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Epicondilitis humeral medial y lateral


Todd S. Ellenbecker, DPT, MS, SCS, OCS, CSCS  |  George J. Davies, DPT, MEd, PT, SCS, ATC,
LAT, CSCS, PES, FAPTA

INTRODUCCIÓN dominante (brazo izquierdo en un golfista diestro), mientras


que la epicondilitis humeral medial es bastante más frecuente en
Las lesiones del codo, específicamente la epicondilitis humeral, tenistas de élite y en deportistas lanzadores debido a la impor-
son frecuentes como consecuencia de las cargas repetitivas sopor- tante sobrecarga de las unidades musculotendinosas flexoras y
tadas en los deportistas, por activaciones musculares forzadas y pronadoras durante la extensión en valgo por encima de la cabeza
repetitivas inherentes a lanzar, golpear, sacar y clavar. El abordaje inherente a la fase de aceleración de dichos tipos de movimientos.
implica diagnóstico y tratamiento tempranos combinados con Además, el brazo de arrastre del golfista (brazo derecho en golfista
rehabilitación en cadena cinética o fortalecimiento general del diestro) tiene más probabilidad de presentar síntomas mediales
brazo. que laterales.

EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA EXPLORACIÓN CLÍNICA DEL CODO


Una de las lesiones por uso repetitivo más frecuentes del codo es la La inspección estructural también debe incluir una inspección
epicondilitis humeral. Las incidencias epidemiológicas de la epicon- completa y detallada de toda la extremidad superior y el tronco.
dilitis humeral tienen un rango entre el 35% y el 50% en jugadores La elevada dependencia de la cadena cinética para generar fuerza
de tenis adultos, bastante mayor que las observadas en deportistas en deportes y en actividades cotidianas y la importante función
júnior de élite (11-12%). del codo como eslabón en la cadena cinética obligan a explorar
El codo de tenis fue descrito inicialmente por Runge en 1873. toda la extremidad superior y el tronco. Debido a que muchas
Cyriax (1983) enumeró 26 causas de codo de tenis, mientras lesiones por uso excesivo afectan a deportistas, la inspección
que Goldie (1964) halló hipervascularización de la aponeurosis estructural del deportista con el codo lesionado puede com-
extensora y aumento del número de terminaciones nerviosas plicarse por la ausencia de simetría bilateral en las extremidades
libres en el espacio subtendinoso. Leadbetter (1992) describió la superiores. Con frecuencia, se observan cambios adaptativos
epicondilitis humeral como un trastorno degenerativo dependien- durante la exploración clínica del codo del deportista, particu-
te del tiempo con fenómenos vasculares, químicos y celulares que larmente en la extremidad superior dominante del deportista. El
conducen al fracaso de la respuesta de cicatrización célula-matriz uso de la extremidad contralateral como referencia es particular-
en el tendón humano. Esta descripción de lesión tendinosa difiere mente importante en estos deportistas para determinar el grado
de las teorías iniciales que consideraban la respuesta inflamatoria real de adaptación, que puede ser un factor contribuyente en la
como factor principal, lo que llevó a usar el término «tendinitis» presentación de la lesión del paciente. Un repaso breve de las
frente al término recomendado por Leadbetter (1992) y Nirschl adaptaciones frecuentes puede aportar información valiosa para
(1992). ayudar al médico durante la inspección estructural del deportista
Nirschl y Ashman (2003) definieron la epicondilitis humeral lesionado con dolor de codo.
como una lesión tendinosa extraarticular caracterizada por gra-
nulación vascular excesiva y respuesta tendinosa de cicatrización
alterada denominada «hiperplasia angiofibroblástica». Kraus- ADAPTACIONES ANATÓMICAS
haar y Nirschl (1999) estudiaron muestras de tendón lesionado EN EL CODO DE DEPORTISTA
obtenidas de zonas de uso excesivo crónico y señalaron una falta
de un número elevado de linfocitos, macrófagos y neutrófilos. Algunos estudios clásicos han analizado las adaptaciones de la ampli-
Por el contrario, la tendinosis parece ser un proceso degenerativo tud de movimientos del codo.
caracterizado por aumento de fibroblastos, colágeno desorganiza- • King et al. (1969) estudiaron inicialmente la amplitud de movi-
do e hiperplasia vascular. No está claro por qué duele la tendinosis, mientos del codo en lanzadores de béisbol profesional. El 50%
dada la ausencia de células inflamatorias, y por qué no madura de los lanzadores tenían una contractura en flexión del codo
el colágeno. dominante, de los que el 30% presentaban una deformidad del
Nirschl (1992) describió que la estructura principal afectada en cúbito en valgo.
la epicondilitis humeral lateral era el tendón del extensor radial • Chinn et al. (1974) estudiaron a tenistas adultos profesionales
corto del carpo. Un tercio de los casos afectan al tendón del exten- de élite y hallaron contracturas en flexión del codo dominante
sor común. Además, pueden estar afectados el extensor radial significativas.
largo del carpo y el extensor cubital del carpo. La localización • Hace menos tiempo, Ellenbecker et al. (2002) midieron las con-
principal de la epicondilitis humeral medial son los tendones del tracturas en flexión del codo con una media de 5° en un grupo
flexor radial del carpo, del pronador redondo y del flexor cubital de 40 lanzadores de béisbol profesional sanos. La flexibilidad de
del carpo. Por último, Nirschl (1992) señaló que la incidencia la muñeca estaba relacionada directamente con la función del
de epicondilitis humeral lateral es bastante más alta que la de codo. Hallaron una flexibilidad de la muñeca significativamente
epicondilitis humeral medial en tenistas aficionados y en el brazo menor en extensión del brazo dominante como consecuen-

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82 SECCIÓN 2  Rehabilitación tras artroplastia total de codo

cia de la tensión en la musculatura flexora de la muñeca, sin bol profesional en el brazo dominante y del 5-15% de la fuerza
diferencia en la amplitud de movimiento de flexión entre las de extensión del codo en comparación con la extremidad no
extremidades. dominante.
• Wright et al. (2006) estudiaron 33 deportistas lanzadores antes Estos datos ayudan a describir las adaptaciones musculares cróni-
de la temporada de competición. La pérdida media de extensión cas que pueden estar presentes en el deportista que hace ejercicio por
del codo era de 7° y la pérdida media de flexión, de 5,5°. encima de la cabeza y en la persona activa con una lesión de codo.
• Ellenbecker y Roetert (1994) examinaron a tenistas sénior de Estos hallazgos ayudan a determinar los grados de fuerza realistas y
55 años o más y hallaron contracturas en flexión con una media de precisos al acabar la rehabilitación. La incapacidad para conseguir
10° en el codo dominante y una amplitud de flexión significativa- que la musculatura estabilizadora de la extremidad dominante alcan-
mente menor. La mayor utilización de la musculatura extensora ce su estado (desde el 10% hasta el 35%) en estos deportistas puede
de la muñeca es probablemente la causa de la limitación de la representar una rehabilitación incompleta e impedir el retorno a la
amplitud de flexión de la muñeca en tenistas sénior, a diferencia actividad completa.
de la reducción de la amplitud de extensión de la muñeca por uso
excesivo de los músculos flexores de la muñeca en el lanzador de
béisbol. PRUEBAS ESPECIALES
Aunque supera el alcance de este capítulo, se debería medir la DE EXPLORACIÓN DEL CODO
amplitud de movimientos rotacionales de la articulación glenohu-
meral, debido al papel del déficit de rotación interna glenohumeral Además de la medición exacta de la amplitud de movimientos de
en la sobrecarga en valgo del codo al lanzar (Dines et al. 2009). La la extremidad superior proximal y distal, el estudio radiológico
identificación de una pérdida de rotación interna glenohumeral y la evaluación de la fuerza muscular, una evaluación integral
y, más importante, la pérdida de rotación total asociada a pérdida del codo comprende otras pruebas. Destacamos varias pruebas
de rotación interna deberían inducir al médico a aplicar medidas comunes basándonos en su importancia global. Remitimos al
para corregir la deficiencia rotacional proximal y, además, lograr lector a Morrey (1993), Ellenbecker y Mattalino (1997) y Magee
una estabilización proximal de las articulaciones escapulotorácica (2013) para información más completa sobre la exploración
y glenohumeral. del codo.
Varios estudios han analizado también las adaptaciones óseas en Las pruebas clínicas para las articulaciones proximal y distal al
el codo del deportista. codo permiten al explorador descartar síntomas referidos y compro-
• Priest et al. (1974 y 1977) estudiaron a 84 tenistas de élite bar que el dolor del codo tiene un origen musculoesquelético local.
mediante radiografías. Hallaron una media de 6,5 cambios Un exceso de presión de la columna cervical en los movimientos
óseos en el codo dominante de todos los tenistas. Además, de flexión-extensión y de flexión lateral-rotación y la prueba de
presentaban dos veces más adaptaciones óseas, como espolo- Spurling o del cuadrante que combina extensión con flexión lateral
nes, en la región medial del codo que en la lateral. La apófisis y rotación al mismo lado se usan para descartar síntomas radiculares
coronoides del cúbito era el lugar más frecuente de adaptación originados en la columna cervical. En cuanto a la precisión diagnós-
ósea u osteofito. Hallaron una media del 44% de aumento de tica, Tong et al. (2002) observaron una sensibilidad del 30% y una
grosor de la cortical humeral anterior en el brazo dominante, especificidad del 93% para la maniobra de Spurling. Dado que esta
con un aumento del 11% del grosor cortical en el radio de la prueba no es sensible sino específica para la radiculopatía cervical,
extremidad dominante en el tenis. hay que ser cautos para basar el diagnóstico clínico solo en esta
• En un estudio de resonancia magnética (RM), Waslewski et al. maniobra de exploración.
(2002) hallaron osteofitos en la inserción proximal o distal del Además de descartar la columna cervical en posición cen-
ligamento colateral cubital en 5 de 20 lanzadores de béisbol pro- tral, también es importante descartar la articulación glenohu-
fesional y osteofitos posteriores en 2 de 20 lanzadores. meral. Es recomendable determinar la presencia concomitante
• Además de adaptaciones en huesos y en amplitud de movimien- de pinzamiento o inestabilidad. El uso del signo del surco para
tos, se producen adaptaciones musculares. La fuerza de prensión determinar la presencia de inestabilidad multidireccional gle-
isométrica reveló aumentos unilaterales de fuerza en tenistas de nohumeral, junto con el signo o prueba de «recolocación» de
élite júnior, adultos y sénior entre el 10% y el 30%. Jobe y la prueba de inestabilidad anterior, aporta información
• Ellenbecker (1991) y Ellenbecker y Roetert (2003) midieron la muy valiosa sobre el estado de la articulación glenohumeral.
fuerza isocinética de la mano y el antebrazo en tenistas adultos Los signos de pinzamiento de Neer (1983) y de Hawkins y Ken-
de alto nivel y en tenistas de élite júnior y hallaron un 10-25% nedy (1980) son útiles para descartar una patología tendinosa
de aumento de fuerza de flexión y extensión de la muñeca y de proximal.
pronación del antebrazo en la extremidad dominante en com- También es recomendable una inspección completa de la arti-
paración con la no dominante. No hallaron diferencias entre las culación escapulotorácica. Nuestra experiencia clínica indica una
extremidades en la fuerza de supinación del antebrazo. Tampoco relación firme entre el uso excesivo del codo y la debilidad escapular
había diferencias entre las extremidades en la fuerza de flexión y del manguito de los rotadores. Por tanto, en el abordaje integral de
del codo, pero la extensión del codo en el brazo dominante era la patología del codo es muy importante una inspección completa
significativamente más potente que en el brazo no dominante en de la articulación proximal.
el tenis. Por esta razón, es muy recomendable retirar la camisa del pacien-
• La investigación en deportistas lanzadores profesionales ha iden- te o explorarlo en bata con exposición completa de la región superior
tificado significativamente más fuerza de flexión de muñeca y de de la espalda. Kibler et al. (2002) idearon un sistema de clasifica­
pronación de antebrazo en el brazo dominante, hasta el 15-35% ción de la patología escapular. Se recomienda observar con atención
en comparación con la extremidad no dominante, sin diferencia al paciente en reposo y con las manos colocadas en las caderas y
entre las extremidades en la fuerza de extensión de la muñeca o durante movimientos activos por encima de la cabeza para identificar
de supinación del antebrazo. la prominencia de los bordes de la escápula y la ausencia de relación
• Wilk, Arrigo y Andrews (1993) hallaron un aumento del firme con la pared torácica durante el movimiento. La compara­
10-20% de la fuerza de flexión del codo en lanzadores de béis- ción bilateral es el paso inicial para identificar una patología escapular;

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sin embargo, en muchos deportistas puede observarse una patología dedos (fig. 18.1) y la pronación y la supinación del antebrazo. Estas
escapular bilateral. pruebas pueden usarse para provocar la unidad musculotendinosa
Deberían realizarse varias pruebas específicas para el codo en el epicóndilo medial o lateral. Valorar el codo en extensión com-
que facilitan el diagnóstico de epicondilitis humeral y, lo que es pleta, o cerca de ella, puede reproducir a menudo el dolor lateral o
más importante, descartan otros tipos de disfunción del codo. medial de codo localizado secundario a degeneración tendinosa. La
Estas son: prueba de Tinel, prueba de estrés en varo y en val- reproducción del dolor lateral o medial de codo con pruebas mus-
go, prueba de ordeño, prueba de estrés en extensión en valgo, culares contra resistencia (prueba de provocación) puede indicar
prueba de rebote, pruebas de provocación y prueba de valgo en lesión tendinosa concomitante en el codo y debería llevar al médico
movimiento. a realizar una exploración más completa del codo. Está indicada una
• La prueba de Tinel consiste en golpear el nervio cubital en la palpación meticulosa del origen extensor en el epicóndilo lateral y
región medial del codo, sobre el retináculo del túnel cubital. La en el epicóndilo medial. La inspección cuidadosa de la orientación
reproducción de parestesias y hormigueo en el trayecto distal del de los tendones en el epicóndilo lateral muestra que la inser­
nervio cubital indica irritabilidad del nervio cubital. ción principal del extensor radial largo del carpo está realmente en la
• La prueba de estrés en valgo evalúa la integridad del ligamen­ cresta supracondílea lateral proximal al epicóndilo humeral lateral.
to colateral cubital. La posición usada para evaluar el fascícu­ Además, el extensor radial corto del carpo (ERCC) puede palparse
lo anterior del ligamento colateral cubital es 15-25° de flexión en la región medial del epicóndilo lateral inmediatamente proximal
de codo y supinación de antebrazo. La posición de ligera flexión de al extensor común de los dedos (ECD), con el extensor cubital del
codo desbloquea el olécranon en la fosa olecraniana y disminuye carpo inmediatamente distal al ECD.
la estabilidad proporcionada por la congruencia ósea articular. Se La prueba de valgo en movimiento se hace con la extremidad
genera tensión relativa en el ligamento colateral cubital medial. La superior del paciente en aproximadamente 90° de abducción
reproducción del dolor de codo medial, además de un aumento (fig. 18.2). El codo se flexiona al máximo y se aplica un estrés en
unilateral de la laxitud articular humerocubital, indica una prue- valgo moderado al codo para simular la fase de preparación final
ba positiva. Para graduar la prueba, se emplean habitualmente del movimiento de lanzamiento. Manteniendo un estrés en valgo
las recomendaciones de la American Academy of Orthopedic moderado en el codo, se extiende el codo desde la posición de
Surgeons de 0 a 5 mm grado I, 5 a 10 mm grado II y más de flexión completa. Una prueba positiva de lesión del ligamento
10 mm grado III. Una flexión del codo superior a 25° aumenta el colateral cubital se confirma cuando reproduce el dolor máximo
grado de rotación humeral al aplicar tensión en valgo y ofrece del paciente sobre el ligamento colateral cubital medial entre 120°
información engañosa. Safran et al. (2005) estudiaron el efecto y 70°, en lo que hemos denominado «ángulo de cizallamiento» o
de la rotación del antebrazo durante la aplicación de tensión en zona de dolor. O’Driscoll et al. (2005) examinaron con la prueba
valgo al codo y encontraron que la laxitud de la articulación gle- de valgo en movimiento a 21 deportistas con un síntoma principal
nohumeral siempre era mayor cuando se exploraba el codo con de dolor de codo medial por insuficiencia del ligamento colateral
el antebrazo en rotación neutra en comparación con pronación medial u otra anomalía por sobrecarga en valgo. La prueba era
o supinación completa. muy sensible (100%) y específica (75%) en comparación con la
• El signo de ordeño es una prueba que realiza el propio paciente, exploración artroscópica del ligamento colateral cubital medial. Esta
con el codo en aproximadamente 90° de flexión. Con la extre- prueba puede aportar información clínica útil al evaluar al paciente
midad contraria bajo el codo afectado, el paciente coge el pulgar con dolor de codo medial.
de la extremidad lesionada y tira en dirección lateral, generando Estas técnicas de exploración especiales son exclusivas del codo
tensión en valgo en el codo flexionado. Es posible que algunos y, combinadas con una exploración detallada de la cadena cinética
pacientes no tengan flexibilidad suficiente para hacer esta manio- de la extremidad superior y de la columna cervical, pueden con-
bra; el estrés en valgo puede ser ejercido por el explorador para seguir una valoración objetiva de la patología del paciente y per-
imitar este movimiento, que tensa el fascículo posterior del liga- mitir al médico diseñar el plan terapéutico basado en los hallazgos
mento colateral cubital. exploratorios.
• La prueba de estrés en varo se realiza con grados de flexión de
codo y posición de hombro y de antebrazo similares. Esta prueba
explora la integridad del ligamento colateral cubital lateral y
debería realizarse junto con la prueba de estrés en valgo para
evaluar al completo la estabilidad medial-lateral de la articulación
humerocubital.
• La prueba de estrés en extensión en valgo por Andrews et al.
(1993) determina si el dolor posterior en el codo está causado
por un osteofito posteromedial que choca con el borde medial
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de la tróclea y la fosa olecraniana. Esta prueba se realiza con


extensión pasiva del codo mientras se mantiene el estrés en
valgo en el codo. Esta prueba pretende simular las fuerzas
soportadas en la región posteromedial del codo durante la fase
de aceleración del lanzamiento o del saque. La reproducción del
dolor en la región posteromedial del codo indica una prueba
positiva.
Algunas de las pruebas más útiles para identificar la epicondilitis
humeral son las pruebas de provocación para evaluar las unidades
musculotendinosas del codo. Las pruebas de provocación consisten
en pruebas musculares manuales para determinar la reproducción Fig. 18.1  Prueba de provocación en extensión realizada con el
del dolor. Las pruebas específicas utilizadas para evaluar la arti- co­do cerca de la extensión completa para provocar la unidad musculo­
culación del codo son la flexión y la extensión de la muñeca y los tendinosa.

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84 SECCIÓN 2  Rehabilitación tras artroplastia total de codo

Fig. 18.2  A-C, Prueba de valgo en movimiento para el ligamento colateral cubital medial.

TRATAMIENTO células inflamatorias (Ashe et al. 2004). Así pues, la tendinosis


es una degeneración del tejido colágeno como consecuencia de
Los tratamientos iniciales se utilizan para reducir el dolor y envejecimiento, microtraumatismo o compromiso vascular. Riley
aumentar la amplitud de movimientos, la fuerza muscular y la (2005) describió que la matriz tendinosa estaba mantenida por
función global de la extremidad superior lesionada. Se evalúa y los tenocitos residentes, y hay evidencia de un proceso continuo
se integra en el proceso terapéutico toda la cadena cinética de de remodelación de la matriz, aunque la velocidad de intercambio
la extremidad superior. Conocer el fundamento terapéutico de la varía en distintos sitios. Un cambio en la actividad de remode-
tendinitis frente a la tendinosis es una distinción muy importante lación se asocia al inicio de la tenopatía, y algunos cambios son
para el tratamiento de la epicondilitis humeral. Además, se analiza compatibles con reparación, aunque pueden ser una respuesta
la importancia de la estabilización escapular y del manguito de adaptativa a los cambios en la carga mecánica. Además, se cree
los rotadores, considerada a menudo exclusiva del tratamiento que una tensión ligera repetida puede ser el principal factor pre-
de la disfunción de hombro, porque es muy importante para cipitante en la tenopatía. Las metaloproteasas desempeñan un
el tratamiento de la extremidad superior distal. Por último, se papel importante en la matriz tendinosa, aunque se desconoce
describen las recomendaciones de retorno a la actividad y de su papel en la patología tendinosa, y es necesario realizar estudios
progresión de ejercicios. adicionales para identificar dianas moleculares nuevas y específicas
para el tratamiento. Riley (2008) señaló que los neuropéptidos y
otros factores liberados por células o terminaciones nerviosas
Tendinitis o tendinosis estimuladas en el tendón, o alrededor de él, podrían influir en la
Wilson y Best (2005) señalaron que hay una concepción errónea renovación de la matriz y representan dianas novedosas para
frecuente de que las lesiones tendinosas sintomáticas son infla- la intervención terapéutica.
matorias, por lo que a menudo se denominan equivocadamente Alfredson y Ohberg (2005) hallaron mediante exploración
«tendinitis». Existen tenopatías inflamatorias agudas, pero muchos con Doppler color cambios tendinosos estructurales con zonas
pacientes tienen síntomas crónicos que indican un trastorno dege- hipoecoicas y neovascularización local, correspondientes a la
nerativo que debería denominarse «tendinosis» o tenopatía. Se han zona dolorosa. El tratamiento con inyecciones esclerosantes diri-
utilizado muchos términos para describir la epicondilitis humeral gidas a la zona con vasos nuevos ofrece la posibilidad de eliminar
lateral, como codo de tenis, epicondilalgia, tendinitis, tendinosis el dolor en los tendones y permitir a los pacientes recuperar la
y tenopatía (Stasinopoulos y Johnson 2006). «Tenopatía lateral de actividad con carga completa del tendón rotuliano. Ohberg y
codo» parece el término más apropiado en la práctica clínica, porque Alfredson (2004) examinaron la presencia de neovascularización
otros términos hacen referencia a elementos etiológicos, anatómicos en el tendón de Aquiles antes y después del entrenamiento excén-
y fisiopatológicos inapropiados. trico. Después de 12 semanas de entrenamiento excéntrico de los
Zeisig et al. (2006) y Riley (2008) observaron que el codo de músculos de la pantorrilla dolorosa, la estructura tendinosa era
tenis o tendinosis del ERCC es un trastorno de etiología y patoge- más normal, y en la mayoría de los tendones no había neovas-
nia desconocidas difícil de tratar. Croisier et al. (2007) señalaron cularización residual.
que los síntomas prolongados y las recaídas son frecuentes a pesar Además, Ohberg et al. (2004) señalaron que, después de un pro-
de las numerosas medidas de tratamiento conservador. Se ha grama de entrenamiento muscular excéntrico de la pantorrilla de
evaluado la eficacia de la mayoría de las opciones terapéuticas en 12 semanas, la mayoría de los pacientes con tendinosis del tendón
ensayos clínicos bien diseñados, aunque hay una respuesta gene- de Aquiles crónica dolorosa en la región intermedia mostraban
ralmente favorable al tratamiento conservador o no quirúrgico. un descenso localizado del grosor del tendón y una estructura
Wilson y Best (2005) y Gabel (1999) indicaron que aproximada- tendinosa normalizada. Parecía que las anomalías tendinosas
mente un 80% de las tenopatías por uso excesivo se recuperan por estructurales residuales estaban asociadas a dolor residual en el
completo en 3-6 meses. tendón. Fredberg y Stengaard-Pedersen (2008) afirmaron que
estudios nuevos de inmunohistoquímica y citometría de flujo han
detectado células inflamatorias. Por tanto, es necesario continuar
DEFINICIONES: TENDINITIS la investigación en el «mito de la tendinitis». La información
Y TENDINOSIS disponible indica que los iniciadores de la vía tenopática son
numerosas sustancias proinflamatorias. Debido a la compleja
Varios estudios han descrito los hallazgos histopatológicos en el interacción entre las sustancias proinflamatorias clásicas y los
codo de tenis como degeneración crónica, regeneración y des- neuropéptidos, parece imposible, y en cierto modo irrelevante,
garros microscópicos en el tejido tendinoso denominados tendi- distinguir entre inflamación química y neurogénica. Además, los
nosis. Se han identificado neuroquímicos, como el glutamato, la glucocorticoides son, por ahora, un tratamiento efectivo de la
sustancia P y los péptidos relacionados con el gen de calcitonina, tenopatía respecto a la disminución del dolor, el grosor tendinoso y
en pacientes con codo de tenis crónico y en modelos animales la neovascularización. Es posible que un proceso inflamatorio esté
de tenopatía. Investigaciones más recientes revelan que los ten- relacionado no solo con la aparición de tenopatía, sino también
dones tienen zonas de degeneración y una ausencia distintiva de con la tenopatía crónica.

Descargado para Alejandro Macaya Barria (alejandro.macaya@alumnos.uach.cl) en University of Southern Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 07,
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Wilson y Best (2005) describieron muchos de los hallaz- PROGRAMAS DE ENTRENAMIENTO


gos clínicos de tenopatía. La evolución natural es un aumen-
to gradual del dolor localizado relacionado con la carga, que EXCÉNTRICO
coincide con el aumento de la actividad. En la exploración se Una variable comúnmente estudiada sobre patología tendinosa es
deberían comprobar los signos de inflamación (tumefacción, el entrenamiento con sobrecarga excéntrica (ESE). La investigación
dolor, eritema y calor, que podrían reflejar una repuesta de que hay es limitada respecto a la eficacia del ESE en la epicondilitis
tendinitis), asimetría, amplitud de movimientos, palpación humeral y como tratamiento de otras lesiones tendinosas por uso
dolorosa y maniobras de exploración, que simulan la carga del excesivo. Kingma et al. (2007) realizaron una revisión sistemática
tendón y reproducen el dolor. A pesar de la ausencia de inflama- del ESE en pacientes con tenopatía crónica del tendón de Aquiles.
ción, los pacientes con codo de tenis tienen dolor. Zeisig et al. Nueve estudios incluidos mostraron una mejoría del dolor tras ESE.
(2006) sugirieron que el dolor implica inflamación neurogénica No obstante, debido a las deficiencias metodológicas, no fue posible
mediada por la sustancia P. Además, la zona con vascularización obtener conclusiones firmes sobre los efectos del ESE. Aunque los
presente en el origen extensor parece estar relacionada con efectos del ESE en el dolor por tenopatía son prometedores, no puede
el dolor. Es muy probable que los hallazgos correspondan a determinarse la magnitud de los efectos. Knobloch et al. (2007)
la proliferación vasculonerviosa interna demostrada en otras evaluaron con sistema Doppler láser para flujo sanguíneo capilar,
tendinosis dolorosas. saturación tisular de oxígeno y presión de llenado venoso poscapilar
No hay acuerdo sobre el tratamiento óptimo de la tendinitis o la la microcirculación tendinosa en respuesta a un programa de entre-
tendinosis. Paoloni et al. (2003) indicaron que ningún tratamiento namiento excéntrico a domicilio doloroso diario durante 12 semanas
consigue siempre buenos resultados. Nirschl (1992) y Nirschl y (3 × 15 repeticiones por tendón cada día). Hallaron que el ESE diario
Ashman (2004) describieron el objetivo principal del tratamiento en la tenopatía del tendón de Aquiles es seguro y sencillo, con efectos
quirúrgico como la revitalización del tejido alterado que produce beneficiosos en los niveles microcirculatorios tendinosos, sin efec­
dolor. La revascularización y la reparación colágena del tejido tos adversos en la tenopatía del tendón de Aquiles en la región de inser-
patológico son claves para el éxito del programa de rehabilitación. ción ni en la intermedia. Malliaras et al. (2008), en una revisión de los
El tratamiento no quirúrgico adecuado comprende ejercicios programas de entrenamiento excéntrico para epicondilitis humeral,
contra resistencia y progresión. Se han publicado diversas inter- determinaron que el ESE ha demostrado resultados alentadores.
venciones terapéuticas, como inyector, óxido nítrico tópico, radi-
cales de oxígeno libres, frío, sonoforesis y ultrasonidos (Klaiman
et al. 1998), láser de baja energía, terapia con ondas de choque PROGRAMAS DE EJERCICIO
extracorpóreas, masaje con fricción transversa profunda (MFTP),
manipulación y movilización, acupuntura, ortesis, férulas, com-
COMBINADO
binación de láser de baja energía y pliométricos, programas de Stasinopoulos et al. (2005) describieron programas de ejercicio de
entrenamiento excéntrico, programa isocinético excéntrico y estiramiento y fortalecimiento para el tratamiento de la epicondilitis
programa de ejercicio combinado. humeral. Recomendaron ESE con progresión lenta y el codo en
Manias y Stasinopoulos (2006) compararon un programa de extensión, el antebrazo en pronación y la muñeca en extensión. No
ejercicio aislado con el mismo programa complementado con frío. definieron la velocidad de carga ni los detalles (repeticiones, tandas,
Tras un seguimiento de 3 meses no se encontraron diferencias en volumen) del ESE. Recomendaron también ejercicios de estiramiento
la reducción del dolor entre los grupos. Debido a las variables de estático para la unidad musculotendinosa lateral antes y después de
confusión con intervenciones terapéuticas múltiples, es difícil deter- los ejercicios excéntricos durante 30-45 segundos con un descanso
minar la eficacia del frío. Klaiman et al. (1998) demostraron que los de 30 segundos entre los ejercicios. Aún no se han determinado
ultrasonidos disminuyeron el dolor y aumentaron la tolerancia a la mediante un estudio clínico bien diseñado los detalles sobre los
presión en lesiones de partes blandas específicas. parámetros óptimos para tratar la epicondilitis humeral.
Bjordal et al. (2008) efectuaron una revisión sistemática y
un metaanálisis de los estudios con terapia láser de baja energía
(TLBE) para la epicondilitis humeral. Doce ensayos controlados ESTABILIZACIÓN ESCAPULAR
aleatorizados cumplían los criterios de inclusión metodológicos. Y DEL MANGUITO DE LOS ROTADORES
La TLBE en dosis óptimas de 904 nm y posiblemente 632 nm
de longitud de onda directamente en las inserciones tendinosas Además del uso de modalidades terapéuticas y ESE para tratar el
en la región lateral del codo lograban alivio del dolor a corto tendón lesionado en el codo, está justificado usar técnicas de ejercicio
plazo y menos discapacidad aislada y combinada con ejercicio. y de estabilización proximal. Se recomiendan varios ejercicios de for-
Stasinopoulos y Johnson (2005), en un análisis cualitativo de 9 es­ talecimiento escapular clave dirigidos al trapecio inferior y el serrato
tudios, encontraron malos resultados con TLBE, porque se trata anterior. Se hace hincapié en los ejercicios de estabilización escapular,
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de una modalidad dosis-respuesta y no se ha identificado la dosis que incluyen rotación externa con aducción, un ejercicio que se ha
terapéutica óptima. demostrado que implica al trapecio inferior en una proporción 3,3 ve­
Rompe y Maffulli (2007) llevaron a cabo una evaluación cuali- ces superior al trapecio superior y utiliza la importante posición
tativa estudio a estudio. En un análisis sistemático cualitativo por de aducción escapular. Se recomiendan diversas variantes de remo
estudio con identificación de detalles comunes y divergentes de 10 en­ sentado, incluyendo el segador y variantes de remo lento (Kibler
sayos controlados aleatorizados (948 sujetos), había evidencia de et al. 2008) (vídeo 18.1).
la efectividad del tratamiento con ondas de choque para el codo de Moesley et al. (1992) y Decker et al. (1999) recomendaron la pro-
tenis solo en circunstancias restrictivas bien definidas. gresión a ejercicio de cadena cerrada en posición «plus», caracteriza-
Brosseau et al. (2002), en una revisión Cochrane, determinaron da por abducción escapular máxima, por su reclutamiento máximo
que el MFTP combinado con otras modalidades de fisioterapia no inherente del serrato anterior (vídeo 18.2). Elevaciones de cadena
logró un beneficio consistente en el alivio del dolor ni en la mejora cerrada, estabilización rítmica en posición cuadrúpeda y variaciones
de la fuerza de prensión ni del estado funcional de los pacientes con de la posición de perro pointer (extensión de brazo y pierna del
tendinitis del extensor radial del carpo. La TLBE y los pliométricos mismo lado con apoyo en carga) se usan en formatos orientados a
fueron más efectivos en distintos criterios de valoración que los la resistencia (tandas cronometradas de 30 s o más) para aumentar
pliométricos por sí solos. la estabilización escapular. Uhl et al. (2003) demostraron los efectos

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86 SECCIÓN 2  Rehabilitación tras artroplastia total de codo

del aumento del apoyo en carga y los descensos sucesivos del número que esta posición provoca un grado más alto de activación del mús-
de extremidades con apoyo en carga en la activación muscular del culo supraespinoso, convirtiéndolo en una alternativa a la prueba
manguito de los rotadores y de la musculatura escapular. de la lata vacía, que a menudo puede provocar pinzamiento debido
El fortalecimiento del manguito de los rotadores posterior para a los movimientos combinados de rotación interna y elevación.
conseguir fuerza, resistencia a la fatiga y un equilibrio muscular Se recomiendan tres tandas de 15-20 repeticiones para crear una
óptimo tiene importancia al trabajar con deportistas. La figura 18.3 respuesta a la fatiga y mejorar la resistencia muscular local. En
muestra nuestros ejercicios recomendados para fortalecimiento del pacientes con disfunción de codo, estos ejercicios pueden realizarse
manguito de los rotadores, basados en investigación EMG que señala con un lastre colocado proximal al codo si la posición distal al codo
un alto grado de activación muscular del manguito de los rotado- provoca dolor o sobrecarga las estructuras del codo en fase de cica-
res posterior (vídeo 18.3). Se pone énfasis en el uso de abducción trización. Estos ejercicios isotónicos se combinan con una rotación
horizontal en pronación, porque la investigación ha demostrado externa con resistencia elástica para fortalecer el manguito de los

Fig. 18.3  Tipos de movimiento para el ejercicio del manguito de los rotadores basados en estudios electromiográficos (EMG) con énfasis
en la activación del manguito de los rotadores posterior y posiciones con menos de 90° de elevación de la articulación glenohumeral.

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18  Epicondilitis humeral medial y lateral 87

rotadores posterior en posición de abducción neutra y a 90° en el nales. Se recomiendan de tres a cinco tandas de 15-20 repeticiones
plano escapular (vídeo 18.4). para una resistencia a los estímulos.
Carter et al. (2007) estudiaron los efectos de un programa de Pueden incorporarse ejercicios de tipo balístico más avanzados
8 semanas de ejercicio pliométrico de la extremidad superior y para fortalecimiento final en pacientes que reanudan una actividad
fortalecimiento de rotación externa con resistencia elástica. Hallaron laboral con gran esfuerzo físico o en aquellos que necesitan un grado
un aumento de la fuerza de rotación externa excéntrica y de la fuerza elevado de fuerza y resistencia muscular. Se recomienda bote rápido
de rotación interna concéntrica y una mejora de la velocidad de de pelota en series de 30 segundos con un balón de baloncesto o
lanzamiento en jugadores de béisbol adolescentes. La figura 18.4 un balón de reeducación pequeño tanto sobre el suelo como en
muestra un ejercicio pliométrico en pronación 90/90 con la deportis- posición elevada contra la pared (fig. 18.5). Además, los ejercicios
ta manteniendo un posición escapular retraída. El balón de pliomé- pliométricos específicos para la musculatura del antebrazo com-
tricos se lanza y se coge rápidamente con un movimiento de 3 a 6 cm prenden lanzamiento con flexión de muñeca y cierre en flexión de
en tandas de 30 a 40 segundos como máximo para aumentar muñeca (vídeo 18-7).
la resistencia muscular local. Este ejercicio provoca también una
respuesta de fatiga en los flexores y extensores de la muñeca como
consecuencia de la captura y liberación rápidas del balón. Otro PROGRAMAS DE RETORNO
ejercicio utilizado es el ejercicio pliométrico de captura inversa, que AL DEPORTE/RETORNO
se realiza con la articulación glenohumeral en posición 90/90. La
pelota se lanza desde detrás del paciente para cargar excéntricamente INTERMITENTE
el manguito de los rotadores posterior (rotadores externos) con un De las fases usadas en el proceso de rehabilitación de una lesión de
movimiento de rotación externa concéntrica rápido realizado con- codo, la fase de retorno a la actividad es la que se ignora o acorta
forme el paciente lanza la pelota de vuelta, manteniendo la posición con más frecuencia, lo que provoca un riesgo de volver a lesionarse.
de abducción 90/90 del hombro y el codo. Estos ejercicios pliomé- Los criterios objetivos para entrar en esta fase son la tolerancia a
tricos con un solo brazo pueden estar precedidos de capturas con dos las series de ejercicios contra resistencia, una fuerza comprobada
brazos por encima del hombro para determinar la preparación para objetivamente igual a la de la extremidad contraria con evaluación
la carga de un solo brazo. Inicialmente se usan balones medicinales manual o preferiblemente pruebas isocinéticas, medición con dina-
pequeños (0,5 kg) o pesas blandas con progresión a 1-1,5 kg cuando mómetro de la fuerza de prensión distal y de la fuerza isométrica, y
el paciente avanza tanto en capacidad como en fuerza. una amplitud de movimientos funcional. Es importante señalar que
los deportistas de élite muestran adaptaciones musculoesqueléticas,
descritas antes en esta sección.
EJERCICIOS DE EXTREMIDAD Las características de los programas de retorno intermitente al
SUPERIOR DISTAL AVANZADOS deporte son la actividad en días alternos y progresiones graduales
PARA REHABILITACIÓN de la intensidad y de repeticiones. Para el programa de tenis inter-
mitente, por ejemplo, se usan pelotas de tenis de compresión baja,
DE EPICONDILITIS HUMERAL como Pro-Penn Star Ball (Penn Racquet Sports, Phoenix, AZ), o
Los ejercicios para mejorar la fuerza y favorecer la resistencia mus- pelotas de gomaespuma durante el proceso de enseñanza de tenis
cular del antebrazo y de la muñeca comprenden flexiones tradicio- a los niños. Estas pelotas son muy recomendables durante la fase
nales para flexores y extensores con mancuernas isotónicas ligeras inicial del programa de retorno al tenis, porque disminuyen la fuerza
(vídeos 18.5 y 18.6) o tubos/bandas elásticos y pronación-supinación de impacto y aumentan la tolerancia del paciente a la actividad.
de antebrazo y desviación radiocubital con un contrapeso. Estos Además, realizar el programa intermitente bajo supervisión, bien
ejercicios ayudan a conseguir soporte muscular adicional en la durante la terapia o con un profesional docente en educación física
región distal de la extremidad y a contrarrestar las fuerzas elevadas o un entrenador, permite una evaluación biomecánica de la técnica
generadas en esta región durante los movimientos de lanzamiento y protege contra un nivel de intensidad excesivo, que puede ser un
y de saque por encima de la cabeza. error frecuente en pacientes motivados y con buena intención. El
Se recomienda progresar a ejercicio isocinético para flexión- uso del programa de retorno en días alternos, con descanso entre las
extensión de muñeca y pronación-supinación de antebrazo una vez sesiones, permite la recuperación completa y, además, disminuye la
demostrada la tolerancia a los ejercicios isotónicos más básicos. Se probabilidad de volver a lesionarse.
usan velocidades contráctiles intermedias y rápidas (180-300° por
segundo) para simular las velocidades usadas en actividades funcio-
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Fig. 18.5  Rebote de balón para fortalecimiento de la extremidad


Fig. 18.4  Pliométrico en rotación externa 90/90 en decúbito prono. superior distal.

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88 SECCIÓN 2  Rehabilitación tras artroplastia total de codo

Remitimos al lector a estas publicaciones para información adi- Greenbaum B, Itamura J, Vangsness CT, et al. Extensor carpi radialis brevis.
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aumentando no solo la fuerza, sino también la resistencia mus- 191.
cular. También son importantes la inspección y la modificación de Kibler WB. Clinical biomechanics of the elbow in tennis. Implications for eva-
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la raqueta de tenis o de los palos de golf del paciente. En tenistas con Kibler WB. Role of the scapula in the overhead throwing motion. Contemp
antecedentes de lesión de la extremidad superior, es muy recomen- Orthop. 1991;22(5):525-532.
dable bajar algún kilo la tensión del cordaje y asegurarse de que el Kibler WB. The role of the scapula in athletic shoulder function. Am J Sports
paciente usa un cordaje más blando o flexible, como cordaje de tripa Med. 1998;26(2):325-337.
animal o sintético multifilamento sin núcleo. También es importante Kibler WB, Chandler TJ, Livingston BP, et al. Shoulder range of motion in elite
el tamaño del mango de la raqueta, pues según los estudios de inves- tennis players. Am J Sports Med. 1996;24(3):279-285.
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su tamaño. El tamaño adecuado del mango ha sido descrito por Maffulli N, Wong J, Almekinders LC. Types and epidemiology of tendinopathy.
Nirschl (1981) como el correspondiente a la distancia entre la punta Clin Sports Med. 2003;22:675-692.
del dedo anular a lo largo del borde radial del dedo y el pliegue Malanga GA, Jenp YN, Growney ES, et al. EMG analysis of shoulder positio-
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Descargado para Alejandro Macaya Barria (alejandro.macaya@alumnos.uach.cl) en University of Southern Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en septiembre 07,
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