Epicondilitis medial y lateral
Abril 2021
Autor:
Gonzalo Marambio
Revisor:
Dr. Alessandro Queirolo
Centro de Mano
Clínica UAndes
Introducción
El dolor crónico en el epicóndilo lateral o
medial de codo es una condición relativamente
común, particularmente entre jugadores de
tenis y golf respectivamente. Esto se asocia a
cambios patológicos crónicos en los orígenes
de los tendones, sin embargo se sabe poco
acerca de las causas.
Anatomía
Los epicóndilos del húmero, son prominencias
óseas fácilmente palpables por medial y lateral
a nivel del codo. La estructura
musculotendinosa más importante a nivel del
epicóndilo lateral es el tendón del músculo
extensor común del carpo, el cual incluye:
extensor radial largo del carpo, extensor radial
corto del carpo, extensor digital común y
extensor ulnar del carpo. De estos, el que se ve
más frecuentemente comprometido es el
extensor radial corto del carpo (ERCC), ya que
es uno de los principales estabilizadores de la
muñeca (figura 1).
Figura 1. Tendinosis en tendón de músculos extensores del
carpo.
Por otro lado, el grupo muscular flexor-
pronador, que se inserta en el epicóndilo
medial del húmero, está compuesto por el
pronador redondo y el tendón flexor común, el
cual incluye los tendones del flexor común
superficial de los dedos, flexor ulnar del carpo,
flexor radial del carpo y palmar largo. El flexor
radial del carpo y el pronador redondo son los
músculos comúnmente involucrados en la
epitrocleitis (figura 2).
Figura 2. Origen de la musculatura flexora de mano a nivel de
epitróclea.
Epidemiología
La epicondilitis (lateral o medial), afecta
típicamente al grupo etario entre los 40-50
años, pero abarca un rango entre los 12 a 80
años, sin predominio por sexo. El 75% de los
casos ocurre en el brazo dominante. Se ha
identificado la obesidad y el tabaquismo como
factores de riesgo para estas patologías.
La población de riesgo la constituyen aquellos
deportistas y trabajadores que realizan labores
manuales repetitivas con sobrecarga de la
musculatura, ya sea flexora-pronadora, o
extensora de muñeca correspondientemente.
La epicondilitis lateral es 7 veces más
frecuente que la epicondilitis medial.
Fisiopatología
 El término tendinopatía abarca todas las
alteraciones patológicas que comprometen el
tendón, desde tendinitis, hasta tendinosis. La
epicondilitis es una tendinopatía, y se puede
presentar en 2 fases. Inicialmente el
microtrauma repetido genera un proceso
inflamatorio que evoluciona a nivel local hacia
un daño en las fibras colágenas. Esto genera
hiperplasia angiofibroblástica entre otros
cambios, afectando la irrigación tendinosa así
como a las terminaciones nerviosas locales.
De esta forma la tendinopatía al igual que en
otras zonas del cuerpo, evoluciona en general
como una patología crónica y degenerativa.
Sin embargo cabe señalar que no todas las
epicondilitis evolucionan a una patología
crónica.
Etiología
Toda actividad que requiera de un mecanismo
repetitivo con uso de musculatura flexora-
Tabla I. Enfrentamiento clínico a la epicondilitis medial y lateral
Epicondilitis medial
Dolor
Inicio Insidioso
Intensidad Variable
pronadora, o extensora de muñeca, puede
provocar una epicondilitis medial o lateral.
Principalmente en casos de técnica inadecuada
del movimiento en el caso de deportistas o mal
uso de herramientas en el caso de trabajadores.
Se aplican los mismo conceptos
fisiopatológicos para ambas patologías.
Clínica
Cuadro clínico caracterizado por dolor a nivel
del epicóndilo en el origen músculo-tendinoso
del grupo de músculos correspondientes.
Los síntomas consisten en dolor medial o
lateral de codo respectivamente, dependiendo
si está comprometido el epicóndilo medial o
lateral.
La tabla I ilustra la historia clínica y examen
físico de esta patología.
Epicondilitis lateral
Insidioso
Variable
Irradiación Cara anterior y medial del antebrazo
Localización Cara medial del codo
Movimiento Flexión y pronación de muñeca contra Supinación y extensión de muñeca contra
que lo causa resistencia.
Diagnóstico Patologías del nervio ulnar
diferencial
Examen físico
Punto más 2 a 5 mm distal y anterior al punto medio del Inmediatamente distal al epicóndilo lateral, sobre
doloroso a la epicóndilo medial
palpación
Movimiento Flexión activa de dedos y muñeca contra
que reproduce resistencia, sobre todo con el codo en
el dolor extensión. La pronación contra resistencia
también puede gatillar dolor.
Rangos de Movilidad activa y pasiva conservadas
movilidad
Diagnóstico
Es clínico basado en la historia y hallazgos del
examen físico. Frente a la duda diagnóstica, se
recomienda la evaluación con radiografía de
codo en conjunto con ecografía de partes
blandas del codo. El rol de la primera es ser
screening de patologías óseas como tumores
músculo-esqueléticos. La ecografía tiene un
rol de apoyo diagnóstico, en la cual se ven
cambios estructurales en los tendones y se
pueden ver depósitos cálcicos.
Tratamiento
Se debe indicar el tratamiento conservador con
el fin de disminuir el dolor y así poder iniciar
una rehabilitación precoz y progresiva. La fase
inflamatoria habitualmente responde de buena
manera con las medidas descritas a
Cara posterior y lateral de antebrazo
Cara lateral del codo
resistencia, particularmente con el codo en
extensión completa.
Sd. de túnel radial
el origen de los tendones extensores.
Extensión activa de dedos y muñeca contra
resistencia, sobre todo con el codo en extensión.
La supinación contra resistencia también puede
gatillar dolor.
Movilidad activa y pasiva conservadas
continuación, y que se pueden dividir en 3
fases:
● Fase 1:
1. Reposo: Reposo deportivo, evitar
movimientos de pronosupinación. Evitar
las actividades que reproduzcan las
molestias, no se debe inmovilizar ya que
puede generar atrofia y afectar a la
rehabilitación a futuro.
2. Ejercicios de elongación: realizar
extensión de muñeca con codo en
extensión máxima, flexión de muñeca
con codo en extensión máxima,
repitiendo varias veces al día
manteniendo al menos 40 segundos la
posición.
3. Frío local: 3 a 4 veces/día por los
primeros 3 días para lograr efecto
analgésico y antiinflamatorio, en ciclos
de 20 minutos.
 4. AINES: Tienen un rol más bien
analgésico, por 5 a 7 días.
5. Banda epicondílea/epicondilera
(Brace): Se instala 4 a 5 cm distal al
epicóndilo con el fin de evitar la
transmisión de fuerzas hacia este,
disminuyendo así la tensión del tendón
extensor común en su origen epicondíleo.
6. Kinesioterapia: Corriente galvánica de
alto voltaje (TENS) y masoterapia y
crioterapia. Lograría un mejor resultado
que solamente el reposo, principalmente
con enfoque hacia la movilidad y la
fuerza de la musculatura extensora de la
muñeca. Es un tratamiento de segunda
línea.
● Fase 2: Una vez que los síntomas hayan
disminuido, se inicia una terapia en base a
ejercicios activos y pasivos asistidos
orientada a la elongación y fortalecimiento
del grupo extensor de la muñeca, de
preferencia en base a ejercicios isométricos
progresivos y concéntricos. Finalmente se
agregan actividades de simulación laboral
o deportiva.
● Fase 3: Corresponde al retorno deportivo o
laboral, siempre en forma gradual. Tanto el
deportista como su entrenador deben
identificar errores en la técnica o el
equipamiento que hayan podido originar la
lesión e intentar corregirlo, así como
también deben ser identificados los
factores precipitantes en el ámbito
¿Cuando derivar?
El cuadro inflamatorio debería responder al
tratamiento conservador en un plazo de
algunas semanas. En caso de no responder a
pesar de realizar de manera óptima el
tratamiento por 6 semanas, considerar
derivación a especialista para iniciar
tratamientos más invasivos:
● Infiltración con corticoides, la cual será
realizada por el traumatólogo.
● Cirugía: Resolución poco frecuente,
habitualmente en cuadros que no ceden
al tratamiento conservado en plazo de 6
meses, y que se hayan descartado cuadros
simuladores como la compresión del
nervio Interóseo posterior. La cirugía
consiste en disminuir zonas de tensión en
el epicóndilo y resección de zonas
degenerativas.
Pronóstico
En general es una patología autolimitada, que
resuelve en un tiempo entre 12 y 18 meses, en
la mayoría de los pacientes los síntomas ceden
sin necesidad de resolución quirúrgica, siendo
suficiente el manejo ortopédico.
El 5 – 15% de los casos va a recidivar, sin
embargo, serán pacientes que vuelven a repetir
las condiciones que lo llevaron a sufrir la
lesión.
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last updated Oct 21, 202