Está en la página 1de 3

19 de abril: una historia mal contada

Por Daniel Morales

Un 19 de abril de 1810, según dicen, Venezuela declaró su independencia. Pero, en realidad,


ese día se formó una junta conservadora de los derechos del rey Fernando VII, con el fin de
buscarle solución al problema que había generado Napoleón Bonaparte, tras colocar a su
hermano mayor José Bonaparte, como soberano del reino español. Dicha junta se reunió en
los alrededores de Caracas —para ser específicos: en la actual Casa Amarilla frente a la
plaza Bolívar (plaza que aún no existía y era un mercado)—, para reclamar los derechos
legítimos del rey sobre estas tierras.

Fernando VII, desde su cautiverio, ordena que se formen de inmediato Juntas Populares
para la defensa de la legalidad y la fidelidad al rey “os pido a todos mis súbditos, que forméis
juntas de gobierno para que os sirva de defensa en contra de las pretensiones
napoleónicas”. Siguiendo de esa manera, las órdenes de Fernando, el 29 de mayo de 1808
se instala la Junta de Sevilla. Caracas imitará, dos años después, a Sevilla formando también
su junta. El 15 de julio de 1808, llega a Caracas, procedente de Francia Paul de Lamanon,
enviado con la misión de que se reconociera como nuevo rey de España a José Bonaparte y
por supuesto, La reacción de los mantuanos fue inmediata. La familia Bolívar, Ribas,
Montilla, entre otras; organizarían una protesta para pedir la expulsión de dicho personaje del
país.

19 de abril

Aquel 19 de abril, era jueves santo y que el pueblo de Caracas asistía a las exequias.
Emparan, quien también se dirigía a la catedral para participar en los actos, fue abordado por
un grupo de criollos que lo llevaron a la sala del cabildo. Entre ellos el Juan Germán Roscio y
un tal José Félix Ribas.

José Félix Ribas fue uno de los principales agitadores de aquella fecha, él se encargó de
exaltar a muchos de los vecinos para que involucraran en aquellos sucesos.

—Usted va a venir con nosotros —dijeron aquellos que abordaron a Emparan—,


tenemos asuntos importantes que arreglar.

Vicente Emparan, capitán general de, valga la redundancia, la Capitanía General de


Caracas; ejercía sus funciones y se oponía de manera rotunda a dicha junta, no tuvo más
remedio que dirigirse al cabildo caraqueño. Intervenciones larguísimas demoraban el punto a
tratar "Que si tú. Que si yo", en eso se fue el tiempo de la reunión pautada para defender al
soberano (que no era el pueblo).

La sala se encontraba repleta y la reunión cada vez se hacía más tormentosa. Diferentes
voceros llegaron a tal punto de proponer Emparan para presidir dicha junta, pero a ello se
opuso radicalmente el padre José Cortés de Madariaga, sacerdote chileno quien era,
decididamente, partidario de la independencia absoluta.

Emparan, ya cansado de los dimes y diretes de los que en la sala se encontraban, decide
retirarse. En eso, Francisco Salias, lo toma del brazo y le exige que se quede enérgicamente,
conminándolo a que regresara al Cabildo “usted debe quedarse. Aquí está en juego el futuro
y la salvación pública”, por ese acto, Salias casi es puesto preso. Entonces es cuando
Emparan, dando media vuelta hacía el público presente en la sala expresó:

—¿Quieren ustedes mi mando? —Preguntó el capitán general de Caracas, con voz entre
temerosa y molesta—.

Los presentes, rotundamente, dijeron que no.

—Entonces, yo tampoco quiero el mando —dijo Emparan, dando la espalda a sus antiguos
súbditos y saliendo del recinto de manera airada.

Dos días más tarde, fueron trasladados al puerto de La Guaira: el ex capitán general Vicente
Emparan, el Intendente Vicente Bassadre, el Auditor José Vicente Anca, todos los Oidores
de la Audiencia, el fiscal general de la misma y un grupo de colaboradores del régimen de
Fernando VII. Al mismo tiempo les fueron cancelados los viáticos, un poco más de 18.000
pesos.

La recién nacida Junta de Gobierno, que representaba un evidente cambio politico, contó dos
presidentes: José de las Llamozas y Martín Tovar Ponte; Juan Germán Roscio, como
ministro de asuntos exteriores; Lino de Clemente, como ministro de marina y guerra; Nicolás
de Anzola, como ministro de Gracia y Justicia; y por último pero no menos importante,
Fernando Key Muñoz, como ministro de hacienda; adicionalmente, se contó con 21 vocales.

En los días posteriores al 19 de abril de 1810, la Junta de Caracas envió delegados a las
diferentes provincias que conformaban la Capitanía General de Caracas, y con ello, se logró
la participación de las demás jurisdicciones como: Barcelona y Cumaná, el 27 de abril;
Margarita, el 4 de mayo y un día después Barinas; Mérida y Trujillo fueron las ultimas en
conformarse, el 16 de septiembre y 9 de octubre respectivamente. Las de Guayana, Coro y
Maracaibo se incorporaron mucho después.

El 25 de abril de 1810, se instaló la Junta Suprema de Caracas, de cuyo seno emergerían las
principales figuras que lucharon por la independencia de Venezuela, la cual sería proclamada
el 5 de julio de 1811.

De inmediato comenzó a dictar una serie de medidas de gran importancia en materia


tributaria y económica. “Nosotros, como fieles defensores del pueblo caraqueño, eliminamos
el impuesto de alcabala sobre los comestibles; decretamos la libertad de comercio con
naciones amigas y neutrales; suprimimos los derechos de exportación; prohibimos el tributo
indígena; y también queda prohibido la entrada de esclavos a nuestro país”. Asimismo,
crearon la "Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía", para el fomento de la agricultura
y la industria.

La Junta Suprema llevó a cabo gestiones diplomáticas en el exterior: el 27 de abril se dirigió


a los Cabildos de las capitales de América Española, explicándoles su posición frente a la
Regencia. Simón Bolívar, Luis López Méndez, junto a Andrés Bello, salen con rumbo a
Londres con el fin de establecer relaciones diplomáticas con los ingleses y arribarán el 14 de
julio de 1810; y será Francisco de Miranda quien les organice los encuentros con el gobierno
inglés.
Desde aquel 19 de abril de 1810, comenzaría el proceso de formación de la Primera
República, que quedaría por sentada el 5 de julio de 1811, día que se firmaría el Acta de la
Independencia absoluta de Venezuela y la separación definitiva del Reino de España.

Algunas anécdotas

Bolívar no estuvo presente, ya que se encontraba en confinamiento en San Mateo. Francisco


de Miranda, llegaría meses después ya que, para esa fecha, no tenía permitida la entrada al
país, sin embargo sus ideas revoloteaban en el aire y muchas personas pensaban que era
momento de realizar el sueño de Miranda de 1806. Germán Roscio es uno de los promotores
para que a Miranda se le permita entrar al país, y sería él, el que después lo combatiría por
tener ideas extremistas.

Miranda sabía que era el momento de actuar y que tenía que volver a su país natal. Ya no en
una expedición suicida como en 1806, sino como un hombre digno ante la ley.

También podría gustarte