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“Minicerebros” a partir de células madre humanas implantadas en ratas recién

nacidas

Estos hallazgos, propio de ciencia ficción, permitirá entender las enfermedades

neuropsiquiátricas a nivel biológico y posibilitará a la invención de mejores

medicamentos para combatirlos.

Una investigación realizada en la Universidad de Stanford (EE. UU.), publicado

el 2022, demostró que el implante de células humanas en el cerebro de las ratas recién

nacidas fue un éxito, ya que interactúan con las neuronas del huésped. Para ello,

esperaron más de seis meses — por la diferencia de maduración— para una completa

integración. Además, utilizaron una técnica llamada optogenética— modificación

genética de células para responder a la luz azul —. Asimismo, el trasplante llegó a

cubrir un tercio del hemisferio, logrando influir en la conducta del roedor.

Desarrollo y trasplante del minicerebro

El cultivo de células humanas en 3D idénticas a su progenitor, representan una

asociación fuera del cuerpo humano, favorable para descubrir el desarrollo y la

enfermedad cerebral. Aquí se demostró que organoides neuronales extraídas de células

madre humanas trasplantadas en la corteza somatosensorial—recoge información

sensorial, tales como dolor, tacto— en ratas atímicas recién nacidas sobreviven,

proyectan y establecen conexiones en circuitos cerebrales relacionados con la conducta

y los sentidos. Además, utilizaron ondas de radio para crear imágenes del cuerpo que,

revelan un éxito en el desarrollo del organoides posterior al trasplante.

De hecho, estas neuronas muestran propiedades de membranas sustanciales y

morfológicas más complejas que sus equivalentes fuera del cerebro humano, lo que

permite encontrar beneficios en maduración avanzada sobre las células derivadas de


personas con síndrome de Timothy —enfermedad hereditaria asociada a problemas

cardiacos—.

Percepción sensorial del organoide

Los organoides trasplantados pueden percibir respuestas sensoriales. Por

ejemplo, cuando se llevó a cabo la manipulación por medio de optogénesis a los bigotes

del roedor encontraron una respuesta sensorial en células humanas, demostrando que

llegaron a captar información. Pasca et al. (1), afirman que los roedores trasplantados

expresan mayor sensibilidad durante la estimulación con la luz azul a diferencia de

humanos. Asimismo, estas neuronas maduran y se incluyen a entornos del huésped que

dirigen el comportamiento.

Por primera vez, podemos monitorear el tejido cerebral humano vivo en un

contexto de enfermedad (2). Un día, esta investigación podría conducir a trasplantes de

organoides personalizados que reemplacen el tejido cerebral enfermo o lesionado. Para

Powell (3) se logrará curar enfermedades como Huntington—degeneración de las

células nerviosas del cerebro—, Alzheimer y Timothy.


Referencias

1. Revah O, Gore F, Kelley KW, Andersen J, Sakai N, Chen X, et al. Maduración e


integración de circuitos de organoides corticales humanos trasplantados. Nature
[Internet]. 2022 [citado el 31 de octubre de 2022]; 610(7931): 319-26. Disponible en:
https://www.nature.com/articles/s41586-022-05277-w
2. Mansour AA, Gonçalves JT, Bloyd CW, Li H, Fernandes S, Quang D, et al. Un modelo
in vivo de organoides cerebrales humanos funcionales y vascularizados. Nature
Biotechnology [Internet]. 2018 [citado el 31 de octubre de 2022]; 36(5): 432-41.
Disponible en: https://www.nature.com/articles/nbt.4127
3. Powell K. Cerebros híbridos: la ética de trasplantar neuronas humanas a animales.
Nature. 2022; 608(7921): 22-5.
 

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