“REFLEXIÓN SOBRE MI PRÁCTICA DOCENTE”

Enseñar va mucho más allá de una simple transmisión de conocimientos, es

entregar el alma en cada clase, es divertir, jugar, aprender y sensibilizar, es dar las
herramientas necesarias para las situaciones diarias de la vida. Va mucho más
allá de cumplir un simple horario escolar e impartir los contenidos marcados en el
plan y los programas de estudios, estos son solamente la base para dar un
significado verdadero a cada uno de los contenidos, lograr que los alumnos se
apropien, lo pongan en práctica y descubran la importancia de aprender.
La docencia es una hermosa profesión y a la vez un gran reto, puesto que es una
profesión en la que trabaja con materia humana, por tal motivo es indispensable
contar con los requerimientos que la sociedad demanda, actualizarse
constantemente, aprender y poner en práctica día con día lo que se aprende.
Reflexionar con respecto a la práctica docente, requiere determinación,
observación, autoevaluación y autoanálisis crítico y reflexivo, todo ello para
detectar nuestras habilidades, fortalezas y actitudes y así saber en qué áreas
necesitamos mejorar, y lo que debemos modificar en nuestra labor frente a grupo
para tener mejores resultados.
Día a día en dicho quehacer debemos poner en práctica estrategias que
favorezcan las habilidades y conocimientos de los alumnos, utilizar material
concreto, atractivo e interesante para el alumno, el cuál despierte en ellos la
curiosidad por llegar más allá de una simple memorización, sino que hagan suyo
dicho conocimiento.
Planear las clases es una herramienta necesaria para trazar una ruta, una línea la
cual seguir para tener una secuencia ordenada de lo que se requiere en el interior
de las aulas, realizando las adecuaciones pertinentes de acuerdo a los estilos y
ritmos de aprendizaje según el grupo y así poder alcanzar los aprendizajes clave.
Analizar las estrategias aplicadas, descartar las poco funcionales, hacer
adecuaciones acordes a las necesidades del grupo, y buscar nuevas opciones
acordes al contexto.
Finalmente puedo concluir mencionando que un maestro del actual siglo XXI tiene
que hacer uso notable de las tic, estos cursos que se nos imparten nos sirven de
gran ayuda precisamente para realizar una reflexión acerca de mi práctica
docente, pues a lo largo de todas las actividades realizadas voy analizando acerca
de lo que necesito fortalecer para mejorar dicha profesión.