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SEXTO.

- Principios del Derecho del Trabajo


6.1. Deben tenerse en cuenta, también, los principios del Derecho del Trabajo que dan
sustento a esta especialidad Para Américo Plá Rodríguez 1, son “Líneas directrices que
informan algunas normas e inspiran directa o indirectamente una serie de soluciones por
lo que pueden servir para promover y encauzar la aprobación de nuevas normas, orientar
la interpretación de las existentes y resolver los casos no previstos”2.
6.2. Dentro de dichos principios encontramos el de Primacía de la realidad, el que
“significa que en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de
documentos o acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en
el terreno de los hechos”3.
Asimismo, tenemos que la doctrina ha desarrollado que “En aplicación del principio de
primacía de realidad, en caso de surgir discordancia entre los hechos verificados y lo que
se advierte de los documentos o actos formales debe siempre privilegiarse los hechos
constatados. En tal sentido la norma conceptúa que en virtud de este principio se debe
privilegiar los hechos vinculados sustantivamente con el trabajo sobre los actos formales
que difieran de la naturaleza de tales situaciones. Así planteado, el Principio de primacía
de la realidad tiene como finalidad evitar situaciones de fraude y simulación para evadir la
aplicación y garantías de las normas del derecho del trabajo; siendo así, como se ha
señalado, una expresión del carácter tuitivo que irradia a todo el Derecho del Trabajo. Ello
ha llevado a Plá Rodríguez a señalar que «la existencia de una relación de trabajo
depende, en consecuencia, no de lo que las partes hubieren pactado, sino de la situación
real en que el trabajador se encuentre colocado y es que (...) la aplicación del derecho del
trabajo depende cada vez menos de una relación jurídica subjetiva, cuanto de una
situación objetiva, cuya existencia es independiente del acto que condiciona su
nacimiento» Respecto a su contenido y apreciación, este principio supone la existencia de
dos verdades que se encuentren en discordancia, una formal o documentaría y otra
material, es decir, que surge de la realidad fáctica. Es claro que, su aplicación determina
el reconocimiento jurídico de la verdad material, prescindiendo de la formalidad
manifestada o adoptada por las partes. De este modo, podemos afirmar que este principio

1 Plá Rodríguez, Américo. Los Principios del Derecho del Trabajo. Ediciones Depalma, Buenos Aires 1998, tercera edición
actualizada, página 14.
2 Plá Rodríguez, Américo. Ob. Cit., página 14.
3 Plá Rodríguez, Américo. Ob. Cit. Página 313.
es la consagración en materia laboral del conocido aforismo civilista, según el cual “las
cosas son lo que su naturaleza y no su denominación determina”4.
6.3. En la sentencia del Tribunal Constitucional 276-2008-PA/TC se señaló que “Este
Colegiado, en relación al Principio de primacía de la realidad, que es un elemento
implícito en nuestro ordenamiento jurídico y, concretamente, impuesto por la propia
naturaleza tuitiva de nuestra Constitución, ha precisado, en la STC N. 01944-2002-AA/TC,
que "( ... ) en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de los
documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno
de los hechos" (Fund. 3). 6. Por lo tanto, habiéndose determinado que el demandante - al
margen de lo consignado en el texto de los contratos de locación de servicios suscritos
por las partes - ha desempeñado labores en forma subordinada y permanente, es de
aplicación el principio de la primacía de la realidad, en virtud del cual queda establecido
que entre las partes ha habido una relación de naturaleza laboral y no civil; por lo que la
demandada, al haber despedido al demandante sin haberle expresado la causa
relacionada con su conducta o su desempeño laboral que justifique dicha decisión, ha
vulnerado su derecho constitucional al trabajo, pues le ha despedido arbitrariamente”.

NOVENO.- Presunción de Laboralidad


9.1. El artículo 23 de la Ley N.° 29497, en su Inciso 23.2, enuncia que “Acreditada la
prestación personal de servicios se presume la existencia de vínculo laboral a plazo
indeterminado, salvo prueba en contrario”.
9.2. “En ese contexto, si bien el artículo 23.2 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo N.°
29497, señala que, si la parte demandante acredita la existencia de una prestación
personal de servicios, consecuentemente, el juzgador debe presumir la concurrencia de
los otros elementos (remuneración y subordinación) para la configuración de una relación
laboral, salvo prueba en contrario; cierto es, que dicha facilitación probatoria no implica
una ausencia de probanza de parte del trabajador demandante, toda vez que por lo
menos debe aportar indicios racionales del carácter laboral de la relación bajo discusión.
En ese sentido y, atendiendo a la nueva estructura del proceso judicial laboral prevista en
la Nueva Ley Procesal del Trabajo, es necesario que los jueces actúen sesudamente en
la aplicación de la presunción de laboralidad, exigiendo verdaderos indicios a los

4 http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/viewFile/16972/17273. Consultada el 24/06/2019.


trabajadores que la invoquen, pues no se trata de eximir de toda prueba al demandante
sino solamente de facilitarle dicha actividad”.
DÉCIMO.-
El Tribunal Constitucional, en la sentencia recaída en el expediente 02102-2011-PA/TC,
en los fundamentos tres y cuatro señala que:
“3. Para determinar si efectivamente existió una relación laboral entre las partes que
fue encubierta con recibos por honorarios profesionales sucesivos, este Tribunal debe
analizar en detalle los hechos de la relación originada y mantenida entre las partes, por
cuanto para establecer si una persona es o fue trabajador, se debe decidir sobre la
base de la realidad y no sobre la base de la forma del contrato.
4. Pues bien, para determinar si existió una relación laboral entre las partes encubierta
mediante una relación civil, este Tribunal debe evaluar si en los hechos se presentaron,
en forma alternativa y no concurrente, los siguientes rasgos de laboralidad: a) el control
sobre la prestación de servicios o la forma en que ésta se ejecuta; b) la integración del
demandante en la estructura organizacional de la Sociedad; c) si la prestación fue
ejecutada dentro de un horario determinado; d) si la prestación fue de cierta duración y
continuidad; e) el suministro de herramientas y materiales al demandante para la
prestación del servicio; f) el pago de remuneración al demandante; y, g) el
reconocimiento de derechos laborales, tales como las vacaciones anuales, las
gratificaciones y los descuentos para los sistemas de pensiones y de salud”.

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