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2. EL REFORMISMO DE LOS BORBONES.

En el interior de la península Ibérica, la guerra de Sucesión (1701-1713) evoluciona hacia una


guerra civil entre los partidarios del nieto de Luis XIV, Felipe de Borbón, duque de Anjou,
apoyado mayoritariamente en la corona de Castilla, y los austracistas de la corona de Aragón, a
quienes el archiduque Carlos de Austria (1685-1740) promete respetar sus instituciones y
fueros. A su término, los Tratados de Utrecht y Rastatt suponen para la monarquía hispánica la
pérdida de algunos territorios europeos, además de Gibraltar y Menorca, concesiones en el
comercio con América y el acceso de la dinastía borbona al trono, convirtiéndose en un Estado
satélite de Francia.

 Durante su reinado, de régimen absolutista, Felipe V (reinado 1700-1746) sigue el


modelo francés y acomete una serie de reformas con el objetivo de establecer un Estado
centralizado y unificado administrativamente. Así, se aplican los Decretos de Nueva Planta, que
imponen las instituciones, legislación y fiscalidad de la corona de Castilla al resto de los
territorios de la monarquía hispánica, lo que, en la práctica, significa el fin del modelo de
conglomerado de reinos y el nacimiento del reino de España.

Además, bajo la supervisión del ministro Jean Orry (1655-1719), el sistema polisinodial de
consejos da paso a la creación de Secretarías de Estado y del Despacho, precursoras de los
actuales ministerios; como secretario de Estado, cabe destacar la figura de José Patiño (1655-
1736). Territorialmente, el modelo de virreinatos desaparece, creándose capitanías generales;
además, se importa el modelo francés de intendencias provinciales, que constituyen un escalón
intermedio entre la administración central y la local. También se acomete la reforma de la
armada y del ejército, estableciéndose un servicio militar obligatorio mediante el sistema de
quintas. Por último, cabe destacar una política regalista, que afianza a la monarquía sobre la
Iglesia, así como la promulgación de la Ley de Sucesión Fundamental, según la cual las mujeres
solo pueden heredar el trono en caso de no existir herederos varones.

La política exterior se centra en la defensa del Imperio colonial, básico en un contexto


mercantilista. También son muy significativos los llamados pactos de familia, mediante los
cuales España se va a alinear con Francia en su pugna con Gran Bretaña. Muestra del control
francés sobre la política española es la presencia en la corte de personajes como la princesa de
los Ursinos (1642-1722). La alianza con Francia y el matrimonio de Felipe V con Isabel de
Farnesio (reinado 1714-1746) permite la recuperación de algunos territorios italianos.

 Fernando VI (reinado 1746-1759) cuenta en su gobierno con el marqués de la Ensenada


(1702-1781), quien aborda la reforma de la Hacienda. Su principal proyecto es el catastro
(1749), con el que se pretende la unificación fiscal grabando las propiedades de todos los
habitantes, incluidos los estamentos privilegiados; aunque la oposición de estos últimos no va a
permitir aplicarlo. Aun así, adopta otras medidas que surten un efecto positivo en la economía.

La política exterior de Fernando VI se caracteriza por la diplomacia pacífica y por el


abandono de los pactos con Francia, adoptándose una posición más cercana a Gran Bretaña.

 El reinado de Carlos III (reinado 1759-1788) se enmarca dentro del despotismo ilustrado.
Con el marqués de Esquilache (1699-1785) e ilustrados como Pedro Rodríguez de Campomanes
(1723-1802) y Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), se impulsa un ambicioso programa

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de reformas, que, sin embargo, se va a encontrar con la fuerte oposición de nobleza y clero.
Además, las malas cosechas y el malestar del pueblo hacia los extranjeros del gobierno
desembocan en el motín de Esquilache (1766), siendo este destituido.

A partir de entonces, se aplican medidas más conservadoras con la entrada en el gobierno


del conde de Aranda (1719-1798) y el conde de Floridablanca (1728-1808), de quien destaca el
primer censo de población española (1787) elaborado con técnicas estadísticas modernas.
Carlos III también ejerce una política regalista, expulsando de España a la Compañía de Jesús y
limitando las actuaciones del Tribunal de la Santa Inquisición. También es reseñable la creación
de la Lotería Nacional (1763) y del Banco Nacional de San Carlos (1782), así como una intensa
actividad constructiva y urbanística, conocida como el “mal de la piedra” del monarca.

En el exterior, Carlos III abandona la actitud pacifista y vuelve a alinearse con Francia en el
último tramo de la guerra de los Siete Años y en la guerra de Independencia americana.

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3. LA ECONOMÍA.

3.1 LA ACTIVIDAD AGRARIA.

La existencia previa de un modelo autárquico y de subsistencia, caracterizado por su baja


productividad, provoca hambrunas y fuertes oscilaciones de los precios. Sin embargo, a lo largo
de esta centuria, la roturación de nuevas tierras y la extensión de los cultivos procedentes de
América, como la patata o el maíz, permiten un aumento de la producción, el cual resulta en un
importante crecimiento demográfico.

Los Borbones toman algunas medidas, como la limitación de los privilegios de la Mesta, el
repartimiento de tierras comunales al campesinado, la colonización de territorios, como Sierra
Morena, y la construcción de obras públicas, como el canal Imperial de Aragón y diversos
pantanos. Sin embargo, la pervivencia de la mentalidad rentista de los grandes propietarios
impide una transformación profunda.

3.2 LA ACTIVIDAD ARTESANAL E INDUSTRIAL.

La actividad artesanal tiene un menor peso, aunque el rígido monopolio gremial, con altos
precios de los productos e incapacidad para abastecer la demanda del mercado, empieza a
romperse con una incipiente actividad manufacturera desarrollada en el ámbito rural.

Los Borbones impulsan la creación de las Reales Fábricas, enfocadas, principalmente, a la


elaboración de productos de lujo, como la de tapices o la de cristales. También adquiere cierto
peso la industria textil en Cataluña. Resulta sorprendente la aprobación de la Real Cédula de
Oficios Honrosos (1783), con la que Carlos III (reinado 1759-1788) intenta estimular la iniciativa
de actividades comerciales e industriales. En general, se establece un substrato propicio para el
desarrollo industrial, que sería arruinado durante el periodo de Carlos IV (reinado 1788-1808) y
su ministro Manuel Godoy (1767-1851), la guerra de Independencia y la involución del reinado
de Fernando VII (reinado 1808/1814-1833).

3.3 EL COMERCIO.

Con la implantación de los Decretos de Nueva Planta de Felipe V (reinado 1700-1746), se


eliminan las fronteras entre reinos, favoreciéndose la circulación de productos en el mercado
interior. Se emprende un frustrado plan de carreteras y se comienza la construcción del canal de
Castilla para facilitar el transporte de mercancías. El comercio colonial se intenta revitalizar
mediante la creación de las denominadas compañías privilegiadas, al estilo de la Compañía
Británica de las Indias Orientales, aunque con menor éxito. Por otra parte, se pierde el
monopolio comercial con América, permitiéndose la libre navegación (1735) y la apertura de
puertos al comercio (1778).

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