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DESARRROLLANDO EL PENSAMIENTO CRÍTICO DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES

“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara para encender”

PROMOVIENDO EL PENSAMIENTO CRITICO A TRAVÉS DEL DEBATE

1. ¿QUÉ ES UN DEBATE?
El debate es un “acto de habla” o dicho de otra manera es el acto de “Comprometerse con la defen sa de una tesis sin
pretender imponérsela a los demás a cualquier precio y tratando de conquistar el acuerdo de la parte contraria sin
robarle la palabra y reducirla a silencio” (Cattani, Adelino 2003. Los usos de la Retórica. Alianza Editorial, Madrid).
En cada debate se enfrentan dos equipos: uno a favor y otro en contra de la moción; cada equipo presenta tres
oradores quienes tendrán una intervención a su turno. Las intervenciones en el debate se llaman “constructivas” y son
usadas por los participantes para construir sus argumentos mientras refutan los argumentos del equipo contrario. La
parte final del debate llamada “refutación”, “conclusión” o “látigo”, es realizada por uno de los oradores de cada
equipo. El orden de intervención es el siguiente:
(nota se puede cumplir esa cantidad de oradores, pero en caso del salon podemos aumentar mas oradores)
1er orador de Proposición 7 min (4 min)
1er orador de Oposición 7 min
2do orador de Proposición 7 min
2do orador de Oposición 7 min
3er orador de Proposición 7 min
3er orador de Oposición 7 min
Conclusión de Oposición 4 min (3 min)
Conclusión de Proposición 4 min
2. ROL Y ESTRUCTURA.
Siguiendo el formato que se llevará a cabo en esta experiencia, cada orador tiene un rol especial que debe cumplir con
determinadas funciones.
a) Primeros oradores.
El primer orador de la proposición tiene la obligación de sentar las bases del debate. Para eso, debe por lo menos
plantear las definiciones, un statu quo, y una carga de la prueba. De igual forma deberá presentar al menos un
argumento que sustente la posición de su equipo.
Las definiciones presentadas por el primer orador deben: se debe tomar en cuenta.
1. Tener relación clara y lógica con la moción, sin ser evasiva a la misma.
2. No ser auto comprobatoria, es decir, que la definición haga que la moción esté inclinada para un equipo. Por
ejemplo, en la moción “Esta casa considera que (ECCQ) debería lamentarse el desarrollo nuclear”, si proposición
define desarrollo nuclear como algo que debe lamentarse, estaría haciendo una definición auto comprobatoria.
3. No establecer un momento en particular: al menos que la moción lo plantee, el orador no puede establecer que se
debatirá sobre un tiempo en específico, pasado o futuro.
4. No establecer un espacio geográfico injusto: el orador no puede restringir el debate a una zona determinada que no
sea conocida por la mayoría de personas, o que no pueda esperarse que sea conocida por una persona promedio.
El primer orador de oposición tiene el deber de refutar los argumentos presentados por la proposición. De igual forma,
si el primer orador de proposición no presenta una definición, el statu quo, o la carga de la prueba, será la oposición
quien la presente a través de su primer orador. Asimismo, si la definición planteada por proposición no cumple con
alguno de los requisitos mencionados líneas arribas, el primer orador de oposición debe y puede impugnarla, de
manera explícita.
Definición
Consiste en explicar qué es lo que se entenderá por cada término que conforma la moción. En la medida que las
definiciones sean lo más específicas posibles, se garantizará un debate en el cual se identifiquen mejor cuáles son las
ideas que están enfrentándose.
Hay que evitar a toda costa plantear definiciones que generen debates auto-comprobatorios (es decir, que se
comprueben a sí mismos sin la necesidad de argumentar); en espacios temporales ajenos al presente y en espacios
geográficos manifiestamente injustos.
Por ejemplo, la moción: “ECCQ prohibiría los medios de comunicación con contenido sensacionalista”, podría definirse
así: “EC evitaría que se produzcan y comercialicen por ley y bajo la supervisión de un organismo estatal creado para
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eso (prohibiría) todos aquellos periódicos y noticieros (medios de comunicación) cuyas noticias (contenido) sea
relatado de modo morboso y/o exaltando tragedias sin respetar a los afectados (sensacionalismo).
Statu quo.
Para poder garantizar un debate claro en el que se pueda identificar qué es lo que se está contraponiendo, debe
presentarse también un “statu quo”. Este hace alusión al estado y contexto en el que se dará el debate. Consiste en
caracterizar cuál es el escenario del debate y lo relativo a este.
Por ejemplo, siguiendo la misma línea del ejemplo de la definición, podemos explicar como “statu quo” lo siguiente:
actualmente existe en la población un alto grado de desinformación, esto parte de que los medios de comunicación no
informan apropiadamente de los hechos; para que la población se siga desinformado o informando de noticias
banales, es que se da esta medida.
Carga de la prueba.
Con base en los puntos anteriores, los oradores pueden identificar cuál es su carga de la prueba. Esta es “lo que uno
está llamado a demostrar en el debate”, y si lo demuestra, ha de ganar el enfrentamiento. Es sobre esta carga de la
prueba que se construyen los argumentos, ya que estos han de satisfacerla y cumplirla.
El ejemplo de la carga de la prueba que tendría nuestro caso sería este: “demostrar que prohibiendo la existencia de
los periódicos y noticieros sensacionalistas se reduce la desinformación popular”.
Además de sentar las bases en el debate, el primer orador de la proposición puede también presentar carga
argumentativa. Los argumentos que plantee, como se mencionó, deben estar orientados a cumplir la carga de la
prueba impuesta.
a) El primer orador de la oposición, por su parte, tiene la opción tanto de aceptar el caso (las definiciones y el statu
quo) de la proposición, o impugnarlo de considerarlo pertinente. Si lo acepta, se sientan las bases del debate y es su
obligación refutar los argumentos de la proposición y plantear su propia carga argumentativa. No obstante, la
oposición puede impugnar la definición planteada; para hacer esto tiene que explicar por qué lo está haciendo y
planteando una nueva definición. Una definición puede ser impugnada por ejemplo cuando es auto comprobatoria o
plantea un caso manifiestamente injusto para cualquier debatiente racional; o cuando no permite el debate.
Se debe señalar que la proposición, en caso la oposición impugne la definición, no tiene la obligación de aceptar la
redefinición. Puede defender su propia definición, o impugnar la redefinición y plantear una nueva. En caso suceda
esto último, se dará lo que se conoce como un “debate de definiciones”, el cual también es totalmente válido y los
jueces han de juzgar del mismo modo.
b) Segundos y terceros oradores. Los segundos y terceros oradores están en la obligación tanto de refutar como
argumentar. Cada uno de estos puntos se explicará por separado. De igual forma, deberán reforzar lo planteado por el
orador de su equipo que lo precedió, refutando lo que le hayan refutado a este o ampliando alguna explicación de ser
necesario.
c) Conclusión. El discurso de conclusión debe presentar los puntos de choque y demostrar por qué tu casa es quien
debe de ganar el debate.

3. TIPOS DE TESIS.
Para poder identificar cuál es la carga de la prueba en el debate, y construir los argumentos más pertinentes, resulta
importante reconocer cuál es el tipo de tesis que estamos debatiendo. Del tipo de tesis de la moción dependerá lo que
estamos llamados a comprobar: un hecho, una valoración, o una solución. Veamos:
a) Tesis de hecho.
En este tipo de tesis discutimos acerca de los hechos: si es que son o no son, o si es que son de determinada manera o
de otra. Es un debate en la que no intervienen las valoraciones, resulta innecesario e incluso inconveniente empezar a
calificar hechos, ya que ese no es el espíritu de la moción.
A modo de ejemplo de este tipo de tesis tenemos:
- ECCQ la corrupción tiene como principal causante a la falta de educación cívica.
b) Tesis valorativa.
Este tipo de tesis parte de un hecho concreto, el cual se catalogará positiva o negativamente. Así, no se discute el statu
quo que se plantea, sino acerca de si está bien o no, si es legítimo o ilegítimo, si es que es lamentable o loable, y
demás. Lo que se debate en sí es si un hecho es valorativamente positivo o valorativamente negativo.
Tenemos, por ejemplo:
- ECCQ se debería estatizar el servicio de agua.
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- EC lamenta el devenir del arte contemporáneo.

c) Tesis política.
Este tipo de tesis invita a un debate en el cual se discuta acerca de una política, esta entendida como un medio por el
cual se llegará a un fin. Esta política en discusión supone la existencia de un problema, el cual es un hecho con una
determinada valoración negativa. Así, ante la existencia del problema, se debate acerca de si una política soluciona o
no la problemática. En este tipo de tesis se espera que los debatientes expliquen cómo y quién llevará a cabo esta
política, así como el por qué, cuándo y dónde. Normalmente las tesis políticas en lugar de comenzar con “Esta cámara
considera que” (ECCQ), inicia con “Esta cámara” añadido a lo que se haría.
Veamos:
- EC penalizaría con cadena perpetua los actos de corrupción.
- EC promovería la producción y comercialización de inteligencia artificial.

4. ARGUMENTACIÓN.
En un debate se debe buscar convencer a través de razones sustentadas y fundamentadas, en vez de persuadir tan
solo por medio de la retórica. Es por eso que la argumentación toma una especial importancia. Los argumentos
brindan esas razones que harán del debate más que un discurso vacío, una verdadera herramienta educativa de
aprendizaje. En promedio, por equipo deberían plantearse 3 argumentos que aborden distintos puntos de vista por lo
cual están o a favor, o en contra. Existen diversos modelos argumentativos, pero por motivos de simplicidad se
explicará el AERC, el cual explica la estructura mínima que un argumento debe tener.
El AER se llama así por sus elementos: afirmación, evidencia y razonamiento
a) Afirmación.
Es aquella oración escrita a modo de proposición que afirma o niega algo. Todo lo que se afirme o niegue debe estar
orientado a cumplir con la carga de la prueba. Es a la conclusión que se debe de llegar después de explicar todo el
razonamiento que la sostiene.
Por ejemplo, en la moción “ECCQ los padres deberían restringir el uso de las redes sociales a sus hijos” después de
definir, se podría establecer que la carga de la prueba sea “demostrar que esto favorece al desarrollo académico del
joven”. Y una afirmación que apoye a esto sería que “tendrá un mejor desempeño en las tareas”. Esta afirmación se ha
de demostrar.
b) Evidencia.
Son aquellos datos y/o ejemplos que demuestran que realmente la afirmación y el razonamiento expuestos además de
correctos, son verdaderos. A través de la evidencia el debate aterriza en la realidad y cobra relevancia en la coyuntura.
Cada argumento puede tener más de una evidencia, de hecho, es recomendable que así sea. Es más, lo ideal es que
toda aquella premisa del argumento, que no sea una máxima de experiencia aceptada universalmente, tenga una
evidencia que nos pruebe su veracidad.
Ejemplos de evidencias que se pueden usar son estadísticas, noticias periodísticas, estudios académicos, etc. Cuando
se empleen este tipo de fuentes resulta importante señalar su fuente y su fecha; así, se puede hacer una evaluación de
qué tan reciente y qué tan relevante es la evidencia presentada. Así, por ejemplo, tendrá mayor relevancia un estudio
del 2022 que uno del 2010 sobre lo mismo.
c) Razonamiento.
A veces también llamado fundamento; es el ejercicio lógico mediante el cual se explica el motivo que sustenta la
afirmación planteada. Consiste en todas las premisas que nos llevarán a concluir nuestra afirmación. Una premisa es
aquella proposición más simple que la afirmación y que servirá (junto al resto de premisas) para llegar a la afirmación.
Se exige tanto que las premisas se demuestren como verdaderas, así como el paso entre estas sea el correcto.
Por ejemplo, usando la afirmación previa acerca de que “los jóvenes tendrán un mejor desempeño en las tareas”.
Tenemos detrás un razonamiento que explique cómo es que actualmente la mayor causa de distracción de los jóvenes
fuera del horario escolar son las redes sociales (Facebook, Instagram, WhatsApp) y por ende, si es que a los jóvenes se
les quita la distracción, podrán concentrarse mejor en actividades como la tarea escolar.
5. REFUTACIÓN.
La refutación es una parte fundamental para el desarrollo de un debate, pues justamente en esta se da la
contraposición de ideas. Todos los oradores, salvo el primero, deben cumplir con esta labor, pues el debate no es solo
construir una postura sólida y acertada sino también mostrar el error en la inferioridad de la postura contraria.
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La refutación está destinada a criticar y atacar materialmente, es decir: a la construcción argumentativa. Son
innecesarias, e incluso podrían ser contraproducentes refutaciones formales; esto es, al respecto del tono de voz, de la
postura, entre otros.
Refutar entonces, es explicar qué no se hizo y/o que se hizo mal. Como los jueces tienen que procurar en la medida de
lo posible no juzgar de oficio, sino solo juzgar lo que pasó en el debate, resulta pertinente que los oradores refuten
señalando también qué no hizo la casa contraria (no presentaron argumentos, no presentaron evidencia, faltaron
nexos lógicos, etc.). Del mismo modo, hay que explicar en qué falla el argumento; para esto, se puede hacer por tres
caminos no excluyentes entre sí. En primer lugar, evaluando si estuvo o no bien construido el argumento, esto es
comprobar que el razonamiento es correcto; así como ver si es que se ha presentado suficiente evidencia para
comprobar que las premisas presentadas son verdaderas. En segundo término, hay que ver qué tan útiles fueron los
argumentos para el debate, es decir, si es que tienen que ver o no con el tema en discusión y la carga de la prueba. Por
último, qué tan importante fue su argumento al respecto de los demás.
6. CONCLUSIÓN.
La conclusión o cierre es una parte de gran importancia en el discurso, en el que se debe, precisamente, concluir el
debate. Para llevar a cabo esta labor se debe extraer lo que ha pasado en el debate y analizarlo; así se presenta un
resumen de cómo es que la casa contraria falló en defender su postura, y cómo es que la casa del orador sí lo logró a
través de sus argumentos. Hay que enfatizar en que concluir el debate no es resumirlo sin más, sino hacer una
verdadera valoración y ponderación de los argumentos dados; de modo que el orador demuestre que su casa ha
ganado el debate.
Es ideal puntualizar los argumentos dados y relacionarlos tanto entre sí como con la carga de la prueba. Se debe
presentar un resumen en el cual, partiendo de las definiciones y las cargas probatorias subsecuentes, se desarrollen
los puntos relevantes discutidos que se han contrapuesto a través de los argumentos y contra argumentaciones.
Asimismo, cómo es que los argumentos de la otra casa no pudieron cumplir con su carga de la prueba. Para demostrar
esta supremacía argumentativa algunos oradores emplean lo que son los puntos de choque. Estos se definen como los
puntos que se han contrapuesto y han sido contradictorios entre los equipos. Siguiendo la definición, consisten en
explicar qué ideas han estado en conflicto en el debate, y cómo una ha prevalecido sobre la otra. Por ejemplo, en un
debate acerca de que los jóvenes manejen a los 16 años, un punto de choque esperado es el de “libertad individual
enfrentado a la madurez para ejercer correctamente la libertad”. El que presente los puntos de choque tendrá que
explicar qué se dijo de cada punto, por qué fallaron los puntos de la casa contraria, y por qué prevalecieron los de la
propia.
7. Puntos de información.
El debate, al ser propiamente una discusión que busca confrontación y dinámica de ideas, permite los puntos de
información. Estas son preguntas o comentarios que pueden formularse en las tres primeras intervenciones de ambos
equipos, después del primer minuto y antes del último.
Los puntos de información, pueden servir para solicitar que se aclaren conceptos, hacer algún comentario, preguntar
algún dato concreto, entre otros. Para solicitar el punto de información debe solicitarse el uso de la palabra, y el
orador de turno debe otorgarlo. Usualmente se solicita parándose de su asiento y exclamando “punto de
información”, “sobre ese punto”, o cualquier otra fórmula que dé a entender que está pidiendo la palabra. Una vez
que se le concede la palabra tiene como máximo 15 segundos para formular su punto de información; si el orador
sobrepasa este tiempo, el otro está facultado para pedirle que tome asiento, ya que ya tuvo una oportunidad
razonable de hacerse escuchar y entender.
Los oradores deben aceptar por lo menos dos puntos de información por discurso dado. En la misma línea, la casa
contraria al orador que esté dando su discurso, debe formular puntos de información.

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