caso fortuito es el hecho proveniente de la naturaleza o del hombre
que no ha podido preverse. Por otro lado, la fuerza mayor es el hecho
que si bien resulta previsible, aun así no puede ser evitado.

 La fuerza mayor aparece como un grado máximo del caso fortuito, por
lo que si este último no puede evitarse con determinada diligencia la
fuerza mayor es inevitable, sea cual fuese la diligencia que se hubiere
puesto.

D. LA EVICCIÓN

Señala Bonfante que, “se da la evicción cuando el que adquirió una cosa o
un derecho sea privado de ella judicialmente por el verdadero titular en todo
o en parte, sin su culpa, pero por un vicio inherente al derecho de su
causante.”

La evicción ha de entenderse como la privación o la perturbación judicial que


sufre el comprador o adquirente en virtud de un derecho que corresponde a
un tercero por un vicio de derecho del enajenante

a. Etapas de la evicción en Roma


 Venumdatio: Es la realización de la venta por medio de la
mancipatio. El vendedor responde por evicción a través de la Actio
Auctoritatis, que intenta contra él el comprador evicto, quien ocurre
ante el magistrado y exige la presencia del vendedor para probar ser
el propietario, en caso contrario, el juez le condena a pagar el doble al
comprador evicto.

  Doble estipulatio: Mediante ella, el vendedor le transmite la


propiedad al comprador a través de una promesa, y una segunda
promesa realizada por el comprador de pagar la prestación.

 Consensual: En el derecho clásico romano, la compra – venta


adquirió la categoría consensual, sin embargo, para que el vendedor
responda por evicción tenía que realizarse la estipulación.

  Acercándose a la época de Justiniano, la evicción se convierte en


elemento natural de la compra – venta y el comprador puede hacer
uso de la Actio Empti.

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Apuntes de Derecho Romano II

La norma sustantiva civil venezolana consagra, en su artículo 1.504,


la figura de la evicción, en los siguientes términos:

Artículo 1.504. Aunque en el contrato de venta no se haya estipulado


el saneamiento, el vendedor responderá al comprador de la evicción
que le prive del todo o parte de la cosa vendida, y de las cargas con
que se pretenda gravarla, que no hayan sido declaradas en el
contrato.

b. Requisitos para que proceda la indemnización por evicción


 Que el comprador haya sufrido una privación en la posesión de la
cosa.

 Que esa privación emane de una sentencia judicial.

 Que el vicio de derecho sea inherente al enajenante y anterior a la


celebración del contrato.

 Que se produzca la notificación por evicción al vendedor.

E. LOS VICIOS OCULTOS

Los vicios ocultos son defectos que presenta la cosa y la imposibilitan para el
normal funcionamiento para la cual la ha adquirido el comprador.

El Digesto se refiere a vicios, defectos y enfermedades que pueden


presentar los esclavos y animales, tomando en cuenta solo las
enfermedades corporales y no las espirituales, clasificándolas en parciales y
totales.

a. Responsabilidad de los vendedores

            Corresponde a los vendedores responder con la calidad de las cosas


vendidas.

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Apuntes de Derecho Romano II
El derecho venezolano establece la responsabilidad por vicios ocultos,
consagrada tal responsabilidad en el artículo 1.518 del Código Civil
Venezolano, al consagrar que:

Artículo 1.518. El vendedor está obligado al saneamiento de la cosa vendida


por los vicios o defectos ocultos que le hagan impropia para el uso a que
esté destinada, o que disminuya el uso de ella de tal manera que si el
comprador los hubiera conocido, no la habría comprado o hubiera ofrecido
un precio menor.

Se revisan los instrumentos jurídicos existentes y en la Ley de las XII Tablas


se hace referencia a la responsabilidad del vendedor sobre los inmuebles
vendidos, sin encontrar disposiciones relativas a vicios sobre vicios ocultos
en muebles, esclavos y animales.

            Efectivamente, al no existir responsabilidad por vicios ocultos, los


vendedores concurrían a los mercados públicos a ofrecer su mercancía,
muchas veces defectuosas. Ante estos problemas, los compradores acudían
ante el edil curul a exponer sus quejas, por lo que se crearon dos acciones:

 Actio Redhibitoria: El comprador pide la recisión del contrato en un


lapso de seis meses, contados a partir del día de la realización del
contrato.

El Código Civil establece la acción redhibitoria en su artículo 1.525.


Consagra que el comprador debe intentarla en el término de un año,
contado desde el día de la tradición, en caso de tratarse de
inmuebles; de tratarse de bienes muebles, a los treinta días y, en
caso de animales, a los cuarenta días, éstos contados desde la
entrega.

 Actio Quantiminoris: Demanda introducida cuando la cosa adquirida


no funciona en su totalidad. Se concede una disminución al precio de
la cosa. Es una acción que se interpone dentro del año, contado a
partir de la fecha del contrato.

Para que sean considerados como vicios ocultos, deben ser:

 Evidentemente ocultos.

72
Apuntes de Derecho Romano II
  Grave, es decir, que la cosa no funcione total o parcialmente, sin
importar que el vendedor actúe o no con dolo para intentar cualquiera
de las dos acciones.

F. LOS INTERESES

Por último, se conocen los intereses, entendida como aquella obligación


accesoria de pagar una cantidad reiterada que corre a cargo de quien
disfruta de un capital ajeno, en proporción a su cuantía y al tiempo de su
disfrute.

Por todo ello, las características son:

 Siempre es una deuda pecuniaria.

 Es una obligación accesoria, depende de otra principal, que es la


restitución en el pago del capital utilizado.

 Al ser considerado los intereses como un fruto o producto del capital,


se engloban en la categoría de los llamados frutos civiles.

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