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Alteraciones del Pensamiento.

En virtud de la complejidad del pensamiento, como proceso cognoscitivo superior, es innegable que está sujeto a verse
afectado por diferentes situaciones. Es precisamente de esas afectaciones que se ocupa la presente lección. Lo que se espera
es que los estudiantes reconozcan las alteraciones del pensamiento que son más frecuentes y conocidas, en contraste con su
funcionamiento normal.
 El pensamiento normal, dice Marietan (1994), se caracteriza por ser organizado, coherente, elástico, versátil, tener plasticidad
y ritmo. Cuando alguna de estas características empieza a escasear se puede asegurar que hay presencia de una alteración
del pensamiento. Es organizado porque tiene una determinada finalidad que se expresa por una temática (contenido) que
mantiene una continuidad (curso). La temática incluye una idea directriz que es complementada por ideas secundarias. La
voluntad y el interés mantienen la constelación de ideas asociadas hasta llegar a la finalidad propuesta. Es coherente porque
sigue las leyes de asociación y respeta, una vez expresado, la sintaxis gramatical sujeto-predicado (alterado en la
incoherencia).Es elástico porque puede incurrir en detalles (ideas secundarias) alejándose algo de la idea principal para luego
volver a la misma (alterado en la prolijidad). Es versátil, puede variar de tema (alterado en la rigidez). Tiene plasticidad, puede
pasar de un tema a otro sin brusquedad. Tiene potencialidad ideopráxica porque una idea puede desarrollarse y generar una
acción. (p. 7)
 Sin embargo, es necesario precisar, que una cosa son las alteraciones del pensamiento y otra las enfermedades mentales.
Puede decirse que las enfermedades mentales corresponden a conceptos más amplios que las puras alteraciones. Para mayor
ilustración, en una enfermedad mental pueden identificarse una o más alteraciones del pensamiento.
 Las alteraciones del pensamiento se agrupan en dos grandes categorías: alteraciones del curso o ritmo y alteraciones de
contenido. Se denominan alteraciones del curso del pensamiento a las distintas fallas o disonancias que se pueden identificar
en el flujo del discurso por medio del cual se pretende informar de las ideas.
 Las alteraciones del curso del pensamiento que son más conocidas son la aceleración o taquipsiquia, el retardo o
inhibición, la prolijidad, la rigidez, la perseveración, la estereotipia y la verbigeneración.
 La aceleración del pensamiento es una alteración del ritmo del pensamiento donde el paciente vivencia una mayor velocidad
de la asociación de ideas (Taquipsiquia), y puede expresar un aumento de palabras por unidad de tiempo (taquilalia,
verborragia) y/o un aumento de su actividad motora (inquietud). Básicamente lo que ocurre es que el pensamiento ha
aumentado su velocidad de un modo descontrolado, al punto que el sujeto no logra regularlo voluntariamente. Puede
interpretarse como inundación de la consciencia por un flujo de ideas que el sujeto no puede detener.    
El retardo o inhibición se refiere al enlentecimiento del pensar, una carencia de ideas o dificultad para avanzar en las ideas.
Esto se evidencia en un discurso de pocas frases, con largos silencios intercalados o con mutismo. Se manifiesta en algunos
cuadros depresivos, estupor melancólico, esquizofrenia, algunas oligofrenias, etcétera.
 La prolijidad, es una alteración de la elasticidad, es decir de la capacidad del pensamiento para transitar entre una idea
central y sus ideas secundarias sin perder de vista el propósito.  En esta alteración el pensamiento se detiene en detalles
secundarios alejándose de la idea directriz, que le resulta difícil retomar, dando lugar a un discurso con sobreabundancia de
ideas secundarias y minuciosidades insignificantes. Muchas veces se ve acompañado de un tono monocorde que hace
desagradable la escucha y aburrido el seguimiento del relato. Hay una disminución de la capacidad de síntesis. Se encuentra
en la epilepsia, la demencia y algunas oligofrenias.
La rigidez es una disminución de la versatilidad, de la capacidad para transitar entre ideas de diferente tipo. En esta alteración
la persona está adherida a una idea y le resulta muy dificultoso pasar a otra, lo que condiciona fuertemente la conducta. Este
síntoma implica un trastorno general de la personalidad que hace que el paciente se mantenga aferrado tercamente a una idea
determinada y genere ciertos actos que pueden llegar a serle perjudiciales, sin importarle las consecuencias. Es parte de lo que
ocurre en los trastornos obsesivos. Tal rigidez fue descrita inicialmente en el marco de la esquizofrenia.
 La perseveración consiste en un intercalamiento de términos o frases que guardan relación con el sentido del discurso. Al
paciente le resulta difícil encontrar las ideas secundarias que dan plasticidad al discurso, y se vale de estos intercalamientos a
fin de ganar tiempo y completar su finalidad. Por eso repiten (iteran), los últimos términos pronunciados o las preguntas del
interlocutor (ecolalia de apoyo). Se encuentra en epilepsia, confusión mental, débiles mentales y en la afasia sensorial. Por
ejemplo, si al paciente se le pregunta cuántos años tiene; responderá diciendo cosas como: los años que tengo, mi edad,
cuantos, años, años, hasta llegar o no a la respuesta buscada.
 La estereotipia, a su vez, es un intercalamiento que no guarda relación con el discurso. Es la repetición continua de los
mismos gestos, los mismos tics o las mismas palabras. Es una alteración del curso del pensamiento en la medida que se
presenta cuando el sujeto está pretendiendo exponer una idea o responder a una pregunta. El curso de las ideas no es el
propio y se manifiesta en las señales ya descritas. Es una alteración frecuente en la catatonia.
 La verbigeración es una estereotipia verbal, pero con carga afectiva displacentera. Puede o no tener sentido. Por ejemplo, en
los melancólicos: "¡Ay, mi Dios! ¡Qué desgracia!" También se observa en las descargas afectivas de los esquizofrénicos. Se
trata de la manifestación repetitiva e involuntaria de pautas verbales en el discurso.
 El neologismo consiste en la creación de palabras nuevas. Es utilizado con frecuencia por los esquizofrénicos para tratar de
expresar sus vivencias. "Tengotritia que me hace oír. Con el fleje que me hace autoimaginar en vivo una persona, un punto o
algo." El neologismo es la evidencia de una idea o un pensamiento que no se logra clarificar.
 Por su parte, la interceptación es una interrupción brusca e inesperada del discurso. El enfermo puede continuar luego con la
misma temática o con otra. Se ve particularmente en la esquizofrenia.
 El paciente tiene conciencia de lo que está ocurriendo, suele vivirlo con angustia. Interpreta en forma delirante que le robaron
el pensamiento. Está acompañada de interceptación cinética, hay una discontinuidad en la gestualidad del paciente. La
interceptación es centrípeta y autorreferencial. Quiere decir que para el paciente, un ente externo a él lo ha invadido y le ha
quitado el pensamiento o el movimiento. En la interceptación se pueden discriminar tres pasos: 1) Ruptura de la línea del
discurso; 2) El paciente es actor del fenómeno, es consciente absoluto de lo que está pasando y; 3) Realiza la interpretación
delirante del fenómeno. Dice "Me robaron el pensamiento".
 Finalmente la disgregación. Se trata de una alteración del curso por debilitamiento progresivo de la idea directriz, la estructura
del pensamiento se pierde o se relaja. Se observa en el defecto esquizofrénico, en algunas psicosis orgánicas y tóxicas. Se
caracteriza por la incomprensibilidad (la pérdida del sentido de la frase) consecutiva a la ruptura de la unidad estructural de
cada idea. El sujeto inicia bien su discurso, pero en la medida que avanza la posibilidad de comprensión de lo que diga se va
diluyendo. En esta alteración el sujeto no suele ser consciente de lo que le está sucediendo.
 "No me dice nada ni me dio ninguna todavía porque yo hago bien. Yo cuido mi puesto de soldado, legalmente voy bien. Viene
información si yo hago algo mal. Yo en combate voy diez a seis bien. Lo que yo hice caso fue órdenes de dos." Fragmento de
entrevista, tomado de Marietan (1994).
 Por otra parte están las alteraciones del contenido del pensamiento. Estas afectan a la temática del discurso, como se ve  a
continuación.
 La idea fija proviene de una vivencia placentera o displacentera y se caracteriza por los siguientes elementos:1) Guarda
relación con la vivencia que atañe directamente a la persona; 2) se refiere a un hecho vivido por el sujeto, sea en el orden
familiar, laboral, cultural, científico, sociopolítico, etcétera; 3) No perturba el resto del pensamiento; 4) es voluntaria, por lo tanto,
aceptada como real por el juicio crítico; 5) el "Yo consciente" no lucha contra la idea fija, no la rechaza, y en consecuencia no
suscita angustia; 6) la idea fija es rectificable por la sana lógica en razón de que el juicio crítico permanece indemne. Esta
alteración afecta a personas normales y anormales.
 Otra alteración es el pensamiento sobrevalorado. A este respecto Wernike plantea que "Las ideas sobrevaloradas se
diferencian nítidamente de las ideas autóctonas porque no son consideradas por el enfermo como intrusos extraños en la
conciencia: por el contrario, los enfermos ven en ellas la expresión de su ser más íntimo y al luchar por ellas emprenden en
realidad una lucha por la propia personalidad. A pesar de eso, a menudo se la encuentra martirizante, y los enfermos se quejan
con frecuencia de que no pueden pensar en otra cosa" Es lo que básicamente ocurre en el fanatismo de cualquier tipo. El
pensamiento sobrevalorado se diferencia de las ideas delirantes porque el primero se instala en forma voluntaria.
 De otro lado se encuentra el contenido fantástico o fantasía. Es el pensamiento creador o la aptitud para crear imágenes; su
forma máxima es la inspiración creadora. La fantasía es un modo de pensamiento rico en imágenes, pero, frecuentemente,
distorsionadas o alejadas de la realidad. Los tipos de fantasía son el ensueño, la mentira, la fabulación, la mitomanía
 Otra alteración es el pensamiento fóbico. Es la manifestación de  un miedo intenso, repugnancia o aversión hacia algo: un
ser, un objeto, una situación; ese miedo es evaluado como exagerado o inadecuado por un observador normal, y genera una
conducta franca de evitación. El pensamiento  fóbico produce cierto grado de incapacitación en el desempeño del individuo. La
conducta evitativa conlleva distintos grados de pérdida de la libertad de acción, que van desde la pérdida de tiempo en realizar
maniobras para no confrontarse con el objeto fobígeno hasta el enclaustramiento en la agorafobia intensa. El estado emocional
varía desde el miedo controlado a la pérdida total del control emocional. En la fobia, estímulos de baja peligrosidad pueden
activar mecanismos de respuesta propios de la reacción ante grandes peligros o catástrofes, llegando al pánico. 
Se encuentra también el pensamiento obsesivo u obsesión.  Es un tipo de pensamiento que se define como absurdo y
parásito. La obsesión es la presencia de una idea que invade la consciencia. Por lo regular es una idea orientada a la acción.
Es una idea que deviene de una duda y del presagio de una consecuencia negativa por dejar de hacer algo. Por ello la
obsesión suele estar acompañada de una compulsión; un acto acorde con la idea.
 El pensamiento obsesivo tiene la particularidad de que el contenido le resulta absurdo al propio generador de este
pensamiento. Es la característica básica que lo distingue de la idea delirante. Otra característica es que la persona no cree que
le sea impuesto ese pensamiento absurdo. El obsesivo hace la autocrítica, dice: "Es una tontería, yo lucho pero no puedo dejar
de hacer tal rito".
 Finalmente el pensamiento infantiloide. El tipo de pensamiento que es propio de los niños pero manifestado en una persona
adulta. Se caracteriza por animismo, conducta egocéntrica, conducta descuidada e irresponsable. El comportamiento del adulto
se distancia de los iguales y es visto por ellos como inmaduro.
 Este tipo de pensamiento disminuye en relación inversamente proporcional al grado de madurez, aunque siempre queda un
quantum en el adulto, que no le impide un desempeño normal ni su ajuste adaptativo al medio.
 
Se ve de manera clara en las personalidades histriónicas, dependientes, narcisistas, y borderline; aunque puede encontrarse
también en los adultos con defectos esquizofrénicos, deterioro demencial, delirante y oligofrénico.
Lección 16: Conceptualización y Bases Biológicas
El pensamiento es quizás una de las funciones cognoscitivas más interesantes y complejas. Primero por el hecho de zanjar
diferencias entre el ser humano y las demás especies animales; con el pensamiento el destino del ser humano deja de ser
esencialmente instintivo para convertirse en el resultado de la voluntad que se desprende del conocimiento del mundo. Y
segundo, porque a pesar de que se piensa en forma prácticamente permanente no resulta fácil decir a ciencia cierta lo que
significa pensar.
En virtud de ello, esta lección tiene tres propósitos:
 1) Hacer una revisión y análisis de lo que se define como pensamiento.
 2) Presentar las tres formas principales como se ha relacionado al pensamiento con el lenguaje.
 3) Mostrar, a grandes rasgos, lo poco que se puede decir sobre el sustrato biológico del pensamiento.
 Quintero (1998, p. 51) manifiesta que el pensamiento "es un fenómeno psíquico de orden cognoscitivo de alguna manera
superior al conocimiento adquirido por los sentidos. El pensamiento es como la acción o acto del entendimiento y no la facultad
de comparar, combinar y estudiar las ideas y de entender que no sería un acto sino una potencia"
 Cerda (1976) sugiere que "pensar es un proceso consciente que relaciona dos o más ideas de modo que se obtenga una
nueva idea de esta combinación"
 Por su parte, Villa Landa escribe que "pensamiento es el reflejo generalizado de la realidad en el cerebro humano, realizado
por medio de la palabra, así como de los conocimientos que ya se tienen y ligado estrechamente con el conocimiento sensorial
del mundo y la actividad práctica de los hombres" (Citado por Quintero, p. 51)
 En suma, a título de autor, el pensamiento se refiere al uso consciente o inconsciente de información para crear nueva
información útil al sujeto.
 En ese sentido, la materia prima del pensamiento es la información, representada por las ideas o el conocimiento. La
información utilizada es aquella que está contenida en la memoria como evidencia del aprendizaje y aquella que a cada
momento se recoge del medio ambiente interno y externo. En ausencia de información no podría darse el pensamiento; de allí
que es el desarrollo, la interacción con el mundo y el aprendizaje lo que va dando forma al pensamiento adulto.
 En la medida que el recién nacido crece y sus estructuras biológicas van madurando el organismo va adquiriendo una mejor
disposición para seleccionar y almacenar información sobre el mundo. De tal manera que, cuanta más información tiene a su
disposición el individuo mejor es la calidad y complejidad de la información que crea. Cuanta más y mejor sea la información
disponible mejor será el pensamiento que puede desplegar un individuo.
 Pero la posibilidad real de pensar no aparece sino hasta cuando surgen los problemas. Más exactamente cuando aparecen
problemas que demandan del sujeto una solución. Por ello se ha dicho que el pensamiento crea información útil al sujeto.
 A pesar de lo anterior, no es pertinente establecer acuerdo con alguna de las definiciones propuestas, puesto que todos los
elementos mencionados en ellas son propios del pensamiento. Resulta entonces más productivo hacer énfasis en esos
diversos elementos que se hacen relevantes en las definiciones ofrecidas.
 Se puede resumir entonces el pensamiento en los siguientes términos:
 1. El pensamiento es un proceso superior, en el sentido de su relación con otros procesos cognoscitivos. El pensamiento se
alimenta de los demás procesos. El pensamiento se relaciona directamente con procesos como la sensación, la memoria y el
lenguaje. La afectación de cualquiera de esos otros procesos implica necesariamente una afectación del pensamiento.
 2. En cualquier caso, debe quedar claro que el pensar se relaciona con utilizar información. La información es la materia prima
y el pensamiento es el producto terminado, representado en una nueva información. Puede decirse que el pensamiento es una
reestructuración del conocimiento disponible en un momento dado.
 3. El pensamiento es un proceso vital en el sentido de su utilidad práctica. Es la función que separa al hombre de las demás
especies y lo coloca por encima de ellas; por cuanto le provee al sujeto soluciones novedosas y creativas para los problemas
que enfrenta. Si bien otras especies pueden proveerse soluciones a sus problemas, generalmente lo hacen por medio del
ensayo y el error y no porque se haya dado una transformación de la información para obtener una comprensión distinta de la
situación y darle solución.
 4. El pensamiento es una función que se puede dar en forma consciente o inconsciente. Si bien el sujeto puede determinar el
momento en que se va a enfrentar a un problema para darle solución, no siempre es así. Esto explica el porqué algunos
problemas que no son resueltos pueden convertirse en un lastre para el desenvolvimiento del sujeto; puesto que sin haberlo
decidido voluntariamente el pensamiento se ha dedicado a buscarles solución en forma no consciente. Incluso durante el sueño
puede hablarse de pensamiento, como quiera que se genera un proceso de reestructuración de la información. Es común que
las personas se acuesten sin hallar la solución a un problema que los apremia; pero al otro día, sin saber cómo ni por qué esa
solución aparece.
 El segundo asunto que interesa a esta lección es el de la relación entre lenguaje y pensamiento. Sobre este punto solo
interesa ilustrar las tres posturas principales al respecto, las cuales son expuestas con toda claridad por Gross (p. 332)
 Los psicólogos difieren en gran medida en cuanto a cuál consideran que es la relación exacta entre lenguaje y pensamiento;
sus puntos de vista caen dentro de tres categorías principales
El pensamiento depende del lenguaje o es producto de este. Este es el punto de vista que adoptan Whorf, Sapir, Bruner;
Watson y Berstein, también lo comparten los construccionistas sociales, un grupo sumamente diverso de teóricos.
El lenguaje depende del pensamiento y lo refleja. Es probable que la versión más extrema de esta perspectiva sea la de
Piaget, según la cual el lenguaje evidencia el nivel de desarrollo cognoscitivo del individuo.
 El pensamiento y el lenguaje son, originalmente, dos funciones bastante independientes que se unen e interactúan en
un cierto punto del desarrollo (cerca de los dos años de edad). Esta perspectiva se asocia principalmente con Vygotsky.
 Por otra parte, está lo relativo al sustrato biológico del pensamiento. Un asunto de amplio interés para la ciencia pero con
resultados ciertamente no tan amplios.
 En una de las definiciones se aludió al cerebro como elemento integrante del pensamiento. Esto desde luego debe entenderse
en el sentido de que si el pensamiento obra a partir de la información en la memoria y a partir de otros aspectos como el
funcionamiento sensorial; necesariamente la posibilidad de pensar está vinculada al cerebro en su conjunto.

Figura 8: Áreas responsables de la función ejecutiva


 Sin embargo, se debe precisar que el pensamiento ha sido asociado fundamentalmente a la labor que desarrolla la corteza
cerebral pre frontal. Las dos terceras partes centrales del área marcada de color naranja en la gráfica anterior. En este sentido,
las áreas pre frontales de la corteza cerebral son las responsables de la parte del pensamiento conocida como la  función
ejecutiva, entendida esta como el conjunto de habilidades cognoscitivas que permiten anticipar la realidad y establecer metas;
diseñar planes estructurados prospectivamente; dar inicio a las actividades y las operaciones mentales; la autorregulación y la
monitorización de las tareas; la selección correcta del comportamiento y la conducta y la organización en el tiempo y en el
espacio.
 Roselli manifiesta que "los lóbulos pre frontales se asocian con: Programación de la actividad motora, inhibición de las
respuestas inmediatas, abstracción, solución de problemas, regulación verbal del comportamiento, adecuación de la conducta a
las normas sociales, reorientación del comportamiento de acuerdo con las respuestas conductuales, habilidad para referir el
refuerzo, integración temporal -prospección- de la conducta y mantenimiento de la integridad de la personalidad" (p.239)

Lección 17: Filogénesis y Ontogénesis del pensamiento


Esta lección es bastante sencilla y bastante corta; no porque carezca de importancia, sino porque alude en parte a temas ya
mencionados en alguna medida, si no en este documento si en otros propios del programa de psicología. Por ejemplo, solo se
aludirá en forma muy sucinta al desarrollo filogenético del pensamiento puesto que dicho desarrollo es coincidente en buena
parte con el del lenguaje, del cual se ocupó una lección anterior.   Así mismo, se hará una reflexión muy somera sobre el
desarrollo ontogenético del pensamiento en razón a que las posturas principales en este sentido son las de Piaget y Vygotsky,
las cuales tienen un espacio importante en el curso de Procesos Cognoscitivos Básicos, y que el estudiante ya debió haber
abordado.
 La filogénesis del pensamiento, como se ha dicho, guarda relación directa con la filogénesis del lenguaje. Se construyeron
mutuamente. Este es el punto que interesa precisar en esta lección, dejando de lado y sacrificando el interés de quienes
pudieran estar preocupados por los más o menos miles de años implicados en el proceso.  Y es que ofrecer un dato temporal
resulta prácticamente insubstancial por cuanto sería no más que una de tantas versiones, sin dejar de pertenecer al terreno de
las especulaciones.
 
El caso es que la posibilidad del pensamiento humano, como se le conoce en la actualidad, es el resultado de un proceso de
transformación estructural y funcional de una de las muchas especies de primates antropomorfos que habitaron la tierra hace
muchos miles de años.
 Un proceso en el que son relevantes elementos como el trabajo y el instinto de supervivencia. El trabajo por cuanto fue el
artífice de las muchas y paulatinas transformaciones estructurales que fueron describiendo el camino hasta el homo sapiens.  Y
el instinto de supervivencia por cuanto impulsó a la especie a buscar formas de enfrentar las hostiles circunstancias
ambientales de la época.
 Engels escribe: "el trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en economía política. Lo es, en efecto, a la
par que la naturaleza, que le provee de materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es
la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que hasta cierto punto, debemos decir que el
trabajo ha creado al propio hombre" (p. 2)
 La necesidad y el trabajo dieron como resultado trasformaciones a nivel de la mano, la postura, el pie, la cavidad oral y lo que
hoy se define como el órgano fonatorio. De esta manera se concretan las primeras manifestaciones del lenguaje primitivo. Pero
de la mano de estos cambios se generaron otros que dieron paso a las magnificas posibilidades de apropiar y transformar el
mundo en el terreno de lo simbólico.
 Se presentaron cambios en la bóveda craneana permitiendo mayor espacio para el tejido cerebral, los órganos de los sentidos
se fueron especializando y el uso  del lenguaje estimuló el apocamiento del instinto y la aparición de la conciencia y el
pensamiento. El hombre primitivo aprendió a representar mediante símbolos las cosas y los sucesos; aprendió a planear y a
evaluar la aplicación de lo planeado. Aprendió a pensar.
 Engels resume este proceso de la siguiente manera: 
Gracias a la cooperación de la mano, de los órganos del lenguaje y del cerebro, no solo en el hombre, sino también en la
sociedad, los hombres fueron aprendiendo a ejecutar operaciones cada vez más complicadas, a plantearse y alcanzar objetivos
cada vez más elevados. El trabajo mismo se diversificaba y perfeccionaba generación tras generación extendiéndose cada vez
a nuevas actividades. A la caza y a la ganadería vino a sumarse la agricultura y más tarde el hilado y el tejido, el trabajo de los
metales, la alfarería y la navegación. Al lado del comercio y los oficios aparecieron, finalmente, las artes y las ciencias; de las
tribus salieron las naciones y los estados. Se desarrollaron el derecho y la política, y con ellos el reflejo fantástico de las cosas
humana en el cerebro del hombre: la religión (p. 12).
 Sin duda alguna, el desarrollo del pensamiento fue favorecido notablemente por el previo desarrollo del lenguaje; tanto por las
trasformaciones estructurales que generó a nivel cerebral sino fundamentalmente por su aporte permanente de contenidos y
especialmente de símbolos.
 Gáfaro lo expresa como sigue:
 A nivel neurológico tiene también su incidencia. El lenguaje se convirtió en la herramienta que le permitió al cerebro hacerse
cargo de la compleja existencia humana, viéndose entonces disparado por la potencia creadora del lenguaje y ya no tuvo
respiro para crear con insistencia y denuedo lo que el lenguaje iba creando. Y a su vez, el cerebro favoreció el lenguaje más
sofisticado cada vez (p.74).
 
Por otro lado está el desarrollo ontogenético del pensamiento. Este se refiere al proceso que sigue el pensamiento desde
cuando aparece hasta cuando se manifiesta en una forma adulta. En tal sentido, se acepta en forma general el planteamiento
de Jean Piaget.
 Lección 18: Pensamiento como Solución de Problemas
El objeto de esta lección es dejar en claro que el pensamiento no es un fenómeno azaroso en la cotidianidad de los individuos.
El pensamiento no es in intencional, por el contrario, se piensa porque hay necesidad de hacerlo. Más exactamente, se piensa
en tanto se está en presencia de un problema que exige una solución.
Es desde la anterior consideración que el pensamiento suele equipararse al proceso de solución de problemas. En otras
palabras pensar es, desde esta perspectiva, el proceso mediante el cual se busca y se encuentra una solución a un
determinado problema. Surge entonces el esquema de la solución de problemas, sobre el que trata lo sucesivo.
 En consecuencia, se aborda el modelo del pensamiento, como solución de problemas, a partir de los siguientes aspectos: a) la
definición de lo que es un problema y b) la descripción del proceso en que se constituye la solución de un problema. Sin
embargo, en el proceso, será preciso detallar algunos elementos que son bien importantes.
 ¿Qué es un problema? Es entonces la primera pregunta a resolver en esta lección.
 "(Del lat. problēma, y este del griego πρόβλημα). Cuestión que se trata de aclarar. Conjunto de hechos o circunstancias que
dificultan la consecución de algún fin" (Diccionario básico, 281)
 Por otra parte, Gonzales escribe que... un problema se define como la presencia de un estado indeseable para un individuo,
quien no tiene a su alcance, en el momento, la acción específica para salir de dicha situación. Para solucionar el problema, es
necesario que el individuo haga una búsqueda o desarrolle la respuesta nueva que termine el estado indeseable. Cuando dicha
respuesta se encuentra, se puede convertir en una regla para nuevas respuestas. (p. 73)
 Ahora bien, debe tenerse en cuenta que no todos los problemas tienen la misma estructura o forma. Pero sobre este tema se
volverá más adelante, cuando se trate lo pertinente al diagnóstico del problema. Por ahora, es necesario decir que los
problemas se clasifican, en principio, en aquellos que son claros y aquellos que no lo son tanto. Un problema claro o bien
definido es aquel donde se tiene claridad sobre cuál es la situación final a la que se pretende llegar en tanto que un problema
no claro o mal definido es aquel en que no se tiene precisión sobre lo que ha de ser el curso para su solución ni los aspectos
que son relevantes.
 La segunda pregunta a responder es ¿cómo obra el pensamiento a la hora de solucionar un problema determinado? Para
responderla es necesario acudir al enunciado de las diferentes fases que componen el proceso. En ese sentido, se acepta que
la solución de un problema por el pensamiento implica el desarrollo sucesivo de un conjunto de fases a saber:
1) Comprensión del problema.
 2) Producción de la solución.
 3) Juicio sobre la solución.
 La comprensión del problema es la fase inicial para la solución del mismo. Un problema no comprendido difícilmente puede ser
solucionado acertadamente. Puede decirse que cada vez que un individuo se enfrenta a un problema automáticamente su
pensamiento despliega un proceso de comprensión de la situación.
 Pero la comprensión del problema implica dos tareas necesarias: la identificación del problema y la representación del mismo.
Identificar el problema es distinto a representarlo. La identificación se refiere al acto de conocer y reconocer que existe el
problema, es decir, que hay una situación incómoda y no se tiene la solución a la mano, pero debe conseguirse. La
representación se refiere a establecer un orden o estructura en los elementos implicados en el problema; la representación
puede ser conceptual o gráfica y ofrece la posibilidad de identificar las relaciones entre los distintos operadores del problema,
de modo que se pueda determinar aquello que se debe solucionar.
 El tema de la representación del problema es bien interesante. De una representación apropiada del problema puede depender
que se encuentre rápidamente una solución efectiva. Para mayor claridad al respecto, se trae a colación un ejemplo planteado
por Gross, donde la representación del problema señala inmediatamente la solución.
 Un hombre escala una montaña el sábado: parte al amanecer y llega al anochecer. Al día siguiente, el domingo, el hombre
desciende la montaña siguiendo la misma ruta: parte al amanecer y llega al anochecer. La pregunta es ¿habrá algún momento
durante el segundo día en el que se encuentre exactamente en el mismo lugar de la montaña que el día anterior a la misma
hora?
 En la gráfica que se muestra a continuación se representa el problema y, como verán, se halla también la solución.
 

 
Figura 9: Representación del problema de la montaña
 En la comprensión del problema también se debe tener en cuenta el tema de los tipos de problemas. Como se había
mencionado no existe un solo tipo de problema. Concretamente se puede hablar de tres tipos de problemas: los problemas de
ordenación, los problemas de inducción de la estructura y los problemas de transformación.
 Los problemas de ordenación son aquellos que presentan una estructura como la de los rompecabezas, en los que son
posibles diversas formas de ordenamiento de los elementos, pero solo una es satisfactoria. Los problemas de inducción de la
estructura son aquellos en los que hay una secuencia encubierta que es preciso desentrañar para poder encontrar la solución,
como en el caso de los problemas de razonamiento abstracto. Y los problemas de transformación son aquellos en los que se
tiene a disposición el estado inicial y el estado final de los elementos y las relaciones, pero se desconocen los mecanismos
mediante los cuales ocurre la transición entre el estado inicial y el estado final.
 Para la reflexión se deja el problema del hombre que tiene a su cargo un burro, un tigre y una ración de paja. Todos se
encuentran al lado del rio que los tres deben pasar para llegar a su lugar de destino. El problema es que el puente solo permite
el tránsito del hombre y uno de los otros tres actores. ¿Cómo puede el hombre llegar al otro lado con toda su compañía? Sin
que el burro se coma la paja o el tigre se coma el burro.
La segunda fase de la solución de problemas es justamente la producción de una solución. Esta fase también se compone de
dos elementos: la generación de alternativas de solución y la ejecución de la acción seleccionada.
 Después de definir el problema se puede tener una lista más o menos extensa de alternativas de solución; ahora la tarea es
escoger aquella alternativa que es mejor a las demás. Una regla importante es no actuar impulsivamente y explorar todas las
alternativas posibles antes de actuar. Para escoger la mejor alternativa se comparan éstas de acuerdo a sus consecuencias
positivas y negativas, buscando aquella que maximice las consecuencias positivas y minimice las negativas. Posteriormente se
implementa la solución escogida.
 Ahora bien, hay también diferentes formas de llegar a la solución de un problema. Cuatro formas concretamente a saber: por
ensayo-error, mediante el análisis medios-fines, mediante la identificación de submetas o por Insight.
 La solución a un problema puede ser hallado mediante el ensayo-error. Esto implica probar una a una las opciones posibles
hasta hallar la que es correcta. Como cuando se debe abrir una puerta utilizando un puñado de llaves que recién se reciben, se
prueba una a una hasta que la puerta se abre.
 La segunda alternativa es el denominado análisis medios fines. Consiste en evaluar los recursos disponibles y establecer una
meta intermedia entre el estado inicial y la meta final. Como cuando un viajero necesita ir de Neiva a Bogotá, pero no cuenta
con el dinero necesario; caso en el cual se evalúa la disponibilidad financiera y se establece como meta parcial del Espinal.
 En tercer lugar, la solución a un problema puede ser encontrada mediante la identificación de submetas. Esto es dividir la meta
total en metas parciales que deberán ser solucionadas primero. Como cuando se desea pintar la casa sin tener que
desocuparla; primero se pinta una alcoba, luego otra, luego la sala y así sucesivamente.
 Pero una solución también puede ser identificada mediante lo que los Gestaltistas denominaron Insight. Como una solución por
iluminación. Es el tipo de solución que se obtienen sin poder explicar el cómo. En el fondo de este tipo de solución se describe
una reestructuración perceptual de los elementos del problema.
 Finalmente, en el esquema de la solución de problemas se surte la tercera fase del proceso: la fase de enjuiciamiento. Es la
fase en que la solución implementada es puesta en evaluación para determinar si ha sido efectiva o no. En caso de que la
solución implementada no haya sido efectiva el proceso inicia nuevamente.
Lección 19: Tipos de Pensamiento
En la lección anterior se dejó en claro que el pensamiento opera cuando el individuo está ante la presencia de un problema; en
tales circunstancias el pensamiento procura encontrar una solución. Se planteó también la existencia del modelo general de
solución de problemas, el cual describe los aspectos generales de la forma como opera el pensamiento. Pero eso no agota lo
relativo a cómo se piensa.  
 Se hace necesario profundizar en los detalles más particulares del funcionamiento del pensamiento.  De ello se ocupa esta
lección. En concreto, se estudian los tipos de pensamiento. Y es que hablar de tipos de pensamiento implica reconocer que el
pensamiento no es univoco. Al contrario, se han identificado diferentes formas particulares de operar el pensamiento. Formas
que tienen que ver directamente con las características del problema que el individuo enfrenta. En otras palabras, la manera
particular en que funciona el pensamiento es dada por la exigencia de cada problema o tarea.
 Los tipos de pensamientos que estudia esta lección son: pensamiento convergente y divergente; pensamiento inductivo y
deductivo; pensamiento sintético y analítico; pensamiento crítico, pensamiento creativo y pensamiento tradicional. Es posible
que haya otros tipos de pensamiento, sin embargo, esta lección se limita a los tipos que no son controvertidos.
 En primer lugar está la polaridad entre pensamiento convergente y divergente. Una polaridad que muestra como el
pensamiento puede obrar de dos formas distintas según si el problema que se debe solucionar ya ha sido o no enfrentado por
el sujeto en el pasado, en forma exitosa. En otras palabras, dos formas de pensamiento que dependen de si el sujeto cuenta o
no con soluciones para un problema determinado.
 El pensamiento operará en forma convergente si el problema enfrentado solo puede tener una solución efectiva y dicha
solución es conocida por el sujeto. Es cuando el pensamiento conduce a una sola respuesta, como por ejemplo: 3 x 6 = 18. En
cierto modo, el pensamiento convergente puede asociarse directamente como producto de los procesos de aprendizajes y es
quizás la forma de pensamiento que los sujetos suelen privilegiar.
 Por otra parte, se habla de pensamiento divergente, cuando este se mueve hacia el problema en muchas direcciones
posibles (ejemplo: una lista de todos los usos posibles de un ladrillo). Es el tipo de pensamiento que se da cuando el problema
puede permitir múltiples soluciones acertadas.
 Como se mencionó, además de estos tipos de pensamiento anteriormente señalados, se ha postulado que existirían dos tipos
de razonamiento, entendido este, por ciertos autores como sinónimo de pensamiento: El pensamiento inductivo y el
pensamiento deductivo.
 Estos dos tipos de pensamiento serán expuestos en los términos de Montserrat Conde Pastor; doctora en Psicología.
 El pensamiento inductivo es aquel proceso en el que se razona partiendo de lo particular para llegar a lo general, justo lo
contrario que con la deducción. La base de la inducción es la suposición de que si algo es cierto en algunas ocasiones, también
lo será en situaciones similares aunque no se hayan observado. Una de las formas más simples de inducción, ocurre cuando
con la ayuda de una serie de encuestas, de las que se obtienen las respuestas dadas por una muestra, es decir, por una
pequeña parte de la población total, nos permitimos extraer conclusiones acerca de toda una población.
 Con bastante frecuencia realizamos en nuestra vida diaria dos tipos de operaciones inductivas, que se denominan predicción y
causalidad.
 La predicción consiste en tomar decisiones o planear situaciones, basándonos en acontecimientos futuros predecibles, como
por ejemplo ocurre cuando nos planteamos: ¿qué probabilidades de trabajo tengo si hago esta carrera? Con las evidencias de
que disponemos inducimos una probabilidad, y tomamos una decisión.
 Por otro lado, la causalidad es la necesidad que tenemos de atribuir causas a los fenómenos que ocurren a nuestro alrededor.
Por ejemplo, la atribución causal que hacemos ante un accidente de coche va a depender de quien la realice, enfatizando así
una de las causas y minimizando el resto. Si la atribución la hace un meteorólogo es posible que considere que la causa del
accidente fue la niebla, si la hace un psicólogo, posiblemente lo atribuya al estrés, si la hace un mecánico sería el mal estado
del coche, etc. Lo cierto es que ese día, probablemente hubiera algo de niebla, el conductor estuviera algo estresado y las
ruedas del coche seguramente no estarían en perfecto estado. ¿No podría hacerse una atribución multicausal?, Es decir ¿no
podría ser que todos los factores, cada uno en cierta medida, hubieran podido influir en que se desencadenase el accidente?
Lo cierto es que hay una tendencia en general a darle fuerza a una única causa, minimizando al resto, y eso trae como
consecuencia lo que podríamos llamar errores de pensamiento.
 
De otro lado, el pensamiento deductivo parte de categorías generales para hacer afirmaciones sobre casos particulares. Va
de lo general a lo particular. Es una forma de razonamiento donde se infiere una conclusión a partir de una o varias premisas.
El filósofo griego Aristóteles, con el fin de reflejar el pensamiento racional, fue el primero en establecer los principios formales
del razonamiento deductivo. Por ejemplo, si se afirma que todos los seres humanos cuentan con una cabeza y dos brazos y
que Pepe es un ser humano, debemos concluir que Pepe debe tener una cabeza y dos brazos. Es éste un ejemplo de
silogismo, un juicio en el que se exponen dos premisas de las que debe deducirse una conclusión lógica. Pero no todos los
ejemplos son tan claros. (Conde, 2002)
 En tercer lugar se encuentran el pensamiento sintético Vs el pensamiento analítico. Dos modos de pensamiento relacionados
con la dirección que se privilegia a la hora de abordar la relación entre las partes y el todo.
 El pensamiento sintético opera cuando el sujeto requiere reducir el tamaño de los objetos y los procesos que está
conociendo para condensarlos en una unidad pequeña que incorpore los elementos más  importantes de cada segmento. Es el
tipo de pensamiento que utiliza un relator que debe informar sobre la conclusión final de una conversación, un foro o cualquier
tipo de discusión. Es el tipo de pensamiento que se utiliza cuando se realiza un resumen de un texto, de una película o de una
experiencia.   
 Por su parte, el pensamiento analítico opera en forma contraria al pensamiento sintético. Antes que reducir, el pensamiento
analítico se ocupa de descomponer el todo en sus partes para identificar en ellas la mayor cantidad de detalles posibles. El
pensamiento analítico no se conforma con conocer de la existencia de un accidente de tránsito; sino que se detiene a conocer
los mayores detalles de los acontecimientos: evalúa el clima, las condiciones mecánicas del vehículo, el estado del conductor,
la situación de la vía y otros pormenores.
 De otro lado está el pensamiento crítico. Es un pensamiento reflexivo racional que incluye la habilidad para clarificar el
problema, para reconocer los supuestos subyacentes, las implicaciones y las contradicciones, que se caracteriza por la
exigencia de claridad, precisión y firmeza, que cuestiona profundamente la propia estructura de pensamiento. Es básicamente
un modo de pensamiento sobre el pensamiento.  Es la revisión de los diferentes elementos estructurales y funcionales del
pensamiento implicado en la solución de un problema concreto. Es un pensamiento que se aplica fundamentalmente sobre las
soluciones desarrolladas por otros.
 El pensamiento creativo es también uno de los tipos que ha interesado a la ciencia, especialmente por su valor a la hora de
enfrentar los problemas que son novedosos. El pensamiento creativo se ocupa de generar opciones nuevas para la resolución
de un problema, tema o situación o hasta una tarea. El pensamiento creativo se activa cuando se han evaluado las opciones
posibles de resolución de un problema, a partir de los recursos disponibles, sin que se haya encontrado una opción pertinente;
de modo que se da por cierta la consideración de que las ideas actuales quizás no sean las únicas o las mejores. El
pensamiento creativo también se puede activar cuando se ha encontrado una solución pertinente a un problema pero se
considera que dicha solución pudiera ser superada por una solución más eficiente. Es el pensamiento creativo el que ha
permitido que se avance de los combustibles fósiles a los biocombustibles.
 Finalmente lo pertinente al pensamiento tradicional. Este tipo de pensamiento utiliza el razonamiento que es un medio
insuficiente de indagar en un tema y no dedica suficiente atención a los aspectos generativos, productivos, constructivos y
creativos del pensamiento. No toma en consideración los elementos perceptivos actuales.
 Este tipo de pensamiento puede ser equiparado con un esquema rígido de comprensión de la realidad. Puede decirse que son
formas predeterminadas de evaluación y de acción frente a determinados problemas. Como el hombre que responde en forma
machista ante situaciones de tensión frente a una mujer. O la mujer que responde en forma auto-agresiva cuando no logra las
metas que se ha propuesto.

Lección 15: Recuperación del Lenguaje


Tan importante como el conocimiento de las diferentes alteraciones del lenguaje es el tema de la intervención; la atención que
se debe prestar a la pregunta ¿qué hacer ante las alteraciones? En ese sentido se dirige esta lección. Un esfuerzo por integrar
las ideas principales que se deben tener en cuenta a la hora de intervenir las alteraciones del lenguaje y, seguramente, otras
alteraciones cognoscitivas.
 Los conceptos que se expondrán son: la evaluación permanente como estrategia de detección primaria, la importancia de la
atención temprana, el papel de la familia en la recuperación del lenguaje, los límites de la recuperación y algunas
recomendaciones específicas.
 Valga anotar el reconocimiento de que la formación de los profesionales en psicología, en lo relativo a las alteraciones del
lenguaje, no es ciertamente la más completa. Eso, por supuesto, no se soluciona con esta lección. Lo que si se ofrece es una
guía sobre los aspectos que los estudiantes deben profundizar, por su importancia, si son atraídos por el tema.
 En primer lugar está el tema de la evaluación permanente como estrategia de atención primaria.
 Es un hecho aceptado unánimemente en diferentes ámbitos que, cuanto más pronto se identifique un problema o un indicio de
que alguno se pudiera presentar, mejor será la actuación que se prevea para su prevención y/o afrontamiento. Pero la
identificación de los indicios de que un suceso negativo se puede presentar no se logra accidentalmente, sino que requiere de
dispositivos en función de esa meta. Es lo que se debe entender por evaluación, en el caso de las alteraciones del lenguaje; los
procesos, procedimientos, técnicas e instrumentos orientados a determinar cuan acorde es el desarrollo de un sujeto en
comparación con los indicadores que son esperables para cada quien.
 La evaluación del lenguaje también se puede entender como los mecanismos dispuestos en los ámbitos familiar y escolar para
señalar los indicios y las evidencias de que alguno de los aspectos del desarrollo o del funcionamiento del lenguaje se presenta
en forma desviada.
 Pero la principal garantía del valor de la evaluación es que se asuma como proceso y no como una acción aislada. La
evaluación ha de ser un elemento central de la instrucción tanto familiar como de la institución educativa. La evaluación debe
estar implícita en las diversas tareas que el menor desempeña y no debe circunscribirse a la aplicación de protocolos.
 A la vez, la evaluación permanente debe ser un mecanismo que se conecte con el de diagnóstico; entendido este ultimo como
la identificación formal, cualitativa y cuantitativamente hablando, de una alteración propiamente dicha. Lo que se espera es que
la evaluación continua de las funciones permita muy rápidamente remitir a los estudiantes a procesos de diagnóstico de
formalidad e integralidad, donde se determinen no solo los límites de las alteraciones sino también las acciones que son
procedentes. 
 Pero no basta con la evaluación permanente y el diagnóstico formal. De la mano de tales conceptos debe permanecer el de
atención temprana, un concepto que sugiere una forma de intervención altamente exitosa frente a las alteraciones del lenguaje.
 En el libro blanco de la atención temprana (2000,13) esta se define como sigue:
 "El conjunto de intervenciones dirigidas a población infantil de 0-6 años, a la familia y el entorno, que tienen como objetivo dar
respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su
desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, deben ser
planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar".
 Se trata de una definición válida por cuanto destaca la importancia de los primeros años de edad en el desarrollo ulterior del
individuo; situación que es verdaderamente notable en el caso del desarrollo del lenguaje, como se expresó cuando de
describió dicho desarrollo. La vigilancia, apoyo y evaluación permanente hacen parte de la atención temprana.
 Válida también en cuanto llama la atención sobre la urgencia de las intervenciones. La velocidad con que se desarrollan los
seres humanos obligan a no dejar pasar tiempo cuando un menor muestra señales de alguna limitación; permitirlo significar
contribuir al rezago de ese menor en su desarrollo.
 Se hace evidente también la necesidad de que las intervenciones no solo involucren a la familia, sino que estén dirigidas a
ellas. Es tanto como reconocer que el trastorno del menor es también un  trastorno de la familia y que esta está implicada en
las soluciones propuestas. Sobre este tema es preciso volver más adelante. 
Se señala además la necesidad de  formular intervenciones interdisciplinarias o transdisciplinarias. Si se han seguido con
detalle las diferentes lecciones de este capítulo, será claro para los estudiantes que en las alteraciones del lenguaje pueden
estar implicados factores genéticos, biológicos, neuropsicológicos, psicológicos y psicopedagógicos; de ahí que la intervención
no puede ser reservada a una sola perspectiva. El médico, el psicólogo, el fonoaudiólogo, el neurólogo y el psicopedagogo
deben hacer parte del equipo que se ocupa de ofrecer atención temprana.
 Sin embargo, a pesar de la pertinencia de los aspectos puestos en discusión   por el concepto de referencia, es preciso hacer
una ampliación del concepto. En virtud de que aspectos como el lenguaje escrito y la lectura se desarrollan propiamente
después de los seis años de edad, es necesario que lo implicado en la expresión "atención temprana" se haga realidad en los
sujetos mayores de esa edad; aun cuando no sea esa la indicación conceptual de base.
 Lo que se está planteando es que a los menores de edad que están por encima de los seis años se les debe atender con la
misma premura y diligencia que a los niños más pequeños. Se debe intervenir la familia. Se deben hacer intervenciones
integrales. Y se debe prestar especial atención al aspecto emocional; cuanto mayor es el niño que enfrenta una alteración del
lenguaje, más devastador es para él.
 El tercer elemento que se propuso discutir dentro de la intervención de las alteraciones del lenguaje fue el papel de la familia.
Sobre esto se ha dicho hasta este momento que debe ser intervenida como parte de la alteración del menor. Que sea entonces
el espacio propicio para ampliar un poco el tema.
 La familia es el escenario principal donde tienen lugar las alteraciones del lenguaje; incluso cuando dichas alteraciones se
refieren a la lectura o la escritura. El problema es que los padres de aquellas familias donde aparecen alteraciones del lenguaje
no están preparados para afrontarlas. De hecho una alteración como la afasia, la alexia o la agrafia es un acontecimiento que
suele ser negados por parte de los padres de familia, lo que se traduce en que el reconocimiento de la alteración se da en fases
avanzadas del proceso y de ahí la mayor dificultad del tratamiento.
 Por tales razones es necesaria la intervención profesional a la familia, la cual se debe orientar en dos sentidos: por un lado, en
lo relativo al tipo de alteración que presenta el menor y, por el otro, para que sea parte activa de las intervenciones orientadas
al menor.
 Es indispensable orientar a los padres de familia en el reconocimiento de la alteración específica. Se le debe informar sobre
sus causas, el curso, la forma como opera la dificultad y el pronóstico en caso de intervención apropiada y sin ella. El padre
debe conocer la complejidad del cuadro clínico y lo que ello puede representar para el menor.
 Así mismo, los padres deben ser entrenados para realizar tareas concretas dentro de un plan o programa de intervención. El
profesional especializado y el equipo interdisciplinario puede definir ampliamente una intervención pero los padres deben
asumir la responsabilidad de que se ponga en ejecución. No se puede tener terapeuta profesional de cabecera para el
tratamiento de las alteraciones del lenguaje; los padres deben convertirse en los terapeutas y para ello es preciso que sean
entrenados Adicionalmente se debe recordar que la intervención en muchos de los casos requiere un vínculo directo con la
institución educativa. De hecho algunas alteraciones deben tener como centro de operaciones el aula de clases. En ese sentido
la familia debe estar en contacto directo y permanente con la institución.
 "Normalmente, mediante estos programas, se busca que las familias y los educadores compartan un proyecto educativo, de
modo que se establezca desde el punto de vista del niño una continuidad entre la escuela y la familia. Desde los programas en
los que las familias, los maestros y los niños hacen cosas juntos, como elaborar materiales para la escuela o implicarse
activamente en talleres diversos; hasta programas en los que puedan observar directamente las actividades de la escuela, el
comportamiento de los niños y el maestro, etc." (Iteap, 9)
 Actualmente se habla con alguna frecuencia de las denominadas escuelas de padres. En el caso de las alteraciones del
lenguaje es verdaderamente clara esa necesidad. La familia no tiene el conocimiento para asumir con solvencia los déficits del
lenguaje y ninguna intervención puede pasar esto por alto.    
 De otro lado, es indispensable ser consciente de las posibilidades de recuperación de cada una de las alteraciones del
lenguaje. Es claro que en unos casos la recuperación es bastante escasa, como otros donde la recuperación y adecuación es
prácticamente total. Esto tiene que ver con un tema que ya fue abordado en este documento: el origen de cada alteración. Las
alteraciones en las que hay de por medio una lesión específica del cerebro; como en el caso de las afasias, alexias y apraxias
afásicas; el pronóstico es mucho más conservador que cuando se trata de alteraciones del desarrollo que afectan el lenguaje,
como en el caso de las disgrafias o la dislexia.
 Ahora bien, como ya se ha mencionado, el momento en el que se realice la intervención es decisivo para el éxito en el
proceso. Cuanto más temprana sea la intervención, más efectiva puede ser. Esto, para el caso de las alteraciones con
presencia de daño cerebral, es bien determinante en razón del fenómeno de plasticidad cerebral. Gracias a la plasticidad
cerebral, un menor con afasia sensorial o motora, puede superar notablemente los síntomas; si gracias a la evaluación y el
diagnóstico se pudo realizar una intervención intensiva a muy temprana edad.
 En lo que si se debe ser enfático es en no renunciar a los procesos de intervención. Por complejo que sea un cuadro clínico,
siempre se pueden lograr avances significativos y recuperaciones excepcionales.
 Finalmente, solo para alentar en los estudiantes la búsqueda de estrategias de intervención de las alteraciones del lenguaje, se
enuncian a continuación unas pocas actividades concretas que ayudan a la recuperación de funciones específicas del lenguaje.
 Para la recuperación de la habilidad de escritura se recomienda ejercitar frecuentemente aspectos como el dibujo, líneas en
diferentes direcciones y longitudes. Básicamente se trata de entrenar las pautas motoras, primero mostrando le forma de
hacerlo, luego guiando la mano del menor  y luego estimulando la repetición.
 Se debe estimular la sensibilidad cutánea para que haya mejor detección de los estímulos sensoriales. Por ejemplo se pueden
colocar accesorios al lápiz para que estimule la mano mientras escribe.
 Para mejorar la discriminación visual, tan importante en la escritura y la lectura, se deben realizar ejercicios de comparación de
dibujos y letras prediseñadas. Si el menor no identifica las diferencias, se les deben mostrar claramente y luego repetir el
mismo ejercicio.
 Para estimular la memoria visual se deben realizar ejercicios en los que se aliente a los estudiantes a tratar de imaginar y
describir las formas de los dibujos, letras y palabras.
 Para el perfeccionamiento motriz de la escritura es recomendable estimular la realización de trazos rectos, ondulados, bucles,
zigzag y calcar dibujos. Para el caso de los trazos se recomienda iniciar en el tablero, luego en formatos tipo cartel, luego hojas 
grandes y finalmente en el cuaderno.
También se puede intentar automatizar la forma de las letras a través de la estimulación sensorial de diversos canales, por
ejemplo, escribiendo en el aire,  o formando palabras con letras en relieve, como rompecabezas.
 Valga aclarar que este tipo de ejercicios, que se deben promover en la institución educativa y continuarse en el hogar, no
tienen perjuicio de otras acciones de tipo médico o psicológico.
 Con esto se da por terminada esta lección, el capítulo y la unidad. Se espera que haya logrado despertar el interés de los
estudiantes y que les sea del mayor provecho. Se da paso a la próxima unidad. 

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