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ANTECEDENTES HISTORICOS
La reforma agraria comienza en 1962, algunos años después de la revolución cubana, con el
apoyo de la Alianza para el Progreso. Su primer objetivo es evitar el contagio revolucionario.
Para poder implementar una reforma agraria moderada, el gobierno tenía necesidad de
organizaciones campesinas que pudiera controlar. La ANACH 2 fue creada con este objetivo;
estará al origen, debido a divisiones sucesivas, de varias organizaciones campesinas que
trabajan con el sector reformado.
A lo largo de estos años, la cooperativa de Guanchías (integrada por antiguos obreros de las
plantaciones de bananas que trabajaban en las tierras abandonadas por la Tela R.R. Co.)
experimentó exitosamente un modelo de organización colectivo. El decreto #8 de 1972
precipitó la distribución de tierras nacionales y comunales, y dio al mismo tiempo su aval al
modelo colectivo. Las movilizaciones campesinas que exigían la aceleración del proceso de
reforma agraria, organizadas por la ANACH y a menudo reprimidas, llevaron hacia la
adopción de una segunda ley de reforma agraria, en enero 1975, bajo el régimen reformista
del General López Arellano. Esta vez, se privilegiaron las redistribuciones de tierras bajo
formas colectivas, cooperativas o empresas.
La lucha por la tierra está monopolizada por las organizaciones campesinas vinculadas a la
gestión de la reforma agraria. Para tener una posibilidad de acceder a la tierra, hay que
integrar un grupo de campesinos sin tierras, una de las «bases» de una organización,
participar a una toma de tierra. Luego, se obtiene del Instituto Nacional Agrario la
autorización de quedarse en esas tierras, y solamente después, mucho más tarde, en los
mejores de los casos, se logra la legalización de la propiedad colectiva.
Si la «propiedad» o los derechos formales sobre la tierra quedan en todos los casos a nivel
del colectivo, la producción en los grupos de base está lejos de ser completamente colectiva,
incluso en las llanuras del litoral Atlántico. La aspiración de los productores consistía más en
acceder a una parcela individual que en trabajar de manera colectiva. Tenían interés en
hacerlo, excepto en ciertos casos precisos, para ciertas especulaciones (banano) o cuando
las superficies por miembro eran importantes.
La ley para la modernización y el desarrollo del sector agrícola (1992) constituye la pieza
central de un dispositivo elaborado para reconstruir el desarrollo del país sobre nuevas
bases, en el cuadro de la aplicación de políticas de reajuste estructural. Definido con la
ayuda de asesores internacionales, ésta ley modifica en numerosos campos las leyes
anteriores con una clara orientación ideológica liberal.
La ley pretende acelerar el proceso de transferencia formal de la propiedad del Estado a los
particulares al reducir a 3 años el tiempo mínimo de ocupación de tierras nacionales para
obtener un título. La ley pretende también reintegrar las tierras del sector reformado en el
sistema general de registro de la propiedad al acelerar los procesos de emisión de títulos y
su inscripción en el registro de la propiedad. En lo que concierne la reforma agraria, la ley
modifica la opción de prioridad al colectivo: los beneficiarios pueden desde ahora optar por la
atribución de parcelas individuales y los miembros de las cooperativas o empresas
asociativas disponen de un título de participación que establece la parte del capital total que
les corresponde. La ley reduce de 5 a 1 ha la superficie bajo la cual una explotación es
considerada como minifundio y no es susceptible de ser legalizada. Además, la ley autoriza
la venta de tierras de los beneficiarios de la reforma agraria, una vez que éstas estén
legalizadas.
Al mismo tiempo, la ley suprime los medios legales que permitían continuar ejecutando una
verdadera reforma agraria que redistribuya la tierra de manera equitativa:
La ley autoriza la existencia de propiedades que sobrepasan los límites impuestos por la
ley de 1975, si son la base de proyectos de inversión importantes
La ley suprime los regímenes de explotación indirecta (alquiler, aparecería) como motivos
de afectación para la reforma agraria
Las tierras no cultivadas siguen siendo en teoría susceptibles de ser expropiadas….
excepto si son tierras cubiertas de bosques.
Una ayuda excepcional a la instalación para los beneficiarios de la reforma agraria y a los
beneficiarios de los programas de entrega de títulos,
La elaboración de una red de cajas de ahorro y de crédito rural, que está supuesta
trabajar con las organizaciones campesinas
La creación de mecanismos que permitirán que más productores accedan a la tierra
gracias al mercado.
En la práctica, la aplicación de la ley será mucho más caricaturesca que lo que su texto
dejaba suponer. Ninguna de las tres propuestas que pretendían mejorar la inserción de los
pequeños productores en los mercados, capital para la instalación, cajas de crédito, fondos
de tierra, fueron jamás aplicadas.
Por fin, y esto constituye sin duda uno de los elementos más significativos, la ley permitió una
explosión en las ventas de tierras por las cooperativas y empresas de la reforma agraria.
En mayo 1994, o sea apenas dos años después de la publicación de la ley, los grupos
campesinos del sector reformado habían vendido más de 30.000 ha de las tierras, es decir
un poco más de 7% del total de las tierras reformadas. En ciertas regiones con un fuerte
potencial agrícola, como el litoral Norte, donde están concentradas más de 80% de las
ventas, el impacto en el sector fue el más importante.
Las organizaciones campesinas han tenido dificultades en construir una estrategia común de
alianza para la defensa y la promoción de la agricultura campesina 14. La organización
principal de pequeños productores individuales agrupa a productores pequeños y medios de
café 15. Pero sus actividades quedan vinculadas al producto, y, aunque hoy se encuentre
presente en todo el país, prácticamente no interviene en el debate ni sobre la aplicación de la
reforma agraria ni sobre la política sobre la propiedad de la tierra.
En estas condiciones, sólo fueron necesarios algunos años para que los efectos de la
redistribución de la tierra de la reforma agraria de Honduras sean gravemente revertidos.
De nuevo, aparecen nuevas luchas por el acceso a la tierra, en particular en el Norte del
país, con su cortejo de violencia y de represión 16.
OBJETIVOS DE LA REFORMA AGRARIA
Uno de los objetivos principales en cambiar la estructura agraria del país para dejar de
obtener tierras sin documentos o permisos legales.
a) Establecer las condiciones adecuadas para los productores y productoras, cualquiera que
fuera su forma de organización o de empresa, desarrollen sus actividades de producción de
alimentos y demás productos agrícolas en forma eficiente, asegurando la conservación y el
aprovechamiento racional de los suelos, aguas, bosques y de la flora y fauna silvestre;
Esto puede realizarse a través de una expropiación (se quita la propiedad de la tierra a los
latifundistas sin ningún tipo de indemnización) o mediante mecanismos compensatorios (se
exige a los latifundistas que se desprendan de sus tierras, pero se les entrega algo a
cambio). La mayoría de los países latinoamericanos, en general, han impulsado algún tipo de
reforma agraria a lo largo de su historia.
Para los efectos de la presente Ley, es entendido que la Reforma Agraria persigue reunir
preferentemente en una misma persona las condiciones de propietario, empresario y
trabajador.
ALCANCES DE LA REFORMA AGRARIA
e) Adoptar las medidas necesarias para que los proyectos específicos de reforma agraria
comprendan acciones en los campos a que se refiere el Artículo 2, anterior.
Se tiene producción, pero no todos tienen productividad, porque a pesar que se tienen la
tierra, carecen de infraestructura, mercadeo, buen sistema de riego, asistencia técnica y
crediticia oportuna todo esto siendo necesario para una buena productividad.
No se niega que gracias a la reforma agraria muchas empresas campesinas se han elevado
o desarrollado de una forma magnifica, pero no son todas las que se han desarrollado ya que
muchas no han comprendido que estamos en la era de la modernización y se tiene que dejar
de quemar la tierra para sembrar o dejar de usar sistemas de riegos antiguos.
ORGANISMO RECTOR DE LA POLITICA AGRARIA DEL PAIS
Instituto Nacional Agrario (INA) es una institución semi-autónoma, con personalidad jurídica y
patrimonio propio (Art. 131 de la Ley de Reforma Agraria), cuya finalidad está contenida en el
Artículo No. 1 de la Ley de Reforma Agraria, Decreto No. 170 del 30 de diciembre de 1974, que entró
en vigencia el 14 de enero de 1975.
El Instituto Nacional Agrario (INA) es el organismo rector de la política agraria del país y sus
programas y proyectos debe estar en armonía con el Plan Nacional de Gobierno.
La finalidad del INA es lograr la transformación de la estructura agraria del país, e incorporar la
población rural al desarrollo integral de la nación.
Su función fundamental es dotar de tierra al campesino y estimular la organización de los beneficiarios,
que permita la adopción de tecnologías tendientes a elevar el nivel de vida, aumentar la producción, la
productividad y la generación de empleo en la zona rural.
Desde su creación, el INA ha realizado esfuerzos en beneficio de los campesinos y ha sido instrumento
para agilizar la distribución de la tierra, impulsando el proceso de transformación de la estructura
agraria del país, en base a un sistema de tenencia y explotación que garantice la justicia social en el
campo y aumente la productividad del sector agrícola. De esta manera ha contribuido en la
planificación y ejecución de proyectos y programas encaminados a lograr el propósito anterior y en
general un mejoramiento en el nivel de vida dela población rural.