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Introducción.

Conocer a tu audiencia es la manera más eficiente de aliviar el


nerviosismo experimentado antes y durante una actuación pública. Este consejo,
sin embargo, va más allá de eso.

Comprender las características de nuestros oyentes ayuda a estructurar y


planificar el mensaje que deseamos transmitir.

Por esta razón, conoceremos los tipos de público y las expectativas que este trae
consigo, actuaciones del orador frente al público participante, algunas
circunstancias que podrían interrumpir el discurso

Desarrollo. Existe una gran diversidad de tipos de público, en los cuales cada
uno posee cualidades propias, que varían de la personalidad de quienes los
conforman.
Por su grado de Preparación
Publico culto o especializado: Se caracteriza por poseer conocimiento y
experiencia en el tema, su intención es actualizarse, obtener información
complementaria sobre aspectos de interés o ampliar sus áreas de conocimiento a
través de la exploración de nuevos tópicos afines. El discurso dirigido a un público
especializado debe adaptar el lenguaje y vocabulario al nivel de este tipo de
espectador, ofrecer datos, estadísticas e informaciones concretas como
explicaciones bien sustentadas sobre bases lógicas y comprobables.
Público coloquial o popular: Es un público no especializado, al que se
recomienda hablarle con lenguaje sencillo e informal, apoyados en un discurso
abundante de ejemplos, anécdotas y el uso del sentido del humor, a fin de que el
mensaje pueda ser captado en forma amplia y amena por todos.
Por su Composición
Público homogéneo: Es cuando las características del público guardan cierta
similitud entre sus participantes y uniformidad respecto a la edad, preparación e
intereses; esto permite al orador particularizar y adecuar los puntos de la
exposición.
Público heterogéneo: Heterogeneidad implica variedad, diversidad. Desnivela
claramente la receptividad del mensaje. Cuando se están en frente de personas
de distintas edades, culturas, sexos, religiones o tendencias políticas, el orador se
ve en la necesidad de abordar cada idea desde distintos puntos de vista, de
ejemplificar lo suficiente y de ser especialmente flexibles con las opiniones.
Por su ubicación:
Público presencial: Es aquel público que asiste personalmente al lugar donde el
orador realizará su participación y presencia su discurso.
Público distante: Son las personas que físicamente no están presente en el
lugar del discurso sino que tienen acceso al éste a través de un medio tecnológico
como por ejemplo: la televisión, la radio, el internet, etc.

Por su motivación:

Público interesado: Lo constituyen las personas animadas en participar y


aprender, suelen ser muy receptivos a la información y poseen la capacidad para
integrarse y cooperar en la actividad.

Público desinteresado: Son el tipo de público que no está interesado en


información planificada por el orador, muchas de estas personas suelen asistir por
deber o compromiso y otros por algún interés en particular, como es el caso de los
talleres en los que entregan certificados.
Una de las variables que posee mayor relevancia en la interacción orador-público
se apoya en tener claridad referente a lo cual aquel público espera del orador.
Por lo general, las que se nombraran a continuación, son algunas de las
expectativas más comunes:
El público espera que el orador este presente, por lo que deberíamos mirar a los
presentes a los ojos en lugar de enfocarnos en algún punto al azar; De igual
manera, las personas quieren vernos por lo cual debemos colocarnos en algún
lugar en el que estemos ante la vista de todos.
Naturalmente, las personas que asistan desean conocer cosas novedosas, ya que
nadie va a desperdiciar tiempo y dinero ver algo que ya conoce, para esto
podríamos implementar nuestra creatividad para llamar su atención.
En la relación existente entre el orador y el público hay un elemento que es un
tanto delicado, este es la participación del público. En algunos casos en estas se
podría demostrar admiración, respeto y comprensión, pero en otros simplemente
se manifiesta algún desacuerdo, resentimientos, envidias e incluso resistencia a la
autoridad.
Para evitar esto podemos mantener a la audiencia reunida y cercana, en el caso
de que el ambiente sea mayor a la cantidad de personas, invitemos a los
participantes a agruparse y acercarse. Y si realizamos preguntas al público,
tratemos de que las respuestas a estas sean cortas, concretas y unánimes.
Al momento en que estemos exponiendo nuestro discurso pueden hacer acto de
presencia algunas circunstancias que puedan interrumpirlo, algunas son:
RUIDOS: Si son internos, como golpeteos, simplemente solicitamos silencio y un
poco de consideración, si son externos se le puede pedir a una persona
autorizada que busque la causa e intente darle una solución.
FALLAS TECNICAS: Todos los aspectos logísticos deben revisarse y deben
tenerse repuestos que puedan requerirse.
TIEMPO: Si contamos con un tiempo limitado por x casusa, seamos concretos y
asegurémonos de hacer llegar nuestros mensajes utilizando pocas palabras y
ejemplos precisos.
Conclusión. Así que, para poder convertirnos en los mejores oradores que
podamos ser, primero que todo tendremos que entender a quién le vamos a dirigir
el mensaje y poder decidir si es necesario añadir detalles o si por el contrario lo
importante son las ideas globales. De esta manera seremos capaces de
enfrentarnos a cualquier tipo de público, grandes, pequeños, expertos…da igual
quien sea, estaremos preparados para alcanzar el objetivo final: comunicar.

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