¿Quién se ha llevado mi queso?

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En el transcurso de nuestras vidas, ya sea en el ámbito laboral, familiar o personal, es
común que adoptemos ciertas actitudes al momento de reaccionar frente a determinadas
situaciones. De este modo, en diferentes etapas experimentamos emociones de lo más
diversas, las cuales debemos comprender para enfocar cada decisión que tomemos de una
manera inteligente y efectiva. Este es el objetivo de ¿Quién se ha llevado mi queso?, uno de
los libros de desarrollo personal más populares de todos los tiempos. Fue publicado en el
año 1998, y escrito por el psicólogo estadounidense Spencer Johnson.
Los ratones representan a todos aquellos individuos que no dudan demasiado al momento
resolver un conflicto, consiguiendo adaptarse rápidamente. Son muy trabajadores y ante
cualquier clase de situación evitan ser dominados por el miedo o la inseguridad. Mientras
que en los dos personajes restantes podemos identificar actitudes opuestas. Una de ellas
es la perseverancia, que se manifiesta ante un problema que parece no tener solución, e
implica salir de la zona de confort. Mientras que la resistencia al cambio consiste en
quedarse atrapado en un círculo vicioso, dejándose llevar por sentimientos y pensamientos
negativos que impiden el desarrollo.

De esta forma, ¿Quién se ha llevado mi queso? nos muestra una historia que parece infantil
pero que encierra una serie de enseñanzas. No solo son consejos para aprender cómo
comportarnos ante situaciones difíciles, sino que nos permiten reconocer reacciones como
el enojo y la frustración. Esto es sumamente importante, dado que para el crecimiento
personal son inevitables los cambios, que nos exigen salir del estado de comodidad al que
estamos acostumbrados.

A través de cuatro personajes que son empleados para mostrar ciertas características y
personalidades diferentes, nos encontramos con un relato que habla sobre el cambio y las
formas en las que puede afrontarse. Se tratan de dos ratones y dos humanos de similar
tamaño; el libro los llama “liliputienses”, haciendo referencia a los diminutos habitantes que
aparecieron por primera vez en la novela Los viajes de Gulliver, de 1726. Todos ellos viven
en un laberinto, y día tras día deben emprender una búsqueda para conseguir alimento, que
justamente es el queso al cual hace referencia el título.Los ratones representan a todos
aquellos individuos que no dudan demasiado al momento resolver un conflicto,
consiguiendo adaptarse rápidamente. Son muy trabajadores y ante cualquier clase de
situación evitan ser dominados por el miedo o la inseguridad. Mientras que en los dos
personajes restantes podemos identificar actitudes opuestas. Una de ellas es la
perseverancia, que se manifiesta ante un problema que parece no tener solución, e implica
salir de la zona de confort. Mientras que la resistencia al cambio consiste en quedarse
atrapado en un círculo vicioso, dejándose llevar por sentimientos y pensamientos negativos
que impiden el desarrollo.

Otras reflexiones que se pueden extraer del libro están relacionadas con el hecho de que
cada persona debe encontrar su propio camino. Esto es algo fundamental, dado que nada
se consigue siguiendo a otros ciegamente. Tenemos que aprender de las decisiones que
tomamos y analizar sus consecuencias. Del mismo modo, es necesario comprender que los
cambios y posibles fracasos que experimentemos deben ser vistos como oportunidades
para mejorar.